Categoría: Obesidad

En los artículos de la categoría obesidad se toca un tema de creciente importancia como es la epidemia de obesidad y diabetes tipo II que sufre el mundo occidental. También se expone como la única solución posible a este problema es el control de la alimentación y por ende el control del peso.

Comer grasa para adelgazar

La grasa es muy importante para adelgazar

La grasa es muy importante para adelgazar

El tema de la grasa en la dieta diseñada para adelgazar es recurrente. Lamentablemente, esa recurrencia se debe a que la mayoría de las personas sigue pensando que la grasa engorda y que es imposible adelgazar si se ingieren grasas. En las últimas semanas, yo he incrementado -todavía más- el aporte de grasas a mi dieta y he eliminado la fibra, que hasta ahora la introducía en forma de salvado de trigo. Lejos de engordar, ha ocurrido lo que yo esperaba, y es que he adelgazado más de un kilo sin variar mi rutina de ejercicios habitual.

Me he cansado de repetir hasta la saciedad que las grasas no son el gran enemigo que muchos nos hacen querer ver y que en realidad son un aliado magnífico si queremos adelgazar. Para adelgazar es necesario quemar grasa. Si se pierde peso sin quemar grasa no se adelgaza. Son pérdidas de peso efímeras que luego se recuperan en el manido efecto rebote. Si se adelgaza de manera adecuada, eliminando la grasa que sobra, no hay motivos para esperar un efecto rebote y, en todo caso, cualquier ganancia posterior de peso será lenta, pues no se puede acumular mucha grasa en poco tiempo.

Estoy preparando un artículo más ambicioso que este en el que hablaré de distintas grasas en la dieta y cómo podemos utilizarlas dentro de nuestra rutina para ayudarnos a adelgazar o incluso mantenernos en nuestro peso. Hoy quería empezar una labor de concienciación para que todo el mundo deje de tener miedo a las grasas. Cuando pensamos en grasa automáticamente nos imaginamos dos cosas: por un lado nos imaginamos que engordamos y por otro que se elevará nuestro colesterol y tendremos problemas cardiovasculares. Pues bien, como explico en el libro, ni una cosa ni la otra son ciertas, al menos de una manera tan directa y simple como nos quieren hacer creer.

En este artículo hablé bastante sobre el papel que juegan las grasas en nuestro organismo, así que no voy a repetirme aquí. Sin embargo, si quiero recordar a todos los lectores que la grasa en una parte importantísima de nuestro cuerpo. El cerebro de la mayoría de nosotros está compuesto por grasas de diversa índole, y de esas grasas, el colesterol es un 25% en peso. Nuestro cuerpo no podría funcionar si grasa, y nuestro cerebro tampoco. Él único tipo de grasa que debemos evitar es la grasa hidrogenada, o grasa trans, que son grasas creadas por el ser humano modificando las propiedades de la grasa natural.

Independientemente de que busque activamente perder peso o esté deseando convertir unos kilos de grasa en músculo, la grasa que ingiera jugará un papel importantísimo en ese proceso, y por ello deben entender y perder el miedo al consumo de grasa, tanto animal como vegetal. La grasa está presente en un gran número de alimentos, desde los frutos secos al salmón, pasando por las carnes o incluso ciertas semillas, como las de lino dorado, con las que en esta receta explico como hacer un pan sin carbohidratos. También es fácil ingerir grasas usando los aceites de cocina, de los que hablaré con detalle en mi próximo artículo.

Además del papel físico y químico que juega la grasa en el organismo, esta también está implicada en procesos neuronales y en el control de la saciedad. Por eso decía al principio que se trata de un excelente aliado si queremos adelgazar, pues su consumo nos ayudará a controlar el sobrepeso a base de contribuir a la sensación de saciedad. Aunque esté cansado de escuchar lo mismo y se lo sepa de memoria, permítame que le diga que es erróneo: la grasa que usted ingiere no tiene nada que ver con la grasa que usted acumula. De modo que destierre de su cabeza la idea de que para adelgazar es necesario dejar de ingerir grasas, porque es una idea anticuada, trasnochada y tremendamente simplista de la nutrición. Si fuese tan fácil como eso, nadie estaría gordo.

Deme unos días para prepararlo y en breve publicaré un artículo sobre los distintos tipos de grasa que debemos comer a diario y el efecto que estas grasas tienen en el organismo.

Denunciable: Zumo de Naranja Embotellado

Durante años me tomé un gran zumo de naranja por las mañanas cuando desayunaba. Jamás se me ocurrió pensar que era una de las alternativas menos indicadas para adelgazar. Al contrario, me tomaba el zumo pensando que era una de las cosas más sanas y nutritivas que iba a tomarme en todo el día. Así estaba. Si todavía no has leído nada al respecto del zumo de naranja, lo que voy a contar aquí puede que te suene un poco raro, pero en una reciente visita al supermercado me he traído unas fotos para convencerte de que lo que te voy a contar no es producto de mi imaginación ni ciencia ficción.

A todos los efectos, no hay demasiada diferencia entre tomar un gran vaso de zumo de naranja y tomar un gran vaso de agua con azúcar. De hecho, como vamos a ver en breve, un vaso de zumo de naranja embotellado es nutricionalmente similar a un vaso de refresco de cola habitual, que a su vez es simplemente un vaso de agua con azúcar, colorantes, saborizantes y demás polvos mágicos.

Para este artículo he seleccionado una de las marcas de zumo más vendidas en España y me he fijado especialmente en su marketing y sus valores nutricionales. Mi conclusión es que además de ser un producto poco saludable, el marketing que utiliza el fabricante para poner esto en el mercado es, cuando menos, poco ético. En el libro explico claramente que si quieres adelgazar la idea de tomar zumos de fruta no es lo más acertado que puedes hacer. Si ya de por sí muchas frutas tienen un índice glucémico alto y un contenido significativo de hidratos de carbono, que nos sacarán de la cetosis, cuando las convertimos en zumo y eliminamos la fibra, el resultado es, nutricionalmente hablando, bastante lamentable.

Valores Nutricionales del Zumo Don Simón

Valores Nutricionales del Zumo Don Simón

Como puede verse en la tabla de valores nutricionales de este zumo de naranja, insisto, uno de los más vendidos en España, en cada 100ml de producto hay, básicamente, 10,4 gramos de carbohidratos de los cuales TODOS son los procedentes del azúcar. Esto es prácticamente la misma cantidad de azúcar que hay en una lata de tu refresco de cola favorito. Como ves en la etiqueta de valores nutricionales, la cantidad de proteínas, grasas y fibra son básicamente despreciables. Sin embargo, resulta curioso que haya 32 mg de vitamina C en 100 ml de producto porque la naranja tiene unos 50 mg por cada 100 gr de producto, así que si nos vamos a la lista de ingredientes encontramos que, además de zumo de naranja (55%), esta bebida tiene agua, pulpa de naranja (5%), azúcar y vitamina C. Ni siquiera añadiendo más vitamina C consiguen que esta bebida tenga la cantidad de vitamina C que se espera de una naranja.

La Cantidad Diaria Recomendada (CDR) de vitamina C va de 90 a 125mg para adultos, aunque muchos expertos recomiendan llegar hasta 1000mg (1g). Por ello, los 32mg que aporta este producto por cada 100 ml, en el mejor de los casos supone un 35% de la CDR, bastante pobre. Para tomar la cantidad de vitamina C que yo tomo con mi multivitamínico, unos 170mg, habría que tomar más de medio litro de este «zumo», lo que supondría ingerir, de golpe, casi 60 gramos de azúcar. ¿De verdad alguien piensa que tomar este producto por la mañana es saludable?

Botella de Don Simón Naranja

Botella de Don Simón Naranja

Mirando la parte delantera del envase nos damos cuenta de como juegan con los consumidores. Para empezar, no pone la palabra «zumo» por ningún lado, y esto es porque en realidad no puede considerarse zumo, sino néctar (por la cantidad de agua y azúcar que le añaden). Sin embargo, para engañar al consumidor ponen un dibujo de un exprimidor y escriben frases como «con naranjas exprimidas» o «contiene 12 naranjas». Aunque parecen buenas noticias, en realidad no lo son tanto. El envase es de 1,5 litros y si realmente contiene 12 naranjas, ya resulta bastante obvio que la cantidad de agua que contiene es realmente alta.

Uno de los mitos más extendidos con respecto a los zumos -y con respecto a la fruta en general- es que la cantidad de azúcar que contienen no es «dañina» porque es fructosa, un azúcar natural. Voy a aprovechar para dar unas pinceladas al respecto de este mito. Para empezar, el azúcar blanca común que se consume, llamada sacarosa, es un disacárido que contiene 2 moléculas, una de glucosa y otra de fructosa. Cuando ingerimos azúcar refinada también ingerimos fructosa. Por otro lado, aunque la mayoría de las frutas son ricas en fructosa, también contienen glucosa. Aunque hay ciertas diferencias entre la glucosa y la fructosa, su fórmula empírica es la misma (C6H12O6), con lo cual deberíamos sospechar que si una no es muy buena para el organismo, la otra tampoco. Además, cuando ingerimos azúcar lo primero que ocurre en nuestro organismo, y a toda velocidad, es que la sacarosa se descompone en glucosa y fructosa, tanto en el estómago como en el intestino, por lo que ingerir fruta e ingerir azúcar, en este sentido, es similar, si bien es cierto que hay ciertas frutas con contenidos bajos de azúcar en general, como las fresas, moras, frambuesas, y los frutos del bosque en general.

La principal diferencia entre ambas moléculas es la forma en que el organismo las procesa, ambas con efectos nocivos cuando se reitera su consumo. La glucosa porque aumenta de golpe la glucemia y produce picos de insulina y la fructosa porque paraliza la actividad normal del hígado -que la convierte en glucosa- y por tanto acaba contribuyendo igualmente a la glucemia, al tiempo que produce subida de colesterol y triglicéridos y provoca acumulación de grasa en el hígado. Por lo tanto, el zumo de naranja y la fructosa en general no son alimentos apropiados para adelgazar. Este es un tema que trataré con más profundidad en breve en el libro que estoy preparando, La Gran Mentira de la Nutrición.

¿Se puede adelgazar comiendo cortezas de cerdo?

Cortezas de Cerdo vs Snacks de Cereales

Cortezas de Cerdo vs Snacks de Cereales

Es curioso como tenemos una serie de conceptos asociados con la idea de adelgazar y otra serie de conceptos asociados con la idea de engordar. Del mismo modo, hay algunos alimentos que inconscientemente asociamos con la idea de ganar peso y otros sin embargo, los asociamos con la idea de adelgazar. Desafortunadamente, en muchas ocasiones la asociación de un alimento como adelgazante o engordante es errónea y esto se debe habitualmente al marketing.

Han conseguido meternos en la cabeza la idea que para adelgazar hay que dejar de consumir grasa, pero sabemos de sobra que esto no es cierto. Si dejamos de consumir grasa, no solamente no adelgazaremos, sino que pondremos en peligro nuestra salud.

Con esa idea de abandono de la grasa para adelgazar florecen por doquier productos con un marketing agresivo con respecto al mantenimiento de la línea, que en definitiva no son más que productos milagros que ni funcionan ni son saludables para el organismo.

Desde pequeño he oído que las cortezas de cerdo son malas porque tienen mucha grasa, casi toda saturada, y por eso nos hacen engordar y enfermar. En la esquina opuesta tenemos los cereales y sus derivados, que se han encargado durante décadas de decirnos que son saludables y nos ayudan a adelgazar. De este modo, la empresa de referencia del sector de los cereales procesados ofrece una gama completa de productos destinados -teóricamente- a ayudarnos a adelgazar.

Hoy he ido al supermercado a comprar algún snack para comer de vez en cuando, cuando me apetezca, pero que no me impida perder grasa y desde luego no me haga engordar. He mirado todo tipo de ofertas, tanto en composición como en presentación y precio, y me he traído tres propuestas que quiero comentar porque creo que son de interés. Para empezar me he traído un paquete de patatas fritas, que creo que son el snack universal, el de toda la vida. Eso si, me las he traído de las que son fritas en 100% aceite de oliva, para poder adelgazar supongo 🙂

Luego me he traído un aperitivo más tradicional, las cortezas de cerdo fritas también, pero en esta ocasión fritas en grasa de cerdo en lugar de aceite de oliva, supongo que una bomba calórica altamente perjudicial para la salud, ¿no? Pues realmente no, ahora lo vemos…

Y en tercer lugar, un aperitivo moderno, a base de tapioca, patata y cereales, que suena mucho más saludable y promete un 60% menos de grasa. Además, parece que por comprarlo me van a regalar un bolso de playa, así que no me he podido resistir 🙂

Analizando los valores nutricionales de los tres snacks, vemos que todos tienen un aporte calórico parecido, que ronda las 500 calorías por 100 gramos de producto, algo menos los snacks de cereales y algo más las patatas fritas, pero, como sabéis, lo importante no es la cantidad de calorías sino la fuente de esas calorías, y aquí es donde se marcan las diferencias.

Mientras que las calorías de los snack de cereales son calorías vacías, sin valor nutricional reseñable (75% hidratos de carbono, 8% grasa y 5% proteína vegetal, de bajo valor biológico) y las patatas fritas no son mucho mejores (46% hidratos de carbono, 38% grasa y 7% proteína vegetal de bajo valor biológico), las cortezas de cerdo sorprenden con unos valores espectaculares (70% de proteínas completas, de origen animal, 22% de grasa y 0% hidratos de carbono). Una curiosidad, el snack de cereales «saludable» lleva exactamente 2,15 veces más sal que las patatas fritas, que supongo todos sabéis que no suelen ser sosas…

A efectos prácticos, nuestro organismo tendrá una rápida subida de azúcar si consumimos los snacks de cereal o las patatas fritas en aceite de oliva, lo que nos impedirá adelgazar, debido a la cantidad de hidratos de carbono que contienen y a su elevado  índice glucémico. Por el contrario, si consumimos las cortezas de cerdo no habrá incidencia en los niveles de azúcar en sangre. El hecho de que las cortezas estén fritas en grasa de cerdo les da una segunda ventaja competitiva porque sus ácidos grasos tardan más en metabolizarse y nos proporcionan energía sostenida durante más tiempo. Por contra, los carbohidratos de los otros snacks nos proporcionarán una subida de energía inmediata, a la que irremediablemente seguirá un bajón provocado por la secreción de insulina necesaria para controlar el nivel de glucosa y el consiguiente almacenamiento de grasa que lejos de ayudarnos a adelgazar, nos llevará directamente a engordar sin control.

Por último, pero no menos importante, los ingredientes de estos snacks. Las cortezas llevan corteza de cerdo, grasa de cerdo, sal y antioxidantes. Las patatas fritas, por su parte, patatas, aceite de oliva (ojo, no confundir con aceite de oliva virgen, !que no es lo mismo!) y sal.

Para escribirla lista de ingredientes de los snacks de cereales necesito un párrafo nuevo… atentos: Almidón de tapioca, patata deshidratada, harina de trigo, condimento de sal marina (suero lácteo en polvo, maltodrextrina, sal marina, cebolla en polvo, extracto de levadura, levadura autolisada, pimienta negra, colorante E160C), aceite de girasol, harina de maíz, fibra de avena, sal, estabilizante E450, antioxidante E304 y emulgente E471. Yo cuento 18 ingredientes. ¡Casi 5 veces más que las cortezas y 6 veces más que las patatas!

Si de verdad te crees que los snacks de cereales te van a ayudar a adelgazar porque tienen un 60% menos de grasa, como dice en el paquete, pues nada, pídele a Papa Noel o a los Reyes Magos que te traigan una tonelada. ¿o acaso los compras porque regalan un bolso de playa?

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Propósito para Septiembre

Adelgazar rápido desde Septiembre

Adelgazar rápido desde Septiembre

Ahora que nos vamos acercando al final de la temporada estival muchas personas me están escribiendo porque quieren retomar el libro o simplemente quieren empezar de una vez por todas. Creo que el hecho de que Septiembre esté a la vuelta de la esquina acerca a muchas personas a la vida cotidiana y el estímulo que necesitan para sentirse bien puede ser precisamente adelgazar, perder esos kilos de grasa que algunos han cogido durante el verano o que incluso no pudieron eliminar ante de la temporada de playa.

Este próximo 1 de Septiembre es un día muy indicado para empezar una nueva rutina nutricional. Además de ser el primer día del mes, es Lunes. Siempre recomiendo comenzar a poner en practica lo aprendido en mi libro un lunes. Si se sufre un poco de síndrome de dependencia del azúcar, mejor que ocurra mientras estamos ocupados en el trabajo que no cuando estamos ociosos en la casa durante un fin de semana. De este modo no se nos hará tan difícil sobrellevarlo ya que estaremos ocupados con otras cosas en la cabeza.

Además, el fin del verano, al igual que Enero, suele venir acompañado de buenos propósitos entre los cuales es habitual encontrar la vuelta al gimnasio. Este es el primer verano en el que yo no he dejado de ir al gimnasio. He pasado bastante calor, pero creo que ha merecido la pena. La última semana he cambiado mi rutina habitual de pesas por ejercicios calisténicos, que son los que utilizan el peso corporal para ejercitar los músculos. Pronto escribiré con más detalle sobre esto, porque es algo que cada vez me está interesando más y creo que aporta beneficios sin alejarse de los conceptos de intensidad y concentración que en otras ocasiones he comentado y que son la base recomendada en la Isodieta.

Haciendo el pino 32 años después

Haciendo el pino 32 años después

Lo interesante de realizar estos ejercicios es que se pueden hacer prácticamente en cualquier lugar y sin disponer de ningún equipamiento. El simple hecho de no usar equipamiento hace que las sesiones de entrenamiento sean más cortas trabajando con la misma intensidad y con los mismos intervalos. Pero como he dicho, me reservo hablar más sobre esto en un artículo futuro. Sólo una curiosidad: hace unos días y después de varios intentos, conseguí hacer el pino, con apoyo en la cabeza, y me di cuenta que no lo había hecho desde que tenía 8 o 9 años, en el gimnasio de mi colegio, ¡hace 32 o 33 años! Parece que puede haber una segunda oportunidad para todo…

Volviendo al tema de los buenos propósitos para después del verano, insisto en que aprovechar la casualidad que se da siendo el día 1 de septiembre lunes es una oportunidad magnífica que no debemos dejar pasar. Para poder comenzar bien el día 1, ahora disponemos exactamente de 2 semanas para preparar el plan nutricional, eliminar de nuestra despensa las cosas que no vamos a utilizar y añadir las que utilizaremos. También es un buen momento para preparar una rutina de ejercicios que nos ayude a consolidar una ganancia muscular al tiempo que vamos perdiendo grasa.

Si ya has leído el libro, entonces sabes de sobra lo que te propongo que hagas en los días previos a comenzar con la nueva rutina y cómo te sugiero que prepares tus menús y lleves un diario de tus mediciones. Si no lo has leído todavía, quizás estos quince días que restan hasta el día 1 sean el momento perfecto para leerlo. Además, puedes aprovechar las rebajas finales en OutletSalud.com hasta final de mes para conseguir el libro por solo 16€ gastos de envío incluidos usando el código RMKTGLIS al realizar el pedido.

Plantéate que yo pude perder los tres primeros meses casi 25 Kg. Si puede replicar lo que yo hice, llegarías al 1 de Diciembre con 25 Kg menos. ¿No te parece muy poco esfuerzo para un resultado tan espectacular? Lógicamente, tu pérdida de peso dependerá de la cantidad de grasa que tengas acumulada, pero en cualquier caso los resultados serán espectaculares seguro. Si además del plan nutricional, incluyes algo de ejercicio concentrado, maximizarás el esfuerzo y quemarás todavía más grasa. Con que hagas unos sencillos ejercicios tres veces en semana es suficiente para activar esa ganancia muscular que seguro te vendrá bien para mejorar la salud.

Un último apunte. Si vives en Málaga o en provincias limítrofes, en Septiembre se pone en marcha la escuela de nutrición familiar Nutrichange, de la que formo parte. Impartiremos un primer curso en el que pondremos en práctica muchas de las cosas que explico en el libro y contaremos con invitados de lujo, entre ellos Jaime Brugos, que nos brindarán con charlas magistrales de gran valor práctico. Estos cursos sólo te ocuparán una tarde dos veces al mes, y si eres de fuera de Málaga, puedes alojarte en La Térmica, con comida incluida, por sólo 18€ al día. Para más información visita www.nutrichange.es.

 

 

Denunciable: Pescado Empanado Carrefour y Pescanova

Pescado Rebozado Congelado

Pescado Rebozado Congelado

Uno de los errores que los padres cometemos en nuestro afán de darle lo mejor a nuestros hijos es elegir erróneamente los alimentos por criterios equivocados. Yo mismo, durante mucho tiempo he comprado alimentos procesados para mis hijos pensando que les estaba comprando lo mejor que mi dinero les podía comprar. De este modo y como cuento en el libro, compraba las famosas pechugas «vuelta y vuelta» o incluso «nutritivas» cenas a base de pescado congelado. Después de todo, ¿Quién no sabe que el pescado congelado conserva intactas sus propiedades nutricionales? Bueno, lo cierto es que las cosas no son siempre lo que parecen…

El otro día me puse a mirar en el supermercado los ingredientes y los valores nutricionales de los alimentos diseñados para niños y una de las paradas de mi ruta fue la sección de congelados. Allí llamó mi atención un envase de pescado empanado para niños de la marca Carrefour Kids. Llamó mi atención porque en la parte de abajo a la derecha de la caja aparece un letrero de muchos colores que pone «Nutri Band» y pensé que quizás se habían preocupado de hacer un producto con muy buenos valores nutricionales para los niños. La realidad por desgracia es bastante distinta.

Pescado Rebozado Carrefour Kids

Pescado Rebozado Carrefour Kids

A mí no me preocupan los productos fritos porque deben llevar una cantidad insignificante de carbohidratos en la cobertura y si se fríen en buen aceite a la temperatura adecuada no tienen porqué ser malos. Además, si los haces en casa, los puedes rebozar en salvado de trigo como explico en esta receta y el sabor y textura son el mismo que usando pan rallado sin el aporte de carbohidratos refinados de este último. Sin embargo, lo de este «pescado» es una auténtica tomadura de pelo. Mirando su composición vemos que tiene pescado blanco en un 56%. El resto, aparentemente, es el empanado, que lleva harina de trigo, almidón de trigo, sal, levadura y especias. ¡Un 44% de pan en una cena de pescado para los niños! Espero que no se os ocurra hacerle a los niños un sándwich de este pescado, porque les estaréis dando pan con pan.

No es de extrañar que los valores nutricionales que aporta sean absurdos. Por cada 100 gramos de producto, este preparado tiene 11 gramos de proteína, 1 gramos de grasa y ¡21 gramos de carbohidratos! La merluza, que según pone por atrás en la caja es el pescado blanco que usan para fabricar esto, tiene por cada 100 gramos de pescado 27 gramos de proteína (casi el triple), 4 gramos de grasa (4 veces más) y ni un sólo gramo de carbohidratos. Vamos, que si uno le da este preparado a sus hijos pensando que le está dando un pescado rico en nutrientes, ya puede ir abriendo los ojos porque, básicamente, les está cebando como a los cochinillos. Además, si como he visto hacer en muchas casas, embadurnan el preparado con kétchup, que viene a tener otros 30 gramos de azúcar por 100 gramos de producto, el camino hacia la obesidad y la desnutrición está servido.

Resulta que el tema ese de Nutri Band que había leído en el frontal de la caja hacía referencia a un gráfico inservible que solo sirve para engañar y confundir al consumidor, cuya foto os pego aquí abajo. Ni lo comento porque es absurdo dado que aparentemente sólo hay niños con dos edades en el mundo y sería más lógico y sencillo poner los verdaderos valores nutricionales y no una serie de porcentajes que no resuelven ninguna duda…

Valores Nutricionales Nutri Band de Carrefour

Valores Nutricionales Nutri Band de Carrefour

El caso es que visto este producto supuse -erróneamente- que si miraba los valores de una marca de las de toda la vida (ya sabes, valor seguro…), pues que las cosas serían distintas. De modo que cogí una caja de Merluza Empanada Pescanova, que trae 10 «peskitos». Digamos, por simplificar, que los de Carrefour me parecen buenos al lado de estos. Atención a los ingredientes: Merluza (40%), harina de trigo, agua, aceite de girasol, almidón de trigo, dextrosa de maíz, almidón modificado de maíz, sal, azúcar, levadura, albúmina de huevo, espesante (carragenina) y especias (pimentón y cúrcuma). ¡Madre mía! Un plato de pescado que lleva un 40% de pescado e incluye azúcar de diversos tipos: el azúcar corriente, la dextrosa de maíz y el almidón modificado de maíz, de absorción súper rápida. Si los valores nutricionales del «pescado» Carrefour eran lamentables, estos no sé como denominarlos: 8,5 miserables gramos de proteínas (algunas procedentes de la harina, de nulo valor biológico), 6 gramos de grasa (procedente principalmente del aceite vegetal, no del pescado) y, ojo al dato, ¡25 gramos de carbohidratos!

Valores nutricionales peskitos Pescanova

Valores nutricionales peskitos Pescanova

Pero todavía hay un dato más que no se nos debería pasar por alto. Como puede apreciares en la foto que acompaña estas líneas, en cada ración de 80 gramitos de este preparado de Pescanova (dos peskitos) hay el 20% de las necesidades de sodio (procedente de la sal) para un adulto medio. Obvia decir que este es un producto excesivamente salado para la dieta de un niño, que le hará retener líquido y sentirse hinchado durante horas.

En conclusión, habrá que buscar otro tipo de pescado congelado porque este es decepcionante. De momento, insisto en hacerlo en casa con cualquier pescado, huevo y salvado de trigo siguiendo esta receta.

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El Poder de la Mente para Adelgazar

El poder de la mente para adelgazar

El poder de la mente para adelgazar

No te asustes. No voy a decirte que hagas meditación trascendental para adelgazar sentado. Desafortunadamente no es posible adelgazar sin esforzarse mínimamente. Adelgazar rápidamente es algo al alcance de todos… de todos los que estén mentalmente preparados para perder grasa, ganar salud y desterrar los mitos acerca de la nutrición.

Afortunadamente, las críticas positivas a mi libro son mucho más abundantes que las negativas. Sin embargo, de vez en cuando aparece alguna crítica negativa y trato de entender lo que motiva a la persona que la escribe. Creo que está más que demostrado que cambiar las pautas nutricionales que seguimos, como defiendo en el libro, produce una pérdida de grasa inmediata y mejora ostensiblemente la salud pero, como es lógico, hay que querer hacerlo.

En el libro explico que considero que hay 5 factores clave a tener en cuenta a la hora de intentar adelgazar. El primero de estos factores es la necesidad y el segundo el compromiso. Ambos son eminentemente psicológicos. Si uno no siente la necesidad de adelgazar o no es capaz de comprometerse seriamente con su objetivo, su iniciativa está destinada al fracaso.

Las tres o cuatro críticas negativas del libro que he encontrado coinciden en una cosa: ninguna de las personas han intentado siquiera poner en marcha lo que propongo. Simplemente lo han desechado con argumentos más bien peregrinos del tipo «creo que no puede ser bueno» o «todo esto yo ya lo sabía». Yo no «creo» que algo pueda ser bueno o dejar de serlo. Yo leo, me documento, investigo y miro a mi alrededor para saber si algo es bueno o no. Si se trata de poner excusas para no adelgazar, para no hacer algo en general, podría escribir otro libro al respecto.

Una persona escribió del libro hace poco: «Una dieta que elimina totalmente los hidratos de carbono y los azucares no tiene nada de novedoso y es evidente que adelgazas si o si» y puntuaba el libro con 2 estrellas en Amazon, pese a que la mayoría de comentarios le otorgan 5 estrellas de las 5 posibles. Si esta persona ya sabía que reduciendo los carbohidratos y eliminando el azúcar adelgaza, ¿por qué sigue comprando más libros sobre la pérdida de peso? En mi opinión, está buscando excusas para no poner en práctica lo que ha aprendido o quizás está esperanzada en encontrar una píldora mágica que le haga adelgazar sin realizar ningún esfuerzo. Es increíble como las personas siguen buscando sin cesar una pastilla para adelgazar. ¿De verdad no se dan cuenta que si existiese una pastilla para adelgazar que realmente funcionase, ya no habría más obesidad en el mundo?

Yo jamás en mi vida he conseguido algo que mereciese la pena sin haberme esforzado por conseguirlo. Cada logro que he obtenido, fuera en el campo que fuera, ha venido precedido por un esfuerzo y una necesidad interior de conseguir lo que fuese que andaba persiguiendo en cada momento.

Decía Paulo Coelho en su libro El Alquimista: «Cuando realmente quieres que algo suceda, el universo entero conspira para que tu deseo se vuelva realidad». Yo creo que esto es cierto. El poder de la mente en este sentido es absolutamente impresionante. Cuando una persona quiere adelgazar, nada le impide conseguirlo. Otra cosa es que realmente sienta la necesidad y esté dispuesta a asumir el compromiso que necesita para alcanzar su objetivo.

Desafortunadamente, no vivimos en los tiempos de El Alquimista y sí en el de Los Alquimistas. Parece que mucha gente espera que exista una pastilla mágica para cada problema que tengamos, una píldora para adelgazar que les permita seguir comiendo y bebiendo lo que quieran sin que merme su salud. Muchas personas siguen buscando la pastilla milagrosa que les ayude a adelgazar rápidamente, sin esforzarse, y cometiendo los mismos excesos. Para esas personas tengo malas noticias: no existe ninguna pastilla para adelgazar que realmente funcione. Por eso titulé mi libro Adelgazar sin Milagros. Perder la grasa que nos sobra no depende de que ningún laboratorio fabrique una píldora para adelgazar. Al contrario, depende de nuestra mente, de nosotros mismos. Si somos capaces de concienciarnos, si sentimos la necesidad, si estamos dispuestos a adquirir un compromiso, si desterramos las excusas, los mitos y nos ceñimos a la realidad, entonces adelgazar en su viaje placentero con final feliz.

Por el contrario, si lo que queremos es seguir haciendo lo mismo y tomar una pastilla para adelgazar que invierta los resultados habituales, nuestras posibilidades de conseguir adelgazar son nulas. Es más probable que crezcas 20 centímetros en un año que consigas adelgazar por el mero hecho de tomarte una pastilla. Si de verdad quieres adelgazar, si quieres ver como la grasa desaparece de tu cuerpo, el músculo crece y tu salud se fortalece, no debes buscar una pastilla mágica en una farmacia, sino en tu mente, en tu interior. Encuentra la motivación que necesitas y tómate una dosis cada mañana al levantarte; comprobarás que sus efectos son inmediatos contra la grasa acumulada. Después de todo, si estabas dispuesto a comprarte una pastilla para adelgazar y tomártela a diario, esto es mucho más barato y requiere el mismo tipo de compromiso: la constancia… ¡y para colmo funciona!

Los Mejores Consejos para Adelgazar Rapidamente

Consejos para Adelgazar Rápido

Consejos para Adelgazar Rápido

Una y otra vez escucho a muchas personas repetirme la cantinela de que adelgazar rápidamente no es sano. Yo les pregunto porqué y nunca obtengo respuesta, o lo que es peor todavía, obtengo respuestas del tipo «porque se sabe que adelgazar rápido no es bueno» o «los médicos dicen que no se debe adelgazar rápidamente«.

Como explico en el libro, adelgazar y perder peso pueden ser dos cosas distintas. Por adelgazar entendemos perder la grasa que tenemos acumulada como reserva de energía, mientras que perder peso es una expresión genérica en la que no se hace referencia al tipo de peso que perdemos. Podemos estar perdiendo líquidos, músculo o, adelgazando, que sería perder grasa. De hecho, conozco muchos casos en los que al adelgazar se ha perdido mucho volumen al eliminar la grasa acumulada pero poco peso, porque se ha ido generando masa muscular al mismo tiempo que se perdía la grasa.

El caso que yo sí creo que adelgazar rápidamente es una buena idea. La grasa que acumulamos en el tejido adiposo de manera desproporcionada no nos beneficia en nada a la salud y, por el contrario, cuando la eliminamos adelgazando conseguimos mejorar notablemente nuestro tono físico y por ende nuestra salud. Todavía espero que alguien me de una razón científica y demostrada por la que adelgazar rápido sea problemático.

Si estás dispuesto a eliminar esa grasa que te sobra y quieres ganar en salud, estos son los mejores consejos para adelgazar rápido que puedo ofrecerte:

  1. Mentalízate: Adelgazar rápido es sencillo si realmente es lo que quieres. Debes querer adelgazar por encima de todas las cosas. Tu objetivo final debe ser adelgazar cada día y no debes desviarte de él. Sólo si realmente quieres adelgazar cada minuto de cada día, lograrás eliminar la grasa que te sobra.
  2. Cada acción cuenta: Para adelgazar rápidamente necesitas seguir tu plan el 100% del tiempo. Si buscas excusas para saltarte el plan las encontrarás. Debes ser consciente que para adelgazar cada cosa que ingieras marca la diferencia. Por pequeño que sea lo que quieras comerte que no esté dentro del plan, te evitará adelgazar rápidamente. No te saltes el plan nunca y lograrás adelgazar rápidamente.
  3. Bebe agua: Para adelgazar hay que eliminar residuos de la combustión de la grasa. Bebe agua abundantemente mientras estás adelgazando para evitar que esos residuos se eliminen por el sudor o el aliento, generando mal olor. Lleva siempre una botella contigo y piensa que cada buche que des te ayuda a adelgazar. Olvida los refrescos, zumos y demás bebidas procesadas o azucaradas. Bebe sólo agua, con o sin gas. El gas no te impedirá adelgazar.
  4. Come muchas veces: Si has leído mi libro ya sabrás que para adelgazar es importante hacer muchas comidas al día. Yo hice hasta 7 comidas diarias para adelgazar 35Kg en 4 meses, pasando de 113 a 78 Kg. De este modo, no llegas a la siguiente comida con mucha sensación de hambre y puedes comer raciones más pequeñas, algo indispensable para adelgazar. Adelgaza comiendo pequeñas raciones de los alimentos adecuados muchas veces al día.
  5. Usa tu creatividad: Adelgazar no tiene porqué significar renunciar a los sabores, aromas y texturas de la comida. Yo no lo hago porque me encanta comer. Es posible adelgazar usando una gran cantidad de alimentos altamente nutritivos preparados de muchas maneras diferentes. Si necesitas ayuda preparando recetas que te ayuden a adelgazar, visita la sección de recetas del blog.
  6. Haz caso a tu cuerpo, no a las personas: Ineludiblemente, cuando comiences a adelgazar rápidamente, hay personas que te advertirán que adelgazar rápido es peligroso. Escucha a tu cuerpo. ¿Te sientes mejor o peor al adelgazar tan rápido? Si puedes, hazte analíticas periódicamente para comprobar si realmente estás mejor o peor. Luego muéstrales los resultados a las personas que te dicen estas cosas.
  7. Las proteínas no dañan al riñón: Otras personas te dirán que adelgazar siguiendo una dieta hiperproteica daña el riñón. Debes saber que la dieta que yo explico en el libro no es hiperproteica y que incluso si escogieses seguir una dieta hiperproteica para adelgazar, esta no dañaría tus riñones, como explico en este artículo.
  8. No pases hambre: Si después de dos o tres días adelgazando sientes hambre, probablemente no estés comiendo las cantidades adecuadas. Revisa tu plan nutricional como explico en el libro y asegúrate que comes las raciones que necesitas. Si me has hecho caso y no tomas azúcar (ni hidratos de carbono) y las raciones son las adecuadas para tu cuerpo, no debes pasar hambre al adelgazar.
  9. Haz deporte intensivo y concentrado: Si te gusta el deporte, para adelgazar lo idóneo es el ejercicio intenso y concentrado. Correr o montar en bici durante mucho tiempo no te hará adelgazar. Perderás peso, pero a costa de eliminar líquido y parte de tu masa muscular. Recuerda que adelgazar es perder grasa, no músculo ni líquido. Repasa lo que digo en el libro acerca de la práctica del deporte.
  10. Pésate, mídete, comprende tu cuerpo: Para comprender el ritmo que llevamos al adelgazar no es suficiente con pesarse en una báscula tradicional. Necesitamos medir nuestro cuerpo de una manera más avanzada. Hay que tomar medidas de los brazos, piernas, cintura, pecho, y conocer con exactitud nuestra masa corporal. Si quieres saber cuanto adelgazas en realidad, te aconsejo un analizador de masa corporal como el Omron BF-511 o similar.
  11. Los grandes resultados requieren grandes esfuerzos: A mí también me gusta el arroz, las patatas, los dulces, el pan y un sinfín de cosas más que nos hacen engordar. Si quieres adelgazar rápido tienes que esforzarte mucho y ese esfuerzo comienza por eliminar de tu dieta todos los alimentos que te impiden adelgazar, por mucho que te gusten. Tienes que aprender a decir NO si quieres adelgazar rápidamente.
  12. Lee las etiquetas, es gratis: Para adelgazar rápido hay que saber con exactitud lo que se come. Si compras alimentos en el supermercado no te guíes por su nombre ni su apariencia, sino por sus valores nutricionales. Para adelgazar rápido lo que cuenta son los valores nutricionales de los alimentos, no su aspecto ni su nombre. Aquí tienes un ejemplo.
  13. Siéntete orgulloso: Cuando empieces con este plan verás que adelgazar rápido es bastante sencillo. Cuando veas tu grasa bajar y tu musculo aumentar siéntete orgulloso y no dudes en comentarlo con tu círculo de personas queridas. Ellos te apoyarán y animarán para que continúes hasta que alcances tus objetivos.

Quiero acabar este artículo recordándote la necesidad de marcarte un objetivo inicial y trabajar duro en tu plan nutricional hasta alcanzarlo. A diferencia de la mayoría de métodos, adelgazar siguiendo los consejos generales que explico en el libro es una tarea de fondo, sin prisa pero sin pausa. No hay días libres ni excepciones, y por eso los resultados son inmediatos y se adelgaza rápidamente.

[important]¿Ya has adelgazado después de leer el libro y seguir mis indicaciones? Por favor, cuéntanos tu caso en un comentario. Ayuda mucho al resto de las personas que se lo están pensando.[/important]

Azúcar, la dulce droga del Siglo XXI

Azúcar, dulce veneno

Azúcar, dulce veneno

No es la primera vez que el azúcar es considerada como una droga o sustancia que crea dependencia o –como decimos coloquialmente- adicción. Desde siempre hemos ingerido cantidades de azúcares incluidos en todo tipo de productos procesados que salen al mercado, pero fue a mediados del S.XX cuando la industria alimenticia se hizo con el negocio. Un negocio con el que se ahorraba una gran cantidad de dinero gracias al ‘boom’ de los productos bajos en grasa, que contienen niveles exagerados de azúcar –un producto barato y fácil de conseguir-. Nos hicieron creer que las grasas eran malas y dañinas para el corazón, advirtiéndonos sobre la hipercolesterolemia y otro tipo de enfermedades coronarias y neurológicas que supuestamente estaban causadas por el consumo de estas grasas. Nada más lejos de la realidad.

El principal responsable de las enfermedades cardíacas, la diabetes, el alzhéimer, la obesidad, las degeneraciones neurológicas… es nuestro dulce enemigo ‘el azúcar’. Nos contaron la mayor falacia de la historia, inculcándonos el equilibrio de una nutrición basada en alimentos ricos de esta sustancia, ahorrando millones y millones en producción a costa de nuestra salud. ¡Así son los negocios! En eso se basa la economía.

Son numerosos los estudios publicados que muestran los efectos negativos del azúcar aludiendo a tal como una droga cuyos efectos conductuales, neurológicos y fisiológicos son comparables a los producidos por el alcohol, el tabaco e incluso la heroína. Pero no corramos tanto; para ponernos en situación y llegar a comprender por qué se empieza a considerar –o por qué algunos consideramos- el azúcar como una droga, vamos a definir antes dicho término.

Entendemos como droga a aquella sustancia sintética o natural que modifica temporalmente el estado de conciencia. Es decir, cualquier sustancia que pueda producir cambios en la percepción, el estado de ánimo, la conciencia y/o el comportamiento. Quizás penséis que el azúcar no produce ninguno de estos efectos… ¡ERROR! ¿Qué es lo primero que nos enseñan las películas que cuentan infortunios amorosos? ¿Qué hacemos cuando nos dan malas noticias? Cuando estamos sin fuerzas, ¿a qué recurrimos? La respuesta a todas estas preguntas es: ¡El Azúcar! El típico helado de chocolate o los atracones de dulces en las malas noticias y desencuentros amorosos, refrescos y caramelos para subir el ánimo y la fuerza… en resumidas cuentas, recurrimos al azúcar para sentirnos bien, para ayudarnos a ver desde otro punto de vista las cosas negativas, para activarnos. ¿Sorprendido? Sigamos.

Una vez claro el concepto de droga, procedamos a diferenciar entre una adicción y una dependencia. Aunque comúnmente suelen sugerir lo mismo, en el ámbito médico hay una cosa que las diferencia, y es que en la adicción el elemento principal es el comportamiento y en la dependencia es la sustancia. Por lo tanto trataremos al azúcar como sustancia de dependencia. Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR), podemos saber cuándo se es dependiente a una sustancia al evaluar que tres de los siguientes criterios se hayan dando en algún momento en un periodo de 12 meses:

  • Fuerte deseo de consumo.
  • Tolerancia a la sustancia, es decir, necesidad de consumir más cantidad.
  • Problemas de control de comportamiento en relación a la sustancia.
  • Síndrome de abstinencia.
  • Descuido de personas e intereses.
  • A pesar de ser consciente de que su consumo perjudica social, física y psíquicamente, no puede parar la adicción.
  • Rutina de consumo.

Si analizamos detenidamente todos estos criterios para confirmar una dependencia, podemos decir que al menos tres (e incluso más) son compartidos por los consumidores habituales de azúcar.

¿Nos saciamos por igual ante todo tipo de alimentos?

Cuando nos llevamos un dulce o una bebida azucarada a la boca, nuestra primera reacción no es la de dejar de tomarlo. Al contrario, el sabor es agradable y sentimos esa sensación de placer y bienestar que nos proporciona su ingesta, por lo que nos comeremos hasta el último bocado e incluso repetiremos si es posible. Entonces, cabe preguntarse, ¿por qué con productos como el azúcar nunca terminamos de saciarnos? De esta pregunta parten precisamente innumerables estudios sobre el azúcar y su posible acción de dependencia.

El azúcar altera el proceso neurológico que genera un estado de saciedad. Cuando comemos algo o realizamos un tipo de actividad o ejercicio que sea placentero, el cuerpo tiene un mecanismo innato que se encarga de informar al cerebro que al llegar a determinadas cantidades ha de detener la conducta. Por ejemplo, si nos comemos un filete de ternera, quizá podamos y queramos repetir, pero habrá un momento en el que nos quedaremos saciados y sin ganas de comer más de ese alimento. Supongamos ahora que comemos algo dulce. Comemos hasta quedarnos satisfechos, pero tras 15 o 20 minutos volvemos a tener ganas de algo dulce y volveríamos a comerlo – si es que no lo hemos hecho mientras lo pensábamos. Las drogas de abuso tienen el mismo mecanismo: alteran la función que hace que el cerebro active el estado de saciedad.

Hay dos centros cerebrales implicados en este proceso:

–          El Sistema Dopaminérgico (productor del neurotransmisor Dopamina), que es el centro encargado del placer y el mecanismo que activa los centros de recompensa del cerebro. A mayor satisfacción y placer generados por una sustancia, comportamiento, percepción o actividad, mayor será el número de respuestas dadas por este sistema.

–          El Sistema Colinérgico (Productor del neurotransmisor Acetilcolina), encargado de la saciedad y de frenar el comportamiento en sí.

La elevación de Dopamina se produce con toda conducta que provoque satisfacción y placer, por lo que con toda conducta natural que nos produzca estas sensaciones la elevación de este neurotransmisor será inminente. Funciona detectando algo novedoso, haciendo por tanto que la conducta apetecible vuelva a repetirse, generando Dopamina a niveles variables en función de circunstancias externas e internas. Sin embargo, con las drogas se liberan las mismas cantidades de Dopamina cada vez que se usan, haciendo de esta una sustancia novedosa para el cerebro en cada toma y no activando la sensación de saciedad.

¿Qué pasa cuando algo nos produce aversión o es desagradable a nuestro gusto?

En este caso, el centro de saciedad aumentará hasta el nivel en que la conducta calificada como desagradable no llegue a asociarse con el Sistema de Recompensa. Nuestro cerebro asociará inconscientemente esa sustancia, actividad o conducta como algo que hay que abandonar puesto que el pico de saciedad ha sido tan elevado que no nos quedarán ganas de seguir adelante. En el caso de la drogodependencia, durante el periodo de abstinencia la persona entra en un estado desagradable en el que se le hace difícil llevar la interrupción del consumo de una droga, con síntomas que producen efectos tanto fisiológicos como psicológicos. Aquí vuelve a entrar en juego nuestro dulce enemigo el azúcar. Para aliviar este estado de ansiedad y malestar la mayoría de drogodependientes recurren al azúcar como sustituto de la droga. Por ejemplo, un fumador que quiere dejar de fumar palia esta ansiedad al intentar dejar el tabaco atiborrándose de dulces, gominolas y, en general, todo tipo de productos que posean un alto índice glucémico. De esta forma el azúcar actuará como sustancia sustituta de la nicotina eliminando o haciendo llevadero el tan desagradable síntoma de abstinencia produciendo un alivio sintomático y placentero.

Existen rigurosos estudios científicos que han desarrollado sus investigaciones en torno a este mecanismo de saciedad desarrollado en distintas regiones cerebrales y estudios en los que se aprecia cómo ratones de laboratorio pasan por las mismas etapas de adicción a una droga al suministrarles una dosis diaria de azúcar.

A continuación podemos ver las imágenes de algunos de los estudios realizados en la UCLA (University of California, Los Angeles) en los que se compararon imágenes PET de cerebros de distintas personas.

Activación de áreas cerebrales producida por el azúcar y la cocaína

Activación de áreas cerebrales producida por el azúcar y la cocaína

Regiones cerebrales activadas en un cerebro sano, un cerebro adicto a la cocaína y un cerebro adicto al azúcar

Regiones cerebrales activadas en un cerebro sano, un cerebro adicto a la cocaína y un cerebro adicto al azúcar

IMÁGENES CEREBROS

En la imagen de la izquierda se hace una comparación del cerebro de una persona que consume habitualmente azúcar con otro cerebro de una persona que consume cocaína. Observamos como las regiones cerebrales activadas son las mismas en ambas sustancias, siendo mayor la activación en la persona consumidora de azúcar.

La imagen de la derecha se corresponde a la tomografía realizada con tres tipos de personas. De izquierda a derecha: la primera, de una persona sin ninguna adicción; la segunda, de una persona consumidora de cocaína y la tercera de una persona con obesidad, consumidora de alimentos ricos en carbohidratos y azúcares. Como vemos, la activación de la región cerebral de la persona normal mantiene áreas activas diferentes a las de las otras dos personas, siendo la región iluminada en rojo la correspondiente a las áreas de los sistemas de recompensa y saciedad.

Hasta aquí hemos hecho un breve recorrido sobre algunos de los estudios realizados que muestran la conexión del azúcar con las drogas de consumo. Podríamos seguir citando estudios y resumiendo resultados sobre la estrecha relación en sistemas cerebrales compartidos por el azúcar y las drogas, pero es preferible mostrar el poder que tiene en azúcar sobre otras áreas.

¿Hasta qué punto puede influir el azúcar en enfermedades ya desarrolladas?

Si hemos entendido lo que hasta aquí hemos expuesto, podremos inferir que el azúcar puede actuar como un excitante del Sistema Nervioso. Por tanto, puede producir una subida rápida de Adrenalina causando hiperactividad y dificultad para la concentración. En enfermedades como el TDAH (Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad) se desaconseja todo tipo de productos que puedan contener azúcar en su composición. Las dietas que se prescriben para una nutrición sana y favorable para este tipo de casos es una dieta rica en ácidos grasos Omega-3.

Además, el azúcar no actúa del mismo modo durante todo el desarrollo madurativo de una persona. Se ha demostrado que durante la infancia, el azúcar es responsable de la falta de motivación y el deterioro en el área de toma de decisiones. Además el incremento de la obesidad en niños está asociado al desarrollo posterior de la Diabetes Tipo II.

Otro descubrimiento importante relacionado con la ingesta de azúcar es su repercusión en el desarrollo del cáncer. El azúcar sirve de alimento a las células cancerígenas, estando relacionado con el cáncer de páncreas, recto y estómago entre otros. Asimismo, actúa inhibiendo el sistema inmunológico y debilitando las defensas contra las enfermedades infecciosas.

Pero esto no es todo: envejecimiento de la piel por el cambio que provoca en la estructura del colágeno, retención de fluidos en el cuerpo, alergias alimentarias, alteración de la capacidad de pensamiento, incremento de la posibilidad de padecer Alzheimer, desequilibrios hormonales como el síndrome premenstrual y la disminución de la Hormona del Crecimiento, y un largo etcétera que me llevaría a rellenar unas cuantas páginas más.

Estos efectos no se dan al instante de su consumo, pero si poco a poco vamos habituando a nuestro cuerpo a la ingesta de nuestra ‘dulce enemiga’ lo más factible es que vayamos notando su presencia. Lo que he escrito hasta ahora no es algo que me haya inventado o sacado de la manga. Algunas afirmaciones provienen de estudios científicos ya revisados y otras de revisiones que se están llevando a cabo. Pero como bien decimos popularmente “Cuando el río suena, agua lleva”. No esperemos hasta el último momento para cambiar nuestros hábitos de alimentación. Es fácil y cómodo seguir actuando del mismo modo en que lo hemos hecho desde la infancia, pero las cosas cambian, la sociedad evoluciona, los negocios crecen con las creencias de la sociedad y al final terminamos siendo animales dóciles creyendo que lo establecido es lo mejor para nosotros.

Referencias bibliográficas:

American Psychiatric Association (APA), (2000). DSM-IV-TR. Barcelona: Masson

Rada, P., Avena, N.M. y Hoebel, B.G. (2005). “Adicción” al azúcar: ¿Mito ó realidad? Revisión. Rev Venez Endocrinol Metab, 3(2),2-12.

Dr. Mercola, 20 de Abril 2010. Mercola.com. Recuperado el 06 de Julio 2014, de http://espanol.mercola.com/boletin-de-salud/los-peligros-del-azucar.aspx

Bobes J., Casas M., Gutierrez M. (2010). Manual de trastornos adictivos. Enfoque Editorial, S.C.

Arcila Yanes, E.A., 11 de Junio de 2014. Azúcar ¿Qué pasa con nuestro cerebro cuando Ingerimos Azúcar? Recuperado el 6 de Julio de 2014, de http://natupana.blogspot.com.es/2014_06_01_archive.html

La realidad del Azúcar

Aquí os dejo un breve video de la campaña 25 gramos de la ONG VSF Justicia Alimentaria Global para la regulación del uso del azúcar en los alimentos procesados.

Algunas de las cifras importantes de esta campaña son:

  • 25 gramos es la cantidad diaria de consumo de azúcar que recomienda la OMS
  • El 64% de los consumidores no entiende prácticamente nada de las etiquetas
  • El 80% de los anuncios de televisión en horario infantil son de productos malsanos
  • 10.000 niños y niñas en Bolivia trabajan en las plantaciones de caña
  • 250.000 hectáreas de suelos son fuertemente dañadas por la producción de azúcar
  • El 55% de la población del estado Español padece obesidad o sobrepeso

 

Cartel de la campaña 25 gramos

Cartel de la campaña 25 gramos

Ansiedad y Autoestima: Determinantes para Adelgazar

Ansiedad y Autoestima al adelgazar

Ansiedad y Autoestima al adelgazar

Vivimos en una sociedad en la que vende más la imagen corporal que la intelectual; en la que nos bombardean con publicidad llena de cuerpos perfectos, con consejos y con alimentos para adelgazar que nos permitan lograr esta perfección. Lo que no nos dicen es que esta  imagen exenta de imperfecciones no existe. Los trastornos de alimentación a edades tempranas -y ya no tan tempranas- se están incrementando, y lo que antes se ceñía sólo a la mujer ahora también presenta un problema para el hombre. Programas de televisión, anuncios, revistas, y demás medios de comunicación nos muestran la imagen perfecta para la sociedad actual, y lo más vergonzoso es que en esos mismos programas o anuncios denuncian estos trastornos de alimentación y seguidamente ¡nos venden un producto milagro para bajar de peso! Eso sí, el cuerpo que lo anuncia nunca va a tener celulitis, michelines, arrugas, cicatrices, ni una edad que pase de los 30 años.

La consecuencia de todo lo que nos tragamos con esta información es una distorsión de nuestra imagen corporal, creando pensamientos negativos de nuestra imagen, anticipando pensamientos que tendrán los demás acerca de nosotros: “ha cogido unos kilos de más”, “tiene un cuerpo horrible”, “mi pareja dejará de quererme y no se sentirá atraída por mi”… ¡Despertemos! No existe esa perfección. Cuidemos nuestro cuerpo y nuestra mente dejando a un lado dietas imposibles que nos mal nutren y dañan, así como los pensamientos negativistas y anticipatorios de terceros. Cuidémonos hacia la salud, hacia el bienestar y querámonos un poco más porque sólo así lograremos metas realistas y alcanzables. No hay que desesperar; se puede lograr perder peso de una forma sana y adecuada. Para adelgazar sólo necesitamos un poco de motivación, voluntad y la aceptación de nosotros mismos.

¿Hasta qué punto es la ansiedad influyente en el control del peso?

En muchas ocasiones, la dificultad para adelgazar no se debe sólo a unos inadecuados hábitos de alimentación o a la falta de actividad física. La ansiedad y la baja motivación y autoestima están estrechamente relacionadas con este fracaso. El error más común que se suele cometer es bajar la cantidad diaria de alimentos nutritivos e intentar saciarnos con los que nos venden como saludables. No por comer menos vamos a adelgazar más y más rápido. Es más, la salud psíquica y no solo la física son las principales afectadas ante estos comportamientos. La falta de nutrición va a provocar picos de ansiedad ante la escasez de nutrientes en nuestro cuerpo y la insuficiencia de resultados visibles.

Cada persona puede alcanzar su peso ideal. ¡La constancia es la base para lograr metas! A continuación os dejo unas pequeñas pautas para que el camino sea agradable y llevadero:

  • Información

Antes de elegir una dieta, o tratar de “cerrar el pico” como comúnmente se dice, debemos  informarnos sobre qué alimentos son saludables y ricos en nutrientes para nuestro cuerpo y estilo de vida. Si seguimos recurriendo al ayuno o a la ingesta de alimentos “vacíos” entraremos en un bucle en el que la ansiedad ante la falta de resultados se hace presente, dando paso a una bajada de nuestra autoestima y confianza y alimentando pensamientos negativos y destructivos. Una vez informados sobre lo que debemos comer y las cantidades necesarias que necesita nuestro organismo, podemos ponernos en marcha.

  • Cambio de hábitos de alimentación

En este punto es muy común que aparezcan las habituales excusas del tipo “no tengo tiempo”, “yo soy de huesos anchos”, “es mi constitución”, etc. Recuerda: Adelgazar y bajar al peso ideal no solo es bueno para la autoestima y la confianza, sino también para la salud y el bienestar.

Lo primero que debemos hacer es analizar las veces que comemos al día,  los alimentos que incluimos en estas ingestas y qué factor externo o pensamientos internos acompañan a la comida. Una vez tengamos el resultado de este autorregistro podremos ver con facilidad la causa por la que no hemos podido adelgazar y, a partir de aquí, crear un menú semanal con las comidas a realizar, los alimentos que deben desaparecer de la nevera y la despensa, la cantidad diaria de alimentos y tomas que debemos hacer, así como ejercicios y prácticas para complementar el plan.

  • Relajación y tiempo fuera.

Cuando no logramos los resultados deseados, y sobre todo visibles a corto plazo, nuestra mente nos vuelve a jugar malas pasadas creando pensamientos como “nunca lo conseguiré”, “me veo igual que cuando empecé”, que son pensamientos circulares y negativos que siempre llevan al mismo sitio: abandonar nuestra meta.

Si esto te ocurre ¡olvida lo que estés haciendo!, levántate y cambia de lugar o estancia de tu casa, cambia la tarea que estés realizando por otra que te motive y te haga olvidar lo que estabas pensando.

También puedes realizar ejercicios de relajación, como por ejemplo, buscar un lugar tranquilo, con luz tenue, sentarse y respirar profundamente inspirando por la nariz y expirando por la boca, contando los segundos que tardas en inspirar y usando los mismos para expirar. Ve incrementándolos poco a poco, así tu mente estará ocupada pensando en el número de inspiraciones y expiraciones y dejarás esos pensamientos circulares.

  • Motivación y refuerzo

Toda tarea y actividad que nos lleve a una meta agradable y deseada nos permitirá alcanzar un bien superior, y para lograrlo ¿qué mejor que pensar en los resultados una vez terminado el camino a la meta? Es importante reforzar cada paso, ver los resultados y festejarlos. Cada vez que consigas un logro, tu fuerza y voluntad se verán incrementadas. Solo hay que ser constante, el camino no es una cuesta hacia arriba, sino un trayecto en zig-zag en donde habrá momentos de ligero retroceso en los que tendremos que ser fuertes y seguir hacia adelante.

  • Control de resultados

Para ver la evolución semanal de nuestro proceso podemos construir un organigrama en el que incluyamos las comidas diarias, ejercicios, suplementos, actividades sociales, peso diario, y en general todo a lo que hayamos recurrido para lograr nuestra meta de adelgazar. Así podremos ver en que semanas se han conseguido buenos resultados y en cuales nos hemos quedado estancados viendo de esta forma posibles errores que hayamos podido cometer y poder sopesarlos tomando acciones correctoras.

Cada persona es única e incomparable, así que no queramos ser la imagen de los demás. Actuemos por nuestra felicidad y nuestro bienestar. Toda meta realista impuesta por nosotros mismos se puede lograr si se desea.