Categoría: Personal

Los artículos más personales de Carlos Abehsera, autor del libro Adelgazar sin Milagros, que nos cuenta todo tipo de cosas en estos artículos que versan sobre la pérdida de peso en la vida cotidiana. Nos aporta su experiencia al conseguir adelgazar 35kg en sólo unos meses y nos explica lo que tenemos que hacer si queremos obtener resultados similares.

La mejor dieta para tratar el acné

Dieta para tratar el acnéEl acné está atacando de manera severa a mi hijo Nacho. Ha estado ya en dos dermatólogos y ha recibido bastante medicación, sin embargo, no ha sido hasta que hemos modificado su dieta, que hemos visto progresos reales. Por eso, hoy voy a escribir sobre la mejor dieta para tratar el acné que hemos encontrado.

El acné es básicamente una infección de la piel provocada, entre otras cosas, por una bacteria que se alimenta de la grasa que se produce en las glándulas sebáceas. El acné lo sufren aproximadamente el 90% de los adolescentes y el 50% de los jóvenes adultos hasta los 30s. Durante años, los dermatólogos han sido poco proclives a culpar a la alimentación del acné y, como mucho, indicaban a sus pacientes que comiesen menos grasa, como si existiese una correlación entre la grasa que comemos y la que se forma en las glándulas sebáceas. A estas alturas, sabemos que tal correlación es inexistente.

Como con otro tipo de infecciones, los dermatólogos acuden al tratamiento con antibióticos como una de las medidas para frenar el acné. De este modo, por ejemplo, a mi hijo le recetaron un tratamiento con antibióticos durante un período de tres meses, compaginado con lavados y cremas con productos específicos para tratar la piel. Durante estos tres meses que estuvo tomando antibióticos, su acné apenas mejoró y, como efecto colateral, sufrió muchos problemas gastrointestinales producidos sin duda por la reducción de su flora intestinal. Cuando aparecieron los problemas gástricos, recurrimos a estos probióticos, que son los mejores que pude encontrar, y conseguimos que mejorase ese aspecto, pero el acné persistía sin apenas cambios después de tres meses de antibióticos y probióticos diarios.

Al igual que he hecho en otras ocasiones, me puse a leer y a investigar, para entender las causas de la infección, localizando estudios científicos acerca de este tema. Casi de inmediato, aparecieron dos sospechosos principales, los lácteos y los alimentos de alto índice glucémico, o sea, los carbohidratos de asimilación rápida. Después de mucho investigar, no fui capaz de encontrar un estudio que, de manera concluyente, apuntase a los lácteos como causa del acné así que me centré en los alimentos de alto índice glucémico que, por otro lado, es algo con lo que estoy mucho más habituado a lidiar.

Causas del Acné

Las personas que tienen concentraciones muy altas de la bacteria P. Acnes en los folículos capilares, sufren Acné más pronunciado. Y, las concentraciones de esta bacteria aumentan principalmente porque se producen obstrucciones en los folículos capilares que la bacteria aprovecha para multiplicarse alimentándose del sebo que se va creando en ellos y no se expulsa al exterior. Pues bien, como ya expliqué con detalle en mi libro Adelgazar sin Milagros, cuando ingerimos alimentos de alto índice glucémico -carbohidratos de asimilación rápida-, nos sube el azúcar en sangre y se genera, además de insulina, una proteína denominada Factor de Crecimiento Insulínico tipo 1, o IGF-1, del inglés Insuline-like Growth Factor-1, y esta proteína tiene dos efectos inmediatos en el acné como veremos a continuación.

No es casualidad que sea la pubertad el momento en que más personas sufren acné, si bien el acné se puede dar a cualquier edad. Existe una relación directa entre la producción de andrógenos (hormonas masculinas) y empeoramiento del acné, y es precisamente durante la pubertad en que se ponen de manifiesto estas hormonas, en niños y niñas, para estimular su desarrollo sexual. Pues bien, el aumento de IGF-1 promueve el acné por dos motivos. Por un lado, estimula la producción de sebo en la piel y, por otro lado, aumenta la producción de andrógenos.

Por lo tanto, para tratar de controlar en cierta medida la cantidad de IGF-1 que el cuerpo produce, resulta lógico restringir los carbohidratos de la dieta, especialmente los carbohidratos de asimilación rápida. El caso de mi hijo Nacho, que ya he comentado en alguna otra ocasión, es particular porque tiene una genética similar a la de su madre. Puede comer montañas de carbohidratos y no engordar un solo gramo. De hecho, debe medir ya más de 1,85m con 15 años recién cumplidos y apenas tiene grasa corporal, comiendo básicamente lo que ha querido siempre.

Sin embargo, en el caso concreto del acné, este le ha atacado de manera muy virulenta y ha habido momentos en que tenía la cara como un Cristo, llena de heridas sangrantes y repleta de espinillas, granos y úlceras, y esto se ha potenciado, ahora sin lugar a duda, por esa facilidad que tiene de comer lo que le de la gana sin engordar, que, si bien le permite mantener siempre una figura atlética, no le ha eximido de verse con la cara fatal durante muchos meses.

Al acabar su tratamiento de antibióticos y ver que no evolucionaba, descartamos repetir el tratamiento como nos aconsejaron y nos centramos en eliminar al máximo los carbohidratos de asimilación rápida de su dieta, al menos en las comidas que hace en casa porque, comiendo en el colegio, es mucho más complicado controlarle la comida. Este control, que puede parecer sencillo, es más bien difícil en un niño que come un montón de comida, mucho más que sus hermanos, y que casi está comiendo sin parar durante todo el día, cuando no es un snack es una fruta o cualquier cosa que se le ocurra, incluso batidos de proteína cuando hace deporte, y que no tiene problema en repetir cualquier plato, independientemente del tamaño que tuviese su ración original, incluso de alimentos que llenan mucho, desde un plato de pasta proteica hasta un plato de fabada. Y aquí, alimentos sustitutivos como panes y tortillas reducidos en carbohidratos, pasta de konjac, masas de pizza proteica, repostería lowcarb, etc. juegan un papel fundamental para mantener al niño en esa dieta.

Pues bien, en el momento en que comenzamos a sustituir alimentos de alto índice glucémico por alimentos bajos en carbohidratos o incluso sin carbohidratos, empezamos a ver mejoría en su cara. Ha sido prácticamente milagroso y por eso me he decidido a escribir hoy sobre la mejor dieta para tratar el acné, que no es otra que una dieta baja en carbohidratos, eliminando los alimentos de alto índice glucémico, como por otro lado se ha demostrado en esta revisión de estudios de la Academia Norteamericana de Dermatología, o en este estudio, randomizado de la RMIT University (Melbourne, Australia) publicado en la revista The American Journal of Clinical Nutrition.

Estudios Científicos de la Dieta para tratar el acné

Precisamente, en dicho estudio Australiano de la RMIT University, se dividieron a los sujetos en dos grupos de manera aleatoria. A un grupo se le administró una dieta de bajo índice glucémico mientras que al otro grupo se le administró una dieta común rica en carbohidratos de alto índice glucémico. El objetivo era determinar si el tipo de dieta basado en alimentos de bajo índice glucémico mejoraba las lesiones de acné en jóvenes adolescentes. Al cabo de doce semanas, el grupo que seguía una dieta baja en carbohidratos había mejorado un 25% más que el grupo de control, teniendo en cuenta número de lesiones, pero además, había mejorado la severidad de las lesiones remanentes.

Y, como no podía ser de otro modo, los investigadores notaron que, además de los efectos en el acné, los participantes que habían seguido una dieta de bajo índice glucémico habían perdido de media 3Kg, habían mejorado su índice de masa corporal y habían tenido una mejora significativa de la sensibilidad a la insulina. Como conclusión de su estudio, los investigadores afirmaron que la mejora del acné y la sensibilidad a la insulina después de someterse a una dieta de baja carga glucémica sugiere que los estilos de vida relacionados con factores nutricionales juegan un factor importante en la patogénesis del acné, algo que, hace unos años, los dermatólogos prácticamente descartaban como explica la Dra. Lorea Bagazoitia, dermatóloga del Hospital Ramon y Cajal de Madrid, en su blog.

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Volver a la rutina tras la pandemia

Todo apunta a que, salvo sorpresa mayúscula, estemos viviendo los últimos coletazos del COVID-19 y toca volver a la rutina tras la pandemia. Quizás nos queden meses por delante antes de recuperar por completo la normalidad, pero creo que ya hemos dejado lo peor atrás.

Estos casi dos años han sido -al menos para mí- absolutamente agotadores, tanto en lo físico como en lo mental. Por lo que veo a mi alrededor, una aplastante mayoría de personas se siente de manera parecida a mí, con ganas de recuperar la normalidad e incluso volver a esa rutina que tantas veces nos pareció aburrida antes de Marzo de 2020, cuando me atrevo a decir que nuestras vidas cambiaron por completo en cuestión de semanas y sin apenas previo aviso.

En mi caso concreto, puedo afirmar que me dejé llevar en gran medida por los acontecimientos. La correcta nutrición y alimentación pasaron a segundo plano hace dos años en mi casa, y no por casualidad, sino por verme desbordado por acontecimientos que hicieron mella inmediata en mi entorno. Afortunadamente, he tenido la suerte de que nadie de mi familia y muy pocos amigos cercanos han sufrido en primera persona la catástrofe de la enfermedad provocada por el virus. Sin embargo, las noticias que me llegaban directamente desde los distintos hospitales donde trabajan mis familiares eran realmente alarmantes, ya no solo por la gravedad de la pandemia, sino por la escasez de medios que hubo al principio.

Tras el estrés sufrido ahora necesitamos volver a la rutina tras la pandemiaEn aquella época pasé semanas buscando mascarillas, guantes, gel hidroalcohólico y todo lo que en aquel momento parecía necesario casi para sobrevivir, y el estrés me tenía bastante vencido. Mi mujer se puso a preparar los fines de semana algo parecido a trajes EPI con bolsas de basura de gran tamaño que teníamos en casa para dárselos a nuestros familiares que acudían a diario al hospital con poca o nula protección. Días antes de que se decretase el fin de las clases presenciales en los colegios y viendo como aumentaban los contagios e ingresos en hospitales, decidí dejar de llevar a mis hijos pequeños al colegio. A todo esto, mi hijo mayor estaba en Alemania, estudiando y trabajando, y antes de que pudiéramos darnos cuenta, no podía volver de manera sencilla ni le queríamos metido en un avión con otras 150 personas. Mis padres, bastante mayores y con factores de riesgo, eran otra fuente de preocupación continua.

Alarmado por la paulatina desaparición de alimentos de los supermercados, traté de comprar más conservas de lo habitual, compraba casi cualquier cosa que pudiera encontrar que tuviese una fecha de consumo preferente larga, e incluso agua embotellada, que en casa no usamos, y alguna garrafa de combustible, así como bombonas de gas propano para hornillos y quemadores portátiles. En mi casa todo es eléctrico y si hubiese habido cortes de luz hubiésemos tenido problemas graves. Mirando ahora en retrospectiva, todo lo que hice y compré me parece exagerado, pero claro, a toro pasado, porque en el momento me sentía, no como protagonista, sino como actor secundario de esos que caen a las primeras de cambio en una de esas series apocalípticas que se estrenan cada año.

Pero bueno, ahora creo que todo esto está en gran medida superado y el cambio de año me ha hecho comenzar con optimismo y volver a ver la vida de otro modo, así que estoy tratando de volver a la normalidad y, requisito indispensable, he comenzado por volver a la rutina nutricional, a comer bien y a sentirme sano. Ha sido muy sencillo en realidad, porque en cuanto he comenzado a comer bien, he comenzado a dormir bien. Quizás al principio me quitaba el sueño la pandemia, pero en algún momento la falta de sueño comenzó a ser un problema físico y no psicológico como al principio. Al segundo día de llevar una rutina nutricional adecuada estaba durmiendo como un lirón, algo que hacía casi dos años que no conseguía.

Y no solo eso. Durante la pandemia había vuelto a tener acidez y pesadez de estómago, y eso también ha desaparecido casi de inmediato. Sin duda, estaba comenzando a tener inflamación como antes de 2011, cuando tenía que tomar protector gástrico y antiácido a diario. Pero no ha sido esto lo único que he notado de golpe al volver a la alimentación saludable. Ha sido entrar en cetosis y recuperar de golpe una energía y una claridad mental que me había abandonado durante gran parte de estos dos años de pandemia. Me levanto con ganas de comerme el mundo.

Durante estos dos pasados años he sido consciente de que no estaba comiendo bien, y de que poco a poco -además de ganar algunos kilos- mi salud se estaba empezando a resentir. En agosto de 2020 yo también me contagié del virus SARS-COV-2, pero no desarrollé la enfermedad. De hecho, si no me hubiese hecho una PCR por aviso de un contacto cercano jamás me habría enterado de la infección, pues fui un contagiado absolutamente asintomático. Pero claro, en Agosto de 2020 yo llevaba casi 10 años siguiendo una alimentación muy sana y haciendo deporte y estoy convencido de que mi sistema inmunológico estaba funcionando a la perfección. Quizás eso tuvo algo que ver con no sufrir absolutamente ningún síntoma de la infección. Desde entonces me hago pruebas serológicas cada 3-6 meses y mis anticuerpos andan siempre disparados, hasta más de 4.000 BAU/mL, así que en mi caso al menos, ahí cae el mito de que los anticuerpos naturales solo duran unos cuantos meses.

Ahora, mi objetivo es recuperar esa forma física que tenía cuanto antes y asegurarme que mi sistema inmunológico y mi salud en general vuelven a estar al 100%. Y aunque pensé que me iba costar trabajo volver a la rutina después de todo este tiempo, la realidad es que está siendo, hasta el momento, más que sencillo de lo que esperaba. De modo que, si durante estos meses de pandemia te has sentido de manera parecida a mí y estás pensando que ya es hora de tomar las riendas y volver a sentirte mejor, te anticipo que es más fácil de lo que crees y que, en cuanto encadenes dos o tres días seguidos vas a notar cambios radicales, y te animo a que comiences cuanto antes porque, en el aspecto psicológico, esto es una ayuda adicional para dejar atrás todo lo que hemos vivido últimamente. Sé que te costará creerme si te digo que hasta me veo diferente en el espejo, pero como siempre digo, compruébalo y verás que no miento. Si la habías abandonado, vuelve a tu rutina, te lo agradecerás de inmediato y lo verás en el espejo.

¿Primera vez por aquí y no sabes por dónde empezar? Quizás leer estos comentarios de lectores y seguidores en Amazon te den una idea.

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La vacuna para el COVID-19 y la transparencia

Pues parece que llega la vacuna contra el COVID-19 y creo que no me equivoco si afirmo que todos queremos que se acabe este infierno del coronavirus y volvamos cuanto antes a lo que unos llaman normalidad, otros nueva normalidad y yo, simplemente, libertad. No me gustan las prohibiciones, incluso cuando tengan cierta justificación como las que sufrimos en la actualidad. Personalmente, confío en la capacidad del ser humano de aprender y obrar en consecuencia y siempre he defendido que la formación y la información deben estar al alcance de todas las personas mucho antes que sea necesaria la imposición. Por eso, aunque ni fumo ni defiendo el tabaco, defiendo el derecho a fumar. Con todo lo que critico el azúcar en este blog, defiendo el derecho a su consumo: no quiero que se prohíba, pero sí que se informe a todo el mundo de manera eficaz y veraz de las consecuencias reales de su consumo.

En esta misma línea de pensamiento me posiciono en general con el tema de las vacunas y también en particular con las vacunas que se están anunciando contra el coronavirus. Creo que todo el mundo debe ser libre de elegir si ponérsela o no, pero sería deseable que esa libertad venga precedida de la adecuada información que permita al ciudadano disponer de los datos que necesita para tomar una decisión razonable y razonada. Después de todo, ¿Quién no querría ponerse una vacuna cuya eficacia estuviese probada y no produjese efectos secundarios serios? Yo, desde luego, con esas certezas, sería el primero en la cola para vacunarme.

Hemos asistido, tras las elecciones en Estados Unidos, a una catarata de buenas noticias acerca de las vacunas para el COVID-19 por parte de las distintas empresas que las están desarrollando, con las que parece que se han obtenido, en la tercera fase del desarrollo -que es la fase de prueba masiva- eficacias que van desde el 90% al 95%, lo que indudablemente son magnificas noticias para todos, aunque desgraciadamente no dejan de ser eso: noticias. En realidad, hay que mirar bien los datos para entender si el titular grandilocuente guarda relación directa con el resultado real de la prueba. Esto, en mi opinión, lo deberían hacer previamente los periodistas que publican las noticias, pero hace mucho tiempo que perdí la esperanza en que los periodistas cotejasen o siquiera verificasen información científica antes de publicarla, y por ello, ayer me puse manos a la obra en busca de los estudios que avalen esos buenos titulares acerca de la estupenda eficacia de las distintas vacunas para luchar contra el dichoso coronavirus.

Información sobre vacunas para el COVID-19

Mis fuentes de información, como en otros artículos de este blog, son las publicaciones científicas, clasificadas con la ayuda de PubMed, que hace un gran trabajo de recopilación de información, y además, todas las fuentes serias de información acerca del COVID-19 que publican los organismos científicos de los distintos gobiernos, o sea, no he buscado noticias acerca de la vacuna para el coronavirus en los periódicos de ningún sitio, sólo en publicaciones científicas. ¿Porqué? Porque quiero la información de primera mano, sin pasar por el teclado de ningún redactor. Quiero leer cómo se han realizado los ensayos y cómo se han recopilado y tabulado los resultados. La humanidad le debe mucho a la industria farmacéutica, es indudable, pero en mi opinión, la industria farmacéutica le debe pedir perdón a la humanidad por ciertas conductas poco éticas que ha tenido en el pasado y sigue teniendo en temas concretos, y antes de lanzar las campanas al vuelo, creo que es lógico evaluar lo que están haciendo y cómo lo están haciendo porque, la historia nos ha enseñado que, esa falta de control y rigor científico, ha sido nefasta.

No olvidemos, ni por un momento, que distintos gobiernos del mundo, incluyendo los de nuestro entorno directo (Europa) e indirecto (América) se han aventurado a encargar cientos si no miles de millones de dosis de estas vacunas para el coronavirus, lo que indudablemente habrá generado contratos billonarios. En España, si me tengo que creer las noticias que se han ido publicando en las últimas semanas, el gobierno debe haber encargado, en total, más de 120 millones de dosis de distintas vacunas contra el COVID-19, algo así como el triple de dosis que de personas, lo cual es, cuando menos, llamativo. Pero, ¿Qué sabemos en realidad de estas vacunas contra el COVID-19? Yo, hasta ayer, sabía que había de dos tipos, las convencionales y las basadas en el ARN con nuevas técnicas, y también sabía que algunas eran de una sola dosis y otras hay que suministrarlas con una dosis inicial y otra de refuerzo, pero más allá de eso, y de ciertas dificultades logísticas por temas de temperatura de conservación, sabía más bien poco.

Lo que dice The Lancet sobre las vacunas del COVID-19

Para colmo, este estupendo editorial de la revista The Lancet, referente mundial de la comunidad científica, del pasado 21 de Noviembre, terminó de hacerme abrir los ojos con respecto a lo que más tarde iba a descubrir acerca de los estudios sobre las vacunas contra el COVID-19. En el artículo, The Lancet denuncia que los resultados de los estudios de las vacunas no se han publicado, sino que se han anunciado vía nota de prensa, lo que indudablemente genera muchas incertidumbres científicas. Además, expone que existen pocos datos acerca de la seguridad de estas vacunas contra el coronavirus y que no está claro como funcionarán en las personas mayores ni en las que tengan condiciones médicas previas, que son los dos grandes grupos de riesgo para el COVID-19. Pero The Lancet va más allá y declara que algunas de estas cuestiones no se podrán responder durante mucho tiempo y, para colmo, se desconoce por completo la duración de la protección que la administración de las vacunas proporciona dado que no ha habido tiempo de medirlo. Si todo esto, que yo ahora suscribo, lo dijese un tipo que va andando por la calle, se le llamaría negacionista, antivacunas y de cualquier otra forma peyorativa, pero ojo, si esto lo dice The Lancet en su editorial, es para prestarle un poco de atención.

En efecto, como adelantaba el editorial, me ha sido imposible encontrar publicados los los estudios de las distintas vacunas contra el COVID-19 llevados a cabo por las empresas farmacéuticas. Esto no significa que no existan dichos estudios, que necesariamente tienen que existir, sino que se están produciendo las ventas del fármaco antes de que la información sea pública, al menos para el que paga, que es el ciudadano de a pie con sus impuestos. En otros casos, como enseguida veremos, resulta que los estudios todavía no han concluido y con sólo un 30% del mismo ejecutado, ya se están produciendo las ventas y los contratos de las vacunas. ¿Qué periodista le ha dicho esto al ciudadano de a pie? Sospecho que ninguno. Y esta falta de transparencia me parece lamentable.

Comprendo las prisas por encontrar una solución a este problema, pero la prisa no debe cegarnos y un buen titular en los periódicos no debe ser suficiente para tomar acciones masivas de este calado. Todos queremos una vacuna que funcione y sea segura, yo el primero, pero necesitamos los datos que avalen ambas cosas, no un simple titular de un medio de comunicación que se apoya en una nota de prensa de un estudio inconcluso o, peor todavía, inconcluyente.

La vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford

Sin embargo, sí he podido encontrar algo de información publicada sobre las fases anteriores de la vacuna, y lo que leo tampoco me entusiasma. Por ejemplo, sobre la famosa vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, está disponible el resultado del estudio previo de la fase I/II, que en efecto arroja buenos datos de seguridad y eficacia… para un grupo concreto de personas. En primer lugar, el estudio no es un doble ciego, sino que únicamente los participantes desconocen quienes están recibiendo la vacuna y quienes un placebo parcial que produce similares efectos secundarios que la vacuna real. En segundo lugar, se escogieron 1077 participantes, todos adultos sanos entre 18 y 55 años, con una edad media de 35 años, mitad hombre y mitad mujeres, y un 91% de raza blanca. Y aquí, me asalta una duda: yo, que soy blanco y estoy en ese grupo de edad y además razonablemente sano, y no pertenezco a ningún grupo de riesgo, dado que no tengo patologías previas, puedo fácilmente ser un sujeto de ese estudio, pero, ¿porqué escogen personas como yo para el estudio? Yo me contagié de COVID-19 en Agosto, PCR positiva y posterior serología con positivos en anticuerpos IgG e IgM. No tuve síntomas ni afortunadamente desarrollé ninguna enfermedad. Tampoco contagié a nadie, pese a que me enteré tarde de mi contagio y lamentablemente estuve con muchísimas personas durante el tiempo que era técnicamente portador y contagioso. ¿Porqué me usan a mi en el estudio en lugar de tener presentes a las personas mayores y a los que tienen patologías previas, que parece que necesitan esta vacuna contra el COVID-19 bastante más que yo, al menos estadísticamente?

Ahondando un poco más en el estudio, vemos que la vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca y la Universidad de Oxford alcanza una eficacia del 90%, pero su eficacia media es del 70,4%, que ojo, está muy bien y es magnífico, pero no es lo que nos han vendido en los titulares de los medios de información. Y una frase que ha llamado poderosamente mi atención: Como parte del acuerdo entre AstraZeneca y la Universidad de Oxford, la vacuna se suministrará sin ánimo de lucro durante la duración de la pandemia y a perpetuidad para los países de ingresos medios y bajos. En otras palabras, la vacuna no ha venido para prestar servicio e irse, sino para quedarse.

Los resultados de la fase III de este estudio no son públicos todavía (o al menos yo no los encuentro publicados por ningún sitio) pero parece que los harán públicos en algún momento. ¿Qué nos hace pensar ahora que la fase III se ha realizado con doble ciego y con adultos menos sanos? Pues de hecho, la propia Universidad de Oxford tiene publicada la nota de prensa que ha dado lugar a los estupendos titulares acerca de su vacuna, pero ni las noticias son tan buenas como parece, ni se esclarecen datos reales del estudio más allá de que han participado unas 24.000 adultos sanos entre 18 y 55 años y se espera llegar a 60.000. O sea, ¡el estudio no ha acabado pero la vacuna, según dice la propia nota de prensa, ya se está fabricando en 10 países y vendiendo! Quizás peque de prudente, o de inocente, pero me parece que se está corriendo más de la cuenta. Y mientras tanto, el Gobierno de España insinúa que la vacunación comenzará en Enero priorizando a las personas mayores, precisamente aquellos con los que parece que no se ha probado la vacuna. ¿No sería mejor vacunar primero a los jóvenes, con los que se ha probado y aparentemente es segura, y de este modo propiciar que estos no puedan contagiar a los mayores? De hecho, una de las observaciones que más me gusta de estos resultados preliminares es que la vacuna puede reducir la transmisión del virus, que es sin duda la forma más efectiva de acabar con una pandemia, y de demostrarse cierta, solo por eso, ya merecería la pena vacunarse.

Preguntas sin respuesta sobre las vacunas contra el COVID-19

Por último, comparto algunas preguntas que me rondan la mente para las cuales todavía no tengo respuesta, por si alguien puede iluminarme con datos en la mano ¿Cómo sabemos que no estamos creando una población crónica de miles de millones de personas con el uso de estas vacunas si no se conocen sus efectos a medio y largo plazo? ¿Es posible destruir al virus por completo a base de vacunas? ¿Y si luego descubrimos que, para ser efectiva en el tiempo, la vacuna contra el COVID-19 tuviese que administrarse cada año, o cada seis meses, o cada dos semanas, o como las estatinas, una pastillita al día de por vida? ¿Se puede higienizar el planeta y librarlo de este u otro virus a base de mascarillas y gel hidro-alcohólico o es mejor aumentar la exposición al virus de los sujetos sin riesgo y permitir que el sistema inmune trabaje? ¿No sería más inteligente ampliar la capacidad hospitalaria, sobre todo de UCIs, y darle un poco más de tiempo al estudio de las vacunas? ¿Porqué se han podido desarrollar estas vacunas tan rápido en comparación con otros virus para los cuales, muchos años después de su descubrimiento, todavía no existe vacuna, como en el caso del VIH y del cual tenemos décadas de información acumulada pero no una vacuna? ¿Qué parte de ciencia y qué parte de negocio hay en los desarrollos de las vacunas contra el COVID-19? ¿Porqué no se hacen públicos los resultados de los estudios antes de permitir la venta y administración del fármaco, como ocurre con el resto de fármacos del mundo? ¿La Agencia Europea del Medicamento será, en último caso, responsable si algo se nos va de las manos con las vacunas del coronavirus? ¿Quién toma la decisión de aprobar una de estas vacunas contra el COVID-19 y ponerla en funcionamiento y, sobre todo, de qué datos dispone para tomar dicha decisión?

¿Cómo proceder con las vacunas para el coronavirus?

Personalmente, pido transparencia a la industria y a los gobiernos. Quiero una vacuna contra el COVID-19 que sea segura y que funcione y, si de mi dependiese, lo importante sería garantizar primero ambas cosas antes de permitir su uso. Comprendo las prisas, pero hablamos de miles de millones de dosis de unos fármacos que se han saltado a la ligera toda una línea temporal de protocolos que existe, precisamente, para garantizar seguridad y eficacia. No se me ocurre, en la historia de la humanidad, experimento previo a semejante escala, y por tanto, debe obrar la prudencia. La noticia de que Reino Unido pretende comenzar a administrar la vacuna el próximo lunes me parece descabellada, y las intenciones del Gobierno de España de empezar en Enero, igual de loca. Por favor, un poco de cordura en todo esto y, sobre todo, datos, transparencia y datos, no titulares ni notas de prensa, estudios científicos publicados.

Recordatorio: Este es un artículo de opinión escrito para promover la investigación y el uso de los datos científicos que no pretende ofrecer consejo médico ni sustituirlo. Las opiniones vertidas en este artículo son fruto de los datos que obran en poder el escritor en este momento. El análisis de nuevos datos podría provocar un cambio de opinión parcial o total. Ante cualquier duda de salud, consulte siempre con su médico.

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Cómo mantenerse después de adelgazar rápido

Adelgazar sin MilagrosExiste una leyenda urbana que dice que adelgazar rápido es malo para la salud. Sus creadores también pusieron de moda que si adelgazas rápido tendrás efecto rebote. Y de las mismas personas que pusieron de moda estos dos absurdos mitos, nos llega con frecuencia la cantinela de que es imposible mantenerse después de adelgazar rápido. Como muchos sabéis, mi experiencia se remonta a 2011, cuando adelgacé 35 kilos en cuatro meses cambiando drásticamente mi forma de alimentarme. Si alguien quiere hablar de perder peso rápido, creo que este caso merece ser mencionado. Desde 2011 hasta ahora me he mantenido estable entre 80 y 85 kilos de peso con una masa muscular muchísimo más grande que la que tenía hace 7 años. Lo normal es que a partir de los 40 años la masa muscular decaiga y la grasa se acumule con más facilidad, sin embargo, en mi caso -cercano a cumplir 45 años- y en el de muchas otras personas que siguen los mismos principios de alimentación, ocurre exactamente lo contrario. ¿Suerte? ¿Genética? ¿Casualidad? No, simplemente nutrición y sentido común, dos cosas que faltan en la mayoría de las dietas que pasan por mis manos.

¿Qué hacer para mantenerse después de adelgazar rápido?

Sois ya decenas de miles los que habéis leído el libro Adelgazar sin Milagros y los que habéis obtenido resultados similares o incluso mejores que los míos y vuestros testimonios me llegan a diario por todo tipo de medios, cosa que aprovecho para agradecer enormemente, pues me animan a seguir trabajando e investigando en este mundo. Trato de contestar todos los correos electrónicos que recibo a diario pero a veces me resulta imposible por falta de tiempo. Sin embargo, he visto que una de las mayores cuestiones que me planteáis, tanto antes de empezar como cuando ya habéis acabado vuestro cambio de alimentación, se refiere a cómo mantener el peso después de adelgazar y evitar ganar los kilos perdidos con el temido [y absurdo] efecto rebote.

¿Existe el efecto rebote?

La gran mentira de la nutrición

Una parte de esta inquietud traté de resolverla en el propio libro Adelgazar sin Milagros, al explicar de manera sencilla porqué es imposible que se produzca un efecto rebote al adelgazar perdiendo grasa y generando masa muscular, que es lo que siempre he propuesto a todo el mundo desde el primer día. El propio sentido común que mencioné antes es el que nos hace comprender que si seguimos dietas hipocalóricas a base de ensaladas y verduras perderemos peso destruyendo nuestra masa muscular y por lo tanto estaremos expuestos no sólo al temido efecto rebote, sino al mucho más importante problema de la desnutrición. En efecto, es relativamente sencillo desnutrirse al perder peso si no se hace de la manera adecuada. Y aquí es precisamente donde está el problema. Algunas personas creen -erróneamente- que para evitar desnutrirse lo importante es que la pérdida de peso sea lenta, y en mi opinión ocurre precisamente lo contrario: cuanto más tiempo obligues al cuerpo a seguir una dieta poco nutritiva que lo priva de los nutrientes verdaderos, la proteína y la grasa, y lo mantiene en marcha a base de energía vacía, sin nutrientes plásticos, peor será el caso de desnutrición que se produzca.

Por este motivo siempre he defendido que se debe adelgazar rápido y de manera sana, sin privar al cuerpo de los macronutrientes que son necesarios para la regeneración celular y el correcto funcionamiento de nuestros órganos, y lamentablemente para algunos, estos nutrientes no se encuentran en la lechuga sino en los huevos, las carnes, los pescados y los lácteos principalmente. Esto que digo no me lo he inventado yo, está en cualquier libro de bioquímica editado en los últimos 100 años, sólo que ciertas personas tienen una frágil memoria y prefieren repetir lo que diga Bimbo, Nestlé, Danone o Kellogg’s en lugar de usar el sentido común y aplicar lo que han aprendido en el colegio y en la universidad. Este pensamiento me llevó a escribir mi libro La Gran Mentira de la Nutrición, en el que derribo muchos de los mitos sobre la alimentación y la vida sana que oímos a diario, similares a los que usé para empezar este artículo.

¿Cómo nos debemos alimentar después de adelgazar para mantenernos?

Sin embargo, me da la impresión de que existe una inquietud entre los lectores que no he atacado con la suficiente fuerza y ésta radica precisamente en qué hacer y cómo alimentarnos una vez que hayamos perdido la grasa y estemos en un peso razonable. ¿Debemos obsesionarnos con el gimnasio? ¿Tenemos que seguir tomando batidos de proteínas? ¿Seguimos aplicando la regla de comer muchas veces al día en pequeñas cantidades? ¿Seguimos midiendo la cantidad de proteínas y grasas que ingerimos en cada comida? ¿Tenemos que seguir evitando todas las frutas? ¿Se puede seguir la dieta durante la semana y saltársela el fin de semana? ¿Seguimos comiendo el doble de proteína que de grasa? ¿Ofrece algún beneficio el ayuno intermitente? ¿Tenemos que seguir en cetosis el resto de nuestra vida? ¿Nos podemos beber un par de cervezas cuando salimos? ¿Deberíamos abandonar definitivamente los edulcorantes? ¿Podemos seguir una dieta cetogénica o una dieta Paleo? ¿Son adecuadas ahora las legumbres?

Estas son algunas de las preguntas que me habéis ido haciendo de manera recurrente los que habéis pasado por la primera fase, la pérdida rápida de peso y mejora de la salud y he tratado de iros respondiendo de manera individualizada lo mejor que he podido cuando el tiempo me lo ha permitido. Usando todas esas preguntas y respuestas, comencé hace unos meses a darle forma a un nuevo libro que espero que vea la luz a principios del próximo año en el que me adentro en un nuevo aspecto de la nutrición en el que el objetivo no es adelgazar ni perder grasa, sino conjugar un estilo de vida realmente sano con unos hábitos alimenticios naturales, flexibles y orientados a mejorar la salud a través de la nutrición. Os voy adelantado que lo que yo considero hábitos saludables y lo que la industria alimenticia industrial considera hábitos saludables se parecen lo mismo que un huevo duro a una caja de cartón, por eso creo que el libro será revelador para muchos en algunos sentidos.

Todavía tengo el trabajo muy esquematizado y poco presentable, pero espero que en poco tiempo pueda subir al blog el primer capítulo y avanzar la fecha de publicación, quizás como regalo de navidad para mis lectores y seguidores. Voy lento, porque trato de simultanear este libro con la novela en la que trabajo desde hace tiempo y lógicamente con mi trabajo, pero creo que aprovecharé los próximos puentes y festivos para darle un buen empujón. Si quieres asegurarte de leerlo antes que nadie, ¡suscríbete al blog ahora mismo para recibir un aviso cuando esté disponible! Si te interesa saber cómo mantenerse después de adelgazar rápido, este libro es para ti.

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Charla en el 6º Congreso de Alimentación Viva y Consciente

Hace algo menos de un año me invitaron a dar una charla en el 6º Congreso de Alimentación Viva y Consciente en Barcelona, celebrado en el Auditorio Axa. Aquí os dejo hoy mi intervención que acaba de salir recientemente publicada en video. En esta intervención hablo un poco de mi experiencia en estos años desmontando mitos de la nutricición y en concreto de dos de los capítulos del libro La Gran Mentira de la Nutrición, el dedicado al Colesterol y el del Azúcar. ¡Espero que os guste!

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El mejor propósito para el nuevo año 2017

El mejor proósito para el año nuevo es Adelgazar¡Feliz año a todos! Dejamos atrás el 2016 y nos aventuramos en el 2017 organizando nuestros propósitos para el año nuevo y tratando de mejorar y evolucionar conforme vamos creciendo. Sin duda, uno de los propósitos de año nuevo más populares es adelgazar y este es el motivo por el que muchas personas comienzan dietas y se apuntan al gimnasio. Sin embargo, no basta con proponerse adelgazar y seguir cualquier dieta haciendo ejercicio para que los resultados sean buenos, rápidos y permanentes. Hoy vamos a repasar algunas de las cosas que explico en el libro Adelgazar sin Milagros que más ayudan a aquellos que necesitan perder peso.

Lo primero que tenemos que comprender es que, más allá del tema estético, adelgazar es un salvoconducto para mejorar la salud de manera instantánea. Yo también era un gordito feliz que creía que estaba perfectamente y que los kilos y kilos de grasa no me afectaban… hasta que comenzaron a hacerlo. Es cuestión de tiempo. Con veinte años el cuerpo lo aguanta casi todo, pero cuando te vas acercando o sobrepasas los cuarenta, la cosa cambia. Incluso si tu salud es buena ahora, si mantienes un sobrepeso pronunciado acabará por pasarte factura. En Mayo sumaré mi sexto año consecutivo sin ponerme malo, sin tener fiebre, sin infecciones, disfrutando de una salud envidiable. A principios de 2011, cuando pesaba más de 110kg sufría taquicardias, ardores, gases, ansiedad, dolores musculares y articulares, mareos y una serie de síntomas con los que mi cuerpo me advertía que algo tenía que cambiar. Si sufres alguno de estos problemas, quizás te cueste creerlo, pero todos mis síntomas desaparecieron y pude abandonar la abundante medicación que tomaba en cuanto comencé a adelgazar y a normalizar mi peso. Mi caso no es aislado ni mucho menos, así que te garantizo que también puedes hacerlo. Aquí te dejo una muestra del cambio. A la izquierda, en 2010 con 113Kg de peso, mayoritariamente grasa. A la derecha, hace unos días, el 29 de Diciembre de 2016, con 83 Kg de peso, mayoritariamente músculo.

Una foto de 2010, pesando más de 110 Kg

                        Gimnasio en Diciembre 2016

En segundo lugar tenemos que comprender que cada persona es un mundo. La dieta de mi vecina o los menús de mi primo no necesariamente son para mí, incluso si a ellos les ha ido bien. Para perder peso es fundamental comprender lo que nos hace engordar y lo que nos impide adelgazar, y eso difícilmente se consigue siguiendo una dieta escrita en un papel para una persona distinta a nosotros mismos, incluso si a esa persona le ha funcionado bien. Debemos aprender a comer, entendiendo lo que debemos evitar y cómo debemos alimentarnos. Aunque parezca increíble, no se trata de tirarse el día entero a base de ensaladas y frutas, sino más bien todo lo contrario. Entendiendo cuales son los nutrientes que nuestro cuerpo necesita y proporcionándole estos nutrientes, no solo adelgazaremos, sino que aumentaremos nuestra masa muscular y mejoraremos nuestra salud en general.

Una de las peores ideas que podemos poner en práctica si queremos adelgazar es seguir una dieta hipocalórica que nos tenga el día entero con hambre. Si tenemos hambre crece nuestra ansiedad por la comida -y nuestro mal humor. Si sufrimos ansiedad por la comida las posibilidades de adelgazar siguiendo una dieta se reducen drásticamente. Esto es debido a que tendremos tendencia a saltarnos la dieta. Sin embargo, como propongo en el libro Adelgazar sin Milagros, si somos nosotros mismos los que confeccionamos nuestros menús y diseñamos nuestro plan nutricional, adelgazar es mucho más rápido y sencillo. Como es natural, si diseñamos un menú en el que todos los alimentos nos gusten será mucho más sencillo seguirlo, lo que hará que desaparezca la ansiedad por la comida y sea casi imposible saltarse el plan. ¿Quiere esto decir que podemos comer todo lo que nos guste? No, lo que quiere decir es que preparemos un menú con los alimentos adecuados, como explico en el libro, en el que todos los ingredientes nos gusten. Por ejemplo, si no nos gustan las acelgas o las espinacas, no tiene sentido incluirlas en el menú que diseñemos, incluso si son adecuadas como acompañamiento de una carne o un pescado.

Ensalada de AguacatesEn mi experiencia, que son ya casi seis años dedicando una gran parte de mi tiempo a esto y hablando con expertos de todas partes del mundo, es fundamental comer bastantes veces al día; poca cantidad cada vez pero con mucha repetición. En ocasiones se nos agotan las ideas pues si elegimos comer seis o siete veces al día como hice yo para perder 35 kilos en 4 meses, puede resultar tedioso preparar tantas comidas diferentes -tedioso e incluso caro. Por ello, es importante comprender perfectamente que alimentos y/o suplementos son los adecuados para cada persona. En el libro explico en detalle como entender las necesidades de nuestro cuerpo y en este mismo blog tengo una calculadora de nutrientes que hace el camino más sencillo todavía, eso sí, una vez que hemos comprendido el resto de conceptos.

En todos estos años desde que salió el libro a la venta no he conocido a nadie que fracasase siguiendo las indicaciones al pie de la letra. A algunos les ha ido igual de bien que a mí y a otros les ha costado un poco más, pero todo aquel que se ha propuesto adelgazar siguiendo el mismo camino que yo, lo ha logrado. En la sección de testimonios puedes leer un puñado de ellos. No existen pastillas milagrosas ni remedios mágicos. Por eso mi libro se llama Adelgazar sin Milagros. Lo que hace falta, lo único que en realidad es necesario, es información. Comprender de manera básica como funciona nuestro cuerpo, porqué almacena grasa y qué tenemos que hacer para eliminar esa grasa. Ahora es uno de los mejores momentos del año para conseguirlo, así que no te lo pienses. ¡Lánzate! Es el mejor propósito para el nuevo año 2017 que ahora comienza: adelgazar y mejorar tu salud. Tienes por delante unos meses ideales para adelgazar porque venimos de una larga empachera de comida, bebida y actos sociales, y en este descanso que nos apetece tomarnos de todo eso los resultados pueden ser espectaculares. Si necesitas ayuda después de leer el libro, en el blog hay muchísimos artículos, comentarios e información. Y si todavía necesitas más ayuda, incluso ayuda profesional para confeccionar tus menús, te puedo poner en contacto con quien lo hace de manera económica y efectiva a partir de tus necesidades y tus gustos.

Adelgazar sin Milagros

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Aprender a comprar, cocinar y comer para ganar salud

Logo curso intensivo Adelgazar sin MilagrosVolvemos de las vacaciones y como cada año nos fijamos propósitos para el nuevo curso. Uno de ellos suele ser mejorar nuestra salud y nuestros hábitos, incluso si no lo estamos haciendo demasiado mal, porque lo bueno es enemigo de lo mejor. En estas fechas y a principio de año mi correo electrónico se llena de consultas, dudas, inquietudes y todo tipo de preguntas de personas que quieren comenzar a cuidarse un poco más y lógicamente el principio de este cuidado está en los alimentos que consumen.

Aunque trato de contestar a todo el mundo de manera ordenada y razonable, me resulta realmente difícil hacerlo, en especial cuando me cuentan casos concretos pues para ello se requeriría la intervención de un nutricionista especializado en cada consulta (nutrición deportiva, alergias e intolerancias, etc.). En cualquier caso, detecto un interés creciente en muchas personas por aprender a comprar, a cocinar y a comer de una manera que tenga un verdadero impacto positivo en sus vidas y en las de sus hijos. Además, veo que muchas personas quieren aprovechar para perder grasa y mejorar su salud, modificando sus hábitos de manera que puedan adelgazar de manera sana, rápida y permanente; y con todo ello en mente he organizado un evento que creo que puede ser de interés para muchas personas.

Vista completa del hotel Molino de SantillanHe reservado un pequeño hotel al completo para realizar un curso intensivo, de una semana de duración, repleto de actividades, en el que una serie multidisciplinar de expertos irán explicando en cada actividad todo lo que se necesita saber para llevar una alimentación, unos hábitos y una vida más sana. No estoy hablando de los típicos consejos de comer menos y moverse más, sino de aprender a comprar de manera racional, aprender a cocinar de una manera nueva, mucho más moderna y nutritiva, usando ingredientes de calidad. Hablo de aprender a calcular las raciones idóneas para cada persona en cada situación y de comprender como nuestro cuerpo reacciona ante cualquier estímulo y nutriente que ingerimos.

David García Marín, chef especializado en comida sanaLa idea es de inmersión total, por eso he reservado el hotel entero, que dicho sea de paso no es muy grande :). Lo que pretendo es que durante esa semana, los que allí nos congreguemos aprendamos juntos acerca de los alimentos, cocinemos juntos, comamos juntos, y seamos capaces en una sola semana de captar toda la información que necesitamos para poder poner en marcha una nueva forma de vida, mucho más sana y razonable que la que nos vende la industria alimenticia. Para ello, contaremos con expertos nutricionistas que nos hablarán de los alimentos, con chefs especializados en alimentación sana libre de azúcares, carbohidratos refinados y demás alimentos carentes de nutrientes, que nos enseñaran a cocinar de otro modo, y con entrenadores personales que nos enseñarán a sacar el máximo rendimiento del tiempo del que dispongamos para movernos un poco, incluso si solo se trata de unos minutos al día.

La psicóloga Ana Román ruiz en una de sus charlasPero no todo será comer y aprender a hacer ejercicio. También contaremos con psicólogos que nos ayudarán a controlar la ansiedad por la comida y por los dulces e incluso con expertos en Yoga que nos enseñarán algunas técnicas que podremos usar para relajarnos y mejorar nuestro estado mental. Mi papel allí será el de coordinador del evento y lógicamente estaré disponible para cualquier cosa en la que pueda ayudar y o colaborar. También daré algunas charlas, hablando sobre todo de mi experiencia en estos años en los que perdí más de 30 kilos mejorando radicalmente mi salud y abandonando toda la medicación que tomaba a diario y contaré algunos de los secretos mejor guardados de la industria alimenticia y farmacéutica.

Centro Santillan Yoga and WellnessPara este evento he escogido un antiguo hotel boutique en el campo reconvertido en centro de wellness y yoga, con unas inmejorables vistas al Mar Mediterráneo en la provincia de Málaga. Dispondremos de un autobús que recogerá a cualquier persona que así lo desee en el aeropuerto, estación de tren y centro de Málaga para llevarla y traerla al evento. La idea es que no será necesario venir en vehículo propio. Este centro, llamado Santillán Yoga & Wellness Center (antiguo hotel Molino de Santillán), se encuentra en Macharraviaya, a unos 20 Km de Málaga Capital y lleva años acogiendo todo tipo de eventos y ocasiones especiales y se me antoja como el lugar ideal para celebrar este evento pues está alejado de los núcleos de población, inmerso en la naturaleza, y dispone de cualquier comodidad que podamos necesitar.

Adelgazar después de navidadEn cuanto a las fechas, he reservado tentativamente 2 fechas, la primera y la segunda semana de Enero de 2017 y en función de la respuesta mantendré una o la otra. ¿Sabes aquello de los propósitos de año nuevo? Pues esto es llevarlo a su máxima expresión: la idea es comenzar el año fuerte, aprendiendo todo lo necesario para cambiar radicalmente nuestro cuerpo y nuestra salud durante los próximos meses. De este modo, mi idea es que quien venga aprenda todo lo necesario para ponerlo en práctica en casa a su regreso. De hecho, espero que en esa semana de duración del curso la mayoría de los participantes experimenten un cambio radical en su cuerpo y para ello llevaremos todo lo necesario para realizar un análisis detallado de cada persona antes y después del evento: mediciones corporales, analíticas (que nadie sufra, solo es necesaria una gota de sangre, sin inyección ni extracción), análisis de la masa corporal, etc. y todo ello llevado a cabo por un nutricionista residente que estudiará cada caso concreto. Si por mi fuera, la primera semana, comenzando el mismísimo día 2 de Enero sería la idónea, pero como entiendo que Reyes es una fecha muy especial para muchas personas, también barajo comenzar la segunda semana, el día 8, pasada dicha festividad. Se trata de que después de cualquier exceso navideño comencemos el año con un cambio radical.

Ponencia en el congreso de Alimentación Viva y Consciente

A mí me resulta una experiencia absolutamente excitante pues podré ver, en primera persona, lo que muchas personas ya me han contado acerca de sus progresos y sus cambios en los primeros días de este cambio y, apoyado por los psicólogos, ayudar a cualquier persona que así lo necesite a mejorar su autoestima, controlar su ansiedad por la comida, y enseñarle a diferenciar apetito de gula para controlar su alimentación de manera natural.

He preparado una pequeña presentación del evento que puede verse pinchando aquí y que espero que sea interesante para todo el mundo. Si en los próximos días veo que las plazas se van ocupando formalizaré la reserva del hotel y pondré a todo un equipo de trabajo en marcha para terminar de darle forma a este evento, así que animaros!

Vista panorámica del Centro Santillan

Vista panorámica del Centro Santillan en Málaga

Mentiras de la nutrición en Barcelona

Mentiras de la nutrición en BarcelonaAcabo de terminar hace un rato mi ponencia sobre La gran mentira de la nutrición en el 6º Congreso de Alimentación Viva y Consciente y creo que en general el público se ha ido a casa con un buen sabor de boca. En estas 24 horas que llevo en Barcelona he hablado con muchas personas y la gran mayoría no necesitan adelgazar. Sin embargo, quieren aprender a seguir algunas de las pautas que yo sigo y que explico en los libros que he escrito. Como me enseñó Jaime Brugos, las tres cosas más importantes para mantener una buena salud son Nutrición, Nutrición y Nutrición. Y precisamente de eso es de lo que estamos hablando aquí.

Hoy no he venido a Barcelona a hablar de como adelgazar, aunque lógicamente he resuelto algunas dudas al respecto, sino a dar una charla más centrada en la divulgación del conocimiento y la educación, sobre todo, de los niños. Mi objetivo a largo plazo, más allá de ayudar a las personas a adelgazar, es enseñar a todo el mundo la verdad sobre la industria alimenticia y la industria farmacéutica, que en ocasiones se comportan de manera poco razonable para el consumidor.

La charla de hoy la he dedicado a explicar algunas de las mentiras sobre la nutrición que revelo en mi libro La gran mentira de la nutrición. Este es un foro un poco peculiar en el que es fácil herir sensibilidades al hablar inocentemente, puesto que una gran parte del público asistente al congreso concibe la alimentación sana únicamente a partir del vegetarianismo, veganismo e incluso el crudiveganismo. Un ponente que goza de una increíblemente buena reputación en en mundo vegetariano ha estado incluso comentándome que hay personas que se alimentan únicamente de «luz», sin agua ni alimento alguno. Cuando le he preguntado porqué no lo hace él también me ha dicho que hace unos meses iba a comenzar pero que por circunstancias personales no ha podido embarcarse en el proceso de «cambio y transición» todavía, así que le he dejado mi tarjeta para que me llame en cuanto esté listo para comenzar. Por nada del mundo me lo querría perder, aunque sospecho que esta es una llamada que nunca voy a recibir.

Sin embargo, otras personas con las que he hablado son mucho más razonables, incluso desde el vegetarianismo, admitiendo directamente las dificultades y retos a los que se enfrentan por llevar una vida vegetariana e incluso revelándome los problemas de salud a los que se enfrentan. Son conscientes de las limitaciones de su dieta y vienen a los congresos como este a entender mejor los nutrientes y buscar alimentos vegetales alternativos que les proporcionen los aminoácidos y grasas adecuados, así como los micronutrientes que son difíciles de conseguir siguiendo una dieta estrictamente vegetariana. Debo admitir mi profundo respeto por sus ideas, que por lo que he podido ver tienen mucho más que ver con la ética respecto al trato que se le da a los animales y la preocupación con el medio ambiente que con el consumo de carne o pescado en sí. Desafortunadamente, lo que encuentran en algunas ocasiones en estos congresos, son personas que les dicen que se puede vivir alimentándose únicamente de luz o que la cantidad y variedad de aminoácidos en su dieta no tiene importancia porque el verdadero nutriente del ser humano es el carbohidrato. Estas serán las próximas grandes mentiras de la nutrición que revelaré, pero antes voy a estudiarlas bien y a entender el asunto para poder desmontarlo con propiedad, porque evidentemente no me queda duda alguna de que se trata de grandes fraudes.

Ahondando más en el tema de la alimentación «lumínica», como esta persona tenía bastantes títulos de todo tipo de ciencias naturalistas, le pregunté por las bases físicas y químicas de la «alimentación con luz» a lo que me replicó que esto solo lo podré entender cuando asimile que somos el producto de la creación de unos seres superiores y que para llegar a ese nivel hay que elevar el estado de conciencia varios grados en un proceso que dura 21 días, mediante el que sometemos al cuerpo a una desintoxicación física y mental de los años de alimentación a base de nutrientes terrestres, pero que para darme una idea, todo estaba muy relacionado con la teoría de cuerdas de Einstein. Como me dijo una persona que escuchaba atentamente esta disertación a mi lado, teníamos que haberle preguntado que se había fumado para probarlo… Ahora bien, admito que si lo que se pretende es adelgazar perdiendo la salud en el camino, es probable que alimentarse de luz sea el camino más directo a la pérdida de peso ineficaz y peligrosa.

El mensaje que he querido transmitir en este foro, y que hago extensiva en el blog, es el de la educación como herramienta para combatir los engaños. Salvo a temas como el de alimentarse de la luz por motivos obvios, por norma general ni me creo ni me dejo de creer ningún titular que leo relacionado con la nutrición. Al contrario, lo que busco es más información, estudios y documentación para entender lo que hay de verdad (o de mentira) en lo que estoy leyendo. Y eso es lo que trato de enseñar a otras personas: a diferenciar entre el marketing y la realidad. En nutrición, desafortunadamente, el marketing y la realidad no suelen ir de la mano, muy especialmente cuando hablamos de mega corporaciones con cientos o miles de productos en el mercado. Y esta educación nutricional comienza con los más pequeños, a los que tenemos que enseñar en casa a diferenciar entre alimentos ricos en nutrientes e interesantes para nuestra salud, como por ejemplo un huevo, y estrategias complejas de mercado para hacernos creer, por ejemplo, que un Actimel es un alimento imprescindible en nuestra dieta por sus beneficios para la salud, cuando en realidad y simplificando mucho se trata de un simple yoghurt aguado.

Adelgazar rápido sin efecto rebote

¿Cuales son las claves para adelgazar sin efecto rebote?Queda apenas mes y medio para que se cumplan cinco años desde que mi vida cambió radicalmente cuando -guiado sabiamente por Jaime Brugos- invertí completamente mis hábitos alimenticios para perder decenas de kilos en un puñado de meses recuperando mi salud tanto física como psicológica. Tanto en el libro Adelgazar sin Milagros como en algunos artículos del blog he hablado con detalle de cómo el simple hecho de adelgazar posibilitó que dejase de tomar un gran número de medicinas que necesitaba para llevar una vida relativamente normal.

El domingo por la noche me preparé una falsa pizza usando como base una tortilla de fibra. Me apetecía algo picante y se me fue la mano, pero no un poco, sino hasta el codo. Mi versión de la pizza Arrabiata que me hice incluía carne picada rehogada con tabasco, unas finísimas rodajas de chorizo de león picante, dos guindillas grandes picadas y un poco de aceite que había mezclado con dos cayenas que yo mismo había molido. Aquello más que picar escocía 🙂 y lo peor es que con los desfases horarios del fin de semana, cuando me quise dar cuenta me estaba comiendo esta falsa pizza a las once de la noche. Me la acabé y me metí en la cama casi inmediatamente, tras lavarme los dientes y poco más. Ni que decir tiene que me quedé dormido de inmediato y descansé plácidamente toda la noche. Ni molestias, ni ardores, ni reflujo, ni gases, ni ningún otro efecto secundario esta falsa pizza endiablada que me tomé.

Medicamentos que tomaba por mi obesidad

Medicamentos que tomaba por mi obesidad

En mi anterior vida, antes de adelgazar, en la que tomaba un protector gástrico al levantarme, otro antes de ciertas comidas y un Almax o Alquen con un Flatoril de postre, cenar más tarde de las nueve de la noche era peligroso, tomar picante era prácticamente jugar a la ruleta rusa, y acostarme directamente  después de cenar un intento de suicidio en toda regla. Percibo, por los comentarios en el blog y por los mensajes que recibo, una obsesión en muchas personas con la cifra que marca el peso, pero hay que recordar las palabras de Jaime en las que dice que perder peso es sólo el efecto colateral de practicar una buena alimentación. Siguiendo la Isodieta lo que se consigue es sin duda mejorar la salud, y de paso perder peso a velocidad de vértigo.

En Abril de 2011 yo pesaba 113 Kg y en Septiembre de ese mismo año, tras adelgazar 35 kilos, pesaba 78Kg. Sin duda se trata de unas cifras sorprendentes, por la cantidad y por el breve tiempo que me llevó perder peso. Sin embargo, lo verdaderamente sorprendente de esta historia empezó en Septiembre, no en Abril. Desde entonces, no he enfermado jamás, ni un mal resfriado. Sí, algún dolor de cabeza aislado, un par de ronqueras pronunciadas y eventualmente alguna colitis por comer algo que no estaba en buen estado, pero eso es todo. Nada de fiebre, nada de dolores musculares, nada de taquicardias, nada de acidez ni reflujo… en definitiva nada de nada. Ni me he vacunado contra la gripe ni contra nada. Voy en moto a trabajar a diario, incluso cuando hace mal tiempo y llueve. La moto es parte de mi ADN. En ocasiones paso frío y me mojo, pero el catarro no llega. Este otoño subí al Tourmalet en moto y me recorrí los Pirineos, no lloviendo, ¡sino diluviando! En Portimao, con frío y lluvia, también estuve rodando con la única protección del mono de cuero que se ve en la foto, que cala por completo. Y nada, el catarro no llegó. Y esto, para una persona como yo que tomaba pastillas para los dolores musculares, pastillas para la acidez y el reflujo gastroesofágico, pastillas para la ansiedad, pastillas para los mareos, pastillas para la taquicardia y relajantes musculares de diverso género, puedo asegurar que es el logro más grande de todo lo que he conseguido en estos casi cinco años.

Rodando en Portimao con el circuito mojado

Rodando en Portimao, lloviendo y con el circuito mojado (84 Kg)

Muchas personas me hablan del efecto rebote. Lógicamente, la masa corporal no es una constante. Hoy me mantengo en el entorno de los 82-84 Kg, seis kilos más de los 78 que llegué a pesar hace cinco años, pero con un porcentaje de masa muscular muy superior al que tenía entonces y con menos grasa. No practico el culto al cuerpo, entre otras cosas porque no tengo tiempo, pero me gustar sentir una musculatura dura ahí debajo. Hoy puedo hacer más dominadas o más flexiones que entonces. Curiosamente, uso vaqueros más pequeños hoy que cuando pesaba 78Kg, y es que en el análisis de la masa muscular el peso es sólo uno de los factores que debemos considerar, y por eso repito sin cesar que no hay que obsesionarse con el numerito de la báscula.

Cuando uno hace una dieta simple para adelgazar, incluso si pierde peso a corto plazo, acabará sufriendo un verdadero efecto rebote, porque no se ha reeducado. Está bien hacer una dieta de choque -siempre que esta nos haga perder grasa y no masa muscular-, pero la clave está en comprender porqué ha funcionado la dieta y aplicar los mismos principios en la vida cotidiana, cambiando los hábitos de alimentación por aquellos que hemos aprendido en esos meses de dieta estricta. Hoy, casi cinco años después de haber adelgazado y mejorado mi salud radicalmente, no peso cada comida que hago y no sigo al pie de la letra la Isodieta, pero es precisamente lo que he aprendido de ella lo que me permite mantenerme no sólo en un peso razonable, sino con una salud de hierro. Sigo comiendo al menos cinco veces al día, sigo intercalando batidos de proteína cuando no tengo tiempo de comer otra cosa, sigo usando snacks bajos en carbohidratos, sigo escogiendo fuentes de proteína y grasa de gran calidad, sigo sin probar el azúcar ni las harinas refinadas, sigo sin beber alcohol y sigo sin darme atracones en cada oportunidad que tengo, que no son pocas. Como es natural, hay excepciones que confirman la regla y si un día me apetece una cerveza o un vaso de vino, pues me lo tomo, y si en navidad quiero probar un turrón, pues lo pruebo y si un día quiero comer más en la calle, pues lo hago. Pero una cosa es la excepción y otra cosa la norma, y cuando pierdes peso comiendo así aprendes que la norma es lo que funciona y la excepción es eso, la excepción.

Enero de 2011 en Kuala Lumpur  - 110 Kg

Enero de 2011 en Kuala Lumpur – pesando más de 110 Kg

En mi caso, el efecto rebote en estos cinco años tras haber adelgazado tanto, ha sido muy positivo, porque me ha impulsado de manera vertiginosa hacia donde creía que ya no podría volver jamás. Ahora tengo más salud, más agilidad, más fuerza, más autoestima, más energía, más vitalidad, y dicen mi mujer y mis hijos que hasta mejor carácter; y como decía aquel famoso anuncio de los noventa, incluso he dejado de roncar, que no es moco de pavo. Mi querido amigo Fernando, con el que he viajado por medio mundo en misiones comerciales, recordará aquellos vuelos a Asia o a Sudamérica en los que me quedaba dormido en el avión y mis ronquidos, literalmente, mantenían al resto del pasaje despierto.

El sobrepeso -la obesidad- es una enfermedad, una verdadera plaga, que afecta tanto a la persona que la sufre como a los que están a su alrededor, propios y extraños, y la cura verdadera reside en la nutrición. Si te lo estás planteando, no debes tener miedo a lo que escuches: adelgazar rápidamente, como he hecho yo y muchos otros antes y después de mí, es sano, es natural, es tremendamente beneficioso en todos los aspectos y no lleva adosado ningún estigma de los que hayas oído hablar como el efecto rebote o los problemas renales o hepáticos. Cinco años después de haber perdido 35 kilos en sólo cuatro meses, aquí estoy con mis riñones y mi hígado funcionando mejor que nunca y con un nulo efecto rebote. Si no me crees, lee los testimonios de los demás, y prueba por ti mismo. Si te sobra mucha grasa, no tienes nada que perder salvo la grasa y sí mucho que ganar.

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Bajar de peso rápido después de Navidad

Adelgazar después de navidadPues poco a poco vamos apurando los últimos festivos de la temporada navideña y es más que probable que tengamos algún que otro kilo más encima si nos hemos dejado llevar por el furor de las fiestas. Yo personalmente tengo una sensación de hinchazón tremenda y tampoco es que me haya vuelto loco en las fiestas, pero inevitablemente me he salido de mi rutina en bastantes ocasiones, y eso se paga.

Afortunadamente el precio es relativamente pequeño y bajar de peso rápido después de Navidad no es una tarea especialmente compleja. Como siempre, los primeros dos o tres días van a ser los más complicados, pero pasados esos dos o tres, el resto del camino es relativamente sencillo. Conviene quizás repasar algunas cosas que te pueden hacer bajar de peso rápido para quitarte esos kilos -llamémosles coyunturales- que hayas podido coger durante las fiestas. Aquí te dejo un listado con 10 cosas que te ayudarán a adelgazar sin debilitar tu salud y mejorando como te sientes.

1 – Elabora un plan para adelgazar

Para adelgazar rápido de manera saludable lo primero que hay que hacer es trazarse un plan. Si has leído mi libro Adelgazar sin Milagros ya habrás visto la importancia que le doy a esto y los motivos por los cuales comienzo el camino aquí. Ese plan debe incluir un objetivo y debes concienciarte de la importancia de seguir el plan hasta alcanzar el objetivo si quieres tener éxito en la consecución del mismo. Para ello, es importante fijarse un objetivo realista. Si sólo tienes que perder cuatro o cinco kilos no debes marcarte un objetivo superior, y si por el contrario te sobran decenas de kilos, debes ser consciente de ello y fijarte un objetivo acorde con tu situación.

2 – Prepara un plan nutricional que te ayude a perder peso sin debilitar tu salud

Aunque mucha gente te aconsejará que comas muy poco y hagas mucho deporte, lo cierto es que para perder peso de manera saludable, eliminando la grasa que tengas acumulada, lo que tienes que hacer es convertir esa grasa en energía, y aunque parezca paradójico, eso se consigue comiendo adecuadamente, no dejando de comer. Si no comes los nutrientes adecuados ni en cantidades suficientes, en lugar de convertir la grasa en energía corres el riesgo de extraer los nutrientes de tus propios músculos. Por ello, elaborar unos menús de acuerdo con las recomendaciones que suelo hacer en el blog y en los libros y teniendo en cuenta las cantidades de alimento que necesites es una parte importantísima del plan que te crees para perder peso. Si lo necesitas, puedes utilizar la calculadora de nutrientes del blog para entender mejor tus necesidades.

3 – Si quieres adelgazar, primero elimina todo lo que te hace engordar

«Todo» es todo, no la mayoría ni casi todo. Como explico en el libro, para comenzar a quemar la grasa que tienes acumulada y poder adelgazar rápido es fundamental salir del metabolismo del azúcar en el que se encuentra tu cuerpo para entrar en el metabolismo de la grasa, algo que puede llevarte hasta dos días incluso si sigues las pautas que explico en el libro al pie de la letra. Sin embargo, salirte del metabolismo de la grasa puede ser tan sencillo como comerte una naranja. Entonces, ¿vas a dedicar dos días a conseguir algo y permitir que probar un alimento de alto índice glucémico, una copa o cualquier otra cosa te haga perder lo que has conseguido? Quita de en medio todo lo que no te sirve para adelgazar comenzando lógicamente con licores, dulces, bollería, etc. No es necesario que lo tires, simplemente piensa en a quién le puede venir mejor que a ti en este momento.

4 – Adelgazar no es morirse de hambre

Para adelgazar rápido prepara antes unos menús. Te llevará diez minutos y te ahorrará innumerables horas en el supermercado o abriendo y cerrando la nevera con cara de ¿y ahora qué como?. Si realmente quieres adelgazar no puedes pasar hambre. Si pasas hambre tendrás ansiedad y si tienes ansiedad comerás más de lo que necesitas. Esto es algo de lo que ya he hablado en varias ocasiones, por ejemplo en este artículo y de lo que escribió Ana Román, coautora del libro Cocinar sin Carbohidratos, en este otro interesantísimo artículo. Además, debes comer bastantes veces al día como explico en el libro para mantener el apetito a raya y para lograr un óptimo nivel de nutrición celular.

5 – Adelgazar no es perder líquido, pero todo ayuda

Si has cogido un par de kilos o tres en estas fiestas, probablemente la mayor parte de ellos son puro líquido. Peso que fácil viene, fácil se va, pero perder líquido retenido en exceso es una cosa y adelgazar otra. Lo primero que perderás -y de manera muy rápida- cuando comiences a aplicar de nuevo esta rutina será mucho líquido y poca grasa, así que cuando veas que en el primer día o dos pierdes un par de kilos permítete una sonrisa de satisfacción pero sabiendo que el trabajo no está terminado, sino que acaba de comenzar. Cuando hayas eliminado todo el líquido retenido en exceso comenzarás a utilizar la grasa como energía porque será el indicativo de que se han consumido tus reservas de glucógeno (azúcar). En ese momento podrás decir sin margen de error que has comenzado a adelgazar de manera rápida y sana.

6 – Las tres cosas más importantes para perder peso: constancia, constancia y constancia

Si eres constante en la persecución del objetivo que te has marcado para adelgazar, prácticamente nada podrá evitar que logres perder peso de manera sana, rápida y permanente. Debes ser constante en tres ámbitos: constante en el tipo de alimentos que ingieres, constante en la cantidad de veces que los ingieres y constante en vigilar las cantidades que ingieres. Si eres constante en estas tres cosas, el 99% del camino está recorrido y adelgazar después de navidad será un sencillo paseo para tí.

7 – Muévete un poco, te ayudará a adelgazar

No hace falta que corras un maratón ni que te pases el día en el gimnasio, pero si te mueves un poco acelerarás el metabolismo. Un paseo a ritmo ligeramente alto, un poco de ejercicio de alta intensidad a intervalos, o si tienes hijos juega a algo con ellos durante un rato a algo que no sea la consola (aunque eso puede considerarse deporte de resistencia en algunos casos, jajaja). Hacer unas cuantas sentadillas, flexiones o abdominales te vendrá bien. No se puede adelgazar con salud si no se come de manera adecuada, incluso si se hace mucho ejercicio, pero se puede adelgazar más rápido si además de comer adecuadamente usamos más energía.

8 – Comprueba que bajas de peso en el papel

Toma nota de tus medidas, hazte fotos, observa como te queda la ropa… A veces el peso te engaña pero el contorno de la cintura, del muslo o de las caderas no mienten. El peso no te indica si logras adelgazar o no, lo que te indica es si pesas menos o pesas más, pero como explico con detalle en el libro e incluso en este artículo, la cantidad de masa corporal y el tipo de masa corporal (grasa/músculo/agua) son cosas distintas. Si tienes bastante grasa, puedes adelgazar mucho sin apenas bajar de peso si al tiempo que pierdes grasa generas masa muscular, dado que la grasa pesa bastante menos que el músculo. Piénsalo un momento: el músculo pesa aproximadamente el doble que la grasa.

9 – Disfruta mientras adelgazas

No le puedo recomendar a nadie que baje de peso pasando hambre o comiendo cartón simplemente porque no creo en ello. Está bien que usemos batidos sustitutivos en algunas comidas o incluso alimentos y snacks que engañen a nuestro paladar, pero la clave está en la comida fresca, sin procesar. Es más caro que comer comida preparada, pero a cambio ni comes azúcar, ni fibras de dudosa procedencia, ni un montón de ingredientes que no has visto en la vida. Debes aprender a usar tu creatividad en la cocina para preparar platos muy nutritivos y sabrosos que además te permitan adelgazar. Si no sabes por donde empezar, me permito recordarte mi libro Cocinar sin Carbohidratos, que escribí junto a Ana Román, en el que puedes encontrar más de 100 recetas que te servirán de guía para comenzar.

10 – Se puede adelgazar comiendo pan pero…

…pero no cualquier pan. Cada vez hay más productos en el mercado pensados para los dietistas y para los diabéticos, que comparten muchas de tus necesidades nutricionales. Si un producto dietético es muy barato, desconfía. No se puede fabricar un pan de calidad que no engorde usando los ingredientes adecuados y que además sea barato. El pescado fresco, la carne fresca, los lácteos… todos son productos de alta calidad perecederos, y todos son más caros que un paquete de trigo, así que no pretendas que un pan con ingredientes de este tipo sea barato. O sustituyes el pan tradicional por uno de estos panes, o te haces el tuyo siguiendo algunas de las recetas existentes, como por ejemplo esta, o bien simplemente te olvidas del pan -que tampoco es tan complicado. Si quieres bajar de peso rápido vete olvidando del pan tradicional.

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