Categoría: Obesidad

En los artículos de la categoría obesidad se toca un tema de creciente importancia como es la epidemia de obesidad y diabetes tipo II que sufre el mundo occidental. También se expone como la única solución posible a este problema es el control de la alimentación y por ende el control del peso.

Beneficios de una dieta cetogénica

Beneficios de una dieta cetogénica

Beneficios de una dieta cetogénica

Hace poco decía en la presentación del libro Cocinar sin Carbohidratos que uno de los problemas más importantes que afronta la sociedad es la desinformación y citaba como ejemplo al presidente de los dietistas y nutricionistas que escribía un artículo en el que claramente confundía la cetosis con la cetoacidosis y en el camino arremetía contra las dietas cetogénicas porque confundía un estado metabólico con el otro, confundiendo de este modo a los millones de lectores que leerán su artículo. No se trata de que haya poca información, sino de que existe mucha información errónea.

El tema de las dietas cetogénicas es especialmente sangrante porque una cantidad impresionante de personas hablan y opinan sobre ellas sin tener la menor idea de lo que están diciendo. Las dietas cetogénicas son aquellas que inducen a la cetosis. La cetosis no es lo mismo que la cetoacidosis. Sin embargo, casi todo el mundo asocia los problemas de la cetoacidosis con las dietas cetogénicas, y en este artículo quiero aclarar esto para que todo el mundo pueda comprender qué es una cosa y qué es la otra.

La cetosis es un estado metabólico en el que el organismo obtiene la energía mediante el catabolismo de las grasas. Esto quiere decir que para generar energía, el organismo utiliza grasa en lugar en glucosa. Para entrar en estado de cetosis basta con limitar la ingesta de carbohidratos durante un período de tiempo que puede llegar hasta los tres días, dependiendo del sujeto y de sus reservas de glucógeno y su actividad física. Estando en cetosis el cuerpo humano puede utilizar tanto las grasas que ingerimos como las que tenemos almacenadas en el tejido adiposo para generar energía. En el metabolismo de las grasas se generan unos productos llamados cuerpos cetónicos. Estos cuerpos cetónicos sirven como combustible alternativo a ciertos órganos y tejidos que no pueden utilizar la grasa directamente como combustible.

Es importante recalcar que el organismo genera cuerpos cetónicos continuamente, estemos o no en cetosis. La diferencia es que cuando estamos en cetosis se crea un exceso de cuerpos cetónicos para suplir la carencia de glúcidos. Los cuerpos cetónicos son ácidos y su exceso es eliminado mediante la orina, el aliento y el sudor corporal. Para detectar su presencia, existen unas tiras que miden la presencia de cuerpos cetónicos en la orina. En las primeras dos o tres semanas en cetosis, el organismo genera muchos más cuerpos cetónicos de los que necesita porque, en realidad, no sabe cuantos va a necesitar, y se esfuerza por tener suficientes para alimentar órganos vitales como el cerebro y el corazón. Este es el motivo por el que las primeras semanas en cetosis los sujetos tienen un aliento metálico, y un olor corporal característico derivado de la expulsión de cuerpos cetónicos mediante sus fluidos corporales. Pasado este tiempo, el organismo regula automáticamente la producción de cuerpos cetónicos a los estrictamente necesarios y se reduce paulatinamente su expulsión hasta que llega un momento en que no es necesario expulsar ninguno y estos olores desaparecen.

Como he dicho, los cuerpos cetónicos son ácidos. Esto hace que su presencia en exceso en el torrente sanguíneo pueda acidificar la sangre. Este es precisamente el motivo por el que el organismo expulsa estos cuerpos cetónicos sobrantes durante las primeras semanas en cetosis y su expulsión, lejos de ser un síntoma negativo de cualquier patología, lo que muestra es que el organismo funciona correctamente eliminando los productos que no necesita. Esta expulsión de cuerpos cetónicos no perjudica a los riñones ni a ningún otro órgano; esto es un mito sin prueba científica alguna. Ahora bien, si un sujeto tiene algún problema metabólico que le impide filtrar la sangre y expulsar estos cuerpos cetónicos, entraría en otro estado metabólico llamado cetoacidosis, o sea, acidosis por cuerpos cetónicos, que como he comenzado diciendo, no es cetosis, sino acidosis, incluso si afamados nutricionistas son incapaces de comprender la diferencia.

La cetoacidosis es un estado metabólico peligroso que puede desencadenar una larga lista de problemas de salud y, en ultima instancia, incluso causar fallos serios en el organismo. Algunos enfermos, como los enfermos de diabetes tipo I, deben tener especial cuidado con evitar la cetoacidosis, pero para la mayoría de las personas sanas, la acidificación de la sangre por cuerpos cetónicos no es posible, precisamente porque nuestro organismo se encarga de regular el pH de la sangre de manera eficaz, en una estrecha horquilla, estemos o no en cetosis.

La cetosis y la pérdida de peso

La cetosis y la pérdida de peso

Una vez que hemos visto la diferencia entre cetosis y cetoacidosis, y despejado los miedos habituales acerca de fallos orgánicos (riñón, hígado…) que son propios de la cetoacidosis y nada tienen que ver con la cetosis, quiero dedicar la segunda parte del artículo a explicar algunos de los beneficios de una dieta cetogénica, o sea, limitada en carbohidratos. El primer beneficio de seguir una dieta baja en carbohidratos que induce a la cetosis es lógicamente el autoconsumo de la grasa almacenada, lo que nos hace adelgazar y mejorar nuestra salud. Sin embargo, como dije anteriormente, el organismo utiliza tanto la grasa que ingerimos como la que almacenamos, de modo que el ritmo al que podemos adelgazar viene marcado por la cantidad de grasa que ingerimos y su tipo. Esto lo analizaré  en detalle en un próximo artículo para no extenderme demasiado aquí. Se calcula que en Suecia aproximadamente un tercio de la población sigue una dieta cetogénica, lo que explica la baja tasa de obesidad en este país y, para acabar definitivamente con el mito del supuesto peligro de las dietas cetogénicas, basta decir que Suecia no muestra una mayor concentración de problemas de salud que cualquier otro país de su entorno, sino más bien al contrario.

Antes he mencionado que el cerebro y el corazón se pueden alimentar de cuerpos cetónicos. Pues bien, centrémonos un momento en el cerebro. Seguramente habréis oído decir que el cerebro necesita azúcar para funcionar. Esto es falso. Lo que el cerebro necesita para funcionar es una cantidad concreta de glucosa al día, que son unos 100 gramos cuando estamos en el metabolismo de la glucosa y unos 40 gramos cuando estamos en el metabolismo de la grasa, la cetosis. Para generar estos 40 a 100 gramos de glucosa no es necesario ingerir azúcar. De hecho, ni siquiera es necesario ingerir carbohidratos dado que nuestro organismo puede generar esa glucosa en el hígado en un proceso llamado gluconeogénesis. Más concretamente, cuando el cerebro utiliza cuerpos cetónicos como combustible principal, la temperatura de trabajo baja, la eficiencia energética es mayor y se produce una mayor lucidez en el pensamiento.

Enfermedad de Alzheimer - ¿Y si hubiese una cura? La historia de los cuerpos cetónicos

Enfermedad de Alzheimer – ¿Y si hubiese una cura? La historia de los cuerpos cetónicos

Pero más allá de estos beneficios -que podrían considerarse subjetivos- los beneficios clínicos están demostrados y siendo investigados activamente. Por ejemplo, las dietas cetogénicas han probado ser una inmejorable terapia en la epilepsia infantil, limitando o incluso eliminando por completo los brotes epilépticos en los pacientes que siguen esta dieta. Del mismo modo, se han producido muchos avances en el control y tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, siendo el más notorio el caso de la doctora Mary Newport, que ha conseguido revertir el Alzheimer en su propio marido a un estado anterior, menos agresivo, que le posibilita llevar una vida con cierta normalidad de nuevo. La doctora Newport explica en su libro Enfermedad de Alzheimer ¿Y si hubiese una cura? La historia de los cuerpos cetónicos como logró mejorar la salud de su marido, paciente de Alzheimer, con una dieta cetogénica que permitió que su cerebro pudiese volver a alimentarse con normalidad eliminando los carbohidratos de su dieta.

Otro beneficio de la dieta cetogénica es la ausencia de picos y fluctuaciones en la glucosa circulante en sangre. Al limitar severamente la ingesta de carbohidratos, la dietas cetogénicas impiden que se generen picos de glucosa en sangre, y por lo tanto regulan inmediatamente la secreción de insulina y por ende la resistencia a esta hormona. Esto se traduce en que enfermos de síndrome metabólico o incluso de diabetes tipo II se curan de su enfermedad en muy poco tiempo y sin utilizar fármacos. Hace poco una lectora relataba en un comentario que puede leerse al final del artículo Cocinar sin azúcar para adelgazar, como había dejado la metformina a las pocas semanas de seguir la Isodieta, una dieta eminentemente cetogénica. La metformina es un fármaco indicado en las personas que sufren de resistencia a la insulina, el inicio de la diabetes tipo II, y que habitualmente toman durante años antes de acabar siendo insulinodependientes.

Pero la lista de beneficios no acaba aquí. Las dietas cetogénicas se han mostrado eficaces para controlar la expansión de ciertas células cancerígenas que sólo pueden utilizar la glucosa para crecer y reproducirse. Limitando la cantidad de glucosa disponible para estas células es factible detener el crecimiento del cáncer o incluso reducir su tamaño. En la infección por ciertos hongos, como la cándida, las dietas cetogénicas se han mostrado igualmente efectivas por similares motivos.

Cerebro de Pan, del Dr. David Perlmutter

Cerebro de Pan, del Dr. David Perlmutter

Abordando de lleno el proceso digestivo, las dietas cetogénicas tienen dos efectos secundarios positivos en la salud gastrointestinal: Para empezar, al limitar el consumo de carbohidratos limitamos o incluso eliminamos el consumo de gluten. Como explica el Dr. David Perlmutter en su libro Cerebro de Pan, el 65% de  la población mundial es sensible al gluten con manifestaciones tales como ardores, gases o digestiones pesadas. La mayoría de las personas que sufrían estos síntomas -yo incluído- comprueban que desaparecen a los pocos días de seguir una dieta cetogénica. Lógicamente, los celíacos se benefician incluso en mayor medida de seguir una dieta que excluya por completo los cereales y sus derivados, especialmente los del trigo. En segundo lugar, incluso las personas que no tienen sensibilidad al gluten pero sufren de ardores y reflujo gastroesofágico pueden beneficiarse de una dieta cetogénica dado que la digestión de las grasas y las proteínas -contrariamente a lo que muchas personas creen- es mucho más liviana para las personas pese a ser más lentas para su organismo que la digestión de los carbohidratos.

En el aspecto psicológico, la dieta cetogénica, por su efecto positivo en el cerebro, está directamente asociada con la reducción del estrés y la mejoría en la memoria, tanto de las personas sanas como de los pacientes de Alzheimer. En otras enfermedades neuronales degenerativas, las dietas cetogénicas han demostrado utilidad en el control de los síntomas y como apoyo de otras terapias.

En definitiva, los beneficios de las dietas cetogénicas, las que limitan o eliminan el consumo de carbohidratos, son múltiples pese a que la información que circula nos puede equivocar afirmando precisamente lo contrario, algo que como hemos visto al principio viene derivado del error de confundir la cetosis con la cetoacidosis. La cetosis, si lo pensamos unos segundos, es un estado mucho más natural en el ser humano que la glucólisis dado que durante la mayor parte de nuestros dos millones y medio de años como homínidos, los alimentos que componían nuestra dieta eran las proteínas y las grasas y no ha sido hasta hace unos pocos miles de años que hemos introducido los cereales ricos en carbohidratos de manera inicial y unos pocos cientos de años que hemos introducido los carbohidratos refinados como el azúcar o la harina. Como es lógico, los problemas del hombre actual vienen derivados de los alimentos actuales y no de los alimentos milenarios.

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Comer pizza para adelgazar

Pizza sin carbohidratos

Pizza sin carbohidratos

El miércoles pasado publicaba en Facebook una foto de la pizza que me estaba preparando, usando la receta del libro Cocinar sin Carbohidratos, y de repente comencé a recibir una gran cantidad de mensajes con la misma pregunta: ¿se puede comer pizza para adelgazar?  La respuesta es que para adelgazar se puede comer cualquier cosa que tenga los valores nutricionales adecuados.

Lógicamente la pizza convencional, que lleva una masa hecha a base de harina refinada de trigo y una salsa de tomate con bastante azúcar, no es apropiada si pretendes adelgazar. Ahora bien, si eres capaz de preparar una pizza sin carbohidratos, ¿porqué no ibas a poder comer pizza para adelgazar? Lo importante no es la apariencia del plato, ni siquiera su nombre, sino su composición.

Según la receta que hemos incluido en la página 28 del libro, nuestra masa para pizza tiene 3 gramos de carbohidratos asimilables procedentes del orégano. Teniendo esto en mente, es viable preparar pizza sin carbohidratos y por lo tanto apropiada para adelgazar siguiendo el plan nutricional de la Isodieta. Si a esa masa le añadimos una salsa de tomate que sea baja en carbohidratos, queso (que no debe tener carbohidratos) y los ingredientes apropiados de nuestra elección, la conclusión es que a priori la pizza, preparada de este modo, es perfectamente compatible con nuestro deseo de adelgazar.

Ahora bien, no debemos olvidar que las proporciones de proteína y grasa son igualmente importantes si queremos adelgazar y una pizza, casi por definición, es una comida grasa. Lo que esto quiere decir es que no podemos pasarnos el día comiendo pizza porque estaremos comiendo más grasa de la que necesitamos. Tenemos grasa en la masa (aceite de oliva), grasa en la salsa de tomate (el aceite que usemos para freír el tomate), grasa en el queso y muy probablemente grasa en los ingredientes que le pongamos. Además, yo suelo ponerle un hilito de aceite de oliva por encima, o sea, más grasa.

Como ya hemos visto en varias ocasiones, si una de las comidas está desequilibrada en su relación entre proteínas y grasas no hay mayor problema. Lo que debemos intentar es que esto sea una excepción puntual y no una regla. Con esto quiero decir que si bien es razonable comer un día esta pizza y mantenernos dentro del plan nutricional, en cetosis y adelgazando, si nos pasamos el día entero comiendo pizza o cualquier plato similar, la grasa que estaremos quemando será la que estemos comiendo y no la que tenemos acumulada.

Masa para pizza sin carbohidratos

Masa para pizza sin carbohidratos

Las grasas, al igual que el resto de nutrientes que ingerimos, se asimilan y toman diversos caminos. Algunas grasas como los ácidos grasos de cadena media presentes por ejemplo en el aceite de coco se metabolizan directamente en energía. Otras grasas pueden ser descompuestas y convertidas a poca velocidad en glucosa. Lo que perseguimos cuando queremos adelgazar es que nuestro cuerpo utilice la grasa acumulada para generar glucosa en un proceso llamado gluconeogénesis, algo que explico con más detalle en el libro Adelgazar sin Milagros. Ahora bien, si resulta que ingerimos más grasa de la que necesitamos para nutrirnos, la gluconeogénesis tendrá lugar usando el excedente de grasas que ingerimos, y no las que tenemos acumuladas.

De este modo, es posible que no engordemos al comer más grasas de las que estrictamente necesitamos para nutrirnos, pero por el mismo motivo es bastante poco probable que adelgacemos. Por ello, el control de las cantidades de nutrientes que ingerimos es crucial y a la hora de preparar platos no solo debemos prestar atención a los ingredientes, sino que debemos ir un paso más allá y controlar las cantidades de estos ingredientes que ingerimos.

Si ya has leído el libro entonces ya sabes que cuando analizo dietas como la Dukan o la Atkins, uno de los problemas que veo es el nulo control sobre las cantidades que ambos planes proponen. Es probablemente el punto más flaco de ambos métodos y sin duda el punto más fuerte de la Isodieta, que postula cantidades concretas de nutrientes para cada persona en función de sus necesidades reales.

Esta semana, con la visita a Málaga de Jaime Brugos, el lanzamiento del libro Cocinar sin Carbohidratos, su presentación en El Corte Inglés y otra serie de cosas que tenía que hacer prácticamente no he pisado el gimnasio. Además, he comido en la calle con regularidad. Con mayor motivo, el control de las cantidades de nutrientes que he ingerido ha sido crucial para no coger un solo gramo pese al cambio que ha sufrido mi rutina semanal. Como empecé diciendo, incluso me permití tomar pizza el miércoles por la noche. Ni que decir tiene que la foto de la pizza, en la que ocupa toda la bandeja del horno, es de una pizza familiar y no individual, con 250 gramos de jamón, tres tipos de queso, unos tomates secos y 2 huevos… 🙂

Esta es la clave para adelgazar o mantenerse en un peso en el que uno esté a gusto: controlar los ingredientes y las cantidades y comer con regularidad. Si quieres adelgazar y mantenerte debes tener esto en cuenta todo el tiempo.

Adelgaza comiendo lo que te gusta

Adelgaza comiendo lo que te gusta

Adelgaza comiendo lo que te gusta

Cuando una persona quiere adelgazar, sus posibilidades de éxito están estrechamente ligadas a la capacidad que tiene esa persona para lograr comer alimentos que le gusten y además le sirvan para adelgazar. En este sentido, la Isodieta es sin duda el plan nutricional más adecuado para adelgazar. Al contrario que las dietas convencionales para adelgazar, la Isodieta lo que propone no es un plan de comidas rígido, sino educarnos acerca de los distintos alimentos y de los efectos que estos tienen en nuestro cuerpo. La Isodieta apuesta por dar el control de su alimentación a la persona que quiere adelgazar, explicando los conceptos que debe conocer y la forma en que debe comer, todo ello analizado desde un punto de vista científico.

Las dietas tradicionales para adelgazar no funcionan. Incluso cuando lo hacen, su resultado suele ser efímero. Esto se debe a que una vez que la persona se aburre de repetir siempre las mismas comidas vuelve a comer cualquier cosa que se le apetece sin pararse a pensar el efecto que ese alimento tendrá en su cuerpo. A mí me escriben muchas personas pidiéndome menús y planes semanales para adelgazar. Como explico en el libro Adelgazar sin Milagros, cada persona es un caso único con sus circunstancias y quien está mejor posicionado para diseñar un buen plan nutricional para adelgazar es precisamente la propia persona. Esto es debido a que nadie conoce los gustos de una persona como ella misma.

Uno de los secretos por los que la Isodieta funciona tan bien con tantísimas personas de diversas características es precisamente ese, que es la propia persona la que con las directrices maestras de la Isodieta diseña sus propios menús. De este modo, dos personas que quieran adelgazar pueden diseñar dos menús completamente distintos y aún así obtener los mismos resultados. Algunos, como yo, adoran la carne y adelgazan con menús en los que predomina esta. Otros deciden adelgazar incluyendo mucho pescado o muchos lácteos en su menú. Lo cierto, como explica el genial Jaime Brugos en su libro, es que lo importante no son las calorías ni el alimento, sino los valores nutricionales de dicho alimento. A efectos prácticos, si para adelgazar uno tiene que comer, por ejemplo, 15 gramos de proteína y 8 de grasa en cada comida, no hay mucha diferencia entre que esas proteínas provengan de carne de ternera, de pollo o de merluza. De este modo, tres personas que quisieran adelgazar y tuviesen gustos distintos podrían comer tres alimentos distintos sin que esto tuviese impacto alguno en su dieta.

Luego estamos los que adoramos la comida y usamos la fuerza de la Isodieta precisamente para adelgazar o mantenernos en nuestro peso sin renunciar a disfrutar de la comida. Somos precisamente los que más disfrutamos de este estilo de vida. Comemos una variedad increíble de alimentos y aún así logramos adelgazar y mantenernos en el peso deseado. Pero adelgazar no es el único beneficio que proporciona la Isodieta. Su impacto sobre la salud es inmediato y duradero. No me canso de repetir que llevo desde que empecé a comer así sin ponerme malo, ni una gripe, ni un resfriado serio: nada de nada. Esto, teniendo en cuenta que antes de alimentarme así me pasaba el día medicado tomando siete y hasta ocho medicinas distintas diarias, es todo un logro y un descubrimiento que jamás podré agradecer como merece a Jaime. Y además, me consta por los correos electrónicos que recibo, que ni soy la única persona a la que le ha ocurrido esto ni seré la última.

En definitiva, si te estás planteando adelgazar, debes huir de las dietas estructuradas con menús idénticos para todo el mundo. Ni todo el que quiere adelgazar tiene las mismas necesidades nutricionales, ni por supuesto tiene los mismos gustos. Para adelgazar, lo que necesitas no es que alguien te pase una dieta o unos menús, lo que tienes que hacer para adelgazar es entender como funciona tu cuerpo, qué necesidades tienes y aplicar esta información a la hora de diseñar tus propios menús adaptados a tus gustos. Sólo así lograrás mantenerte firme en tu propósito, seguir a rajatabla tu plan y lógicamente adelgazar.

Plan de choque para adelgazar

Mantén la calma y crea un plan para adelgazar

Mantén la calma y crea un plan para adelgazar

Ahora que hemos acabado definitivamente con los excesos de las fiestas, muchas personas ponen en marcha un plan de choque para adelgazar y perder esos kilos que se han ganado en navidad. Quiero recordar antes de nada, como explico en el libro, que es científicamente imposible ganar una cantidad sustancial de grasa en unos pocos días del mismo modo que es imposible perderla. El organismo sólo puede acumular o eliminar determinadas cantidades diarias -que no son muy grandes- pero una cosa es engordar y adelgazar, o sea, ganar y perder grasa, y otra muy distinta es ganar y perder peso.

Durante estas fiestas yo no he tomado dulces, entre otras cosas porque puestos a cometer algún exceso tengo otras preferencias. Admito que han caído algunas cervezas y copas de champagne y no he podido evitar comer pan, piquitos e incluso pizza algunos días. Bueno, sí lo he podido evitar pero básicamente no he querido. Las fiestas son para festejar. El caso es que ayer por la mañana, al pesarme, tenía 3,9Kg de más. Sí, ¡casi 4 kilos! Que no cunda el pánico, no es lo que parece. Mis pequeños excesos de algunos días de estas fiestas no son capaces de meterme en el cuerpo 4 kilos de grasa, pero desde luego sí de peso.

Ayer puse en marcha mi plan de choque para adelgazar y librarme de esos kilos adicionales. Mi plan es muy sencillo y funciona a la perfección. El primer día del plan, o sea ayer, fui ultra riguroso con las raciones que comía y evité por completo la sal para favorecer la expulsión de líquidos. Desde que me levanté hasta que me acosté comí 6 veces. 4 de esas comidas fueron batidos de Caseina, la quinta una tortilla francesa en un bar a media mañana y la sexta un snack de proteínas. La razón es doble. Por un lado, tuve un control absoluto sobre las cantidades de proteínas y grasas que ingerí y por otro lado evité realizar comidas que despertasen mi apetito o alimentos de los que me apeteciera comer más de lo indicado.

El resultado no se ha hecho esperar: esta mañana había perdido 2,7Kg de esos 3,9Kg de más, o sea, me había quitado de encima todo el agua que he acumulado en las fiestas. Por lo tanto, el resultado neto de estas fiestas, para mí, ha sido ganar 1,2 Kg de grasa y situar la báscula en 84,2. Para el domingo pretendo haber vuelto a los 83 en los que estaba. No parece un peaje demasiado duro (de miércoles a domingo) por mis pequeños flirteos con los carbohidratos durante las fiestas. Sin embargo, hoy continuo con mi plan de choque y pongo en marcha otras acciones que os cuento por si os queréis animar.

Hoy vuelvo a la normalidad en cuanto a las comidas que hago. Al levantarme a las 6 me he tomado mi batido de proteínas con aceite de coco virgen y hasta después del gimnasio no volveré a tomarme otro batido. El resto de comidas serán sólidas. Ayer fui al gimnasio un ratito al medio día. Nada serio: un poco de HIIT en una elíptica y luego 4 superseries de dominadas asistidas (espalda) y flexiones en suelo (pectorales/abdominales). Sólo pretendía sudar un poco y volver a moverme. Para hoy, sin embargo, tengo reservado un entrenamiento distinto. Hoy voy a comenzar a realizar entrenamiento Tabata al mediodía, por lo que tres días a la semana mi entrenamiento se limitará a 4 minutos al día. He encontrado otra persona en el gimnasio dispuesta a probar conmigo y hoy comenzaremos nuestra rutina haciendo 4 minutos de sentadillas al estilo Tabata. Después, una ducha y de vuelta a la oficina, a tomar un batido de proteína para proteger los castigados cuádriceps. Con esta medida persigo estimular la quema de grasa y la generación de tejido muscular nuevo.

Adicionalmente, el resto de días que entrene voy a limitarme a hacer HIIT, ya sea en una elíptica, con pesas o con ejercicios de suelo. El objetivo es reforzar el Tabata con ejercicios de alta intensidad a intervalos. En cuanto a la comida, voy a ser muy estricto en no saltarme ninguna. Mi objetivo es hacer seis comidas cada día de unos 25 gramos de proteína y 15 gramos de grasa cada una. Con esto busco favorecer el desarrollo muscular al tiempo que estimulo la quema de grasa con los ejercicios que acabo de describir.

En la parte de las restricciones, también voy a ser muy riguroso con los carbohidratos simples y refinados, evitando cualquier alimento que tenga un índice glucémico superior a 40 o un aporte mayor de 5 o 6 gramos de carbohidratos por cada 100 gramos de producto. De este modo, no solo lograré adelgazar un poco más, sino que también fortaleceré mi salud contribuyendo al mantenimiento óptimo de mi sistema inmunitario. Además de este plan de comidas y entrenamiento, seguiré tomando mis 2 cápsulas de mutlivitamínico- multimineral y mi dosis nocturna de colágeno con ácido hialurónico para todo el tejido conjuntivo.

Por último, os dejo este enlace a un reportaje en el que participo que se emitió ayer en España Directo de La 1 en el que hablamos acerca de adelgazar con salud, contando experiencias y alejando a las personas de las pastillas milagro y las dietas sin sentido. Si has leído el libro ya sabes que no se trata de comer poco, sino de comer bien.

 

Cómo Adelgazar en Navidad

Cómo adelgazar en Navidad

Cómo adelgazar en Navidad

Llegan las navidades y para los que quieren adelgazar estas fiestas pueden resultar todo un reto. Si llevas un tiempo adelgazando con tu plan nutricional y manteniéndote firme en el propósito de eliminar grasa, las navidades no tienen porqué significar que se invierta la tendencia y dejes de adelgazar o incluso engordes. Para lograr adelgazar en navidades es fundamental tener autocontrol, pero no es lo único que necesitarás si quieres seguir viendo como la grasa desaparece y el músculo crece en tu cuerpo.

Lo primero que tienes que entender es que no todo el mundo es consciente de tu necesidad y deseo de adelgazar. En las siguientes cinco o seis semanas todas las personas que te cruces van a tentarte a que pruebes todo tipo de alimentos, la mayoría de los cuales son básicamente incompatibles con tu deseo de adelgazar. Sin embargo, puedo proponerte algunas acciones para minimizar o incluso revertir por completo los efectos que las fiestas navideñas tienen en la mayoría de las personas y así logres adelgazar incluso en Navidad.

Lo primero que tienes que interiorizar es que es imposible adelgazar si comes azúcar, y todos los postres navideños tradicionales están cargados de azúcar. Si no te apasiona el dulce no tienes problema. Simplemente ignora todos los dulces y lograrás adelgazar incluso rodeado de estos pecados navideños. Si, por el contrario, te vuelve loco lo dulce, imagínate que fueses diabético y no pudieses tomar azúcar. Vete de compras al supermercado y cómprate unos cuantos dulces sin azúcar que puedas tomar en pequeñas dosis. ¿Van a permitirte estos dulces sin azúcar adelgazar? Pues depende del edulcorante. Lógicamente, no todos son iguales. Si puedes elegir porque encuentras variedad, yo compraría los que están hechos con eritritol. El eritritol es un polialcohol que no se absorbe por el sistema digestivo. Yo he hecho recientemente unas pruebas en casa tomando alimentos preparados con eritritol y, en efecto, no han tenido efecto alguno sobre mi glucemia. No todos los polialcoholes son aptos para adelgazar, por eso en el libro digo que se eviten igual que el azúcar. Pronto voy a publicar los resultados de varias pruebas que estoy llevando a cabo con diversos productos basados en el eritritol y en unas fibras vegetales no asimilables que pueden sustituir en ciertos casos a las harinas. Si quieres hacerte tus propios dulces con Eritritol, en la sección dónde comprar te he dejado enlaces a distintos tipos de este edulcorante.

Si superas el problema de los dulces, el resto es pan comido. Bueno, pan comido no, porque precisamente el segundo problema para adelgazar que debes enfrentar es el de las harinas y el pan en general. Como ya sabes a estas alturas, el pan y las harinas en general son alimentos que te impiden adelgazar, pero en navidad una gran cantidad de entradas y aperitivos tienen como base la harina o el pan, evitando que puedas adelgazar. Afortunadamente, la navidad suele estar condimentada de otros alimentos que son perfectamente válidos si quieres adelgazar sin pasar hambre. Algunos debes comerlos con moderación, como el paté o los embutidos -siempre que sean de calidad- y con otros podrás tener más permisividad, como los mariscos y los pescados en general, que te permiten comer grandes cantidades sin que eviten que puedas adelgazar, dado que su contenido en carbohidratos es nulo y el elemento más abundante en su composición es el agua.

La bebida en las fiestas navideñas puede resultar otro escollo si quieres adelgazar. El caso es que una copa de vino o de cava un día puntual no van a evitar que puedas adelgazar, pero una cosa es una copa y otra cosa es la Navidad, ¿verdad?. Para minimizar el riesgo de cortar la cetosis y por tanto dejar de adelgazar, lo que te aconsejo es que te acostumbres a los refrescos zero o, mejor aún, al agua con gas.  Reserva esa copa de vino o de cava para el final de la comida o para el brindis que propongan. Si has tomado unos cuantos refrescos o aguas con gas durante el aperitivo, eso que llevas ganado cuando llegue el momento de la copa de vino o cava que realmente no puedes rechazar.

No subestimes el poder de la carne. La carne es saciante y es preferible comer más carne de la cuenta que tomarte un plato de patatas con un poco de carne. El exceso de carne, casi con toda seguridad, no te hará engordar. Acompañar la carne con patatas, por su parte, sí que lo hará. Lo mismo se aplica a las aves y al pescado. Cuando te sirvan, evita las patatas y las hortalizas en general como acompañamiento. Mejor decántate por ensaladas como acompañamiento de tus platos o simplemente evita los acompañamientos.

Por último, ojo con las cremas y las sopas. A grosso modo, te diría que las sopas claras tipo consomé no evitarán que puedas comer bien y adelgazar. Sin embargo, las cremas de verdura y otras cremas espesas suelen llevar una cantidad más que considerable de carbohidratos -incluso harinas refinadas- y por tanto evitarán que puedas adelgazar en estas fiestas. Por supuesto, los trocitos de pan tostado en el consomé o en la crema no son una opción si buscas adelgazar.

En definitiva, lo que quiero transmitir es que si uno se lo plantea seriamente, no es imposible adelgazar incluso durante las fiestas navideñas. Lógicamente, el ritmo de pérdida de grasa no será el mismo, porque comemos más durante estas fiestas, pero aún así es posible salir, comer y adelgazar en navidad. Necesitas concienciarte, tener las ideas claras y ser fuerte ante la tentación, algo que resulta mucho más sencillo si has preparado ciertas alternativas como los dulces sin azúcar, los refrescos zero, los entrantes adecuados o cualquier cosa que se te ocurra que te permita adelgazar estas navidades sin morirte de hambre… ni de envidia :).

 

El problema de las gordiflacas

Personas gordiflacas, con exceso de grasa

Grasa acumulada en una persona gordiflaca

Son ya muchas las ocasiones en las que he comentado que lo importante a la hora de adelgazar no es el peso sino la composición corporal. Hay casos en los que resulta obvio que es necesario adelgazar porque el exceso de grasa es claro y notorio en una persona, pero el problema real que tenemos como sociedad es que existe una cantidad creciente de personas que, sin estar aparentemente gordas, necesitan adelgazar. Necesitan adelgazar -recuerdo a todo el mundo- porque adelgazar significa perder grasa y no necesariamente perder peso. Y estas personas, en la mayoría de las ocasiones, no son conscientes de que tienen un problema de salud oculto bajo su figura mas o menos estilizada. Mientras que para la persona visiblemente obesa el problema salta a la vista y la necesidad de adelgazar surge del mero hecho de mirarse cada día en el espejo, una persona aparentemente delgada tiene muchos más problemas para detectar la necesidad de adelgazar. Para identificar a este tipo de personas se ha acuñado recientemente un término: personas gordiflacas.

Lo que el término indica es que una persona que, aparentemente está flaca, en realidad necesita adelgazar, o sea, eliminar parte de la grasa que tiene acumulada en su cuerpo, y generar más masa muscular. En las magníficas charlas magistrales que ha impartido Jaime Brugos al respecto de su Isodieta, ha repetido hasta la saciedad  la importancia de tener una buena masa muscular para disfrutar de una salud envidiable como la suya a sus 75 años. El caso es que muchas personas confunden tener una buena masa muscular con tener una musculatura hipertrofiada, y aunque ambas cosas son compatibles, lo primero es relativamente sencillo de conseguir y lo segundo es realmente complicado y requiere muchas horas de esfuerzo y entrenamiento.

Las personas gordiflacas no están aparentemente gordas, de modo que nadie sospecharía que tienen que adelgazar, sin embargo, el porcentaje de grasa corporal que tienen es alto, incluso si la cantidad de grasa que tienen no es mucha. Pongamos un ejemplo. Una mujer de 165cm de altura y 60Kg de peso tiene un índice de masa corporal de 22, o sea, está catalogada por la OMS como normal. Sin embargo, en mi experiencia, muchas de las mujeres que presentan índices de masa corporal aparentemente normales, tienen un exceso de grasa acumulada y una baja masa muscular. A todas luces, necesitan adelgazar y generar masa muscular.

Cuando son muy jóvenes, por debajo de los 30 años, este exceso de grasa es visualmente difícil de identificar y es necesario utilizar un analizador de masa corporal para localizarlo o acudir a un especialista para que evalúe la condición física. Sin embargo, conforme los años avanzan, la aparición de celulitis -especialmente en mujeres-, de tejidos flácidos, y la deformación de ciertas partes del cuerpo, suelen ser la referencia visual para sospechar que una persona puede ser gordiflaca.

Las personas gordiflacas, con porcentajes de grasa corporal superiores al músculo esquelético, tienen que adelgazar porque están expuestas exactamente al mismo tipo de problemas que las personas visualmente obesas. Lógicamente, además de adelgazar es necesario practicar un poco de deporte para estimular el crecimiento muscular porque, lo último que queremos es que una persona esté por debajo de un peso razonable. O sea, no se trata sólo de adelgazar, de perder grasa, sino que además es muy importante generar masa muscular, músculo esquelético. Esto, que nadie se equivoque, no quiere decir que sea necesario tener una musculatura muy marcada ni hipertrofiada. Al contrario, lo que estas personas deben tratar de conseguir es mantener una figura similar a la que tienen -si es que su figura es adecuada- pero sustituyendo la grasa por músculo. Con eso, además de mejorar su salud, mejorarán su apariencia dado que sus tejidos tendrán más firmeza, su piel lucirá más tersa y, en el interior, su metabolismo funcionará mucho mejor.

Para adelgazar, estas personas gordiflacas no tienen que seguir las mismas pautas nutricionales que los obesos. Deben consumir más proteínas y más grasas por cada kilo de masa corporal, pero deben adelgazar igualmente evitando ingerir carbohidratos, especialmente los simples y refinados. La Isodieta, que no me cansaré de repetirlo, es un plan nutricional que está diseñado no solo para adelgazar si se tiene una evidente obesidad, sino para mejorar en general la salud y, los gordiflacos como es lógico, también están previstos en la Isodieta. Si crees que puedes ser gordiflaco no dudes en informarte acerca de cómo la Isodieta puede ayudarte a eliminar grasa y generar masa muscular, o sea, ayudarte a adelgazar aunque aparentemente no lo necesites.

Productos útiles para Adelgazar

Productos para adelgazarEl motivo principal que me llevó a escribir el libro Adelgazar sin Milagros no fue otro que el de difundir la idea de que para adelgazar no hay que recurrir a métodos milagrosos, sino que basta con leer y entender la ciencia que habla de nuestra nutrición. No existen productos milagrosos para adelgazar que funcionen, o todos seríamos modelos de pasarela. No existen pastillas milagrosas para adelgazar que funcionen, porque si existieran todos las tomaríamos. No existen extraños tés, raíces ni plantas asiáticas recién descubiertas que nos hagan adelgazar milagrosamente. Todo eso -y muchas cosas más que venden por ahí para adelgazar- son productos milagro. Créame, si existiese un producto realmente milagroso para adelgazar, ya lo vendería Bayer, Pfizer o cualquier otro gigante farmacéutico. En el libro explico que para adelgazar, lo único que hay que hacer es aplicar la lógica y el sentido común, sin pasar hambre y sin realizar esfuerzos físicos sobrehumanos. Así perdí yo 35 kilos en 4 meses y así los puede perder usted.

Sin embargo, tengo que admitir que ahora están apareciendo una serie de productos que son complementos útiles cuando seguimos un plan nutricional para adelgazar. Quiero decir, antes de nada, que como explico en el libro con detalle, adelgazar es un proceso que requiere trazarse un plan nutricional concreto y seguirlo a rajatabla. No es posible hacerlo unos cuantos días y saltárselo otros, porque ya dejo claro en el libro que el proceso de quema de grasa acumulada que hace que adelgacemos no es algo que se pueda encender y apagar de manera inmediata a voluntad. Sin embargo, soy consciente y comparto que además de no pasar hambre, es fundamental seguir una dieta variada para no aburrirse de la rutina nutricional autoimpuesta para adelgazar, incluso si como en el caso de esta, ofrece resultados desde el primer día.

Otro tema peliagudo es el de realizar muchas comidas al día. Como explico con detalle en el libro, esta es una de las claves para perder peso rápido. Lo que ocurre es que puede llegar a resultar cansino hacer seis o siete comidas al día todos los días. Aquí es dónde los batidos juegan un papel súper importante. Elegir una buena proteína de calidad es sinónimo de perder peso rápidamente. Hay algunas proteínas en el mercado que llevan una cantidad tremenda de carbohidratos o que, incluso sin llevarlos, por su bajo peso molecular son de absorción muy rápida, algo que está reñido directamente con adelgazar. Lógicamente, el aceite que usemos en el batido también será determinante. No me cansaré de repetir que es primordial usar un buen aceite de oliva virgen y/o un buen aceite de coco virgen. Algunas personas me argumentan el coste del Casein Pro, una proteína de altísima calidad, pero la mayoría de las personas toma batidos con aproximadamente 15 gramos de proteína, por lo que con un bote de 1 Kg pueden tomar hasta 66 batidos, y como el bote cuesta unos 50€, eso quiere decir que cada batido -que sustituye a una comida- cuesta 75 céntimos de euro más lo que cueste el poco aceite y fibra que le pongamos, algo que seguramente llevará el coste final por batido al entorno de 1€ por comida. ¿Hay forma de comer nutrientes de calidad por debajo de ese precio? Lo dudo.

Afortunadamente, algunos fabricantes de alimentos están creando alternativas perfectamente válidas para nuestro plan nutricional. De este modo, tenemos pastas sin carbohidratos, que nos permiten disfrutar de un plato de pasta sin producir una respuesta glucémica que nos impida adelgazar. Tenemos postres sin carbohidratos que nos permiten darnos un lujo de vez en cuando o incluso usarlos como snacks que nos ayudan a adelgazar comiendo entre horas. También existen alimentos bajos en carbohidratos y que además son de asimilación lenta que podemos usar en pequeñas cantidades de manera eventual para satisfacer un deseo sin dejar de adelgazar, como bombones, flanes y natillas. La gama es muy completa y crece cada día. En estos días estoy probando unos panes sin carbohidratos para hacer en casa y pronto recibiré unas muestras de otros que vienen ya precocidos, sólo para darles un calentón en el horno antes de servir. No creo que estos productos sean -todavía- para usarlos a diario, pero desde luego nos permiten tener una dieta mucho más variada que cuando yo hice este programa.

Pero para adelgazar, considero que tan importante es tener una buena rutina nutricional como hacer un buen seguimiento del proceso. Para este seguimiento, ya he dicho en otras ocasiones, que es fundamental conocer nuestra composición corporal, ya sea utilizando un medidor de masa corporal, realizando mediciones manuales con una cinta métrica o un adipómetro, o realizando ambas cosas a la vez. Como explico en el libro, adelgazar no significa necesariamente perder peso, sino perder grasa, y además del peso es necesario medir lo que está ocurriendo en nuestro cuerpo de otro modo. También es importante medir, sobre todo los primeros 15-20 días, si estamos o no en cetosis y para ello es muy útil contar con unas tiras reactivas que ahora empiezan a estar disponibles incluso en farmacias.

Por último, no hay que olvidar que los suplementos nutricionales adecuados son muy interesantes. Para mí, es fundamental un multivitamínico-multimineral, incluso para los niños, y un suplemento de colágeno si uno está llegando o -como yo- ya ha pasado la barrera de los 40 años. Esto es algo que considero debemos tomar queramos adelgazar o no. Es un tema de salud. Yo sigo sin ponerme enfermo, ni siquiera un mal resfriado, desde principios de 2011. Por algo será…

He realizado una lista exhaustiva de cosas que pueden ser de utilidad y prometo ir ampliándola conforme vaya probando y evaluando productos y la he puesto en esta sección de la web para quien la quiera consultar. De todos modos, como he hecho en el pasado, si alguien quiere preguntarme por algún producto concreto, si resulta interesante para todos y lo puedo localizar, estaré encantado de probarlo y evaluarlo y escribir lo que opino de él.

Cómo Adelgazar Rápido de forma segura

Adelgazar Rápido es sano

Adelgazar Rápido es sano

Cuando alguien quiere adelgazar, una de las cantinelas frecuentes que escucha es que no debe tratar de adelgazar rápido. Para los que ya hayan leído mi libro, creo que dejo bien claro que lo realmente peligroso no es adelgazar rápido, sino tardar en adelgazar o, peor aún, no adelgazar por tratar de hacerlo pausadamente. Adelgazar no es lo mismo que perder peso. Se puede perder mucho peso sin adelgazar, y se puede adelgazar sin perder mucho peso. Adelgazar es eliminar la grasa acumulada en el cuerpo, y por ello no hay ningún peligro en adelgazar rápidamente, sino más bien todo lo contrario. Pero no quiero convertir este artículo en un acto de fe para los lectores. Vamos a examinar la más reciente evidencia científica para descubrir si adelgazar rápido es seguro, como explico en el libro, o no lo es, como repiten muchos médicos y algunos nutricionistas despistados.

El prestigioso portal ScienceDaily.com acaba de hacerse eco de un estudio publicado en The Lancet el pasado 15 de Octubre en el que se analizaba comparativamente las ventajas de adelgazar rápido frente a adelgazar a un ritmo más moderado. Contrariamente a las recomendaciones habituales, el estudio concluye que adelgazar despacio no reduce la cantidad ni velocidad del peso que se puede volver a ganar al abandonar una dieta concreta, el famoso efecto rebote, cuando se lo compara con los resultados obtenidos al adelgazar rápidamente.

Este estudio, llevado a cabo en Australia por profesores de medicina de la Universidad de Melbourne y el departamento de pérdida de peso del hospital Austin Health, se llevó a cabo para determinar si adelgazar a un ritmo pausado -la recomendación habitual- tenía efectos positivos a largo plazo sobre la cantidad de grasa eliminada al compararse con los efectos que tiene en las personas adelgazar rápidamente.

En el estudio, se utilizaron 200 pacientes con índices de masa corporal entre 30 y 45 (Obesos tipo I, II y III) que fueron asignados aleatoriamente a un grupo para seguir un programa para adelgazar rápido en 12 semanas (como el que yo mismo promuevo en el libro) o por el contrario a un grupo para llevar una dieta que les hiciese adelgazar gradualmente en el transcurso de 36 semanas. Al final de cada programa para adelgazar, los participantes que habían logrado perder más del 12,5% de su peso total se sometieron a una dieta de mantenimiento durante tres años para poder observarse los efectos posteriores a largo plazo del tratamiento.

Los resultados fueron demoledores: los participantes que estaban en el grupo para adelgazar rápido que consiguieron alcanzar la cifra de al menos el 12,5% de reducción de su peso fueron muchos más (81% del total) que los que estaban en el grupo de adelgazamiento gradual (50%). Esto nos indica que si quieres adelgazar, tus posibilidades de éxito haciéndolo de manera rápida son más del 50% mayores que si lo intentas hacer lentamente.

Los investigadores descubrieron además que la velocidad a la que las personas adelgazan no afecta el ritmo al que pueden volver a ganar peso, el tan temido y cacareado efecto rebote. De modo que el mito que dice que si uno adelgaza rápidamente sufrirá un efecto rebote queda científicamente fulminado. Como he dicho en muchas ocasiones, el efecto rebote no tiene nada que ver con la velocidad a la que se pierde peso, sino con el tipo de tejido que se pierde. Si uno pierde grasa, o sea, adelgaza, no puede sufrir ningún problema de salud, pues está eliminando reservas energéticas y no tejido estructural. Por el contrario, los que creen que adelgazan pero en realidad están perdiendo peso a base de eliminar su tejido muscular, la estructura de su cuerpo, si que están jugando con fuego, pues al debilitar su estructura irremediablemente debilitan su salud. Pero eso lo discutiremos con más detalle en otro artículo próximamente cuando escriba sobre los efectos nocivos que puede tener a llegar en el organismo adelgazar a base de realizar un exceso de ejercicio físico.

Volviendo a este interesante estudio, quiero añadir que ya ha sido comentado por otros investigadores del Centro de Investigación Pennington Biomedical en Baton Rouge, Estados Unidos, afirmando que en efecto los médicos y nutricionistas deben seguir la tendencia de recomendar planes para adelgazar rápido, independientemente del tipo de plan que propongan, dado que con los datos en la mano, la mayor tasa de éxito se conseguirá si se hace que las personas adelgacen rápidamente, lo que además no está reñido -sino todo lo contrario- con adelgazar saludablemente.

Los motivos por los que yo promuevo en mi libro que las personas adelgacen rápido son similares a los observados por los investigadores que han llevado a cabo este estudio. No solo eso, sino que además, como dicen los investigadores Norteamericanos en sus comentarios, el factor psicológico es fundamental para logar un objetivo y en este sentido, perder peso como yo lo hice (35 kilos en 4 meses) es tan rápido que no te da tiempo a pensar si merece la pena o no. Ahora, casi cuatro años después, sigo modificando mi cuerpo, generando más masa muscular y promoviendo mi salud, pero el grueso de la grasa, ese me lo quité de encima rápido.

Comer variado para adelgazar

Sushi elaborado con falso arroz Slim Pasta

Sushi elaborado con falso arroz Slim Pasta

Una de las claves para poder adelgazar fácilmente y lograr eliminar la grasa de manera eficaz es mantener una alimentación variada. Desafortunadamente, una alimentación variada no consiste en lo que muchas personas promulgan, que es hincharse de carbohidratos, comer algo de proteína y muy poca grasa. Para adelgazar, yo concibo la variedad en la alimentación como una gama completa de sabores, texturas y aromas que podemos incorporar en nuestra dieta mientras vamos eliminando la grasa que tenemos acumulada. En este sentido, puedo afirmar con satisfacción que las cosas son ahora más sencillas que cuando yo me inicié en este mundo hace ya casi cuatro años.

A principios de 2011, cuando me propuse adelgazar de manera definitiva para recuperar mi salud, la cantidad de alimentos bajos en carbohidratos que existían en el mercado era realmente baja. Ni que decir tiene que no existían panes, postres ni pastas bajas en carbohidratos. Para adelgazar, lo que tuve que hacer es básicamente eliminar este tipo de alimentos de mi dieta y eso, admitámoslo, hace la dieta monótona. Tampoco es que ahora me pase la vida comiendo pastas, postres o panes sin carbohidratos, pero desde luego los tengo como fondo de despensa y los tomo ocasionalmente cuando me apetece.

Creo que esa es una de las claves para ser fiel a un plan nutricional diseñado para adelgazar o para mantenerse en forma. Las personas que empiezan a adelgazar ahora y me escriben tienen exactamente las mismas inquietudes que tuve yo cuando comencé, pero la diferencia es que ellos pueden comenzar, desde un principio, añadiendo toda suerte de alimentos diseñados para ayudarles a mantenerse firmes en su batalla contra la grasa y que les permiten adelgazar sin renunciar a ciertos sabores, texturas o aromas.

Si la paulatina aparición de estos productos en estos años ha sido constante hasta ahora, tengo la impresión de que estamos viviendo un despertar por parte de una buena parte de fabricantes que van sacando más y más productos al mercado. Durante las próximas semanas voy a ir probando una serie de productos para poder contaros tanto mis sensaciones como la respuesta que tiene mi cuerpo a su ingesta. Para ello, he comprado 200 tiras reactivas para medir la glucosa en sangre. Lo que voy a hacer, además de probar los productos y evaluar su sabor, textura y calidad en general, es analizar a tiempo real el efecto que tienen en la glucemia y por tanto en la insulina. Básicamente, voy a comprobar si lo que dicen los fabricantes es cierto y os lo voy a contar.

Los primeros productos que considero aptos para adelgazar siguiendo la Isodieta y que me acaban de llegar para probar son los nuevos postres proteícos CeroZero de Clarou, con sabores tan atrayentes como Tiramisú, Galletas María, Mango y Coco. De momento he probado el de Tiramisú y el de Galletas María. El sabor de ambos está bien conseguido, especialmente el de Galletas María. Ahora bien, debo advertir que la textura no es bizcochosa como cabría esperar de postres de este tipo que llevasen bizcocho o galleta. A mí no me desagrada la textura que tienen, a medio camino entre las natillas y una gelatina muy suave, pero es probable que no todo el mundo disfrute de ese tipo de textura, como de papilla.

Estoy pendiente de recibir para probar panes sin carbohidratos, bizcochos, sustitutos granulados del azúcar con índice glucémico cero, postres de chocolate y otra serie de productos de los que iré hablando en sucesivos artículos. De momento, me quedo con la idea de que es posible adelgazar a buen ritmo introduciendo este tipo de alimentos en la dieta. Lógicamente, no creo que si quieres adelgazar lo idóneo sea que tengas siempre sabores dulces en la boca, pero es importante permitirse algún capricho de vez en cuando y si el capricho -como en este caso- no tiene carbohidratos, pues mejor que mejor.

Anoche cené falso sushi que hice con el falso arroz de Slim Pasta. Es una alternativa rápida al falso sushi que suelo preparar con Coliflor, que lleva más preparación y es más complejo de elaborar. Me gusta más la textura que aporta la coliflor, que es básicamente la misma del arroz cocido, pero para tratarse de algo que hice en un rato creo que el resultado fue excepcional. Ni que decir tiene que dado que el falso arroz de Slim Pasta no contiene ni proteínas, ni grasas, ni carbohidratos, todos los elementos nutritivos procedían del pescado. Anoche yo utilicé pez limón, atún, ventresca de atún y salmón, y por tanto los valores nutritivos de lo que comí fueron excepcionales.

Pero no te quedes con la idea de que necesitas comer sushi para adelgazar. Lo que quiero que veas es que puedes comer cualquier cosa que te apetezca -como a mí me apeteció el sushi anoche- y aún así adelgazar y mantenerte bien nutrido. Simplemente tienes que escoger los alimentos que te permitan adelgazar al tiempo que preparas tus recetas favoritas, sean estas cuales sean. Al ritmo que está yendo todo esto, muy pronto tendremos alternativas razonables para cualquier cosa que se nos ocurra y que nos permitan adelgazar y recuperar la salud.

El reto de adelgazar

Portada del libro Adelgazar sin Milagros

Portada del libro Adelgazar sin Milagros

Se ha cumplido algo más de un año desde la publicación del libro Adelgazar sin Milagros y la experiencia ha sido muy enriquecedora. Muchas personas han logrado adelgazar y muchas otras han recuperado su salud y abandonado toda suerte de medicinas que tomaban antes de empezar. Estoy sumamente contento de que mi ejemplo esté ayudando a tantas personas a volver a sentirse bien. Pero esto no acaba más que empezar y los nuevos retos que voy a proponer para llegar y ayudar a más personas son todavía más impresionantes.

Hace tiempo que no introducimos nuevos testimonios en la entrada sobre testimonios de lectores que han conseguido adelgazar. El caso es que cada semana recibo correos electrónicos de agradecimiento pero el trabajo me desborda y no puedo incluirlos todos porque la entrada se volvería monstruosamente grande. La mayoría de lectores que me escriben son de España, pero me sorprende la cantidad de correos que estoy recibiendo últimamente del otro lado del Atlántico, tanto de los países de América Latina como de Estados Unidos y Canadá, donde muchas personas han logrado adelgazar o están activamente adelgazando en estos momentos tras leer el libro.

Jaime Brugos está decidido a llevar su Isodieta a todos los rincones del mundo para ayudar a la gente a adelgazar y recuperar su salud, y yo estoy decidido a ayudarle en lo que humildemente pueda, pues como relato en el libro esto me ha cambiado la vida y tiene el potencial para cambiársela a cualquiera que lo necesite. Los libros están publicados y disponibles por una gran cantidad de vías, de modo que lo siguiente tiene que ser convencer a los escépticos y para ello, nada mejor que demostrar el movimiento andando, bueno, en este caso, adelgazando. Así que ahí va el anuncio oficial:

Vamos a abrir en breve un «casting» para personas que necesiten y quieran adelgazar una cantidad realmente importante de kilos y, de entre todas las candidaturas, vamos a escoger a una persona y la vamos a enfrentar al reto de adelgazar siguiendo lo que explico en el libro en general y la Isodieta en particular. Pero no se trata sólo del reto de adelgazar, sino que lo vamos a hacer en directo, grabando todo y emitiendo videos periódicos en los que se vea no sólo su progreso, sino también su vida diaria: qué alimentos compra, cuando come, qué come… El reto es que esta persona consiga adelgazar todo lo que necesita sin recurrir a pastillas, cirugías ni otros métodos artificiales. No la vamos a subir a una máquina para que corra varias horas al día. Lo haremos únicamente modificando su alimentación para que adelgace perdiendo grasa y sin que su masa muscular se vea afectada, tonificando y reforzando con un poco de deporte para que la piel y los músculos recuperen su forma natural.

El reto de adelgazar, para quien nos quiera seguir, estará pronto disponible como video-blog y cualquiera que lo desee podrá presentar su candidatura. Avisaré por este mismo medio con tiempo para que todo el que quiera se pueda presentar. Por motivos meramente logísticos, solo podremos elegir a una persona, pero todos los demás estarán invitados a unirse al reto y lograr los mismos efectos, incluso subiendo sus propios videos de sus progresos. De este modo, lo que pretendo es que el reto de adelgazar en directo no lo ejecute una sola persona, sino que cualquiera que quiera se una y comparta a tiempo real su experiencia.

Estoy tan convencido de que cualquiera que se lo proponga lo puede conseguir, que pretendo demostrarlo con videos a tiempo real, tanto de la persona que seleccionemos en el casting como con cualquiera que quiera participar desde casa. El único requisito será, como es lógico, seguir fielmente las indicaciones y motivaciones del libro. Solo con eso -y esto lo he visto hasta la saciedad en este año que ha transcurrido- es suficiente para lograr adelgazar de manera sana, rápida y permanente.