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Reseteo – Primer Capítulo del libro «¿Y ahora qué?»

Carlos Abehsera

Tal y como os prometí en el último artículo, hoy os traigo el primer capítulo del libro «¿Y ahora qué? – Manual para la vida después de adelgazar». Ni el título ni el contenido es 100% definitivo porque estoy trabajando todavía en ello, pero creo que os dará una buena idea de por dónde van los tiros. ¡Espero que os guste!

 

¿Y ahora qué?

Manual para la vida después de adelgazar

Capítulo 1: Reseteo  

Probablemente han pasado unos meses o incluso años desde que decidió dar un giro a su vida cambiando radicalmente la forma en que se alimentaba y estoy seguro de que los consejos que siguió hasta llegar a este punto le han producido una cascada de beneficios, tanto a nivel físico como emocional. Sin embargo, una pregunta ronda probablemente su cabeza en estos momentos: ¿Tengo que mantener este tipo de dieta restrictiva y estas costumbres durante el resto de mi vida para mantenerme en este estado de forma? La respuesta, afortunadamente, es un rotundo no.

Sin embargo, no lancemos las campanas al vuelo ni nos apresuremos a comprar un kilo de azúcar de camino a casa para nuestro próximo café. Que podamos adaptar nuestra dieta y nuestras costumbres a nuestro nuevo estado físico no quiere decir que tiremos por tierra todo lo que hemos aprendido hasta ahora. Probablemente recuerde de mi libro Adelgazar sin Milagros que le expliqué que es imposible -genéricamente hablando- perder más de 250 gramos de grasa en un día y del mismo modo es imposible ganarlo. Pues bien, menospreciar esta cantidad de grasa es el mayor error que una persona puede cometer llegado a este estado. En efecto, 250 gramos de grasa no parecen una cantidad significativa que deba preocuparnos, pero si en lugar de hablar de la cantidad que se puede perder o ganar en un día hablamos de meses, fácilmente podemos encontrarnos con pérdidas de hasta 8kg de grasa y, por supuesto, ganancias similares en el transcurso de los 30 días que tiene un mes.

Digo que esto es un problema porque podemos caer en la tentación del exceso un día y, si ese exceso además ha estado acompañado de alcohol, es probable incluso que nuestro peso no varíe, dándonos la falsa apariencia de que después de haber perdido el peso que nos sobraba podemos volver a comer y beber como queramos, craso error. Permítame que le explique cómo es posible que un exceso alimenticio vaya acompañado de una pérdida de peso momentánea y nos induzca al error de apreciación.

Como sabe, al ingerir alcohol nos deshidratamos, perdemos líquido en exceso y por consiguiente nuestro peso baja… pero sólo de manera momentánea hasta que al día siguiente recuperamos el líquido a través de los alimentos y las bebidas que ingerimos. Muchas personas me han dicho que no entienden cómo es posible que la noche anterior se hayan hinchado de comer y de beber y a la mañana siguiente pesen menos. El motivo no es otro que la deshidratación. Recuerde que el agua es responsable de al menos el 60% de la masa de su cuerpo y por lo tanto es el factor que más contribuye al cambio de peso corporal.

Pues bien, estas mismas personas que han bebido y comido en exceso y no aprecian ganancia de peso en la báscula al día siguiente caen a menudo en el error de pensar que como ese exceso puntual no les produjo un cambio significativo de peso al medirlo por la mañana, pueden cometerlo cada vez que quieran sin riesgo alguno de volver a engordar, ¡y nada más lejos de la realidad! Al igual que es posible perder grasa y ganar masa muscular sin que el peso corporal varíe significativamente, es igual de posible ganar grasa sin subir o incluso bajando de peso -hablando siempre de manera puntual y a corto plazo- si consumimos alcohol u otras sustancias que nos deshidraten momentáneamente.

Lo que no debemos perder de vista jamás es que los excesos se pagan siempre, y que el peaje a pagar consiste en esos 250 gramos de grasa diaria que podemos acumular. Pero no caigamos en la tentación de pensar que como se trata sólo de 250 gramos, estos no tienen importancia. Muy al contrario, se da la circunstancia de que para ganar grasa solo hay que excederse comiendo alimentos que tienden a generar grasa mientras que para perderla, la cosa es algo más compleja dado que antes se deben agotar las reservas de glucógeno que, como recordará, pueden durar hasta dos o tres días. Dicho de otro modo, el exceso siempre provoca acumulación de grasa desde el primer minuto y la dieta sólo es efectiva para reducir grasa a partir del segundo o tercer día después del exceso. O sea, un exceso se puede recuperar en unos 3 o 4 días. Dos excesos no son, normalmente, recuperables en una semana. Imagine lo que ocurre en realidad con la acumulación de grasa cuando extrapolamos a meses repletos de excesos las cantidades que hemos venido manejando de manera diaria.

A nivel psicológico el tema es aún más complicado. Las personas tenemos una tendencia natural a posponer aquellas acciones que no nos agradan. Unas de las cosas que aprendí cuando leí El Ciclo de la Duplicación, de Todd Smith, es que para ser efectivos en la vida siempre tenemos que hacer primero aquellas cosas que nos desagradan y, si es posible, comenzar a hacerlas de inmediato en cuanto sintamos que no tenemos ganas de hacerlas. Si hacemos primero lo que nos gusta siempre acabaremos pensando que lo que no nos gusta lo haremos mañana, el próximo lunes, la semana que viene, el día uno del mes próximo o quizás el día de año nuevo como parte de nuestros nuevos propósitos. ¿Pero cual es la realidad? Que cuanto más lo posponemos menos probable es que lo hagamos.

Sin embargo, si vencemos esa tendencia y logramos anteponer aquello que nos desagrada y hacerlo cuanto antes, las ventajas son inmensas a nivel de crecimiento personal. No hay duda de que nos sentiremos mejor al terminar una tarea que no nos apetecía hacer y por ello, cuando abordemos otras situaciones que nos agraden más, lo haremos con la conciencia de haber solucionado antes aquello que no nos apetecía hacer, lo que nos produce un doble placer.

Le explico esto para ponerle en antecedentes de que nuestra tendencia natural, después de un exceso, es cometer otro, porque a fin de cuentas nos parece mucho más agradable salir a comer y beber con nuestros amigos que quedarnos en casa tomándonos un batido de proteínas para cuidar la línea después de ir al gimnasio. Y una vez cometido un exceso y pospuesta la vía sana, tendemos a empezar la dieta de nuevo el lunes que viene, la próxima semana, el día uno del mes siguiente o el día de año nuevo, como le dije antes. Ante todo, debemos evitar poner fecha a la solución de lo que acaba de ocurrir. Si acaba de ocurrir y nos acabamos de exceder, es preciso arreglarlo en el momento y no posponerlo.

Piense por un momento en su edad. Si se parece en algo a mí, rondará o habrá pasado ya, incluso con holgura, los 40 años de edad. En mi caso, cuando decidí cambiar mi alimentación de manera radical en 2011 tenía 38 años. Llevaba entonces 38 años comiendo de un modo, haciendo dietas inútiles y acumulando grasa y problemas de salud. Sin embargo, tras perder más de un kilo el primer día de cambio de alimentación y otro tanto el siguiente, mi cabeza se reseteo por completo. Entonces no sabía que esos dos kilos eran, casi al completo, líquido retenido en exceso, pero me sentó bien ver que la báscula pasaba de 113 a 111 en un par de días y que al cabo de sólo 30 días había perdido 10 kilos de peso, la mitad de ellos de grasa.

¿Cómo pude mantenerme entonces firme en el plan durante los meses siguientes hasta perder 35 kilos? Porque estaba haciendo algo que, aunque no me agradaba en exceso, me ofrecía resultados desde el primer día y me hacía sentirme mejor cada minuto que pasaba. Además, un pensamiento rondaba siempre mi cabeza: si he sido capaz de comer mal durante 38 años, ¿cómo no voy a ser capaz de comer bien durante 4 o 5 meses? Siempre lo vi, y lo sigo viendo, como un esfuerzo ridículamente pequeño en tiempo y forma al compararlo con el resto de mi vida. Cuatro o cinco meses contra 38 años de entonces.

Sin embargo, en mi caso han pasado ya más de 6 años desde que perdí la mayoría de la grasa que me sobraba y lógicamente mis costumbres han cambiado en este tiempo y mi alimentación ha mejorado mucho, tanto en calidad como en variedad, evolucionando hacia una dieta socialmente más sencilla de seguir. Creo que la Isodieta es una magnífica herramienta para perder peso de manera sana, rápida y permanente, como explico en el libro Adelgazar sin Milagros, pero también creo que la vida es algo más que pequeñas comidas muchas veces al día y batidos de proteína.

Ese mismo reseteo que experimenté en aquel momento -y que probablemente usted también haya experimentado ya- es el que me gustaría que volviese a experimentar ahora conforme nos adentremos en una nueva visión de la alimentación y como adecuar la nutrición de nuestro cuerpo durante el resto de nuestra vida sin tener que repetir constantemente la palabra “no” cada vez que nos pongan algo por delante. Como le dije en la introducción, y le repetí al principio de este capítulo, no lance las campanas al vuelo y no se crea que le voy a explicar cómo comer de todo en las cantidades que usted quiera sin ganar peso, dado que eso es imposible, sino que le voy a explicar como flexibilizar su dieta sin que ello suponga un retroceso en su estado físico ni en su salud.

Con este libro pretendo ayudarle a tomar las decisiones adecuadas no sólo a la hora de elegir sus alimentos y su rutina alimenticia, sino además a la hora de abordar el resto de su vida desde un punto de vista nutricional y también social. Personalmente, trabajo muchas horas todas las semanas y no siempre haciendo cosas que me agradan. Tengo alergia a la contabilidad y me salen sarpullidos con la burocracia. Cuando acaba mi semana laboral el viernes, lo que me apetece no es precisamente llegar a casa y tomarme un batido de proteína. Pero, por otro lado, soy consciente de que, si me dejo llevar, en unos meses recuperaré los más de 30 kilos, principalmente de grasa, que logré quitarme de encima en 2011.

Como en tantas otras cosas en la vida, en la justa medida radica la virtud del método y por lo tanto, en nuestras vidas tiene que haber un poco de todo y por supuesto lugar para el disfrute y esparcimiento. En estos años he seguido leyendo, investigando y probando en primera persona muchas de las cosas que he leído y que ahora me dispongo a compartir con usted. Puede que incluso vea algunas de estas cosas como una traición a mis propias ideas, pero le pido un poco de paciencia y razonamiento antes de juzgar. En este caso, los jugadores somos los mismos, pero el juego ha cambiado.

Si está leyendo estas líneas es porque ya experimentado el primer reseteo y se dispone a efectuar el siguiente. Una vez que se sirvió del libro Adelgazar sin Milagros para perder el exceso de grasa que acumulaba y recuperar su salud, es el momento de adecuar su plan nutricional y costumbres con el siguiente objetivo en mente, que debe ser continuar mejorando la salud, afianzar o mejorar su masa muscular y mantener la grasa a raya en parámetros razonables.

Acompáñeme y veamos cómo podemos conjugar una dieta sana y unas costumbres saludables con una forma de vida alegre, moderna y distendida en la que no seamos esclavos de nuestros relojes ni de unas cantidades específicas de nutrientes, sino que, por el contrario, podamos disfrutar de más alimentos y de un mayor abanico de posibilidades.

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Cocinar para adelgazar

Portada del libro Cocinar sin Carbohidratos

Portada del libro Cocinar sin Carbohidratos

Al hilo del artículo de la semana pasada en el que explicaba la importancia que tiene para adelgazar seguir una dieta compuesta de alimentos que nos gusten, hoy quiero halar de la importancia de cocinar platos que nos gusten para mantenernos fiel a nuestro plan nutricional y así poder adelgazar con facilidad. Creo que no revelo nada nuevo si digo que me encanta comer y que disfruto comiendo, y creo además que hay muchas personas como yo, que disfrutan comiendo, pero que piensan que para adelgazar tienen que renunciar a los platos que más disfrutan y por eso se les hace difícil seguir cualquier tipo de dieta.

Como explico en el libro Adelgazar sin Milagros, una de las cosas más importantes que tenemos que plantearnos para adelgazar es crear nuestro propio plan nutricional. En lugar de permitir que otras personas elijan los menús por nosotros, tenemos que confeccionarnos nuestros propios menús, garantizando de este modo que todas y cada una de las comidas que hemos incluido en el menú son de nuestro agrado. Si pretendes adelgazar, te garantizo que tus posibilidades de éxito son exponencialmente mayores si te gusta lo que estás cocinando y comiendo. En mi opinión, para adelgazar hay que huir del aburrimiento que supone comer un filete de pollo a la plancha 5 o 6 veces a la semana con lechuga, que es lo que muchas personas hacen.

Snacks salados para llevar a cualquier parte

Snacks salados para llevar a cualquier parte

Ahora bien, tengo que reconocer que si reducimos los carbohidratos en la comida para adelgazar de manera sana, rápida y permanente, como explico en el libro, una gran cantidad de platos que estamos acostumbrados a comer casi a diario no tendrían cabida en nuestro menú… o quizás sí. Bueno, en realidad sí que es posible incluir estos platos en nuestros menús; simplemente tenemos que aprender a cocinarlos de otro modo, cambiando algunos ingredientes para que sean no solo aptos para adelgazar, sino que nos ayuden en nuestro empeño de quitarnos de encima kilos y kilos de grasa.

Precisamente para ayudar a todo el mundo a aprender a cocinar de este modo, usando otro tipo de ingredientes para lograr recetas sorprendentemente parecidas a las originales en las que la carga de carbohidratos fuese muy reducida me puse a trabajar junto con Ana Román en un libro de recetas. Nuestra intención no era escribir un glosario con todas las recetas posibles que se pudiesen utilizar para adelgazar comiendo de forma variada. Al contrario, lo que perseguimos con este libro es demostrar a todo el mundo que es posible reducir sustancialmente -o incluso eliminar- los carbohidratos de las recetas tradicional y, como muestra, incluimos nada menos que 120 recetas. Pero estas 120 recetas no son las únicas posibles. En realidad, lo que queríamos con el libro era sentar la base de una nueva forma de cocinar, de cocinar sin carbohidratos. Y precisamente así es como se llama el libro, Cocinar sin Carbohidratos, que se presentará y pondrá a la venta el próximo día 3 de febrero.

Platos a base de pescado y marisco

Platos a base de pescado y marisco

En el libro Cocinar sin Carbohidratos podrás encontrar recetas de entrantes, sopas y ensaladas. También hemos incluido una sección de snacks dulces y salados. Estos snacks son muy importantes porque dan respuesta a la típica pregunta que recibo acerca de qué tipo de alimentos se puede llevar uno a la calle si va a pasar unas cuantas horas fuera y no sabe que comer entre horas. En las recetas de platos principales encontrarás carnes, aves, pescados, mariscos y huevos, cocinados de diverso tipo.

Si te gusta el pan, la pasta, la pizza y el arroz, y los has eliminado de la dieta para lograr adelgazar, tengo buenas noticias para ti. En el libro tienes una sección completa con 8 recetas de pan. Sí, has leído bien: 8 recetas de pan que te permiten adelgazar. Y si esto te parecen palabras divinas, debes saber que también hay una gran cantidad de recetas que incluyen pasta y arroz. ¿Cuál es el truco? ¿Cómo es posible comer pasta y arroz y aún así adelgazar? Es sencillo: no son las pastas y los arroces que estás acostumbrado a comprar, pero el resultado es sorprendentemente parecido. ¿Te imaginas preparar sushi sin arroz y sin azúcar, y que el resultado fuese muy parecido al original? En el libro te enseñamos cómo hacerlo, paso a paso y con más de 200 fotografías a todo color que ilustran el proceso.

Sushi preparado sin arroz ni azúcar

Sushi preparado sin arroz ni azúcar

Postres dulces sin carbohidratos

Postres dulces sin carbohidratos

Si lo tuyo son los dulces y los postres y los tenías apartados del menú para lograr adelgazar, estás de enhorabuena. En el libro tenemos todo tipo de recetas de postre, desde cookies a bizcochos. Pero no te preocupes, estas recetas no te impedirán adelgazar. No encontrarás harina refinada ni azúcar en ellas, así que podrás incluirlas en tu plan nutricional.

En un acto que tendrá lugar en la sala Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Málaga, y contando con la presencia del Dr. Jaime Brugos, el próximo martes día 3 de Febrero a las 19:30h presentaremos oficialmente este trabajo a todo el público asistente. Si estás leyendo esto, estás invitado y nos gustaría contar con tu presencia para enseñarte, en directo, qué es lo que se puede hacer en una cocina renunciando a los carbohidratos y consiguiendo adelgazar. Si quieres incrementar tus opciones de adelgazar, creo sinceramente que este libro puede ayudarte mostrándote como puedes cocinar los platos que más te gustan sin utilizar carbohidratos. Aquí te dejo la invitación oficial y espero que asistas para poder conocernos personalmente. Si lo prefieres, puedes ver el evento en Facebook haciendo click aquí.

Invitación a la presentación del libro Cocinar sin Carbohidratos

Invitación a la presentación del libro Cocinar sin Carbohidratos

La gran mentira de la nutrición

La gran mentira de la nutrición

La gran mentira de la nutrición

Una cosa es leer el libro que acabas de terminar de escribir en Word y otra cosa muy distinta tenerlo en tu mano. Hoy he recibido mis ejemplares del libro La gran mentira de la nutrición, que se puso a la venta hace unos días en diversos formatos y webs. Aunque parezca mentira, como autor, la sensación de tenerlo en la mano es infinitamente superior a la de leerlo en la pantalla. Es como si de algún modo se confirmase que el trabajo está terminado, aunque este lo hubiese estado unas semanas antes. Confieso que como lector soy fan del kindle, que es donde leo el 95% de los libros que compro, pero como autor, siento cierta predilección por el libro en papel, por tenerlo en mi mano.

Hoy acaba oficialmente el ciclo de trabajo en este libro, en el que he invertido una más que considerable cantidad de horas, no sólo escribiéndolo, sino también investigando, leyendo estudios, buscando información y hablando con expertos de diferentes campos que confirmasen la información que he recopidado. Espero sinceramente que el libro os guste al menos igual que Adelgazar sin Milagros. En este nuevo libro he intentado escribir de los temas que más interés he visto que generaban aquí mismo, en el blog. Creo que existe un interés legítimo por parte del consumidor por conocer mejor qué ingredientes componen sus alimentos y como afectan estos alimentos a su salud y a la de su familia, y en eso he centrado una buena parte de mis esfuerzos.

Al escribir este libro he tratado por todos los medios de no repetir cosas que ya había aclarado en el libro anterior, pero al menos he tenido que mencionar algunas de ellas para los que no han leído Adelgazar sin Milagros. Sin embargo, estoy convencido que para la mayoría de las personas, casi toda la información contenida en La gran mentira de la nutrición es novedosa. Creo que al menos los padres que tengan niños en edad escolar deben leer este libro o libros similares para entender mejor lo que están dando de comer a sus hijos. Lógicamente, en el corto plazo los efectos de una deficiente nutrición pueden no ser apreciables en la salud de los pequeños, pero la historia nos demuestra que en el medio y largo plazo es más que probable que estemos plantando las semillas de una larga lista de problemas de salud en sus cuerpos, sobre todo en forma de enfermedades degenerativas que aparecerán con el transcurso de los años.

No se trata únicamente de estar delgado o gordo, sino de los efectos que los distintos alimentos tienen a medio y largo plazo en nuestro sistema digestivo, cardiovascular, neuronal e incluso en nuestro sistema reproductor. Todo lo que nos entra por la boca tiene el potencial de influir en nuestro rendimiento y bienestar, y por ello es prioritario conocer con cierto detalle como reacciona nuestro cuerpo a estos alimentos. En el libro, lo que trato de establecer en todo momento es una línea que separe el mito de la realidad, el marketing de producto de los beneficios reales para el consumidor, las creencias populares de la realidad científica. Y para ello, tengo que hablar naturalmente de casos concretos, de personas, de empresas, de marcas comerciales, de gobiernos y organismos oficiales e incluso de asociaciones de nutricionistas y dietistas.

Alguno puede tomarse esto como un ataque personas contra cualquiera de los anteriores, pero no tiene nada de personal y sí mucho de responsabilidad. Todo el mundo vive con miedo de decir que lo que hace el laboratorio X o la multinacional Y no está bien, porque tienen dinero suficiente como para sepultar a cualquier abogado que podamos utilizar para defendernos de ellos en toneladas de papeles e informes, y por eso es comprensible el miedo de muchos a hablar de estas marcas y estas empresas. Yo he preferido olvidarme de esos miedos al escribir en este libro y poner las cosas tal y como son, tal y como están documentadas. Puede que a una empresa o un laboratorio no le guste que yo cuente tal o cual cosa, pero si ocurrió y está documentado, yo la he contado.

Me gustaría que este libro fuese el detonante para que muchas personas dejen de hacer caso -al menos en materia de nutrición- a los anuncios de televisión que les dicen lo que es bueno y lo que es malo para su salud. Como explico en el libro, resulta curiosamente sorprendente que cada alimento que es -según los fabricantes- malo para nosotros, como la grasa saturada, es caro como materia prima para ellos y cada alimento que es teóricamente muy beneficioso para nosotros, como los cereales o la soja, es realmente barato como materia prima para ellos. He escrito este libro convencido de que puedo conseguir que muchas personas se planteen su cesta de la compra, sus hábitos alimenticios y su relación con la industria farmacéutica. Hace años que descubrí en primera persona y por necesidad que una gran parte de la medicina moderna está basada en fármacos que no curan, sino que alivian síntomas, y que estos síntomas desaparecen cuando entendemos la causa del problema y ponemos remedio, sin necesidad de utilizar fármacos de ninguna clase. Es mucho más sencillo, como dijo Hipócrates, usar nuestra alimentación como medicina natural, que es lo que explico en detalle en el libro al desterrar los mitos y las mentiras que rodean la nutrición moderna.

Este nuevo libro ya está disponible en las webs de Amazon en España,México, Brasil, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Italia, Francia, India, Japón y Australia y además se puede comprar directamente en la tienda online OutletSalud.com. En España, puede encargarse en cualquier librería y su plazo de entrega es de sólo 48 horas.

 

Si quieres leer un par de capítulos del libro para saber si te gustará, lo único que tienes que hacer es suscribirte a este blog para recibir los nuevos artículos por correo electrónico (parte superior derecha de la pantalla)y mandar un correo elctrónico a comunicacion@adelgazarsinmilagros.es con el asunto «Capítulos La gran mentira de la nutrición» y recibirás dos capítulos de manera absolutamente gratuita para que puedas comprobar si te gusta este nuevo libro.

 

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Cerebro de Pan

Cerebro de Pan, del Dr. David Perlmutter

Cerebro de Pan, del Dr. David Perlmutter

Uno de los libros que tengo en la lista de leer urgentemente es «Cerebro de Pan«, la devastadora verdad sobre los efectos del trigo, el azúcar y los carbohidratos, del Dr. David Perlmutter. Lo cierto es que voy a leer este libro con los deberes bien hechos: ya me he leído todas las crónicas negativas acerca del libro que he encontrado, que son sólo dos. El libro lleva en la lista de de Bestsellers del New York Times desde que se publicó en Septiembre del año pasado, más o menos a la vez que mi libro, habiendo alcanzado el número uno en repetidas ocasiones. Actualización: El libro me lo leí días después de publicar este artículo, y en este otro artículo titulado Más Cerebro de Pan puedes encontrar una crónica detallada del mismo y la reseña de mi lectura: Más cerebro de pan.

El Dr. Perlmutter es un renombrado neurólogo norteamericano que, además, es nutricionista. Su enfoque en el tratamiento de enfermedades neurológicas está basado en la nutrición. Además de médico y escritor, Perlmutter da conferencias en universidades como Harvard, Columbia o la Universidad de Nueva York. Escribe en el Huffington Post y es consejero médico del famoso programa televisivo «El show del Dr. Oz». También ha publicado artículos en el Journal of Neurosurgery, el Southern Medical Journal, el Journal of Applied Nutrition y en Archives of Neurology. Por si fuera poco, ha recibido premios por su enfoque en el tratamiento de enfermedades neurológicas como el Linus Pauling Award en 2002, el premio Nacional al Nutricionista del año de la Asociación de Nutricionistas Norteamericana en 2006 o incluso el premio al Medico Humanista del año del American College of Nutrition en 2010. Sus apariciones en radio y televisión son numerosísimas, destacando Larry King Live, Oprah, The Today Show, CNN, 20/20, Fox News, CBS y por supuesto Dr. Oz, donde colabora desde 2002.

Os cuento todo esto para poneros en antecedentes y para que entendáis que lo que voy a contaros no son teorías de algún iluminado, sino conclusiones de un renombrado médico norteamericano de 60 años de edad que acumula 33 años de práctica neurológica ininterrumpida.

Pues bien, a grandes rasgos, lo que Perlmutter concluye en su libro es que la ingesta de carbohidratos, tanto refinados como no refinados, está directamente asociada con la diabetes, el Alzheimer, las enfermedades cardiovasculares y, en general, gran parte de las enfermedades neurológicas. De ese modo, Perlmutter defiende que enfermedades como el Alzheimer son reversibles a través de la nutrición, algo que ya postuló (y probó con su marido) la Dra. Mary Newport y que está relatado en este artículo.

Basándose en datos y estudios, Perlmutter relata como en 1992 el gobierno norteamericano redobló sus esfuerzos por eliminar las grasas de la dieta lo que produjo un aumento espectacular del consumo de carbohidratos. Al tiempo que se ponían de moda los productos light (bajos en grasa), aumentaba el consumo de granos, frutas y verduras. ¿Qué cifras arroja este cambio nutricional a gran escala que tuvo su punto álgido a partir de 1992? Pues según el CDC (Center for Disease Control), los casos de diabéticos en Estados Unidos se triplicaron, pasando de 7.5 millones en 1992 a 13.6 millones en 2002 y 20.9 millones en 2011. Si ya has leído mi libro La gran mentira de la nutrición, esta información no te sorprenderá, pero si todavía no lo has hecho, te puedo asegurar que hay muchas más cosas que ni te imaginas que te darían mucho que pensar en el ámbito de la nutrición.

El riesgo de padecer Alzheimer se dobla en las personas que sufren cualquier tipo de diabetes, por eso, es fundamental tratar de evitar o revertir la diabetes a través de la nutrición. Según Perlmutter, mientras el gobierno norteamericano, a través de su departamento de agricultura, nos dice que comamos lo que ellos producen, promulgándolo como el alimento más sano, nada podría estar más alejado de la realidad. Las dietas ricas en grasa -elabora Perlmutter- reducen considerablemente el riesgo cardiovascular y están directamente asociadas con la reducción del riesgo de padecer demencia. Esto se publicó en el Journal of Alzheimer’s Disease en Enero de 2012 en un estudio de la prestigiosa Clinica Mayo. Según este estudio, las personas en una dieta rica en grasas tuvieron un 44 por ciento de reducción del riesgo de padecer demencia. Aquellos sujetos en una dieta alta en carbohidratos -que los gobiernos siguen recomendando- tuvieron un incremento del 89% del riesgo de padecer dicha enfermedad. En otro artículo del New England Journal of Medicine de 2013, los investigadores concluyen que unos niveles altos de glucosa son un factor de riesgo para sufrir demencia. En el mismo artículo se asocian enfermedades degenerativas como el Alzheimer, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares con el consumo de carbohidratos, diciendo que incluso pequeños aumentos del nivel de glucosa dañan la estructura del cerebro y conllevan la reducción del mismo. Como verás, son datos absolutamente alineados con los que yo publiqué en mi libro Adelgazar sin Milagros en 2013 y que están soportados por los testimonios de los lectores del mismo.

Perlmutter relata que de acuerdo con un artículo publicado por la doctora Deborah Barnes, de la UCSF (University of California in San Francisco) más del 50% de los casos de Alzheimer no tienen porqué ocurrir y lamentablemente ocurren y no existe tratamiento eficaz contra la enfermedad. Esto es, el 50% de los casos de Alzheimer son evitables con una correcta alimentación.

Uno de los temas más prometedores de este libro y motivo por el cual lo tengo en la cima de lista de cosas que tengo que leer es que, al igual que ya propuso Jaime Brugos en su libro La Isodieta, Perlmutter no cree en la teoría de los carbohidratos malos (refinados) y buenos (integrales). A Perlmutter no le tiembla el pulso al decir que cereales de moda como la Quinoa o el Amaranto, pese a aportar una buena cantidad de proteínas, no son recomendables por su enorme aporte de carbohidratos con un razonablemente alto índice glucémico. Además, no duda en incluir las frutas dentro del grupo de alimentos que debemos vigilar severamente en nuestra dieta. De acuerdo con Perlmutter, no debemos de ingerir más de 50 u 80 gramos de carbohidratos al día, y esto incluye indudablemente las frutas y las verduras que vayamos a tomar. De hecho, casi cualquier pieza de fruta contiene esa cantidad de carbohidratos. Para Perlmutter, en el corazón de la dieta tienen que estar las grasas, porque son beneficiosas para el corazón y el cerebro, y por eso recomienda aceite de oliva, aguacates, pescados salvajes, frutos secos ecológicos o verduras de alto aporte nutritivo. ¿Te suena? Así llevamos muchas personas comiendo muchos años con resultados espectaculares.

Sin embargo, donde Perlmutter echa el resto es en su defensa de una dieta alejada del trigo y del gluten. Basándose en estudios llevados a cabo en Inglaterra y en la Universidad de Harvard de manera simultánea, el consumo de gluten está en el centro de la degeneración cerebral. Soporta esta afirmación, entre otros, con un estudio de pacientes de la Clínica Mayo de 2006, en el que se analizaban 17 casos entre 1970 y 2005, y es precisamente por ahí por el único sitio por el que le buscan las cosquillas las dos críticas negativas que he podido encontrar, pues no se trata de un estudio muy extenso.

En cualquier caso, su aporte de documentación científica es inmenso. Así, cita estudios que relatan todo tipo de bondades de las dietas bajas en carbohidratos, desde reducción y control de la epilepsia a efectos positivos sobre el Parkinson, pasando, claro está, por mejoras en pacientes de demencia. Y, como conclusión final del libro -y una de las partes que más me llama la atención- está la aplicación práctica de lo aprendido: como nutrirnos para regenerar nuestro cerebro, para producir nuevas células cerebrales y, en el caso de pacientes de Alzheimer, para recuperar su centro de la memoria. Perlmutter además promete que esto no es sólo una receta para personas mayores. Al contrario, nos recuerda que sólo en Estados Unidos, hay cerca de 7 millones de niños afectados por el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (ADHD) y que, neurológicamente hablando, la solución es similar a la del Alzheimer: la vía de la nutrición. Concluye que una correcta alimentación de estos niños (reduciendo drásticamente el aporte de carbohidratos y potenciando las grasas) puede reducir considerablemente o incluso erradicar este problema. Llama la atención sobre el hecho de que dos tercios de estos casi siete millones de niños reciben medicinas que alteran su estado mental y que no comprendemos todavía las consecuencias a largo plazo del uso de estos fármacos, por lo que debemos mirar a la nutrición y no a la química para encontrar una solución al problema de estos niños.

Cada vez que leo cosas así no dejo de recordar aquellas palabras que me dijo Jaime Brugos cuando nos conocimos: «Las tres cosas más importantes para conservar la salud son Nutrición, Nutrición y Nutrición».

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Capítulo 1: Adelgazar, Engordar, Ganar y Perder Peso

 

¿Quieres saber si te gustará mi libro? ¿Estás pensando leerlo pero no sabes si te resultará interesante? Aquí te dejo el primer capítulo del libro titulado «Engordar, Adelgazar, Ganar y Perder Peso» para que veas que tipo de lectura puedes esperar si te decides a leer el libro y cambiar tu rutina nutricional para adelgazar de manera sana, rápida y permanente.

Si prefieres descargar este capítulo del libro Adelgazar sin Milagros de manera Sana, Rápida y Permanente en formato PDF, pincha aquí.

Portada del libro Adelgazar sin Milagros

Portada del libro Adelgazar sin Milagros

Engordar, Adelgazar, Ganar y Perder Peso

Si le pregunto lo que significa Engordar seguramente me dirá que se trata de ganar peso y si le pregunto lo que significa adelgazar es muy probable que me diga que significa perder peso. Aunque, en general, estos conceptos se usan como sinónimos, la realidad es que no significan lo mismo. Engordar es aumentar la masa corporal añadiendo grasa a nuestro tejido adiposo. Aumentar la masa a base de grasa es un proceso que nos desfigura, hace mella en nuestra salud, y nos debilita, y se trata en definitiva de una enfermedad llamada obesidad. La obesidad es, sin duda alguna, junto con la diabetes tipo II con la que está estrechamente relacionada, uno de los grandes problemas del ser humano en nuestros tiempos.

Por el contrario, aumentar la masa corporal a base de músculo nos hace más esbeltos y es altamente beneficioso para nuestra salud. Por lo tanto, ser conscientes de que las básculas tradicionales lo que miden es la masa corporal es primordial para entender estos conceptos. Las básculas más avanzadas miden porcentajes de grasa corporal o incluso de músculo esquelético y grasa visceral, y comprender bien lo que ocurre en nuestro cuerpo es muy complicado si no sabemos lo que está ocurriendo con las proporciones de grasa y músculo en nuestro organismo.

Dicho esto, aumentar un kilo nuestra masa corporal no tiene porqué significar que hemos engordado. Lo mismo ocurre con los conceptos adelgazar y perder peso. Lamentablemente, muchas dietas que prometen ayudarle a adelgazar lo que hacen realmente es fomentar su pérdida de peso (de masa corporal) dejando prácticamente intactas sus reservas acumuladas de grasa en el tejido adiposo. Escoger un plan nutricional que esté enfocado a perder grasa y aumentar masa muscular, incluso si no se pierde un gramo de peso, es fundamental para disfrutar de una buena salud. Me refiero a la famosa frase “convertir grasa en músculo”.

Además de la grasa y los músculos, el agua juega un papel muy importante en la masa de nuestro cuerpo. Como recordará del colegio, en los adultos cerca del 65% de nuestro cuerpo está formado por agua que se encuentra en el interior de las células. En los niños el porcentaje es aún mayor situándose en el 75%. Como es lógico, el agua que se encuentra dentro de nuestras células es responsable de una gran parte del peso que nos muestra la balanza por las mañanas.

Es de vital importancia comprender que aumentar o disminuir nuestra masa corporal no significa necesariamente que hemos adelgazado o engordado, sino que puede ser debido a otros factores. El objetivo de este libro es mostrarle como adelgazar, como perder los kilos de grasa que tiene acumulados. Estos kilos de grasa, como es lógico, van en paralelo con la pérdida de peso, pero no necesariamente son el mismo valor. Usted podría perder 10 kilos de grasa y 7 kilos de peso con relativa facilidad si aplica un entrenamiento muscular concentrado a la vez que sigue su plan nutricional que le haga ganar 3 kilos de músculo. Del mismo modo, podría perder 7 kilos de grasa y 10 kilos de peso si sigue un plan nutricional poco adecuado a sus necesidades que consuma además parte de su tejido muscular.

En casos extremos, algunos planes nutricionales basados sobre todo en el recuento de calorías, hacen que usted pierda peso sin prácticamente eliminar grasa. Esto no es adelgazar, es desnutrirse. Lo mismo ocurre con los planes que basan su pérdida de peso en el deporte, sobre todo en el deporte basado en ejercicio cardiovascular prolongado. Las cantidades de agua y músculo que se pueden perder haciendo mucho deporte de tipo cardiovascular pueden cegarle pensando que está adelgazando con toda naturalidad, cuando, sin embargo, es probable que no esté consumiendo sus reservas de grasa en la medida que esperaba. El ejercicio cardiovascular prolongado, si no va acompañado de una nutrición adecuada al esfuerzo, puede ser bastante dañino para el organismo.

La grasa que el cuerpo humano almacena es la que produce el propio cuerpo a partir de la energía ingerida en exceso. El objetivo del organismo al almacenar esa grasa no es otro que el de poder usarla más tarde cuando se agoten las reservas de energía en la sangre. Si, por motivos que más tarde veremos, usted no consigue que su organismo libere esa grasa de vuelta al torrente sanguíneo para que pueda ser utilizada como energía, fracasará en su intento por perder la grasa acumulada. Por lo tanto, es muy importante comprender que el objetivo primordial de un plan nutricional para bajar de peso debe ser la pérdida de la grasa y no la pérdida de kilos de peso sin importar de dónde han salido.

Por ponérselo de una manera sencilla de comprender, cuando usted tiene hambre, su cuerpo le está diciendo “¡Se nos agotan el combustible y los nutrientes, necesitamos comer!” pero como usted habrá comprobado, en ocasiones tenemos hambre incluso después de haber comido recientemente y, lo que es más curioso, teniendo suficiente energía almacenada, nuestro cuerpo nos sigue pidiendo que comamos más. ¿A qué se debe esto? ¿Por qué no consume sus propias reservas de energía? Como pronto descubrirá, es una consecuencia más de la pobre alimentación que seguimos por mucho que nos empeñemos en llamarla de las maneras más atrayentes posibles como “alimentación sana y equilibrada” o “dieta equilibrada”.

La verdad es que en circunstancias normales, su cuerpo debería ser capaz de quemar grasas acumuladas cuando necesite energía adicional y los almacenes de tejido adiposo, conocidos comúnmente como michelines, nunca deberían alcanzar los tamaños que alcanzan en nuestra sociedad. En este libro le voy a explicar qué sucede en su cuerpo para que, pese a tener cantidades desorbitadas de grasa almacenada en algunos casos, su organismo no sea capaz de usar esa grasa como combustible y, pese a sus esfuerzos, no consiga adelgazar. Voy a explicárselo de manera sencilla, sin utilizar toda la parafernalia científica, simplificando al máximo los conceptos. Mi objetivo no es otro que asegurarme que comprende las reacciones causa-efecto de lo que come para que usted mismo pueda controlar, de manera sencilla, la grasa que tiene que perder y cómo va a lograr perderla.

Por lo tanto, el objetivo que debe marcarse para mantener la pérdida de peso será perder la grasa acumulada y generar una buena masa muscular en su organismo, y no simplemente perder una cantidad concreta de kilos sin importarle el tipo de tejido del que provienen.

¿Qué te ha parecido este capítulo? Espero que te haya gustado. Este es el estilo directo y concreto que encontrarás en el libro, en el que explico las cosas de manera sencilla sin enredar con tecnicismos. Si te ha gustado y quieres leer el resto, puedes encontrar información sobre como conseguir el libro pinchando aquí.

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El Aceite de Coco para adelgazar

 

Aceite de Coco para Adelgazar

Aceite de Coco para Adelgazar

Cualquiera que me conozca sabe que hace ya unos años que soy un incondicional del Aceite de Coco. Desde que lo introduje en la dieta de mi familia no hemos hecho más comprobar sus enormes beneficios para la salud, tanto por dentro como por fuera. En el libro hablo claramente del papel primordial que juega el Aceite de Coco a la hora de adelgazar. Como ya he explicado en varias ocasiones, el Aceite de Coco está muy indicado para personas que siguen planes nutricionales para adelgazar o mantener su peso, para deportista con gran desgaste físico y para enfermos de diversas dolencias como el Alzheimer, la diabetes o la epilepsia.

Pero los beneficios de este alimento no se quedan ni mucho menos en la pérdida de peso o el tratamiento de enfermedades crónicas. Al contrario, millones de personas lo usan a diario en la piel, en el cabello, para cocinar o como suplemento nutricional. El Aceite de Coco contiene unas grasas muy beneficiosas para el organismo, los triglicéridos de cadena media, siendo el más importante para nuestro cuerpo el ácido laúrico. El único alimento, además del Aceite de Coco, que contiene una cantidad significativa de ácido laúrico es la leche materna. Esto nos debe dar una idea de la importancia de este ácido graso para nuestro metabolismo. Tanto es así que pese a ser una grasa saturada (85%) son ya muchos los médicos, cardiólogos, nutricionistas y terapeutas que lo recomiendan abiertamente.

Si está pensando en perder peso o incluso si ya está adelgazando, no deje de incluir el Aceite de Coco en su dieta. Además de acelerar su metabolismo le ayudará a adelgazar de una manera muy sencilla: al contrario que otros aceites, el Aceite de Coco es capaz de convertirse directamente en energía en el hígado sin pasar por un estado de glucosa. Esto es importante a la hora de adelgazar porque su aporte calórico no produce un pico de glucosa ni libera insulina y además se hace de manera instantánea. Dicho de otro modo, tiene la virtud de los carbohidratos refinados sin su inconveniente. Es por ello que muchos clubs de futbol, sobre todo en Reino Unido, lo están incorporando a los menús de sus concentraciones reduciendo al tiempo la ingesta de carbohidratos refinados.

En el programa de radio Sano y Nutritivo que se emite en esRadio hemos dedicado un espacio al Aceite de Coco y vamos a dedicar un segundo espacio la semana que viene porque nos resulta imposible comentar todos los beneficios del uso de este producto en un sólo programa. Aquí os dejo el audio del primer programa y muy pronto colgaré el segundo. Espero que lo disfrutéis y con cualquier duda, como siempre, no dudéis en escribirme.

Adelgazar… Con otro Enfoque

Logo de 101TV

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El próximo jueves días 17 de Octubre estaré en el programa «Con otro Enfoque» que presenta la periodista Mariló Maldonado en 101TV para hablar sobre el libro Adelgazar sin Milagros. Desde luego, el título del programa le va al libro como anillo al dedo pues el contenido del libro no es otra cosa que un enfoque distinto al tema de la nutrición.

Hay personas que se sorprenden de algunas de las cosas que digo en el libro, sin embargo, cuando comprueban ellos mismos que lo que han leído es una absoluta verdad, quedan encantados con los resultados que obtienen al aplicarlo en su vida cotidiana.

Aplicar un nuevo enfoque a nuestra nutrición no tiene porqué significar pasar hambre ni comer cosas que no nos gustan, sino todo lo contrario. Si somos capaces de comprender los elementos que son beneficiosas para nuestro organismo y podemos desechar o reducir drásticamente la ingesta de aquellos que no nos sientan tan bien, lograremos retrasar el envejecimiento y mantener una salud de hierro.

Uno de los problemas que he encontrado con el enfoque -digamos tradicional- de la nutrición es que no está muy personalizado. No me refiero al nivel profesional, en el que estoy convencido que los profesionales estudian cada caso concreto, sino a nivel colectivo, como sociedad. Todo está orientado a cantidades recomendadas universales sin tener en cuenta unos mínimos parámetros antropomórficos del sujeto. De este modo, los fabricantes de alimentos, con la guía de los políticos que han redactado las normas, le ponen en los envases los porcentajes de elementos con respecto al total que usted debería ingerir cada día. Pero como nos enseña Jaime Brugos en La Isodieta y yo explico en el libro, cada persona tiene unas necesidades nutricionales distintas y elaborar un plan nutricional -especialmente para perder peso- de manera genérica no tiene ningún sentido.

El otro enfoque de la nutrición, el que yo promuevo en el libro Adelgazar sin Milagros, se centra en explicar a las personas cómo reacciona su cuerpo ante la ingesta de alimentos y cómo podemos modificar las ingestas para obtener unos resultados que nos acerquen a cumplir nuestros objetivos en la pérdida de peso.

Espero poder transmitir esto con claridad el próximo Jueves. En cuanto lo tenga, colgaré aquí el video del programa.

Lanzamiento Explosivo

Número 1 de Amazon Gratis

Número 1 del Top 100 de Amazon Gratis

Cuando lancé este libro al mercado hace apenas unos días, jamás pensé que en menos de una semana se habrían distribuido cerca de mil copias, entre formato papel y electrónico, pero así ha sido. Gracias en buena medida a la promoción de Amazon que puso el ebook como gratuito durante 3 días, y al impagable cariño con que mis amigos y conocidos se han dedicado a promocionarlo en las redes sociales, el libro Adelgazar sin Milagros se convirtió ayer domingo 22 de Septiembre en el número 1 de descargas en amazon.es, a la cabeza de la lista del top 100 de libros gratuitos más descargados.

En estos días, además de en España, se han realizado descargas desde las webs de Amazon en los países más importantes del mundo como Estados Unidos, México, Alemania, Italia y Brasil e incluso me han propuesto traducirlo al inglés y al árabe para llevarlo a los países del golfo.

Algunos de los lectores ya me están contactando con preguntas adicionales y me sorprende la rapidez con que algunos se han leído el libro en tan sólo dos o tres días. En realidad, me alegra bastante porque me indica que les ha parecido lo suficientemente interesante como para leérselo del tirón. Tengo que decir que estoy bastante contento y satisfecho con el resultado del lanzamiento. De consolidarse estos datos, las cifras de venta pueden ser lo suficientemente buenas como para empezar a preparar el siguiente libro.

Mi intención cuando escribí Adelgazar sin Milagros, desde el primer momento, ha sido ayudar a que las personas puedan mejorar su nutrición, perdiendo grasa y ganando masa muscular, aportando para ello todo lo que he aprendido en mi camino y nada me haría más feliz que averiguar que he ayudado a otras personas a superar un problema que, aunque no queramos reconocerlo, es bastante grave.

Quiero aprovechar para contestar abiertamente a los que me habéis preguntado acerca de las distintas versiones de la portada. El libro está disponible en 3 formatos distintos: formato electrónico, formato papel de Amazon y formato papel propio con cubierta de solapas. Por ello, para el lanzamiento, hemos tenido que preparar tres portadas de manera simultánea con distintos formatos. Sin embargo, en los próximos días unificaremos el formato para que todas tengan el mismo estilo, colores y fotos que el que aparece en la cabecera de esta web.