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15 Tips para bajar de peso de forma efectiva

Tips para bajar de peso

Tips para bajar de peso

Si te has decidido a adelgazar te conviene conocer estas tips para bajar de peso que te ayudarán a lograr tus objetivos rápidamente. Esta lista de 15 tips para bajar de peso rápidamente no sustituye a una alimentación sana y nutritiva como explico en mi libro, sino que debe servir de apoyo para que puedas adelgazar rápidamente, sin pasar hambre y conservando o mejorando tu salud, del mismo modo que hice yo como relato en mi libro Adelgazar sin Milagros.

Tips para bajar de peso #1:

Come muchas veces: Una de las cosas más importantes que debes hacer es no llegar a la siguiente comida con mucha hambre. Por ello, es importante hacer muchas pequeñas comiditas en lugar de hacer sólo una o dos comidas copiosas en el día.

Tips para bajar de peso #2:

Bebe mucha agua: El agua es imprescindible para nuestro organismo, no aporta energía y no engorda antes, durante ni después de las comidas. Si bebes agua abundantemente tus células estarán hidratadas y el líquido sobrante te ayudará a limpiar la sangre.

Tips para bajar de peso #3:

Olvida el azúcar: El azúcar es sin duda el principal enemigo que tienes si quieres bajar de peso. Es – literalmente- imposible adelgazar comiendo azúcar porque dispara la glucosa en sangre, la secreción de insulina y la producción de grasa.

Tips para bajar de peso #4:

Planifica tus comidas: Planifica las comidas que tienes que hacer cada día de modo que nunca te saltes ninguna. Llévate comida de casa si vas a estar fuera o asegúrate que donde vas podrás comer lo que necesitas para no saltarte tu plan.

Tips para bajar de peso #5:

Usa sustitutos de emergencia: Ten siempre a mano alimentos que puedan sustituir una comida. Yo recomiendo los batidos de proteínas hechos en casa porque son baratos, sencillos de preparar y muy nutritivos, como explico en este artículo.

Tips para bajar de peso #6:

Pésate y mídete a diario: No vas a perder peso todos los días… o si me haces un poco de caso quizás sí, pero lo importante es comprobar si estás adelgazando y la mejor forma es controlando la composición y el volumen corporal, como indiqué hace poco en este otro artículo.

Trucos y secretos para adelgazar

Trucos y secretos para adelgazar

Tips para bajar de peso #7:

Lleva un diario: Habrá días que te vaya mejor e irremediablemente habrá días que te vaya peor y te sientas con hambre o con menos fuerzas. Si llevas un diario de lo que haces y comes cada día podrás volver atrás en cualquier momento y entender las comidas que te funcionan mejor.

Tips para bajar de peso #8:

Comprende tu cuerpo: Tienes que entender como funciona tu cuerpo para aprender a comer adecuadamente a tus necesidades. En el libro Adelgazar sin Milagros explico esto con detalle porque si sabemos el efecto que tienen los distintos nutrientes en nuestro organismo podemos controlar lo que ocurre cada vez que comemos algo.

Tips para bajar de peso #9:

No te dejes engañar: Si pone «light», «diet», «cero» o cosas similares en el envoltorio es muy probable que no sea lo que necesites en realidad para adelgazar. Por norma general, los alimentos frescos son mucho más apropiados para adelgazar que los alimentos procesados. Si no me crees, echa un vistazo a mi sección de alimentos denunciables.

Tips para bajar de peso #10:

Muévete: Una persona activa tiene el metabolismo más acelerado que una persona sedentaria. Cuando puedas, anda en lugar de ir en coche o autobús y sube escaleras en lugar de subir en ascensor. Esto no te hará adelgazar, pero te ayudará a acelerar tu metabolismo y contribuirá, a largo plazo, a que puedas perder peso rápidamente.

Tips para bajar de peso #11:

No te asustes: Habrás oído todo tipo de advertencias acerca de perder peso rápidamente, pero lo cierto es que no encontrarás un solo caso de una persona que siguiendo una dieta rica en nutrientes esenciales haya tenido problemas de salud al adelgazar rápido.

Tips para bajar de peso #12:

Evita los sabores excesivamente dulces y salados: Aprende a vivir comiendo alimentos que no estén demasiado dulces o demasiado salados. Esto es bueno para el paladar, que recupera sabores, pero además te ayuda a adelgazar porque algunos sabores potenciados por el azúcar o por la sal en la boca pueden hacer que tu organismo segregue hormonas como la insulina innecesariamente.

Tips para bajar de peso #13:

Hazte análisis: Es importante tener una foto del antes, del durante y del después, pero no solo una fotografía, sino una analítica que te ayude a comprender si la nueva rutina nutricional que has adoptado le conviene a tu cuerpo o no. Así sabrás con certeza si lo que estás haciendo es peligroso o beneficioso para tu salud.

Tips para bajar de peso #14:

Cuidado con la fruta: Algunas frutas son muy ricas en fructosa y en glucosa y te impedirán quemar la grasa que tienes acumulada. Aprende a diferenciar las frutas por su aporte de carbohidratos simples y come sólo las que no producen una respuesta glucémica en tu cuerpo.

Tips para bajar de peso #15:

La grasa es tu amiga: Tu organismo necesita grasas. Come grasas de calidad. A diferencia de lo que muchas personas piensan, la mayor parte de la grasa que acumulamos en nuestro organismo no procede de la grasa que ingerimos, sino de los azúcares, que se convierten en grasas de cadena larga en nuestro cuerpo. Esta, que es la última de mis tips para bajar de peso rápido es importantísima y muchas personas no acaban de comprenderlo.

Estas 15 tips para bajar de peso rápidamente te serán útiles si quieres adelgazar rápido, pero deberás usarlas en el marco de un plan más ambicioso que incluya una rutina nutricional adecuada a tu cuerpo y tus necesidades. Cada persona es un mundo y sus circunstancias, así que no busques una dieta tipo. Aprende a elaborar tu propia dieta siguiendo los consejos que ofrezco en mi libro y aprendiendo como logré yo mismo adelgazar 35 kilos en unos pocos meses.

Si lo que buscas son resultados más rápidos o tips para bajar de peso en una semana, comienza por este artículo que escribí acerca de como lograr hincharnos o deshincharnos en una semana.

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Beneficios de una dieta cetogénica

Beneficios de una dieta cetogénica

Beneficios de una dieta cetogénica

Hace poco decía en la presentación del libro Cocinar sin Carbohidratos que uno de los problemas más importantes que afronta la sociedad es la desinformación y citaba como ejemplo al presidente de los dietistas y nutricionistas que escribía un artículo en el que claramente confundía la cetosis con la cetoacidosis y en el camino arremetía contra las dietas cetogénicas porque confundía un estado metabólico con el otro, confundiendo de este modo a los millones de lectores que leerán su artículo. No se trata de que haya poca información, sino de que existe mucha información errónea.

El tema de las dietas cetogénicas es especialmente sangrante porque una cantidad impresionante de personas hablan y opinan sobre ellas sin tener la menor idea de lo que están diciendo. Las dietas cetogénicas son aquellas que inducen a la cetosis. La cetosis no es lo mismo que la cetoacidosis. Sin embargo, casi todo el mundo asocia los problemas de la cetoacidosis con las dietas cetogénicas, y en este artículo quiero aclarar esto para que todo el mundo pueda comprender qué es una cosa y qué es la otra.

La cetosis es un estado metabólico en el que el organismo obtiene la energía mediante el catabolismo de las grasas. Esto quiere decir que para generar energía, el organismo utiliza grasa en lugar en glucosa. Para entrar en estado de cetosis basta con limitar la ingesta de carbohidratos durante un período de tiempo que puede llegar hasta los tres días, dependiendo del sujeto y de sus reservas de glucógeno y su actividad física. Estando en cetosis el cuerpo humano puede utilizar tanto las grasas que ingerimos como las que tenemos almacenadas en el tejido adiposo para generar energía. En el metabolismo de las grasas se generan unos productos llamados cuerpos cetónicos. Estos cuerpos cetónicos sirven como combustible alternativo a ciertos órganos y tejidos que no pueden utilizar la grasa directamente como combustible.

Es importante recalcar que el organismo genera cuerpos cetónicos continuamente, estemos o no en cetosis. La diferencia es que cuando estamos en cetosis se crea un exceso de cuerpos cetónicos para suplir la carencia de glúcidos. Los cuerpos cetónicos son ácidos y su exceso es eliminado mediante la orina, el aliento y el sudor corporal. Para detectar su presencia, existen unas tiras que miden la presencia de cuerpos cetónicos en la orina. En las primeras dos o tres semanas en cetosis, el organismo genera muchos más cuerpos cetónicos de los que necesita porque, en realidad, no sabe cuantos va a necesitar, y se esfuerza por tener suficientes para alimentar órganos vitales como el cerebro y el corazón. Este es el motivo por el que las primeras semanas en cetosis los sujetos tienen un aliento metálico, y un olor corporal característico derivado de la expulsión de cuerpos cetónicos mediante sus fluidos corporales. Pasado este tiempo, el organismo regula automáticamente la producción de cuerpos cetónicos a los estrictamente necesarios y se reduce paulatinamente su expulsión hasta que llega un momento en que no es necesario expulsar ninguno y estos olores desaparecen.

Como he dicho, los cuerpos cetónicos son ácidos. Esto hace que su presencia en exceso en el torrente sanguíneo pueda acidificar la sangre. Este es precisamente el motivo por el que el organismo expulsa estos cuerpos cetónicos sobrantes durante las primeras semanas en cetosis y su expulsión, lejos de ser un síntoma negativo de cualquier patología, lo que muestra es que el organismo funciona correctamente eliminando los productos que no necesita. Esta expulsión de cuerpos cetónicos no perjudica a los riñones ni a ningún otro órgano; esto es un mito sin prueba científica alguna. Ahora bien, si un sujeto tiene algún problema metabólico que le impide filtrar la sangre y expulsar estos cuerpos cetónicos, entraría en otro estado metabólico llamado cetoacidosis, o sea, acidosis por cuerpos cetónicos, que como he comenzado diciendo, no es cetosis, sino acidosis, incluso si afamados nutricionistas son incapaces de comprender la diferencia.

La cetoacidosis es un estado metabólico peligroso que puede desencadenar una larga lista de problemas de salud y, en ultima instancia, incluso causar fallos serios en el organismo. Algunos enfermos, como los enfermos de diabetes tipo I, deben tener especial cuidado con evitar la cetoacidosis, pero para la mayoría de las personas sanas, la acidificación de la sangre por cuerpos cetónicos no es posible, precisamente porque nuestro organismo se encarga de regular el pH de la sangre de manera eficaz, en una estrecha horquilla, estemos o no en cetosis.

La cetosis y la pérdida de peso

La cetosis y la pérdida de peso

Una vez que hemos visto la diferencia entre cetosis y cetoacidosis, y despejado los miedos habituales acerca de fallos orgánicos (riñón, hígado…) que son propios de la cetoacidosis y nada tienen que ver con la cetosis, quiero dedicar la segunda parte del artículo a explicar algunos de los beneficios de una dieta cetogénica, o sea, limitada en carbohidratos. El primer beneficio de seguir una dieta baja en carbohidratos que induce a la cetosis es lógicamente el autoconsumo de la grasa almacenada, lo que nos hace adelgazar y mejorar nuestra salud. Sin embargo, como dije anteriormente, el organismo utiliza tanto la grasa que ingerimos como la que almacenamos, de modo que el ritmo al que podemos adelgazar viene marcado por la cantidad de grasa que ingerimos y su tipo. Esto lo analizaré  en detalle en un próximo artículo para no extenderme demasiado aquí. Se calcula que en Suecia aproximadamente un tercio de la población sigue una dieta cetogénica, lo que explica la baja tasa de obesidad en este país y, para acabar definitivamente con el mito del supuesto peligro de las dietas cetogénicas, basta decir que Suecia no muestra una mayor concentración de problemas de salud que cualquier otro país de su entorno, sino más bien al contrario.

Antes he mencionado que el cerebro y el corazón se pueden alimentar de cuerpos cetónicos. Pues bien, centrémonos un momento en el cerebro. Seguramente habréis oído decir que el cerebro necesita azúcar para funcionar. Esto es falso. Lo que el cerebro necesita para funcionar es una cantidad concreta de glucosa al día, que son unos 100 gramos cuando estamos en el metabolismo de la glucosa y unos 40 gramos cuando estamos en el metabolismo de la grasa, la cetosis. Para generar estos 40 a 100 gramos de glucosa no es necesario ingerir azúcar. De hecho, ni siquiera es necesario ingerir carbohidratos dado que nuestro organismo puede generar esa glucosa en el hígado en un proceso llamado gluconeogénesis. Más concretamente, cuando el cerebro utiliza cuerpos cetónicos como combustible principal, la temperatura de trabajo baja, la eficiencia energética es mayor y se produce una mayor lucidez en el pensamiento.

Enfermedad de Alzheimer - ¿Y si hubiese una cura? La historia de los cuerpos cetónicos

Enfermedad de Alzheimer – ¿Y si hubiese una cura? La historia de los cuerpos cetónicos

Pero más allá de estos beneficios -que podrían considerarse subjetivos- los beneficios clínicos están demostrados y siendo investigados activamente. Por ejemplo, las dietas cetogénicas han probado ser una inmejorable terapia en la epilepsia infantil, limitando o incluso eliminando por completo los brotes epilépticos en los pacientes que siguen esta dieta. Del mismo modo, se han producido muchos avances en el control y tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, siendo el más notorio el caso de la doctora Mary Newport, que ha conseguido revertir el Alzheimer en su propio marido a un estado anterior, menos agresivo, que le posibilita llevar una vida con cierta normalidad de nuevo. La doctora Newport explica en su libro Enfermedad de Alzheimer ¿Y si hubiese una cura? La historia de los cuerpos cetónicos como logró mejorar la salud de su marido, paciente de Alzheimer, con una dieta cetogénica que permitió que su cerebro pudiese volver a alimentarse con normalidad eliminando los carbohidratos de su dieta.

Otro beneficio de la dieta cetogénica es la ausencia de picos y fluctuaciones en la glucosa circulante en sangre. Al limitar severamente la ingesta de carbohidratos, la dietas cetogénicas impiden que se generen picos de glucosa en sangre, y por lo tanto regulan inmediatamente la secreción de insulina y por ende la resistencia a esta hormona. Esto se traduce en que enfermos de síndrome metabólico o incluso de diabetes tipo II se curan de su enfermedad en muy poco tiempo y sin utilizar fármacos. Hace poco una lectora relataba en un comentario que puede leerse al final del artículo Cocinar sin azúcar para adelgazar, como había dejado la metformina a las pocas semanas de seguir la Isodieta, una dieta eminentemente cetogénica. La metformina es un fármaco indicado en las personas que sufren de resistencia a la insulina, el inicio de la diabetes tipo II, y que habitualmente toman durante años antes de acabar siendo insulinodependientes.

Pero la lista de beneficios no acaba aquí. Las dietas cetogénicas se han mostrado eficaces para controlar la expansión de ciertas células cancerígenas que sólo pueden utilizar la glucosa para crecer y reproducirse. Limitando la cantidad de glucosa disponible para estas células es factible detener el crecimiento del cáncer o incluso reducir su tamaño. En la infección por ciertos hongos, como la cándida, las dietas cetogénicas se han mostrado igualmente efectivas por similares motivos.

Cerebro de Pan, del Dr. David Perlmutter

Cerebro de Pan, del Dr. David Perlmutter

Abordando de lleno el proceso digestivo, las dietas cetogénicas tienen dos efectos secundarios positivos en la salud gastrointestinal: Para empezar, al limitar el consumo de carbohidratos limitamos o incluso eliminamos el consumo de gluten. Como explica el Dr. David Perlmutter en su libro Cerebro de Pan, el 65% de  la población mundial es sensible al gluten con manifestaciones tales como ardores, gases o digestiones pesadas. La mayoría de las personas que sufrían estos síntomas -yo incluído- comprueban que desaparecen a los pocos días de seguir una dieta cetogénica. Lógicamente, los celíacos se benefician incluso en mayor medida de seguir una dieta que excluya por completo los cereales y sus derivados, especialmente los del trigo. En segundo lugar, incluso las personas que no tienen sensibilidad al gluten pero sufren de ardores y reflujo gastroesofágico pueden beneficiarse de una dieta cetogénica dado que la digestión de las grasas y las proteínas -contrariamente a lo que muchas personas creen- es mucho más liviana para las personas pese a ser más lentas para su organismo que la digestión de los carbohidratos.

En el aspecto psicológico, la dieta cetogénica, por su efecto positivo en el cerebro, está directamente asociada con la reducción del estrés y la mejoría en la memoria, tanto de las personas sanas como de los pacientes de Alzheimer. En otras enfermedades neuronales degenerativas, las dietas cetogénicas han demostrado utilidad en el control de los síntomas y como apoyo de otras terapias.

En definitiva, los beneficios de las dietas cetogénicas, las que limitan o eliminan el consumo de carbohidratos, son múltiples pese a que la información que circula nos puede equivocar afirmando precisamente lo contrario, algo que como hemos visto al principio viene derivado del error de confundir la cetosis con la cetoacidosis. La cetosis, si lo pensamos unos segundos, es un estado mucho más natural en el ser humano que la glucólisis dado que durante la mayor parte de nuestros dos millones y medio de años como homínidos, los alimentos que componían nuestra dieta eran las proteínas y las grasas y no ha sido hasta hace unos pocos miles de años que hemos introducido los cereales ricos en carbohidratos de manera inicial y unos pocos cientos de años que hemos introducido los carbohidratos refinados como el azúcar o la harina. Como es lógico, los problemas del hombre actual vienen derivados de los alimentos actuales y no de los alimentos milenarios.

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Comer pizza para adelgazar

Pizza sin carbohidratos

Pizza sin carbohidratos

El miércoles pasado publicaba en Facebook una foto de la pizza que me estaba preparando, usando la receta del libro Cocinar sin Carbohidratos, y de repente comencé a recibir una gran cantidad de mensajes con la misma pregunta: ¿se puede comer pizza para adelgazar?  La respuesta es que para adelgazar se puede comer cualquier cosa que tenga los valores nutricionales adecuados.

Lógicamente la pizza convencional, que lleva una masa hecha a base de harina refinada de trigo y una salsa de tomate con bastante azúcar, no es apropiada si pretendes adelgazar. Ahora bien, si eres capaz de preparar una pizza sin carbohidratos, ¿porqué no ibas a poder comer pizza para adelgazar? Lo importante no es la apariencia del plato, ni siquiera su nombre, sino su composición.

Según la receta que hemos incluido en la página 28 del libro, nuestra masa para pizza tiene 3 gramos de carbohidratos asimilables procedentes del orégano. Teniendo esto en mente, es viable preparar pizza sin carbohidratos y por lo tanto apropiada para adelgazar siguiendo el plan nutricional de la Isodieta. Si a esa masa le añadimos una salsa de tomate que sea baja en carbohidratos, queso (que no debe tener carbohidratos) y los ingredientes apropiados de nuestra elección, la conclusión es que a priori la pizza, preparada de este modo, es perfectamente compatible con nuestro deseo de adelgazar.

Ahora bien, no debemos olvidar que las proporciones de proteína y grasa son igualmente importantes si queremos adelgazar y una pizza, casi por definición, es una comida grasa. Lo que esto quiere decir es que no podemos pasarnos el día comiendo pizza porque estaremos comiendo más grasa de la que necesitamos. Tenemos grasa en la masa (aceite de oliva), grasa en la salsa de tomate (el aceite que usemos para freír el tomate), grasa en el queso y muy probablemente grasa en los ingredientes que le pongamos. Además, yo suelo ponerle un hilito de aceite de oliva por encima, o sea, más grasa.

Como ya hemos visto en varias ocasiones, si una de las comidas está desequilibrada en su relación entre proteínas y grasas no hay mayor problema. Lo que debemos intentar es que esto sea una excepción puntual y no una regla. Con esto quiero decir que si bien es razonable comer un día esta pizza y mantenernos dentro del plan nutricional, en cetosis y adelgazando, si nos pasamos el día entero comiendo pizza o cualquier plato similar, la grasa que estaremos quemando será la que estemos comiendo y no la que tenemos acumulada.

Masa para pizza sin carbohidratos

Masa para pizza sin carbohidratos

Las grasas, al igual que el resto de nutrientes que ingerimos, se asimilan y toman diversos caminos. Algunas grasas como los ácidos grasos de cadena media presentes por ejemplo en el aceite de coco se metabolizan directamente en energía. Otras grasas pueden ser descompuestas y convertidas a poca velocidad en glucosa. Lo que perseguimos cuando queremos adelgazar es que nuestro cuerpo utilice la grasa acumulada para generar glucosa en un proceso llamado gluconeogénesis, algo que explico con más detalle en el libro Adelgazar sin Milagros. Ahora bien, si resulta que ingerimos más grasa de la que necesitamos para nutrirnos, la gluconeogénesis tendrá lugar usando el excedente de grasas que ingerimos, y no las que tenemos acumuladas.

De este modo, es posible que no engordemos al comer más grasas de las que estrictamente necesitamos para nutrirnos, pero por el mismo motivo es bastante poco probable que adelgacemos. Por ello, el control de las cantidades de nutrientes que ingerimos es crucial y a la hora de preparar platos no solo debemos prestar atención a los ingredientes, sino que debemos ir un paso más allá y controlar las cantidades de estos ingredientes que ingerimos.

Si ya has leído el libro entonces ya sabes que cuando analizo dietas como la Dukan o la Atkins, uno de los problemas que veo es el nulo control sobre las cantidades que ambos planes proponen. Es probablemente el punto más flaco de ambos métodos y sin duda el punto más fuerte de la Isodieta, que postula cantidades concretas de nutrientes para cada persona en función de sus necesidades reales.

Esta semana, con la visita a Málaga de Jaime Brugos, el lanzamiento del libro Cocinar sin Carbohidratos, su presentación en El Corte Inglés y otra serie de cosas que tenía que hacer prácticamente no he pisado el gimnasio. Además, he comido en la calle con regularidad. Con mayor motivo, el control de las cantidades de nutrientes que he ingerido ha sido crucial para no coger un solo gramo pese al cambio que ha sufrido mi rutina semanal. Como empecé diciendo, incluso me permití tomar pizza el miércoles por la noche. Ni que decir tiene que la foto de la pizza, en la que ocupa toda la bandeja del horno, es de una pizza familiar y no individual, con 250 gramos de jamón, tres tipos de queso, unos tomates secos y 2 huevos… 🙂

Esta es la clave para adelgazar o mantenerse en un peso en el que uno esté a gusto: controlar los ingredientes y las cantidades y comer con regularidad. Si quieres adelgazar y mantenerte debes tener esto en cuenta todo el tiempo.

Plan de choque para adelgazar

Mantén la calma y crea un plan para adelgazar

Mantén la calma y crea un plan para adelgazar

Ahora que hemos acabado definitivamente con los excesos de las fiestas, muchas personas ponen en marcha un plan de choque para adelgazar y perder esos kilos que se han ganado en navidad. Quiero recordar antes de nada, como explico en el libro, que es científicamente imposible ganar una cantidad sustancial de grasa en unos pocos días del mismo modo que es imposible perderla. El organismo sólo puede acumular o eliminar determinadas cantidades diarias -que no son muy grandes- pero una cosa es engordar y adelgazar, o sea, ganar y perder grasa, y otra muy distinta es ganar y perder peso.

Durante estas fiestas yo no he tomado dulces, entre otras cosas porque puestos a cometer algún exceso tengo otras preferencias. Admito que han caído algunas cervezas y copas de champagne y no he podido evitar comer pan, piquitos e incluso pizza algunos días. Bueno, sí lo he podido evitar pero básicamente no he querido. Las fiestas son para festejar. El caso es que ayer por la mañana, al pesarme, tenía 3,9Kg de más. Sí, ¡casi 4 kilos! Que no cunda el pánico, no es lo que parece. Mis pequeños excesos de algunos días de estas fiestas no son capaces de meterme en el cuerpo 4 kilos de grasa, pero desde luego sí de peso.

Ayer puse en marcha mi plan de choque para adelgazar y librarme de esos kilos adicionales. Mi plan es muy sencillo y funciona a la perfección. El primer día del plan, o sea ayer, fui ultra riguroso con las raciones que comía y evité por completo la sal para favorecer la expulsión de líquidos. Desde que me levanté hasta que me acosté comí 6 veces. 4 de esas comidas fueron batidos de Caseina, la quinta una tortilla francesa en un bar a media mañana y la sexta un snack de proteínas. La razón es doble. Por un lado, tuve un control absoluto sobre las cantidades de proteínas y grasas que ingerí y por otro lado evité realizar comidas que despertasen mi apetito o alimentos de los que me apeteciera comer más de lo indicado.

El resultado no se ha hecho esperar: esta mañana había perdido 2,7Kg de esos 3,9Kg de más, o sea, me había quitado de encima todo el agua que he acumulado en las fiestas. Por lo tanto, el resultado neto de estas fiestas, para mí, ha sido ganar 1,2 Kg de grasa y situar la báscula en 84,2. Para el domingo pretendo haber vuelto a los 83 en los que estaba. No parece un peaje demasiado duro (de miércoles a domingo) por mis pequeños flirteos con los carbohidratos durante las fiestas. Sin embargo, hoy continuo con mi plan de choque y pongo en marcha otras acciones que os cuento por si os queréis animar.

Hoy vuelvo a la normalidad en cuanto a las comidas que hago. Al levantarme a las 6 me he tomado mi batido de proteínas con aceite de coco virgen y hasta después del gimnasio no volveré a tomarme otro batido. El resto de comidas serán sólidas. Ayer fui al gimnasio un ratito al medio día. Nada serio: un poco de HIIT en una elíptica y luego 4 superseries de dominadas asistidas (espalda) y flexiones en suelo (pectorales/abdominales). Sólo pretendía sudar un poco y volver a moverme. Para hoy, sin embargo, tengo reservado un entrenamiento distinto. Hoy voy a comenzar a realizar entrenamiento Tabata al mediodía, por lo que tres días a la semana mi entrenamiento se limitará a 4 minutos al día. He encontrado otra persona en el gimnasio dispuesta a probar conmigo y hoy comenzaremos nuestra rutina haciendo 4 minutos de sentadillas al estilo Tabata. Después, una ducha y de vuelta a la oficina, a tomar un batido de proteína para proteger los castigados cuádriceps. Con esta medida persigo estimular la quema de grasa y la generación de tejido muscular nuevo.

Adicionalmente, el resto de días que entrene voy a limitarme a hacer HIIT, ya sea en una elíptica, con pesas o con ejercicios de suelo. El objetivo es reforzar el Tabata con ejercicios de alta intensidad a intervalos. En cuanto a la comida, voy a ser muy estricto en no saltarme ninguna. Mi objetivo es hacer seis comidas cada día de unos 25 gramos de proteína y 15 gramos de grasa cada una. Con esto busco favorecer el desarrollo muscular al tiempo que estimulo la quema de grasa con los ejercicios que acabo de describir.

En la parte de las restricciones, también voy a ser muy riguroso con los carbohidratos simples y refinados, evitando cualquier alimento que tenga un índice glucémico superior a 40 o un aporte mayor de 5 o 6 gramos de carbohidratos por cada 100 gramos de producto. De este modo, no solo lograré adelgazar un poco más, sino que también fortaleceré mi salud contribuyendo al mantenimiento óptimo de mi sistema inmunitario. Además de este plan de comidas y entrenamiento, seguiré tomando mis 2 cápsulas de mutlivitamínico- multimineral y mi dosis nocturna de colágeno con ácido hialurónico para todo el tejido conjuntivo.

Por último, os dejo este enlace a un reportaje en el que participo que se emitió ayer en España Directo de La 1 en el que hablamos acerca de adelgazar con salud, contando experiencias y alejando a las personas de las pastillas milagro y las dietas sin sentido. Si has leído el libro ya sabes que no se trata de comer poco, sino de comer bien.

 

Cómo Adelgazar Rápido de forma segura

Adelgazar Rápido es sano

Adelgazar Rápido es sano

Cuando alguien quiere adelgazar, una de las cantinelas frecuentes que escucha es que no debe tratar de adelgazar rápido. Para los que ya hayan leído mi libro, creo que dejo bien claro que lo realmente peligroso no es adelgazar rápido, sino tardar en adelgazar o, peor aún, no adelgazar por tratar de hacerlo pausadamente. Adelgazar no es lo mismo que perder peso. Se puede perder mucho peso sin adelgazar, y se puede adelgazar sin perder mucho peso. Adelgazar es eliminar la grasa acumulada en el cuerpo, y por ello no hay ningún peligro en adelgazar rápidamente, sino más bien todo lo contrario. Pero no quiero convertir este artículo en un acto de fe para los lectores. Vamos a examinar la más reciente evidencia científica para descubrir si adelgazar rápido es seguro, como explico en el libro, o no lo es, como repiten muchos médicos y algunos nutricionistas despistados.

El prestigioso portal ScienceDaily.com acaba de hacerse eco de un estudio publicado en The Lancet el pasado 15 de Octubre en el que se analizaba comparativamente las ventajas de adelgazar rápido frente a adelgazar a un ritmo más moderado. Contrariamente a las recomendaciones habituales, el estudio concluye que adelgazar despacio no reduce la cantidad ni velocidad del peso que se puede volver a ganar al abandonar una dieta concreta, el famoso efecto rebote, cuando se lo compara con los resultados obtenidos al adelgazar rápidamente.

Este estudio, llevado a cabo en Australia por profesores de medicina de la Universidad de Melbourne y el departamento de pérdida de peso del hospital Austin Health, se llevó a cabo para determinar si adelgazar a un ritmo pausado -la recomendación habitual- tenía efectos positivos a largo plazo sobre la cantidad de grasa eliminada al compararse con los efectos que tiene en las personas adelgazar rápidamente.

En el estudio, se utilizaron 200 pacientes con índices de masa corporal entre 30 y 45 (Obesos tipo I, II y III) que fueron asignados aleatoriamente a un grupo para seguir un programa para adelgazar rápido en 12 semanas (como el que yo mismo promuevo en el libro) o por el contrario a un grupo para llevar una dieta que les hiciese adelgazar gradualmente en el transcurso de 36 semanas. Al final de cada programa para adelgazar, los participantes que habían logrado perder más del 12,5% de su peso total se sometieron a una dieta de mantenimiento durante tres años para poder observarse los efectos posteriores a largo plazo del tratamiento.

Los resultados fueron demoledores: los participantes que estaban en el grupo para adelgazar rápido que consiguieron alcanzar la cifra de al menos el 12,5% de reducción de su peso fueron muchos más (81% del total) que los que estaban en el grupo de adelgazamiento gradual (50%). Esto nos indica que si quieres adelgazar, tus posibilidades de éxito haciéndolo de manera rápida son más del 50% mayores que si lo intentas hacer lentamente.

Los investigadores descubrieron además que la velocidad a la que las personas adelgazan no afecta el ritmo al que pueden volver a ganar peso, el tan temido y cacareado efecto rebote. De modo que el mito que dice que si uno adelgaza rápidamente sufrirá un efecto rebote queda científicamente fulminado. Como he dicho en muchas ocasiones, el efecto rebote no tiene nada que ver con la velocidad a la que se pierde peso, sino con el tipo de tejido que se pierde. Si uno pierde grasa, o sea, adelgaza, no puede sufrir ningún problema de salud, pues está eliminando reservas energéticas y no tejido estructural. Por el contrario, los que creen que adelgazan pero en realidad están perdiendo peso a base de eliminar su tejido muscular, la estructura de su cuerpo, si que están jugando con fuego, pues al debilitar su estructura irremediablemente debilitan su salud. Pero eso lo discutiremos con más detalle en otro artículo próximamente cuando escriba sobre los efectos nocivos que puede tener a llegar en el organismo adelgazar a base de realizar un exceso de ejercicio físico.

Volviendo a este interesante estudio, quiero añadir que ya ha sido comentado por otros investigadores del Centro de Investigación Pennington Biomedical en Baton Rouge, Estados Unidos, afirmando que en efecto los médicos y nutricionistas deben seguir la tendencia de recomendar planes para adelgazar rápido, independientemente del tipo de plan que propongan, dado que con los datos en la mano, la mayor tasa de éxito se conseguirá si se hace que las personas adelgacen rápidamente, lo que además no está reñido -sino todo lo contrario- con adelgazar saludablemente.

Los motivos por los que yo promuevo en mi libro que las personas adelgacen rápido son similares a los observados por los investigadores que han llevado a cabo este estudio. No solo eso, sino que además, como dicen los investigadores Norteamericanos en sus comentarios, el factor psicológico es fundamental para logar un objetivo y en este sentido, perder peso como yo lo hice (35 kilos en 4 meses) es tan rápido que no te da tiempo a pensar si merece la pena o no. Ahora, casi cuatro años después, sigo modificando mi cuerpo, generando más masa muscular y promoviendo mi salud, pero el grueso de la grasa, ese me lo quité de encima rápido.

Trucos para Adelgazar comiendo fuera

Trucos y secretos para adelgazar

Trucos y secretos para adelgazar

En mi experiencia en estos casi cuatro años tratando de seguir el plan nutricional apropiado para adelgazar y mantener los porcentajes de grasa corporal a raya, he tenido que lidiar con muchas complicaciones, y de entre todas ellas, una de las más habituales es sin duda comer fuera. Si estás pensando en adelgazar y quieres trazar un plan que te ayude a conseguir tu objetivo de eliminar la grasa que te sobra, estos consejos y trucos para adelgazar comiendo fuera te serán de mucha utilidad.

En el libro Adelgazar sin Milagros que cuando comencé a adelgazar siguiendo la Isodieta uno de los mayores hándicaps era salir sin saltarme mi plan nutricional. ¿Cómo fui capaz de seguir este plan de manera tan estricta? Bueno, mi interés en adelgazar motivó una buena dosis de fuerza de voluntad, no voy a negarlo, pero comprobar que era capaz de salir y divertirme y aún así conseguir adelgazar a diario también influyó de manera decisiva para que me pudiese mantener firme en mi propósito.

Estas son algunas de las cosas que hice (y todavía hago) para conseguir adelgazar teniendo una vida social muy activa:

  1. Comer tarde para adelgazar

    Comer tarde para adelgazar

    Comer tarde antes de salir: Para adelgazar, es fundamental no llegar a las comidas con ansiedad. Cuando uno sale suele comer un poco más tarde de lo normal y esto nos hace comer con ansiedad cuando finalmente nos ponen la comida por delante. Uno de los trucos principales es que puedes hacer es retrasar la comida que vayas a hacer antes de salir para de este modo llegar con menos hambre al restaurante. Si te tocaba comer algo, por ejemplo, a las 11 de la mañana, retrásalo hasta las 12 o 12:30. Así, cuando llegues al restaurante a las 14 o 14:30 tendrás menos apetito, comerás menos y te costará menos trabajo adelgazar.

  2. Comer saciante antes de salir: Otra de las claves para adelgazar de manera sana, rápida y permanente es no ingerir más cantidad de comida que la que necesitamos. Para ello, la sensación de saciedad es fundamental. El nutriente que más sensación de saciedad produce es la grasa. Por ello, si voy a comer fuera, trato de que la comida de antes sea rica en grasa para que me produzca sensación de saciedad. Por ejemplo, como suelo comer los viernes con unos amigos con los que monto en moto, antes de salir de mi casa lo que como es queso, un alimento rico en grasa que contrariamente a lo que mucha gente piensa, es perfectamente adecuado si quieres adelgazar y nutrirte adecuadamente. Con ello consigo sentirme lleno más tiempo, incluso si acabamos comiendo más tarde de lo normal.
  3. Agua con gas para adelgazar

    Agua con gas para adelgazar

    Beber agua con gas: Como explico en el libro, se puede adelgazar perfectamente tomando bebidas gaseosas siempre que estas no tengan azúcar. De entre todas las bebidas que puedo recomendar para adelgazar, creo que el agua con gas es indudablemente la mejor. Su contenido es agua y gas, en algunos casos y dependiendo de la marca, incluso gas natural del manantial. No sólo no te hará engordar, sino que la hinchazón que produce el gas te ayudará a tener la sensación de saciedad más rápido y por tanto contribuirá a que puedas comer mejor y finalmente puedas adelgazar. Antes de comer, durante la comida o incluso después, el agua con gas es un gran aliado que debes usar si quieres adelgazar.

  4. No todo lo dulce engorda: Sé por experiencia que cuando llega el momento de los postres la cosa se pone fea para los que están tratando de adelgazar. ¿Qué se puede pedir que sea dulce, no engorde y nos ayude a adelgazar? Si me apetece tomar postre, algo que reconozco tiene más de social que de nutritivo, porque se produce prácticamente durante la charla de la sobremesa, mi primera elección es pedir frutos del bosque. Ya sean fresas, moras, frambuesas o similar, los frutos del bosque son bajos en carbohidratos y bajos en fructosa, por tanto válidos en tu dieta si buscas adelgazar. Con esto no quiero decir que uno se pueda comer medio kilo y pretender adelgazar, pero una ración razonable de vez en cuando es perfectamente válida. Pero como no siempre hay este tipo de frutas y nosotros queremos adelgazar siempre, en cada salida que hagamos, la elección más lógica es un café o infusión con edulcorante. Tomar un café, té o cualquier otra infusión con una buena dosis de edulcorante nos eliminará esa necesidad de tomar algo dulce y no evitará que podamos adelgazar si hemos seguido fielmente el plan.
  5. Elimina el pan y los piquitos para adelgazar

    Elimina el pan y los piquitos para adelgazar

    Sin pan y sin piquitos: Si de verdad quieres adelgazar ya sabes que el pan (y los piquitos) no son una opción. Más te vale tomar una cantidad superior de jamón o queso en el aperitivo que ceñirte a la cantidad adecuada y añadirle algo de pan o de piquitos. Para adelgazar, o sea, para eliminar la grasa acumulada, hay que estar en cetosis, usando dicha grasa como combustible. Si tomas pan en el restaurante, aunque sea integral, sin gluten o de semillas, saldrás de la cetosis y volverás al metabolismo de la glucosa que, como indico en el libro, imposibilita que puedas adelgazar rápidamente. Si no puedes frenar el deseo, es mejor pasarse en la ingesta de proteínas o de grasa -de manera puntual- que ingerir carbohidratos refinados. Recuerda: no se puede adelgazar (perder grasa) comiendo alimentos que generan grasa corporal y los carbohidratos refinados son los reyes de la creación de grasa corporal.

  6. Adelgaza tomando verduras asadas

    Adelgaza tomando verduras asadas de acompañamiento

    Verduras sí, ¡pero no solas!: Ya sabes que para adelgazar hay que vigilar el tipo de verduras que se ingieren porque con el marketing alimenticio, a cualquier cosa se le llama verdura hoy en día. Los vegetales de hoja verde como la lechuga, la acelga, la espinaca y los que son ricos en fibra y tienen bajo índice glucémico, como el pepino, el calabacín, el espárrago, las setas y champiñones y demás, son buenos compañeros en tus comidas para adelgazar, pero no deben viajar solos en tu plato. Siempre, en cada ingesta que hagas, debe haber proteínas y grasas. Un plato de pisto, por más que te guste, no es una opción. Si quieres comer ensalada, debes añadirle proteínas y grasas como las procedentes del queso, huevo, carnes, etc. Si te apetece un plato de setas, pide un revuelto de setas, para que lleven huevos, o un revuelto o tortilla de espárragos. Evita el tomate y otras frutas ricas en fructosa, pues estos alimentos evitan que puedas adelgazar cuando los ingieres.

  7. Carne con Ensalada, perfecto para adelgazar

    Carne con Ensalada, perfecto para adelgazar

    Ensalada de acompañamiento: Cuando pidas una carne o un pescado, asegúrate en el momento de pedirlo que viene acompañado de ensalada. Lo normal es que venga acompañado de patatas, porque es más barato, pero en realidad lo mejor que le puedes añadir para comer bien y adelgazar es un poco de ensalada. Si te ofrecen «verduritas» desconfía y pregunta. Muchas veces, en los restaurantes, las «verduritas» son una menestra a base de patatas y zanahoria cocidas, y no hace falta que te diga que si quieres adelgazar estos son dos alimentos a evitar a toda costa. Un poco de ensalada bien aliñada con aceite de oliva virgen es, en mi opinión, el mejor acompañamiento que puedes pedir para una carne o un pescado si buscas adelgazar.

  8. ¡Ojo con los entrantes!: Para compatibilizar tu vida social con tu plan nutricional diseñado para adelgazar, una de las cosas que debes hacer desde el primer día es llevar la voz cantante en el restaurante. A la hora de pedir entrantes para compartir, anticípate en la mesa y sugiere entrantes adecuados para adelgazar. De otro modo, el riesgo de que se te adelanten y pidan entrantes cargados de carbohidratos es muy alto. Te sugiero jamón, queso, anchoas, foie, ensaladas con frutos secos y cosas similares. No puedes adelgazar si comes entrantes a base de pan, harinas, pastas y otros carbohidratos refinados.
  9. Adelgazar sin tomar cerveza

    Adelgazar sin tomar cerveza

    La cerveza no es una opción: Soy consciente de que últimamente hay una campaña global atribuyendo a la cerveza toda suerte de bondades. No te dejes engañar, son falsedades. Ni la cerveza sirve para adelgazar, como he leído hace poco, ni te mejora la salud, ni nada de nada. Se trata de una bebida -alcohólica o no- hecha a base de cereales y, si ya has leído el libro, no hace falta que te explique lo que los cereales hacen en tu cuerpo. Si quieres un refresco o un aperitivo, una cola zero o incluso una copita de vino -y aquí lo importante es entender lo que significa UNA- son mucho mejor opción que la cerveza. De todos modos, como he dicho antes, para adelgazar, lo mejor que puedes usar en el aperitivo es agua con gas. Si no tienes costumbre, pruébala con hielo y limón, no te defraudará. Ten en cuenta que hay muchos tipos de agua con gas, y todas sirven para adelgazar. Que una no te guste no quiere decir que no te guste ninguna.

  10. Come despacio para adelgazar

    Come despacio para adelgazar

    Despacio, no hay prisa: Admito que normalmente como muy rápido, pero soy consciente que para adelgazar hay que tratar de comer despacio. La sensación de saciedad se produce cuando la comida alcanza el estómago y comienza su absorción. Si comemos muy rápido, no producimos esa sensación de saciedad en el momento adecuado y comemos más de la cuenta, algo que lógicamente evitará que podamos adelgazar.

  11. Es un tema social, no nutricional: No pierdas de vista la idea de que salir con los amigos es un tema social, no nutricional. El objetivo es que te relaciones, que hables, que rías, que lo pases bien. Tu atención no debe estar centrada en la comida, sino en las personas con las que compartes el momento. De este modo, si te centras en ellos y no en la comida, no sentirás sensaciones de ansiedad ni hambre, podrás disfrutar del momento y, de camino, lograrás adelgazar.
  12. Para adelgazar evita la tentación

    Para adelgazar evita la tentación

    No merece la pena: Ten siempre en mente que saltarte el plan, aunque sólo sea una vez, no merece la pena. No se trata de que por saltártelo una vez vayas a engordar, sino que interrumpes durante días un proceso que te ha costado mucho iniciar: adelgazar. Si ya has leído el libro, sabes que la única forma de perder peso de manera saludable es adelgazar, o sea, eliminar la grasa acumulada. Se tardan varios días en comenzar a adelgazar, porque para ello hay que poner en marcha en nuestro cuerpo el metabolismo de las grasas. Se tarda medio minuto en abandonar ese metabolismo de las grasa que nos permite adelgazar y volver al metabolismo del azúcar, que nos hace engordar. El problema es que aunque se sale en medio minuto del metabolismo de las grasas, luego pueden ser necesarios varios días para volver a entrar. Lo que ocurre es que por ese medio minuto de supuesto placer al saltarte el plan echas por tierra el trabajo y la constancia de varios días. No te lo pienses ni un minuto: no merece la pena. Mantente firme y lograrás adelgazar, sentirte mejor y ganar salud.

Creo que estos consejos te ayudarán a adelgazar si sigues un plan nutricional adecuado, como la Isodieta. No creas que adelgazar es incompatible con tener vida social, porque no es cierto. Adelgazar es incompatible con tomar carbohidratos simples y carbohidratos refinados, pero cuando sales y tienes vida social, eres tú quien manda y normalmente quién paga, así que elige los alimentos y las bebidas sabiamente y no tendrás problemas para adelgazar sin renunciar al ocio y la diversión. Recuerda, como explico en el libro, que yo logré adelgazar incluso el tiempo que estuve de vacaciones con mi familia en Disney, y te garantizo que allí pedir alimentos sin carbohidratos es infinitamente más complicado que el bar de la esquina de tu barrio. Si yo logré adelgazar, tú también puedes lograrlo.

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El reto de adelgazar

Portada del libro Adelgazar sin Milagros

Portada del libro Adelgazar sin Milagros

Se ha cumplido algo más de un año desde la publicación del libro Adelgazar sin Milagros y la experiencia ha sido muy enriquecedora. Muchas personas han logrado adelgazar y muchas otras han recuperado su salud y abandonado toda suerte de medicinas que tomaban antes de empezar. Estoy sumamente contento de que mi ejemplo esté ayudando a tantas personas a volver a sentirse bien. Pero esto no acaba más que empezar y los nuevos retos que voy a proponer para llegar y ayudar a más personas son todavía más impresionantes.

Hace tiempo que no introducimos nuevos testimonios en la entrada sobre testimonios de lectores que han conseguido adelgazar. El caso es que cada semana recibo correos electrónicos de agradecimiento pero el trabajo me desborda y no puedo incluirlos todos porque la entrada se volvería monstruosamente grande. La mayoría de lectores que me escriben son de España, pero me sorprende la cantidad de correos que estoy recibiendo últimamente del otro lado del Atlántico, tanto de los países de América Latina como de Estados Unidos y Canadá, donde muchas personas han logrado adelgazar o están activamente adelgazando en estos momentos tras leer el libro.

Jaime Brugos está decidido a llevar su Isodieta a todos los rincones del mundo para ayudar a la gente a adelgazar y recuperar su salud, y yo estoy decidido a ayudarle en lo que humildemente pueda, pues como relato en el libro esto me ha cambiado la vida y tiene el potencial para cambiársela a cualquiera que lo necesite. Los libros están publicados y disponibles por una gran cantidad de vías, de modo que lo siguiente tiene que ser convencer a los escépticos y para ello, nada mejor que demostrar el movimiento andando, bueno, en este caso, adelgazando. Así que ahí va el anuncio oficial:

Vamos a abrir en breve un «casting» para personas que necesiten y quieran adelgazar una cantidad realmente importante de kilos y, de entre todas las candidaturas, vamos a escoger a una persona y la vamos a enfrentar al reto de adelgazar siguiendo lo que explico en el libro en general y la Isodieta en particular. Pero no se trata sólo del reto de adelgazar, sino que lo vamos a hacer en directo, grabando todo y emitiendo videos periódicos en los que se vea no sólo su progreso, sino también su vida diaria: qué alimentos compra, cuando come, qué come… El reto es que esta persona consiga adelgazar todo lo que necesita sin recurrir a pastillas, cirugías ni otros métodos artificiales. No la vamos a subir a una máquina para que corra varias horas al día. Lo haremos únicamente modificando su alimentación para que adelgace perdiendo grasa y sin que su masa muscular se vea afectada, tonificando y reforzando con un poco de deporte para que la piel y los músculos recuperen su forma natural.

El reto de adelgazar, para quien nos quiera seguir, estará pronto disponible como video-blog y cualquiera que lo desee podrá presentar su candidatura. Avisaré por este mismo medio con tiempo para que todo el que quiera se pueda presentar. Por motivos meramente logísticos, solo podremos elegir a una persona, pero todos los demás estarán invitados a unirse al reto y lograr los mismos efectos, incluso subiendo sus propios videos de sus progresos. De este modo, lo que pretendo es que el reto de adelgazar en directo no lo ejecute una sola persona, sino que cualquiera que quiera se una y comparta a tiempo real su experiencia.

Estoy tan convencido de que cualquiera que se lo proponga lo puede conseguir, que pretendo demostrarlo con videos a tiempo real, tanto de la persona que seleccionemos en el casting como con cualquiera que quiera participar desde casa. El único requisito será, como es lógico, seguir fielmente las indicaciones y motivaciones del libro. Solo con eso -y esto lo he visto hasta la saciedad en este año que ha transcurrido- es suficiente para lograr adelgazar de manera sana, rápida y permanente.

Adelgazar con Bebidas Deportivas

Bebidas deportivas para adelgazar

Bebidas deportivas para adelgazar

Si ya has leído mi libro Adelgazar sin Milagros sabrás que soy contrario a la idea de adelgazar usando el deporte. El deporte tiene una importancia crucial en nuestras vidas y debemos practicarlo a diario, eliminando el sedentarismo, pero no es la herramienta adecuada para adelgazar. Muchas personas relatan como han adelgazado corriendo o haciendo bicicleta durante interminables horas, pero todos los estudios demuestran que la práctica de ejercicio cardiovascular disminuye nuestro peso a base de consumir nuestra masa muscular, no nuestra grasa. Adelgazar es, en esencia, perder la grasa que tenemos acumulada y esto es algo que debemos conseguir cambiando la forma en que nos alimentamos para obligar a nuestro cuerpo a quemar nuestros depósitos de grasa. Intentar adelgazar usando únicamente el deporte es una misión casi imposible, en especial si lo intentamos como está de moda ahora, a base de interminables sesiones de ejercicio cardiovascular.

Hoy quiero repasar la técnica que utilizan muchas personas, y en especial muchas mujeres, para adelgazar, y subrayar algunos motivos por los que no funciona. Ojo, no digo que las personas que intentan adelgazar así no pierdan peso, digo que pierden más masa muscular que masa grasa, y esto es algo que debilita su salud y les impide adelgazar. Como explico en el libro, a menor masa muscular más facilidad para incrementar la grasa corporal y metabolismo más lento. De hecho, la prueba es que muchas mujeres consiguen perder peso a base de correr en la cinta o pedalear en la bicicleta, pero su celulitis no disminuye o incluso en muchos casos aumenta.

Esto es debido a que deciden tratar de adelgazar siguiendo dos principios erróneos: 1) reducir la ingesta de grasa y 2) salir todos los días a correr o a hacer cualquier ejercicio cardiovascular en el gimnasio durante 45 minutos, una hora o más. Muchos habréis escuchado el mito que dice que se empieza a quemar grasa después de 25 minutos de practicar deporte de manera continuada. Nada más alejado de la realidad. Si la dieta es la adecuada, se puede adelgazar antes de hacer deporte, durante toda la sesión de entrenamiento que hagamos y durante horas después del entreno.

Para colmo de males, y este es el motivo principal de escribir este artículo hoy, muchas personas acompañan su entrenamiento con su bebida deportiva favorita. Es cierto que durante la práctica deportiva sudamos y que perdemos una serie de micronutrientes que son fundamentales para nuestros músculos y debemos reponerlos. En esta categoría tenemos sobre todo minerales como el potasio o el magnesio. Ahora bien, ¿alguien se ha leído una etiqueta de valores nutricionales de una bebida deportiva?

La mayoría de las bebidas deportivas que se venden en las grandes superficies son, principalmente, agua con azúcar. Quien no me crea que mire los valores nutricionales de estas bebidas. Por ejemplo, una botella de Isostar contiene 34 gramos de azúcar, más o menos lo mismo que una lata de Coca Cola. En concreto sus tres primeros ingredientes son agua, sacarosa y jarabe de glucosa. La teoría del fabricante es que esos hidratos de carbono nos proporcionan energía adicional para el deporte… si somos capaces de no beber más de 150 ml cada 15 minutos, que es lo que recomiendan en el envase. Pero la mayoría de nosotros bebemos mucho más que eso, sobre todo en verano. ¿Qué ocurre cuando bebemos más de lo que nuestro cuerpo puede utilizar como energía inmediata? Pues lo de siempre: sube la glucosa en sangre, se dispara la secreción de insulina, y se acaba almacenando el exceso de glucosa como grasa. Justo lo contrario a lo que queríamos conseguir, que era adelgazar.

Pero el caso del Isostar no es el único. El Powerade ION4, una de las bebidas más populares, contiene en su versión líquida casi 38 gramos de azúcar en una botella de 500 ml, que la mayoría de las personas se sopla en su entrenamiento. De hecho, su versión en polvo es justo lo contrario de lo que necesitamos para adelgazar. En 100 gramos de polvo Powerade ION4 hay exactamente 92 gramos de azúcar. Vamos, que Coca Cola nos vende azúcar con minerales básicos a precio de oro porque lo mete en un bote muy bonito de vistosos colores y le pone un nombre atrayente. He visto a muchas personas en el gimnasio hacerse su propio preparado, añadiendo más y más cucharadas de Powerade o Isostar a su botella de agua, y desafortunadamente no eran conscientes de que le estaban añadiendo, básicamente, azúcar al agua a precio de oro.

No voy a poner en duda la utilidad de añadir algo de carbohidratos a la dieta antes de entrenar o incluso después, si se pretende hacer una recarga, pero desde luego tengo claro que los carbohidratos no deben ser de absorción rápida y mucho menos en forma de azúcar. Lo cierto es que estas mismas personas que toman su Isostar en muchos casos han precedido el entrenamiento con un gran plato de pasta y así lo único que consiguen es generar picos de glucosa e insulina en la sangre que no son adecuados si queremos adelgazar.

Mi consejo: la bebida universal, el agua, te aporta la hidratación que necesitas antes, durante y después del entrenamiento sin impedirte adelgazar. Los electrolitos que necesitas reponer los puedes conseguir de ciertos vegetales o en cualquier preparado multimineral. Si necesitas un aporte extra de minerales, puedes comprar por ejemplo un bote de magnesio en polvo por menos de 10€ y te durará semanas usando un poco cada día.

El Poder de la Mente para Adelgazar

El poder de la mente para adelgazar

El poder de la mente para adelgazar

No te asustes. No voy a decirte que hagas meditación trascendental para adelgazar sentado. Desafortunadamente no es posible adelgazar sin esforzarse mínimamente. Adelgazar rápidamente es algo al alcance de todos… de todos los que estén mentalmente preparados para perder grasa, ganar salud y desterrar los mitos acerca de la nutrición.

Afortunadamente, las críticas positivas a mi libro son mucho más abundantes que las negativas. Sin embargo, de vez en cuando aparece alguna crítica negativa y trato de entender lo que motiva a la persona que la escribe. Creo que está más que demostrado que cambiar las pautas nutricionales que seguimos, como defiendo en el libro, produce una pérdida de grasa inmediata y mejora ostensiblemente la salud pero, como es lógico, hay que querer hacerlo.

En el libro explico que considero que hay 5 factores clave a tener en cuenta a la hora de intentar adelgazar. El primero de estos factores es la necesidad y el segundo el compromiso. Ambos son eminentemente psicológicos. Si uno no siente la necesidad de adelgazar o no es capaz de comprometerse seriamente con su objetivo, su iniciativa está destinada al fracaso.

Las tres o cuatro críticas negativas del libro que he encontrado coinciden en una cosa: ninguna de las personas han intentado siquiera poner en marcha lo que propongo. Simplemente lo han desechado con argumentos más bien peregrinos del tipo «creo que no puede ser bueno» o «todo esto yo ya lo sabía». Yo no «creo» que algo pueda ser bueno o dejar de serlo. Yo leo, me documento, investigo y miro a mi alrededor para saber si algo es bueno o no. Si se trata de poner excusas para no adelgazar, para no hacer algo en general, podría escribir otro libro al respecto.

Una persona escribió del libro hace poco: «Una dieta que elimina totalmente los hidratos de carbono y los azucares no tiene nada de novedoso y es evidente que adelgazas si o si» y puntuaba el libro con 2 estrellas en Amazon, pese a que la mayoría de comentarios le otorgan 5 estrellas de las 5 posibles. Si esta persona ya sabía que reduciendo los carbohidratos y eliminando el azúcar adelgaza, ¿por qué sigue comprando más libros sobre la pérdida de peso? En mi opinión, está buscando excusas para no poner en práctica lo que ha aprendido o quizás está esperanzada en encontrar una píldora mágica que le haga adelgazar sin realizar ningún esfuerzo. Es increíble como las personas siguen buscando sin cesar una pastilla para adelgazar. ¿De verdad no se dan cuenta que si existiese una pastilla para adelgazar que realmente funcionase, ya no habría más obesidad en el mundo?

Yo jamás en mi vida he conseguido algo que mereciese la pena sin haberme esforzado por conseguirlo. Cada logro que he obtenido, fuera en el campo que fuera, ha venido precedido por un esfuerzo y una necesidad interior de conseguir lo que fuese que andaba persiguiendo en cada momento.

Decía Paulo Coelho en su libro El Alquimista: «Cuando realmente quieres que algo suceda, el universo entero conspira para que tu deseo se vuelva realidad». Yo creo que esto es cierto. El poder de la mente en este sentido es absolutamente impresionante. Cuando una persona quiere adelgazar, nada le impide conseguirlo. Otra cosa es que realmente sienta la necesidad y esté dispuesta a asumir el compromiso que necesita para alcanzar su objetivo.

Desafortunadamente, no vivimos en los tiempos de El Alquimista y sí en el de Los Alquimistas. Parece que mucha gente espera que exista una pastilla mágica para cada problema que tengamos, una píldora para adelgazar que les permita seguir comiendo y bebiendo lo que quieran sin que merme su salud. Muchas personas siguen buscando la pastilla milagrosa que les ayude a adelgazar rápidamente, sin esforzarse, y cometiendo los mismos excesos. Para esas personas tengo malas noticias: no existe ninguna pastilla para adelgazar que realmente funcione. Por eso titulé mi libro Adelgazar sin Milagros. Perder la grasa que nos sobra no depende de que ningún laboratorio fabrique una píldora para adelgazar. Al contrario, depende de nuestra mente, de nosotros mismos. Si somos capaces de concienciarnos, si sentimos la necesidad, si estamos dispuestos a adquirir un compromiso, si desterramos las excusas, los mitos y nos ceñimos a la realidad, entonces adelgazar en su viaje placentero con final feliz.

Por el contrario, si lo que queremos es seguir haciendo lo mismo y tomar una pastilla para adelgazar que invierta los resultados habituales, nuestras posibilidades de conseguir adelgazar son nulas. Es más probable que crezcas 20 centímetros en un año que consigas adelgazar por el mero hecho de tomarte una pastilla. Si de verdad quieres adelgazar, si quieres ver como la grasa desaparece de tu cuerpo, el músculo crece y tu salud se fortalece, no debes buscar una pastilla mágica en una farmacia, sino en tu mente, en tu interior. Encuentra la motivación que necesitas y tómate una dosis cada mañana al levantarte; comprobarás que sus efectos son inmediatos contra la grasa acumulada. Después de todo, si estabas dispuesto a comprarte una pastilla para adelgazar y tomártela a diario, esto es mucho más barato y requiere el mismo tipo de compromiso: la constancia… ¡y para colmo funciona!

Adelgazar Dulcemente

Adelgazar Dulcemente

Adelgazar Dulcemente

Si el otro día hablaba de los efectos que produce el azúcar en nuestro cerebro y de cómo resulta casi imposible adelgazar si consumimos azúcar de manera habitual, hoy voy a centrarme en los edulcorantes y de si son apropiados o no para seguir un plan nutricional destinado a hacernos perder peso. Debo confesar que escribo este artículo motivado por la pregunta de Cindy en los comentarios del artículo El Efecto del Azúcar en el Cerebro. En su pregunta, Cindy quería saber si los edulcorantes sirven para adelgazar o si confunden al cerebro, y lo cierto es que hay bastante literatura científica al efecto. Desafortunadamente, mucha de esta literatura basa los resultados en el recuento de calorías, pero si hemos aprendido algo últimamente es que las calorías son sólo una parte de la ecuación para adelgazar y que mucho más importante que el número de calorías es su procedencia.

Desde un punto de vista netamente energético, los edulcorantes son eficaces cuando los usamos en el marco de una dieta diseñada para hacernos adelgazar. La mayoría de ellos no aportan calorías y por lo tanto el balance energético neto de la ingesta de alimentos que realizamos es inferior que si utilizamos azúcar para endulzar. Sin embargo, como comento en el libro, adelgazar no es tan simple como ingerir menos calorías de las que consumimos. Ya he repetido hasta la saciedad que las dietas hipocalóricas que reducen la grasa y las proteínas nos hacen perder peso a base de destrozar nuestra masa muscular, de ahí que se produzca con frecuencia un efecto rebote y los resultados no sean permanentes. Lo importante, como acabo de decir, es entender el tipo de calorías que estamos ingiriendo.

Pues bien, como iba diciendo, otros factores son determinantes en la pérdida de peso, y uno de ellos es precisamente el papel que juega el cerebro dentro del metabolismo. Nuestro cerebro utiliza distintos receptores para identificar sustancias y preparar nuestro organismo para dichas sustancias. Según he leído en algunos estudios, parece ser que cuando tomamos alimentos dulces, incluso si no están endulzados con azúcares, el cerebro interpreta que estamos comiendo azúcar y prepara el estómago y los intestinos para la digestión del azúcar segregando las sustancias adecuadas. Lo que ocurre es que estas sustancias alteran la digestión porque lo que llega al estómago y al intestino no son azúcares, sino otro tipo de moléculas. Algunos estudios señalan que esto puede tener a muy corto plazo un efecto negativo en el control del peso.

Sin embargo, las buenas noticias son que nuestro cerebro aprende con facilidad y que, después de varias ingestas de este tipo, es capaz de diferenciar cuando tomamos azúcares y cuando tomamos edulcorantes y, en el segundo caso, deja de producir estas sustancias, eliminándose por completo el efecto negativo que supuestamente tendrían los edulcorantes en una dieta diseñada para adelgazar.

Lo dulce nos produce placer y satisfacción. La ingesta de azúcar nos hace sentir bien de manera efímera porque sus resultados a la larga son bastante nefastos. Por ello, cuando comenzamos a adelgazar, una de las tareas más importantes que tenemos que respetar es eliminar por completo el azúcar para superar su adicción y ser psicológicamente libres. Ahora voy a especular un poco: Si los edulcorantes nos producen una sensación de placer similar, ¿es posible que se acrecente nuestro deseo por cosas dulces cuando tomamos edulcorantes y seamos más proclives a volver a tomar azúcar?

Esto es algo que lleva rondando mi cabeza algún tiempo, así que me puse a investigarlo. Resulta que no soy el único que le da vueltas a esta idea y que se han realizado diversos estudios para comprobar esta correlación. Lo cierto es que ninguno parece concluyente. Hay especialistas a favor y especialistas en contra. Estudios que sugieren una cosas y estudios que sugieren otra. A la vista de los estudios, tengo que decir que no está del todo claro. Ayer me propuse un reto para tratar de comprender esto mejor. Durante todo el día, decidí sustituir el agua por refrescos Zero, o sea, los que están endulzados con edulcorantes y son técnicamente adecuados para adelgazar. Mi objetivo era comprender si la ingesta continuada de estos refrescos me producía hambre y/o ganas de ingerir azúcar. Desgraciadamente, no pude completar este experimento porque comprobé que tras ingerir una lata de Acuarius Libre (0% carbohidratos) a primera hora de la mañana tenía una sed de campeonato y me era absolutamente imposible beber nada que no fuese agua. Normalmente, yo bebo bastante agua al cabo del día y si estos refrescos me incrementan la sed, lo tendré difícil para poder llevar este pequeño experimento a cabo. Por la tarde, volví a intentarlo tomándome una Coca Cola Zero, pero igualmente me dio bastante sed al cabo de un ratito.

Por otro lado, tenemos que analizar el efecto que tienen en nuestro organismo los edulcorantes en otros aspectos diferentes a la pérdida de peso. Mucho se ha hablado y se ha escrito sobre la correlación entre ciertos edulcorantes y enfermedades como el cáncer. Parece que el que se lleva el premio gordo es el aspartame (o aspartamo, tampoco me queda claro cual es el nombre en castellano). Sin embargo, debo reconocer que no existen estudios (o al menos yo no los he encontrado) que asocien la ingesta de cualquier edulcorante en sus cantidades máximas recomendadas y ningún tipo de enfermedad. Lógicamente, la excepción son las alergias. Por ejemplo, algunos edulcorantes contienen el aminoácido fenilalanina y hay personas sensibles a este aminoácido. Por lo tanto y como es natural, estos edulcorantes tienen efectos secundarios en dichas personas. Desde luego, no se si por campaña de marketing, por novedad o por rigor científico, el edulcorante que suele salir mejor parado en todos los estudios es el procedente de la hoja de stevia, que suele ser un edulcorante natural a base de extractos vegetales.

Mi conclusión final, después de haber investigado bastante el tema, es que los edulcorantes pueden ser buenos aliados para adelgazar siempre y cuando no se abuse de ellos. Poner unas gotas en el café, tomar de vez en cuando un refresco zero, o usar unas gotas de stevia (yo uso Steviat de Soria Natural) para la realización de alguna receta, no creo que vaya a tener un efecto negativo en nuestra pérdida de peso. Sin embargo, abusar de ellos -como casi de cualquier sustancias que no sea el agua- puede producir efectos no deseados en nuestro plan. Como explico en el libro, cada persona es un mundo y debe aprender a comprender lo que ocurre en su cuerpo. Mi consejo es que si toma edulcorantes y nota que le crece el apetito o que le apetece tomar azúcar, deje de tomarlos. Creo firmemente que en distintas personas los efectos son distintos y por eso los resultados de los estudios de momento no son concluyentes.