74 search results for "niños"

Denunciable: Embutidos Casa Tarradellas en Mercadona

Maxi York de Casa Tarradellas en Mercadona

¿Recuerdas aquella adorable ancianita en televisión que nos acoge en su masía y nos invita a comer sus pizzas y embutidos caseros hechos con la tradición milenaria que heredan las personas en los pueblos? Pues desengáñate, aparentemente la abuelita prepara las mismas o peores porquerías que otros fabricantes con pinta menos afable. No me suelo prodigar mucho por Mercadona porque creo que la calidad de algunos de sus productos deja un poco que desear, pero puntualmente, si necesito algo rápido y me pilla uno a mano -lo cual no es muy difícil dada su proliferación por mi zona- acabo entrando a buscarlo.Calculadora de nutrientes gratis de Adelgazar sin Milagros

El otro día entré y al pasar por la sección de embutidos llamó mi atención el tamaño de una «barrita» de esas de jamón cocido y/o pechuga de pavo/pollo. El caso es que esta era de dimensiones grandiosas y se me ocurrió echarle un vistazo por si realmente podía suponer un ahorro en la cesta de la compra con una calidad razonable. Era de la marca Hacendado, pero el fabricante, claramente especificado, es Casa Tarradellas, la empresa de la abuelita de la que hablaba al comienzo. Se me ocurrió pensar que el producto sería de calidad y que la abuelita se habría preocupado de preparar un embutido saludable y tradicional. Sin embargo, descubrí que la abuelita escondía bastantes sorpresas en su embutido… vamos, que con abuelas así, nietos obesos seguro.

Partamos de la base que la mayoría de esas barritas de embutido son una auténtica porquería, y que hasta ahora la primera posición de fabricantes de basura empaquetada con forma de jamón de york la tenía en mi escala Campofrío, de cuyos productos ya hablé en este artículo y en este otro. Sin embargo, la abuelita de Casa Tarradellas ha irrumpido con fuerza en el ranking y debo admitir que le pelea seriamente esa primera posición al fabricante de origen Burgalés, aunque actualmente Mexicano. Sin embargo, algunos productos de este tipo en el mercado se salvan de la quema y por eso de vez en cuando miro los nuevos que voy encontrando a ver si tienen cierta calidad. Como sé que me van a llover preguntas al respecto, me anticipo: me parece que el Jamón Cocido con Aceite de Oliva de Argal y el Jamón Cocido Extra Bienestar de El Pozo, ambos en formato de barrita mini, tienen una calidad aceptable y son alternativas interesantes para comer con moderación. Si alguien piensa que tengo predilección por una marca o por otra, se equivoca, y como muestra, lo que escribí de un producto de El Pozo hace poco en este artículo. Simplemente analizo productos sin importarme la marca comercial que tengan, y tan pronto hablo mal de un producto de un fabricante como bien de otro del mismo fabricante. Me importa la composición y los valores nutricionales, no la marca.

Pero vamos al lío, a ver como se las gasta la abuelita con sus recetas… El producto en cuestión del que voy a hablar hoy es el «Maxi York Hacendado» de 2Kg, elaborado por Casa Tarradellas, S.A. Como pude apreciarse en la imagen del producto, aspecto de jamón cocido, color de jamón cocido, la palabra «YORK» predominante en la etiqueta y además subrayada, y poco más a la vista en el expositor. Ahora bien, cuando cogemos el producto y le damos la vuelta vemos que de «York» más bien poco. La lista de ingredientes, desastrosa: Carne de Cerdo (45%), agua, fécula, proteína de soja, sal, dextrosa, azúcar, estabilizantes (E-451i, E-407), aroma, antioxidante (E-316), conservador (E-250) y colorante (E-120).

Desde el principio: ¡45% de «carne de cerdo»! ¿Cómo qué 45% de carne de cerdo? ¿Qué tipo de carne de cerdo es esta? ¿Jamón? ¿Paleta? ¿Lomo? ¿45%? Es de las concentraciones más bajas -por no decir la más baja- que he visto en un hipotético «Jamón de York». Sospecho que esto se parece más a una salchicha gigante que a un jamón de York y miedo me da pensar el tipo de «carne de cerdo» que lleva esto. Si miramos sus valores nutricionales vemos con estupor que lleva una cantidad altísima de hidratos de carbono, hasta 7,1g/100, que choca en contraposición con una bajísima cantidad de proteínas (11,4g/100) para ser, como dicen ellos en la letra pequeña, un «producto cárnico picado cocido». Un jamón cocido debe estar entre 18 y 23g de proteína de calidad por cada 100g de producto. O sea, proteína procedente del jamón del cerdo, no de la soja ni de aditivos similares. Este producto tiene aproximadamente la mitad de proteínas que un jamón de calidad, pero para colmo una parte de ellas no son proteínas de calidad procedentes de la carne, sino que proceden de la soja que lleva añadida como aditivo.

Composición del Maxi York Casa Tarradellas de Mercadona

Por si no te ha quedado claro, este producto que parece jamón de york es en realidad una mezcla de carne de cerdo de corte sin determinar con agua, patata, azúcar, soja y algunos aditivos para darle ese olor y color rosa característicos del jamón cocido. El E-451i son los fosfatos. Yo suelo comprar jamón cocido sin fosfatos, como el Bonnature de Argal o el Jamón Cocido sin Fosfatos de Carrefour. ¿Para que necesitamos aditivos en un producto que puede no llevarlos? ¿Para que dure más? Yo no necesito que el jamón cocido me sobreviva… Si al distribuidor se le pone malo, que compre menos. El E-407 es carragenina, un emulsionante que en ocasiones se ha relacionado con úlceras y cáncer, aunque de uso absolutamente legal como es lógico. El E-316 es eritorbato de sodio, un antioxidante que previene la oxidación de ciertas grasas -para alargar la vida del producto. El E-250 es Nitrito de Sodio, que previene el desarrollo de la bacteria del botulismo en la carne. Aunque de uso legal en Europa, su uso está restringido en algunos países por ser un potencial cancerígeno. La HACSG (Grupo de Apoyo para Niños Hiperactivos) recomienda que no se use. Por último, el E-120 es un colorante alimentario procedente de la cochinilla hembra, que puede causar reacciones alérgicas y cuyo uso también desaconseja la HACSG. De modo que si tienes un hijo hiperactivo, este producto no parece adecuado. Que nadie me malinterprete: todos estos aditivos son de uso absolutamente legal y no hay nada que denunciar en ese sentido. Ahora bien, un producto cuyo usuario más probable es un niño, no debería contener sustancias desaconsejadas por los expertos en hiperactividad infantil. De hecho, debería ser lo más natural posible, algo que este producto desde luego no es.

Entiendo que este producto es barato (en torno a 2€/kilo) y que parece una compra fácil y que para muchas personas esto es desafortunadamente lo más importante en las actuales circunstancias, pero existen alternativas a estos productos altamente procesados, especialmente para niños. En el propio Mercadona, por un poquito más y en el entorno de los 3€/Kg  (según precios de la web de Mercadona publicados el 22/09/2015) se puede comprar hígado fresco, chuletas de aguja frescas, codillo, jureles o sardinas, por mencionar solo algunos alimentos infinitamente más nutritivos, absolutamente frescos y -a priori- sin aditivos.

Permíteme dos minutos más de tu tiempo para convencerte -especialmente si tienes hijos- de la importancia de consumir productos frescos en casa. No voy a negarte que hervir un poco de pasta y aderezarla con tomate frito de bote y este preparado cárnico sea rápido, sencillo y barato, y además te solucione una comida de los niños que para colmo probablemente disfruten. No hay duda de que se trata de una comida que les proporciona energía y les mantiene vivos, pero ¿les proporciona salud a largo plazo? Yo creo, en base a todo lo que he leído e investigado, que la respuesta es un rotundo «no». Esto es algo sobre lo que hablo bastante en mi libro Adelgazar sin Milagros y sobre todo en mi libro La gran mentira de la nutrición, así que tampoco voy a repetirme más de la cuenta aquí, pero sí voy a dejar algunas pinceladas para que entiendas de lo que hablo si no has leído estos libros.

La pasta, el tomate frito y este preparado cárnico que nos quieren vender como si fuese jamón cocido son todos alimentos altamente procesados. Cada uno de ellos ha perdido nutrientes en el camino hasta el plato de tus hijos, y en ocasiones los efectos que tienen sobre el organismo son muy distintos después de haber sido procesados. Por ejemplo, el trigo entero se digiere parcialmente de manera relativamente lenta y, sin embargo, la pasta que se fabrica con el trigo procesado, sin cáscara, se digiere de manera íntegra y se asimila muy rápidamente. Esto significa que se convierte en glucosa a toda velocidad y por lo tanto eleva el nivel de glucosa de tus hijos en sangre, forzando al páncreas a segregar insulina para reducir de inmediato un nivel peligrosamente alto de azúcar en sangre. La insulina atrapa esa glucosa en exceso y la lleva al hígado, donde se convierte en grasa, que posteriormente será almacenada en el tejido adiposo de tus hijos. La segunda parte es que cuando la glucosa baja en sangre como efecto del exceso de insulina, el cerebro reacciona pidiendo más alimento para estabilizar el nivel de glucosa, en este caso hacia arriba, y como resultado tus hijos vuelven a tener hambre un rato después de haber comido. No necesitan energía, te lo garantizo, pero el tejido adiposo no se abre para liberar la grasa que tienen almacenada porque todavía queda insulina en la sangre y mientras haya insulina la grasa no se libera. Esto, de manera ocasional no plantea un problema, pero de manera continuada, merma su figura y su salud y les puede derivar en síndrome metabólico y diabetes, especialmente si todas sus comidas tienen una gran cantidad de carbohidratos de asimilación rápida (pastas, dulces, bollería, azúcar, bebidas azucaradas, zumos, etc.).

En el extremo opuesto tenemos un kilo de sardinas con un poco de ensalada o verduras a la plancha, que viene a costar lo mismo que el plato de pasta con tomate y carne procesada, pero que se tarda más en preparar, ensucia más la cocina, hace más humo al cocinarse y para colmo huele, y por si fuera poco a los niños hay que convencerles de que lo tomen en lugar de recibir sus carantoñas por darles comida basura. Sin embargo, comiendo sardinas con ensalada o con verduras -por poner un ejemplo- tus hijos comen alimentos frescos, sin procesar, sin aditivos, con nutrientes de alta calidad, que no disparan sus niveles de insulina, que les aportan más y mejores vitaminas y minerales. En concreto, las sardinas por sí solas aportan proteína de calidad, grasa de calidad (habrás oído hablar de los famosos ácidos grasos Omega3), hierro, magnesio, potasio, fósforo, cinc, yodo, Vitaminas B1, B2, B3, B9 (habrás oído hablar del famoso ácido fólico), B12, A, D, y E. Aunque no es la parte comestible, en las pequeñas espinas que ingieran también hay calcio. Las verduras, además de algo más de vitaminas y minerales, le aportarán carbohidratos de asimilación lenta, mucho más importantes para su desarrollo que los de asimilación rápida presentes en la pasta, pues liberan energía de manera pausada. Nada en su cuerpo sufre estrés, no es necesario que se segregue ninguna hormona de manera rápida ni abundante, y para colmo su digestión será infinitamente más placentera, amén de que no tendrán sensación de hambre al poco tiempo de haber comido pues no se producirá ningún pico ni de glucosa ni por consiguiente de insulina.

Ahora que lo sabes, puedes seguir optando por creerte las mentiras de la abuelita de Casa Tarradellas o puedes hacerle un guiño al carnicero y al pescadero y apostar por la salud de tus hijos a largo plazo ofreciéndoles alimentos frescos de calidad cuando coman en casa. Para comer porquería tienen miles de oportunidades en la calle, y conforme crezcan, muchas más.

¿Te ha gustado este artículo?

Suscríbete al blog ahora de manera gratuita para recibir en tu correo electrónico los próximos artículos que vaya escribiendo dejándome tu dirección aquí. No la usaré para nada ajeno al blog ni recibirás correo basura mío, y podrás darte de baja en cualquier momento haciendo un sólo click. Además, solo por suscribirte al blog podrás leer dos capítulos de mi libro La gran mentira de la nutrición de manera absolutamente gratuita, que creo que te gustarán bastante si tienes interés en cuidarte o cuidar de tu familia. También te agradezco que compartas este artículo en las redes sociales para darle difusión y llegar a más personas.

Denunciable: Carnes de Carrefour

Carnes de CarrefourMe he tropezado hoy con dos productos de carnicería en Carrefour que merecen un tirón de orejas para el distribuidor de origen Francés. El primero es claramente de la marca Carrefour y se elabora en el propio centro y el segundo, que lo elabora El Pozo, no tengo muy claro si se comercializa como marca Carrefour porque lo único que pone el paquete es «Carnicería», dando a entender que es un producto de carnicería del propio supermercado. Veamos lo que me hace denunciar estos productos y recomendarte que no los compres.

El primero se trata de una carne picada presuntamente de vacuno, y digo presuntamente porque en la lista de ingredientes no aparece la carne de vacuno… ¡ni de hecho ninguna otra carne! Quiero suponer que se trata de un error, pero en cualquier caso la lista de ingredientes del paquete, marcada con una flecha en la foto, es: Cereales, arroz, fibras vegetales, sal, dextrosa, almidón, antioxidante (E301) y conservador (Sulfito Sódico). Si miramos hacia otro lado y nos olvidamos del hecho de que esta carne lleva cereales indeterminados, y por lo tanto bien podría llevar gluten y no está advertido por ningún sitio, y que lleva arroz, fibra vegetal y azúcar (dextrosa y almidón), el principal problema que tenemos como consumidores es que no conocemos la proporción de carne que hay en este producto y, por lo tanto, resulta absolutamente imposible saber si el precio es adecuado y el producto adecuado para nuestras necesidades nutricionales.

Si bien el precio de este producto presuntamente cárnico es bajo (5,20€/kg) no sabemos si estamos pagando el kilo de cereal a 5€, que sería muy salvaje, o el kilo de carne a 5€, que parece más razonable. Tampoco sabemos si la presunta carne que lleva tiene más o menos grasa, porque su análisis nutricional no aparece por ningún lado, ni la cantidad de azúcar real que lleva. Es más, por no saber ni siquiera sabemos ni el grado de calidad de la carne ni el tipo. ¿es falda, babilla, pierna, lomo…?

No puedo concluir a ciencia cierta si el producto es de mejor o peor calidad, porque su etiquetado es tan deficiente que resulta imposible, pero lo que es peor todavía, ni siquiera puedo saber qué demonios estaría comiendo si se me ocurriese llevármelo a la boca. El aviso de «cocinar completamente antes de su consumo» no es algo que me haga especial gracia. Si has leído alguno de mis libros, ya sabes que las carnes y pescados de calidad, tomadas las oportunas precauciones, son más nutritivos si se cocinan menos.

Lomo a la Pimienta de El PozoEl segundo producto con el que me he tropezado tiene guasa, porque como te lo tomes en serio te dan ganas de llorar. Se trata de «Lomo a la pimienta». La marca aparente es «Carnicería», o sea, quieren que te creas que han cogido una cinta de lomo en el mostrador de la carnicería, la han salpicado de pimienta por el exterior y la han loncheado y puesto en una bandeja para tu comodidad. De hecho, si te fijas en la foto verás que su forma ovalada es similar a una cinta de lomo de cerdo fresca real. Sin embargo, estas lonchas esconden algo más que lomo, mucho más que lomo…

De hecho, el lomo de cerdo es sólo el 52% de su composición. Veámosla con detalle (y paciencia, porque es larga): Lomo de cerdo (52,6%), agua, sal, dextrosa de maíz, fécula de patata, leche en polvo, proteína de soja, azúcar, especias naturales, estabilizantes E-451, E-407, conservador E-250, antioxidante E-316, potenciador del sabor E-621, colorante natural E-120, recubrimiento: gelatina comestible, finas hierbas, pimienta y conservador E-200.

Una vez más, un producto que parece carne, y probablemente sepa y huela a carne, pero con un contenido en carne aproximado a la mitad de su peso. No es de extrañar que sus valores nutricionales por cada 100g de producto no tengan demasiado sentido: Proteína 14g, Grasa 2,5g e Hidratos de Carbono 4,5g, de los cuales, según pone la etiqueta, azúcares ninguno, con la curiosa coincidencia que el azúcar es uno de sus ingredientes en la lista. A ver si tengo un rato y llamo a El Pozo para que me enseñen este truco genial: uso azúcar como ingrediente de un producto y luego consigo en los valores nutricionales que no contenga azúcares. El Mago Merlin al lado de estos señores es un principiante.

Analicemos el productito que fabrica El Pozo, porque es como para llevarse las manos a la cabeza. La cinta de lomo fresca en ese mismo Carrefour se vende a 3,89€/Kg en trozos o, si la quieres fileteada, a 5,90€/kg. De modo que la próxima vez que compres cinta de lomo en Carrefour igual quieres ahorrarte dos eurazos por kilo y cortarla en casa 🙂 Ahora bien, lo curioso de este «Lomo a la pimienta» de marca indeterminada como ya he dicho, es que se vende a 8,57€/kg pese a contener sólo la mitad de carne que el fresco, o sea, que si analizamos con detalle ¡el precio real del kilo de lomo de cerdo en este producto es de 16,48€!, más de cuatro veces más caro que comprar la cinta de lomo fresca en trozos para cortarla en casa. ¿Y a cambio que consigues? Pues comer una carne con proteína de baja calidad, procedente entre otros de la soja, probablemente transgénica, tomar fécula de patata, azúcar (dextrosa) de maíz, que es probablemente transgénico también, y una buena cantidad de ingredientes camuflados bajo las «E» que incluye en su etiqueta, alguno de ellos con riesgo de toxicidad como la carragenina (E407), el Nitrito de Sodio (E250) o la cochinilla (E120), esta última no recomendada para niños.

Antes de que alguien me deje un comentario ilustrado, ya he advertido que en letra enana, más pequeña que el número de lote, pone «Fiambre de lomo cocido» pero para mí el engaño es igual. Lo ponen para guardarse las espaldas, pero de manera tan pequeña que pasa desapercibido y, sobre todo, que es lo más importante, esto no lo he encontrado en la sección de los fiambres y los embutidos. Lo he comprado en la carnicería, que es justamente lo que indica en letras sensiblemente más grandes el paquete: «Carnicería».

Cuando escribí el artículo sobre las Carnes del Mercadona, que tanto revuelo levantó, algunos me acusaron de ir en contra de Mercadona por ser una empresa española y dejar a otros fuera de mi crítica por ser extranjeros. Bueno, aquí tenéis la prueba de que a la hora de denunciar tanto o nada me importa el origen del distribuidor.

¿Quieres saber más?

Si quieres recibir en tu correo electrónico los próximos artículos que vaya escribiendo denunciando otros productos, suscríbete al blog de manera gratuita dejándome tu dirección de correo electrónico aquí. No la usaré para nada ajeno al blog ni recibirás correo basura mío de ningún tipo. Además, podrás leer dos capítulos de mi libro La gran mentira de la nutrición de manera absolutamente gratuita solo por suscribirte. Si te ha gustado este artículo, también te gustarán estos capítulos

 

Visita a Ciao Carb

Carlos Abehsera y Primo Iezzi, de Ciao Carb, en la tienda Nutriwell Shop

Carlos Abehsera y Primo Iezzi, de Ciao Carb, en la tienda Nutriwell Shop

Muy de vez en cuando tengo el placer de conocer a personas que sienten la misma pasión por su trabajo que yo. Esta semana ha sido una de esas veces en las que he ido a conocer una empresa y sus productos y he salido habiendo hecho unos amigos con los que he conectado desde el primer minuto y con quienes estoy seguro volveré a coincidir pronto en cualquier aventura.

Esta semana he ido de visita invitado a la fábrica de la empresa Ciao Carb en Manoppello Scalo, cerca de Pescara, en Italia, y mis anfitriones han sido los dueños de la empresa Primo Iezzi, director general de Ciao Carb  y Osvaldo Legnini, director técnico. También he tenido la oportunidad de conocer a Lorenzo, el hijo de Osvaldo, que trabaja en la planta de producción al cargo de un magnífico equipo humano.

Carlos Abehsera con Osvaldo Legnini de CiaoCarb en la línea de producción de Ciao Carb

Carlos Abehsera con Osvaldo Legnini de CiaoCarb en la línea de producción de Ciao Carb

Ciao Carb es más que un fabricante de alimentos bajos en carbohidratos. Es una filosofía de alimentación que comparte una gran cantidad de principios con los ideales que yo mismo postulo y defiendo. Pese a ser una empresa absolutamente dotada de la más moderna maquinaria, los procesos siguen siendo completamente tradicionales, y por eso su producto, además de gustarme al paladar, me gusta en el corazón. He podido conocer a las personas que realizan todas las labores manuales que este tipo de productos demanda, desde la mezcla de los ingredientes al amasado de las mezclas o el cocido, secado, cortado y empaquetado del producto. Me ha impresionado especialmente ver como elaboran pasta al estilo tradicional italiano, pero con un 60% menos de carbohidratos. Digno de ver!

Visitando la línea de producción de Ciao Carb

Visitando la línea de producción de Ciao Carb

Vengo encantado, tengo que decirlo. Me he quedado tremendamente sorprendido de la capacidad de esta empresa para desarrollar productos de alto nivel nutritivo y bajo contenido en carbohidratos. Casi todos los productos de Ciao Carb se mueven entre los 2 y los 10 gramos de carbohidratos por cada 100 gramos de producto. Ojo, no estamos hablando de un filete de ternera ni de un lomo de salmón, sino de croissants, galletas, pasta, chocolates, piquitos y toda una gama de productos que se acerca a las cien referencias diferentes.

Producción de Croissants bajos en carbohidratos

Producción de Croissants bajos en carbohidratos

Y lo que realmente me ha sorprendido es la palatabilidad de los productos. Reconozco que los he probado casi todos en un maratón de un par de días, y que me he vuelto un fan de muchos de ellos. El pan de molde, la crema de avellanas tipo Nutella, los croisants y los panecillos para sándwich me los he traído directamente en la maleta, junto con unas galletas súper equilibradas y naturales, elaboradas con aceite de oliva virgen extra, que pienso darle a mis hijos mañana en el desayuno -así de buenas son!

Detalle de bizcochos con chocolate bajos en carbohidratos

Detalle de bizcochos con chocolate bajos en carbohidratos

Ciao Carb tenía interés en entrar en el mercado Español y querían mi opinión y consejo al respecto. Como dije al principio, la conexión con ellos ha sido automática y ya he propiciado que los productos lleguen a las plataformas habituales con las que colaboro, que espero los incorporen en sus catálogos en los próximos días. Un trabajo duro (excepto el de probarlo todo 🙂 ) pero ha merecido la pena el resultado. Ciao Carb ya está virtualmente presente en España y lo estará físicamente en los próximos días. Los productos son muy buenos, y el catálogo es espectacularmente grande. No sé todavía los productos que acabarán llegando a España en esta primera fase de implantación, pero he insistido mucho en que traigan la mayor parte del catálogo, aunque entiendo que supone un esfuerzo económico y logístico importante para los implicados.

Exposición de productos Ciao Carb

Exposición de productos Ciao Carb

La filosofía de Ciao Carb es sencilla: todos los productos son bajos en carbohidratos y se dividen en tres «fases» o “etapas”. La etapa 1, la componen productos de muy bajo contenido en carbohidratos y gran contenido en proteína. El tipo de proteína depende de un producto a otro. Hay productos con mucho gluten (proteína del trigo), y hay otros con un buen contenido de proteína láctea e incluso colágeno. La mayoría de los productos lleva un mix de diversos tipos de proteína para tratar de incluir la mayor parte de aminoácidos posible, algo muy inteligente por su parte.

Detalle del empaquetado del pan tostado Ciao Carb

Detalle del empaquetado del pan tostado Ciao Carb

El mago de estas mezclas es Osvaldo, que como buen alquimista que es primero define los objetivos nutricionales y luego, como buen obrador que también es, estudia la manera de conseguir la palatabilidad adecuada de cada producto. Estuve en su laboratorio e incluso probé productos absolutamente exquisitos que están ahora en fase de desarrollo, entre ellos un brioche con crema y menos de 5 gramos de carbohidratos que está increíblemente delicioso. Los productos de esta primera etapa que os comento están diseñados para sustituir una comida completa, de modo que aportan proteína, grasa y casi nada de carbohidratos. La fase 1 se reconoce fácilmente por el color rojo del empaquetado de los productos.

Productos de la fase 1 de Ciao Carb

Productos de la fase 1 de Ciao Carb

En segundo lugar tenemos los productos de la etapa o fase 2, con empaquetado amarillo, que también son muy reducidos en carbohidratos, pero que tienen menos proteína que los de la fase 1. Esto se debe a que están diseñados para acompañar otras comidas. Por ejemplo, unos piquitos sin carbohidratos para acompañar el jamón o un pan tostado diseñado para acompañar carnes, pescados o mariscos, o incluso para untarlo con mantequilla o la propia crema de cacao con avellanas que propone Ciao Carb dentro de su extenso catálogo.

Tanto en los productos de la fase 1 como en los productos de la fase 2 tenemos productos de tipo pan y bollería así como de tipo pasta. Y no me estoy refiriendo a “falsa” pasta, sino a pasta de verdad, elaborada fresca y desecada a la vieja usanza hasta conseguir una pasta tradicional que, afortunadamente, es muy reducida en carbohidratos. Por mucho que os quiera contar, creo que cuando veáis las fotos y los valores nutricionales lo entenderéis mucho mejor.

Muestras de productos Ciao Carb que he traído del viaje

Muestras de productos Ciao Carb que he traído del viaje

Por último, los productos de la tercera fase de Ciao Carb, con empaquetado verde y bajo la enseña «Nutriwell» tienen algo más de carbohidratos –sin acercarse a los valores de los productos tradicionales- pero para compensarlo, son más ricos en fibra. De este modo reducen la asimilación de una parte de los carbohidratos que aportan. Estos productos son además adecuados para niños porque aportan un punto más de energía, para deportistas o para tomar antes de cualquier entrenamiento. Ciao Carb ofrece también en este apartado panadería, bollería y pastas. Las galletas de la gama Nutriwell merecen mención aparte porque estan, sencillamente, espectaculares.

Espero que en los próximos días pueda anunciaros que los productos ya están disponibles en España porque realmente merecen la pena y estoy convencido que pueden ayudar a muchas personas, especialmente en el desayuno, que es dónde la mayoría de vosotros me contáis que tenéis los problemas de adaptación más grandes.

Atendiendo a las explicaciones sobre la composición de los productos de Primo Iezzi en su despacho de Ciao Carb

Atendiendo a las explicaciones sobre la composición de los productos de Primo Iezzi en su despacho de Ciao Carb

¿Quieres ser el primero en enterarte cuando estén disponibles los productos Ciao Carb en España dentro de unos días?

Suscríbete al blog de manera gratuita dejándome tu dirección aquí y te avisaré en cuanto estén disponibles estos magníficos productos. No usaré tu email para nada ajeno al blog ni recibirás correo basura mío. Además, podrás leer dos capítulos de mi libro La gran mentira de la nutrición de manera absolutamente gratuita solo por suscribirte.

[slideshow_deploy id=’3832′]

Denunciable: Etiquetado de Mercadona

Natillas sin azúcares Hacendado de Mercadona

Una cosa es que un producto tenga mejores o peores valores nutricionales y otra muy distinta que el fabricante del producto mienta descaradamente en el etiquetado del producto. Es cierto que los que trabajamos en marketing tenemos tendencia natural a vivir cerca de la línea que separa lo estrictamente legal de lo ilegal a la hora de comunicar, tratando de aprovechar al máximo cualquier resquicio que dejen las leyes para mejorar la imagen de los productos con los que trabajamos, pero creo honestamente que eso es parte del juego y dominar el arte de la comunicación produce efectos sorprendentes sobre las ventas de los productos y es razonable querer vender un producto mostrándolo mejor al de la competencia.

Sin embargo, vivir cerca de la línea es una cosa, y pasar la línea es otra bien distinta. Empresas como Danone suelen pasar la línea con relativa frecuencia, pero gozan en Europa del proteccionado de la Unión Europea. En Estados Unidos no son tan permisivos con esta multinacional y las multas y los problemas se le suelen multiplicar al gigante de los lácteos al otro lado del Atlántico. Ese proteccionado del que hablo -que protege a la empresa cuando comete tropelías evidentes- es el mismo que nos perjudica a los consumidores, que quedamos indefensos ante estas prácticas.

Pues bien, si empresas como Danone pasan la línea con frecuencia, otras empresas viven en un universo paralelo, sin lineas, y hacen prácticamente lo que les da la gana. Hoy traigo el caso de Mercadona, porque lo que he visto -avisado por un lector habitual del blog- me parece tan vergonzoso como peligroso. Antes de que me lluevan los insultos por decir verdades acerca de Mercadona, insisto en que no tengo nada contra esta empresa, y mucho menos como ya me han sugerido alguna vez, por ser una empresa Española; pero en materia de alimentación y en especial con productos orientados a los niños, no entiendo de banderas, marcas ni nacionalidades. Lo que está mal, está mal lo haga quien lo haga. A quien no le guste conocer la verdad, le invito amablemente a dejar de leer este artículo ahora pinchando aquí. A los demás, aquí os presento la realidad de como se las gasta Mercadona con su etiquetado.

¿Qué ocurre cuando un diabético toma más azúcar de la que debe? Pues que genera un pico de glucosa en sangre que su organismo no puede controlar. Esto provoca un estado llamado hiperglucemia. Como explico en mi libro Adelgazar sin Milagros, el exceso de glucosa en sangre es tóxico para todo el mundo, pero la diferencia entre los diabéticos y el resto de las personas es que los primeros tienen problemas para regular de manera automática su nivel de glucosa en sangre. Precisamente por ese motivo, deben tener precaución a la hora de comer, en especial cuando comen productos dulces que potencialmente están edulcorados con azúcar, un alimento que tiene la capacidad de elevar muy rápido el nivel de glucosa por ser una fuente de carbohidratos de asimilación rápida -de los llamados «de alto índice glucémico».

Las natillas Hacendado sin Azúcares Añadidos tienen azúcar añadido. Así de claro, así de simple. Y no me refiero a «azúcares naturalmente presente en los alimentos», me refiero a azúcar blanca refinada, sacarosa, un alimento que los diabéticos deben vigilar muy de cerca. Hay que ser un verdadero cafre y sinvergüenza para etiquetar un producto como libre de azúcar cuando en realidad tiene azúcar, porque tal villanía puede ser potencialmente peligrosa para algunas personas. ¿Soy el único que se imagina a una madre de un niño diabético decirle que tome las natillas y repita si le apetece porque no tienen azúcar y son seguras para su consumo? No se trata de adelgazar o de engordar, se trata de un atentado serio contra salud del consumidor, que no puede fiarse de lo que lee en el etiquetado del producto sin pararse a analizar en detalle su composición.

¿Cómo se salta la regulación Mercadona en este producto? Muy sencillo: hace una interpretación absolutamente errónea del concepto de «azúcares naturales» para mentir en el etiquetado. Esta es la explicación: ciertos alimentos contienen «azúcares», carbohidratos simples, de manera natural en su composición. Por ejemplo, ciertas frutas contienen fructosa y glucosa, dos azúcares «naturalmente presentes» en su composición. El azúcar refinado es precisamente un disacárido compuesto por una molécula de glucosa y otra de fructosa, de ahí su elevado índice glucémico. En el etiquetado de las natillas, Mercadona insinúa que su producto tienen «azúcares naturalmente presentes» en el chocolate, pero es que resulta que el chocolate no es un alimento natural, sino un alimento procesado derivado del cacao, y el cacao no tiene azúcar mientras que el chocolate es básicamente una mezcla de cacao con azúcar refinado. El cacao es un fruto cuya semilla -tremendamente amarga- se utiliza para fabricar chocolate, y no contiene azúcar de manera natural. De hecho, las semillas de cacao son eminentemente grasas y contienen muy pocos carbohidratos en general con una insignificante cantidad de azúcares presentes en su composición.

Natillas de Mercadona sin Azúcares Añadidos

La composición de estas natillas es clara al respecto puesto que la palabra «azúcar» aparece claramente en la lista de ingredientes como parte del chocolate que contienen. Podrían haber optado por usar un chocolate sin azúcar de todos los que hay disponibles en el mercado, que no son pocos, pero han preferido lanzar una mentira al consumidor instándole a que consuma un producto que no cumple lo que su etiquetado promete. Además del azúcar industrial presente en este producto, también encontramos «azúcares naturales», esta vez sí, presentes en la leche. La leche contiene un azúcar natural, la lactosa, y aunque no está especificado, debemos suponer que la leche desnatada que lleva este producto contiene algo de lactosa.

Es cierto que la cantidad de carbohidratos que lleva el producto es baja para ser un postre dulce y que la cantidad de azúcar será lógicamente baja también, pero no me sirve como excusa. Si todos los fabricantes hiciesen lo mismo, un diabético -especialmente un niño- no duraba dos telediarios. Los consumidores tienen derecho a saber con exactitud lo que están comprando, y esa es precisamente la función del etiquetado. Si todos los fabricantes mintiesen con respecto al azúcar del mismo modo que lo ha hecho Mercadona en este producto, sería absolutamente imposible para un diabético comprar productos basándose en que estén supuestamente «libres de azúcar». Se pasaría el día comiendo azúcar sin saberlo.

Señores de Mercadona, si me están leyendo, su producto no es malo. No es necesario que mientan para venderlo. Mintiendo así sólo consiguen publicidad negativa y ponen potencialmente en riesgo la salud de algunos consumidores. Francamente, no me lo explico.

¿Quieres saber más?

Si quieres recibir en tu correo electrónico los próximos artículos que vaya escribiendo, suscríbete al blog de manera gratuita dejándome tu dirección aquí. No la usaré para nada ajeno al blog ni recibirás correo basura mío. Además, podrás leer dos capítulos de mi libro La gran mentira de la nutrición de manera absolutamente gratuita solo por suscribirte.

Los 10 peores alimentos que puedes comprar

Si te interesa vigilar la calidad de los alimentos que entran en tu casa, especialmente si tienes hijos, te interesará saber que con la industria alimenticia las cosas no son casi nunca como parecen. Hoy te dejo este top 10 de los alimentos que debes evitar llevar a casa, especialmente si los compras para los niños y quieres educarlos y alimentarlos adecuadamente. Como he dicho en tantas ocasiones, los mejores alimentos no vienen en cajas ni bolsas sugerentes, sino que se venden al corte, son frescos y duran poco tiempo en la nevera.

Número 10: Margarina

Margarina Zas de TulipánEn el número 10 tenemos la margarina. No todas son iguales, pero en general son una mezcla de grasas vegetales de las fuentes más estrambóticas que te puedas imaginar y algunas, como la de la foto, para colmo están fabricadas a partir de grasas hidrogenadas y potencialmente agresivas para nuestra salud. Aunque no te lo creas, la margarina Zas de Tulipan, fabricada por Unilever, sigue estando compuesta a estas alturas de la película por grasas hidrogenadas, ingrediente que este fabricante usa con normalidad en muchos de sus productos como ya denuncié en ese artículo. La margarina se inventó teóricamente para mejorar nuestra salud eliminando de nuestra dieta las grasas saturadas. La realidad es que se inventó para maximizar los beneficios de la industria alimenticia. Hace ya tiempo que sabemos que los problemas de salud no los provocan las grasas saturadas, sino la grasas hidrogenadas como las que contienen muchas margarinas. Por ello, es mucho más saludable y recomendable volver a la mantequilla, que además de ser un producto más natural y menos procesado (nata de leche y poco más), suele tener más y mejor sabor y mejores valores nutricionales, de ahí su precio. Y si no te gusta la mantequilla siempre puedes usar aceite de oliva o aceite de coco, que son infinitamente más saludables que la margarina.

Número 9: Cereales de desayuno

Cereales de DesayunoLos cereales de desayuno son uno de los grandes engaños de nuestro tiempo. Se trata de un alimento altamente procesado, azucarado y de escaso interés nutricional. Un simple huevo, además de ser infinitamente más natural que estos productos, es mucho más sano, nutritivo y barato, y desde luego recomendable para los niños por la calidad de su proteína, de sus grasas y de sus micronutrientes. Los cereales de la foto, de marca blanca de El Corte Inglés, son de lo peorcito que se puede encontrar en la sección de desayunos. Aportan un descabellado 83% de carbohidratos en peso, de los cuales casi 50 gramos de cada 100 son azúcar, o sea, la mitad de su peso es puro azúcar, algo que a nadie debe extrañar cuando leemos en su composición que contiene azúcar, jarabe de glucosa (azúcar) y miel (más azúcar). Las vitaminas y minerales que le han añadido en su composición son un reclamo falso. La mayoría se encuentran de manera natural en una gran cantidad de alimentos de nuestra dieta y no es necesario añadírsela a los cereales.

Número 8: Bebidas sustitutivas de la leche

Leche de ArrozSalvo que tengas una alergia -e incluso en ese caso yo no me las tomaría-, el uso de estas bebidas tiene poco sentido nutricional y mucho menos económico. Por ejemplo, la «leche» de arroz de la foto es un despropósito nutricional: contiene casi 4 veces más carbohidratos (la mayoría azúcares) que la leche convencional y prácticamente no contiene grasas de calidad ni proteínas de valor biológico para los seres humanos. Mucha agua, arroz, y cantidades insignificantes de nutrientes de calidad. Si la tomas porque crees que es buena para tu salud, tengo malas noticias para ti, ya que nutricionalmente es más parecida al agua que a cualquier otra cosa -azúcares aparte-. Si lo haces porque no puedes tomar leche convencional, yo me plantearía tomar café solo o té en su lugar, porque al doble de precio que la leche convencional, la única salud que promocionas al comprar esto es la salud financiera del fabricante.

Número 7: Galletas para niños

Galletas para niñosCada vez que veo un producto «avalado» por la Asociación Española de Pediatría me lanzo como un poseso a leer los ingredientes y valores nutricionales. ¿Qué avalan con su logotipo los pediatras españoles? En la foto que acompaña, recomiendan un producto que carece de proteínas de calidad, contiene diversas formas de azúcar, algunas de ellas realmente perjudiciales para la salud y cuyo uso se asocia al desarrollo de diabetes tipo 2 y otras enfermedades (fructosa). En concreto, además del azúcar corriente (sacarosa), estas galletas llevan almidón de trigo (azúcar de trigo), jarabe de glucosa (azúcares simples concentrados) y jarabe de fructosa (azúcares simples concentrados). No es de extrañar que prácticamente el 70% de estas galletas sean puro carbohidrato y que más del 20% de su peso sean azúcares. Eso si, suele coincidir que los mismos que dan estas galletas a sus hijos les dan leche desnatada «no vayan a engordar». En general, si el diseño de la caja está orientado a que los niños lo demanden y se han buscado la forma de colocar un elemento que añada credibilidad, como el logotipo de los dichosos pediatras, se da la circunstancia que el producto es pura basura nutricional. A estas galletas, como a los cereales y a las bebidas sustitutivas de la leche anteriores, también les añaden artificialmente vitaminas. ¿Tan difícil es usar ingredientes naturales que tengan sus propias vitaminas y minerales?

Número 6: Carnes picadas envasadas

Carne procesada de Martínez LorienteEn el tema de las carnes picadas y las hamburguesas hay mucha disparidad de un producto y fabricante a otro, pero por lo general lo mejor que podemos hacer es pedir a nuestro carnicero que nos pique la carne fresca que queramos delante nuestra, algo que además suele ser más barato que comprar la que ya viene picada en la bandeja. Estos preparados cárnicos son -además de carne de dudosa calidad- una mezcla de ingredientes que no pintan nada en una carne, desde cereales a tubérculos como la patata o directamente azúcar o fibra vegetal. En las hamburguesas de la foto, la composición es para echarse a temblar: sólo tienen un miserable 64% de carne en su composición y una larga lista de elementos curiosos como fermentos lácticos, proteína de soja, dextrosa (azúcar) o agua. ¿Y quién fabrica este producto? Sí, lo has adivinado, Martínez Loriente, los mismos señores que fabrican las carnes procesadas de las que hablé hace unas semanas y tanto revuelo causaron y de las que voy a volver a hablar enseguida.

Número 5: Quesos Vegetales

Loncheados Abrilisto

¿Os acordáis de mis quesos inmortales que compré en Junio del año pasado y que viven en la estantería de mi despacho? Pues hoy se han cumplido 11 meses desde que los adopté por 1 euro cada uno en el Carrefour que hay cerca de mi oficina. En sólo un mes cumplirán un año fuera de la nevera y están como el primer día. Por si te lo estás preguntando, estos «quesos» caducaron a principio de octubre de 2014, pero siguen estando exactamente igual que el día que los compré ¿Porqué? Porque no es queso de verdad. El fabricante (y el distribuidor) quiere que pienses que es queso porque lo vende en un formato idéntico al queso, parece queso, tiene nombre de queso, huele a queso y si te atreves a comerte semejante porquería, seguramente sabrá a queso, pero su ingrediente principal es la grasa vegetal y en su composición hay cosas como fécula de patata y sales fundentes. ¿Cómo han logrado darle ese aspecto? ¿Quizás hidrogenando la grasa? Eso desde luego explicaría que no se pusiese malo fuera del frigorífico…

Número 4: Fiambre York Campofrío

York Cocido CampofríoYa he analizado en el pasado algunos productos de este fabricante, pero debo admitir que me sigue sorprendiendo su capacidad para vender basura bajo un falso halo de salud y calidad. Cada vez que veo el anuncio de los viejecitos que llegan a ancianos porque comen productos de Campofrío me río por no llorar. Estaba a punto de comprar para escribir este artículo un fiambre porcionado para niños con bonitas imágenes de Disney como reclamo -también de Campofrío- cuando por el rabillo del ojo he visto este otro producto que me ha dejado helado. Menos del 50% de carne y en su web lo anuncian como «jamón cocido» pese a no llevar -técnicamente hablando- ni un sólo gramo de jamón. Insultante para la inteligencia. Después de añadirle proteína de leche y de soja, siguen saliendo un vergonzoso 11% de proteína en un producto «cárnico». Campofrío sigue jugando con los consumidores fabricando todo tipo de productos cárnicos en los que la carne, además de ser de dudosa calidad, escasea en la composición. Sin embargo, su marketing es sensacional. Tienen al consumidor absolutamente engañado. No hay vez que vaya a la charcutería que no vea a una madre comprar jamón cocido al corte Campofrío para sus hijos convencida de que está comprando el mejor jamón que su dinero puede pagar. Si tan sólo se parasen a mirar la composición unos segundos…

Número 3: Bollería Industrial

Bollería IndustrialNo nos lo ponen fácil los políticos, pero si nos fijamos bien comprobaremos que la grasa hidrogenada está omnipresente en la bollería industrial. En la tabla de valores nutricionales es obligatorio indicar la cantidad de grasa saturada que contiene un producto, pero no así la cantidad de grasa hidrogenada, por lo que tenemos que irnos a la lista de ingredientes, leer uno a uno todos ellos, y elucubrar e imaginarnos la cantidad de grasa hidrogenada que contiene cada producto. Poderoso caballero es don dinero, y en el tema de la industria alimentaria, este refrán es absolutamente cierto. La voluntad de los políticos está vendida al mejor postor, y nuestros derechos pisoteados y arrojados al cubo de la basura junto con nuestra salud. Todos los productos de la foto incluyen grasas hidrogenadas en su composición… como la mayoría de productos de bollería que llevan rellenos y/o coberturas. Hazle un favor a tus hijos y no les des este alimento que les provocará lesiones cardiovasculares a largo plazo. La grasa hidrogenada es responsable en gran medida de las enfermedades coronarias. Esto es lo que dicen los estudios científicos; no me lo acabo de inventar. Si quieres darle un capricho a tus niños, cómprales el último videojuego que haya salido al mercado, no esta porquería que los acabará matando.

Número 2: Carnes y pescados procesados

Escalopines de Pollo CongeladosYa lo he dicho en diversas ocasiones pero lo voy a repetir una vez más: la carne y el pescado, mejor fresco. Ya he hablado de carnes procesadas en el pasado y de pescados congelados. Hoy me detengo en este producto que he encontrado en Mercadona. Unos escalopines de pollo -o eso dice la bolsa- por delante, porque cuando uno mira la lista de ingredientes es para echarse a temblar: 20 ingredientes entre los cuales la única carne que encontramos es un 33% de pollo con un asterisco que dice que el porcentaje se ha calculado sólo en base al relleno, o sea, que del producto completo, el porcentaje de carne es aún menor, o al menos eso es lo que yo entiendo leyendo eso. Los valores nutricionales son de chiste, pues este preparado cárnico tiene un 24% de carbohidratos (la carne tiene 0%), un 15% de grasa (la pechuga de pollo tiene hasta un 2%) y un miserable 10% de proteínas (el pollo llega a tener más de un 20%), que para colmo proceden, además del pollo, de la soja, el trigo, la leche y el huevo. Hacer pollo en tiras empanado en casa es sumamente sencillo, rápido y nutritivo. No compres estas porquerías para tus hijos. Si encuentro tiempo en unos días subiré una receta a la sección de recetas del blog para que podáis hacer vuestros propios «chiken fingers» al estilo norteamericano pero de manera saludable.

Número 1: PediaSure

PediasureEn el top 1, encabezando la lista por derecho propio, se encuentra el suplemento nutricional para niños PediaSure. Hay que estar regular de la cabeza para darle a un niño un alimento en polvo en lugar de comida fresca, pero mucho peor hay que estar para elegir este en concreto. PediaSure es un producto del que ya he hablado y del que hablo con detalle en mi libro La gran mentira de la nutrición, pero todo esfuerzo me parece poco para destapar la mentira y el engaño que suponen vender maicena con azúcar a precio de caviar. No hay nada en el PediaSure que justifique su elevadísimo precio y mucho menos que lo haga indispensable para la alimentación de nuestros hijos. Más bien al contrario. Se trata de un alimento cargado de carbohidratos, apoyado con proteínas de baja biodisponibilidad, que sólo contiene ocho de los once aminoácidos que sería interesante que contuviese para los niños y que, por su composición, dispara la glucosa en sangre y con ello la respuesta insulínica, lo que acerca a los niños al síndrome metabólico y por tanto a la diabetes a largo plazo. El único beneficiado de que compres este producto es su fabricante. Hazte un favor y lee su lista de ingredientes ante de comprarlo. Luego decide si eso es lo más indicado para tus hijos… si es que entiendes los ingredientes de la lista, porque ya te adelanto que de sencillo no tiene nada.

Con esto concluyo mi lista de los 10 peores alimentos que puedes comprar. Si quieres ver más casos de alimentos poco recomendables, especialmente si tienes hijos, no dejes de visitar la sección «Denunciable» del blog. Allí voy colgando artículos más detallados de los alimentos que voy analizando. Seguro que descubres cosas que desconocías de productos que compras con regularidad.

¿Quieres saber más?

Si quieres recibir en tu correo electrónico los artículos similares que vaya escribiendo suscríbete al blog de manera gratuita dejándome tu dirección aquí. No la usaré para nada ajeno al blog ni recibirás correo basura mío. Además, podrás leer dos capítulos de mi libro La gran mentira de la nutrición de manera absolutamente gratuita solo por suscribirte.

 

Contestando a todos

Magro de Cerdo Mercadona

Magro de Cerdo Mercadona

Bueno, parece que el artículo sobre las carnes que compré en Mercadona se me ha ido de las manos y no tengo tiempo de contestar, como suelo hacer, todos los comentarios que recibo. Sin embargo, tampoco quiero dar la callada por respuesta, de modo que como veo que los comentarios son en su mayoría acerca de lo mismo, aquí me permito una contestación genérica para todo el mundo. En negrita y más grande pongo el comentario que he recibido varias veces e inmediatamente después mi contestación u opinión al respecto. Con miles de visitas recibidas en los últimos días, me es materialmente imposible contestar uno a uno.

Parece que el artículo es contra Mercadona porque no menciono al resto de empresas del sector

No es cierto. Esta carne de la que hablo en el artículo la compré en Mercadona y hablo de Mercadona como es lógico, pues es el sitio donde la compré. Cuando compro algo que no me gusta en Carrefour, como por ejemplo estas galletas, también lo digo. Y lo mismo se aplica al resto de fabricantes y distribuidores. He hablado sobre una gran cantidad de fabricantes en los últimos meses y seguiré haciéndolo cuando crea que algún producto es notablemente mejorable. De eso va precisamente la serie de artículos que llamo «denunciable» en este blog. No tengo nada contra Mercadona. De hecho, algunos de sus productos me gustan mucho y los compro asiduamente como la ventresca de atún en aceite de oliva, que tiene un precio excepcional y una gran calidad, o su mezcla de frutos secos naturales, a un precio irresistible. Otros lamentablemente, como estos cereales, prefiero no verlos en mi cocina.

Te metes con Mercadona porque es una cadena española y nos gusta criticar lo nuestro

Hablo de Mercadona cuando un producto suyo me parece mejorable, igual que hablo de Carrefour, Nestlé, Pescanova, Danone, Coca Cola, Don Simón y en general cualquier empresa del sector de la alimentación que, en mi opinión, hace algo reprochable, incluso si es legal. En mi libro La gran mentira de la nutrición hablo de muchas personas y muchas empresas que hacen cosas que no me parecen razonables. De hecho, en este artículo me meto bastante con Nestlé por sus prácticas con los cereales de desayuno y sin embargo, más abajo verás que tengo la foto de uno de sus productos en mi cocina. Ni todos sus productos son perfectos ni todos son tan malos. Pero esto es sólo mi opinión como consumidor. Tu puedes tener la tuya y es tanto o más respetable que la mía. No pretendo caerle bien a todo el mundo ni que todo el mundo esté de acuerdo conmigo. Pretendo escribir lo que pienso. Y por cierto, no sólo no me paga nadie por hablar de Mercadona como alguno ha dicho, sino que me cuesta el dinero mantener el blog e imprimir mis libros.

Si quieres denunciar, ve a un juzgado: este producto es legal

El tabaco y las sustancias cancerígenas que contiene también es legal. Hay que ser bastante básico para lanzarme este argumento. Claro que la carne de Mercadona es legal, y todas los que se venden en los supermercados, ¡tendría guasa que no lo fueran! ¿Pero acaso ser legal indica que es lo más idóneo para nuestro organismo o para nuestra economía familiar? No me cabe ninguna duda de que Mercadona y el resto de distribuidores hacen un trabajo realmente impecable asegurándose que todos los productos que llegan al consumidor cumplen las más estrictas normas establecidas. Sin embargo, cuando escribo artículos de mi serie «denunciable» no me estoy refiriendo a que se les deba poner una denuncia en un juzgado, sino que como consumidor, ejerzo mi derecho y denuncio públicamente que el producto -pese a ser legal- me parece que tiene una pésima calidad. El único poder real que tenemos como consumidores es opinar sobre los productos que compramos. Yo he comprado estos productos y estoy en mi derecho de opinar sobre ellos. Te gustará más o menos mi opinión, pero es mía, y además la publico en mi blog, que también es mío. Si no te gusta no tienes más que ir a otro sitio a leer cosas que sean de tu agrado. No escribo para agradar a nadie, sino para divulgar lo que pienso. Si no te gusta, no me leas.

Este producto es un fiambre barato, por eso tiene esa composición. Si quieres carne fresca ráscate el bolsillo y cómprala al corte.

Cinta de lomo fresca

Cinta de lomo fresca

Una foto vale más que 1000 palabras. Ahí tenéis una bandeja de cinta de lomo natural, sin aditivos de ningún tipo, y como podéis comprobar en su etiqueta, es más barata que el fiambre del Mercadona (5,90€/Kg vs 6,95€/Kg). Lo que yo denuncio como consumidor es que ese producto concreto de Mercadona, que es el que he comprado y del que hablo, me lo cobran más caro que la carne real, tiene menos cantidad de carne, mucha agua, y un montón de ingredientes que no debería tener una carne. Insisto, mira la foto antes de opinar. En concreto, el producto de Mercadona, que tiene un 50% de carne de cerdo y un montón de cosas más cuesta 1€ más por kilo, o sea, un 17% más que la carne de lomo de cerdo fresca en un supermercado de la competencia.

Todos los alimentos procesados tienen un montón de ingredientes tipo «E»

Falso, absolutamente falso. Desafortunadamente es la tendencia y cada vez es más difícil encontrar alimentos que no estén llenos de todo tipo de conservantes, estabilizantes, antioxidantes, espesantes y demás. Sin embargo, no es imposible. Estas fotos que os muestro son productos que tengo en casa. Han salido de mi nevera y mi despensa. Como veréis, son alimentos procesados en mayor o menor medida y ninguno tiene una «E». Sí, es cierto que alguno tiene sal, o vinagre, o azúcar, o incluso una mezcla de todos ellos y que en general estos tres alimentos son conservantes, pero creo que entre tomar uno de estos productos y tomar la carne de la que hablaba, hay una gran diferencia.

Cecina de Vacuno

Cecina de Vacuno

Cecina

Cecina

Codorniz en Escabeche

Codorniz en Escabeche

Codorniz en Escabeche

Codorniz en Escabeche

Tomate frito Solís (Nestlé)

Tomate frito Solís (Nestlé)

Tomate frito Solís (Nestlé)

Tomate frito Solís (Nestlé)

Paté al Armagnac

Paté al Armagnac

Espinacas

Espinacas

Hay que etiquetar todos los productos para los celíacos

Pues yo sigo creyendo que una carne o una patata frita no debería llevar trigo y por lo tanto es absurdo que se etiquete el que no lo lleve. En todo caso, debería etiquetarse aquella carne, patata frita, mayonesa o cualquier otra cosa que, sin tener porqué llevar gluten lo llevase. Creo que hemos perdido el norte en esto. Lo normal es que los productos no lleven gluten, aunque entiendo que lo habitual es que lo lleven. Dicho esto, algunos me acusan de insensible hacia los celíacos. Esto es absurdo. Dedico todo un capítulo al tema del gluten en mi libro La gran mentira de la nutrición, personalmente trato de evitarlo a toda costa (y no padezco celiaquía), y promociono activamente el libro Cerebro de Pan del Dr. Perlmutter, en el que básicamente destapa la realidad del gluten, y lo he escrito hace meses en este artículo y en este otro, así que creo que no soy sospechoso de ser insensible hacia la celiaquía. Al contrario, considero que hay que eliminar el gluten de la mayor cantidad posible de productos en los que ahora -desafortunadamente- está presente. Sin embargo, insisto en que si un preparado cárnico lleva gluten, debería llevar una etiqueta bien visible que pusiese «con gluten» y las que estén libre de esta proteína, simplemente no llevar nada.

No entiendo la complicación que tiene el tema del gluten para los celíacos

¡Claro que lo entiendo! Es más, vivo un problema similar con mi hijo mediano, que es tremendamente alérgico a la nuez. Una vez se metió (sin masticarla) un fragmento de nuez en la boca. Se la sacó intacta de inmediato, y casi se queda en el sitio, solo por el contacto con la lengua. ¿Cómo no lo voy a entender si tengo una alergia infinitamente más agresiva en mi propia casa? Ahora bien, ¿considero que un preparado cárnico debe poner una etiqueta «sin nuez»? ¡Claro que no! Se supone que la carne no lleva nuez. Si la llevase, sería de mucha utilidad que pusiese «lleva nuez», cosa que ahora no ocurre, porque lo más que ponen los paquetes con respecto a la nuez es «puede contener trazas de frutos secos», que si alguien se molesta en mirar, es una frase presente en un gran porcentaje de los productos envasados. Siento mucho si los afectados por celiaquía se han sentido molestos con mi opinión. No es mi intención banalizar su problema ni menospreciar sus dificultades. Simplemente creo que la situación es mejorable eliminando el gluten de los alimentos en lugar de etiquetándolo todo.

Todos los productos procesados son iguales

No lo creo, ni mucho menos. El jamón de york Carrefour sin Fostatos se compone exactamente de jamón y sal, nada más. Desafortunadamente uno de mis hijos abrió esta mañana el último paquete y no he tenido tiempo de ir a comprar otro para hacerle una foto, pero esa que relato es su lista de ingredientes, al menos del que yo compro en Carrefour Rincón de la Victoria. Otros jamones que hay allí llevan una lista muy extensa de aditivos, ingredientes de otro tipo (que no son carne), antioxidantes y demás. No todos los alimentos son iguales. Desde mi blog pretendo concienciar de la importancia de leer las etiquetas de lo que compramos, y en este sentido mi opinión es sencilla: si no lo entiendes o no lo puedes pronunciar, no lo compres. Con el pescado pasa igual. En este sobre de salmón ahumado que tengo en casa, ya veis los ingredientes: salmón y sal. Echar un vistazo a otros salmones en vuestro supermercado de confianza. No todos son iguales. En esta otra foto, os muestro un yogur de los que yo consumo de vez en cuando. Los ingredientes son sencillos: Leche, nata y fermentos lácteos. Vamos, lo que viene siendo un yogur natural. Ahora, si me queréis convencer de que lo idóneo es que el yogur, la carne, el pescado y demás lleven 10 ingredientes adicionales con nombres como «benzoato de sodio», no tenéis ninguna posibilidad de hacerlo. En este artículo comparé quesos de verdad y quesos artificiales. No son iguales. De hecho, mis quesos inmortales siguen estando como el primer día y pronto cumplirán un año fuera de la nevera.

Salmón Ahumado

Salmón Ahumado

Salmón ahumado

Salmón ahumado

Yogur Griego

Yogur Griego

Yogur Griego

Yogur Griego

Si quieres calidad tienes que comprar marcas de confianza

Esto no es que no lo comparta, es que pienso justamente lo contrario en la mayoría de los casos. Me habéis repetido que compre El Pozo o Campofrío, y esto demuestra que jamás habéis leído las etiquetas de estos fabricantes. El Pozo se salva con algún producto, pero ¿Campofrío? Debe ser una broma. Echa un vistazo a este producto o a este otro, por poner un par de ejemplos. Si algo he aprendido es que de la etiqueta de un producto lo que menos importa es la marca. Hay productos de marca muy buenos y productos de marca blanca igual de buenos o mejores. Al revés pasa también. Hay productos mediocres y malos con y sin marca reconocida. En mi casa no se compra según la marca, sino según la composición, pero cada uno es dueño de hacer lo que le de la gana en su casa supongo.

Las salchichas son peores que los fiambres

Pues yo creo que ni peores ni mejores. Las salchichas que yo compro tienen dos conservantes muy básicos y una gran cantidad de carne sin cereales. Hay otras salchichas, incluso de marca más reconocida que las que yo compro, cuya lista de aditivos no cabe en este artículo y con un lamentablemente bajo contenido en carne. Insisto, lo que importa no es el tipo de alimento ni su marca, sino como está hecho.

Los aditivos son necesarios para conservar la comida

Mentira. Los aditivos son cómodos y baratos, pero no son necesarios. En este artículo os he mostrado algunos productos que se conservan sin frío y no llevan aditivo alguno. Es sólo un ejemplo sacado de mi nevera. Antes de que me acuséis de derrochador, mirar los precios. Creo que ese paté no cuesta mucho más de un euro (hablo de memoria). La carne de la bandeja del principio del artículo está envasada en atmósfera protectora y aparentemente no lleva aditivo alguno (o al menos no lo pone en el etiquetado). Ese bote de tomate frito tampoco lleva aditivos y creo que está más que procesado el alimento que lleva dentro. El único alimento que se va realmente de precio es el Yogur Griego, pero es una muestra clara de que se puede hacer Yogur sin aditivos.

La carne fresca es muy cara

Chuleton de Buey en Carrefour

Chuleton de Buey en Carrefour

Define caro. 🙂 Aquí tenéis una foto de Chuletón de Buey a 9,50€/kg (Carrefour Rosaleda), que son dos euros y medio más por kilo que el fiambre de Mercadona que desató estos comentarios. Si, antes que me lo digáis, seguramente no es buey gallego añejado en cámara criado sin antibióticos ni hormonas, pero es carne fresca y de bastante buen aspecto debo decir. Lo que es caro es pagar un producto cárnico a 7€/Kg cuando sólo la mitad del producto es carne en el mejor de los casos y su segundo ingrediente es agua. Hace poco vi un fiambre similar de El Pozo que llevaba menos de un 50% de carne. Con esto digo, aunque creo que es obvio, que en efecto no es sólo este fabricante ni este distribuidor el que vende productos así, pero no tengo tiempo ni dinero para comprar todos los productos de todos los  supermercados y analizarlos de golpe. Voy al ritmo que puedo. Nadie se lanzó a defender a ultranza a Carrefour cuando hablé de su lamentable pescado congelado para niños. Carrefour, como el resto de grandes cadenas, también tiene productos que son terribles en mi opinión, pero me ofrece mucha más variedad que otros, por eso lo frecuento más.

Usas el blog para promocionar tus libros

Sí, claro que lo uso. El blog se llama «Adelgazar sin Milagros», como mi primer libro y en el artículo de las carnes hablo de mi segundo libro, «La gran mentira de la nutrición» porque viene a colación de lo que estoy hablando. Por cierto, si quieres leer un par de capítulos del segundo, sólo tienes que suscribirte al blog (estoy promocionando mi libro…). Soy un autor autoeditado, lamentablemente mis abuelas fallecieron hace ya muchos años y mis padres están ocupados disfrutando de su jubilación. Si no me promociono yo no se quién lo iba a hacer 🙂 De todos modos, me parece terrible que haya personas a las que les parezca mal que en una web que pago, edito, programo y lleno de contenido yo, sin recibir un euro de nadie por ello, promocione mis libros. Curioso país este en el que vivimos en el que hay personas que entran en tu casa para decirte como debes actuar en ella y lo que puedes y no puedes hacer. Como dije antes, si no te gusta lo que lees aquí te agradezco tu visita, pero mejor márchate. Existen billones de páginas publicadas en Internet. Por favor elige una en la que los contenidos sean de tu agrado en lugar de venir aquí a quejarte de los míos. Hay que ser muy masoquista para perder el tiempo leyendo algo que no es del agrado de uno.

En fin, creo que con esto contesto el 95% de las inquietudes que han surgido en los comentarios. Pido perdón nuevamente a los afectados por celiaquía que han sentido que muestro insensibilidad hacia su problema. No era mi intención. Simplemente pienso que se pueden hacer las cosas mejor de otro modo.

Un último apunte, sobre todo si no has visto tu comentario publicado. Mi blog es mi casa en Internet. Todo el mundo es bienvenido y tiene abierta la puerta para expresarse. Casi 2.000 comentarios publicados hasta el día de hoy dan fe de ello. Ahora bien, en mi casa no permito insultos, ni a mí ni a nadie, no permito que vengas a imponer tus ideas de malas maneras y no permito que entres en el plano personal contra mí ni contra ningún otro miembro de esta comunidad solo porque no te guste lo que has leído. Tampoco permito que uses mi casa -al menos sin pedir permiso- para promocionar la tuya y mucho menos para promocionar principios contrarios a los de este blog (y esto va especialmente por mis amigos vegetarianos que ven la solución a todo dejando de consumir carne). Si tu comentario no aparece, recapacita sobre lo que has escrito, el tono que has usado o las palabras que has lanzado contra otros. Quizás así entiendas porqué no está tu comentario publicado y en próximas ocasiones te dirijas al resto en otros términos. También tienes la opción de buscar otra web en la que expresarte de ese modo, claro, y sospecho que no te echaremos de menos.

Suscríbete al blog por correo electrónico

Si quieres recibir en tu correo electrónico los artículos similares que vaya escribiendo suscríbete al blog de manera gratuita dejándome tu dirección aquí. No la usaré para nada ajeno al blog ni recibirás correo basura mío. Además, podrás leer dos capítulos de mi libro La gran mentira de la nutrición de manera absolutamente gratuita.

Denunciable: Carnes de Mercadona

Magro de Cerdo Mercadona

Magro de Cerdo Mercadona

Ayer tuve un día caótico después de varios festivos seguidos y salí de la oficina más tarde de lo habitual. En mi camino a casa paré a comprar algo para la cena de los niños en un Mercadona que me pilla de paso. Iba buscando algún corte de cerdo, que hacía tiempo que no tomaban esta carne. Lo que encontré en Mercadona es poco menos que sorprendente. Parece cerdo y está etiquetado como cerdo, pero ¿es realmente cerdo?Calculadora de nutrientes gratis de Adelgazar sin Milagros

Bueno, digamos que lleva cerdo, pero no es ni mucho menos lo único que lleva. Me traje para casa dos productos (además de la cena) para escribir sobre ellos. Se trata del [fiambre de] Magro de Cerdo Adobado y de los Escalopines de Lomo de Cerdo Marinados. Vamos a ver lo que esconden estos productos que son aparentemente cortes tradicionales del cerdo de los que todos hemos comido toda la vida.

Composición del magro de cerdo de Mercadona

Composición del magro de cerdo de Mercadona

El fiambre de magro de cerdo adobado de Mercadona, que parece la clásica «cinta de lomo adobada» de toda la vida, tiene una etiqueta que lo certifica como «sin gluten». Un momento… ¿sin gluten una carne? ¿Me estás diciendo que en la carne de cerdo de Mercadona no hay trigo? ¡Vaya novedad! ¿Cuándo van a empezar a colocar etiquetas de «sin carne» en los panes y las galletas de Mercadona? El tema del etiquetado engañoso es algo que ya denuncio en mi libro La gran mentira de la nutrición. Ocurre, después de leer la composición de este producto, que casi tenemos que estar agradecidos de que no lleve gluten, porque la lista de ingredientes de esta «carne» se las trae e incluso se echa de menos el gluten. Repasemos la lista: paleta de cerdo (50%), agua, fécula de patata, proteína de soja, sal, proteínas lácteas y lactosa (leche), regulador de la acidez (E-325), estabilizantes (E-450i, E-451i, E-407, E-415), aromas, aroma de humo, antioxidantes (E-331, E-316), especias, conservador (E-250) y colorante (E-120). Recubrimiento de tripa comestible: colorante (E-160b). No está mal, ¿verdad? Sólo la mitad del producto es carne y la otra mitad, además de agua, son porquerías varias escondidas bajo letras y números.

No debe sorprender a nadie viendo esta composición que Mercadona haya conseguido vender una carne que tenga más hidratos de carbono que muchos vegetales: un disparatado 7,1% en concreto. Una carne «fresca» con un 7% de carbohidratos debe ser todo un record Guiness.  En cuanto al aporte de proteína, este resulta ser de un miserable 12%, pero teniendo en cuenta que una parte no declarada de este porcentaje es proteína de soja y de leche, ¿Qué tipo de carne cutre han utilizado para llegar a este ridículo aporte cuando la carne de paleta de cerdo debe rondar el 20%? Una «carne» que en su composición lleva diez ingredientes «E» y sólo 7 ingredientes con nombres declarados no tiene sentido alguno en nuestra dieta, y mucho menos cuando está cargada de agua y patata como esta y tiene unos valores nutricionales tan cutres como este producto. De hecho, ¿cómo se puede vender una «carne» que tiene 17 ingredientes distintos? ¿he mencionado ya que contiene un 2,2% en peso de sal? Y lo peor es que el 99% de las personas que lo consuman le añadirán sal al cocinarlo…

La Cantidad de Sal diaria recomendada para un adulto oscila entre el medio gramo y los dos gramos. Si eres adulto y te tomas 100 gramos de este producto, ya has rebasado esa recomendación. Si te tomas 200 gramos, llegas al máximo que cifra la OMS para evitar enfermedades cardiovasculares (discutible). Si se lo das a los niños, ni te cuento…

Esta lista de ingredientes numéricos, por si tienes dudas, traducida al castellano es: Lactato de Sodio (E-325), Difosfatos (E-450i), Trifosfatos (E-451i), Carragenina (E-407), Goma Xantana (E-415), Citratos de Sodio (E-331), Eritorbato de Sodio (E-316), Sodium Nitrite (E-250), Cochinilla / ácido carmínico (E-120) y Achiote / Bixina / Norbixina (E-160b). ¿Te comerías una carne que llevara todas estas cosas elaboradas en un laboratorio? Pues eso es precisamente lo que le das de cenar a tus hijos cuando compras este producto fabricado por Martínez Loriente, S.A. y de venta en Mercadona. Por cierto, que sepas que si lo compras pagas agua, patata y porquerías varias a precio de carne fresca, porque este producto cuesta casi 7€ el kilo. ¿Habrán usado agua pura de glaciar para cobrarla a ese precio? Como digo en mis libros, la carne del mercado y cortada delante tuya, es la que menos probabilidades tiene de estar adulterada como esta con ingredientes de difícil comprensión.

Escalopines de cerdo de Mercadona

Escalopines de cerdo de Mercadona

Este mismo fabricante y distribuidor nos traen otro producto cárnico que parece carne y que seguro que muchas madres seleccionan para sus hijos porque parece una carne limpia, con poca grasa. Se trata del «escalopín de lomo de cerdo marinado». Veamos si con estos ingredientes se han esmerado más: Lomo de Cerdo (64,5%), agua, proteína de soja, sal,  dextrosa, lactosa, proteínas de leche, estabilizadores (E-407, E-410, E-466, E-451 y E452), antioxidantes (E-331 y E-301) y aroma natural. ¡Hasta siete ingredientes ocultos bajo letras y números difíciles de descifrar para un consumidor medio! Aquí va la lista: Carragenina (E-407), Goma de algarroba (E-410), Metil Etil Celulosa (E-466), Trifosfatos (E-451), Polifosfatos (E-452), Citratos de Sodio (E-331) y Ascorbato de Sodio (E-301). No voy a entrar a valorar todos estos ingredientes -aunque ganas no me faltan, sobre todo de preguntar si es necesario meter fibra de madera en la carne (metilcelulosa)- pero no puedo sino denunciar que una carne no debería llevar nada que no fuese carne. ¡Es que viendo estas composiciones a uno le empiezan a parecer naturales los frankfurts! Las salchichas originales de Campofrío (que me parecen una auténtica basura que jamás daría a mis hijos) «sólo» llevan 5 ingredientes ocultos tipo «E».

Por lo menos, este segundo producto tiene un precio menor, de algo menos de 5€ el kilo. Sin embargo es posible comprar carnes frescas a este precio. Mi recomendación, especialmente si vais buscando cena para los más pequeños, es que os decantéis por las carnes frescas, los pescados frescos, y los huevos. Todavía no han empezado a meter porquería dentro de estos, aunque supongo que todo se andará 🙂 .

Yo me mantendría alejado de estos productos, porque por ese precio se puede comprar carne real fresca, y más que nada por coherencia y lógica. Si dejamos de comprar estas porquerías es probable que los fabricantes dejen de hacerlas y los distribuidores de venderlas. Comparte el artículo para correr la voz sobre este tipo de productos que debemos evitar.

Actualización del 10/04/2015: En vista de la avalancha de comentarios que estoy recibiendo, me es imposible contestarlos todos uno por uno. Sin embargo, he visto que las inquietudes de la mayoría de las personas son las mismas, y les he dado respuesta en este artículo llamado «Contestando a todos» que trata sobre lo que la mayoría de comentarios hablan.

Suscríbete al blog por correo electrónico

Si quieres recibir en tu correo electrónico los artículos similares que vaya escribiendo suscríbete al blog de manera gratuita dejándome tu dirección aquí. No la usaré para nada ajeno al blog ni recibirás correo basura mío. Además, podrás leer dos capítulos de mi libro La gran mentira de la nutrición de manera absolutamente gratuita.

Denunciable: Cereales Nestlé Chocapic

Análisis de los cereales Nestlé Chocapic

Ya he hablado en otras ocasiones de los cereales de desayuno, y he expresado en mis libros que me parecen una auténtica basura alimentaria que está bien vista por todo tipo de expertos en el campo de la salud de manera absolutamente incomprensible. Ayer, al pasar cerca de los cereales en el supermercado, no pude evitar fijarme en una caja de los cereales Nestlé Chocapic, a la que le han añadido una serie de diseños prometedores en el envase, entre ellos el logotipo de la Asociación Española de Pediatría y un gran símbolo verde con la leyenda «Con cereales integrales«. ¿Sería verdad que los señores de Nestlé habían tenido un súbito ataque de decencia y habían creado un producto realmente saludable para los niños poniéndose en mano de los pediatras para diseñarlo? Al menos eso es lo que pretenden transmitir con ese marketing, ¿no? Lógicamente, no pude evitar la tentación de coger una caja y examinar si las buenas noticias eran reales o sólo un espejismo. ¡Pero mira que soy iluso! La misma basura de siempre, o incluso peor, pero con distinto envoltorio. Vamos a analizarlo con un poco de detalle para ver si a alguien se le cae la cara al suelo de vergüenza y algún pediatra estudia cuatro nociones básicas sobre nutrición humana antes de lanzarse a patrocinar productos… ¿O acaso son ellos los patrocinados por este producto?

Valores nutricionales de los cereales Nestlé ChocapicLo primero que miré, como siempre, son los valores nutricionales del producto y claro, la primera en la frente: 75,8% de carbohidratos (con un alarmante 28,8% de azúcares), un 4,5% de grasas y un 8% de proteínas. Vamos a suponer, que es mucho suponer, que yo estuviese de acuerdo con las recomendaciones habituales de un 50% de carbohidratos, un 35% de grasas y un 15% de proteínas en la dieta. Sí, ya se que es mucho suponer, pero dame un minuto para que elabore desde el punto de vista de un pediatra convencional… ¿Es este un producto equilibrado de acuerdo con esos porcentajes? Claramente no. ¿Será que hace falta la leche para equilibrarlo? El caso es que Nestlé nos ahorra mucho tiempo porque coloca también los valores nutricionales del producto una vez añadida la leche, y el resultado es cuando menos curioso. Nos dice que una ración de este producto (30g, jajajaja) con leche semidesnatada (125ml) aporta 28,9g de carbohidratos (incluyendo 14,5 gramos de azúcares, justo la mitad, más que sin leche, ¡viva la leche desnatada que recomiendan los pediatras, baja en grasa y alta en azúcares!), 3,4 gramos de grasas y 6,7 gramos de proteínas. O sea, pediatras de España, que haciendo un poco de matemática básica, un desayuno equilibrado para un niño, según su criterio y recomendación, se compone -en cuanto a macronutrientes- de un 74% de carbohidratos, de los cuales la mitad son azúcares simples, de menos de un 9% de grasas y de un 17% de proteínas. Ni siquiera siguiendo las absurdas recomendaciones oficiales que ustedes utilizan salen las cuentas: la mitad de los carbohidratos son azúcares, hay muy pocas grasas y la mitad son saturadas -que a mí no me importa, pero a ustedes sí-, y las proteínas superan las recomendaciones oficiales -que también son una basura en este sentido- doblando a las grasas en porcentaje e igualándola en valor energético. Vamos, que a esto no hay por donde meterle mano, ni con criterios lógicos ni con los suyos. Pero lo peor, como siempre, está por llegar cuando entramos al detalle.

Ingredientes de los cereales Nestlé ChocapicVamos a echar un vistazo a los ingredientes, a ver lo que Nestlé, con su rimbombante compromiso nutricional que se pasa la vida promocionando en televisión, y el apoyo de sus pediatras, pretende que le demos de comer a nuestros hijos en el desayuno. Estos son los ingredientes que aparecen en el envase: Cereales 61,9% (harina integral de trigo un 31,8% y harina de trigo y sémola de maíz el resto), chocolate en polvo (azúcar y cacao, en este orden, o sea, más de lo primero que de lo segundo), [más] azúcar, jarabe de glucosa (más azúcar), extracto de malta de cebada (más azúcar), grasa de palma, emulgente (lecitina de girasol) sal y aromas. Y todavía hay tontos que piensan que cuando les doy huevo o queso a mis hijos para desayunar les estoy envenenando. Manda narices…

La primera mentira de Nestlé es anunciar esto como «cereales» de desayuno. Esto no son cereales, sino una mezcla de harinas con mucho azúcar y grasa de palma, y a eso en mi casa le llamamos bollería industrial, no cereales, más que nada por usar un poco de sentido común y ser coherentes con las definiciones. Y que conste que quien dice que esto es una mezcla de harinas con azúcar y grasa de palma no soy yo, sino el propio fabricante en su lista de ingredientes. ¿Qué pasa? ¿No había otra grasa a mano que la grasa de palma? No os dejéis engañar: grasa de palma y aceite de coco NO es lo mismo. Ni siquiera salen del mismo fruto. De hecho, ni siquiera salen del mismo árbol…

Cereales Nestlé Chocapic

La segunda mentira es decir que son cereales «integrales». Tan sólo la mitad de la harina usada es integral. El resto, obviamente, es refinada. Esto contrasta con la frase que encontramos en la parte posterior de la caja que reza «Los cereales integrales son una parte importante de una dieta equilibrada. Por eso los cereales Chocapic están hechos con cereales integrales. Una buena forma de empezar el día». Es mentira, de inicio a fin. No voy a entrar a valorar la supuesta importancia de los cereales integrales en la dieta -que me da la risa-, pero es que este producto está hecho con harinas mezcladas a partes iguales, no con «cereales integrales». El engaño en este punto es mayúsculo. Lo cierto es que en el lateral, en pequeñito, aparece la verdad, aunque sesgada: «Para producir 100g de este producto hemos usado 31,8g de cereales integrales«. Y digo sesgada porque en realidad, lo que han usado es harina integral de trigo, no de «cereales» en plural. El resto de harinas, sémolas (harina gruesa) y maltas proceden de cereales en plural (trigo, maíz y cebada) pero no son integrales.

Diseño de la caja de cerales Nestlé ChocapicLa tercera mentira es decir «Con cereales integrales» cuando lo que incluye son harinas y sémolas y no «cereales», que además sólo proceden de cereales integrales en un porcentaje que en el mejor de los casos alcanza el 50%. Creo que ya va siendo hora que los pediatras entiendan que esos divertidos «copos» de cereal de desayuno que con alegría recomiendan que demos a nuestros hijos son un producto altamente procesado y no una lámina de cereal cortada de forma divertida. Sospecho que estas harinas pueden provenir de cereales transgénicos, pero de momento no podemos saberlo porque nuestros políticos, a ambos lados del charco, se oponen a que se obligue a indicar tal cosa en el etiquetado. Poderoso caballero es don dinero… Ya he dicho en otras ocasiones que lo único que tengo contra los alimentos transgénicos es nuestra falta de conocimiento al respecto. Cuando pasen los años veremos si son como las grasas hidrogenadas, que nos presentaron como lo mejor de lo mejor y ahora sabemos que son lo peor de lo peor. Hace falta tiempo y estudios, pero ambas cosas suelen estar reñidas con los resultados de las empresas de alimentación.

Detalle de la caja de cereales Nestlé ChocapicLa cuarta mentira radica en los valores nutricionales de referencia que han puesto en la caja, que son para adultos y no para niños. ¿Porqué? Quizás habría que preguntarle a los pediatras que prestan su imagen para esto ¿No? A mí se me ocurre que si se utilizasen los valores de los niños los porcentajes igual se les dispararían, y eso que hablamos de raciones de 30 gramos (jajajajaja). Supongo que Nestlé puede argumentar que el producto no es sólo para niños y por eso ha usado esos valores, y yo me lo creería a pies juntillas, especialmente analizando el diseño de la caja, con sus ositos y perritos dibujados, los juegos online gratuitos que promete y el patrocinio [probablemente inverso] de los pediatras. Bueno, quizás no me lo creería. En mi opinión, incluso si este producto no fuese la basura que es, la caja ya sería denunciable por si sola, pues está totalmente diseñada, de inicio a fin, para confundir al consumidor, engatusar a los niños y estafar a sus padres con supuestos patrocinios científicos y verdades sesgadas.

Creo sinceramente que este producto está diseñado para el engorde de «ganado» humano y el único beneficiado de su consumo masivo es el fabricante. Y eso, como contaré muy pronto en otro artículo, puede ser precisamente lo que beneficie en segunda instancia a Nestlé, que no contenta con sacar beneficios generando obesidad, ahora apuesta por diversificar su negocio y pretende obtenerlo haciendo adelgazar a esos mismos a los que ha engordado. Esto, que entiendo que suena algo paranoico, lo estoy estudiando en detalle porque me he percatado que, de todos los fabricantes, Nestlé es el que más azúcar suele utilizar en sus productos. Comparando, por ejemplo, su yogur griego con trocitos de chocolate con el de Danone (que ya sabéis que no es ni mucho menos santo de mi devoción), el Hacendado (Mercadona), el Aliada (El Corte Inglés) y el de Carrefour, es precisamente el de Nestlé el que más azúcar contiene, en algunos casos con mucha diferencia con respecto a su competencia. Y resulta que no es el único producto en el que Nestlé sale victoriosa de esta dudosa competición por ser quien más basura incluye en sus productos, pero como digo, lo voy a publicar pronto destapando el negocio del supuesto adelgazamiento que ahora ofrece Nestlé a esos mismos a los que engorda y no quiero adelantarme a mis propias palabras. 🙂

En resumen, si todavía usas cereales en el desayuno de tus hijos, quizás sea el momento de plantearte lo que les estás dando de comer.

¿Quiéres saber más?

Si quieres recibir en tu correo electrónico próximamente el artículo acerca de como Nestlé te saca el dinero haciéndote engordar y luego te lo vuelve a sacar pretendiendo hacerte adelgazar, suscríbete al blog de manera gratuita dejándome tu dirección aquí. No la usaré para nada ajeno al blog ni recibirás correo basura mío.

 

Adelgazar con las mejores pastillas para adelgazar

Las mejores pastillas para adelgazar

Las mejores pastillas para adelgazar

Si estás buscando las mejores pastillas para adelgazar rápido te interesa leer este artículo. Vaya por delante que no eres la primera ni la única persona que quiere adelgazar fácilmente usando pastillas para adelgazar, sin pasar hambre, sin esfuerzo y de forma «natural», quemando grasa desde la comodidad del sillón mientras ves la televisión. En realidad, las pastillas para adelgazar son algo así como el santo grial de la industria alimentaria. Imagínate: comer todo lo que quieras sin engordar ni un solo gramo y, gracias a unas pastillas para adelgazar, perder peso desde la comodidad del salón de tu casa. Lo único que necesitas para que este sueño se convierta en realidad es encontrar las mejores pastillas para adelgazar que el dinero pueda comprar. La oferta de pastillas para adelgazar en el mercado es amplísima, pero, ¿Cuáles son las mejores pastillas para adelgazar? Esa es la pregunta del millón, ¿verdad? ¿Dónde invertir tu dinero en salud?

Por un lado tenemos pastillas para adelgazar de venta en farmacia y parafarmacia, que suelen venir avaladas por grandes industrias farmacéuticas. Estas pastillas para adelgazar son las que, a priori, pueden parecer más fiables precisamente porque el canal de venta es el oficial y los fabricantes suelen gozar de credibilidad. Sin embargo, la oferta de pastillas para adelgazar no acaba ahí. Internet es el mercado más grande que existe en el mundo para encontrar las mejores pastillas para adelgazar. Si no me crees sólo tienes que buscar en tu buscador favorito términos como pastillas para adelgazar o las mejores pastillas para adelgazar para comprobar que existen millones de páginas repletas de ofertas estupendas que te aseguran que podrás comer tanto como quieras y a la vez adelgazar de manera sana.

Pastillas para adelgazar

Pastillas para adelgazar

¿Has decidido ya cuales son las mejores pastillas para adelgazar que puedes comprar? Si te interesa, yo he investigado y recopilado las mejores y más efectivas pastillas para adelgazar y esta es la lista de las 5 mejores pastillas para adelgazar que he creado.

  1. Logicina: Esta pastilla para adelgazar tiene como principio activo la lógica. Piensa por un momento: si de verdad existiese una pastilla para adelgazar que funcionase ¿no crees que no habría una sola persona obesa en todo el planeta? ¿No crees que no existirían las costosas y peligrosas operaciones para tratar la obesidad? ¿No crees que la persona con más dinero del planeta no sería el dueño de la empresa comercializadora de estas milagrosas pastillas para adelgazar en lugar de Bill Gates, Carlos Slim o Warren Buffet? Usa la lógica para adelgazar: es la pastilla para adelgazar más poderosa que existe.
  2. Realidadis: Basada en el puro concepto de la realidad, esta pastilla para adelgazar logrará que entiendas que por cada kilo que pierda el consumidor, el fabricante ganará dos. La pena es que esta pastilla para adelgazar no funciona con los kilos de grasa que le sobran a la población, sino con los millones de euros que genera este mercado entre los incautos consumidores. La realidad es la pastilla para adelgazar que te hará ver como son las cosas en la realidad. Úsala sin moderación, a diario y tantas veces como sea necesaria puesto que esta pastilla para adelgazar no tiene un solo efecto secundario que debas temer.
  3. Saludin Forte: El principio activo que incorpora esta pastilla para adelgazar, la salud, la hace tremendamente poderosa. No deberías tomar ninguna pastilla para adelgazar que no tuviese como principal principio activo la salud. Visto de este modo, ¿Cuántas pastillas para adelgazar crees que lo incorporan? ¿Piensan en tu salud los vendedores de pastillas para adelgazar que traen sus productos de China con pocos controles de calidad? ¿Son los compuestos de las pastillas para adelgazar seguros? ¿Acaso son simples placebos? ¿Conoces alguna persona que goce de buena salud y tome pastillas para adelgazar?
  4. Ancestralia: La epidemia de obesidad y enfermedades degenerativas que sufre el ser humano es contemporánea, o sea, no es heredada de nuestros ancestros sino derivada de nuestra alimentación actual. Por ello, esta pastilla para adelgazar nos ofrece toda la información que necesitamos para entender porqué engordamos y qué podemos hacer para solucionarlo. Tomando esta maravillosa pastilla para adelgazar podremos conocer, de primera mano, las diferencias que existen entre la alimentación de nuestros ancestros y la nuestra, y de este modo aprender a comer de manera que adelgazar sea algo sencillo, como un juego de niños, como tomarse una simple pastilla para adelgazar cada día.
  5. Mentalin Plus: Las pastillas para adelgazar mentalin plus están fabricadas expresamente para que puedas entender qué parte de la obesidad reside en tu mente y cual en tus michelines. Con estas pastillas para adelgazar aprenderás a diferenciar entre la obesidad y la obsesión por el peso y podrás adelgazar realmente, eliminando kilos y kilos de grasa pero manteniendo intacta o incluso incrementando tu masa muscular. Si para adelgazar eliminas tu masa muscular, tu salud saldrá por la ventana. No te obsesiones con el peso. Usa tu mente para marcarte límites lógicos.
Oferta de pastillas para adelgazar

Oferta de pastillas para adelgazar

Como habrás comprobado, no existen las mejores pastillas para adelgazar. Para adelgazar con seguridad, necesitarás al menos conseguir estas cinco pastillas para adelgazar de manera sana, rápida y permanente que te acabo de explicar. Supongo que a estas alturas ya lo has pillado, pero por si las moscas te lo voy a escribir más clarito: No existen pastillas para adelgazar que realmente funcionen. Si de verdad quieres adelgazar debes tratar de Adelgazar sin Milagros, que es lo que explico con detenimiento en mi libro. Para adelgazar necesitas entender la lógica de la masa corporal, conocer la realidad de los distintos alimentos, asumir la importancia de preservar y mejorar tu salud, estudiar la historia del ser humano y sus alimentos y, finalmente, mentalizarte que no se trata de adelgazar kilos de peso, sino de adelgazar kilos de grasa conservando o incluso aumentando la masa muscular.

Las mejores pastillas para adelgazar son las que no vienen en cajas. Las que encuentras en los libros, en la información, en el conocimiento. Las mejores pastillas para adelgazar no se gastan ni hay que comprarlas cada mes. Las mejores pastillas para adelgazar no tienen nombres interesantes ni vienen de países exóticos, y mucho menos son un secreto bien guardado por tribus asiáticas. Las mejores pastillas para adelgazar que puedes comprar son las que NO se compran en farmacias, ni en parafarmacias, y mucho menos por internet. Si de verdad quieres adelgazar métete en la cabeza que no existen los milagros ni las pastillas mágicas. Se puede adelgazar rápido; se puede adelgazar mejorando la salud y sin pasar hambre; se puede adelgazar de manera permanente, sin efecto rebote; pero desde luego, nada de esto es posible tomando pastillas para adelgazar. Si quieres ver como otras personas han logrado adelgazar sin tomar fármacos de ningún tipo, igual que lo hice yo, lee sus testimonios pinchando aquí. Todos te dirán lo mismo: olvida las pastillas para adelgazar. Ellos no las han necesitado para adelgazar, y tú tampoco las necesitas.

¿Quiéres saber más?

Para recibir los nuevos artículos que vaya escribiendo directamente en tu email suscríbete al blog de manera gratuita dejándome tu dirección aquí. No la usaré para nada ajeno a este blog ni recibirás correo basura.