La nutrición prostituida

Coca Cola recomendada por personal sanitarioAhora está de moda en la televisión añadir una frasecita a todos los anuncios de comida basura que se emiten, como si la frase justificase que uno se pudiera hinchar, sin consecuencias, de cualquier alimento por absurdo que este resulte para su salud o para el mantenimiento de su peso dentro de unos límites razonables. Por ejemplo, he visto recientemente anuncios de cereales de desayuno altamente azucarados, de helados, chocolates o patatas fritas que nos recomiendan llevar un estilo de vida saludable -algo difícilmente compatible con comer estos alimentos de manera frecuente- y que muestran una frase tipo en la pantalla mientras se emiten. Esta frase, que comparten todos los anuncios de comida basura, es parte del plan HAVISA (Hábitos de Vida Saludable), de la fundación Alimentum, y cuenta con el aval del Ministerio de Sanidad y de AECOSAN (Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutricion).

Los médicos recomendaban fumar CamelBueno, pues ya os AVISO, sin hache, que el plan HAVISA, con hache, es un timo de proporciones majestuosas que cuenta con el aval de nuestros políticos en forma de apoyo institucional y colaboración de Ministerios y Agencias Estatales, que aparentemente se preocupan de regular cualquier cosa excepto la salud de los ciudadanos a los que deberían representar y salvaguardar. En mi humilde opinión, el plan HAVISA es la prostitución de toda la ciencia de la nutrición llevada a cabo con el beneplácito de casi todos los agentes implicados en este campo, y con el único objetivo de engañar vilmente al consumidor y engordar las cuentas de resultados de unas empresas alimenticias sin escrúpulos. Veamos quién es quién en este malévolo engranaje y como logran deformar la realidad, darnos gato por liebre, y confundir tremendamente al consumidor.

La Fundación Alimentum, promotora del plan HAVISA, según ellos mismos se definen en su web, es «una organización privada sin ánimo de lucro, cuya misión es mejorar la calidad de vida y el bienestar social, a través de la promoción de iniciativas que respondan a los retos e inquietudes que la sociedad demanda en relación con la Alimentación.» Y esto, que suena tan grandilocuente sin realmente decir nada concreto, se lo voy a traducir yo para que lo entiendan mejor: La Fundación Alimentum es un invento de los fabricantes de alimentos basura, presidida por el presidente de honor de Danone, vicepresidida por el presidente de Hero España y por el presidente de Unilever España y cuyos vocales son entre otros el presidente de Bimbo, el consejero delegado de Calvo, el CEO de Campofrío, el director general de Coca Cola, el director general de Ferrero Ibérica, el consejero delegado de Grefusa, el director general de Kellogg’s, el director general de Mondelez España, el director general de Nestlé España, el de Pescanova, Panrico, Wrigley… y no sigo que me da la risa ya que todas y cada una de las empresas que fabrican productos alimenticios de dudosa utilidad para nuestra salud están representados en esta pantomima de fundación. A otras empresas que también están ahí, como el Grupo Pascual, que siempre he creído que realmente se esforzaba por producir productos de calidad buenos para nuestra salud, se le debería caer la cara de vergüenza por promocionar las mismas mentiras que los anteriores con tal de arañar un puñado de ventas más y aparecer en la misma foto.

La Coca Cola en los hospitalesPues bien, esta empresa -que es de lo que esta fundación se trata en realidad, pues persigue el fin concreto de promocionar un tipo de alimentación que favorece sus intereses comerciales- y que representa específicamente los intereses de las grandes empresas de alimentación que la forman, es la que regula a través de la publicidad en la televisión qué es saludable para nosotros y qué no lo es. Por eso, no es de extrañar que el plan HAVISA -con hache- les AVISE -sin hache- que ustedes pueden comer y beber tanto azúcar como quieran siempre y cuando luego se pongan sus mayas y se vayan a correr cuales zorros asustados, que es en lo que nos convierten con sus proclamas alarmistas sobre el colesterol y la enfermedad cardiovascular entre otras cosas.

Las marcas adheridas al plan HAVISA son, entre otras, Coca Cola, el grupo Pepsico, Nestlé, Danone, Campofrío, Panrico Donuts, Mondelez Internacional, Unilever y Kellog`s, todas ellas conocidas como todo el mundo sabe por recomendar abiertamente que se beba únicamente agua del grifo y se cene un filete fresco de pollo a la plancha con verdura o ensalada ¿verdad? No, en realidad recomiendan más bien lo contrario. Esta misma Fundación Alimentum recomienda en su web, citando textualmente a Miguel de Cervantes -que como todos sabemos fue un eminente nutricionista del siglo XVI ¿no?- que comamos poco y cenemos menos, eso sí, supongo que después de haber almorzado un buen vaso de Coca Cola o una Pepsi, un par de donuts, una pizza, algún bollicao, unos cuantos Actimel y Bio, cereales azucarados y quién sabe que otro alimento precocinado y altamente procesado de los que ellos fabrican y promueven. ¿Qué credibilidad tiene una fundación cuyos lemas sobre la nutrición estás basados en las paranoias que escribió un escritor del siglo XVI sin formación medica o nutricionista alguna? ¿Qué credibilidad tiene una fundación gestionada por los peces gordos de la industria alimenticia que promociona que no cenemos, algo que es diagonalmente opuesto al concepto de nutrir nuestro organismo? Pues eso, ninguna. Y sin embargo, ahí tenemos a todo el mundo repitiendo como papagayos las proclamas de la supuesta vida saludable que leemos en televisión.

Cartel de un médico promocionando los Lucky Strikes¿Acaso puede alguien extrañarse de que el mensaje que cale en la población es que lo importante para conservar la línea y la salud no es lo que se come, sino lo que uno se mueva a diario para quemar todo eso que se come? ¿Es razonable que sean los grandes productores de alimentos altamente azucarados los que dicten las pautas de la nutrición en este y otros países? ¿Pero que tipo de broma de mal gusto es esta? Es como si el lobo nos diera las indicaciones de cómo construir corrales y nosotros fuésemos tan idiotas que las siguiéramos y los construyésemos como él quiere, facilitándole la entrada. Bueno, pues en la vida real, somos así de idiotas o incluso mucho más, porque le hacemos la ola al lobo, adoptamos sus dogmas, nos creemos sus mentiras y casi que nos parece bien que se lleve nuestras gallinas por la noche.

Y lo que resulta realmente patético y desconcertante es, en general, lo poco que hacen los verdaderos profesionales de la nutrición al respecto. ¿Porqué no son los dietistas y nutricionistas lo que regulan la publicidad de la alimentación? ¿Porqué se permiten anuncios de alimentos enfocados a convencer a los niños de lo que es bueno para ellos en base a sus dibujos animados favoritos? Ciertamente sabemos -porque no se esconden- que muchos médicos y nutricionistas están directamente comprados por estas mismas marcas comerciales, pero, ¿y el resto? ¿Será cierto que los licenciados en nutrición humana creen que es saludable comer donuts, helados, chocolates, cereales de desayuno, refrescos azucarados y demás guarrerías con tal de salir a sudar un poco por las tardes? Es vergonzoso que no alcen la voz y su cómodo silencio contribuye a la prostitución de su profesión, prostitución de la que son cómplices necesarios.

Anuncio de un médico recomendando CamelSe trata de una cadena prostituida desde su inicio, porque si resulta que es el propio fabricante de alimentos basura el que dicta lo que es bueno y lo que es malo, y la pasividad de los profesionales les permite salirse con la suya o incluso los apoyan, mal vamos. Esto nos debería recordar a cuando las tabaqueras proclamaban en Estados Unidos el siglo pasado que fumar era incluso bueno para nuestra salud. Pero es absolutamente cierto que no usamos la historia para aprender de ella, sino para deformarla a nuestro antojo. Estoy convencido que las generaciones futuras verán los anuncios televisivos de alimentación que están permitidos hoy y nos tildarán de idiotas integrales, que es lo que pensamos nosotros mismos hoy de nuestros mayores cuando vemos los anuncios que se usaban hace unas décadas y que adornan este artículo.

Cualquiera podría pensar que yo he tenido que hacer un ejercicio de investigación complejo para descubrir quién es quién, pero lamentablemente lo único que he hecho es buscar en Google quién pone la frasecita de marras en los anuncios, porque estaba ya harto de verla, algo que podían hacer los expertos en nutrición del ministerio -que digo yo que alguno habrá de carrera y no enchufado- antes de cerrar este tipo de acuerdo y patrocinio con los fabricantes de comida basura, porque no creo que alguien ponga en duda que estos fabricantes producen toneladas de comida basura cargada de azúcar y otras lindezas a diario, y que han sustituido en nuestra dieta los productos frescos altamente nutritivos por su basura envasada altamente procesada y carente de nutrientes de calidad.

Nosotros, los consumidores, tenemos el derecho y el deber de actuar responsablemente y levantarnos para decir ¡basta! Basta de mentiras, de engaños, de sesgar la realidad, de decirnos que la comida basura es saludable siempre que nos movamos, de decirnos que el azúcar es un nutriente y que tenemos que consumir azúcar, y de pretender que nos pasemos el día con unas mallas corriendo y saltando como monos para quemar toda esa energía carente de verdaderos nutrientes que ingerimos merced a la baja calidad nutritiva de los alimentos que esta industria produce, en la que priman otras características esenciales por encima de las nutritivas. Simplemente, lo que anuncian no es cierto. El supuesto sedentarismo no es el mal que nos hace engordar -aunque pueda contribuir a ello. Lo que nos hace engordar y padecer enfermedades degenerativas es la alimentación que nos colocan como saludable. Lo que arruina nuestra salud es beber bebidas altamente azucaradas, comer alimentos altamente procesados y carentes de los nutrientes esenciales que nuestro organismo demanda, abrir paquetes para comer en lugar de encender fogones, comprar chocolates, bollería, congelados, sucedáneos de carne y pescado, y toda una suerte de productos que son precisamente los que estas compañías producen. Y lógicamente, si les permitimos dictar lo que es bueno y lo que no en nuestra dieta, acabaran por convencernos de que la tierra es cuadrada con tal de que sus beneficios sigan creciendo. O incluso de que fumar es bueno para nuestra salud… Ah no! Espera, que a eso ya hemos jugado antes…

Normalmente, al final de mis artículos pido que si te han gustado te suscribas al blog o eches un vistazo a mis libros. En este caso, lo único que te pido es que le des difusión a este artículo compartiéndolo por cualquier método que se te ocurra para que todo el mundo sepa quién es quién verdaderamente recomienda esos hábitos de vida supuestamente saludables, para que cada persona sepa que quien le dice que mueva el culo es precisamente quién se lo engorda previamente, que quien le decía que fumar era bueno para su salud era precisamente quién fabricaba los cigarrillos. De modo que, por favor, comparte este artículo en tus redes sociales o como consideres más oportuno porque estoy convencido que la mayoría de personas desconocen que quien realmente promociona un estilo de alimentación y hábitos concretos es precisamente quien se beneficia de su consumo, o sea, el fabricante.

Carlos Abehsera

Carlos Abehsera es un empresario español nacido en Madrid en 1973. Tras muchos años de estudio y trabajo en los Estados Unidos, a finales de 1998 vuelve a España donde comienza varias aventuras empresariales que simultanea con la escritura. En estos años es cuando empieza a resentirse de su estado de salud aquejado de un fuerte sobrepeso y un tremendo estrés. Tras dejar el tabaco en las navidades de 2010, gana 10 kilos adicionales en sólo dos meses y sitúa el visor de su peso en más de 113 kilos a principios de 2011. Por aquel entonces, con unos problemas tremendos de salud, tomaba 6 pastillas distintas cada día para mitigar los síntomas de distintas dolencias, desde crisis de ansiedad hasta dolores musculares y articulares, pasando por taquicardias, problemas gastrointestinales y distintos trastornos del sueño. En sólo 4 meses, logró perder 35 kg de peso, aumentando su masa muscular y recuperando totalmente su salud, lo que le permitió abandonar toda la medicación que tomaba. Ahora comparte públicamente su experiencia en el libro Adelgazar sin Milagros para que otras personas puedan beneficiarse del mismo cambio en sus vidas. 

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  7 comments for “La nutrición prostituida

  1. Con poner abajo en letra muy pequeñita que no cogas el ascensor y uses las escaleras ya esta «arreglao» has quemado todas la mierdecalorias,en fin…..

  2. Totalmente de acuerdo con tu comentario, triste pero real, pero para los ciudadanos de a pie que no disponemos, ni sabemos, ni entendemos de toda esta información que tú con buen criterio y trabajo de investigación nos trasmites (porque tú tiempo y trabajo te lleva) nos vemos perdidos, por lo menos en mi caso, y no sabemos bien cómo actuar (y eso que he leído tus libros y me sirven de gran ayuda, pero me cuesta o no soy capaz de aplicarlos al día a día), necesitamos más información como esta y hacerla llevar a más gente
    Yo en mi caso comparto y lo voy a difundir.

    Gracias por tu trabajo y por tu información.

  3. Hola Carños. ¿Son frases distintas o La mayoría de las veces la mism? Verás, yo estoy casi siempre con el Yomvi del plus y apenas veo anuncios. Un saludo.

    • Yo me quedo con la parte de «Hábitos de vida saludables» (HAVISA) pero la verdad es que no he mirado palabra por palabra, sobre todo porque veo que las empresas que se anuncian son precisamente las mismas que patrocinan esta farsa.

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