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Productos útiles para Adelgazar

Productos para adelgazarEl motivo principal que me llevó a escribir el libro Adelgazar sin Milagros no fue otro que el de difundir la idea de que para adelgazar no hay que recurrir a métodos milagrosos, sino que basta con leer y entender la ciencia que habla de nuestra nutrición. No existen productos milagrosos para adelgazar que funcionen, o todos seríamos modelos de pasarela. No existen pastillas milagrosas para adelgazar que funcionen, porque si existieran todos las tomaríamos. No existen extraños tés, raíces ni plantas asiáticas recién descubiertas que nos hagan adelgazar milagrosamente. Todo eso -y muchas cosas más que venden por ahí para adelgazar- son productos milagro. Créame, si existiese un producto realmente milagroso para adelgazar, ya lo vendería Bayer, Pfizer o cualquier otro gigante farmacéutico. En el libro explico que para adelgazar, lo único que hay que hacer es aplicar la lógica y el sentido común, sin pasar hambre y sin realizar esfuerzos físicos sobrehumanos. Así perdí yo 35 kilos en 4 meses y así los puede perder usted.

Sin embargo, tengo que admitir que ahora están apareciendo una serie de productos que son complementos útiles cuando seguimos un plan nutricional para adelgazar. Quiero decir, antes de nada, que como explico en el libro con detalle, adelgazar es un proceso que requiere trazarse un plan nutricional concreto y seguirlo a rajatabla. No es posible hacerlo unos cuantos días y saltárselo otros, porque ya dejo claro en el libro que el proceso de quema de grasa acumulada que hace que adelgacemos no es algo que se pueda encender y apagar de manera inmediata a voluntad. Sin embargo, soy consciente y comparto que además de no pasar hambre, es fundamental seguir una dieta variada para no aburrirse de la rutina nutricional autoimpuesta para adelgazar, incluso si como en el caso de esta, ofrece resultados desde el primer día.

Otro tema peliagudo es el de realizar muchas comidas al día. Como explico con detalle en el libro, esta es una de las claves para perder peso rápido. Lo que ocurre es que puede llegar a resultar cansino hacer seis o siete comidas al día todos los días. Aquí es dónde los batidos juegan un papel súper importante. Elegir una buena proteína de calidad es sinónimo de perder peso rápidamente. Hay algunas proteínas en el mercado que llevan una cantidad tremenda de carbohidratos o que, incluso sin llevarlos, por su bajo peso molecular son de absorción muy rápida, algo que está reñido directamente con adelgazar. Lógicamente, el aceite que usemos en el batido también será determinante. No me cansaré de repetir que es primordial usar un buen aceite de oliva virgen y/o un buen aceite de coco virgen. Algunas personas me argumentan el coste del Casein Pro, una proteína de altísima calidad, pero la mayoría de las personas toma batidos con aproximadamente 15 gramos de proteína, por lo que con un bote de 1 Kg pueden tomar hasta 66 batidos, y como el bote cuesta unos 50€, eso quiere decir que cada batido -que sustituye a una comida- cuesta 75 céntimos de euro más lo que cueste el poco aceite y fibra que le pongamos, algo que seguramente llevará el coste final por batido al entorno de 1€ por comida. ¿Hay forma de comer nutrientes de calidad por debajo de ese precio? Lo dudo.

Afortunadamente, algunos fabricantes de alimentos están creando alternativas perfectamente válidas para nuestro plan nutricional. De este modo, tenemos pastas sin carbohidratos, que nos permiten disfrutar de un plato de pasta sin producir una respuesta glucémica que nos impida adelgazar. Tenemos postres sin carbohidratos que nos permiten darnos un lujo de vez en cuando o incluso usarlos como snacks que nos ayudan a adelgazar comiendo entre horas. También existen alimentos bajos en carbohidratos y que además son de asimilación lenta que podemos usar en pequeñas cantidades de manera eventual para satisfacer un deseo sin dejar de adelgazar, como bombones, flanes y natillas. La gama es muy completa y crece cada día. En estos días estoy probando unos panes sin carbohidratos para hacer en casa y pronto recibiré unas muestras de otros que vienen ya precocidos, sólo para darles un calentón en el horno antes de servir. No creo que estos productos sean -todavía- para usarlos a diario, pero desde luego nos permiten tener una dieta mucho más variada que cuando yo hice este programa.

Pero para adelgazar, considero que tan importante es tener una buena rutina nutricional como hacer un buen seguimiento del proceso. Para este seguimiento, ya he dicho en otras ocasiones, que es fundamental conocer nuestra composición corporal, ya sea utilizando un medidor de masa corporal, realizando mediciones manuales con una cinta métrica o un adipómetro, o realizando ambas cosas a la vez. Como explico en el libro, adelgazar no significa necesariamente perder peso, sino perder grasa, y además del peso es necesario medir lo que está ocurriendo en nuestro cuerpo de otro modo. También es importante medir, sobre todo los primeros 15-20 días, si estamos o no en cetosis y para ello es muy útil contar con unas tiras reactivas que ahora empiezan a estar disponibles incluso en farmacias.

Por último, no hay que olvidar que los suplementos nutricionales adecuados son muy interesantes. Para mí, es fundamental un multivitamínico-multimineral, incluso para los niños, y un suplemento de colágeno si uno está llegando o -como yo- ya ha pasado la barrera de los 40 años. Esto es algo que considero debemos tomar queramos adelgazar o no. Es un tema de salud. Yo sigo sin ponerme enfermo, ni siquiera un mal resfriado, desde principios de 2011. Por algo será…

He realizado una lista exhaustiva de cosas que pueden ser de utilidad y prometo ir ampliándola conforme vaya probando y evaluando productos y la he puesto en esta sección de la web para quien la quiera consultar. De todos modos, como he hecho en el pasado, si alguien quiere preguntarme por algún producto concreto, si resulta interesante para todos y lo puedo localizar, estaré encantado de probarlo y evaluarlo y escribir lo que opino de él.

La gran mentira de la nutrición

La gran mentira de la nutrición

La gran mentira de la nutrición

Una cosa es leer el libro que acabas de terminar de escribir en Word y otra cosa muy distinta tenerlo en tu mano. Hoy he recibido mis ejemplares del libro La gran mentira de la nutrición, que se puso a la venta hace unos días en diversos formatos y webs. Aunque parezca mentira, como autor, la sensación de tenerlo en la mano es infinitamente superior a la de leerlo en la pantalla. Es como si de algún modo se confirmase que el trabajo está terminado, aunque este lo hubiese estado unas semanas antes. Confieso que como lector soy fan del kindle, que es donde leo el 95% de los libros que compro, pero como autor, siento cierta predilección por el libro en papel, por tenerlo en mi mano.

Hoy acaba oficialmente el ciclo de trabajo en este libro, en el que he invertido una más que considerable cantidad de horas, no sólo escribiéndolo, sino también investigando, leyendo estudios, buscando información y hablando con expertos de diferentes campos que confirmasen la información que he recopidado. Espero sinceramente que el libro os guste al menos igual que Adelgazar sin Milagros. En este nuevo libro he intentado escribir de los temas que más interés he visto que generaban aquí mismo, en el blog. Creo que existe un interés legítimo por parte del consumidor por conocer mejor qué ingredientes componen sus alimentos y como afectan estos alimentos a su salud y a la de su familia, y en eso he centrado una buena parte de mis esfuerzos.

Al escribir este libro he tratado por todos los medios de no repetir cosas que ya había aclarado en el libro anterior, pero al menos he tenido que mencionar algunas de ellas para los que no han leído Adelgazar sin Milagros. Sin embargo, estoy convencido que para la mayoría de las personas, casi toda la información contenida en La gran mentira de la nutrición es novedosa. Creo que al menos los padres que tengan niños en edad escolar deben leer este libro o libros similares para entender mejor lo que están dando de comer a sus hijos. Lógicamente, en el corto plazo los efectos de una deficiente nutrición pueden no ser apreciables en la salud de los pequeños, pero la historia nos demuestra que en el medio y largo plazo es más que probable que estemos plantando las semillas de una larga lista de problemas de salud en sus cuerpos, sobre todo en forma de enfermedades degenerativas que aparecerán con el transcurso de los años.

No se trata únicamente de estar delgado o gordo, sino de los efectos que los distintos alimentos tienen a medio y largo plazo en nuestro sistema digestivo, cardiovascular, neuronal e incluso en nuestro sistema reproductor. Todo lo que nos entra por la boca tiene el potencial de influir en nuestro rendimiento y bienestar, y por ello es prioritario conocer con cierto detalle como reacciona nuestro cuerpo a estos alimentos. En el libro, lo que trato de establecer en todo momento es una línea que separe el mito de la realidad, el marketing de producto de los beneficios reales para el consumidor, las creencias populares de la realidad científica. Y para ello, tengo que hablar naturalmente de casos concretos, de personas, de empresas, de marcas comerciales, de gobiernos y organismos oficiales e incluso de asociaciones de nutricionistas y dietistas.

Alguno puede tomarse esto como un ataque personas contra cualquiera de los anteriores, pero no tiene nada de personal y sí mucho de responsabilidad. Todo el mundo vive con miedo de decir que lo que hace el laboratorio X o la multinacional Y no está bien, porque tienen dinero suficiente como para sepultar a cualquier abogado que podamos utilizar para defendernos de ellos en toneladas de papeles e informes, y por eso es comprensible el miedo de muchos a hablar de estas marcas y estas empresas. Yo he preferido olvidarme de esos miedos al escribir en este libro y poner las cosas tal y como son, tal y como están documentadas. Puede que a una empresa o un laboratorio no le guste que yo cuente tal o cual cosa, pero si ocurrió y está documentado, yo la he contado.

Me gustaría que este libro fuese el detonante para que muchas personas dejen de hacer caso -al menos en materia de nutrición- a los anuncios de televisión que les dicen lo que es bueno y lo que es malo para su salud. Como explico en el libro, resulta curiosamente sorprendente que cada alimento que es -según los fabricantes- malo para nosotros, como la grasa saturada, es caro como materia prima para ellos y cada alimento que es teóricamente muy beneficioso para nosotros, como los cereales o la soja, es realmente barato como materia prima para ellos. He escrito este libro convencido de que puedo conseguir que muchas personas se planteen su cesta de la compra, sus hábitos alimenticios y su relación con la industria farmacéutica. Hace años que descubrí en primera persona y por necesidad que una gran parte de la medicina moderna está basada en fármacos que no curan, sino que alivian síntomas, y que estos síntomas desaparecen cuando entendemos la causa del problema y ponemos remedio, sin necesidad de utilizar fármacos de ninguna clase. Es mucho más sencillo, como dijo Hipócrates, usar nuestra alimentación como medicina natural, que es lo que explico en detalle en el libro al desterrar los mitos y las mentiras que rodean la nutrición moderna.

Este nuevo libro ya está disponible en las webs de Amazon en España,México, Brasil, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Italia, Francia, India, Japón y Australia y además se puede comprar directamente en la tienda online OutletSalud.com. En España, puede encargarse en cualquier librería y su plazo de entrega es de sólo 48 horas.

 

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Receta de Tortilla de Calabaza con Jamón y Queso

Receta de Tortilla de Calabaza con Jamón y Queso

Receta de Tortilla de Calabaza con Jamón y Queso

Si echas de menos la tortilla de patata o simplemente te la reclaman tus hijos de vez en cuando y prefieres evitar darles patatas, esta receta de tortilla de calabaza es una alternativa perfectamente compatible con tu rutina diseñada para adelgazar. La calabaza, al igual que el calabacín, es una verdura apropiada para adelgazar porque tiene pocos carbohidratos y una gran cantidad de fibra. En concreto la calabaza tiene 4,5g de hidratos de carbono por cada 100 gramos de producto crudo comestible (sin cáscara) y cerca de 3 gramos de fibra. Si bien es cierto que su índice glucémico es alto (entre 65 y 75, dependiendo de la variedad) su ingesta en cantidades normales no tendrá impacto en la glucemia por su bajo contenido en hidratos.

Esta receta que os traigo hoy, para seis personas, lleva 1,2 Kg de calabaza pelada, o lo que es lo mismo 200 gramos de calabaza por persona, o sea, 9g de carbohidratos de índice glucémico alto, algo que considero perfectamente tolerable y que nos aportará 6 gramos de fibra que nos vendrán muy bien. Esta receta es una variante más indicada para niños de la receta original de Ana Román que publicaremos próximamente en un libro de recetas que estamos preparando y que lleva queso de cabra para neutralizar el dulzor de la calabaza.

Como veréis por la pinta, el resultado final no es muy distinto al de la tradicional tortilla de patata y aunque mis hijos preguntaron por el color naranja de la «patata», les dijimos que eran patatas naranja antes de que se la comieran y después les admitimos que era calabaza. En cualquier caso se la acabaron comiendo sin mayor problema.

Receta de Tortilla de Calabaza con Jamón y Queso

  • Partes: 3-5
  • Dificultad: Media
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Especial tortilla de calabaza con jamón y queso para comer toda la familia

Tiempo de Preparación: 45 Minutos

  • Dificultad: Media (por darle la vuelta a una tortilla de unos 2 kg)
  • Valor Nutricional: Alto en proteína, grasa y fibra
  • Coste: Bajo (unos 8€ para una tortilla para 6 personas)

Ingredientes para hacer la tortilla:

  • 6 Huevos XL (1€)
  • 1,2 Kg de calabaza cruda (2€)
  • 250g de jamón cocido (2,5€)
  • 10 lonchas de queso mozzarella (2€)
  • 1 Pellizco de Sal
  • 20 ml de Aceite de Coco (0,50€)

Instrucciones de preparación de esta receta sin carbohidratos:

En una sartén grande ponemos la mitad del Aceite de Coco y añadimos la calabaza cruda cortada en láminas o en taquitos, según el gusto de cada uno, para saltearla hasta que esté tierna. El tiempo dependerá del tipo de calabaza, así que lo mejor es ir probando cada dos o tres minutos porque no queremos que se quede demasiado blanda y se deshaga convirtiéndose en una pasta. Una vez que haya perdido la dureza y tenga una textura apropiada para hacer una tortilla como si fuese de patata, la sacamos de la sartén y la  apartamos en un cuenco dejando que se enfríe.

Por otro lado, vamos cortando el jamón cocido en taquitos de un tamaño similar o algo más pequeños que la calabaza. En un cuenco grande batimos los huevos y añadimos la sal. Una vez que la calabaza se ha enfriado ligeramente se la añadimos también al huevo para evitar que se cuaje por la temperatura de la calabaza.

En una sartén grande (yo uso la misma en la que salteé la calabaza) ponemos el resto del aceite a calentar y cuando esté caliente y empiece a humear añadimos la mitad de la mezcla de huevo, calabaza y jamón. Bajamos un poco el fuego y añadimos una capa de mozzarella en lonchas cubriendo toda la superficie de la tortilla. Inmediatamente añadimos encima la otra mitad de la mezcla.

La idea es que el queso fundido quede en medio de la tortilla para evitar que se pegue a la sartén. Cuando el huevo esté dorado le damos la vuelta a la tortilla del mismo modo que lo haríamos si fuese una tortilla de patata y la cocinamos por el otro lado también. Para darle la vuelta yo utilizo un gran plato llano de los que venden para pizzas, que es el mismo que aparece en la foto y que luego utilizo para poner la tortilla. Aún así, el peso total es considerable, unos 2 Kg más lo que pese vuestra sartén, así que si no estás acostumbrado dar la vuelta a tortillas grandes y pesadas, mejor pide ayuda y hazlo encima del fregadero, por lo que pueda pasar…

Si haces mucha cantidad siguiendo mis indicaciones y te sobra, la puedes conservar en el frigorífico porque está igualmente buena fría. Nosotros comimos dos adultos y 3 niños, uno de ellos adolescente, y nos sobró aproximadamente el 30% de la tortilla, así que ojo con las cantidades si sois pocos en casa.

Tortilla de Calabaza con Jamón y Queso abierta

Tortilla de Calabaza con Jamón y Queso abierta

 

 

 

Denunciable: Pescado Empanado Carrefour y Pescanova

Pescado Rebozado Congelado

Pescado Rebozado Congelado

Uno de los errores que los padres cometemos en nuestro afán de darle lo mejor a nuestros hijos es elegir erróneamente los alimentos por criterios equivocados. Yo mismo, durante mucho tiempo he comprado alimentos procesados para mis hijos pensando que les estaba comprando lo mejor que mi dinero les podía comprar. De este modo y como cuento en el libro, compraba las famosas pechugas «vuelta y vuelta» o incluso «nutritivas» cenas a base de pescado congelado. Después de todo, ¿Quién no sabe que el pescado congelado conserva intactas sus propiedades nutricionales? Bueno, lo cierto es que las cosas no son siempre lo que parecen…

El otro día me puse a mirar en el supermercado los ingredientes y los valores nutricionales de los alimentos diseñados para niños y una de las paradas de mi ruta fue la sección de congelados. Allí llamó mi atención un envase de pescado empanado para niños de la marca Carrefour Kids. Llamó mi atención porque en la parte de abajo a la derecha de la caja aparece un letrero de muchos colores que pone «Nutri Band» y pensé que quizás se habían preocupado de hacer un producto con muy buenos valores nutricionales para los niños. La realidad por desgracia es bastante distinta.

Pescado Rebozado Carrefour Kids

Pescado Rebozado Carrefour Kids

A mí no me preocupan los productos fritos porque deben llevar una cantidad insignificante de carbohidratos en la cobertura y si se fríen en buen aceite a la temperatura adecuada no tienen porqué ser malos. Además, si los haces en casa, los puedes rebozar en salvado de trigo como explico en esta receta y el sabor y textura son el mismo que usando pan rallado sin el aporte de carbohidratos refinados de este último. Sin embargo, lo de este «pescado» es una auténtica tomadura de pelo. Mirando su composición vemos que tiene pescado blanco en un 56%. El resto, aparentemente, es el empanado, que lleva harina de trigo, almidón de trigo, sal, levadura y especias. ¡Un 44% de pan en una cena de pescado para los niños! Espero que no se os ocurra hacerle a los niños un sándwich de este pescado, porque les estaréis dando pan con pan.

No es de extrañar que los valores nutricionales que aporta sean absurdos. Por cada 100 gramos de producto, este preparado tiene 11 gramos de proteína, 1 gramos de grasa y ¡21 gramos de carbohidratos! La merluza, que según pone por atrás en la caja es el pescado blanco que usan para fabricar esto, tiene por cada 100 gramos de pescado 27 gramos de proteína (casi el triple), 4 gramos de grasa (4 veces más) y ni un sólo gramo de carbohidratos. Vamos, que si uno le da este preparado a sus hijos pensando que le está dando un pescado rico en nutrientes, ya puede ir abriendo los ojos porque, básicamente, les está cebando como a los cochinillos. Además, si como he visto hacer en muchas casas, embadurnan el preparado con kétchup, que viene a tener otros 30 gramos de azúcar por 100 gramos de producto, el camino hacia la obesidad y la desnutrición está servido.

Resulta que el tema ese de Nutri Band que había leído en el frontal de la caja hacía referencia a un gráfico inservible que solo sirve para engañar y confundir al consumidor, cuya foto os pego aquí abajo. Ni lo comento porque es absurdo dado que aparentemente sólo hay niños con dos edades en el mundo y sería más lógico y sencillo poner los verdaderos valores nutricionales y no una serie de porcentajes que no resuelven ninguna duda…

Valores Nutricionales Nutri Band de Carrefour

Valores Nutricionales Nutri Band de Carrefour

El caso es que visto este producto supuse -erróneamente- que si miraba los valores de una marca de las de toda la vida (ya sabes, valor seguro…), pues que las cosas serían distintas. De modo que cogí una caja de Merluza Empanada Pescanova, que trae 10 «peskitos». Digamos, por simplificar, que los de Carrefour me parecen buenos al lado de estos. Atención a los ingredientes: Merluza (40%), harina de trigo, agua, aceite de girasol, almidón de trigo, dextrosa de maíz, almidón modificado de maíz, sal, azúcar, levadura, albúmina de huevo, espesante (carragenina) y especias (pimentón y cúrcuma). ¡Madre mía! Un plato de pescado que lleva un 40% de pescado e incluye azúcar de diversos tipos: el azúcar corriente, la dextrosa de maíz y el almidón modificado de maíz, de absorción súper rápida. Si los valores nutricionales del «pescado» Carrefour eran lamentables, estos no sé como denominarlos: 8,5 miserables gramos de proteínas (algunas procedentes de la harina, de nulo valor biológico), 6 gramos de grasa (procedente principalmente del aceite vegetal, no del pescado) y, ojo al dato, ¡25 gramos de carbohidratos!

Valores nutricionales peskitos Pescanova

Valores nutricionales peskitos Pescanova

Pero todavía hay un dato más que no se nos debería pasar por alto. Como puede apreciares en la foto que acompaña estas líneas, en cada ración de 80 gramitos de este preparado de Pescanova (dos peskitos) hay el 20% de las necesidades de sodio (procedente de la sal) para un adulto medio. Obvia decir que este es un producto excesivamente salado para la dieta de un niño, que le hará retener líquido y sentirse hinchado durante horas.

En conclusión, habrá que buscar otro tipo de pescado congelado porque este es decepcionante. De momento, insisto en hacerlo en casa con cualquier pescado, huevo y salvado de trigo siguiendo esta receta.

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Denunciable: Quesos Inmortales

Denunciable: Quesos Abrilisto

Denunciable: Quesos Abrilisto

Hoy hace exactamente dos semanas que publicaba un artículo denunciando la composición de unos quesos Millán Vicente que había comprado esa misma mañana en un supermercado junto a mi oficina. En aquel artículo decía que había comprado 4 paquetes de queso distinto, pero solo hablaba de dos de ellos. Bueno, pues ahora puedo contar que con los otros dos hice un experimento que hoy vengo a denunciar.

En realidad, el experimento continua, pero ya no tengo claro que pueda acabar en un momento razonablemente próximo, así que me he decidido por contar el caso de estos otros dos paquetes de queso. En esta ocasión se trata de queso cortado en lonchas en formato de Sándwich. En realidad, no debería llamarle queso, aunque la poca vergüenza del fabricante le permite llamarle a esto en el paquete «Especialidad Alimentaria a base de Queso». Ya ni si quiera es «Especialidad Láctea» como otros. Este es directamente «Especialidad Alimentaria», lo que quiera que eso signifique…

El caso es que hace ahora exactamente 15 días que dejé esos dos paquetes de queso encima de la mesa de mi despacho. No os podéis ni imaginar la de explicaciones que he dado en estas dos semanas a las personas que han desfilado por aquí acerca de porqué tengo dos paquetes de queso encima de mi mesa, cuando deberían estar, cuando menos, en la nevera. De hecho, en el etiquetado dice claramente que se conserve entre 0 y 5 grados, algo que yo he evitado hacer a posta. De hecho, esta «especialidad alimentaria» se ha mantenido a unos estrictos 24 grados de 8 de la mañana a 8 de la tarde y entre 24 y 36 grados durante la noche y los fines de semana.

Uno esperaría que con el poco cuidado que he tenido (adrede) con la famosa especialidad, esta estaría a estas alturas corriendo con vida propia por la mesa. Pues bien, nada más lejos de la realidad. La foto que encabeza este artículo es del día que compré el queso, el pasado 16 de Julio, y la foto bajo estas líneas es de ahora mismo, 15 días después habiéndolo conservado a temperatura ambiente (ambiente de Julio en Málaga, que es un ambiente más bien caldeadito). He esperado pacientemente a que apareciese el moho y se estropease, pero la conclusión a la que he llegado es que este «queso» es inmortal y va a sobrevivirme.

Loncheados Abrilisto

Loncheados Abrilisto

¿Cómo es posible que este «queso» no se haya puesto verde y se haya estropeado? Es sencillo. Porque, una vez más, no es queso. Eso sí, como veremos ahora, el fabricante, una empresa llamada Abrilisto, s.l., se ha preocupado de incluir entre sus ingredientes un roñoso 10% de queso para poder llamar a esta guarrería «Especialidad Alimentaria a base de Queso«.

Veamos la lista de ingredientes del producto Sándwich Edam:  Grasa Vegetal, Leche en Polvo, Proteína de Leche, Fécula de Patata, Lactosuero, Sales Fundentes (E452 y E339), Queso Edam (10%), sal, acidulante (E330) y conservante (E202). La del otro producto, denominado Sándwich a secas, tiene una lista de ingredientes exactamente igual, pero obviando la palabra Edam entre sus ingredientes. Francamente, me parece un atropello y un engaño que en la etiqueta lo que aparezca en grande sean las palabras SANDWICH EDAM, algo que está específicamente diseñado para engañar al consumidor haciéndole creer que compra queso para sándwich Edam.

Me gustaría poder analizar los valores nutricionales del producto, para comentarlos aquí, pero resulta que no aparecen en el paquete, así que son difíciles de adivinar. El caso es que parece que lleva una cantidad considerable de cosas que no deberían formar parte de un queso, como la grasa vegetal [¿hidrogenada?], la fécula de patata o la proteína de leche. ¿Porqué hay que añadir proteína de leche a un queso, que se supone que está hecho con leche? Pues seguramente porque con la composición original no tendría siquiera proteínas. Si alguien está tentado a decirme que da igual usar leche que usar suero de leche con proteína de leche, tengo que decirle que está realmente equivocado.

La leche, de manera natural, tiene unas proteínas que se encuentran en diversa forma en su estructura. De la leche se extraen proteínas como el caseinato cálcico, de muy lenta asimilación, o el caseinato micelar, de asimilación más rápida. Pero también se extraen otras proteínas como el famoso Whey, que se asimila muy rápido. Como uno puede imaginarse, la velocidad de asimilación de la proteína dicta el efecto que esta tiene en el organismo y por lo tanto, el tipo de proteína que le estén añadiendo determinará el efecto que el alimento -por llamarlo de algún modo- tendrá en el organismo. Visto su precio por kilo y el resto de ingredientes, me atrevo a aventurar que no han usado caseinato en su composición.

Una vez más, mucho ojo con los «quesos» que compramos, vaya a ser que andemos preparando sándwiches de grasa vegetal hidrogenada que afecten severamente a la salud de nuestros niños por ahorrar unos euros en la lista de la compra. Para los que no leyeron el artículo anterior, recordar que el queso de verdad tiene muy pocos ingredientes, que normalmente serán Leche, cuajo (fermento), sal y opcionalmente caseina.

Receta de Cookies sin Carbohidratos

Cookies Variadas

Cookies Variadas

Ayer adelantaba en este artículo titulado Cocinar sin Azúcar para Adelgazar que estoy trabajando en preparar recetas tradicionales sin usar la base de la cocina tradicional, que son los carbohidratos, y que más allá del sabor, la estructura de los platos terminados se convierte en un reto mayúsculo en algunos casos.

Hoy vamos a coger el toro por los cuernos y trabajar en un alimento que tradicionalmente ha tenido tres componentes estructurales, la mantequilla, la harina refinada y el azúcar, y vamos a eliminar dos de esos ingredientes y sustituirlos por otros que nos aporten diferentes cantidades de macronutrientes. En efecto, estas galletas no aportan más que trazas de carbohidratos asimilables. Eso si, debo decir que son muy ricas en proteínas y en grasas y por tanto tampoco cabe abusar de ellas. Sin ir más lejos, ayer tuve que esconderlas del alcance de mis hijos pequeños para que no se las comiesen todas de una sentada.

Básicamente, para adelantar un poco la receta, he sustituido la harina por proteína en polvo, el azúcar por estevia, y he añadido salvado de trigo fino para obtener una estructura sobre la que crear la masa. Debo admitir que hubo un momento de pánico, antes de añadir los huevos, en los que la masa no tenía buena pinta y más bien parecía arena de playa, pero en un ataque de desesperación se me ocurrió añadir unos huevos y la leche al menjunje y, creo que a la vista salta que el resultado ha sido óptimo. A ver qué os parecen cuando las probéis…

Receta de cookies sin Carbohidratos

  • Partes: 2-3
  • Dificultad: Fácil
  • Imprimir

¡Deliciosas galletas para los más pequeños y los no tan pequeños!

Tiempo de Preparación: 10 Minutos (más 15-20 minutos de horneado)

  • Dificultad: Media
  • Valor Nutricional: Alto en proteína y grasa
  • Coste: Medio (unos 13€ por 24 galletas de tamaño grande)

Ingredientes para hacer deliciosas cookies sin carbohidratos

Instrucciones de preparación de esta deliciosa receta sin carbohidratos:

Instrucciones:

Ponemos el horno a precalentar a 160º y preparamos un par de bandejas con papel de hornear para depositar la masa una vez que la tengamos lista.

En un cuenco mezclamos bien la proteína, la sal, el bicarbonato sódico y el salvado. Si hemos usado alguna proteína de caseína con sabor, como hice yo que usé Casein Pro sabor Galleta Tostada, entonces ya tenemos aroma y sabor para las galletas. Si se ha usado otra proteína, igual sería interesante añadir el sabor por otro lado.

En otro cuenco batimos los huevos y mezclamos con la leche y la mantequilla templada, no caliente, y vamos añadiendo la mezcla líquida a la seca removiendo hasta que se mezcle todo bien. Llegará un momento en que será más práctico manejar la mano con las manos limpias que con ningún instrumento, pues la consistencia será más bien espesa.

Cuando tengamos la masa bien mezclada depositaremos pequeñas porciones en las bandejas, respetando suficiente espacio entre ellas. Aunque estas galletas no llevan levadura, el huevo y el bicarbonato hará que crezcan razonablemente durante la cocción. Como la masa es bastante espesa, yo hice bolas como si fueran albóndigas y después las aplasté contra el papel de horno. No os asustéis, el huevo y el bicarbonato le aportarán aire al cocerse y no saldrán demasiado «mazacotas».

En este punto, yo decoré unas cuantas cookies y otras las dejé tal cual. En la foto aparecen unas con chocolate negro, bastante bajo en carbohidratos, otras sin nada, que no contienen carbohidratos asimilables y unas últimas, destinadas a los más pequeños, que contienen, literalmente, un par de gramos o tres a lo sumo de azúcar de colores para decorar.

Yo veo razonable usar unos gramos de azúcar para decorar una galleta destinada a los niños, sobre todo si son inquietos y activos como los míos, pero lógicamente no veo razonable usar un cuarto de kilo o medio kilo como tiene cualquier receta tradicional.

Horneamos las galletas entre 15 y 20 minutos, sacándolas cuando los bordes comiencen a estar ostensiblemente más oscuros que el centro. Las dejamos reposar en la misma bandeja un par de minutos y finalmente las pasamos a una rejilla para que se enfríen.

Bon apetit! (pero con moderación…)

Denunciable: «Quesos» Rallados

Si has leído mi libro entonces sabes que opino que el queso y sus derivados, cuando son de calidad, son unos alimentos realmente nutritivos que aportan proteína de alto valor biológico y grasas saturadas naturales, que también necesitamos. También digo cuando hablo de la lista de la compra para adelgazar hay que tener cuidado porque algunos «quesos» no son quesos en realidad, sino auténticas aberraciones de ingeniería alimenticia. Hoy me he tropezado con 4 de estos «quesos» cuando estaba en un supermercado Carrefour. Ahora voy a hablaros de los dos primeros, que comparten la marca Millán Vicente y próximamente lo haré de los otros dos.

Huele a Queso, tiene aspecto de queso, está cortado y envasado como el queso… ¡pero no es queso!

Especialidad Láctea Mozzarella de Millán Vicente

Especialidad Láctea Mozzarella de Millán Vicente

El primero de estos «preparados lácteos» como le llama el fabricante es el «Especial Pizza». Como se puede apreciar en la foto que acompaña estas líneas, todo apunta a que se trata del típico queso tipo Mozzarella para usar en pizzas, y esa es sin duda la intención del fabricante, la de engañar al consumidor. Este paquete, según los datos que proporciona lleva queso mozzarela, pero en proporciones no especificadas. Los ingredientes de este compuesto son, en el orden en que están impresos en el paquete: Grasa Vegetal, proteína de leche, almidón modificado, queso mozzarella, sal, acidulante E-330 y E-331, estabilizadores E-340, E-407, E-417 y E452, suero lácteo, aroma de queso, colorante E-160a, conservante E-202 y antiapelmazante (fécula de patata). Yo mismo me sorprendo de hasta donde han logrado introducir la patata.

Bueno, pues este «Preparado Lácteo Mozzarella», como le llama el fabricante, tiene la friolera de 16 ingredientes, de los cuales necesitamos un diccionario de ingeniería industrial para saber qué son en realidad 8 de ellos. La información nutricional es difusa. No vienen los valores nutricionales por cada 100 gramos de producto, sino por cada 25, y además no está nada claro cuanta grasa tiene, pues si bien especifica unos 6 gramos, luego dice que lleva unos 3 de grasa saturada. ¿Son esos 3 parte de los otros 6? De todo lo que aparece en la lista de ingredientes, lo que más me preocupa es el primer compuesto: Grasa Vegetal. O bien no contiene proteína o al fabricante le da vergüenza decirnos cuanta contiene. Es obsceno hacer un queso a partir de grasa vegetal  y esto es precisamente lo que abunda en este compuesto. ¿Se trata de grasa vegetal hidrogenada? ¿es aceite de colza, de algodón, de lino, de maíz, de soja, de palma…? ¿Qué demonios es lo que estoy comiendo como principal ingrediente de este compuesto? Yo, no lo sé, ergo mis hijos no lo prueban.

Queso Light Tradicional

Queso Light Tradicional

En la siguiente foto vemos un queso normal de la marca El Ventero, con sus típicos 4 o 5 ingredientes: Leche (de cabra, vaca y oveja), sal, cuajo, y fermentos lácteos. Ni un conservante, ni un colorante, ni aroma artificial, ni antiapelmazantes, ni acidulantes ni nada de nada. Sólo queso. Bravo por El Ventero, que fabrica quesos sin más. Tengo que decir que Millán Vicente también fabrica y distribuye quesos de calidad pero en estos productos, aparentemente alguien ha optado más por los beneficios empresariales que por la calidad del producto.

El segundo «preparado lácteo» de Millán Vicente que he comprado hoy es el «rallado hilo». En este caso, el primer ingrediente me da más miedo todavía: Margarina, queso, almidón, sólidos lácteos, sales fundentes E-330, E452 y E-331, estabilizante E-140, aroma de queso, conservante E-202, colorante E-160b y antiapelmazante (fécula de patata). Para fabricar este producto «sólo» han necesitado 13 ingredientes para que pareciese queso… ¿o no? ¿Qué quiere decir que el ingrediente principal es margarina? ¿Se refiere a grasa hidrogenada? ¿Qué tipo de grasa es la que forma esa margarina? ¿Cuántas grasas distintas lleva esa margarina? ¿Desde cuando se puede usar un alimento en la lista de ingredientes sin especificar, a su vez, sus ingredientes? ¿Lleva tulipán con Omega-3 o Maragarina ZAS con grasas hidrogenadas? Es que no es lo mismo ocho que ochenta…

El queso tradicional suele llevar unos 20 gramos de proteína y entre 30 y 40 gramos de grasa por cada 100 gramos de producto. El «Preparado Lácteo Mozzarela» tiene una cantidad indeterminada de proteínas, y unos 24 gramos de grasa. Curiosamente aporta 300 kcal por 100 gramos de producto, que no acabo de comprender de donde salen y, que no se nos olvide, 2 gramazos de sal, el 25% de la CDR. El «Preparado Lácteo» contiene también una cantidad indeterminada de proteínas, 14 gramos de grasa y unos 2,5 gramos de sal por cada 100 gramos de producto, todo ello aportando 400 kcal. Aberrante si fuera un queso, pero como no lo es…

Especialidad Láctea Rallado Hilo Millán Vicente

Especialidad Láctea Rallado Hilo Millán Vicente

No sé como serán el resto de productos rallados de este fabricante pero si se parecen mínimamente a estas creaciones debes alejarte de ellos como alma que lleva el diablo. Es lamentable que estos productos de bajo coste, orientados a un público menos favorecido y a comidas de niños, tenga este tipo de composición que desafía toda la lógica nutricional que conocemos.

Ya no se trata de adelgazar ni de engordar, sino de comer alimentos que -cuando menos- nos ayuden a conservar la salud. Dudo mucho que haya algo en estos productos que cumpla tal fin.

Un último apunte que me dejé antes en el tintero: ambos «quesos» de Millán Vicente llevan un logotipo que dice «Sin Gluten». El gluten, como explico aquí, y por ponerlo de manera sencilla, es la proteína vegetal que contienen la mayoría de cereales, en especial el trigo. ¿Debemos suponer que estas especialidades lácteas también llevan cereales y a los señores de Millán Vicente se le ha olvidado ponerlo en la lista de ingredientes o simplemente que torticeramente usan un logotipo para tratar de confundir al consumidor con un reclamo que no tiene sentido? Esto es lo mismo que poner un logotipo de «Sin Alcohol», «Sin Nicotina» o «Libre de CFCs», vamos, un engaño en toda regla. Es de cajón que el «queso» no lleva gluten porque en una fábrica de quesos, de quesos de verdad, el trigo y el gluten no pintan nada! Pero claro, hablamos de quesos de verdad…

Azúcar, la dulce droga del Siglo XXI

Azúcar, dulce veneno

Azúcar, dulce veneno

No es la primera vez que el azúcar es considerada como una droga o sustancia que crea dependencia o –como decimos coloquialmente- adicción. Desde siempre hemos ingerido cantidades de azúcares incluidos en todo tipo de productos procesados que salen al mercado, pero fue a mediados del S.XX cuando la industria alimenticia se hizo con el negocio. Un negocio con el que se ahorraba una gran cantidad de dinero gracias al ‘boom’ de los productos bajos en grasa, que contienen niveles exagerados de azúcar –un producto barato y fácil de conseguir-. Nos hicieron creer que las grasas eran malas y dañinas para el corazón, advirtiéndonos sobre la hipercolesterolemia y otro tipo de enfermedades coronarias y neurológicas que supuestamente estaban causadas por el consumo de estas grasas. Nada más lejos de la realidad.

El principal responsable de las enfermedades cardíacas, la diabetes, el alzhéimer, la obesidad, las degeneraciones neurológicas… es nuestro dulce enemigo ‘el azúcar’. Nos contaron la mayor falacia de la historia, inculcándonos el equilibrio de una nutrición basada en alimentos ricos de esta sustancia, ahorrando millones y millones en producción a costa de nuestra salud. ¡Así son los negocios! En eso se basa la economía.

Son numerosos los estudios publicados que muestran los efectos negativos del azúcar aludiendo a tal como una droga cuyos efectos conductuales, neurológicos y fisiológicos son comparables a los producidos por el alcohol, el tabaco e incluso la heroína. Pero no corramos tanto; para ponernos en situación y llegar a comprender por qué se empieza a considerar –o por qué algunos consideramos- el azúcar como una droga, vamos a definir antes dicho término.

Entendemos como droga a aquella sustancia sintética o natural que modifica temporalmente el estado de conciencia. Es decir, cualquier sustancia que pueda producir cambios en la percepción, el estado de ánimo, la conciencia y/o el comportamiento. Quizás penséis que el azúcar no produce ninguno de estos efectos… ¡ERROR! ¿Qué es lo primero que nos enseñan las películas que cuentan infortunios amorosos? ¿Qué hacemos cuando nos dan malas noticias? Cuando estamos sin fuerzas, ¿a qué recurrimos? La respuesta a todas estas preguntas es: ¡El Azúcar! El típico helado de chocolate o los atracones de dulces en las malas noticias y desencuentros amorosos, refrescos y caramelos para subir el ánimo y la fuerza… en resumidas cuentas, recurrimos al azúcar para sentirnos bien, para ayudarnos a ver desde otro punto de vista las cosas negativas, para activarnos. ¿Sorprendido? Sigamos.

Una vez claro el concepto de droga, procedamos a diferenciar entre una adicción y una dependencia. Aunque comúnmente suelen sugerir lo mismo, en el ámbito médico hay una cosa que las diferencia, y es que en la adicción el elemento principal es el comportamiento y en la dependencia es la sustancia. Por lo tanto trataremos al azúcar como sustancia de dependencia. Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR), podemos saber cuándo se es dependiente a una sustancia al evaluar que tres de los siguientes criterios se hayan dando en algún momento en un periodo de 12 meses:

  • Fuerte deseo de consumo.
  • Tolerancia a la sustancia, es decir, necesidad de consumir más cantidad.
  • Problemas de control de comportamiento en relación a la sustancia.
  • Síndrome de abstinencia.
  • Descuido de personas e intereses.
  • A pesar de ser consciente de que su consumo perjudica social, física y psíquicamente, no puede parar la adicción.
  • Rutina de consumo.

Si analizamos detenidamente todos estos criterios para confirmar una dependencia, podemos decir que al menos tres (e incluso más) son compartidos por los consumidores habituales de azúcar.

¿Nos saciamos por igual ante todo tipo de alimentos?

Cuando nos llevamos un dulce o una bebida azucarada a la boca, nuestra primera reacción no es la de dejar de tomarlo. Al contrario, el sabor es agradable y sentimos esa sensación de placer y bienestar que nos proporciona su ingesta, por lo que nos comeremos hasta el último bocado e incluso repetiremos si es posible. Entonces, cabe preguntarse, ¿por qué con productos como el azúcar nunca terminamos de saciarnos? De esta pregunta parten precisamente innumerables estudios sobre el azúcar y su posible acción de dependencia.

El azúcar altera el proceso neurológico que genera un estado de saciedad. Cuando comemos algo o realizamos un tipo de actividad o ejercicio que sea placentero, el cuerpo tiene un mecanismo innato que se encarga de informar al cerebro que al llegar a determinadas cantidades ha de detener la conducta. Por ejemplo, si nos comemos un filete de ternera, quizá podamos y queramos repetir, pero habrá un momento en el que nos quedaremos saciados y sin ganas de comer más de ese alimento. Supongamos ahora que comemos algo dulce. Comemos hasta quedarnos satisfechos, pero tras 15 o 20 minutos volvemos a tener ganas de algo dulce y volveríamos a comerlo – si es que no lo hemos hecho mientras lo pensábamos. Las drogas de abuso tienen el mismo mecanismo: alteran la función que hace que el cerebro active el estado de saciedad.

Hay dos centros cerebrales implicados en este proceso:

–          El Sistema Dopaminérgico (productor del neurotransmisor Dopamina), que es el centro encargado del placer y el mecanismo que activa los centros de recompensa del cerebro. A mayor satisfacción y placer generados por una sustancia, comportamiento, percepción o actividad, mayor será el número de respuestas dadas por este sistema.

–          El Sistema Colinérgico (Productor del neurotransmisor Acetilcolina), encargado de la saciedad y de frenar el comportamiento en sí.

La elevación de Dopamina se produce con toda conducta que provoque satisfacción y placer, por lo que con toda conducta natural que nos produzca estas sensaciones la elevación de este neurotransmisor será inminente. Funciona detectando algo novedoso, haciendo por tanto que la conducta apetecible vuelva a repetirse, generando Dopamina a niveles variables en función de circunstancias externas e internas. Sin embargo, con las drogas se liberan las mismas cantidades de Dopamina cada vez que se usan, haciendo de esta una sustancia novedosa para el cerebro en cada toma y no activando la sensación de saciedad.

¿Qué pasa cuando algo nos produce aversión o es desagradable a nuestro gusto?

En este caso, el centro de saciedad aumentará hasta el nivel en que la conducta calificada como desagradable no llegue a asociarse con el Sistema de Recompensa. Nuestro cerebro asociará inconscientemente esa sustancia, actividad o conducta como algo que hay que abandonar puesto que el pico de saciedad ha sido tan elevado que no nos quedarán ganas de seguir adelante. En el caso de la drogodependencia, durante el periodo de abstinencia la persona entra en un estado desagradable en el que se le hace difícil llevar la interrupción del consumo de una droga, con síntomas que producen efectos tanto fisiológicos como psicológicos. Aquí vuelve a entrar en juego nuestro dulce enemigo el azúcar. Para aliviar este estado de ansiedad y malestar la mayoría de drogodependientes recurren al azúcar como sustituto de la droga. Por ejemplo, un fumador que quiere dejar de fumar palia esta ansiedad al intentar dejar el tabaco atiborrándose de dulces, gominolas y, en general, todo tipo de productos que posean un alto índice glucémico. De esta forma el azúcar actuará como sustancia sustituta de la nicotina eliminando o haciendo llevadero el tan desagradable síntoma de abstinencia produciendo un alivio sintomático y placentero.

Existen rigurosos estudios científicos que han desarrollado sus investigaciones en torno a este mecanismo de saciedad desarrollado en distintas regiones cerebrales y estudios en los que se aprecia cómo ratones de laboratorio pasan por las mismas etapas de adicción a una droga al suministrarles una dosis diaria de azúcar.

A continuación podemos ver las imágenes de algunos de los estudios realizados en la UCLA (University of California, Los Angeles) en los que se compararon imágenes PET de cerebros de distintas personas.

Activación de áreas cerebrales producida por el azúcar y la cocaína

Activación de áreas cerebrales producida por el azúcar y la cocaína

Regiones cerebrales activadas en un cerebro sano, un cerebro adicto a la cocaína y un cerebro adicto al azúcar

Regiones cerebrales activadas en un cerebro sano, un cerebro adicto a la cocaína y un cerebro adicto al azúcar

IMÁGENES CEREBROS

En la imagen de la izquierda se hace una comparación del cerebro de una persona que consume habitualmente azúcar con otro cerebro de una persona que consume cocaína. Observamos como las regiones cerebrales activadas son las mismas en ambas sustancias, siendo mayor la activación en la persona consumidora de azúcar.

La imagen de la derecha se corresponde a la tomografía realizada con tres tipos de personas. De izquierda a derecha: la primera, de una persona sin ninguna adicción; la segunda, de una persona consumidora de cocaína y la tercera de una persona con obesidad, consumidora de alimentos ricos en carbohidratos y azúcares. Como vemos, la activación de la región cerebral de la persona normal mantiene áreas activas diferentes a las de las otras dos personas, siendo la región iluminada en rojo la correspondiente a las áreas de los sistemas de recompensa y saciedad.

Hasta aquí hemos hecho un breve recorrido sobre algunos de los estudios realizados que muestran la conexión del azúcar con las drogas de consumo. Podríamos seguir citando estudios y resumiendo resultados sobre la estrecha relación en sistemas cerebrales compartidos por el azúcar y las drogas, pero es preferible mostrar el poder que tiene en azúcar sobre otras áreas.

¿Hasta qué punto puede influir el azúcar en enfermedades ya desarrolladas?

Si hemos entendido lo que hasta aquí hemos expuesto, podremos inferir que el azúcar puede actuar como un excitante del Sistema Nervioso. Por tanto, puede producir una subida rápida de Adrenalina causando hiperactividad y dificultad para la concentración. En enfermedades como el TDAH (Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad) se desaconseja todo tipo de productos que puedan contener azúcar en su composición. Las dietas que se prescriben para una nutrición sana y favorable para este tipo de casos es una dieta rica en ácidos grasos Omega-3.

Además, el azúcar no actúa del mismo modo durante todo el desarrollo madurativo de una persona. Se ha demostrado que durante la infancia, el azúcar es responsable de la falta de motivación y el deterioro en el área de toma de decisiones. Además el incremento de la obesidad en niños está asociado al desarrollo posterior de la Diabetes Tipo II.

Otro descubrimiento importante relacionado con la ingesta de azúcar es su repercusión en el desarrollo del cáncer. El azúcar sirve de alimento a las células cancerígenas, estando relacionado con el cáncer de páncreas, recto y estómago entre otros. Asimismo, actúa inhibiendo el sistema inmunológico y debilitando las defensas contra las enfermedades infecciosas.

Pero esto no es todo: envejecimiento de la piel por el cambio que provoca en la estructura del colágeno, retención de fluidos en el cuerpo, alergias alimentarias, alteración de la capacidad de pensamiento, incremento de la posibilidad de padecer Alzheimer, desequilibrios hormonales como el síndrome premenstrual y la disminución de la Hormona del Crecimiento, y un largo etcétera que me llevaría a rellenar unas cuantas páginas más.

Estos efectos no se dan al instante de su consumo, pero si poco a poco vamos habituando a nuestro cuerpo a la ingesta de nuestra ‘dulce enemiga’ lo más factible es que vayamos notando su presencia. Lo que he escrito hasta ahora no es algo que me haya inventado o sacado de la manga. Algunas afirmaciones provienen de estudios científicos ya revisados y otras de revisiones que se están llevando a cabo. Pero como bien decimos popularmente “Cuando el río suena, agua lleva”. No esperemos hasta el último momento para cambiar nuestros hábitos de alimentación. Es fácil y cómodo seguir actuando del mismo modo en que lo hemos hecho desde la infancia, pero las cosas cambian, la sociedad evoluciona, los negocios crecen con las creencias de la sociedad y al final terminamos siendo animales dóciles creyendo que lo establecido es lo mejor para nosotros.

Referencias bibliográficas:

American Psychiatric Association (APA), (2000). DSM-IV-TR. Barcelona: Masson

Rada, P., Avena, N.M. y Hoebel, B.G. (2005). “Adicción” al azúcar: ¿Mito ó realidad? Revisión. Rev Venez Endocrinol Metab, 3(2),2-12.

Dr. Mercola, 20 de Abril 2010. Mercola.com. Recuperado el 06 de Julio 2014, de http://espanol.mercola.com/boletin-de-salud/los-peligros-del-azucar.aspx

Bobes J., Casas M., Gutierrez M. (2010). Manual de trastornos adictivos. Enfoque Editorial, S.C.

Arcila Yanes, E.A., 11 de Junio de 2014. Azúcar ¿Qué pasa con nuestro cerebro cuando Ingerimos Azúcar? Recuperado el 6 de Julio de 2014, de http://natupana.blogspot.com.es/2014_06_01_archive.html

La realidad del Azúcar

Aquí os dejo un breve video de la campaña 25 gramos de la ONG VSF Justicia Alimentaria Global para la regulación del uso del azúcar en los alimentos procesados.

Algunas de las cifras importantes de esta campaña son:

  • 25 gramos es la cantidad diaria de consumo de azúcar que recomienda la OMS
  • El 64% de los consumidores no entiende prácticamente nada de las etiquetas
  • El 80% de los anuncios de televisión en horario infantil son de productos malsanos
  • 10.000 niños y niñas en Bolivia trabajan en las plantaciones de caña
  • 250.000 hectáreas de suelos son fuertemente dañadas por la producción de azúcar
  • El 55% de la población del estado Español padece obesidad o sobrepeso

 

Cartel de la campaña 25 gramos

Cartel de la campaña 25 gramos

Mini Hamburguesas de Buey

Mini hamburguesas de buey

Mini hamburguesas de buey

Uno de los alimentos en los que los fabricantes suelen cometer todo tipo de excesos es en las hamburguesas. Yo hace ya mucho tiempo que no compro hamburguesas hechas ni carne picada empaquetada. Al contrario, elijo la pieza de carne que quiero, hago que me la piquen delante mía, y con esa carne picada y unos ingredientes que ahora relataré me creo mis propias hamburguesas. La carne picada o las hamburguesas preparadas suelen tener un exceso de grasa, una cantidad indeterminada de sustancias «extrañas» como fécula de patata o proteína de soja y, para colmo, pueden haber lavado en Hidróxido de Amonio para eliminar las bacterias que tenía, como el chef Jamie Olivier demostró que hace el proveedor de McDonalds. En cualquier caso, hacer las hamburguesas en casa, además de garantizar su calidad, mejora notablemente el sabor.

Yo suelo preparar mini hamburguesas para los niños pero con esta misma receta se pueden preparar hamburguesas de cualquier tamaño. Otra ventaja de preparar hamburguesas cuando estás siguiendo un plan para adelgazar es que puedes medir con bastante exactitud la porción que te tomarás y por lo tanto controlar la cantidad de nutrientes por ingesta.

Receta de mini hamburguesas de Buey

  • Partes: 1-3
  • Dificultad: Fácil
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Magnífico tentempié o comida baja en carbohidratos en forma divertida como las mini hamburguesas de buey

Tiempo de Preparación: 10 minutos

  • Dificultad: Baja
  • Valor Nutricional: Muy Bueno
  • Coste: Muy Bajo (10€ para 10 mini hamburguesas de unos 60 gr)

Ingredientes de esta divertida receta de mini hamburguesas:

  • 500 gr de lomo de buey picado, sin la grasa exterior (6€)
  • Media cucharada de ajo picado o ajo en polvo
  • Media cucharada de perejil
  • Una cucharada de mostaza
  • Una cucharadita de salsa worcestershire
  • Un huevo
  • 100 gr de Salvado de Trigo fino
  • 5 lonchas de queso cheddar
  • 10 huevos de codorniz
  • 50 gramos de bacon o jamon serrano picado muy fino
  • Una pizca de sal

Instrucciones de preparación de esta receta sin carbohidratos:

En un cuenco grande mezclamos la carne con el huevo batido. A continuación añadimos el ajo, el perejil, la mostaza, la salsa worcestershire, la sal  y removemos bien. Una vez que esté todo mezclado, añadimos el salvado de trigo fino y volvemos a mover hasta que la mezcla quede homogénea. Usando las manos, preparamos las hamburguesitas haciendo bolitas de unos 60 gramos y aplastando las bolitas con las palmas de las manos hasta obtener el grosor deseado.

En una sartén o plancha caliente ponemos un poco de Aceite de Coco para evitar que las hamburguesas se peguen y las hacemos por una cara. Simultáneamente, en una sarten pequeña freímos los huevos de codorniz. Cuando le demos la vuelta a las mini hamburguesas, le ponemos encima media loncha de queso cheddar y uno de los huevos de codorniz que hemos frito. Una vez que estén hechas las hamburguesas, las podemos servir espolvoreando sobre el huevo el bacon o el jamón serrano que previamente habremos pasado por la sartén en la que freímos los huevos de codorniz.