Etiqueta: desayuno

Tortitas lowcarb en 5 minutos

Rara vez un producto me sorprende tanto como este del que voy a hablar. Normalmente soy escéptico con los preparados para hacer repostería, confitería y productos dulces en general. Sin embargo, a veces me topo con excepciones como los preparados de Sukrin, con los que hice esta receta para hacer gofres lowcarb o con los que puedes conseguir panes sin prácticamente carbohidratos.

El otro día me crucé con una marca de productos bajos en carbohidratos y, de entre todos ellos, llamó mi atención el preparado para hacer tortitas lowcarb de Clean Foods. Hay bastantes formas de hacer tortitas sin carbohidratos o reducidas en carbohidratos, usando principalmente clara de huevo y distintos tipos de fibra. Sin embargo, prácticamente ninguna receta se aproxima lo más mínimo al sabor o la textura de las tortitas tradicionales. Por eso, siempre que veo algún preparado nuevo en el mercado, me lanzo a probarlo.

Raw Pancakes de Clean Foods

Raw Pancakes de Clean Foods, tortitas en 5 min

Ayer me llegó este bote que, sobre el papel (o mejor dicho sobre la pantalla) ofrecía unos valores nutricionales excepcionales y unos ingredientes fuera de lo común, y hoy lo he probado con resultados realmente excepcionales. Lo primero que me llamó la atención fue su composición: Mezcla de Proteínas (proteína de guisante, proteína de huevo, caseinato cálcico, proteína de quinoa y proteína de chía), avena micronizada, harina de maiz, harina de patata, bicarbonato de sodio, sal y Slimmix (polidextrosa y extracto de glucomanano de konjac 1000mg por servicio).

La mayoría de estos preparados tienen en la cima de los ingredientes las harinas y los cereales, pero este, al contrario, tiene arriba la proteína, con una mezcla en la que están presentes dos de mis proteínas favoritas, el caseinato cálcico de la leche y la albúmina de huevo, siendo ambas, de un magnífico valor biológico. Tras las proteínas, vemos una mezcla de cereales y harina, en menor proporción y, por último, el aporte de glucomanano sobre una base de polidextrosa tan pequeña que equivale a 0,01g de azúcares por tortita, o lo que es lo mismo, nada.

Normalmente, cuando las harinas no son la base principal de uno de estos preparados, el resultado suele ser chicloso y tener un sabor poco parecido al de las tortitas de verdad. Sin embargo, Clean Foods ha logrado, invirtiendo los ingredientes, mantener la textura y el sabor realmente similar al de las tortitas tradicionales, pero, como veremos ahora, con unos valores nutricionales mucho mejores.

También cabe destacar el uso en su composición del glucomanano, un extracto de la raíz de la planta del konjac que ahora, según leo en el propio bote, la EFSA (Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria) dice que hay evidencia que tomándola dos veces al día regula los niveles de colesterol (lo cual la verdad me importa poco o nada) pero también ayuda a perder peso, algo sobre lo que tendré que informarme mejor, pues una cosa es que esta fibra produzca saciedad y reduzca el apetito, algo que ya sabía, y otra bien distinta que contribuya activamente a la pérdida de peso.

Ingredientes y valores nutricionales de RawPancakes

Ingredientes y valores nutricionales (pincha aquí para ampliar)

Por cada tortita encontramos sólo 2,4g de carbohidratos de los cuales, azúcares, como acabo de decir son sólo 0,01g. Además, obtenemos 3g de proteína y 1 gramo de fibra, con la casi total ausencia de grasa, lo que nos permite utilizar la grasa como topping. Yo he usado mantequilla, pero bien podría haber usado nata, montándola con edulcorante o incluso alguna crema de cacao sin azúcar rica en grasa, como el Protochoc de CiaoCarb, que está elaborado con Aceite de Oliva Virgen Extra.

Tengo que decir que el resultado ha sido realmente delicioso porque, al más típico estilo norteamericano, a mis tortitas con mantequilla les he añadido un poco de Jarabe para Tortitas de Walden Farms (similar en sabor al jarabe de arce pero sin carbohidratos) y, una vez pasado mi filtro, he preparado otra tanda para los jueces supremos, mis hijos, cuya valoración final ha sido «Vale, están muy ricas, hazlas también mañana para desayunar por favor» 🤣🤣🤣🤣.

Desafortunadamente, he pecado de incrédulo y sólo he pedido este producto de Clean Foods, así que no he podido probar el resto, pero en mi próximo pedido sí que incluiré otras cosas para ir probando porque, si se acercan a esta en calidad nutricional, valores nutricionales, sabor y textura, estoy convencido que merecerán la pena.

Aquí os dejo las fotos del proceso de 5 minutos que empleé para hacer estas tortitas, cuyo preparado por cierto se disuelve realmente bien y rápido en agua. Pincha en cada foto para verla en grande.

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Desayunar zumo de naranja eleva el riesgo de aterosclerosis

Un estudio publicado en el Journal of the American College of Cardiology sugiere que desayunar un zumo de naranja está asociado con mayor riesgo de aterosclerosis.

Logotipo del JACC

¡Oh Dios mío! ¡Me van a crucificar! Bueno, pues no deberían, porque lo único que he hecho con este titular es resumir de otro modo el mismo estudio del que llevamos dos semanas oyendo hablar y que, según muchos, viene a decir que las personas que no desayunan acumulan más grasa en las arterias. El estudio en cuestión, titulado The Importance of Breakfast in Atherosclerosis Disease (La importancia del desayuno en la Aterosclerosis) se publicó el 15 de Octubre de 2017 en el Journal of the American College of Cardiology y puede consultarse en este enlace. Como ocurre con otras publicaciones científicas, el resumen del artículo es accesible para todo el mundo pero si quieres leer el artículo completo, debes estar suscrito a la revista o rascarte el bolsillo. Lamentablemente, parece que los periodistas no están por la labor de rascarse el bolsillo y publican conclusiones sobre resúmenes, sin entrar a valorar el artículo completo. Como este tema me interesa desde hace mucho tiempo, me he rascado un poco el bolsillo y me he comprado el artículo completo para poder entender mejor el estudio y poder resumirlo, y hoy os traigo ese resumen.

Zumo de NaranjaHace mucho tiempo que defiendo que el desayuno NO es la comida más importante del día y que el dicho que comienza con «desayuna como un rey» no tiene base científica alguna, y leyendo este estudio, no creo que aparezca nueva evidencia en contrario a mis planteamientos. De hecho, se establece cierta correlación que ahora veremos entre «no desayunar» y la aterosclerosis no clínica, pero desde luego ninguna causalidad. Recordemos que la correlación no implica causalidad. Por ejemplo, puede que yo nade en una piscina todos los días y que nunca me resfríe. En mi caso, habría una correlación pero no una causalidad, o sea, el motivo de que no me resfríe no tiene porqué ser el hecho de que yo nade todo los días. Según creo, nuestros dos últimos presidentes, Zapatero y Rajoy, fueron al mismo colegio, pero yo no diría que si mis hijos estudian en ese colegio tengan más posibilidades de ser presidentes de gobierno. Hay una correlación entre el colegio de Zapatero y Rajoy, pero no una causalidad.

Antes de empezar, la letra pequeña que parece que a nadie interesa, los datos olvidados sobre este estudio: Se trata de un análisis sobre un estudio en curso, el PESA, financiado por varias organizaciones, la mayoría españolas, sobre trabajadores del Banco Santander en Madrid. En concreto, unos 4.000 trabajadores en una franja de edad entre 40 y 54 años, y cuyos hábitos de desayuno se han estudiado durante los 15 días previos a este análisis. Sí, 15 días, como suena, y si durante esos 15 días los participantes han consumido cualquier alimento, el que sea, se ha dado por hecho en el estudio que su consumo es «habitual» en el sujeto. Además de las Universidades y Centros de Investigación que han financiado este estudio, uno de los investigadores, el Dr. Bueno, ha recibido fondos de investigación de los laboratorios Abbott, de AstraZeneca, de Bayer, de Bristol-Myers Squibb/Pfizer y de Novartis, además de recibir dinero por atender y hablar en reuniones científicas por parte de AstraZeneca, Bayer, Bristol-Myers Squibb/Pfizer, Ferrer, Novartis, Servier y theheart.org/Medscape. El Dr. Peñalvo, otro de los investigadores, trabaja para la farmacéutica Merk. Sólo lo menciono porque no soy muy amigo de las investigaciones e investigadores financiados por laboratorios, y en este caso algunas cosas me han parecido curiosas, como la ausencia de datos sobre las medicaciones de los participantes, que indudablemente las hay.

Vamos por partes. ¿Porqué he puesto antes «no desayunar» entre comillas? Pues porque ese es el motivo concreto por el que este artículo se llama «Desayunar zumo de naranja eleva el riesgo de aterosclerosis». Resulta que para diferenciar entre las personas que no desayunan, las que desayunan poco y las que desayunan mucho, los investigadores han fijado unas pautas calóricas. Traduzco del inglés pero citando textualmente: «[…] hemos estimado que 300 ml de zumo de naranja (que se consume típicamente como desayuno en España) contendría unas 123 kcal […] Por lo tanto, hemos formulado la hipótesis de que si la ingesta matinal de un participante no excede 123 Kcal (5% del total de la energía diaria ingerida), eso podría ser una aproximación a saltarse el desayuno […].» O sea, las personas que desayunan 300ml de zumo de naranja, que aporta unas 123 kcal, y que el estudio considera es un desayuno habitual en España, son considerados como que se saltan el desayuno. Luego, si acudimos a la conclusión rápida que muchos han sacado, de que «saltarse el desayuno» produce mayor riesgo de aterosclerosis, por pura lógica estamos formulando la hipótesis de que si desayunamos sólo zumo de naranja -que es como no desayunar según el estudio-, elevamos el riesgo de sufrir aterosclerosis.

Pero en realidad, y aunque no soy muy amigo del zumo de naranja, ambas conclusiones me parecen muy precipitadas porque hay otros factores que se han tenido en cuenta en el análisis y que a ningún periodista han parecido importar, pero que considero que son de vital importancia para entender los resultados, aunque quizás vendan menos periódicos porque no nos van a sorprender tanto. Por ejemplo, hay una correlación que puede implicar causalidad en el hecho de que casi el 42% de los que se saltan el desayuno son fumadores activos mientras que sólo el 17% de los que hacen un desayuno hipercalórico lo son. En mi artículo El engaño del siglo XX que también aparece como anexo en mi libro Adelgazar sin Milagros ya advertí que uno de los principales causantes de la enfermedad cardiovascular era precisamente el tabaco, así que a mí, al menos esto no me ha cogido por sorpresa.

Aterosclerosis en función del tipo de desayunoSeguimos con datos obtenidos del artículo completo. Según se desprende de las tablas que acompañan las conclusiones, el 17% de los que se saltan el desayuno dicen estar a dieta, más del doble de los que hacen un desayuno fuerte. Sólo el 28% de los que se saltan el desayuno son mujeres contra el 45% de mujeres que hacen el desayuno fuerte. La ingesta de alcohol entre los que no desayunan triplica la de los que desayunan fuerte y también su consumo de snacks y precocinados es mucho mayor. En cuanto al tipo de dieta, solo el 9% de los que desayunan fuerte siguen una dieta considerada poco saludable (Social Business Cluster) contra el 45% de los que no desayunan, que siguen este tipo de dieta. Si hablamos de obesidad, el 45% de los que no desayunan tenían obesidad central contra el 8% de los que desayunaban fuerte. El grupo que no desayuna también tiene la glucosa basal más alta (94,7) frente al que desayuna fuerte (87,9) así como los triglicéridos más elevados. Curiosamente, como he advertido varias veces, los niveles de colesterol de todos los grupos son muy similares, demostrándose una vez más que no hay correlación entre el colesterol dietético y el colesterol basal. Por último, sólo el 2,9% de los sujetos (117 sujetos y, de ellos sólo 34 mujeres del total de 4052 participantes) no desayuna, por lo que la muestra real es bastante escasa. Hay otros factores analizados como el consumo de proteína animal/vegetal, de grasa, de carne roja, de lácteos, pero ahí no veo grandes diferencias a grandes rasgos, salvo quizás que el consumo de lácteos es menor entre los que no desayunan, algo que por otro lado tiene cierto sentido pues es precismente en el desayuno cuando más lácteos se consumen.

En mi opinión, la mayoría de periodistas -para variar- se ha quedado con un titular tan grandilocuente como el mío, creado a propósito para demostrar el error del análisis superficial. En realidad, la conclusión que yo saco es que en general, las personas que no desayunan tienen hábitos mucho menos saludables y por lo tanto habría que profundizar para entender que ese mayor riesgo de aterosclerosis no obedece a la causa de no desayunar, sino al conjunto de hábitos que estos sujetos tenían durante el análisis. Por otro lado, esta conclusión también la sacan los autores del estudio, y cito y traduzco literalmente: «Un modesto 3% de los participantes fueron clasificados como no consumidores de desayuno (<5% de la energía total diaria consumida antes de las 10 AM), y se caracterizan además por seguir un estilo de vida poco saludable, incluyendo una dieta pobre, consumo frecuente de alcohol y ser fumadores». Sin embargo, no creo en la causalidad del desayuno. O sea, no creo que el hecho de no desayunar produzca que uno sea más bebedor, fumador y siga una dieta poco saludable, sino que dentro de una vida desordenada con hábitos poco saludables, es fácil encontrar sujetos con horarios y hábitos de comida nefastos. Y por lo tanto, personalmente no creo que saltarse el desayuno contribuya a la aterosclerosis. En cuanto a la afirmación de que desayunar zumo de naranja causa aterosclerosis, bueno, digamos que no creo que exista esa relación directa, pero desde luego, como he repetido bastante, creo que el zumo de naranja no debería tener cabida en una dieta sana porque sus beneficios son netamente inferiores a los problemas que puede causar.

Por último, pero no menos importante, el estudio se fija en personas entre 40 y 54 años, que llevan entre 4 y 5 décadas desayunando, pero sólo observa las últimas dos semanas, y lo hace mediante un formulario electrónico, considerando que aquello que hacemos ahora, incluso si sólo llevamos unas semanas o unos meses haciéndolo, es lo habitual. No puedo creerme que la presencia de placas de ateroma sea el resultado de dos semanas de alimentación, por muy nefasta que esta sea. Una de las cosas que digo en el libro La gran mentira de la nutrición es que el cuerpo humano tiene una gran tolerancia a las burradas que hacemos con él. Nadie se ha muerto por fumar un par de semanas, ni por beber durante ese tiempo, y mucho menos por no desayunar ni por desayunar zumo de naranja. Al contrario, normalmente hacen falta décadas de tabaco o de alcohol -o de zumo de naranja- para notar claramente los efectos nocivos en el organismo de manera clara. Por eso, analizar de manera observacional únicamente un par de semanas y presuponer que la presencia o ausencia de las placas de ateroma en los sujetos está relacionada con dicha observación es, a mi gusto, un tanto osado. A modo de curiosidad y por el mero placer de buscar una sonrisa, ninguno de los sujetos que se saltan el desayuno es viudo, por lo que si quieres aumentar tu expectativa de vida, procura que tu pareja no desayune 🙂

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La alimentación de los niños en el colegio

La importancia de una buena alimentación en el colegioVuelven las clases y vuelven las dudas sobre la comida de los niños en el colegio. En estos días leo todo tipo de recomendaciones por las redes sociales, y muchas de ellas se nota que proceden de personas sin hijos. En mi opinión, garantizar la buena alimentación de nuestros hijos depende no sólo de los alimentos que les ofrezcamos, sino de su grado de aceptación de dichos alimentos. Anoche hablaba con el representante de una empresa de alimentación dietética Estadounidense en Georgia y me decía que habían tenido éxito durante 25 años porque sus productos, además de nutricionalmente buenos, eran sabrosos y tenían una buena textura. En otras palabras, no te venden suelas de zapatos para que pierdas peso, sino alimentos que te gustan y te sientan bien a partes iguales, y por ello consiguen que seas fiel al plan nutricional que proponen.

Con los niños pasa más o menos lo mismo. Si te ocurre como a mí, para la comida del colegio dependes enteramente de dos cosas: por un lado, del menú que les pongan por delante en el colegio y, por otro lado, de la formación que le ofrezcas en casa y la merienda que le metas en la mochila. Yo no puedo evitar que a mis hijos les pongan por delante un plato de pechuga con patatas fritas o con arroz hervido, pero sí puedo trabajar a diario para que entiendan la importancia que tiene comerse la carne por encima de las patatas o del arroz y educarles para que sepan qué parte del plato es la que deben comerse porque es la que les proporciona salud y vitalidad. Si se dejan algo, que sean las patatas o el arroz, no la carne o el pescado. Y en este punto debo admitir que la tarea educativa es más cosa de mi mujer que mía, porque si bien yo les doy las pautas, la paciencia y la pedagogía las aporta ella sin duda. Sin su trabajo diario en este sentido y el refuerzo que hace de mis ideas en su trato diario con los niños, ellos no lo habrían captado jamás, así que también te aconsejo que busques la alianza de tu pareja en este sentido para tener éxito inculcando estas ideas.

En cuanto a lo que les metemos en la mochila, he leído recomendaciones de todo tipo, desde frutas tipo manzanas a palitos de zanahoria o frutos secos. ¡Seamos realistas! Nuestros niños van al colegio con otros niños y lo más natural es que esos otros niños lleven cosas más apetitosas en la mochila que unos palitos de zanahoria resecos o una manzana. Contra eso es contra lo que estamos luchando cuando ponemos nuestra oferta alimenticia en la mochila: contra sus amigos y sus padres. Luchamos contra galletas Oreo o galletas Príncipe; luchamos contra cruasanes rellenos de chocolate del Mercadona; contra Donuts, contra bollería industrial básicamente y contra zumos embotellados. Y esto es debido a que la bollería industrial y este tipo de alimentos en general es barato de producir y fácil de suministrar. Sin embargo, lo barato sale caro y en el caso de la bollería industrial, ponemos en riesgo la salud de nuestros hijos a largo plazo si tomamos ese camino, pese a que admito que es sencillo y barato. Tienes algunos ejemplos de despropósitos de comidas para niños en la sección Denunciable de este blog que puedes entender resumida en este artículo acerca de la comida para niños llamado Pornografía Nutricional en horario infantil, que escribí hace unos meses.

Cada vez que leo un artículo diciendo mamarrachadas acerca de los supuestos peligros de las carnes procesadas (algo que ya rebatí en mi artículo OMS, Cáncer, Carne Roja, Periodismo y Estupidez) me hierve la sangre. ¿Tan idiotas somos que creemos que darles nuestros hijos jamón o salchichón es peligroso sin pensar en que la alternativa es la bollería industrial? Cuando leo que los huevos suben el colesterol y que debemos limitar su consumo, otra idiotez recurrente en los medios de comunicación, me dan ganas de llamar al periodista de turno y explicarle algunas cosas como las que expliqué en mi artículo Morir de [Miedo al] Colesterol. ¿De verdad nos han convencido para creer que es mejor que nuestros niños desayunen un tazón de cereales ultra-procesados y azucarados que un par de huevos duros o revueltos?

Thins de BimboEn mi opinión y experiencia, a los niños les suelen gustar los quesos, fiambres y huevos, o cuando menos algunos alimentos de estos grupos y debemos usar esto en nuestro favor para cuidar su salud. Por ello, creo que debemos preparar las meriendas y desayunos de nuestros hijos basándonos en alimentos de esos tres grupos, los lácteos, las carnes y los huevos. Si luego le damos forma de sándwich, pues se la damos, pero tratando de poner un pan razonable alrededor del verdadero alimento. No soy muy amigo de Bimbo ni de los grandes fabricantes, pero una alternativa no demasiado mala y bastante barata para hacer un sándwich para los niños puede ser utilizar su pan Thins, que tiene una buena relación calidad precio. Para economías más alegres, también se puede usar el Protobread de CiaoCarb, que tiene un sabor y textura excelente o el Pan de Semillas LCW, aunque este último quizás no sea del gusto de los niños por su textura más granulosa. También hay diversas alternativas para hacer pan sano en casa, tanto usando preparados como partiendo desde cero.

¿Y qué ponemos dentro de un sándwich para que sea saludable? Pues básicamente carnes, lácteos, pescados y huevos, de cualquier forma y de la mejor calidad posible. Lo mejor que puedes elegir es aquello que a ellos les guste. De nada sirve que les pongas un muy buen jamón cocido si resulta que no les gusta el jamón cocido. Se lo van a dejar. Alternativamente, y esto es algo que yo hago con bastante frecuencia, en lugar de un sándwich les pongo un pequeño tupper con un «picoteo» de cosas que sé que les gusta: algo de queso, un poco de fuet, un poco de jamón serrano o ibérico, quizás un huevo duro… Las opciones son infinitas en este sentido y es sencillo. En los últimos años, los tupper que se llevan han ido creciendo y el motivo es que los amigos de mis hijos siempre están dispuestos a picar un poco, de ahí que esté convencido de que esta opción es buena para cualquier niño. Hace tiempo escribí este artículo con algunas ideas que quizás te vengan bien para el desayuno de tus hijos.

Por último, solo recordarte que los cuerpos de tus hijos están formados por agua, proteínas y grasas, que ninguna comida es nutritiva si no lleva estos nutrientes, por mucha energía que pueda aportar. Lo que buscamos con la nutrición no es simplemente proporcionar energía a nuestro cuerpo, sino proporcionar los materiales de construcción para que el organismo pueda construir todo lo que necesita. Esos materiales no los vas a encontrar en la bollería industrial ni en los alimentos «diseñados» para niños por las grandes corporaciones. Al contrario, ahí lo que vas a encontrar es cantidades ingentes de azúcar y de energía vacía. No te dejes llevar por los titulares y lee el fondo de las noticias. No encontrarás un solo estudio que defienda que desayunar cereales de desayuno, zumo embotellado, galletas o bollería industrial tiene beneficio alguno para la salud de tus hijos.

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El desayuno de los niños

Enrollado de tortilla low-carbYa estamos instalados en la rutina y para muchos eso significa la vuelta al cole, porque al final los padres sufrimos la vuelta al cole casi más que los propios niños. Estamos de vuelta con los deberes, los uniformes, las ropas de deporte y actividades extraescolares y un sinfín de pequeñas tareas que habíamos olvidado gratamente durante el verano. Debo reconocer que yo me encargo principalmente de una, que es el desayuno de mis hijos y mi mujer se encarga [afortunadamente] de prácticamente todo lo demás, salvo alguna incursión mía en los deberes de ciencia para ver si me sigo acordando de lo que estudié hace unas décadas 🙂

Centrándome en mi tarea principal, que es la preparación de las meriendas y los desayunos, hoy voy a responder algunas de las preguntas que he recibido en estos días al respecto. Parto de la base de que tengo tres hijos, cada uno con sus gustos y manías, y asumo que cada uno tiene los suyos con sus propios gustos y manías, así que no pretendo ofrecer un menú, sino dar ideas de alimentos que pueden ser de utilidad para los niños.

Lógicamente, lo que voy buscando en sus alimentos son varias cosas. Por un lado, que sean ricos en proteínas y grasas de calidad. En segundo lugar, que tengan una buena fuente de fibra cuando sea posible. En tercer lugar, que sean variados, para evitar el aburrimiento y asegurarme que se lo comen y no acaba en una papelera. Atrás quedaron los días en que mandaba a mis hijos, sobre todo al mayor, al colegio con un batido en tetrabrick y un paquetito de galletas. Debo decir que al principio del cambio de hábitos, allá por 2011, casi hubo una revolución en mi casa, pero que a la larga, me veo obligado a ponerle a los pequeños raciones dobles porque sus amigos y amigas siempre vienen a pedirles de lo que yo les pongo, que es mucho más «molón» que un paquetito de galletas o un bocadillo de chorizo.

Por la mañana, recién levantados, el vaso de leche entera es casi una prioridad. Es más o menos la única leche que toman en todo el día y cada uno la quiere de una forma. Uno helada, de la nevera, el otro muy calentita y la pequeña templada, así que para gustos, sabores. Todos le ponen algo a la leche, que suele ser cola-cao 0% fibra. A mí me parece que queda muy dulce la leche, pero quizás quieras experimentar con las bebidas bolero, que se disuelven bien en frío y hay de muchos sabores. No son muy de comer por la mañana recién levantados ninguno de ellos, pero siempre pican algo de lo que yo esté preparando para el desayuno del colegio. Eso sí, pase lo que pase, se toman los dos ositos del multivitamínico para niños que les doy antes de ir al colegio. Aunque a veces me han dicho que es muy caro, lo cierto es que a mí no me lo parece. Un bote de 275 ositos (unas 138 dosis) cuesta unos 50€, unos 36 céntimos por dosis, pero tengo para casi 5 meses de un niño. En mi caso, que lo toman mis dos hijos pequeños, el bote me dura más de 2 meses. El mayor ya toma un multivitamínico de adulto, entre otras cosas porque está prácticamente más alto que yo.

Si les veo con ganas, me lanzo a preparar unos huevos revueltos, incluso con tropezones de algún tipo. Sé que puede dar pereza, pero lo cierto es que se tarda solo un par de minutos en tener unos huevos revueltos listos por la mañana. Romper, batir, sartén y listo. Si lo piensas y estás acostumbrado al tostador, que tarda un poco en tostar el pan, esto no te llevará mucho más tiempo. Ensucias un poco más, pero una sartén y un plato tampoco es como para ponerse a recoger la cocina durante una hora…

Algunos de los desayunos que les preparo para el colegio pueden ir envueltos directamente en un papel de aluminio, pero otros requieren un pequeño tupper y un tenedor de plástico. Estos son algunas de las cosas que se llevan al colegio y que os pueden servir de inspiración:

  • Huevo duro picado con atún en aceite de oliva, tanto en tupper como «enrollado», usando estas tortillas lowcarb que están muy bien.
  • Enrollado de jamón cocido y queso, usando las mismas tortillas. También lo hago de jamón cocido y salami, pero la etiqueta del salami hay que leerla muy bien porque suelen tener patata en mayor o menor cantidad. Habrá que ver los valores nutricionales para cerciorarse que estamos debajo de 2-3g/100g.
  • Sándwich de jamón serrano usando el pan de molde CiaoCarb Prootobread o como alternativa los Thins integrales de Bimbo.
  • Picoteo de Embutidos diversos (en tupper):
    • Jamón serrano/ibérico
    • Lomo embuchado/ibérico
    • Fuet / Mini Fuet (ojo con los valores nutricionales)
    • Queso
    • Cecina ahumada
    • Jamón Cocido
  • Sándwich de paté (ojo con los valores nutricionales del que compremos) usando cualquiera de los panes antes descritos o incluso el Protobun Natural de Fase 2
  • Meatloaf casero (siguiendo la receta que publiqué en el libro Cocinar sin Carbohidratos)
  • Barrita (17 sabores distintos) Quest Bar
  • Bizcocho de chocolate con pipas (siguiendo esta receta que publiqué en el blog)
  • Tableta de Chocolate CiaoCarb Protochoc
  • Cookies (galletas) sin carbohidratos (siguiendo esta receta que publiqué en el blog)
  • CiaoCarb Protobun Chocolate Fase 2 (les llamamos Dorayakis por su asombroso parecido)
  • Sándwich Club (siguiendo esta receta que publiqué en el blog)
  • Sándwich BLT con pan de lino (siguiendo esta receta que publiqué en el blog)

Creo que os hacéis una idea de que las posibilidades son infinitas. Por lo general, trato de no repetir con algo dulce dos días seguidos y me inclino más por lo salado, especialmente donde aparezca el huevo, que es la mejor proteína que creo que le podemos dar a los niños, al menos en estado natural. Los enrollados que les hago de diverso tipo y con todo tipo de ingredientes son los ganadores sin duda porque en el colegio triunfan por encima incluso de los chocolates. Hace unos días mi hijo mediano me pidió que le hiciese cuatro y lógicamente le pregunté si es que se quedaba con hambre, y me dijo que es que prefería llevarse 4 para comerse uno y darle tres a los amigos, que siempre estaban pidiéndoles del suyo. Así de populares son los «burritos» como él los llama con sus amigos.

Otra de las cosas que más me gusta que se lleven es atún y bonito en aceite de oliva virgen, ya sea en un tupper mezclado con taquitos de queso, a modo de mini-ensalada, o dentro de algún tipo de sándwich. En Carrefour, he encontrado tanto el atún como el bonito en aceite de oliva virgen, de su propia marca, a precios más que razonables y con una calidad bastante aceptable. Otra opción es comprarlo en agua o en otro aceite y luego escurrirlo y añadirle un buen aceite de oliva.

Sin embargo, todo esto que os cuento sirve de bastante poco si no le gusta a los niños. Aunque se me ocurren otras ideas que puedo darles, sé perfectamente que no les van a gustar, así que directamente ni lo intento. Prefiero ser el padre guay que prepara enrollados (burritos) para el recreo de sus hijos y que son la envidia del resto. Hace unos días, uno que vino a casa a jugar con el mío me preguntó cuanto costaba mi libro de recetas, para regalárselo a su madre y que le hiciera desayunos como los de mi hijo. Sin comentarios 🙂

 

Denunciable: Cereales Nestlé Chocapic

Análisis de los cereales Nestlé Chocapic

Ya he hablado en otras ocasiones de los cereales de desayuno, y he expresado en mis libros que me parecen una auténtica basura alimentaria que está bien vista por todo tipo de expertos en el campo de la salud de manera absolutamente incomprensible. Ayer, al pasar cerca de los cereales en el supermercado, no pude evitar fijarme en una caja de los cereales Nestlé Chocapic, a la que le han añadido una serie de diseños prometedores en el envase, entre ellos el logotipo de la Asociación Española de Pediatría y un gran símbolo verde con la leyenda «Con cereales integrales«. ¿Sería verdad que los señores de Nestlé habían tenido un súbito ataque de decencia y habían creado un producto realmente saludable para los niños poniéndose en mano de los pediatras para diseñarlo? Al menos eso es lo que pretenden transmitir con ese marketing, ¿no? Lógicamente, no pude evitar la tentación de coger una caja y examinar si las buenas noticias eran reales o sólo un espejismo. ¡Pero mira que soy iluso! La misma basura de siempre, o incluso peor, pero con distinto envoltorio. Vamos a analizarlo con un poco de detalle para ver si a alguien se le cae la cara al suelo de vergüenza y algún pediatra estudia cuatro nociones básicas sobre nutrición humana antes de lanzarse a patrocinar productos… ¿O acaso son ellos los patrocinados por este producto?

Valores nutricionales de los cereales Nestlé ChocapicLo primero que miré, como siempre, son los valores nutricionales del producto y claro, la primera en la frente: 75,8% de carbohidratos (con un alarmante 28,8% de azúcares), un 4,5% de grasas y un 8% de proteínas. Vamos a suponer, que es mucho suponer, que yo estuviese de acuerdo con las recomendaciones habituales de un 50% de carbohidratos, un 35% de grasas y un 15% de proteínas en la dieta. Sí, ya se que es mucho suponer, pero dame un minuto para que elabore desde el punto de vista de un pediatra convencional… ¿Es este un producto equilibrado de acuerdo con esos porcentajes? Claramente no. ¿Será que hace falta la leche para equilibrarlo? El caso es que Nestlé nos ahorra mucho tiempo porque coloca también los valores nutricionales del producto una vez añadida la leche, y el resultado es cuando menos curioso. Nos dice que una ración de este producto (30g, jajajaja) con leche semidesnatada (125ml) aporta 28,9g de carbohidratos (incluyendo 14,5 gramos de azúcares, justo la mitad, más que sin leche, ¡viva la leche desnatada que recomiendan los pediatras, baja en grasa y alta en azúcares!), 3,4 gramos de grasas y 6,7 gramos de proteínas. O sea, pediatras de España, que haciendo un poco de matemática básica, un desayuno equilibrado para un niño, según su criterio y recomendación, se compone -en cuanto a macronutrientes- de un 74% de carbohidratos, de los cuales la mitad son azúcares simples, de menos de un 9% de grasas y de un 17% de proteínas. Ni siquiera siguiendo las absurdas recomendaciones oficiales que ustedes utilizan salen las cuentas: la mitad de los carbohidratos son azúcares, hay muy pocas grasas y la mitad son saturadas -que a mí no me importa, pero a ustedes sí-, y las proteínas superan las recomendaciones oficiales -que también son una basura en este sentido- doblando a las grasas en porcentaje e igualándola en valor energético. Vamos, que a esto no hay por donde meterle mano, ni con criterios lógicos ni con los suyos. Pero lo peor, como siempre, está por llegar cuando entramos al detalle.

Ingredientes de los cereales Nestlé ChocapicVamos a echar un vistazo a los ingredientes, a ver lo que Nestlé, con su rimbombante compromiso nutricional que se pasa la vida promocionando en televisión, y el apoyo de sus pediatras, pretende que le demos de comer a nuestros hijos en el desayuno. Estos son los ingredientes que aparecen en el envase: Cereales 61,9% (harina integral de trigo un 31,8% y harina de trigo y sémola de maíz el resto), chocolate en polvo (azúcar y cacao, en este orden, o sea, más de lo primero que de lo segundo), [más] azúcar, jarabe de glucosa (más azúcar), extracto de malta de cebada (más azúcar), grasa de palma, emulgente (lecitina de girasol) sal y aromas. Y todavía hay tontos que piensan que cuando les doy huevo o queso a mis hijos para desayunar les estoy envenenando. Manda narices…

La primera mentira de Nestlé es anunciar esto como «cereales» de desayuno. Esto no son cereales, sino una mezcla de harinas con mucho azúcar y grasa de palma, y a eso en mi casa le llamamos bollería industrial, no cereales, más que nada por usar un poco de sentido común y ser coherentes con las definiciones. Y que conste que quien dice que esto es una mezcla de harinas con azúcar y grasa de palma no soy yo, sino el propio fabricante en su lista de ingredientes. ¿Qué pasa? ¿No había otra grasa a mano que la grasa de palma? No os dejéis engañar: grasa de palma y aceite de coco NO es lo mismo. Ni siquiera salen del mismo fruto. De hecho, ni siquiera salen del mismo árbol…

Cereales Nestlé Chocapic

La segunda mentira es decir que son cereales «integrales». Tan sólo la mitad de la harina usada es integral. El resto, obviamente, es refinada. Esto contrasta con la frase que encontramos en la parte posterior de la caja que reza «Los cereales integrales son una parte importante de una dieta equilibrada. Por eso los cereales Chocapic están hechos con cereales integrales. Una buena forma de empezar el día». Es mentira, de inicio a fin. No voy a entrar a valorar la supuesta importancia de los cereales integrales en la dieta -que me da la risa-, pero es que este producto está hecho con harinas mezcladas a partes iguales, no con «cereales integrales». El engaño en este punto es mayúsculo. Lo cierto es que en el lateral, en pequeñito, aparece la verdad, aunque sesgada: «Para producir 100g de este producto hemos usado 31,8g de cereales integrales«. Y digo sesgada porque en realidad, lo que han usado es harina integral de trigo, no de «cereales» en plural. El resto de harinas, sémolas (harina gruesa) y maltas proceden de cereales en plural (trigo, maíz y cebada) pero no son integrales.

Diseño de la caja de cerales Nestlé ChocapicLa tercera mentira es decir «Con cereales integrales» cuando lo que incluye son harinas y sémolas y no «cereales», que además sólo proceden de cereales integrales en un porcentaje que en el mejor de los casos alcanza el 50%. Creo que ya va siendo hora que los pediatras entiendan que esos divertidos «copos» de cereal de desayuno que con alegría recomiendan que demos a nuestros hijos son un producto altamente procesado y no una lámina de cereal cortada de forma divertida. Sospecho que estas harinas pueden provenir de cereales transgénicos, pero de momento no podemos saberlo porque nuestros políticos, a ambos lados del charco, se oponen a que se obligue a indicar tal cosa en el etiquetado. Poderoso caballero es don dinero… Ya he dicho en otras ocasiones que lo único que tengo contra los alimentos transgénicos es nuestra falta de conocimiento al respecto. Cuando pasen los años veremos si son como las grasas hidrogenadas, que nos presentaron como lo mejor de lo mejor y ahora sabemos que son lo peor de lo peor. Hace falta tiempo y estudios, pero ambas cosas suelen estar reñidas con los resultados de las empresas de alimentación.

Detalle de la caja de cereales Nestlé ChocapicLa cuarta mentira radica en los valores nutricionales de referencia que han puesto en la caja, que son para adultos y no para niños. ¿Porqué? Quizás habría que preguntarle a los pediatras que prestan su imagen para esto ¿No? A mí se me ocurre que si se utilizasen los valores de los niños los porcentajes igual se les dispararían, y eso que hablamos de raciones de 30 gramos (jajajajaja). Supongo que Nestlé puede argumentar que el producto no es sólo para niños y por eso ha usado esos valores, y yo me lo creería a pies juntillas, especialmente analizando el diseño de la caja, con sus ositos y perritos dibujados, los juegos online gratuitos que promete y el patrocinio [probablemente inverso] de los pediatras. Bueno, quizás no me lo creería. En mi opinión, incluso si este producto no fuese la basura que es, la caja ya sería denunciable por si sola, pues está totalmente diseñada, de inicio a fin, para confundir al consumidor, engatusar a los niños y estafar a sus padres con supuestos patrocinios científicos y verdades sesgadas.

Creo sinceramente que este producto está diseñado para el engorde de «ganado» humano y el único beneficiado de su consumo masivo es el fabricante. Y eso, como contaré muy pronto en otro artículo, puede ser precisamente lo que beneficie en segunda instancia a Nestlé, que no contenta con sacar beneficios generando obesidad, ahora apuesta por diversificar su negocio y pretende obtenerlo haciendo adelgazar a esos mismos a los que ha engordado. Esto, que entiendo que suena algo paranoico, lo estoy estudiando en detalle porque me he percatado que, de todos los fabricantes, Nestlé es el que más azúcar suele utilizar en sus productos. Comparando, por ejemplo, su yogur griego con trocitos de chocolate con el de Danone (que ya sabéis que no es ni mucho menos santo de mi devoción), el Hacendado (Mercadona), el Aliada (El Corte Inglés) y el de Carrefour, es precisamente el de Nestlé el que más azúcar contiene, en algunos casos con mucha diferencia con respecto a su competencia. Y resulta que no es el único producto en el que Nestlé sale victoriosa de esta dudosa competición por ser quien más basura incluye en sus productos, pero como digo, lo voy a publicar pronto destapando el negocio del supuesto adelgazamiento que ahora ofrece Nestlé a esos mismos a los que engorda y no quiero adelantarme a mis propias palabras. 🙂

En resumen, si todavía usas cereales en el desayuno de tus hijos, quizás sea el momento de plantearte lo que les estás dando de comer.

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La [no] importancia del Desayuno

Desayuno Dulce

Desayuno Dulce

Uno de los grandes mitos de la nutrición es el que reza que el desayuno es la comida más importante del día. Este mito proviene de la teoría equivocada que dice que durante la noche agotamos nuestras reservas de glucosa y glucógeno y que al levantarnos sólo tenemos energía para los siguientes 15 o 20 minutos y por tanto necesitamos reponer energía y glucosa lo antes posible.

Como denuncia Jaime Brugos en su libro La Isodieta, esto es un absoluto disparate. Después de toda una noche descansando, nuestras reservas de glucógeno y glucosa están a tope, recién recargadas. Si estamos en cetosis, habremos conseguido convertir parte de nuestra grasa acumulada en glucosa y glucógeno  por lo tanto la estaremos usando como combustble. Basta con hacerse un análisis de sangre al despertarnos en ayunas para comprobar que en circunstancias normales el nivel de glucosa en sangre es el mismo que durante el resto del día. Esto es debido a que el cuerpo tiene mecanismos para mantener ese nivel en un valor constante, ya sea mediante el uso de los alimentos que ingerimos, ya sea mediante el aprovechamiento de las reservas que tenemos. Por lo tanto, no hay base científica alguna que respalde la afirmación de la importancia del desayuno.

El desayuno, desde un punto de vista nutricional, es igual de importante que cualquier otra comida, ni más ni menos. Lo que debemos de tratar en el desayuno -como en el resto de comidas- es ingerir la cantidad de nutrientes que  nuestras células necesitan para que se produzca la regeneración celular de la manera más óptima posible.

Lógicamente, estos elementos que necesitamos no están en los hidratos de carbono, sino en las grasas y proteínas que ingerimos. Ya lo he repetido varias veces pero no me cansaré de decirlo: en un tazón de cereales y leche desnatada hay poco más que agua y azúcar, mezcladas con proteínas de dudosa calidad de una leche que ha sido tratada de manera artificial para modificar sus ingredientes.

Al tomarnos unos huevos, algo de carne o de pescado para desayunar, estamos ingiriendo ácidos grasos esenciales y aminoácidos que son vitales para una correcta regeneración celular. Ahora no estoy hablando de adelgazar ni de perder peso, sino de seguir una alimentación que nos proporcione una salud de hierro a través de la nutrición. Si además. en el proceso. somos capaces de retrasar el envejecimiento propiciando una mejor regeneración celular, pues mejor que mejor.

Mis hijos han desayunado esta mañana huevos. Ni han tomado pan, ni cereales, ni por supuesto dulces, galletas ni pasteles. Han tomado leche entera y la única dosis de azúcar controlada que han tomado es la que incluye el Nesquik. Además de ser un desayuno infinitamente más nutritivo, les parece mucho más atractivo tomarse unos huevos para desayunar que unas tostadas de pan con margarina, galletas o cereales, como toman la mayoría de los niños.

ACTUALIZACIÓN 29/10/2013

En el programa Sano y Nutritivo de esRadio Málaga hablo en detalle de este tema con el conocido periodista Carlos Ferragut.