Categoría: Denunciable

En esta sección iremos publicando todos los productos que por sus valores nutricionales no sean adecuados para nuestra alimentación.

Denunciable: Almendras al horno Matutano

Almendras al horno Matutano

Almendras al horno Matutano

Pues iba a escribir uno de mis artículos de la serie denunciable a propósito de unas almendras que estuve a punto de comprar el lunes en el supermercado. En el último minuto se me ocurrió mirar la composición -aunque fuesen simples almendras tostadas al horno- y casi me da un patatús. Almendras, sí, pero azúcares de 4 tipos también y el doble de carbohidratos de lo normal. Se trata del típico caso de un producto que nos quieren hacer creer que es más saludable que el tradicional -por aquello de que no están fritas- y sin embargo la realidad es justo lo contrario. Estas almendras tienen ingredientes como almidón de patata, harina de arroz, sorbitol y levaduras. En fin, toda una gracieta de snack «saludable» que para mí es denunciable.

El caso es que buscando fotos por Internet para ilustrar el artículo que iba a escribir me he topado con una magnífica entrada al respecto de estas almendras de la estupenda bloguera Ana Muñiz (@megustaestarbien), así que no voy a volver a escribir lo que ella ya ha escrito y analizado perfectamente hace tiempo.

Aquí os dejo el enlace a su entrada: http://megustaestarbien.com/2011/08/12/las-almendras-tramposas-de-matutano/

Mañana iré al supermercado por la tarde, así que seguro que me topo con algún otro producto denunciable que os pueda mostrar aquí. Por cierto, para los que seguís esta sección, los quesos inmortales siguen en el mismo estado, y eso que ya llevan tiempo caducados. Luego colgaré unas fotos en Facebook. Un día de estos me dará por empezar a usar mi cuenta de Instagram para las fotos…

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La gran mentira de la competencia en el mercado

Mayonesa Casera Calvé

Mayonesa Casera Calvé

Una de las cosas que denuncio en mi nuevo libro, La gran mentira de la Nutrición, es la falta de competencia real en el mercado de la industria alimentaria. Aunque a priori parece que existen muchas marcas y muchos fabricantes de alimentos, la realidad no es exactamente esa. Esa falta de competencia real es el principal motivo por el que ciertos fabricantes pueden cometer todo tipo de abusos con el consumidor.

Para ejemplificar esto mejor, ayer mientras hacía la compra me paré a mirar un producto cuyo envase tenía una pinta excelente. Se trata de la mayonesa Calvé Casera. El bote es más pequeño de lo normal y la mayonesa un poco más oscura, y como en el etiquetado aparecen unas fotos de huevos y de aceite de oliva, pensé que sería similar a la que yo compro habitualmente, que es la mayonesa Musa con un 76% de aceite de oliva.

Lo cierto es que al mirar la composición de la mayonesa Calvé Casera y sus valores nutricionales que quedé estupefacto. Calvé, por si no lo sabéis, pertenece a la empresa Unilever, que también es dueña de Hellmann’s y Ligeresa entre otras marcas líderes del sector. Resulta que, en realidad, la mayonesa Calvé Casera tiene de casera lo que tengo yo de ruso, o sea, nada. Sin embargo, el fabricante no tiene reparo en, una clara violación de los más elementales principios éticos, etiquetarla con todo tipo de guiños y referencias a un producto casero.

Se ve que para los señores de Unilever en España una mayonesa casera se hace (en orden de mayor a menor concentración) con un 50% de aceite de soja -que no es del color amarillo oliva que aparece en la foto de la etiqueta-, agua, vinagre de vino (5,1%), yema de huevo de gallinas camperas, almidón de trigo, almidón modificado de maíz, azúcar, sal, cloruro potásico, aromas, espesantes (goma garrofin, goma guar), zumo de limón concentrado y colorante. Imagino que eso de hacer la mayonesa con el huevo completo, aceite de oliva y una pizca de sal y limón está anticuado y lo verdaderamente casero es ponerle almidones de cereales y granos, gomas y demás inventos.

Composición y valores nutricionales de la mayonesa Calvé Casera

Composición y valores nutricionales de la mayonesa Calvé Casera

A nadie debe extrañarle con esta composición que esta mayonesa tenga casi un 5% de carbohidratos cuando la mayonesa normal no debería tener ninguno o tenga menos de un 1% de proteínas porque no se usa el huevo completo, sino sólo la yema, lo que además supongo que explica que no emulsione la mezcla de manera adecuada y tengan que andar añadiéndoles almidones y espesantes.

A mi no me parece mal que haya una mayonesa de bote que tenga esta composición -y un precio acorde a dicha composición, claro-. Lo que me parece fatal es que esa mayonesa se presente como presuntamente casera, adornada con fotos de huevos y aceite de oliva, y que en realidad diste mucho de ser una mayonesa. En cualquier caso, y aunque yo compro la mayonesa que he comentado antes para tenerla en caso de emergencia o para algo rápido, por lo general lo recomendable es gastar un par de minutos, un huevo fresco, un buen aceite, un pellizco de sal y medio limón exprimido para obtener una mayonesa de calidad con unos valores nutricionales muy buenos, con unas proteínas y grasas de mucha calidad, que lejos de hacernos engordar (salvo que usemos cantidades disparatadas) nos servirá para aderezar multitud de recetas.

Denunciable: Zumo de Naranja Embotellado

Durante años me tomé un gran zumo de naranja por las mañanas cuando desayunaba. Jamás se me ocurrió pensar que era una de las alternativas menos indicadas para adelgazar. Al contrario, me tomaba el zumo pensando que era una de las cosas más sanas y nutritivas que iba a tomarme en todo el día. Así estaba. Si todavía no has leído nada al respecto del zumo de naranja, lo que voy a contar aquí puede que te suene un poco raro, pero en una reciente visita al supermercado me he traído unas fotos para convencerte de que lo que te voy a contar no es producto de mi imaginación ni ciencia ficción.

A todos los efectos, no hay demasiada diferencia entre tomar un gran vaso de zumo de naranja y tomar un gran vaso de agua con azúcar. De hecho, como vamos a ver en breve, un vaso de zumo de naranja embotellado es nutricionalmente similar a un vaso de refresco de cola habitual, que a su vez es simplemente un vaso de agua con azúcar, colorantes, saborizantes y demás polvos mágicos.

Para este artículo he seleccionado una de las marcas de zumo más vendidas en España y me he fijado especialmente en su marketing y sus valores nutricionales. Mi conclusión es que además de ser un producto poco saludable, el marketing que utiliza el fabricante para poner esto en el mercado es, cuando menos, poco ético. En el libro explico claramente que si quieres adelgazar la idea de tomar zumos de fruta no es lo más acertado que puedes hacer. Si ya de por sí muchas frutas tienen un índice glucémico alto y un contenido significativo de hidratos de carbono, que nos sacarán de la cetosis, cuando las convertimos en zumo y eliminamos la fibra, el resultado es, nutricionalmente hablando, bastante lamentable.

Valores Nutricionales del Zumo Don Simón

Valores Nutricionales del Zumo Don Simón

Como puede verse en la tabla de valores nutricionales de este zumo de naranja, insisto, uno de los más vendidos en España, en cada 100ml de producto hay, básicamente, 10,4 gramos de carbohidratos de los cuales TODOS son los procedentes del azúcar. Esto es prácticamente la misma cantidad de azúcar que hay en una lata de tu refresco de cola favorito. Como ves en la etiqueta de valores nutricionales, la cantidad de proteínas, grasas y fibra son básicamente despreciables. Sin embargo, resulta curioso que haya 32 mg de vitamina C en 100 ml de producto porque la naranja tiene unos 50 mg por cada 100 gr de producto, así que si nos vamos a la lista de ingredientes encontramos que, además de zumo de naranja (55%), esta bebida tiene agua, pulpa de naranja (5%), azúcar y vitamina C. Ni siquiera añadiendo más vitamina C consiguen que esta bebida tenga la cantidad de vitamina C que se espera de una naranja.

La Cantidad Diaria Recomendada (CDR) de vitamina C va de 90 a 125mg para adultos, aunque muchos expertos recomiendan llegar hasta 1000mg (1g). Por ello, los 32mg que aporta este producto por cada 100 ml, en el mejor de los casos supone un 35% de la CDR, bastante pobre. Para tomar la cantidad de vitamina C que yo tomo con mi multivitamínico, unos 170mg, habría que tomar más de medio litro de este «zumo», lo que supondría ingerir, de golpe, casi 60 gramos de azúcar. ¿De verdad alguien piensa que tomar este producto por la mañana es saludable?

Botella de Don Simón Naranja

Botella de Don Simón Naranja

Mirando la parte delantera del envase nos damos cuenta de como juegan con los consumidores. Para empezar, no pone la palabra «zumo» por ningún lado, y esto es porque en realidad no puede considerarse zumo, sino néctar (por la cantidad de agua y azúcar que le añaden). Sin embargo, para engañar al consumidor ponen un dibujo de un exprimidor y escriben frases como «con naranjas exprimidas» o «contiene 12 naranjas». Aunque parecen buenas noticias, en realidad no lo son tanto. El envase es de 1,5 litros y si realmente contiene 12 naranjas, ya resulta bastante obvio que la cantidad de agua que contiene es realmente alta.

Uno de los mitos más extendidos con respecto a los zumos -y con respecto a la fruta en general- es que la cantidad de azúcar que contienen no es «dañina» porque es fructosa, un azúcar natural. Voy a aprovechar para dar unas pinceladas al respecto de este mito. Para empezar, el azúcar blanca común que se consume, llamada sacarosa, es un disacárido que contiene 2 moléculas, una de glucosa y otra de fructosa. Cuando ingerimos azúcar refinada también ingerimos fructosa. Por otro lado, aunque la mayoría de las frutas son ricas en fructosa, también contienen glucosa. Aunque hay ciertas diferencias entre la glucosa y la fructosa, su fórmula empírica es la misma (C6H12O6), con lo cual deberíamos sospechar que si una no es muy buena para el organismo, la otra tampoco. Además, cuando ingerimos azúcar lo primero que ocurre en nuestro organismo, y a toda velocidad, es que la sacarosa se descompone en glucosa y fructosa, tanto en el estómago como en el intestino, por lo que ingerir fruta e ingerir azúcar, en este sentido, es similar, si bien es cierto que hay ciertas frutas con contenidos bajos de azúcar en general, como las fresas, moras, frambuesas, y los frutos del bosque en general.

La principal diferencia entre ambas moléculas es la forma en que el organismo las procesa, ambas con efectos nocivos cuando se reitera su consumo. La glucosa porque aumenta de golpe la glucemia y produce picos de insulina y la fructosa porque paraliza la actividad normal del hígado -que la convierte en glucosa- y por tanto acaba contribuyendo igualmente a la glucemia, al tiempo que produce subida de colesterol y triglicéridos y provoca acumulación de grasa en el hígado. Por lo tanto, el zumo de naranja y la fructosa en general no son alimentos apropiados para adelgazar. Este es un tema que trataré con más profundidad en breve en el libro que estoy preparando, La Gran Mentira de la Nutrición.

Denunciable: Pescado Empanado Carrefour y Pescanova

Pescado Rebozado Congelado

Pescado Rebozado Congelado

Uno de los errores que los padres cometemos en nuestro afán de darle lo mejor a nuestros hijos es elegir erróneamente los alimentos por criterios equivocados. Yo mismo, durante mucho tiempo he comprado alimentos procesados para mis hijos pensando que les estaba comprando lo mejor que mi dinero les podía comprar. De este modo y como cuento en el libro, compraba las famosas pechugas «vuelta y vuelta» o incluso «nutritivas» cenas a base de pescado congelado. Después de todo, ¿Quién no sabe que el pescado congelado conserva intactas sus propiedades nutricionales? Bueno, lo cierto es que las cosas no son siempre lo que parecen…

El otro día me puse a mirar en el supermercado los ingredientes y los valores nutricionales de los alimentos diseñados para niños y una de las paradas de mi ruta fue la sección de congelados. Allí llamó mi atención un envase de pescado empanado para niños de la marca Carrefour Kids. Llamó mi atención porque en la parte de abajo a la derecha de la caja aparece un letrero de muchos colores que pone «Nutri Band» y pensé que quizás se habían preocupado de hacer un producto con muy buenos valores nutricionales para los niños. La realidad por desgracia es bastante distinta.

Pescado Rebozado Carrefour Kids

Pescado Rebozado Carrefour Kids

A mí no me preocupan los productos fritos porque deben llevar una cantidad insignificante de carbohidratos en la cobertura y si se fríen en buen aceite a la temperatura adecuada no tienen porqué ser malos. Además, si los haces en casa, los puedes rebozar en salvado de trigo como explico en esta receta y el sabor y textura son el mismo que usando pan rallado sin el aporte de carbohidratos refinados de este último. Sin embargo, lo de este «pescado» es una auténtica tomadura de pelo. Mirando su composición vemos que tiene pescado blanco en un 56%. El resto, aparentemente, es el empanado, que lleva harina de trigo, almidón de trigo, sal, levadura y especias. ¡Un 44% de pan en una cena de pescado para los niños! Espero que no se os ocurra hacerle a los niños un sándwich de este pescado, porque les estaréis dando pan con pan.

No es de extrañar que los valores nutricionales que aporta sean absurdos. Por cada 100 gramos de producto, este preparado tiene 11 gramos de proteína, 1 gramos de grasa y ¡21 gramos de carbohidratos! La merluza, que según pone por atrás en la caja es el pescado blanco que usan para fabricar esto, tiene por cada 100 gramos de pescado 27 gramos de proteína (casi el triple), 4 gramos de grasa (4 veces más) y ni un sólo gramo de carbohidratos. Vamos, que si uno le da este preparado a sus hijos pensando que le está dando un pescado rico en nutrientes, ya puede ir abriendo los ojos porque, básicamente, les está cebando como a los cochinillos. Además, si como he visto hacer en muchas casas, embadurnan el preparado con kétchup, que viene a tener otros 30 gramos de azúcar por 100 gramos de producto, el camino hacia la obesidad y la desnutrición está servido.

Resulta que el tema ese de Nutri Band que había leído en el frontal de la caja hacía referencia a un gráfico inservible que solo sirve para engañar y confundir al consumidor, cuya foto os pego aquí abajo. Ni lo comento porque es absurdo dado que aparentemente sólo hay niños con dos edades en el mundo y sería más lógico y sencillo poner los verdaderos valores nutricionales y no una serie de porcentajes que no resuelven ninguna duda…

Valores Nutricionales Nutri Band de Carrefour

Valores Nutricionales Nutri Band de Carrefour

El caso es que visto este producto supuse -erróneamente- que si miraba los valores de una marca de las de toda la vida (ya sabes, valor seguro…), pues que las cosas serían distintas. De modo que cogí una caja de Merluza Empanada Pescanova, que trae 10 «peskitos». Digamos, por simplificar, que los de Carrefour me parecen buenos al lado de estos. Atención a los ingredientes: Merluza (40%), harina de trigo, agua, aceite de girasol, almidón de trigo, dextrosa de maíz, almidón modificado de maíz, sal, azúcar, levadura, albúmina de huevo, espesante (carragenina) y especias (pimentón y cúrcuma). ¡Madre mía! Un plato de pescado que lleva un 40% de pescado e incluye azúcar de diversos tipos: el azúcar corriente, la dextrosa de maíz y el almidón modificado de maíz, de absorción súper rápida. Si los valores nutricionales del «pescado» Carrefour eran lamentables, estos no sé como denominarlos: 8,5 miserables gramos de proteínas (algunas procedentes de la harina, de nulo valor biológico), 6 gramos de grasa (procedente principalmente del aceite vegetal, no del pescado) y, ojo al dato, ¡25 gramos de carbohidratos!

Valores nutricionales peskitos Pescanova

Valores nutricionales peskitos Pescanova

Pero todavía hay un dato más que no se nos debería pasar por alto. Como puede apreciares en la foto que acompaña estas líneas, en cada ración de 80 gramitos de este preparado de Pescanova (dos peskitos) hay el 20% de las necesidades de sodio (procedente de la sal) para un adulto medio. Obvia decir que este es un producto excesivamente salado para la dieta de un niño, que le hará retener líquido y sentirse hinchado durante horas.

En conclusión, habrá que buscar otro tipo de pescado congelado porque este es decepcionante. De momento, insisto en hacerlo en casa con cualquier pescado, huevo y salvado de trigo siguiendo esta receta.

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Denunciable: Quesos Inmortales

Denunciable: Quesos Abrilisto

Denunciable: Quesos Abrilisto

Hoy hace exactamente dos semanas que publicaba un artículo denunciando la composición de unos quesos Millán Vicente que había comprado esa misma mañana en un supermercado junto a mi oficina. En aquel artículo decía que había comprado 4 paquetes de queso distinto, pero solo hablaba de dos de ellos. Bueno, pues ahora puedo contar que con los otros dos hice un experimento que hoy vengo a denunciar.

En realidad, el experimento continua, pero ya no tengo claro que pueda acabar en un momento razonablemente próximo, así que me he decidido por contar el caso de estos otros dos paquetes de queso. En esta ocasión se trata de queso cortado en lonchas en formato de Sándwich. En realidad, no debería llamarle queso, aunque la poca vergüenza del fabricante le permite llamarle a esto en el paquete «Especialidad Alimentaria a base de Queso». Ya ni si quiera es «Especialidad Láctea» como otros. Este es directamente «Especialidad Alimentaria», lo que quiera que eso signifique…

El caso es que hace ahora exactamente 15 días que dejé esos dos paquetes de queso encima de la mesa de mi despacho. No os podéis ni imaginar la de explicaciones que he dado en estas dos semanas a las personas que han desfilado por aquí acerca de porqué tengo dos paquetes de queso encima de mi mesa, cuando deberían estar, cuando menos, en la nevera. De hecho, en el etiquetado dice claramente que se conserve entre 0 y 5 grados, algo que yo he evitado hacer a posta. De hecho, esta «especialidad alimentaria» se ha mantenido a unos estrictos 24 grados de 8 de la mañana a 8 de la tarde y entre 24 y 36 grados durante la noche y los fines de semana.

Uno esperaría que con el poco cuidado que he tenido (adrede) con la famosa especialidad, esta estaría a estas alturas corriendo con vida propia por la mesa. Pues bien, nada más lejos de la realidad. La foto que encabeza este artículo es del día que compré el queso, el pasado 16 de Julio, y la foto bajo estas líneas es de ahora mismo, 15 días después habiéndolo conservado a temperatura ambiente (ambiente de Julio en Málaga, que es un ambiente más bien caldeadito). He esperado pacientemente a que apareciese el moho y se estropease, pero la conclusión a la que he llegado es que este «queso» es inmortal y va a sobrevivirme.

Loncheados Abrilisto

Loncheados Abrilisto

¿Cómo es posible que este «queso» no se haya puesto verde y se haya estropeado? Es sencillo. Porque, una vez más, no es queso. Eso sí, como veremos ahora, el fabricante, una empresa llamada Abrilisto, s.l., se ha preocupado de incluir entre sus ingredientes un roñoso 10% de queso para poder llamar a esta guarrería «Especialidad Alimentaria a base de Queso«.

Veamos la lista de ingredientes del producto Sándwich Edam:  Grasa Vegetal, Leche en Polvo, Proteína de Leche, Fécula de Patata, Lactosuero, Sales Fundentes (E452 y E339), Queso Edam (10%), sal, acidulante (E330) y conservante (E202). La del otro producto, denominado Sándwich a secas, tiene una lista de ingredientes exactamente igual, pero obviando la palabra Edam entre sus ingredientes. Francamente, me parece un atropello y un engaño que en la etiqueta lo que aparezca en grande sean las palabras SANDWICH EDAM, algo que está específicamente diseñado para engañar al consumidor haciéndole creer que compra queso para sándwich Edam.

Me gustaría poder analizar los valores nutricionales del producto, para comentarlos aquí, pero resulta que no aparecen en el paquete, así que son difíciles de adivinar. El caso es que parece que lleva una cantidad considerable de cosas que no deberían formar parte de un queso, como la grasa vegetal [¿hidrogenada?], la fécula de patata o la proteína de leche. ¿Porqué hay que añadir proteína de leche a un queso, que se supone que está hecho con leche? Pues seguramente porque con la composición original no tendría siquiera proteínas. Si alguien está tentado a decirme que da igual usar leche que usar suero de leche con proteína de leche, tengo que decirle que está realmente equivocado.

La leche, de manera natural, tiene unas proteínas que se encuentran en diversa forma en su estructura. De la leche se extraen proteínas como el caseinato cálcico, de muy lenta asimilación, o el caseinato micelar, de asimilación más rápida. Pero también se extraen otras proteínas como el famoso Whey, que se asimila muy rápido. Como uno puede imaginarse, la velocidad de asimilación de la proteína dicta el efecto que esta tiene en el organismo y por lo tanto, el tipo de proteína que le estén añadiendo determinará el efecto que el alimento -por llamarlo de algún modo- tendrá en el organismo. Visto su precio por kilo y el resto de ingredientes, me atrevo a aventurar que no han usado caseinato en su composición.

Una vez más, mucho ojo con los «quesos» que compramos, vaya a ser que andemos preparando sándwiches de grasa vegetal hidrogenada que afecten severamente a la salud de nuestros niños por ahorrar unos euros en la lista de la compra. Para los que no leyeron el artículo anterior, recordar que el queso de verdad tiene muy pocos ingredientes, que normalmente serán Leche, cuajo (fermento), sal y opcionalmente caseina.

Denunciable: «Quesos» Rallados

Si has leído mi libro entonces sabes que opino que el queso y sus derivados, cuando son de calidad, son unos alimentos realmente nutritivos que aportan proteína de alto valor biológico y grasas saturadas naturales, que también necesitamos. También digo cuando hablo de la lista de la compra para adelgazar hay que tener cuidado porque algunos «quesos» no son quesos en realidad, sino auténticas aberraciones de ingeniería alimenticia. Hoy me he tropezado con 4 de estos «quesos» cuando estaba en un supermercado Carrefour. Ahora voy a hablaros de los dos primeros, que comparten la marca Millán Vicente y próximamente lo haré de los otros dos.

Huele a Queso, tiene aspecto de queso, está cortado y envasado como el queso… ¡pero no es queso!

Especialidad Láctea Mozzarella de Millán Vicente

Especialidad Láctea Mozzarella de Millán Vicente

El primero de estos «preparados lácteos» como le llama el fabricante es el «Especial Pizza». Como se puede apreciar en la foto que acompaña estas líneas, todo apunta a que se trata del típico queso tipo Mozzarella para usar en pizzas, y esa es sin duda la intención del fabricante, la de engañar al consumidor. Este paquete, según los datos que proporciona lleva queso mozzarela, pero en proporciones no especificadas. Los ingredientes de este compuesto son, en el orden en que están impresos en el paquete: Grasa Vegetal, proteína de leche, almidón modificado, queso mozzarella, sal, acidulante E-330 y E-331, estabilizadores E-340, E-407, E-417 y E452, suero lácteo, aroma de queso, colorante E-160a, conservante E-202 y antiapelmazante (fécula de patata). Yo mismo me sorprendo de hasta donde han logrado introducir la patata.

Bueno, pues este «Preparado Lácteo Mozzarella», como le llama el fabricante, tiene la friolera de 16 ingredientes, de los cuales necesitamos un diccionario de ingeniería industrial para saber qué son en realidad 8 de ellos. La información nutricional es difusa. No vienen los valores nutricionales por cada 100 gramos de producto, sino por cada 25, y además no está nada claro cuanta grasa tiene, pues si bien especifica unos 6 gramos, luego dice que lleva unos 3 de grasa saturada. ¿Son esos 3 parte de los otros 6? De todo lo que aparece en la lista de ingredientes, lo que más me preocupa es el primer compuesto: Grasa Vegetal. O bien no contiene proteína o al fabricante le da vergüenza decirnos cuanta contiene. Es obsceno hacer un queso a partir de grasa vegetal  y esto es precisamente lo que abunda en este compuesto. ¿Se trata de grasa vegetal hidrogenada? ¿es aceite de colza, de algodón, de lino, de maíz, de soja, de palma…? ¿Qué demonios es lo que estoy comiendo como principal ingrediente de este compuesto? Yo, no lo sé, ergo mis hijos no lo prueban.

Queso Light Tradicional

Queso Light Tradicional

En la siguiente foto vemos un queso normal de la marca El Ventero, con sus típicos 4 o 5 ingredientes: Leche (de cabra, vaca y oveja), sal, cuajo, y fermentos lácteos. Ni un conservante, ni un colorante, ni aroma artificial, ni antiapelmazantes, ni acidulantes ni nada de nada. Sólo queso. Bravo por El Ventero, que fabrica quesos sin más. Tengo que decir que Millán Vicente también fabrica y distribuye quesos de calidad pero en estos productos, aparentemente alguien ha optado más por los beneficios empresariales que por la calidad del producto.

El segundo «preparado lácteo» de Millán Vicente que he comprado hoy es el «rallado hilo». En este caso, el primer ingrediente me da más miedo todavía: Margarina, queso, almidón, sólidos lácteos, sales fundentes E-330, E452 y E-331, estabilizante E-140, aroma de queso, conservante E-202, colorante E-160b y antiapelmazante (fécula de patata). Para fabricar este producto «sólo» han necesitado 13 ingredientes para que pareciese queso… ¿o no? ¿Qué quiere decir que el ingrediente principal es margarina? ¿Se refiere a grasa hidrogenada? ¿Qué tipo de grasa es la que forma esa margarina? ¿Cuántas grasas distintas lleva esa margarina? ¿Desde cuando se puede usar un alimento en la lista de ingredientes sin especificar, a su vez, sus ingredientes? ¿Lleva tulipán con Omega-3 o Maragarina ZAS con grasas hidrogenadas? Es que no es lo mismo ocho que ochenta…

El queso tradicional suele llevar unos 20 gramos de proteína y entre 30 y 40 gramos de grasa por cada 100 gramos de producto. El «Preparado Lácteo Mozzarela» tiene una cantidad indeterminada de proteínas, y unos 24 gramos de grasa. Curiosamente aporta 300 kcal por 100 gramos de producto, que no acabo de comprender de donde salen y, que no se nos olvide, 2 gramazos de sal, el 25% de la CDR. El «Preparado Lácteo» contiene también una cantidad indeterminada de proteínas, 14 gramos de grasa y unos 2,5 gramos de sal por cada 100 gramos de producto, todo ello aportando 400 kcal. Aberrante si fuera un queso, pero como no lo es…

Especialidad Láctea Rallado Hilo Millán Vicente

Especialidad Láctea Rallado Hilo Millán Vicente

No sé como serán el resto de productos rallados de este fabricante pero si se parecen mínimamente a estas creaciones debes alejarte de ellos como alma que lleva el diablo. Es lamentable que estos productos de bajo coste, orientados a un público menos favorecido y a comidas de niños, tenga este tipo de composición que desafía toda la lógica nutricional que conocemos.

Ya no se trata de adelgazar ni de engordar, sino de comer alimentos que -cuando menos- nos ayuden a conservar la salud. Dudo mucho que haya algo en estos productos que cumpla tal fin.

Un último apunte que me dejé antes en el tintero: ambos «quesos» de Millán Vicente llevan un logotipo que dice «Sin Gluten». El gluten, como explico aquí, y por ponerlo de manera sencilla, es la proteína vegetal que contienen la mayoría de cereales, en especial el trigo. ¿Debemos suponer que estas especialidades lácteas también llevan cereales y a los señores de Millán Vicente se le ha olvidado ponerlo en la lista de ingredientes o simplemente que torticeramente usan un logotipo para tratar de confundir al consumidor con un reclamo que no tiene sentido? Esto es lo mismo que poner un logotipo de «Sin Alcohol», «Sin Nicotina» o «Libre de CFCs», vamos, un engaño en toda regla. Es de cajón que el «queso» no lleva gluten porque en una fábrica de quesos, de quesos de verdad, el trigo y el gluten no pintan nada! Pero claro, hablamos de quesos de verdad…

Denunciable: Cuidate de no comer mucho de este jamón

Jamón Cocido Campofrío Cuida-t

Jamón Cocido Campofrío Cuida-t

Uno de los productos que más me ha indignado como consumidor en los últimos meses es el jamón cocido en formato «mini» Cuida-T de Campofrío. Con ese envoltorio y ese nombre, cualquiera diría que se trata de un jamón sanísimo hecho con una carne selecta y con unos valores nutricionales espectaculares. Bueno, pues en mi opinión nada más lejos de la realidad. Vamos a ver lo que nos depara el análisis de la información proporcionada por el fabricante…

Para empezar, miremos sus valores nutricionales (por 100 gramos de producto):

  • Valor energético: 135 Kcal / 564 Kj
  • Proteínas: 10 g
  • Hidratos de carbono: 9 g
  • De los cuales azúcares: 1,5 g
  • Grasas: 6,5 g
  • De los cuales ácidos grasos saturados: 2,3 g
  • Sal: 1,5 g

Lo primero que llama la atención es la cantidad de proteína. Si este producto es tan sano como el fabricante nos quiere hacer creer, ¿cómo es posible que contenga sólo 10gr de proteína? Quiero decir, el cerdo, de media, contiene entre 15 y 20 gramos de proteína por cada 100 gramos de carne, en función del corte. Si no me equivoco, el jamón es uno de los cortes con más proteínas. ¿Dónde han ido a parar la otra mitad de proteínas?. Pero si esto llama la atención, no se queda atrás la cantidad de hidratos de carbono que contiene este producto, ¡9 gramos!, casi la misma cantidad que de proteínas. Este cerdo que utilizan los de Campofrío debe ser una raza especial, porque aunque la carne de cerdo común no tiene carbohidratos (excepto algunas trazas en el hígado), ellos han logrado hacer un «jamón», por llamarle de alguna forma, que aporta tantos carbohidratos como proteínas, algo que seguro que sus hijos le agradecerán de corazón que elimine de su dieta.

Vamos a ver de dónde salen estos valores nutricionales tan curiosos; examinemos la lista de ingredientes: Carne de cerdo, agua, fécula de patata, proteína de soja, dextrosa, sal, estabilizantes (E-451, E-407, E-415), aroma, antioxidante (E-316), conservador (E-250), colorante (E-120). Yo debo estar anticuado porque siempre pensé que el jamón cocido era eso, jamón cocido en agua con algo de azúcar. Esta receta es un conjunto de sorpresas. Ahora resulta que el jamón que tenemos que tomar para cuidarnos, según Campofrío, lleva patatas, que como todos sabemos es algo que la receta original siempre incluyó… Pero espera, aún hay más sorpresas. ¡Lleva proteína de soja! O sea, no es suficiente con que esta «carne» de cerdo tenga más o menos la mitad de proteínas que la carne de cerdo natural, es que también resulta que parte de las proteínas que contiene ni siquiera son de cerdo, sino que provienen de cualquier extracto de soja, que para colmo será muy probablemente transgénica, como la mayoría de la soja de uso industrial.

Sigamos, lleva dextrosa. No, lamento desilusionarte. La dextrosa no es una forma más saludable de azúcar. Es, pura y llanamente, glucosa. O sea, índice glucémico 100. Como disparador de la insulina tiene muy pocos rivales. No voy a entrar a valorar los 3 estabilizantes, el aroma, el antioxidante, el conservador y el colorante. Lo que si quiero valorar es que este «jamón» necesita 7 aditivos para parecer jamón, oler a jamón y tener textura de jamón. Uno acaba por ver claro porqué a este producto le han llamado «Mini York» en lugar de «Jamón Cocido», en un intento bochornoso de confundir al consumidor, haciéndole creer que compra un jamón que cuidará su salud, cuando en realidad ni compra un jamón, ni va a cuidar la salud de nadie.

Si lo comparo con el jamón cocido que yo suelo comprar (que tiene un precio similar o incluso inferior), la comparación es vergonzosa. El que yo compro aporta 18,5g de proteína, casi el doble que este, no aporta carbohidratos (0,5gr), aporta 3 gramos de grasas y menos de la mitad de aditivos. Supongo que a estas alturas no hace falta que te diga que ese jamón que yo compro no lleva patata ni soja ¿verdad?

Mi conclusión personal, si de verdad quieres cuidarte, es que no debes acercarte mucho a este producto. Si lo que buscas es adelgazar, entonces sal corriendo cuando lo veas.

Denunciable: Cereales Harrisons Minis rellenos de leche

Hoy inauguro una nueva sección del blog llamada «Denunciable«. En esta sección voy a publicar los productos alimenticios que peor opinión me generen. Lógicamente, se trata de mi opinión personal y nada más. Empiezo con este producto que apareció en mi casa por casualidad pues venía en la mochila de un compañero de uno de mis hijos que vino a pasar la tarde después del colegio. Puede que sean una marca propia de Mercadona, pero no estoy seguro. El caso es que mirando esta foto de la parte delantera de la caja, uno puede llegar a pensar que está comprando un alimento bueno para sus hijos. Analicemos la caja:

Parte frontal de la caja de cereales Harrisons

Parte frontal de la caja de cereales Harrisons

Aparece una foto de lo que parece ser unas galletitas integrales que tienen leche dentro y, a la derecha, un símbolo que dice «Cereales Integrales». También nos aparecen unos valores nutricionales arriba que no tienen demasiada mala pinta. Pero entremos al detalle. Para empezar, los valores nutricionales no son para 100gr, sino para una «ración» que el fabricante estima de 35gr y, además, pese a que la caja está claramente diseñada para el público infantil, las medidas están tomadas en base a la dieta de un adulto. No creo que haya un sólo niño que se conforme con 35 gramos de este producto en el mundo. No me creo, ni por asomo, que un niño se tome 35gr de este producto y tenga resuelta la merienda o el desayuno. Establecer la ración en 35 gramos es un insulto a la inteligencia del consumidor. Más bien me imagino que un niño cualquiera se tomará de 2 a 5 bolsitas, o sea, de 70 a 175gr del producto, lo que dispararía estos valores nutricionales anunciados y con ellos la secreción de insulina.

Detalle de la Caja de los Cereales Harrisons

Detalle de la Caja de los Cereales Harrisons

Si miramos el lateral del producto, nuevamente tenemos el sello de «cereales integrales» y una explicación con un gráfico de la importancia de tomar cereales integrales. Sin embargo, si prestamos atención, vemos en la última frase el doble engaño: primero, nos confirman que este producto tiene un decepcionante 10% de cereales integrales. Ni siquiera podemos concluir de esta afirmación si significa que de los cereales que contiene el 10% son integrales o si el 10% del producto terminado son cereales integrales. En ambos casos, el valor es tan bajo que les debería dar vergüenza anunciar el producto a bombo y platillo con varios logotipos de «cereales integrales». Además, dice que estos cereales integrales aportan «nutrientes esenciales», pero yo eso no tengo tan claro que sea cierto. Los nutrientes esenciales son los ácidos grasos esenciales y los aminoácidos esenciales. ¿Cuáles son los que aporta este producto? Misterio sin resolver…

Valores Nutricionales Cereales Harrisons

Valores Nutricionales Cereales Harrisons

Si miramos ahora los valores nutricionales del producto en el lateral, desenmascaramos el engaño de los valores nutricionales publicados en la parte frontal del paquete. Aquí vemos claramente que en  100 gramos de producto hay 66 gramos de hidratos de carbono y, más concretamente, 33 gramos de azúcar añadido. O sea, estos cereales supuestamente integrales y supuestamente más sanos que los normales, contienen un 33% de azúcar añadido y un 66% de azúcar total. Vamos, un magnífico desayuno o merienda si queremos que nuestros hijos acaben siendo diabéticos. El colmo de la composición nutricional es que el aporte de fibra se queda en el miserable 3,5%, y eso y nada es lo mismo…

En cuanto a los glúcidos, hemos pasado de leer 13% (11,6gr) en la parte frontal de la caja a comprender viendo los valores reales que tienen un 66% de hidratos, de los cuales un 33% son puro azúcar añadido.

A mí, este producto me parece denunciable especialmente por su diseño obviamente enfocado a niños, y por eso lo publico en mi blog, pero esto es sólo mi opinión…

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