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Adelgazar en cetosis

Esquema de Cetoacidosis Diabética

Esquema de Cetoacidosis Diabética

Recibo una cantidad de consultas tremenda relacionadas directa o indirectamente con la cetosis, así que hoy voy a aprovechar para recordar algunos conceptos fundamentales que se deben comprender si se quiere adelgazar o incluso mantener el peso en estado de cetosis.

Recordemos rápidamente que la cetosis es el estado metabólico en el que el cuerpo obtiene la energía principalmente a partir de la grasa. Con la dieta tradicional, nuestro organismo se encuentra en casi perenne estado de glucólisis, obteniendo la energía a partir del azúcar (glucosa). Lo que hacemos para adelgazar es cambiar el estado del cuerpo y asegurarnos que obtiene la energía de la grasa, principalmente de la que tenemos acumulada, por lo que lógicamente con el transcurso de los días, los depósitos de grasa van disminuyendo. Cabe recordar que el organismo es muy eficiente almacenando grasa, pero no lo es tanto almacenando azúcar. De hecho, sólo podemos almacenar una muy pequeña cantidad de glucosa en forma de glucógeno muscular y hepático, y para colmo por cada gramo que almacenamos retenemos aproximadamente 3 gramos de agua. Para muchos analizadores de masa corporal, como por ejemplo el Omron BF-511, ese agua es considerada masa muscular, por lo que si nos pesamos con todo ese agua almacenada, parece que tenemos más masa muscular de la que realmente tenemos. De esto hablo con más detalle en el libro Adelgazar sin Milagros y en este artículo.

Cuando iniciamos la reducción de carbohidratos en nuestra dieta, el organismo no pasa directamente a generar la energía que necesita a partir de la grasa, sino que primero usa todo ese glucógeno almacenado, lo que combinado con el que producimos a diario, puede aportar suficiente energía para dos o incluso tres días en los casos más extremos de metabolismos lentos. Pues bien, durante esos días, las reservas de glucógeno irán disminuyendo y nuestro cuerpo irá expulsando todo el agua que no necesita, fácilmente entre 1 y 4 kilos (litros) de agua en total. La primera señal de que vamos camino de entrar en cetosis es que expulsaremos más líquido del que ingerimos, pero además, los analizadores de masa corporal nos indicarán que estamos perdiendo músculo y por ende ganando porcentaje de grasa. Lógicamente, esto no es real. Lo que estamos perdiendo principalmente es líquido y no hay que preocuparse por los porcentajes de grasa y músculo en esos tres primeros días, ni cuando realicemos cualquier actividad que nos haga perder un exceso de líquido a través del sudor.

En esos dos o tres primeros días, las tiras de cetosis pueden no ser de mucha utilidad. De hecho, la utilidad de las tiras es más bien reducida. Las tiras indican la presencia de cuerpos cetónicos en la orina. Estos aparecen porque al entrar en cetosis, el organismo produce todos los cuerpos cetónicos que puede para asegurar un aporte de energía al cerebro, que se alimenta en este estado de unos 80 gramos de glucosa al día, de ácidos grasos y de cuerpos cetónicos. El organismo se afana por producir todos los que puede pues otros órganos de vital importancia, como por ejemplo el corazón, también utilizan cuerpos cetónicos como suministro adicional de energía, estemos o no en cetosis. Lo que ocurre, es que un exceso de cuerpos cetónicos -al igual que un exceso de glucosa- en sangre es tóxico y produce cetoacidosis, algo que lamentablemente muchos «especialistas» confunden con cetosis (a las entrevistas y los videos explicativos en YouTube me remito). Pues bien, para evitar la cetoacidosis el organismo expulsa el exceso de cuerpos cetónicos por la orina, por el sudor y por el aliento. Es en ese momento en que podemos detectar la cetosis utilizando las tiras para análisis de cetonas en la orina.

Conforme los días van pasando y nos mantenemos en cetosis, el organismo aprende a sintetizar únicamente la cantidad de cuerpos cetónicos que necesita y ajusta por tanto su producción de manera constante, reduciendo paulatinamente el exceso. De ahí que conforme los días pasen, las tiras salen cada vez menos oscuras, indicando la presencia de menos cuerpos cetónicos. Para el día 15 aproximadamente, el organismo se ha ajustado totalmente a la cetosis y ya no produce un exceso de cuerpos cetónicos, por lo que las tiras no se manchan. Esto lo leí por primera vez en el libro The Ketogenic Diet, del fisiólogo Norteamericano Lyle McDonald, y cada persona que he conocido que entrara en cetosis ha visto como en los primeros 15 a 20 días esta circunstancia se ha dado también en su cuerpo.

Personas como yo, que llevamos años en casi continuo estado de cetosis, además de estar perfectamente sanos, no producimos ningún exceso de cuerpos cetónicos ni por lo tanto los expulsamos por la orina, por lo que las tiras de las que hablábamos se vuelven bastante inútiles pasados los primeros 15 o 20 días, aunque son muy interesantes al principio para ayudar a detectar que hemos entrado en cetosis si somos nuevos en esta forma de alimentarnos.

A partir de esos 15-20 primeros días, y siempre que mantengamos el estado de cetosis mientras adelgazamos, nos beneficiaremos de no tener esos 3 o 4 kilos extra de líquido retenido ni tendremos la sensación de estar hinchados. Si un día comenzamos a retener líquido por cualquier motivo (comemos un exceso de carbohidratos, tomamos mucha sal o, en sufrimos cambios hormonales -por ejemplo durante el período) los valores de masa muscular subirán en el analizador, pero debemos recordar que lo harán de manera efímera, únicamente mientras tengamos ese exceso de líquido retenido.

Si vas a adelgazar en cetosis o a mantenerte en estado de cetosis, como muchas personas hacemos desde hace años, debes comenzar a comprender algunos de los principios del análisis de la masa corporal y de como influye el agua en dicho análisis. Después de todo, el agua constituye aproximadamente el 60-65% de nuestro peso corporal, y por tanto es el componente que más afecta al numerito que lees en la báscula.

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¿Dañan las dietas hiperproteícas el riñón? ¿Son peligrosas?

El riñón en las dietas hiperproteicas

El riñón en las dietas hiperproteicas

Uno de los tópicos que más se repiten cuando nos planteamos la dieta que queremos hacer para adelgazar es el del daño renal que sufrimos al realizar una dieta basada en la proteína, lo que algunos denominan dieta hiperproteíca. Lo primero que tengo que decir, que es algo que creo que le leí a Jaime Brugos hace unos meses, es que la definición de hiperproteíca es, cuando menos, extraña. Quiero decir, ¿porqué una dieta basada en los carbohidratos no es hipercarbohidraica y una basada en la proteína si es hiperproteíca? La raíz «hiper» hace referencia a algo muy grande, en exceso, pero si has leído mi libro ya sabes que el tipo de dieta que yo recomiendo para adelgazar es cualquier cosa menos una dieta con exceso de proteínas. Más bien al contrario, no tiene excesos de nada y gracias a ello nos permite adelgazar con facilidad y rapidez.

Tengo que comenzar diciendo que creo de corazón que las personas que nos alertan de los peligros de realizar una dieta basada en proteína lo hacen con buena intención, lo que ocurre que se mezcla un poco de rumorología con algo de desconocimiento y una buena dosis de alarmismo y automáticamente se propaga un mensaje erróneo. ¿De donde viene la afirmación que las dietas hiperproteicas dañan el riñón e incluso otros órganos? Pues esta afirmación viene del hecho que la proteína que ingerimos en exceso y no podemos asimilar se elimina por la orina cuando los riñones filtran la sangre. Ahora bien, la siguiente pregunta sería ¿Cuánto es un exceso de proteína en la ingesta? Pues afortunadamente sabemos que el organismo medio de un adulto puede asimilar unos 20 gramos de proteína por ingesta. Lógicamente, a mayor peso y porcentaje de músculo, mayor cantidad de proteína que podemos asimilar. Pues bien, partiendo de ese dato, podemos afirmar que uno puede comer unos 100 gramos de carne -que a su vez contienen 20 gramos de proteína- cada 3 horas aproximadamente sin que se cree ni un exceso de desecho que los riñones tengan que filtrar. Visto de este modo, una persona que coma 5 veces al día y en cada comida consuma 100 gramos de carne comerá medio kilo de carne al día. Muchos tacharían esto como una dieta «hiperproteíca» pero lo cierto es que la orina de esta persona estaría absolutamente limpia sin una mala muestra de desecho procedente del teórico exceso de proteína ingerida y sus riñones, por tanto, no habrían tenido que trabajar nada en realizar la limpieza de dicho desecho.

Ahora bien, una persona que se levante y coma un tazón de cereales con leche y fruta, coma un entrecot de 250 gramos con verduras a la plancha al mediodía, meriende un pitufo de pan integral con aceite y tomate y cene pescado con ensalada y otra pieza de fruta, jamás sería acusado de seguir una dieta «hiperproteica» y, sin embargo, habrá sometido a cierto estrés a sus riñones para eliminar el exceso de proteína en la comida, amén de otros órganos que habrían tenido que actuar ante los picos de glucosa generados con la ingesta de azúcares.

Daño renal en dietas para adelgazar

Daño renal en dietas para adelgazar

Lo cierto es que el trabajo de los riñones es filtrar la sangre y no hay estudios recientes que asocien las dietas basadas en la proteína con problemas renales en personas sanas, así que ni el que sigue una dieta supuestamente «hiperproteica» para adelgazar ni el que sigue una dieta más tradicional, van a tener problemas de riñón debido a la ingesta de proteína. Ese mito lo puedes desterrar.

Uno de los ejemplos más flagrantes de rumorología con respecto a este tema es la dieta Dukan. Como sabéis, no soy precisamente un fan de este método porque le encuentro algunas lagunas, sobre todo en la última fase, pero, dicho esto, he de reconocer que Pierre Dukan ha ayudado a adelgazar a millones de personas gracias a sus libros y sus productos. Otro tema es analizar cuantas de estas personas han vuelto a recuperar el peso perdido por los conceptos de la fase de crucero, pero lo cierto es que de primeras lo han perdido. Pues bien, tras millones de libros vendidos y millones de personas siguiendo su plan, a Pierre Dukan lo han expulsado del colegio médico y dicen que su dieta es peligrosa. Y yo me pregunto: ¿dónde están los damnificados? ¿Cuántas personas han muerto por seguir su dieta? ¿Cuántas han perdido un riñón? ¿Cuántas han sido hospitalizadas? ¿Cuántas han tenido un problema de salud? ¿Cuántos han desarrollado una enfermedad degenerativa? Obviamente, la respuesta a todas estas preguntas es cero.

Por el contrario, si pregunto si conoce a alguien que haya perdido peso usando el método Dukan, la respuesta es probablemente si y, si insisto en los resultados, seguramente me dirá que esa persona que perdió peso se encontró mejor de salud que cuando era obesa. Lo cierto es que nadie me puede negar que adelgazar, lo que se dice adelgazar, se adelgaza con su método y eso tiene consecuencias positivas directas para la salud. Sin embargo, muchos siguen «advirtiendo» de los peligros de hacer una dieta rica en proteínas o, más concretamente, los peligros de la dieta Dukan. Además, por algún motivo la gente agrupa todas las dietas para perder peso basadas en la proteína en el mismo saco. Cualquiera que haya leído mi libro o el libro La Isodieta de Jaime Brugos sabe que la dieta que yo seguí para adelgazar 35Kg en 4 meses está basada no sólo en la proteína, sino también en la grasa, y que lejos de producirme en estos años problemas de salud, me los ha curado todos. Y no soy el único. Ahí están los crecientes testimonios que voy recibiendo.

Mi consejo, si quieres adelgazar de manera rápida y sana, sin pasar hambre y mejorando tu salud, es que sigas los pasos que detallo en el libro. A mucha gente le va bien y no conozco un sólo caso de una persona que haya sufrido problemas renales por seguir una dieta en la que se aumenta la ingesta de proteína de manera equilibrada entre las distintas comidas del día. De hecho, estoy convencido de que es imposible que algo así ocurra en una persona sana. Por ello, creo que debes escuchar a las personas que te advierten de este supuesto riesgo y, con paciencia y educación, explicarles porqué están equivocados y sugerirles que te muestren en internet un caso de alguna persona que haya tenido un problema de salud por seguir una dieta similar a la que yo propongo. No te preocupes, no lo van a encontrar porque no existe.