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El problema de las gordiflacas

Personas gordiflacas, con exceso de grasa

Grasa acumulada en una persona gordiflaca

Son ya muchas las ocasiones en las que he comentado que lo importante a la hora de adelgazar no es el peso sino la composición corporal. Hay casos en los que resulta obvio que es necesario adelgazar porque el exceso de grasa es claro y notorio en una persona, pero el problema real que tenemos como sociedad es que existe una cantidad creciente de personas que, sin estar aparentemente gordas, necesitan adelgazar. Necesitan adelgazar -recuerdo a todo el mundo- porque adelgazar significa perder grasa y no necesariamente perder peso. Y estas personas, en la mayoría de las ocasiones, no son conscientes de que tienen un problema de salud oculto bajo su figura mas o menos estilizada. Mientras que para la persona visiblemente obesa el problema salta a la vista y la necesidad de adelgazar surge del mero hecho de mirarse cada día en el espejo, una persona aparentemente delgada tiene muchos más problemas para detectar la necesidad de adelgazar. Para identificar a este tipo de personas se ha acuñado recientemente un término: personas gordiflacas.

Lo que el término indica es que una persona que, aparentemente está flaca, en realidad necesita adelgazar, o sea, eliminar parte de la grasa que tiene acumulada en su cuerpo, y generar más masa muscular. En las magníficas charlas magistrales que ha impartido Jaime Brugos al respecto de su Isodieta, ha repetido hasta la saciedad  la importancia de tener una buena masa muscular para disfrutar de una salud envidiable como la suya a sus 75 años. El caso es que muchas personas confunden tener una buena masa muscular con tener una musculatura hipertrofiada, y aunque ambas cosas son compatibles, lo primero es relativamente sencillo de conseguir y lo segundo es realmente complicado y requiere muchas horas de esfuerzo y entrenamiento.

Las personas gordiflacas no están aparentemente gordas, de modo que nadie sospecharía que tienen que adelgazar, sin embargo, el porcentaje de grasa corporal que tienen es alto, incluso si la cantidad de grasa que tienen no es mucha. Pongamos un ejemplo. Una mujer de 165cm de altura y 60Kg de peso tiene un índice de masa corporal de 22, o sea, está catalogada por la OMS como normal. Sin embargo, en mi experiencia, muchas de las mujeres que presentan índices de masa corporal aparentemente normales, tienen un exceso de grasa acumulada y una baja masa muscular. A todas luces, necesitan adelgazar y generar masa muscular.

Cuando son muy jóvenes, por debajo de los 30 años, este exceso de grasa es visualmente difícil de identificar y es necesario utilizar un analizador de masa corporal para localizarlo o acudir a un especialista para que evalúe la condición física. Sin embargo, conforme los años avanzan, la aparición de celulitis -especialmente en mujeres-, de tejidos flácidos, y la deformación de ciertas partes del cuerpo, suelen ser la referencia visual para sospechar que una persona puede ser gordiflaca.

Las personas gordiflacas, con porcentajes de grasa corporal superiores al músculo esquelético, tienen que adelgazar porque están expuestas exactamente al mismo tipo de problemas que las personas visualmente obesas. Lógicamente, además de adelgazar es necesario practicar un poco de deporte para estimular el crecimiento muscular porque, lo último que queremos es que una persona esté por debajo de un peso razonable. O sea, no se trata sólo de adelgazar, de perder grasa, sino que además es muy importante generar masa muscular, músculo esquelético. Esto, que nadie se equivoque, no quiere decir que sea necesario tener una musculatura muy marcada ni hipertrofiada. Al contrario, lo que estas personas deben tratar de conseguir es mantener una figura similar a la que tienen -si es que su figura es adecuada- pero sustituyendo la grasa por músculo. Con eso, además de mejorar su salud, mejorarán su apariencia dado que sus tejidos tendrán más firmeza, su piel lucirá más tersa y, en el interior, su metabolismo funcionará mucho mejor.

Para adelgazar, estas personas gordiflacas no tienen que seguir las mismas pautas nutricionales que los obesos. Deben consumir más proteínas y más grasas por cada kilo de masa corporal, pero deben adelgazar igualmente evitando ingerir carbohidratos, especialmente los simples y refinados. La Isodieta, que no me cansaré de repetirlo, es un plan nutricional que está diseñado no solo para adelgazar si se tiene una evidente obesidad, sino para mejorar en general la salud y, los gordiflacos como es lógico, también están previstos en la Isodieta. Si crees que puedes ser gordiflaco no dudes en informarte acerca de cómo la Isodieta puede ayudarte a eliminar grasa y generar masa muscular, o sea, ayudarte a adelgazar aunque aparentemente no lo necesites.

Deshincharse de Golpe

Pez Globo Hinchado

Pez Globo Hinchado

Mientras ando barajando la idea de crear un foro para que todas las preguntas que recibo y sus correspondientes respuestas puedan ser vistas por todo el mundo y  así poder compartir la información de manera más eficiente, hoy me he decidido a publicar una pregunta que recibí ayer y darle respuesta de manera pública, pues creo que es importante para todo el mundo que esté pensando en adelgazar siguiendo el ejemplo que cuento en el libro.

Esta es la consulta que me envió ayer Carmen desde Baleares:

 

Buenos días, quiero compartir mi primera experiencia puesto que solo llevo un dia con la dieta. Pesaba ayer cuando empece 111.5kg y mido 1.52cm , ayer como es habitual pase algo de ansiedad , pero realmente hambre no era, mas bien «mono», pues bien mi sorpresa ha sido que hoy al hacer mi primer control la bascula marca una y otra vez(me pese tres veces por la duda) 105.6kg , he perdido en un solo dia 5 kg? es eso posible? mi índice de agua es ayer 38,8 y hoy 39,4 y mi grasa corporal ayer era de 46,7 y hoy 45,9 ,el musculo ayer 28,3 y hoy 28,5 .

Yo no me puedo creer que se puedan ver estos cambios tan brutales…. si asi fuera bienvenido sea… pero realmente tengo la duda de que algo no hago bien ,por favor ,¿podría alguien mirar los datos enviados y orientarme?. Muchisimas gracias y espero su respuesta.

Bien Carmen, ante todo gracias por leer el libro y ánimo en la consecución de tus objetivos. Estoy convencido que podrás alcanzarlos poniendo un poco de esfuerzo en ello. Para empezar, quiero decirte que es posible ver fluctuaciones muy importantes de peso en la báscula de un día para otro pero que la mayor parte de esa fluctuación se debe sin duda alguna al líquido. Como recordarás del libro, en torno al 65% de nuestro cuerpo es agua retenida dentro de nuestras células y por lo tanto, una alteración importante de la cantidad de agua que almacenan nuestras células produce un cambio drástico de peso.

Dicho esto, si seguiste los consejos del libro con detenimiento, estoy convencido de que también has perdido una cantidad considerable de grasa. El organismo sólo puede perder y sólo puede ganar una cantidad específica de grasa por día, que oscila entre los 250 y los 500 gramos. Simplemente no es posible perder ni ganar más grasa en un día. De hecho, la mayoría de las personas están más cerca de los 250 gramos que de los 500. Ahora bien, también es cierto que cuando estamos gordos no todo lo que tenemos acumulado es grasa.

Además de la sudoración excesiva, hay dos motivos principales que producen la pérdida de líquido en el cuerpo. Por un lado, agotar los depósitos de glucógeno muscular y por otro lado cambiar significativamente la relación sodio-potasio del organismo. Lo primero se consigue con la dieta eliminando los carbohidratos del plan nutricional, algo que seguro que has hecho ya. Lo segundo reduciendo de golpe (o incluso eliminando) el consumo de sal, algo que intuyo que también has hecho.

Ahora bien, incluso si has perdido algo de grasa y te has liberado de una parte del agua que tenías almacenada, existe otro factor que no cuadra en esta ecuación. Es el de los valores de medición de tu báscula, según los cuales, el segundo día tienes mayor porcentaje de agua que el primer día. ¿A qué podemos achacar esto? Bien, me atrevo a aventurar que la báscula que utilizas sólo tiene sensores en los pies. Algunas básculas avanzadas como la Omron BF511 que yo utilizo tienen sensores en los pies y en las manos. Pues bien, las que sólo tienen sensores en los pies tienen un talón de Aquiles que teniendo en cuenta tu peso y estatura probablemente sea lo que haga que las mediciones no sean correctas, por lo menos en cuanto a la composición corporal.

Estas básculas funcionan mandando una señal eléctrica de baja intensidad (ni siquiera la notamos) por una pierna y leyendo los datos que llegan a la otra pierna tras recorrer el cuerpo. Están diseñadas para medir el recorrido en función de la altura de cada persona, que seguramente habrás introducido. Ahora bien, cuando uno tiene un exceso de grasa acumulada, las piernas las suele tener pegadas desde casi las rodillas hasta la zona pélvica, por lo que la electricidad toma un atajo para pasar de una pierna a la otra y no hace el recorrido completo. Esto provoca que los valores de la lectura no sean correctos.

Para solucionar este problema, lo único que debes hacer es introducir un aislante entre una pierna y la otra cuando te subas a la báscula, como por ejemplo un trozo de cartón. Con esto conseguirás que la electricidad haga su recorrido completo y las mediciones sean correctas. También debes tener en cuenta que no todas las básculas son igual de precisas. La Omron que yo utilizo y muchas de la marca Tanita tienen certificado de dispositivo médico, lo que significa que los valores de sus mediciones son muy certeros, mientras que otras básculas son menos fiables. En cualquier caso, te aconsejo que utilices desde mañana mismo un cartón hasta que pierdas el suficiente peso y las piernas no te peguen y tomes esa medición como correcta a partir de ahora.

Por lo demás, ¡Enhorabuena! Esos kilos que te has quitado de encima en este primer día, incluso si alguno vuelve hoy, son un inicio perfecto pues te han permitido deshincharte y por lo tanto estoy convencido que hoy mismo ya te sientes mejor que ayer. Pronto verás que adelgazar de manera sana y rápida, como explico en el libro, es un proceso natural, que no requiere excesivo esfuerzo y en el que lejos de pasar hambre, comerás como nunca has comido antes, ganando vitalidad y perdiendo kilos a un ritmo de vértigo.

Espero que nos tengas al tanto de tus progresos y que pronto estés viendo los dos dígitos en la báscula. Tienes un largo camino por delante, pero como comprobarás, es mucho más fácil, rápido y seguro de lo que nunca habrías sospechado. Mucho ánimo y no olvides, además del peso, realizar mediciones de las partes del cuerpo que sugiero en el libro para comprobar de primera mano tu evolución y llevar un seguimiento constante.

Saludos,

Carlos Abehsera

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Comer para ganar Masa Muscular (II)

Arnold Schwarzenegger

Arnold Schwarzenegger

En el primer artículo de esta serie de dos, vimos los motivos por los que ciertos deportistas pierden demasiado peso y no consiguen generar masa muscular. Concluimos entonces que el deporte intenso y concentrado es la mejor solución para ganar masa muscular. Sin embargo, también vimos que es prácticamente imposible generar masa muscular si los nutrientes esenciales necesarios para la creación de esa masa no están disponibles en la sangre. Estos nutrientes son lógicamente la proteína y la grasa.

Hoy vamos a abordar directamente el tema de la alimentación y para comenzar vamos a desenterrar un mito: la grasa no se convierte en músculo con el ejercicio. Uno puede quemar grasa al realizar ejercicio y también puede generar masa muscular, pero no existe tal cosa como una conversión de grasa a músculo.

Los músculos están formados básicamente por fibras de proteína. Para crear estas fibras es necesario que los aminoácidos que forman esas fibras estén disponibles en la sangre. ¿Conoce a algún vegetariano musculoso? No confunda tener los músculos marcados por la ausencia de grasa que tener una gran masa muscular. No es lo mismo. La verdad es que las fuentes naturales de aminoácidos más comunes para el ser humano son la carne, los huevos, los lácteos y el pescado. De modo que si quiere aumentar su peso ganando masa muscular, vaya pensando que son estos los ingredientes que deben ser el pilar de su alimentación. No es posible generar masa muscular a base de lechuga y acelgas.

Aquellas personas que me preguntan como convertir su grasa en músculo deben tener presente que, como acabo de decir, no existe tal conversión y por lo tanto deberán realizar un doble esfuerzo, quemando grasa por un lado y generando músculo por el otro.

Para quemar grasa, como explico en el libro, lo más sencillo y natural es entrar en cetosis. Si privamos al organismo de azúcar, este comenzará a utilizar la grasa acumulada como combustible. Es importante no ingerir nada de hidratos de carbono. Algunos expertos ponen el límite en 4 gramos al día. Otros lo elevan hasta 20. Yo creo que lo mejor es tratar de ingerir cero carbohidratos y ya se nos colará alguno sin que nos demos cuenta.

Como explico en el libro, la necesidad de glucosa del cerebro la suple perfectamente el organismo sin necesidad de ingerir hidratos de carbono. Pasados los dos o tres primeros días de privación en los que puede aparecer algún malestar pasajero, el resto es pan comido.

Vamos a suponer ahora que usted ya se encuentra quemando grasas o bien que no necesita quemar más grasa y ahora lo que quiere es ganar masa muscular. El deporte es crucial y es precisamente el entrenamiento intensivo y concentrado el que genera mejores resultados. No es necesario ir a un gimnasio o disponer de un juego de pesas. En la casa se pueden hacer multitud de ejercicios que generan masa muscular, desde sentadillas a abdominales, dominadas y cualquier otro que trabaje una zona concreta del cuerpo y podamos repetir hasta la extenuación del músculo.

Cuando nos encontramos realizando repeticiones, llega un momento en el que parece que ya no podemos más. Justo en ese momento, en lugar de parar, hay que tratar de hacer dos o  tres más, por mucho que nos duela y el cerebro nos pida que paremos. Son precisamente esas dos o tres repeticiones adicionales las que nos van a producir agujetas y nos van a incrementar la masa muscular. El cuerpo va a curar esas agujetas generando más tejido muscular… siempre y cuando encuentre lo que necesita para ello, que son los aminoácidos y las grasas.

Arnold Schwarzenegger, que creo que de generar músculo sabe algo, fue el primero en decir que la clave estaba en continuar las repeticiones cuando era humanamente imposible continuar. El decía -con sus propias palabras- que había que buscar las fuerzas de donde fuera para realizar esas dos o tres repeticiones cuando nuestro cuerpo nos pedía parar pues eran precisamente esas dos o tres las que generaban el incremento de la masa muscular.

Nutricionalmente, las necesidades de una persona que tiene más músculo que grasa son más elevadas que las de las personas que tienen más grasa que músculo. Esto es debido a que el tejido muscular, sus células, necesitan estar nutridas para no morir y funcionar correctamente. Por el contrario, la grasa almacenada en el tejido adiposo no necesita ningún nutriente para conservarse.

Bien, la cantidad concreta de nutrientes que necesita una persona con más músculo que grasa es de aproximadamente 1,5 gramos de proteína y 0,75 gramos de grasa por kilo de masa corporal al día. Aquellos que quieran aumentar su masa muscular como acabo de describir, deberán ingerir 2 gramos de proteína y 1 gramo de grasa por kilo de masa corporal al día. Veamos un ejemplo.

Supongamos una persona de 80 kilos de peso que tiene más músculo que grasa y quiere aumentar su peso generando más masa muscular. Además del entrenamiento físico, esta persona necesitará ingerir 160 gramos de proteína y 80 gramos de grasa al día. Para ello, lo recomendable será hacer al menos 6 comidas al día, lo que nos da una media de 26 gramos de proteína y 13 gramos de grasa por ingesta. Como hay unos 20 gramos de proteína en 100 gramos de ternera, la comida «tipo» de esta persona será el equivalente a un filete de unos 130 gramos con 13 gramos de grasa, que podrá aportar con cualquier acompañamiento o bien como aderezo de una ensalada. Visto así no parece mucha comida, ¿verdad? Pero si hace, como he sugerido, 6 comidas al día, acabará comiendo el equivalente a 780 gramos de ternera al día. Por su parte, los 80 gramos de grasa que necesita equivalen, someramente, a 80 ml de aceite. No está mal para un día, ¿verdad?

 

Comer para Ganar Masa Muscular (I)

Masa Muscular de Cristiano Ronaldo

Masa Muscular de Cristiano Ronaldo

He tenido recientemente dos consultas acerca de como comer para ganar peso o incluso para mantenerlo cambiando los porcentajes de grasa y músculo del cuerpo. Hoy voy a tratar de responder por la parte deportiva y mañana lo haré por la parte nutritiva en una serie de dos artículos que van necesariamente de la mano.

Efectivamente, no todo en la nutrición es adelgazar. También podemos utilizar una alimentación adecuada para otros fines distintos a la pérdida de peso. Lo que nunca debemos olvidar es que, sea cual sea el objetivo de peso, lo más importante es nutrir nuestras células constantemente. No me canso de repetir que la regeneración celular se produce en nuestro cuerpo de manera constante y que si los nutrientes necesarios (aminoácidos esenciales y ácidos grasos esenciales, o sea, proteínas y grasas) están disponibles en la sangre, la regeneración celular se produce en un entorno mucho más propicio y, como explica Jaime Brugos en su libro La Isodieta, frena el envejecimiento.

Uno de los problemas que tienen las personas que realizan ejercicio prolongado a diario, ya sea corriendo, montando en bicicleta o practicando cualquier deporte que requiera mucha energía de manera continuada, es que pierden peso de manera excesiva reduciendo su masa muscular. El cuerpo humano es una máquina y como todas las máquinas, requiere energía para ponerse en movimiento. Normalmente, el organismo utiliza glucosa como combustible. También puede utilizar grasa, como cuando ajustamos el plan nutricional para adelgazar y, en extremo, puede utilizar proteínas. Pues bien, analicemos primero lo que le ocurre a las personas que realizan ejercicio continuado varios días a la semana.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que el cuerpo humano tiene serias dificultades para almacenar glucosa. La poca glucosa que puede almacenar la almacena como glucógeno hepático y glucógeno muscular. Esta glucosa es la primera que utilizan los músculos para producir energía (movimiento). Supongamos, por un momento, que cogemos una pesa de mano de varios kilos y comenzamos a realizar repeticiones ejercitando el bíceps. Al principio, la pesa nos parecerá liviana. Esto se debe a que tenemos las reservas de glucógeno muscular al máximo. Conforme vamos haciendo repeticiones, la pesa nos parece más pesada, nos cuesta más levantarla y bajarla, lo que indica que se están agotando las reservas de glucógeno. El corazón aumenta las pulsaciones, tratando desesperadamente de llevar más glucosa al bíceps, que sigue realizando repeticiones sin parar. Al final, llega un momento en el que el bíceps no puede más, sufrimos un pequeño espasmo muscular (a veces un calambre y otras veces un agarrotamiento del músculo) y definitivamente no podemos seguir haciendo repeticiones porque el glucógeno muscular del bíceps se agotó por completo y el corazón no es capaz de bombear suficiente glucógeno para reponer las reservas. Sin embargo, si después de este desgaste reposamos unos minutos, veremos que podemos retomar las repeticiones sin problema, y a mayor el descanso, más repeticiones podremos hacer. Esto se debe a que la reserva de glucógeno se ha cargado mientras reposábamos.

¿Qué les ocurre a las personas que, en lugar de realizar un ejercicio intenso y concentrado, como las pesas, realizan un ejercicio constante y prolongado? Pues básicamente que fuerzan al organismo en varios frentes a la vez. El primer frente es el cardiovascular. El ejercicio constante nos eleva las pulsaciones y nos las mantiene elevadas continuamente durante todo el ejercicio. Por su parte, el ejercicio concentrado nos eleva las pulsaciones durante un período pequeño de tiempo y luego nos las baja durante el descanso entre series. ¿Y qué tiene esto de particular? Básicamente, que el corazón también está compuesto de tejido muscular y necesita combustible para funcionar. ¿Has escuchado alguna vez que a un corredor de los 100 metros lisos o a un nadador de los 25 metros estilos le haya dado un infarto practicando su deporte? Por el contrario, ¿Cuántos casos conoces de corredores o jugadores de futbol que se hayan desplomado muertos practicando su deporte después de un esfuerzo continuado?

Retomando el tema del peso corporal y como se ve afectado por la actividad física, analicemos someramente algunos casos conocidos. Pongamos el ejemplo de Cristiano Ronaldo. Cristiano es un jugador explosivo, que no se pasa todo el partido corriendo sin parar, sino que espera pacientemente la pelota para, una vez la recibe, arrancar a toda velocidad en una cabalgada que no suele durar más de 10 o 12 segundos. Transcurrida este tiempo, vuelve a una actitud de cierto reposo. Este ejercicio concentrado que realiza le hace poseer un físico envidiable, pues fomenta el aumento de su masa muscular. Lo mismo le ocurre a otros deportistas como los corredores de sprint o los nadadores. Sin embargo, si analizamos la composición corporal de los velocistas de fondo o los ciclistas, sus cuerpos son mucho más delgados. Si, como es lógico, tienen los músculos absolutamente marcados por su falta de grasa acumulada, pero el tamaño de los músculos es irrisorio si los comparamos con los que practican ejercicio concentrado. ¿Cómo será por tanto el corazón de unos y otros?

Cuando realizamos ejercicio continuado, lo primero que nuestro organismo devora es la glucosa, la circulante en sangre y el glucógeno almacenado. Después comienza a quemar las grasas, primero las circulantes en sangre y después las acumuladas. Pero lo que ocurre después, la base del problema, es que cuando se acaban las grasas y se requiere producir más energía, hay que meterle mano a las proteínas, primero las circulantes en sangre y después, desafortunadamente, las acumuladas en el cuerpo. ¿Y donde se acumulan las proteínas en el cuerpo? Si, lo has adivinado, en las fibras musculares. De ahí que al realizar ejercicio continuado sea muy difícil por no decir imposible aumentar considerablemente la masa muscular pues todos los esfuerzos son en vano cuando nuestro organismo acaba utilizando esa misma masa muscular como combustible para generar la energía necesaria que el cuerpo requiere para el desarrollo de la actividad.

Visto esto, y antes de dejar el tema del deporte para centrarme en el próximo artículo en la nutrición, debemos meditar seriamente qué comemos y cuando lo comemos si vamos a realizar deporte continuado. La importancia es vital en el sentido literal de la palabra. Siempre se ha dicho que para este tipo de ejercicio, lo más importante eran los carbohidratos refinados, pues son una fuente de energía instantánea. Sin embargo, sabemos de sobra que esto ya no es tan cierto como parecía. Muchos deportistas están modificando la nutrición que realizan antes del entrenamiento para evitar perder masa muscular y disponer de manera continuada de las calorías necesarias para realizar la actividad.

De los tres tipos de alimentos que producen energía, dos tienen un mismo aporte calórico y otro aporta casi el doble. Las proteínas y los hidratos de carbono aportan unas 5 calorías por gramos mientras que las grasas aportan 9. Los carbohidratos, en especial los complejos y/o refinados, aportan una fuente de energía inmediata. Esto es interesante a corto plazo, pero no lo es tanto a medio y largo plazo. En efecto, si vamos a practicar media horita o cuarenta y cinco minutos de ejercicio continuado, los carbohidratos pueden ser suficientes para darnos esa energía que vamos a utilizar. Sin embargo, si nos vamos por encima de ese tiempo, los carbohidratos no serán suficientes y tendremos que recurrir a la proteína y la grasa. Las proteínas pueden ser de asimilación rápida (como el suero o whey) o de asimilación lenta, como el caseinato cálcico. Esto determina el ritmo al que el cuerpo es capaz de convertir el alimento en energía. Un carbohidrato refinado, cuando llega al estómago, se convierte casi de inmediato en glucosa y fructosa, energía inmediata. Por su parte, las proteínas y las grasas requieren unos ciclos más complejos y su conversión dura más tiempo. Esto se traduce en un aporte constante de energía durante más tiempo.

Por lo tanto, y para poner un punto y seguido en este tema, prestemos atención a lo que comemos antes del entrenamiento, sea del tipo que sea, y dejemos atrás el mito que reza que un plato de pasta es todo lo que necesitamos antes de entrenar… a no ser, claro está, que esa pasta lleve una considerable porción de carnes (proteína), aceite (grasa) y queso (proteína y grasa). Mañana retomo el tema con lo que debemos comer para aumentar la masa muscular y cómo debemos comerlo, para variar nuestros porcentajes de grasa y músculo.