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Denunciable: Devoragras de Bicentury

Galleta Devoragras de BicenturyEstaba haciendo la compra semanal cuando me he tropezado con este producto en una gran superficie: Galletas Devoragras de Bicentury. Por un momento he creído estar en el paraíso: ¿Existen galletas que devoran la grasa? ¿Cuál será su ingrediente secreto? ¿Lo habrán patentado y será una fórmula secreta como la de la Coca-Cola que sólo conocen dos o tres personas en el mundo? ¿Servirá también para eliminar la grasa de las cacerolas en la cocina? ¿Dejará mi marido de roncar?

Ya he hablado anteriormente de algún producto de esta empresa, pero creo que este se lleva la palma y ahora explicaré porqué. Por la poca información que hay en su web, deduzco que la gama «Devoragras» de Bicentury pretende ser una línea de alimentos funcionales que sirvan para estimular la pérdida de grasa comiendo productos altamente apetecibles. Para ello, por lo que leo en el empaquetado, el fabricante apuesta por un «alto contenido en fibras» y un ingrediente secreto que desvelaré al final. Vamos a analizar lo que significa «alto contenido en fibra» para los señores de Bicentury y ya de paso vamos a echar un vistazo global al ingrediente secreto que esconde su fórmula para quemar grasas.

Aunque existen varios sabores de estas milagrosas galletas, sus ingredientes y valores nutricionales son similares. Hoy vamos a examinar las de Naranja Chocolate, más que nada porque así puedo compararlas con otro producto similar del mismo sabor y podemos ver la diferencia entre un producto de calidad y un producto mediocre con mayor claridad.

Galleta Devoragras de Bicentury

Empecemos por los ingredientes, que no son pocos; de hecho son tantos que voy a usar colores para resaltar algunas cosas que quiero que veáis. Especial atención al azul por favor: Harina de Trigo, aceites y grasas vegetales ((girasol, palma y coco en proporción variable) (antioxidantes: extracto rico en tocoferol, palmitato de ascorbilo)), azúcar, fibras alimentarias, (inulina, fibra de avena), chips de chocolate (4%) (azúcar, pasta de cacao, manteca de cacao, emulgente: lecitina de soja, aromas), copos de naranja (4%) (azúcar, pulpa de naranja (30%), manzana, dextrosa, fibra de piña, espesantes (E401, E341ii), corrector de la acidez (ácido cítrico, aroma), jarabe de glucosa, aromas, extracto de camellia sinensis (té verde) (1%), emulgente: lecitina de soja, sal, gasificantes (bicarbonato sódico, fosfato ácido sódico, citrato potásico).

No es de extrañar que con esta disparatada lista de ingredientes se obtengan unos valores nutricionales pésimos (por cada 100g de producto):

  • Energía: 451 kcal
  • Grasas: 18g, de las cuales 4,9g saturadas
  • Hidratos de carbono: 63g, de los cuales azúcares 23g
  • Fibra alimentaria: 6g
  • Proteínas: 6,2g
  • Sal: 0,47g

Aquí hay tanto que denunciar que uno no sabe ni por donde empezar. Voy a tratar de ordenarlo de la mejor manera posible. En la web de Bicentury dicen textualmente «[…] Así, basar tu alimentación en el consumo de pan integral, pasta integral, arroz integral, legumbres, frutas y hortalizas, es la forma más inteligente de mantener la línea.» Lógicamente no estoy de acuerdo en absoluto con esta afirmación, pero lo que me llama la atención es que si ellos piensan que hay que tomar cereales integrales para cuidar la línea, ¿Porqué demonios no los usan en este producto? En verde, podéis ver la harina de trigo refinada encabezando la lista de ingredientes. La harina integral mejor úsela usted en casa que a estos señores de Bicentury se les ha debido acabar. En segundo lugar, en naranja, la «proporción variable» de grasas. Oiga, si la proporción es variable, ¿Cómo es posible que los valores nutricionales sean estables? El aceite de girasol es una grasa poli insaturada y los aceites de palma y coco son grasas saturadas. Si usted sabe que 4,9g de grasa en su composición son saturadas, necesariamente tiene que saber la cantidad de cada tipo de aceite que ha usado para llegar a esa cifra. ¿Qué trata de escondernos aquí? Además, ¿porqué necesita usar dos antioxidantes en la grasa? Si fuesen predominantemente saturadas (palma y coco) probablemente no los necesitaría. Me temo que algo se cuece con esta afirmación, pero no alcanzo a interpretar porqué lo han puesto así.

Azucar en los productos BicenturyPero vamos al plato fuerte, el ingrediente bomba de estas galletas que devoran grasa, el nutriente más adecuado contra la obesidad, aquel que todo gordito y gordita debería ingerir a diario y sin parar -siempre según Bicentury claro: el azúcar. Según los señores de Bicentury, un producto que contiene un 63% de carbohidratos con un alarmante 23% de azúcares es un producto estupendo para devorar grasa. Hasta en 5 ocasiones, en azul, tenemos azúcares añadidos en los ingredientes. Y digo añadidos porque además de esos azúcares añadidos, hay azúcares naturales en la manteca de cacao, en la pasta de cacao, en la pulpa de naranja y en la manzana, todos ellos de color rojo en la lista de ingredientes, además de los que contenga la harina de trigo (en verde), que como es refinada, se absorberán con facilidad.

Entonces, si el producto que representa el 23% en peso de estas galletas, el azúcar, no es el ingrediente secreto para adelgazar, ¿Cuál es? ¿Queréis saber el secreto? ¿Queréis que desvele el misterio? Vale, ahí va: es el 1% de extracto de té verde que le han puesto a las galletitas de marras. Fijaros que sencillo es adelgazar y que estúpidos somos todos. Lo que tenéis que hacer al levantaros es poner agua a hervir, y le añadís 1 cucharada de té verde y 23 cucharadas de azúcar, porque esa es la proporción que sugieren los expertos de Bicentury, y con eso seguro que «devoráis» vuestra grasa a toda velocidad sin necesidad de hacer dieta ni nada por el estilo. Esta es la ciencia de Bicentury: 1 parte de té verde por cada 23 partes de azúcar es suficiente para «devorar la grasa». La desfachatez de este producto sólo es comparable a la de Carrefour, que lo tiene puesto en el lineal de productos de dietética cuando, por su composición, bien podía estar en el de las golosinas.

Antes de que alguno venga a ilustrarme de la imposibilidad de hacer galletas de otro modo, quiero remitirme a dos galletas distintas. Por un lado, las galletas caseras que hicimos para el libro Cocinar sin Carbohidratos, que no contienen azúcares de ningún tipo y están hechas con proteínas de calidad. Pero si no te apetece cocinar y quieres tomarte alguna galleta de vez en cuando, mira los valores nutricionales de esta otra, sus ingredientes, y decide:

Galleta Oranchoc de CiaoCarb (naranja y chocolate):

Ingredientes: Gluten, aislado de proteína de soja, proteína de guisante, proteína de leche (suero), salvado de trigo, fibra de acacia, mantequilla, lactitol, maltitol, ciclamato sódico (sacarina), gasificantes (bicarbonato sódico y pirofosfato sódico). Para la cobertura de chocolate: proteína de leche (suero), proteína de cacao, proteína de arroz, Eritritol, colágeno hidrolizado, cacao, avellanas, manteca de cacao y lecitina de soja.

Galletas Protomax Oranchoc, Cocochoc y Lemonchoc de CiaoCarbValores nutricionales (por cada 100g):

  • Energía: 354 Kcal
  • Grasa: 20g de las cuales, 1,5g saturadas
  • Carbohidratos: 5g, de los cuales azúcares: 1g
  • Polialcoholes: 10g
  • Fibra:18g
  • Proteína: 38g
  • Sal: 0,13g

Dicen que las comparaciones son odiosas, pero a mí esta me parece magnífica: menos calorías, que además no provienen de carbohidratos simples, 12 veces menos carbohidratos, 23 veces menos azúcares, el triple de fibra, 6 veces más proteínas y 5 veces menos sal. De la pinta ni hablamos, porque creo que estas ganan por goleada. Eso sí, no contienen el ingrediente secreto de Bicentury, así que habrá que tomárselas con un té para que hagan el mismo efecto, ¿o quizás no queremos que hagan el mismo efecto?

¿Veis antioxidantes, espesantes o correctores de acidez en la composición? No, porque no son necesarios. Cuando los ingredientes de un producto son de calidad no hace falta añadirle todo tipo de aditivos. Un poquito de emulgente para la cobertura de chocolate y listo. En general, los productos de CiaoCarb son así. Más caros, pero infinitamente mejores.

Lógicamente, si se quiere hacer un buen producto, se puede, pero otra cosa muy distinta es hacer productos mediocres o directamente malos como las galletas Devoragras de Bicentury y tratar de engañar al consumidor, que es lo que vienen a hacer con sus artimañas basadas en una publicidad engañosa, una absoluta falta de información en su web, unas ideas sobre nutrición arcaicas y sobre todo una falta de coherencia entre sus ingredientes y sus postulados. Lo que no entiendo es como ninguna asociación de consumidores les mete mano. ¿Será porque financian a la Asociación Española de Dietistas Nutricionistas a través de estudios de escaso valor científico como este? Ahí lo dejo.

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Denunciable: Nackis Bicentury

Tortitas Nackis Bicentury sabor Jamón Ibérico

Tortitas Nackis Bicentury sabor Jamón Ibérico

El otro día me quedé con las ganas de escribir un artículo de la serie denunciable porque cuando fui a escribirlo pude comprobar que alguien lo había hecho antes que yo. De todos modos, el sábado fui a la compra y en unos minutos tenía suficientes productos en mis manos como para escribir otros tres o cuatro artículos de este tipo. Voy a empezar hoy por hablar de los snacks de la marca Bicentury llamados Nackis de Jamón Ibérico. Ocurre que, una de las preguntas que más veces recibo es «¿qué puedo comer entre horas?» y en este sentido, la búsqueda de un snack adecuado es continua. Vaya por delante que este no es adecuado para mí, y supongo que cuando entremos en detalle todo el mundo coincidirá en que no lo es para nadie.

Los Nackis de Jamón Ibérico de Bicentury anuncian a bombo y platillo en el envase que llevan un 88% menos de grasas saturadas. Ese parece ser el gancho, aprovechando que todavía hay muchas personas que siguen creyendo erróneamente que existe una relación directa entre el consumo de grasa saturada y la acumulación de grasa. El caso es que al darle la vuelta a la bolsa no sé qué es lo que me parece peor, la frase que dice «Todos los productos Bicentury han sido desarrollados por expertos en nutrición y dietética» o la que dice «sólo seleccionamos los mejores ingredientes…» porque la lista de ingredientes se las trae: Cereales (80%) (maíz y arroz), aceites vegetales (aceite de girasol alto oleico y aceite de oliva), aroma sabor jamón (derivados lácteos (contiene lactosa), sal, dextrosa, aromas (contiene derivados de soja), potenciador del sabor: 5’ribonucleótidos del sodio, maltodextrina, aromas de humo, aceite de palmiste), sal emulgente: lecitina de soja. Y digo yo, ya que sólo seleccionan los mejores ingredientes ¿Cuál es la mejor maltodextrina? ¿Y el mejor 5’ribonucleótido del sodio? Hay que joderse…

¿No es lamentable que después de todo lo que los nutricionistas y dietistas de Bicentury han tenido que estudiar para tener esos títulos que tienen no sean capaces de crear un snack si no es a base de mezclar todo tipo de cosas con nombres difícilmente pronunciables? Si traducimos los ingredientes al cristiano, tenemos que este snack son tortitas de maíz y arroz con un montón de polvitos mágicos para que parezca que saben a jamón. ¿Tan difícil es tomar un poco de jamón ibérico a media tarde que hay que recurrir a unas tortitas de dudosa capacidad nutritiva llenas de productos que pretenden simular el sabor a jamón?

Pero si la lista de ingredientes es, digamos, discreta, los valores nutricionales son la autentica repanocha. Empiezo por lo que más me ha impactado, siempre hablando de valores para 100 gramos de producto: ¡más de 3 gramos de sal! Esto es, de media, el doble que unas patatas fritas de paquete, que ya de por si están saladas. Si te comes 100 gramos de este producto te habrás tomado el 50% de la sal que deberías tomarte al día según la OMS. Pero si el consumo de sal no te preocupa -como no me preocupa a mí-, que sepas que por cada 100 gramos de estas tortitas estarás ingiriendo 72 gramos de carbohidratos, y todo apunta a que son de asimilación rápida dada su procedencia.

Y todo ello para obtener unos 8 miserables gramos de proteína de bajo valor biológico y 15 gramos de grasa, principalmente insaturada, que suma y sigue en el constante desequilibrio de ácidos grasos omega6-omega3 que sufrimos, dado que los segundos están ausentes por razones obvias en este producto. Si tengo que apostar, apostaría que este producto produce hinchazón porque fomenta la retención de líquidos, fomenta la inflamación de los tejidos porque aporta un exceso de grasas poli insaturadas, fomenta el síndrome metabólico porque muy probablemente produzca un pico de glucosa y, por tanto, de insulina, y, ante todo, no cumple su misión principal, puesto que una vez neutralizado el pico glucémico se producirá de nuevo una enorme sensación de hambre. Vamos, un snack que sirve para abrir el apetito y no para controlarlo. Vamos, para darles un premio a la investigación científica a los nutricionistas y dietistas de Bicentury supongo…

Como curiosidad, el paquete de 70 gramos cuesta 1,20€, a más de 17€ el kilo de maíz, arroz y polvitos mágicos, eso si, «con un 88% menos de grasas saturadas». ¡Toda una ganga! Sobre todo teniendo en cuenta que es posible encontrar algunos jamones ibéricos de cebo por ese precio. ¿Será mejor comerse las tortitas Bicentury o un buen jamón ibérico? No se, no se… Y, para acabar, muy en la línea de mi libro La gran mentira de la nutrición, un detalle del truco que usa el fabricante para confundir al consumidor. En letra minúscula, en la parte de atrás de la bolsa, dice «*88% menos grasas saturadas que el snack de maíz más vendido del mercado español». Esto significa, ni más ni menos, que cada 100 gramos de este producto contienen 0,7g de grasas saturadas. Pero, ¿Cuál es el snack de maíz más vendido en España? ¿Puede que sean las palomitas para microondas -que nada tienen que ver con este producto- que vienen en una bolsa de papel en grasa vegetal saturada o hidrogenada? No creo que la comparación tenga sentido alguno y probablemente es lo único a lo que puede agarrarse el fabricante a la hora de hablar de las propiedades nutricionales de este producto.

Mi consejo: si quieres un snack saludable recurre a la carne o al pescado en cualquiera de sus variedades y, desde luego, al queso y los lácteos. Estas bolsas de productos altamente industrializados no pueden ofrecerte nada que un buen producto fresco o incluso una conserva de calidad no te ofrezcan por el mismo precio o incluso menos, aportando una serie de nutrientes de calidad que tu organismo va a agradecer. Si quieres adelgazar, olvida estos productos y empieza a comer alimentos milenarios y naturales.

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