Hace casi un año comencé a trabajar en una novela de ficción centrada en el entramado de empresas que controlan la alimentación en este planeta, que son solo un puñado aunque parezca mentira. En mi novela estoy queriendo poner de manifiesto el peligro que supone para la población mundial -siempre desde mi punto de vista personal- que una misma empresa controle lo que potencialmente nos puede hacer enfermar y lo que potencialmente nos puede curar, o incluso aún peor, mitigar los síntomas mientras tomemos sus productos de por vida. Lo que vengo a escenificar en este relato de ficción es que si una empresa puede controlar la tierra, las semillas, los fertilizantes y los pesticidas que se usan en las cosechas, podrían fácilmente hacer enfermar a millones de personas, ya fuese de manera consciente o involuntaria.
Este panorama se vuelve todavía más peligroso si resulta que esa misma empresa es líder en el sector farmacéutico y controla miles de patentes de medicamentos destinados a curar o a paliar síntomas de ciertas dolencias. ¿Tan difícil sería crear una enfermedad de diseño que se introdujese en nuestro cuerpo a través de las semillas modificadas genéticamente de alimentos tan comunes como el maíz y el trigo? Yo opino que no les resultaría especialmente complicado hacer algo así. Y en ese caso, tener lista la vacuna, medicina o remedio específico para luchar contra esa dolencia.
En mi novela hablo de dos empresas de ficción, una dedicada a la farmacología y la otra al negocio de las semillas y los pesticidas. Pero ha ocurrido una cosa que supera la ficción que yo imaginaba, y es que dos gigantes reales del sector acaban de anunciar su fusión, que además supone la mayor operación de adquisición de una empresa en efectivo, según leemos en El País esta mañana. En efecto, Bayer, líder mundial en el sector de la farmacia (entre otras cosas) ha adquirido Monsanto, líder mundial en el sector de las semillas modificadas genéticamente, los pesticidas y los químicos para la industria agrícola en general. Para mí, esta fusión es realmente espeluznante, al menos del modo que yo me lo imagino en mi inconclusa novela.
La importancia que para mí tenía saber escoger adecuadamente los alimentos que consumimos y saber cuales son los nutrientes reales que en realidad necesitamos en cada momento se intensifica a partir de hoy. Desafortunadamente, no es suficiente con dejar de consumir alimentos modificados genéticamente, sino que tendremos que entender de qué se han alimentados los animales que forman parte de nuestra dieta, porque incluso si fuésemos capaces de no comer, por ejemplo, maíz modificado genéticamente, ¿Cómo podríamos de una manera razonablemente económica garantizarnos que el pollo que nos cenamos no se ha alimentado casi exclusivamente de este cereal? Y en ese caso, ¿Cómo podríamos estar seguros de que cualquier enfermedad que tuviese su origen en ese maíz no pasaría a nosotros a través del pollo?
Pues de eso versa precisamente la novela que estoy escribiendo, que catalogo como absoluta ficción. Sin embargo, uno se levanta y lee esta notica y empieza a preguntarse si la realidad supera definitivamente la ficción, y mucho me temo que la respuesta pueda ser sí.
Aún a riesgo de parecer pesado, como bastantes personas que me he encontrado estos días me han dicho que no se habían enterado, recuerdo nuevamente a todos los lectores que estoy organizando un curso intensivo orientado a re-aprender los conceptos básicos de nutrición moderna que permiten alcanzar un peso corporal adecuado, mejorar la salud y aumentar los niveles de energía de manera significativa, y que para dicho curso disponemos de nutricionistas, preparadores físicos, psicólogos y otros profesionales que se encargarán de enseñar todo lo necesario durante una semana para cambiar los hábitos alimenticios de manera sana y permanente. Como aún quedan plazas disponibles, tenéis más información al respecto en este artículo titulado Aprender a comprar, cocinar y comer para ganar salud.
Hoy he leído esta noticia. http://m.20minutos.es/noticia/2886611/0/visitas-medico-problemas-digestivos-aumentan-40-por-ciento/
Así que parece que algo que hemos hecho en los últimos años tiene algo que ver.
Ya ha aparecido un parásito del que el ser humano sería el único hospedador de origen transgénico: funis vermis o rope worm parasite.
Su ADN coincide en un 97% con un insecto de los cereales.
Yo lo he descubierto en mi intestino tras una semana en la que practiqué enemas por encontrarme indigesta y con muchos gases. Esto fue en mayo y aun no he podido deshacerme de estos entes. Llegan hasta el metro. Yo he sacado entre 50 y 60 metros. Crecen increíblemente.
Se ha encontrado en por todo el mundo. Alex A. Volinsky lo presentó en 2013 con el nombre de funis vermis.
La manipulación genética y la creación de nuevos parásitos, ANDREAS KALCKER
https://www.youtube.com/watch?v=_jzsNoxpNoI
First conference presentation rope worms. Funis Vermis. Genome project http://www.youcaring.com/FullGenome
https://www.youtube.com/watch?v=0ySOErV2-hc
Espero que la información llegue a mucha gente.
Como siempre hay que conocer otros puntos de vista….
http://jmmulet.naukas.com/2016/08/12/entrevista-sobre-transgenicos/
Hola Carlos, ¿podrías indicarme algún estudio científico que relacione el DDT con el cáncer en humanos? Gracias.
La malaria ha matado millones de niños en el mundo. http://www.sobremalaria.es/cifrasdatos.html
Hola Esteban,
No conozco estudios concretos porque no es un tema que yo siga activamente. Lo que se es que el DDT se prohibió en la práctica totalidad de los países hace años precisamente porque parecía estar asociado a bastantes casos de cáncer, y si no recuerdo mal de cuando leí esto, que fue cuando estaba preparando mis notas para el libro La Gran Mentira de la Nutrición, los casos de cáncer de pecho en niñas que habían sido amamantadas cuando eran bebés en presencia de DDT fumigado eran muy altos. En cuanto a la Malaria, creo que el enfoque de la fundación Bill & Melinda Gates, que lucha activamente contra la malaria con un presupuesto estratosférico, no defiende el uso del DDT y si el desarrollo de una vacuna. En cualquier caso, creo que no me explico bien. Lo que quiero decir no es que haya un estudio que indique que los transgénicos son seguros o inseguros. Creo que no es el momento de valorar eso. Creo que la historia nos enseña que cuando nos precipitamos a realizar cambios nutricionales de gran escala en la población las consecuencias suelen ser desastrosas. En este sentido, la industria del transgénico nos vende los transgénicos como absolutamente seguro (que puede que lo sean, no lo niego), pero mi pregunta es, ¿Cómo pueden estar tan seguros si no se han realizado pruebas a gran escala de larga duración? Comer dos tostadas untadas en grasa hidrogenada no mata a nadie. La enfermedad cardiovascular aparece cuando se llevan décadas comiendo grasa hidrogenada. Además, mi problema con los transgénicos no es tanto que estén modificados, sino el motivo de la modificación. Muchas de las modificaciones genéticas de estos vegetales están orientados a hacerlos más resistentes a los productos químicos con los que los fumigan. De este modo consiguen mayor rendimiento de las cosechas. Pero, como usan mayores cantidades de pesticidas más potentes que no afectan a la planta porque ha sido modificada genéticamente para que no le afecte, parte de esos pesticidas pueden estar llegando a nuestra mesa, ¿no? ¿Y como nos afectarán a largo plazo a nosotros? Creo que el tema no es tan simple como pretendes que sea. No puede haber ningún estudio a corto plazo que revele las consecuencias de esto a largo plazo, e incluso si lo hubiese, muy probablemente estaría manipulado en una dirección o en la otra, como muchos estudios que se publican en temas de nutrición.
Podrías indicar algunos estudios donde los transgénicos demuestren ser causantes de enfermedades?
No, claro que no. No ha pasado suficiente tiempo para entender si realmente tienen algún efecto sobre la salud. Siempre he defendido la investigación científica, incluso con transgénicos. Lo que no defiendo es la velocidad de implantación de ciertas técnicas sin que haya un período de prueba y análisis prudencial. El DDT estuvo años aprobado como insecticida agrícola y empresas como Monsanto lo vendían porque no había estudios científicos que demostrase que fuese causante de ninguna enfermedad. Sin embargo, décadas después está prohibido y se le relaciona directamente con diversos tipos de cáncer. En mi opinión, a veces hay que utilizar el sentido común y no guiarse únicamente por que haya o no haya un estudio científico concreto que supuestamente demuestre algo, y digo supuestamente porque como habrás leído, ahora parece que los estudios científicos que culpaban a las grasas de las pandemias del ser humano fueron pagados por la industria azucarera precisamente para ocultar que es este alimento el verdadero causante de dichas pandemias. Yo no digo que introducir genes de pescado en los cereales produzca enfermedades, pero tampoco digo que no las produzca. Lo que digo es que se investigue de manera independiente a fondo antes de introducir una modificación en la pauta alimentaria de millones y millones de personas cuyo código genético ha evolucionado para procesar unos alimentos concretos desde hace cerca de 2 millones de años. Lo que la ciencia nos demuestra es que los cambios alimenticios de los últimos 50-100 años han impactado negativamente sobre nuestra salud como especie, y por lo tanto antes de realizar cambios a gran escala debemos ser simplemente cuidadosos, especialmente si quien introduce un cambio que tiene potencialidad de mermar nuestra salud es el mismo que produce las medicinas que potencialmente pueden curarnos.
Y seguramente que esta noticia pasara desapercibida, pero es gravísimos!!! Este tipo de fusiones deberían prohibirse, es un peligro terrible!!! Juro que nunca he sido conspiranoia, pero esto es muy muy fuerte!!!!