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La Creatina en la pérdida de peso

Creatina para adegazarPor lo que veo en el mercado, parece que se nos avecina una hornada de alimentos suplementados con creatina. Hoy vamos a dar un repaso a qué es la creatina, para qué sirve la creatina y analizar si la creatina es adecuada para las dietas de control o pérdida de peso.

Lo primero que debemos entender es que la creatina es una molécula orgánica derivada de los aminoácidos, que el cuerpo humano sintetiza (fabrica) de manera natural en el hígado, el páncreas y los riñones, usando para ello los aminoácidos presentes en el organismo. Un adulto sano promedio puede producir alrededor de un gramo de creatina al día, pero, ¿necesitamos más de un gramo de creatina al día? La respuesta rápida es no, pero quizás pueda ser interesante en según que casos.

La Creatina como suplemento para Deportistas

La creatina como suplemento nutricionalLas moléculas de creatina son un vehículo directo e inmediato de energía para los tejidos musculares, especialmente los de tipo II (fibras musculares de contracción rápida), y juega un papel muy importante en el desarrollo de ejercicio anaeróbico, donde grandes cantidades de energía son necesarias durante un breve espacio de tiempo en ejercicios de repetición. Si te vienen a la cabeza palabras como pesas, culturismo o HIIT, estás en lo cierto, hablamos de ejercicios de alta intensidad a intervalos. La creatina que acumula nuestro cuerpo es esencial en la práctica de estas actividades. Ahora bien, el simple hecho de consumir más creatina de la que el organismo genera no aporta ventaja alguna. Resulta que, para obtener algún beneficio, no es suficiente consumir creatina, hay que proporcionar a las fibras musculares el estímulo necesario para absorber este exceso de creatina, que en seguida veremos requiere de un segundo compuesto.

Por otro lado, la creatina se encuentra de manera natural en la carne, los lácteos, el pescado y los huevos, de modo que, salvo que sigas una dieta vegana, lo más normal es que no necesites suplementar con creatina tu dieta, pues ya estés consumiendo una cantidad suficiente para el deporte que practiques. Recuerda siempre que la suplementación con creatina tiene efecto en la función muscular anaeróbica, así que si lo tuyo es el ciclismo, correr, nadar, o cualquiera otra actividad aeróbica, la creatina no tendrá ningún efecto en tu entrenamiento ni desarrollo de tu actividad.

Ahora bien, en estudios realizados con deportistas profesionales, se han observado mejoras en la recuperación después del ejercicio intenso, así como una mejora en la intensidad de los mismos, o sea,en la capacidad muscular anaeróbica. Cabe resaltar que las mejoras han sido mayores en las personas que seguían dietas vegetarianas, sin duda porque provenían de un déficit de creatina en su dieta que el suplemento ha ayudado a mejorar. En general, podemos afirmar que, en la práctica deportiva anaeróbica, una correcta suplementación con creatina (monohidrato de creatina) permite aumentar la intensidad de los entrenamientos y mejorar la recuperación muscular, especialmente en atletas con un déficit dietético de creatina, lo que a largo plazo puede incidir positivamente en la generación de nueva masa muscular y en la calidad de la misma para las funciones anaeróbicas.

La Creatina para perder peso

Sin embargo, y en mi humilde opinión, todos los beneficios que puede aportar la creatina en la práctica deportiva anaeróbica, tienen poco o ningún sentido en la pérdida de peso. Como he avanzando antes, para que los tejidos musculares absorban apropiadamente la suplementación de creatina, es necesario estimular su captación y, la sustancia que el cuerpo genera que estimula esta captación no es otra que la insulina. De ahí que los fabricantes recomienden tomar los suplementos de creatina disueltos en zumos de frutas, con el objetivo de aumentar la glucemia y generar insulina que ayude a los músculos a captar este exceso de creatina ingerido. Se han realizado investigaciones sobre la captación de la creatina mediante la insulina​ que muestran gran efectividad durante las primeras 24 horas tras el ejercicio. Lógicamente, si sigues el tipo de dieta que yo promuevo activamente en este blog y en mi libro Adelgazar sin Milagros, ya sabes perfectamente que la idea de elevar la cantidad de glucosa en sangre si pretendes adelgazar es realmente mala y absolutamente contraproducente.

Retención de líquidos al adelgazarDicho de otro modo, sin la presencia de carbohidratos en la dieta, especialmente azúcares que se conviertan rápidamente en glucosa al ser ingeridos y provoquen una respuesta insulínica, la eficacia de la suplementación con creatina es bastante limitada, por no decir nula. Pero además, si conseguimos aumentar la cantidad de creatina que nuestros músculos pueden almacenar, el primer efecto que notaremos será un incremento del agua retenida en los músculos, dado que para almacenar creatina, al igual que para almacenar glucógeno, los músculos requieren de una buena cantidad de agua, lo que de manera automática incrementa nuestro peso corporal y nuestro volumen. Por cierto que, en varones, también parece que el aumento de los almacenes de creatina conlleva un aumento de los almacenes de glucógeno muscular, lo que inevitablemente conlleva más retención de líquidos y el consiguiente aumento adicional del peso corporal. En definitiva, si suplementas la dieta con creatina y consigues aumentar los almacenes de creatina en los músculos, ganarás algo de peso y volumen, principalmente por el agua adicional que retengas.

Si esto no es suficiente para que desprecies la creatina si estás tratando de adelgazar o mantener tu peso corporal, para colmo, la cafeína, un acelerador natural del metabolismo, influye negativamente en la absorción de la creatina, por lo que si tomas un suplemento de creatina y además café o cualquiera otra fuente de cafeína, debes saber que estás consumiendo un suplemento caro que difícilmente podrás asimilar. Yo creo que, para una dieta de adelgazamiento, es mucho más importante tener un metabolismo acelerado y aumentar el gasto energético -beneficios ambos de consumir cafeína- que tener un almacén muscular de creatina mayor que permita hacer repeticiones con más peso o recuperar más rápido después de las repeticiones, salvo, claro está, que lo que realmente se persiga sea dedicarse de manera seria al culturismo o a cualquier otro ejercicio anaeróbico de alta intensidad.

Cómo elegir un suplemento de Creatina

Suplemento de Monohidrato de Creatina de Scitec NutritionSi has llegado hasta aquí es porque lo que te interesa no es adelgazar, sino mejorar tu capacidad anaeróbica de intensidad y recuperación muscular, y por tanto te estás informando sobre cómo elegir un suplemento de creatina. En ese caso, como en muchos otros que he relatado en este blog, lo primero que te recomiendo es que tu dieta contenga una cantidad razonable de proteína animal en forma de carne, pescado, lácteos y huevos, pues como dije al principio, todos ellos contienen creatina de manera natural.

Si estás en el punto de añadir más creatina a tu dieta en forma de suplemento nutricional, lo primero que debes saber es que la creatina pura es realmente inestable, por lo que que habitualmente se comercializa en forma de compuesto algo más estable: el monohidrato de creatina. Ahora bien, incluso siendo algo más estable que la creatina pura, el monohidrato de creatina también es inestable, por lo que debes buscar un suplemento en forma de polvo, que puedas reconstituir en cualquier momento, y tomarlo de inmediato una vez disuelto en líquido, preferiblemente zumo o agua azucarada, para que el organismo lo pueda metabolizar correctamente.

Parece que la dosis adecuada de creatina suplementada varía entre 0,1g y 0,25g por kilo de masa corporal al día, siendo las dosis mayores indicadas para personas con un déficit dietético de creatina, por ejemplo, los veganos. Eso no significa que toda esa creatina ingerida acabe metabolizada, sino que los aumentos en los almacenes de creatina se han observado aplicando esas dosis en los estudios, y siempre empezando con dosis mayores, de carga inicial, y reduciendo paulatinamente las dosis, dado que se ha observado que aunque en los primeros días es posible absorber hasta un 30% de las dosis, a partir del cuarto día la absorción baja hasta el 15% y por lo tanto no merece la pena consumir tanta cantidad. Si te interesa ver un suplemento de creatina monohidrato en detalle, aquí puedes ver uno.

En resumen, la creatina no es para adelgazar

Resumiendo un poco este artículo, pese a los efectos positivos que puede tener la creatina en la mejora y recuperación muscular en situaciones de ejercicio anaeróbico, yo no creo que su suplementación en dietas de adelgazamiento sea adecuada, incluso si se practica ejercicio de alta intensidad a intervalos como también suelo recomendar. Siguiendo una dieta rica en carnes, pescados, lácteos y huevos, la ingesta de creatina natural, unida a la que sintetizamos de manera orgánica, es más que suficiente para poder practicar el ejercicio necesario para reducir grasa y aumentar masa muscular, y por lo tanto no se me antoja necesario añadir un nuevo suplemento a la dieta que no acabo de ver qué beneficio aportaría.

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Ponte en forma al adelgazar

Deporte y nutrición van de la manoUn concepto habitualmente erróneo desde mi punto de vista es la supuesta necesidad de hacer ejercicio para adelgazar. Como explico en el libro Adelgazar sin Milagros, yo creo que si necesitas hacer deporte para adelgazar es que no estás siguiendo un plan nutricional adecuado y, por lo tanto, lo primero que deberías hacer es modificar tus hábitos alimenticios. Sin embargo, esto no significa que yo te esté diciendo que no hagas deporte. Lo que te estoy diciendo es que trates de adelgazar usando una alimentación adecuada y que cuando tengas el tema de la alimentación bajo control, uses el ejercicio para potenciar y mejorar tu estado físico.

Siendo muy simplista, podría decirte que si gastas 500 calorías haciendo ejercicio, podrías comer 500 calorías más, y en cierto modo tendría algo de razón. Sin embargo, si durante una semana no haces ejercicio, habrías ingerido 3.500 calorías más de las que necesitabas y, en ese caso, ¿dónde crees que iban a acabar esas calorías? En mi experiencia, el organismo es muy agradecido y aunque lleves mucho tiempo sin practicar ningún deporte, ponerse en forma es relativamente sencillo. Claro, leamos entre líneas: ponerse en forma es una cosa y tener el cuerpo de Chris Hemsworth (Thor) es otra muy distinta. Aunque lo primero es sencillo, lo segundo es bastante complicado, entre otras cosas porque el tipo mide 1’90 y, al menos en mi caso, no puedo tener jamás un cuerpo como el suyo 🙂

Chris Hemsworth tiene un cuerpo musculado y estilizadoEsta broma me sirve para ejemplificar que cada uno tenemos un cuerpo y unas características hereditarias, como la altura, y por mucho que queramos esforzarnos será difícil alcanzar ciertas metas. Ahora bien, lo que sí podemos hacer es coger el cuerpo que nos ha tocado y mejorarlo todo lo posible, y para ello el ejercicio es lógicamente fundamental. Pero entre mejorar el cuerpo hasta el máximo de su potencial y no hacer nada en absoluto hay infinidad de posibilidades intermedias y yo creo que la que deberías marcarte como objetivo inicial es, sin duda, ponerte en forma, porque es algo que va de la mano de adelgazar.

Al adelgazar perdemos kilos de grasa, y eso, además de en el espejo, se nota en el ánimo. Desde el primer día nos sentimos más activos, más animados y desde luego más felices. Esa especie de euforia podemos aprovecharla para agitar el esqueleto y movernos un poco haciendo cualquier tipo de deporte o ejercicio físico. Creo que algunas prácticas son mejores que otras, especialmente a partir de cierta edad (sí, los fatídicos 40), pero incluso estoy dispuesto a admitir a regañadientes que mejor hacer algo equivocado y en pequeñas dosis que no hacer nada.

Aunque soy consciente de que el primer día es el más difícil, a partir de ese momento puedo garantizarte que todo son facilidades y buenas noticias. Supongamos que todavía no has adelgazado, que estás empezando o planteándote empezar, o que llevas poco tiempo con esto. Estoy convencido de que sientes cierto ridículo al ponerte ropa de deporte y acudir a un gimnasio y no te sientes bien rodeado de tanta gente «fit», que es la forma moderna de decir «deportistas», porque somos así de idiotas. Pues bien, aunque te cueste creértelo, cuando acabes tu primera sesión y te mires en el espejo, detrás de todo ese sudor verás una nueva versión de tu cuerpo, más estilizada, más deportiva y más radiante. ¿Quiere esto decir que tu cuerpo ha cambiado en una sola sesión de ejercicio? No, por supuesto que no. Sin embargo, lo que sí ha cambiado es la percepción que tu cerebro tiene de tu cuerpo. Si no me crees, puedes probarlo. Mírate en el espejo antes y después de entrenar. Verás dos personas distintas. Lo curioso es que incluso si te haces dos fotos, antes y después del entrenamiento, verás dos personas distintas en las fotos. ¿Porqué? Pues porque el cerebro adapta la interpretación de lo que ve usando el resto de datos que maneja y como sabe que vienes de hacer deporte y sabe que el deporte, en general, tonifica y mejora nuestro cuerpo, pues te lo muestra así, mejorado. ¿Ves mi foto de arriba? Yo me veo mucho mejor que cuando entré el otro día al gimnasio, ¡una hora escasa antes!

El ejercicio físico es clave en la pérdida de pesoPor eso es importante el refuerzo positivo de moverse un poco, aunque sea haciendo unas cuantas sentadillas o levantando unas garrafas de agua durante un rato. Cualquier cosa te hará sentirte mejor y, salvo que lo hagas demasiado tarde, el ejercicio te hará dormir mejor también. En el lado opuesto, puedes mirarte en el espejo, pegarte un atracón de comer, y volver a mirarte. También verás una versión distinta de tu cuerpo, solo que en este caso será una versión bastante desmejorada, así que no te molestes en probarlo, fíate de mi palabra.

Cuando te alimentas correctamente garantizas el mantenimiento de la masa muscular o incluso su incremento moderado, y potencias al máximo que se queme la grasa que tienes acumulada. Por eso, hacer ejercicio si no te alimentas correctamente no es una buena idea. Sí, puede que pierdas peso, ¿pero qué tipo de tejido estás perdiendo? Ahí tienes las famosas personas gordiflacas de las que hablé hace tiempo. Lo importante no es cuanto pesas, sino de qué lo pesas. A los que dicen que el ejercicio es lo más importante para adelgazar hay que recordarles que el ejercicio sin control ni una buena alimentación puede provocar catabolismo muscular y una serie de problemas físicos asociados al mismo. Sobra decir que no hacer ejercicio y engordar sin control tampoco es adecuado. Se trata de conjugar nutrición y deporte en la justa medida, y sorprendentemente, la cantidad de deporte que se necesita para notar un cambio significativo en el estado físico no es tan grande como puedas imaginarte o quieran hacerte creer. No necesitas correr ni hacer bicicleta durante horas. De hecho, podrías ponerte en forma con sólo 4 minutos al día si fueses capaz de hacer una tabla de Tábata de manera adecuada, lo cual, dicho sea de paso, no es fácil. Pero media horita de ejercicio al día obra milagros, ¡así que anímate y empieza hoy mismo!

Por lo tanto, y para concluir con mi tesis, lo que quiero transmitir es que antes de ponerte a pensar en hacer ejercicio para adelgazar debes planear adecuadamente tu alimentación. Si resulta que sigues un plan nutricional que no te permite adelgazar perdiendo la grasa que tienes acumulada sin hacer deporte, el plan no es correcto. Si te dicen que el problema es que no haces deporte y por eso no adelgazas, se equivocan. Tienes que ser capaz de perder peso modificando tus hábitos alimenticios y vigilando la composición corporal para asegurarte que pierdes grasa y no masa muscular. Una vez que tengas este tema bajo control, entonces es el momento de proponerte un plan de actividad física que te ayude en la consecución de tu objetivo y, sobre todo, que te permita ponerte en forma en unas semanas y poder subir escaleras o andar cuesta arriba sin que el corazón diga de salirse por la boca.

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Adelgazar con entrenamiento HIIT

Después de realizar ejercicio HIITCuando en mi libro Adelgazar sin Milagros relato como logré perder más de 30 kilos en sólo 4 meses, explico que el deporte me acompañó de manera fugaz en ese camino. No me pasaba el día corriendo ni montando en bicicleta, ni siquiera andando. Al contrario, realizaba poca actividad física y de manera bastante suave. Siempre he defendido y sigo defendiendo que si necesitas muchas horas de ejercicio a la semana para adelgazar o para mantenerte en tu peso es porque la alimentación que sigues no es la adecuada para tu cuerpo. Sin embargo, años después, mi actividad física es mayor y salvo períodos de inactividad por lesión -como me sucedió prácticamente en todo 2015 y principio de 2016- trato de hacer deporte a diario, no para adelgazar, sino para mantenerme en forma y con una buena masa muscular.

Mi entrenamiento de cabecera siempre fueron las pesas porque permiten realizar ejercicio intenso a intervalos, pero en los últimos años he descubierto que se puede realizar ejercicio intenso a intervalos en prácticamente cualquier modalidad de deporte; es lo que se conoce hoy en día como HIIT (High Intensity Interval Training), que significa Ejercicio de Alta Intensidad a Intervalos.

¿Se puede adelgazar con entrenamiento HIIT?

Entrenamiento HIIT para Adelgazar

Los recientes estudios científicos demuestran que el HIIT aporta una serie de ventajas con respecto al entrenamiento de resistencia tradicional y algunas de esas ventajas están directamente relacionadas con la pérdida de grasa corporal, lo que explica porqué las personas que realizan ejercicio de alta intensidad a intervalos (HIIT) tienen más facilidad para adelgazar que aquellas que no lo practican. En concreto, parece que el entrenamiento HIIT proporciona estas ventajas:

  • Aumenta el gasto energético del cuerpo entre un 6% y un 15%
  • El gasto energético se extiende hasta 2 horas después de haber terminado el entrenamiento, lo que se conoce como EPOC (Excess Post-Exercise Oxigen Consumption), que significa Exceso de Consumo de Oxígeno Post-Ejercicio
  • Mejora la salud cardiovascular bajando la tensión arterial y mejorando la musculatura del corazón
  • Aumenta la resistencia anaeróbica… ¡y también la aeróbica!
  • Reduce el tiempo necesario para entrenar: 20 minutos son suficientes. Llevándolo al extremo -algo que requiere mucha práctica y no recomiendo a los que empiezan-, 4 minutos podrían ser suficientes usando el método Tabata, del que ya hablaré en otro artículo con más detalle y del que en cualquier caso ya hablo en mi libro La Gran Mentira de la Nutrición.
  • Mejora el tono muscular
  • Reduce la grasa abdominal gracias a la mejora en la sensibilidad a la insulina
  • Aumenta la producción de la hormona del crecimiento humano
  • Aumenta la producción de testosterona y mejora el perfil lipídico en general
  • Provoca mayores niveles de energía
  • Promueve un cambio genético en los músculos (según estudio publicado en la revista Cell Metabolism) mediante el cual se activan ciertos genes en el ADN muscular que promueven la pérdida de grasa y aumentan la fuerza muscular

El entrenamiento con pesas es, por definición, ejercicio de alta intensidad a intervalos siempre y cuando se trate de hacer muy pocas repeticiones con mucha resistencia, lo que provoca una altísima intensidad durante un breve período de tiempo, que viene seguida por un período de descanso antes de comenzar la nueva serie. Esto es, en esencia, lo que yo practicaba dos o tres veces a la semana mientras perdía grasa a toda velocidad. Lo que yo no sabía entonces y sí se ahora es que de todas las cosas que se me podían haber ocurrido hacer para adelgazar rápido, estaba haciendo precisamente la que más rápido me iba a permitir adelgazar: estaba realizando ejercicio HIIT.

Ahora bien, entrenar con pesas puede ser aburrido y es poco práctico. Es necesario ir al gimnasio o disponer de bastante equipamiento en casa, y esto provoca que salvo que se tenga una fuerza de voluntad inquebrantable sea habitual saltarse los entrenamientos. La solución a este problema radica en entender qué es lo que hace que el HIIT sea tan eficaz para adelgazar y aplicarlo a casi cualquier otra disciplina deportiva.

Amercian College of Sports MedicineEl HIIT, por definición del American College of Sports Medicine, es un entrenamiento que dura entre 20 y 60 minutos en el cual se suceden intervalos de ejercicio a muy alta intensidad con descansos. Los intervalos de ejercicio pueden durar entre 5 segundos y 8 minutos y deben realizarse entre el 80% y el 95% de la capacidad cardíaca máxima de cada persona. O sea, si lo máximo que mi corazón permite por mi edad y estado físico son 180 pulsaciones (es sólo un ejemplo), el intervalo de trabajo debe realizarse entre 144 y 171 pulsaciones por minuto. Los períodos de descanso pueden durar tanto como los períodos de  trabajo y la frecuencia cardiaca debe bajar hasta el 40-50% de la capacidad máxima, o sea, en el ejemplo anterior hasta las 80-90 pulsaciones por minuto. Debo decir, antes de nada, que subir a 180 pulsaciones y bajar a 80 de manera rápida no está al alcance de la mayoría de seres humanos que conozco, así que nadie trate de conseguir esto en su segundo entrenamiento. ¡Esto es en todo caso una meta a marcarse, no un punto de partida!

Ahora bien, dentro del entrenamiento HIIT hay diversas tendencias como por ejemplo el método Peak Fitness, que sigue y recomienda el conocido doctor Mercola y que yo practico en ocasiones, pero no quiero extenderme sobre el tema para no hacerlo demasiado técnico. En el curso intensivo Adelgazar sin Milagros que se celebrará próximamente tendremos la oportunidad de aprender y practicar diversas modalidades de HIIT, para que cada persona elija la que más le conviene realizar. Lo que sí quiero adelantar hoy es que se puede practicar entrenamiento HIIT prácticamente de cualquier manera: corriendo (sprints), en bici, haciendo remo, en el suelo haciendo flexiones o abdominales, haciendo sentadillas, con dos garrafas de agua, en una barra de dominadas, en casa con la ayuda de una silla, nadando (lo que estoy haciendo yo estos meses), subido en una cinta de correr o en una bicicleta elíptica, haciendo esquí de fondo, remando, subiendo escaleras, y prácticamente de cualquier manera que se nos ocurra. ¿Y porqué creo que esto es importante? Porque no hay ninguna excusa que me sirva de todas las que puedas darme para hacerme creer que no puedes practicar un poco de deporte dos o tres veces a la semana para ayudarte a adelgazar, mejorar tu salud y ponerte en forma.

Las excusas evitan que alcances el éxitoNo me sirve que me digas que no tienes dinero para el gimnasio, porque no necesitas ir al gimnasio. No me sirve que me digas que no tienes tiempo, porque veinte minutos los encontramos todos, y si no tú no los encuentras no te preocupes, te voy a ayudar: ponte el despertador veinte minutos antes y aparecerán ahí, como por arte de magia. No me sirve que me digas que no estás en forma y te cuesta trabajo hacer deporte, porque no se trata de que llegues al 80% de mis pulsaciones máximas, sino de las tuyas, y esto lo podemos hacer todos (lógicamente, si tienes problemas cardiovasculares, consulta antes con tu especialista por favor). No me sirve que me digas que tienes más de 60 o 70 años, porque estoy cansado de ver personas que comienzan a entrenarse por primera vez en su vida con esa edad o incluso más mayores, con resultados sorprendentes. No me sirve que me digas prácticamente nada que puedas decirme para tratar de excusarte de realizar un poco de HIIT cada dos o tres días, salvo que me digas la verdad, y esa es que simplemente no quieres hacerlo y punto. Pero claro, si decides no hacerlo no me preguntes porqué no puedes perder peso o no logras adelgazar tan rápido como lo hice yo. Porque quien algo quiere, algo le cuesta.

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Comer para Ganar Masa Muscular (I)

Masa Muscular de Cristiano Ronaldo

Masa Muscular de Cristiano Ronaldo

He tenido recientemente dos consultas acerca de como comer para ganar peso o incluso para mantenerlo cambiando los porcentajes de grasa y músculo del cuerpo. Hoy voy a tratar de responder por la parte deportiva y mañana lo haré por la parte nutritiva en una serie de dos artículos que van necesariamente de la mano.

Efectivamente, no todo en la nutrición es adelgazar. También podemos utilizar una alimentación adecuada para otros fines distintos a la pérdida de peso. Lo que nunca debemos olvidar es que, sea cual sea el objetivo de peso, lo más importante es nutrir nuestras células constantemente. No me canso de repetir que la regeneración celular se produce en nuestro cuerpo de manera constante y que si los nutrientes necesarios (aminoácidos esenciales y ácidos grasos esenciales, o sea, proteínas y grasas) están disponibles en la sangre, la regeneración celular se produce en un entorno mucho más propicio y, como explica Jaime Brugos en su libro La Isodieta, frena el envejecimiento.

Uno de los problemas que tienen las personas que realizan ejercicio prolongado a diario, ya sea corriendo, montando en bicicleta o practicando cualquier deporte que requiera mucha energía de manera continuada, es que pierden peso de manera excesiva reduciendo su masa muscular. El cuerpo humano es una máquina y como todas las máquinas, requiere energía para ponerse en movimiento. Normalmente, el organismo utiliza glucosa como combustible. También puede utilizar grasa, como cuando ajustamos el plan nutricional para adelgazar y, en extremo, puede utilizar proteínas. Pues bien, analicemos primero lo que le ocurre a las personas que realizan ejercicio continuado varios días a la semana.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que el cuerpo humano tiene serias dificultades para almacenar glucosa. La poca glucosa que puede almacenar la almacena como glucógeno hepático y glucógeno muscular. Esta glucosa es la primera que utilizan los músculos para producir energía (movimiento). Supongamos, por un momento, que cogemos una pesa de mano de varios kilos y comenzamos a realizar repeticiones ejercitando el bíceps. Al principio, la pesa nos parecerá liviana. Esto se debe a que tenemos las reservas de glucógeno muscular al máximo. Conforme vamos haciendo repeticiones, la pesa nos parece más pesada, nos cuesta más levantarla y bajarla, lo que indica que se están agotando las reservas de glucógeno. El corazón aumenta las pulsaciones, tratando desesperadamente de llevar más glucosa al bíceps, que sigue realizando repeticiones sin parar. Al final, llega un momento en el que el bíceps no puede más, sufrimos un pequeño espasmo muscular (a veces un calambre y otras veces un agarrotamiento del músculo) y definitivamente no podemos seguir haciendo repeticiones porque el glucógeno muscular del bíceps se agotó por completo y el corazón no es capaz de bombear suficiente glucógeno para reponer las reservas. Sin embargo, si después de este desgaste reposamos unos minutos, veremos que podemos retomar las repeticiones sin problema, y a mayor el descanso, más repeticiones podremos hacer. Esto se debe a que la reserva de glucógeno se ha cargado mientras reposábamos.

¿Qué les ocurre a las personas que, en lugar de realizar un ejercicio intenso y concentrado, como las pesas, realizan un ejercicio constante y prolongado? Pues básicamente que fuerzan al organismo en varios frentes a la vez. El primer frente es el cardiovascular. El ejercicio constante nos eleva las pulsaciones y nos las mantiene elevadas continuamente durante todo el ejercicio. Por su parte, el ejercicio concentrado nos eleva las pulsaciones durante un período pequeño de tiempo y luego nos las baja durante el descanso entre series. ¿Y qué tiene esto de particular? Básicamente, que el corazón también está compuesto de tejido muscular y necesita combustible para funcionar. ¿Has escuchado alguna vez que a un corredor de los 100 metros lisos o a un nadador de los 25 metros estilos le haya dado un infarto practicando su deporte? Por el contrario, ¿Cuántos casos conoces de corredores o jugadores de futbol que se hayan desplomado muertos practicando su deporte después de un esfuerzo continuado?

Retomando el tema del peso corporal y como se ve afectado por la actividad física, analicemos someramente algunos casos conocidos. Pongamos el ejemplo de Cristiano Ronaldo. Cristiano es un jugador explosivo, que no se pasa todo el partido corriendo sin parar, sino que espera pacientemente la pelota para, una vez la recibe, arrancar a toda velocidad en una cabalgada que no suele durar más de 10 o 12 segundos. Transcurrida este tiempo, vuelve a una actitud de cierto reposo. Este ejercicio concentrado que realiza le hace poseer un físico envidiable, pues fomenta el aumento de su masa muscular. Lo mismo le ocurre a otros deportistas como los corredores de sprint o los nadadores. Sin embargo, si analizamos la composición corporal de los velocistas de fondo o los ciclistas, sus cuerpos son mucho más delgados. Si, como es lógico, tienen los músculos absolutamente marcados por su falta de grasa acumulada, pero el tamaño de los músculos es irrisorio si los comparamos con los que practican ejercicio concentrado. ¿Cómo será por tanto el corazón de unos y otros?

Cuando realizamos ejercicio continuado, lo primero que nuestro organismo devora es la glucosa, la circulante en sangre y el glucógeno almacenado. Después comienza a quemar las grasas, primero las circulantes en sangre y después las acumuladas. Pero lo que ocurre después, la base del problema, es que cuando se acaban las grasas y se requiere producir más energía, hay que meterle mano a las proteínas, primero las circulantes en sangre y después, desafortunadamente, las acumuladas en el cuerpo. ¿Y donde se acumulan las proteínas en el cuerpo? Si, lo has adivinado, en las fibras musculares. De ahí que al realizar ejercicio continuado sea muy difícil por no decir imposible aumentar considerablemente la masa muscular pues todos los esfuerzos son en vano cuando nuestro organismo acaba utilizando esa misma masa muscular como combustible para generar la energía necesaria que el cuerpo requiere para el desarrollo de la actividad.

Visto esto, y antes de dejar el tema del deporte para centrarme en el próximo artículo en la nutrición, debemos meditar seriamente qué comemos y cuando lo comemos si vamos a realizar deporte continuado. La importancia es vital en el sentido literal de la palabra. Siempre se ha dicho que para este tipo de ejercicio, lo más importante eran los carbohidratos refinados, pues son una fuente de energía instantánea. Sin embargo, sabemos de sobra que esto ya no es tan cierto como parecía. Muchos deportistas están modificando la nutrición que realizan antes del entrenamiento para evitar perder masa muscular y disponer de manera continuada de las calorías necesarias para realizar la actividad.

De los tres tipos de alimentos que producen energía, dos tienen un mismo aporte calórico y otro aporta casi el doble. Las proteínas y los hidratos de carbono aportan unas 5 calorías por gramos mientras que las grasas aportan 9. Los carbohidratos, en especial los complejos y/o refinados, aportan una fuente de energía inmediata. Esto es interesante a corto plazo, pero no lo es tanto a medio y largo plazo. En efecto, si vamos a practicar media horita o cuarenta y cinco minutos de ejercicio continuado, los carbohidratos pueden ser suficientes para darnos esa energía que vamos a utilizar. Sin embargo, si nos vamos por encima de ese tiempo, los carbohidratos no serán suficientes y tendremos que recurrir a la proteína y la grasa. Las proteínas pueden ser de asimilación rápida (como el suero o whey) o de asimilación lenta, como el caseinato cálcico. Esto determina el ritmo al que el cuerpo es capaz de convertir el alimento en energía. Un carbohidrato refinado, cuando llega al estómago, se convierte casi de inmediato en glucosa y fructosa, energía inmediata. Por su parte, las proteínas y las grasas requieren unos ciclos más complejos y su conversión dura más tiempo. Esto se traduce en un aporte constante de energía durante más tiempo.

Por lo tanto, y para poner un punto y seguido en este tema, prestemos atención a lo que comemos antes del entrenamiento, sea del tipo que sea, y dejemos atrás el mito que reza que un plato de pasta es todo lo que necesitamos antes de entrenar… a no ser, claro está, que esa pasta lleve una considerable porción de carnes (proteína), aceite (grasa) y queso (proteína y grasa). Mañana retomo el tema con lo que debemos comer para aumentar la masa muscular y cómo debemos comerlo, para variar nuestros porcentajes de grasa y músculo.