Mes: enero 2019

Seguir la Isodieta sin tomar lácteos

Bastantes personas me han preguntado si pueden seguir la Isodieta sin tomar lácteos porque las proteínas de caseinato cálcico que recomiendo para complementar los alimentos naturales que tomamos en la Isodieta proceden de la leche, y algunas personas son alérgicas o sensibles a la leche o sus compuestos. Afortunadamente, hay alternativas muy interesantes como voy a explicar.

¿Puedes seguir la Isodieta sin tomar lácteos? Rotundamente sí.

Recuerdo rápidamente que, para adelgazar usando la Isodieta, debes hacer entre 5 y 7 comidas al día, controlando las cantidades de alimentos que ingieres. En concreto, lo importante es vigilar la cantidad de proteína y grasa que se ingiere a la vez que limitamos al máximo la ingesta de carbohidratos, y todo ello según nuestra masa corporal. Aunque se puede seguir la Isodieta consumiendo únicamente productos naturales, la ventaja de intercalar batidos de proteína (además de su bajo coste por ingesta) es que son una forma fácil, rápida y segura de ingerir los nutrientes que necesitamos.

Para elaborar batidos de proteína (como expliqué en este vídeo), usamos normalmente un poco de leche o agua, proteína en polvo, una fuente de grasa (por ejemplo aceite de coco o aceite de oliva) y una fuente de fibra, como por ejemplo el salvado de trigo fino. El principal nutriente del batido será la proteína, de ahí la importancia de escogerla bien. La más adecuada para dietas de adelgazamiento es sin duda alguna el Caseinato Cálcico, una proteína natural de la leche que se absorbe lentamente en el organismo. Normalmente recomiendo Casein Pro para realizar los batidos, dado que ambas son básicamente Caseinato Cálcico con más o menos aditivos.

Sin embargo, si no puedes tomar leche por cualquier motivo, esta proteína no es adecuada para ti, pues son, en esencia, leche deshidatada. ¿Significa esto que no puedes seguir la Isodieta? Rotundamente no. Además de que podrías seguirla sin utilizar proteína en polvo, la realidad es que hay otros tipos de proteína adecuados cuando usas la Isodieta para adelgazar. De todas ellas, hay una que me gusta especialmente: la proteína de huevo.

La proteína del huevo de gallina se considera la mejor proteína de cualquier alimento. Tanto es así que el patrón que se utiliza para calcular la calidad de una proteína es precisamente la comparación con la proteína de huevo. Es una proteína rica en todos los aminoácidos esenciales y su biodisponibilidad (la parte que absorbe el cuerpo) es realmente alta. No es tan lenta de asimilar como el caseinato cálcico, pero tampoco es de asimilación ultra rápida como por ejemplo el aislado de suero de leche. Por ello, también se puede usar en la Isodieta si es que no puedes tomar caseinato cálcico.

Los huevos son un alimento saludable

El alimento con mejor calidad de proteína es el huevo

Históricamente, la proteína de huevo se utilizaba erróneamente ingiriendo claras de huevo crudas. Sin embargo, la clara de huevo cruda no es asimilable, por lo que no tiene un efecto nutritivo en el organismo. Seguramente recordarás cualquier escena de una película de los 80 o los 90 donde alguien se desayunaba un batido de verduras al que añadía claras de huevo. Buen marketing, pero nula eficacia del alimento, pues esa proteína cruda, aunque sea batida, no se puede asimilar.

La proteína de huevo, en formato de polvo, sí que se puede asimilar completamente, lo que garantiza el aporte adecuado de aminoácidos entre comidas y contribuye a estabilizar los niveles de glucosa e insulina en sangre. La proteína de huevo está disponible en el mercado en varias marcas y con distintos sabores, como por ejemplo los que puedes ver pinchando aquí.

Si te decides a probar nuevos batidos de proteína usando clara de huevo, recuerda que debes calcular la cantidad de proteína que ingieres, y la cantidad de proteína será la que dice la tabla nutricional de cada producto. Al contrario que con el Casein Pro, que son casi totalmente proteína pura, los botes de proteína de huevo tienen una concentración de entre el 70 y el 80 porciento. O sea, 10 gramos de producto no son 10 gramos de proteína, sino 7 u 8 gramos, en función del fabricante y el sabor.

Del mismo modo que sustituyes los batidos de proteína de leche por batidos de proteína de huevo, puedes sustituir los alimentos lácteos por huevos, siempre y cuando los consumas cocinados. De este modo, puedes tomar huevos duros, fritos, revueltos o al horno, vigilando siempre los aportes de proteína y grasa y teniendo en cuenta que, aproximadamente, en 100 gramos de huevo crudo hay unos 12-14 gramos de proteína y unos 10-12 gramos de grasa. Al ser un alimento absolutamente natural, su composición exacta varía según la alimentación de las gallinas, pero como he dicho muchas veces, no se trata de ser absolutamente exacto en cada medición, sino de, en conjunto, ser bastante aproximado al objetivo cuando hablamos de cantidades ingeridas.

¿Te ha gustado este artículo?

Suscríbete al blog ahora de manera gratuita para recibir en tu correo electrónico los próximos artículos que vaya escribiendo sobre nutrición saludable dejándome tu dirección aquí. No la usaré para nada ajeno al blog ni recibirás correo basura mío, y podrás darte de baja en cualquier momento haciendo un sólo click. Además, solo por suscribirte al blog podrás leer dos capítulos de mi libro La gran mentira de la nutrición de manera absolutamente gratuita, que creo que te gustarán bastante si tienes interés en cuidarte o cuidar de tu familia. También te agradezco que compartas este artículo en las redes sociales para darle difusión y llegar a más personas.

Recuperando la Rutina Nutricional

llegó 2019 adelgazar sin milagros

Pues ya llegó 2019 y espero que con él los buenos hábitos. En lo que me toca, voy a tratar de recuperar un poco el ritmo de publicaciones en el blog, que lo tengo bastante atrancado desde hace unos meses y de paso voy a intensificar el gimnasio, ya mirando a la operación bikini a lo lejos en el horizonte.

Muchísimas personas, yo entre ellos, coge algo de peso durante las navidades. Es muy difícil mantener la dieta a raya si tienes una agenda social medianamente apretada, y aquí lo importante es haber cogido cuanto menos kilos, mejor, porque algún kilillo ya se da por descontado. Afortunadamente y como ya he repetido muchas veces, peso que rápido viene, rápido se va. Hoy vamos a recordar algunos principios fundamentales que hay que tener en cuenta a la vuelta de las fiestas de Navidad.

Si has seguido un tiempo la Isodieta o cualquier otra dieta cetogénica para adelgazar, entonces ya sabes que te has mantenido en cetosis. El primer efecto de la cetosis es la descarga del glucógeno muscular, o sea, nuestras reservas de glucosa. Como recordarás del libro Adelgazar sin Milagros, nuestra capacidad de almacenar glucosa es bastante limitada. Al contrario, como especie se nos da mucho mejor almacenar grasa, en mi opinión, porque la grasa es el combustible idóneo para el organismo, no los glúcidos.

Pues bien, no sólo tenemos limitada la cantidad de glucosa que podemos almacenar, sino que además nuestro cuerpo es bastante torpe almacenándola y necesita almacenar, adicionalmente, unos 3 gramos de agua por cada gramo de glucosa que almacena. Esto significa, entre otras cosas, que si almacenas un kilo de glucógeno muscular en tu cuerpo al salir de la cetosis y entrar en glucólisis, «engordarás» 4 kilos, uno de la glucosa y otros 3 de agua. Sin duda, los primeros excesos de la navidad se tradujeron en 2-3 o incluso 4 kilos de más en pocos días. No te preocupes, no es tanto como parece y, como acabo de decir, es principalmente líquido.

Las buenas noticias son que igual que necesitamos almacenar todo ese líquido para retener glucosa, una vez que gastamos esa glucosa, ese agua se excreta con suma facilidad y velocidad. De ahí que si vuelves hoy mismo a tu plan nutricional bajo en carbohidratos -cosa que te recomiendo encarecidamente-, lo primero que notarás es que en los dos o tres primeros días pierdes de golpe esos 2-3 o incluso 4 kilos que hayas ganado en las fiestas. ¿Porqué? Pues porque al no ingerir carbohidratos, tu cuerpo lo primero que hará será usar los que tiene almacenados en forma de glucógeno muscular. Prometedor, ¿verdad? Sí, pero no nos quedemos ahí.

Una vez eliminado el glucógeno y el líquido que lo acompaña, las buenas noticias son que hemos perdidos unos kilillos y además nos habremos deshinchado, pero la mala noticia es que apenas habremos perdido grasa. Ahora hay que empezar con la parte dura: la perseverancia. No se trata de un plan de dos ni de tres días, sino de algo a mucho más largo plazo, de un modo de vida incluso. Estamos en Enero así que es el momento perfecto para empezar a planear alguna escapada a la playa en Semana Santa, y tenemos tiempo de sobra para ponernos a tono, pero hay que empezar ya. Postergarlo no servirá de nada salvo para agravar la situación y seguir cogiendo peso, esta vez ya no glucógeno y agua, sino grasa.

Lo más importante en este punto es recuperar la rutina, la normalidad, volver a hacer aquello que estábamos haciendo y que tan bien nos funcionaba. En mi caso, siempre recurro al principio a los batidos de proteína intercalados con alimentos frescos, y vuelvo a la rutina de 6 comidas diarias que tan difícil se me vuelve durante las fiestas navideñas, y comienzo normalmente con 3 batidos y 3 comidas, ajustando en función de la agenda que tenga y donde vaya a estar cada día.

Después de dos o tres semanas, también vuelvo al gimnasio. Evito las dos o tres primeras semanas del año en el gimnasio porque aquello parece la parada del metro de Sol en hora punta. Muchas personas incluyen el deporte en sus propósitos de año nuevo, lo cual me parece fabuloso, pero solo un puñado aguanta dos o tres semanas después, por eso prefiero esperar un poco y hacer algo de deporte en casa o en los alrededores mientras el gimnasio de despeja de caras nuevas.

Lo cierto es que se me hace difícil recuperar la rutina los primeros dos o tres días, pero pasado ese punto, vuelvo a estar absolutamente concienciado y a gusto con mi rutina, comiendo siempre a las mismas horas, alimentos de calidad, y practicando ejercicio, casi siempre, al mediodía, que es cuando puedo buscar un hueco a la hora de comer.

De modo que no esperes más, vuelve hoy mismo a la rutina y verás lo bien que te sientes en tan solo unas horas.

¿Te ha gustado este artículo?

Suscríbete al blog ahora de manera gratuita para recibir en tu correo electrónico los próximos artículos que vaya escribiendo sobre nutrición saludable dejándome tu dirección aquí. No la usaré para nada ajeno al blog ni recibirás correo basura mío, y podrás darte de baja en cualquier momento haciendo un sólo click. Además, solo por suscribirte al blog podrás leer dos capítulos de mi libro La gran mentira de la nutrición de manera absolutamente gratuita, que creo que te gustarán bastante si tienes interés en cuidarte o cuidar de tu familia. También te agradezco que compartas este artículo en las redes sociales para darle difusión y llegar a más personas.