Volver a los carbohidratos

Comidas con carbohidratosRecibo últimamente una gran cantidad de preguntas relacionadas con volver a comer carbohidratos una vez alcanzado el peso deseado. Me parece que la mayoría de las personas que me preguntan todavía no han probado a llevar una dieta estricta en carbohidratos, porque de otro modo me cuesta comprender cómo alguien que ha probado las ventajas de dejar los carbohidratos que se consumen de manera masiva en las dietas tradicionales quiere volver a tomarlos.

Puedo comprender que en momentos puntuales nos apetezca comer determinado alimento y que por su alto contenido en carbohidratos nos planteemos «pecar» y probarlo, pero desde luego no me planteo cambiar la alimentación que sigo y que tan buenos resultados me ha brindado a mí y a tantas personas que han leído el libro y siguen el blog. Una cosa es darse un capricho y otra muy distinta vivir en el capricho.

Pasta penne sin carbohidratos de CiaoCarb Una de las mayores ventajas de seguir esta filosofía de alimentación que promuevo radica precisamente en la fluidez mental que se obtiene y la energía que se siente desde primera hora de la mañana al levantarnos. Ahora bien, comprendo perfectamente -porque a mí también me pasa- que un día nos pueda apetecer un plato de pasta, un croissant, un bocadillo de pan de molde, unas galletas o lo que sea que no tomemos de manera habitual. Afortunadamente para todo eso hay sustitutos muy decentes.

Una de las cosas que más nos debe alegrar es que hay un creciente número de fabricantes de alimentos esforzándose por crear nuevos productos, con unos valores nutricionales mucho más adecuados para nuestro organismo, con bajo índice glucémico y con la práctica exclusión de azúcares. Hace unos días escribía acerca de mi visita a CiaoCarb en Italia y hoy por fin se han puesto a la venta los primeros productos de esta empresa en España, que pueden conseguirse pinchando aquí. ¡Antes de volverte loco, lee el artículo sobre mi visita a CiaoCarb para entender bien los productos de las tres gamas que hay! (fase 1, fase 2 y fase 3)

Crema de chocolate sin carbohidratosLa variedad y calidad de estos productos es espectacular. Precisamente por ese motivo me cuesta más comprender a las personas que pudiendo tomar por ejemplo una pasta muy baja en carbohidratos, una chocolatina a base de proteínas, una crema de cacao y avellanas sin azúcar o incluso pan de molde con menos de un 10% de carbohidratos, se anden planteando si pueden volver a comer productos repletos de carbohidratos refinados que producen los efectos negativos por todos conocidos en nuestro cuerpo.

Los productos de CiaoCarb y de otras empresas similares son la avanzadilla de un nuevo mercado de alimentación más moderno, infinitamente más equilibrado con las necesidades reales de nuestro organismo. Conforme el tiempo pase, más y más fabricantes se irán uniendo a este grupo pionero, y eso propiciará que bajen los precios, que se mejoren los productos y que crezca la oferta. De hecho, CiaoCarb ya tiene más de 100 productos en su catálogo, todos ellos de bajo índice glucémico y muy reducidos en carbohidratos, y cubriendo una gran parte de los alimentos tradicionalmente «prohibidos» en las dietas bajas en carbohidratos.

Galletas bajas en carbohidratos de CiaoCarbSi estás luchando por alcanzar un peso razonable y mejorar tu salud, debes proponerte como meta la reeducación nutricional. De nada sirve hacer un sacrificio temporal que después desemboque en una situación similar o peor a la del punto de partida. Por poner una analogía grotesca, sería como desintoxicar a un drogodependiente durante meses para, una vez curado, permitirle volver a drogarse.

Carlos Abehsera

Carlos Abehsera es un empresario español nacido en Madrid en 1973. Tras muchos años de estudio y trabajo en los Estados Unidos, a finales de 1998 vuelve a España donde comienza varias aventuras empresariales que simultanea con la escritura. En estos años es cuando empieza a resentirse de su estado de salud aquejado de un fuerte sobrepeso y un tremendo estrés. Tras dejar el tabaco en las navidades de 2010, gana 10 kilos adicionales en sólo dos meses y sitúa el visor de su peso en más de 113 kilos a principios de 2011. Por aquel entonces, con unos problemas tremendos de salud, tomaba 6 pastillas distintas cada día para mitigar los síntomas de distintas dolencias, desde crisis de ansiedad hasta dolores musculares y articulares, pasando por taquicardias, problemas gastrointestinales y distintos trastornos del sueño. En sólo 4 meses, logró perder 35 kg de peso, aumentando su masa muscular y recuperando totalmente su salud, lo que le permitió abandonar toda la medicación que tomaba. Ahora comparte públicamente su experiencia en el libro Adelgazar sin Milagros para que otras personas puedan beneficiarse del mismo cambio en sus vidas. 

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  25 comments for “Volver a los carbohidratos

  1. Hola Carlos,

    una vez alcanzado mi peso he vuelto a los carbohidratos durante un par de días. Volvió la ansiedad, bajones, hambre constante, etc. Me estoy planteando seguir una dieta cetogénica pero tengo muchas dudas.

    La primera son los 40g de carbohidratos máximos al día. Muchos alimentos tienen un 5% y es dificil no sobrepasar esta cantidad: un pepino con aceite y sal puede pesar unos 300g (15g de carbohidratos).

    Un tema que me ha costado un poco es el estreñimiento. En algún momento he tenido que tomar algún complemento de farmacia.

    La cantidad de proteína sigue siendo la misma? Habrá que aumentar la cantidad de grasa si ya no se quiere perder peso?

    Un abrazo,

    Jordi

    • Creo que si estás en tu peso puedes aumentar la cantidad de proteínas y grasas. Por otro lado, los carbohidratos del pepino en cuestión no deben agobiarte mucho. Es importante tenerlos en cuenta, pero no son lo que te hará engordar. Otra cosa distinta es que el pepino pueda levantarte un poco el apetito, pero desde luego no te hará engordar si lo comes en cantidades racionales.

  2. Hola Carlos,

    llevo unas semanas con la dieta y con poco esfuerzo he perdido 9kg. Tengo 3 temas que quiero compartir contigo y con los lectores del blog.

    Una de las sensaciones que tengo es que estoy mental mente más hábil y durante este tiempo me doy cuenta de que no tengo ansiedad, es como si mi cerebro funcionara «diferente». Es decir, no sólo estoy mejor cognitivamente sino que también a nivel emocional.

    He estado durante dos semanas en el mismo peso, como estancado. Parece ser que al estar cerca de mi peso ha ralentizado mi metabolismo. Me notaba cansado. He tomado un poco de gingsen y perfecto.

    Por último no sé si puedo tomar bebidas light. Hace tiempo que doy negativo en los test de cuerpos cetógenos, ¿como puedo ver la diferencia después de tomar bebidas?

    Un abrazo.

    Jordi

    • Hola Jordi y enhorabuena por esos 9 kilos perdidos!
      En efecto, estás notando en primera persona los efectos beneficios de una dieta cetogénica: claridad mental y mejora emocional. En cuanto a las bebidas light, en principio las puedes tomar pero debes vigilar la reacción de tu cuerpo. En algunas personas, el sabor excesivamente dulce en la boca dispara la secreción de insulina. No es en todas las personas, y en aquellas en las que ocurre, puede que ocurra solo durante las primeras semanas hasta que el cerebro entiende que el dulzor no es azúcar. Es normal que después de 2 o 3 semanas des negativo en los test de cuerpos cetónicos porque el organismo se ajusta para producir únicamente los que necesita, y por eso no se excretan más por la orina.

      Saludos,

      Carlos Abehsera

  3. Hola Carlos,

    Estoy de acuerdo contigo, con las pocas ganas que se tienen de volver a los carbohidratos cuando se han probado los beneficios de una dieta SIN.
    Estoy absolutamente maravillada, no solo con la pérdida de peso, que está siendo espectacular, sino con la sensación de salud, energía y bienestar de la que disfruto desde hace unas semanas.
    Después de un comienzo difícil, por no hacerte caso con las proteínas y utilizar proteínas WHEY, en lugar de las de Caseinato Cálcico, empecé a disfrutar de una energía insólita y junto a la perdida de grasa, comencé a ganar musculo (con las proteínas Whey no aprovechaba todas las proteínas que ingería, por la historia del agotamiento de los aminoácidos esenciales, que Jaime Brugos explica muy bien en su página web, y estaba perdiendo musculo).
    La gente me mira como un piojo verde, cuando le explico por encima, en que consiste la dieta y me preguntan con frecuencia «Pero, no vas a comer fruta nunca mas en tu vida?».
    Como para poder explicar que no me voy a morir por no comer fruta mientras esté adelgazando, hay que explicar también que las premisas sobre las que reposa nuestro conocimiento en nutrición son erróneas y habría que prever al menos una hora de disertación, solo respondo que ya introduciré algunas frutas y verduras cuando recupere mi peso.
    Pero, lo que me gustaría contestarles a estas personas que sienten lastima por mí, porque piensan que una dieta que preconiza no comer verduras y fruta y lanzarse a las grasas y a las proteínas no puede ser saludable, es que hacía muchos años que no me sentía tan en forma, y con tanta energía. Que a diferencia de otras dietas, esta no representa una lucha contra los elementos, porque no paso hambre, y mi cuerpo está tan satisfecho con los nutrientes con los que lo alimento, que no tengo caprichos por alimentos con carbohidratos.
    Y si en lo más profundo de mi, albergaba alguna duda sobre la idoneidad de mi nueva forma de alimentación, la experiencia en un restaurante de autopista el fin de semana pasado ha terminado por convencerme completamente: Elegí en el self-service un plato de ensalada, con tres trozos de pechuga de pollo, y un poco de huevo. Cuando probé el pollo, me di cuenta, por la textura y el sabor, que no era una verdadera pechuga de pollo. Decidí sin embargo comerlo, por no pedir otro plato, a pesar de que ya previenes en tu libro, que este tipo de preparados contienen fécula de patata, entre otras cosas y poca carne.
    Cuando aquello comenzó a hacer efecto, empecé a sentirme mal, nerviosa, ansiosa, aturdida… no sé cómo explicarlo. Incluso con taquicardia. Imagino, que ésta es la reacción normal del cuerpo ante la presencia de la insulina, cuando hace un mes y medio que estas en cetosis.

    Por eso, te entiendo y reitero mi posición: NO QUIERO VOLVER A LOS CARBOHIDRATOS!!!

  4. Entiendo muy bien tu punto de vista, Carlos aunque, siguiendo con el listado de «objetores», yo tengo mi caballo de batalla en la fruta: creo que es el único tipo de alimentos al que no me veo con fuerzas de renunciar para siempre… Ya sé que me vas a decir que un puñadito de frambuesas de vez en cuando puede caber en el plan, pero eso no es suficiente para quien saliva pensando en una buena rodaja de sandía fresquita…
    Pasando a otra cosa: yo quiero animarte (frente a la economofobia circundante) a que perseveres en aunar tu interés y el de tus lectores con cierta forma de negocio. Me parece la nuestra una sociedad hipócrita en la que hay que pedir disculpas por ganar dinero ¡incluso cuando lo que produces es de interés para mucha gente! Tú sigue así, porque el dinero que obtengas con tus libros o con la venta de lo que te dé la gana te servirá, lógicamente, de acicate para seguir investigando, seguir trayendo nuevos productos y, en fin, haciéndonos un gran servicio a los que no nos esforzamos en este negociado, pero queremos información y facilidades de compra. Recuerda que hay quienes estamos encantados de gastar nuestro dinero en ello: es la grandeza del libre mercado, así que te animo a no pedir disculpas por no ser una ONG, aunque a veces hasta lo parezcas. Un saludo economofílico.

    • Gracias Almudena por tu apoyo!

      En el tema de la fruta podríamos escribir casi un libro entero porque no hay dos frutas iguales. Para la pérdida de peso activa, o sea, para perder grasa, no creo que la fruta sea el camino por los motivos que tengo más que aclarados por todos lados. Ahora bien, si me preguntas si puedes comer fruta una vez que estés en un peso razonable, la respuesta es mucho más compleja. Yo empezaría por decir, sí, pero condicionado a varias premisas. La primera, es que la fruta no es sustituto de la comida nutritiva rica en proteínas y grasas. La segunda, que la fruta debe ser un aporte puntual y no continuo. ¿Porqué? Porque si no dejamos de ingerir carbohidratos volveremos a los problemas que teníamos. La tercera, entender cada fruta antes de comerla, o al menos conocer sus valores nutricionales para entender cuanta debemos tomar. Por ejemplo, no me preocuparía en exceso tomarme dos rodajas de sandía, porque es mayoritariamente agua, pero no se si te diría que te comieses dos plátanos 😉 En cualquier caso, prueba y ensayo, porque cada cuerpo es único.

      En cuanto al tema económico, después de publicar cuatro libros, mantener el blog, contestar a todos y cada uno de los lectores que me escribe y pasarme bastantes horas a la semana trabajando en esto, te garantizo que no me da para vivir. Es cierto que si no tuviese mujer, tres hijos, casa, coche y moto y una serie de obligaciones adquiridas con el transcurso de los años, ya podría vivir de esto, pero mis circunstancias son otras y necesito «trabajar» en otras cosas para ganar dinero. No pretendo excusarme por ganar dinero, ni mucho menos, pero si quiero dejar claro que este «trabajo» que me he autoimpuesto me produce una ganancia que hasta hace unos años no conocía y que me importa -en otro plano- más que el dinero, y es la oportunidad de comprobar a diario que hay personas que se benefician de lo que yo hago.

      Cuando diseño una campaña de marketing, o un producto nuevo, soy consciente que muchas personas disfrutarán de mi trabajo, pero es de algún modo una forma de placer efímero y absolutamente prescindible. Cuando alguien me escribe porque ha leído el libro Adelgazar sin Milagros y ha recuperado su salud, soy consciente que mi trabajo en este libro y en el blog le ha proporcionado a esa persona unas ventajas y unas sensaciones que yo mismo he experimentado y que ningún dinero puede comprar, porque son ventajas obtenidas de la nutrición y, por supuesto, del autocontrol. El beneficio es bueno para el cuerpo, pero también para la mente. Y eso me hace acostarme mucho más contento que cuando sólo me importaba ganar dinero. Supongo que con la edad llegan otras prioridades 🙂

      Dicho esto, lógicamente trato de que todo esto no me cueste dinero, y si es posible que me produzca ingresos. Me encantaría que los ingresos me permitieran dedicarme sólo a investigar y a escribir, pero me temo que estoy a años luz de ello, jajajaja. Por un libro descargado en Kindle (Amazon) dentro del programa Kindle Unlimited, que es como más libros vendo, cobro aproximadamente 1,35€, ¡¡y mi socio obligado el Sr. Montoro quiere una parte de eso!! ¡Haz las cuentas de cuantos libros necesitaría vender cada mes para mantener a mi familia! Así que sí, si puedo arañar más ingresos indirectos por este trabajo, trataré de arañarlos como bien sugieres.

      Saludos,

      Carlos Abehsera

  5. Hola Carlos…stoy super encantada desde que compre tu libro…y en su día me aclarastes varias dudas..,he bajado de peso y mis dolores de cabeza desaparecieron…todos me ven mas delgada…vamos súper feliz…pero tengo actualmente una duda. Hace muchos años me gustaba hacer pesas….y ahora he vuelto…pero debido a que son ejercicios que consumen demasiada energía y se recomienda la toma de carbohidratos, esto me empieza a generar dudas entre tu metodo y el del mundo fitness….tienes algún articulo en tu blog sobre este tema …para este tipo de gente (donde me incluyo) saber las pautas de alimentación para los que entrenamos con pesas ….y cuando digo pesas no me refiero un poquito, sino fuerte….vamos entrenamiento hasta el fallo muscular. Muchas gracias nuevamente.

    • Hola Clau y enohorabuena por esos resultados positivos!

      Si has leído el libro, habrás oído hablar de Jaime Brugos. Como sabes, este señor es culturista ¡a sus 76 años! y entrena de manera exhaustiva sin consumir carbohidratos. En su programa de ejercicios llega al fallo muscular en todas y cada una de las series que practica, así que imagínate si tú puedes entrenar porque me imagino que no estás cerca de los 76 años 🙂

      Para el ejercicio concentrado, intensivo y a intervalos que suponen las pesas, lo más importante no son los carbohidratos, dado que trabajas de modo anaeróbico, sino la presencia de grasas y proteínas de calidad en la dieta. Dicho esto, si quieres tomar unos gramos de carbohidratos justo antes del entrenamiento, la primera parte del mismo estarás tirando de esa energía. Sin embargo, te recomiendo si quieres eliminar grasa, que no proporciones otra energía al organismo para que este la pueda sacar de la grasa acumulada.

      Saludos,

      Carlos Abehsera

  6. Hola. Ya he leído tu libro y prácticamente el blog entero. No hace mucho q te conozco y tras múltiples dietas voy a poner ésta en práctica. Me surgen algunas dudas, bueno bastantes… Si no me equivoco mientras dura la pérdida de peso sólo se deben consumir determinadas verduras y nada de frutas. Cuando uno llega a su peso ¿se pueden introducir otras prudencialmente?. Véase calabacín, berenjena, calabaza, algo de tomate…¿Y alguna fruta? Pq la verdad si tuviera q volver a los carbohidratos sería para comer verduras y algo de fruta una vez hubiera perdido el peso q me sobra.
    Enhorabuena por el blog. Saludos

    • Hola Isa y gracias por leerme!

      Sin duda, al alcanzar el peso ideal se puede ser más permisivo con la fruta y sobre todo con la verdura. Eso sin, sin olvidarnos de la base: no debemos sustituir las proteínas y las grasas por las frutas y verduras, solo acompañarlas.

      Saludos,

      Carlos Abehsera

  7. Hola,
    Desde luego son sustitutos más que aceptables. Mi problema es la fruta: me gusta y me sienta muy bien.
    Saludos

  8. No es tanto las pastas y la bollería lo que se echa en falta a la larga, sino cosas como una buena bechamel, un gazpacho con miga de pan (como debe ser), unas buenas albóndigas, unos canelores Rossini o unas simples, pero deliciosas patatas viudas.
    En fin, que todo esto se convierte en objeto de deseo que no nace más que intensificarse con el tiempo.

    • Hola Santiago,
      La bechamel baja en carbohidratos la tienes en el libro Cocinar sin Carbohidratos. El gazpacho, sin abusar, lo podrías hacer con miga de pan CiaoCarb. Las albóndigas, sustituyendo el pan rallado por salvado de trigo, tampoco tendrías grandes problemas. Los canelones Rossini, los puedes tratar de enrollar con Slim Pasta Lasagna, que creo que te saldrán 2 por cada hoja. Ahora, lo de las patatas viudas, todavía no se decirte como solucionarlo, jajajaja

      Saludos y buen provecho,

      Carlos

  9. He estado mirando los productos de CiaoCarb y están muy bien… pero echo en falta la BASE PARA PIZZA. Si existiera ya sería genial!!! ¿Se lo puedes transmitir a ellos por favor?

    • Hola Carlos,
      Faltan productos por llegar que creo van a venir la semana que viene. Hay uno de todos modos, que puede ser un buen sustituto, la «pizza» de la fase 1, que sabe a pizza y tiene una textura parecida. De todos modos, voy a preguntar a ver si lo tienen en desarrollo. Cuando estuve allí probé algunas cosas que aún no se comercializan y que estaban espectacularmente ricas.

      Saludos,

      Carlos

  10. Hola Carlos, te sigo desde hace bastante tiempo, he leído tus libros, tengo el ultimo de las recetas, he bajado 21 kg y sigo comiendo intentando introducir los menos carbohidratos posible, soy Un asiduo de OUTLET SALUD y hoy he visto los productos de ciao corb, ni siquiera voy a entrar a valorarlos, simplemente me voy a parar en los precios y decir que son prohibitivos.

    • Hola Francisco,
      Los he visto. Voy a ver qué puedo hacer al respecto, pero es la tarifa oficial de Ciao Carb. Lo que me llama la atención es que hay productos como la tableta de chocolate o los tagliatele que no me parecen tan caros. Voy a mandarle un correo a Primo, el dueño de Ciao Carb, a ver si la tarifa es correcta.

      Saludos y gracias por avisar.

      Carlos

  11. ¿Sabes que pasa Carlos ?que el plan de comidas que propones está de p. madre pero tienen el inconveniente del elevado precio y el esfuerzo que supone para personas como yo (castigados por la crisis)seguirla.
    porque no es un esfuerzo «puntual»(compro una vez y ya está) es un plan de alimentación para los restos y hoy por hoy es muy caro comer» bien»
    Después de leer mogollón de libros sobre dietas y alimentación,de todo tipo(tengo tu libro la gran mentira…)en mi modesta opinión creo que tu planteamiento sobre alimentación es uno de los más acertados y contrastados que existe actualmente.
    permiteme una pequeña critica
    delante de tu sistema de alimentación me creo más lo que dicen estos dos autores:
    Luis Jimenez y Jonathan Bailor porque ellos solo informan (y muy bien) de los estudios científicos más actuales sobre alimentos(macronutrientes,micronutrientes)
    sin querer vender nada , solo se dedican a transmitir la información y los resultados de la ciencia.
    Espero que no te moleste esta pequeña critica porque entiendo perfectamente que quieras vendernos productos afines a ti, pues tienes todo el derecho del mundo ha hacerlo(faltaría más) y yo los compraría pero hoy por hoy se me escapan de mi presupuesto.
    Si como dices con el tiempo bajarán de precio, estaré al tanto por que me parecen muy buenos
    Un cordial saludo
    Julio

    • Hola Julio,
      Comer bien es caro, y así lo explico en el libro. Sin embargo, hay alternativas. Por ejemplo, el pescado pequeño, el cerdo, el pollo y los huevos, son todos alimentos muy adecuados con precios anticrisis. Puedes comprar un kilo de sardinas o similar por alrededor de 4 euros. El pollo y el cerdo, en Carrefour es habitual encontrarlo en el entorno de los 5-6€/kg. Los huevos, por debajo de 2 euros la docena. Dicho esto, comer solomillo de buey angus, lomos de rodaballo salvaje o morritos de atún es bastante caro 🙂 Creo que lo idóneo es hacer un buen mix entre todo tipo de alimentos para reducir el precio de la cesta de la compra.

      Con respecto a la crítica, tienes que entender que muchas personas están absolutamente perdidas y no saben por donde empezar. Cuando publiqué mi primer libro recibí una avalancha de correos electrónicos con preguntas sobre qué producto o qué alimento comprar. Al final, publico las cosas que las personas quieren leer. Si publico un artículo y recibe pocas visitas, abandono el tema porque no es de interés para la mayoría, aunque para ti lo pueda ser. No es que esto sea una democracia, pero intento usar mi tiempo en escribir sobre cosas que los lectores luego leen de manera mayoritaria.

      Nadie te dice ni te pide que compres ningún producto; de hecho, en más de una ocasión e incluso en el libro, explico que no es necesario comprar nada para seguir este tipo de alimentación (si acaso con la excepción del multivitamínico, que tiene un coste diario de 0,5€ tomando dos cápsulas al día). Lo que ocurre es que por ejemplo tomar un batido de vitality 95 es más barato (cuesta menos de 1€/batido) que hacer una comida igualmente nutritiva, probablemente con la excepción del huevo.

      Al final, lo importante no es tomar un producto concreto u otro, sino vigilar los valores nutricionales de lo que ingerimos. ¿Qué es lo que ocurre? Que no hay día que no me levante con un par de correos electrónicos de personas que me preguntan ¿qué pueden desayunar? porque llevan toda la vida con el zumo y el pitufo, y este tema de CiaoCarb y otros similares son la solución a sus plegarias 🙂

      Saludos,

      Carlos

  12. Hola Carlos acabo de leerme tu libro y de comprarme las proteínas el colageno las vitaminas etc
    Lo que no entiendo muy bien porque por mi trabajo no puedo quizás hacer a rajatabla todo esto. Me podías dejar un correo donde te pudiese mandar algunas preguntas que tengo y algunas dudas que tengo. Gracias de antemano.
    Miguel Ángel

    • Hola Miguel Ángel y gracias por leer el libro. Por favor utiliza el formulario de contacto de la web, que me llega a mi correo, y te contesto en cuanto tenga hueco.

      Saludos,

      Carlos

  13. hace poco que me enganche a tu blog, y no se si has hablado de ello, pero para hacer mis propias pastas, galletas, panes…

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