Etiqueta: denunciable

Denunciable: Etiquetado de Mercadona

Natillas sin azúcares Hacendado de Mercadona

Una cosa es que un producto tenga mejores o peores valores nutricionales y otra muy distinta que el fabricante del producto mienta descaradamente en el etiquetado del producto. Es cierto que los que trabajamos en marketing tenemos tendencia natural a vivir cerca de la línea que separa lo estrictamente legal de lo ilegal a la hora de comunicar, tratando de aprovechar al máximo cualquier resquicio que dejen las leyes para mejorar la imagen de los productos con los que trabajamos, pero creo honestamente que eso es parte del juego y dominar el arte de la comunicación produce efectos sorprendentes sobre las ventas de los productos y es razonable querer vender un producto mostrándolo mejor al de la competencia.

Sin embargo, vivir cerca de la línea es una cosa, y pasar la línea es otra bien distinta. Empresas como Danone suelen pasar la línea con relativa frecuencia, pero gozan en Europa del proteccionado de la Unión Europea. En Estados Unidos no son tan permisivos con esta multinacional y las multas y los problemas se le suelen multiplicar al gigante de los lácteos al otro lado del Atlántico. Ese proteccionado del que hablo -que protege a la empresa cuando comete tropelías evidentes- es el mismo que nos perjudica a los consumidores, que quedamos indefensos ante estas prácticas.

Pues bien, si empresas como Danone pasan la línea con frecuencia, otras empresas viven en un universo paralelo, sin lineas, y hacen prácticamente lo que les da la gana. Hoy traigo el caso de Mercadona, porque lo que he visto -avisado por un lector habitual del blog- me parece tan vergonzoso como peligroso. Antes de que me lluevan los insultos por decir verdades acerca de Mercadona, insisto en que no tengo nada contra esta empresa, y mucho menos como ya me han sugerido alguna vez, por ser una empresa Española; pero en materia de alimentación y en especial con productos orientados a los niños, no entiendo de banderas, marcas ni nacionalidades. Lo que está mal, está mal lo haga quien lo haga. A quien no le guste conocer la verdad, le invito amablemente a dejar de leer este artículo ahora pinchando aquí. A los demás, aquí os presento la realidad de como se las gasta Mercadona con su etiquetado.

¿Qué ocurre cuando un diabético toma más azúcar de la que debe? Pues que genera un pico de glucosa en sangre que su organismo no puede controlar. Esto provoca un estado llamado hiperglucemia. Como explico en mi libro Adelgazar sin Milagros, el exceso de glucosa en sangre es tóxico para todo el mundo, pero la diferencia entre los diabéticos y el resto de las personas es que los primeros tienen problemas para regular de manera automática su nivel de glucosa en sangre. Precisamente por ese motivo, deben tener precaución a la hora de comer, en especial cuando comen productos dulces que potencialmente están edulcorados con azúcar, un alimento que tiene la capacidad de elevar muy rápido el nivel de glucosa por ser una fuente de carbohidratos de asimilación rápida -de los llamados «de alto índice glucémico».

Las natillas Hacendado sin Azúcares Añadidos tienen azúcar añadido. Así de claro, así de simple. Y no me refiero a «azúcares naturalmente presente en los alimentos», me refiero a azúcar blanca refinada, sacarosa, un alimento que los diabéticos deben vigilar muy de cerca. Hay que ser un verdadero cafre y sinvergüenza para etiquetar un producto como libre de azúcar cuando en realidad tiene azúcar, porque tal villanía puede ser potencialmente peligrosa para algunas personas. ¿Soy el único que se imagina a una madre de un niño diabético decirle que tome las natillas y repita si le apetece porque no tienen azúcar y son seguras para su consumo? No se trata de adelgazar o de engordar, se trata de un atentado serio contra salud del consumidor, que no puede fiarse de lo que lee en el etiquetado del producto sin pararse a analizar en detalle su composición.

¿Cómo se salta la regulación Mercadona en este producto? Muy sencillo: hace una interpretación absolutamente errónea del concepto de «azúcares naturales» para mentir en el etiquetado. Esta es la explicación: ciertos alimentos contienen «azúcares», carbohidratos simples, de manera natural en su composición. Por ejemplo, ciertas frutas contienen fructosa y glucosa, dos azúcares «naturalmente presentes» en su composición. El azúcar refinado es precisamente un disacárido compuesto por una molécula de glucosa y otra de fructosa, de ahí su elevado índice glucémico. En el etiquetado de las natillas, Mercadona insinúa que su producto tienen «azúcares naturalmente presentes» en el chocolate, pero es que resulta que el chocolate no es un alimento natural, sino un alimento procesado derivado del cacao, y el cacao no tiene azúcar mientras que el chocolate es básicamente una mezcla de cacao con azúcar refinado. El cacao es un fruto cuya semilla -tremendamente amarga- se utiliza para fabricar chocolate, y no contiene azúcar de manera natural. De hecho, las semillas de cacao son eminentemente grasas y contienen muy pocos carbohidratos en general con una insignificante cantidad de azúcares presentes en su composición.

Natillas de Mercadona sin Azúcares Añadidos

La composición de estas natillas es clara al respecto puesto que la palabra «azúcar» aparece claramente en la lista de ingredientes como parte del chocolate que contienen. Podrían haber optado por usar un chocolate sin azúcar de todos los que hay disponibles en el mercado, que no son pocos, pero han preferido lanzar una mentira al consumidor instándole a que consuma un producto que no cumple lo que su etiquetado promete. Además del azúcar industrial presente en este producto, también encontramos «azúcares naturales», esta vez sí, presentes en la leche. La leche contiene un azúcar natural, la lactosa, y aunque no está especificado, debemos suponer que la leche desnatada que lleva este producto contiene algo de lactosa.

Es cierto que la cantidad de carbohidratos que lleva el producto es baja para ser un postre dulce y que la cantidad de azúcar será lógicamente baja también, pero no me sirve como excusa. Si todos los fabricantes hiciesen lo mismo, un diabético -especialmente un niño- no duraba dos telediarios. Los consumidores tienen derecho a saber con exactitud lo que están comprando, y esa es precisamente la función del etiquetado. Si todos los fabricantes mintiesen con respecto al azúcar del mismo modo que lo ha hecho Mercadona en este producto, sería absolutamente imposible para un diabético comprar productos basándose en que estén supuestamente «libres de azúcar». Se pasaría el día comiendo azúcar sin saberlo.

Señores de Mercadona, si me están leyendo, su producto no es malo. No es necesario que mientan para venderlo. Mintiendo así sólo consiguen publicidad negativa y ponen potencialmente en riesgo la salud de algunos consumidores. Francamente, no me lo explico.

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Denunciable: Carnes de Mercadona

Magro de Cerdo Mercadona

Magro de Cerdo Mercadona

Ayer tuve un día caótico después de varios festivos seguidos y salí de la oficina más tarde de lo habitual. En mi camino a casa paré a comprar algo para la cena de los niños en un Mercadona que me pilla de paso. Iba buscando algún corte de cerdo, que hacía tiempo que no tomaban esta carne. Lo que encontré en Mercadona es poco menos que sorprendente. Parece cerdo y está etiquetado como cerdo, pero ¿es realmente cerdo?Calculadora de nutrientes gratis de Adelgazar sin Milagros

Bueno, digamos que lleva cerdo, pero no es ni mucho menos lo único que lleva. Me traje para casa dos productos (además de la cena) para escribir sobre ellos. Se trata del [fiambre de] Magro de Cerdo Adobado y de los Escalopines de Lomo de Cerdo Marinados. Vamos a ver lo que esconden estos productos que son aparentemente cortes tradicionales del cerdo de los que todos hemos comido toda la vida.

Composición del magro de cerdo de Mercadona

Composición del magro de cerdo de Mercadona

El fiambre de magro de cerdo adobado de Mercadona, que parece la clásica «cinta de lomo adobada» de toda la vida, tiene una etiqueta que lo certifica como «sin gluten». Un momento… ¿sin gluten una carne? ¿Me estás diciendo que en la carne de cerdo de Mercadona no hay trigo? ¡Vaya novedad! ¿Cuándo van a empezar a colocar etiquetas de «sin carne» en los panes y las galletas de Mercadona? El tema del etiquetado engañoso es algo que ya denuncio en mi libro La gran mentira de la nutrición. Ocurre, después de leer la composición de este producto, que casi tenemos que estar agradecidos de que no lleve gluten, porque la lista de ingredientes de esta «carne» se las trae e incluso se echa de menos el gluten. Repasemos la lista: paleta de cerdo (50%), agua, fécula de patata, proteína de soja, sal, proteínas lácteas y lactosa (leche), regulador de la acidez (E-325), estabilizantes (E-450i, E-451i, E-407, E-415), aromas, aroma de humo, antioxidantes (E-331, E-316), especias, conservador (E-250) y colorante (E-120). Recubrimiento de tripa comestible: colorante (E-160b). No está mal, ¿verdad? Sólo la mitad del producto es carne y la otra mitad, además de agua, son porquerías varias escondidas bajo letras y números.

No debe sorprender a nadie viendo esta composición que Mercadona haya conseguido vender una carne que tenga más hidratos de carbono que muchos vegetales: un disparatado 7,1% en concreto. Una carne «fresca» con un 7% de carbohidratos debe ser todo un record Guiness.  En cuanto al aporte de proteína, este resulta ser de un miserable 12%, pero teniendo en cuenta que una parte no declarada de este porcentaje es proteína de soja y de leche, ¿Qué tipo de carne cutre han utilizado para llegar a este ridículo aporte cuando la carne de paleta de cerdo debe rondar el 20%? Una «carne» que en su composición lleva diez ingredientes «E» y sólo 7 ingredientes con nombres declarados no tiene sentido alguno en nuestra dieta, y mucho menos cuando está cargada de agua y patata como esta y tiene unos valores nutricionales tan cutres como este producto. De hecho, ¿cómo se puede vender una «carne» que tiene 17 ingredientes distintos? ¿he mencionado ya que contiene un 2,2% en peso de sal? Y lo peor es que el 99% de las personas que lo consuman le añadirán sal al cocinarlo…

La Cantidad de Sal diaria recomendada para un adulto oscila entre el medio gramo y los dos gramos. Si eres adulto y te tomas 100 gramos de este producto, ya has rebasado esa recomendación. Si te tomas 200 gramos, llegas al máximo que cifra la OMS para evitar enfermedades cardiovasculares (discutible). Si se lo das a los niños, ni te cuento…

Esta lista de ingredientes numéricos, por si tienes dudas, traducida al castellano es: Lactato de Sodio (E-325), Difosfatos (E-450i), Trifosfatos (E-451i), Carragenina (E-407), Goma Xantana (E-415), Citratos de Sodio (E-331), Eritorbato de Sodio (E-316), Sodium Nitrite (E-250), Cochinilla / ácido carmínico (E-120) y Achiote / Bixina / Norbixina (E-160b). ¿Te comerías una carne que llevara todas estas cosas elaboradas en un laboratorio? Pues eso es precisamente lo que le das de cenar a tus hijos cuando compras este producto fabricado por Martínez Loriente, S.A. y de venta en Mercadona. Por cierto, que sepas que si lo compras pagas agua, patata y porquerías varias a precio de carne fresca, porque este producto cuesta casi 7€ el kilo. ¿Habrán usado agua pura de glaciar para cobrarla a ese precio? Como digo en mis libros, la carne del mercado y cortada delante tuya, es la que menos probabilidades tiene de estar adulterada como esta con ingredientes de difícil comprensión.

Escalopines de cerdo de Mercadona

Escalopines de cerdo de Mercadona

Este mismo fabricante y distribuidor nos traen otro producto cárnico que parece carne y que seguro que muchas madres seleccionan para sus hijos porque parece una carne limpia, con poca grasa. Se trata del «escalopín de lomo de cerdo marinado». Veamos si con estos ingredientes se han esmerado más: Lomo de Cerdo (64,5%), agua, proteína de soja, sal,  dextrosa, lactosa, proteínas de leche, estabilizadores (E-407, E-410, E-466, E-451 y E452), antioxidantes (E-331 y E-301) y aroma natural. ¡Hasta siete ingredientes ocultos bajo letras y números difíciles de descifrar para un consumidor medio! Aquí va la lista: Carragenina (E-407), Goma de algarroba (E-410), Metil Etil Celulosa (E-466), Trifosfatos (E-451), Polifosfatos (E-452), Citratos de Sodio (E-331) y Ascorbato de Sodio (E-301). No voy a entrar a valorar todos estos ingredientes -aunque ganas no me faltan, sobre todo de preguntar si es necesario meter fibra de madera en la carne (metilcelulosa)- pero no puedo sino denunciar que una carne no debería llevar nada que no fuese carne. ¡Es que viendo estas composiciones a uno le empiezan a parecer naturales los frankfurts! Las salchichas originales de Campofrío (que me parecen una auténtica basura que jamás daría a mis hijos) «sólo» llevan 5 ingredientes ocultos tipo «E».

Por lo menos, este segundo producto tiene un precio menor, de algo menos de 5€ el kilo. Sin embargo es posible comprar carnes frescas a este precio. Mi recomendación, especialmente si vais buscando cena para los más pequeños, es que os decantéis por las carnes frescas, los pescados frescos, y los huevos. Todavía no han empezado a meter porquería dentro de estos, aunque supongo que todo se andará 🙂 .

Yo me mantendría alejado de estos productos, porque por ese precio se puede comprar carne real fresca, y más que nada por coherencia y lógica. Si dejamos de comprar estas porquerías es probable que los fabricantes dejen de hacerlas y los distribuidores de venderlas. Comparte el artículo para correr la voz sobre este tipo de productos que debemos evitar.

Actualización del 10/04/2015: En vista de la avalancha de comentarios que estoy recibiendo, me es imposible contestarlos todos uno por uno. Sin embargo, he visto que las inquietudes de la mayoría de las personas son las mismas, y les he dado respuesta en este artículo llamado «Contestando a todos» que trata sobre lo que la mayoría de comentarios hablan.

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Denunciable: «Quesos» Rallados

Si has leído mi libro entonces sabes que opino que el queso y sus derivados, cuando son de calidad, son unos alimentos realmente nutritivos que aportan proteína de alto valor biológico y grasas saturadas naturales, que también necesitamos. También digo cuando hablo de la lista de la compra para adelgazar hay que tener cuidado porque algunos «quesos» no son quesos en realidad, sino auténticas aberraciones de ingeniería alimenticia. Hoy me he tropezado con 4 de estos «quesos» cuando estaba en un supermercado Carrefour. Ahora voy a hablaros de los dos primeros, que comparten la marca Millán Vicente y próximamente lo haré de los otros dos.

Huele a Queso, tiene aspecto de queso, está cortado y envasado como el queso… ¡pero no es queso!

Especialidad Láctea Mozzarella de Millán Vicente

Especialidad Láctea Mozzarella de Millán Vicente

El primero de estos «preparados lácteos» como le llama el fabricante es el «Especial Pizza». Como se puede apreciar en la foto que acompaña estas líneas, todo apunta a que se trata del típico queso tipo Mozzarella para usar en pizzas, y esa es sin duda la intención del fabricante, la de engañar al consumidor. Este paquete, según los datos que proporciona lleva queso mozzarela, pero en proporciones no especificadas. Los ingredientes de este compuesto son, en el orden en que están impresos en el paquete: Grasa Vegetal, proteína de leche, almidón modificado, queso mozzarella, sal, acidulante E-330 y E-331, estabilizadores E-340, E-407, E-417 y E452, suero lácteo, aroma de queso, colorante E-160a, conservante E-202 y antiapelmazante (fécula de patata). Yo mismo me sorprendo de hasta donde han logrado introducir la patata.

Bueno, pues este «Preparado Lácteo Mozzarella», como le llama el fabricante, tiene la friolera de 16 ingredientes, de los cuales necesitamos un diccionario de ingeniería industrial para saber qué son en realidad 8 de ellos. La información nutricional es difusa. No vienen los valores nutricionales por cada 100 gramos de producto, sino por cada 25, y además no está nada claro cuanta grasa tiene, pues si bien especifica unos 6 gramos, luego dice que lleva unos 3 de grasa saturada. ¿Son esos 3 parte de los otros 6? De todo lo que aparece en la lista de ingredientes, lo que más me preocupa es el primer compuesto: Grasa Vegetal. O bien no contiene proteína o al fabricante le da vergüenza decirnos cuanta contiene. Es obsceno hacer un queso a partir de grasa vegetal  y esto es precisamente lo que abunda en este compuesto. ¿Se trata de grasa vegetal hidrogenada? ¿es aceite de colza, de algodón, de lino, de maíz, de soja, de palma…? ¿Qué demonios es lo que estoy comiendo como principal ingrediente de este compuesto? Yo, no lo sé, ergo mis hijos no lo prueban.

Queso Light Tradicional

Queso Light Tradicional

En la siguiente foto vemos un queso normal de la marca El Ventero, con sus típicos 4 o 5 ingredientes: Leche (de cabra, vaca y oveja), sal, cuajo, y fermentos lácteos. Ni un conservante, ni un colorante, ni aroma artificial, ni antiapelmazantes, ni acidulantes ni nada de nada. Sólo queso. Bravo por El Ventero, que fabrica quesos sin más. Tengo que decir que Millán Vicente también fabrica y distribuye quesos de calidad pero en estos productos, aparentemente alguien ha optado más por los beneficios empresariales que por la calidad del producto.

El segundo «preparado lácteo» de Millán Vicente que he comprado hoy es el «rallado hilo». En este caso, el primer ingrediente me da más miedo todavía: Margarina, queso, almidón, sólidos lácteos, sales fundentes E-330, E452 y E-331, estabilizante E-140, aroma de queso, conservante E-202, colorante E-160b y antiapelmazante (fécula de patata). Para fabricar este producto «sólo» han necesitado 13 ingredientes para que pareciese queso… ¿o no? ¿Qué quiere decir que el ingrediente principal es margarina? ¿Se refiere a grasa hidrogenada? ¿Qué tipo de grasa es la que forma esa margarina? ¿Cuántas grasas distintas lleva esa margarina? ¿Desde cuando se puede usar un alimento en la lista de ingredientes sin especificar, a su vez, sus ingredientes? ¿Lleva tulipán con Omega-3 o Maragarina ZAS con grasas hidrogenadas? Es que no es lo mismo ocho que ochenta…

El queso tradicional suele llevar unos 20 gramos de proteína y entre 30 y 40 gramos de grasa por cada 100 gramos de producto. El «Preparado Lácteo Mozzarela» tiene una cantidad indeterminada de proteínas, y unos 24 gramos de grasa. Curiosamente aporta 300 kcal por 100 gramos de producto, que no acabo de comprender de donde salen y, que no se nos olvide, 2 gramazos de sal, el 25% de la CDR. El «Preparado Lácteo» contiene también una cantidad indeterminada de proteínas, 14 gramos de grasa y unos 2,5 gramos de sal por cada 100 gramos de producto, todo ello aportando 400 kcal. Aberrante si fuera un queso, pero como no lo es…

Especialidad Láctea Rallado Hilo Millán Vicente

Especialidad Láctea Rallado Hilo Millán Vicente

No sé como serán el resto de productos rallados de este fabricante pero si se parecen mínimamente a estas creaciones debes alejarte de ellos como alma que lleva el diablo. Es lamentable que estos productos de bajo coste, orientados a un público menos favorecido y a comidas de niños, tenga este tipo de composición que desafía toda la lógica nutricional que conocemos.

Ya no se trata de adelgazar ni de engordar, sino de comer alimentos que -cuando menos- nos ayuden a conservar la salud. Dudo mucho que haya algo en estos productos que cumpla tal fin.

Un último apunte que me dejé antes en el tintero: ambos «quesos» de Millán Vicente llevan un logotipo que dice «Sin Gluten». El gluten, como explico aquí, y por ponerlo de manera sencilla, es la proteína vegetal que contienen la mayoría de cereales, en especial el trigo. ¿Debemos suponer que estas especialidades lácteas también llevan cereales y a los señores de Millán Vicente se le ha olvidado ponerlo en la lista de ingredientes o simplemente que torticeramente usan un logotipo para tratar de confundir al consumidor con un reclamo que no tiene sentido? Esto es lo mismo que poner un logotipo de «Sin Alcohol», «Sin Nicotina» o «Libre de CFCs», vamos, un engaño en toda regla. Es de cajón que el «queso» no lleva gluten porque en una fábrica de quesos, de quesos de verdad, el trigo y el gluten no pintan nada! Pero claro, hablamos de quesos de verdad…