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10 beneficios de seguir una dieta lowcarb

Cortando los carbohidratos de la pirámide para volvernos lowcarbEn los últimos meses estoy comenzando a utilizar con frecuencia el término lowcarb cuando hablo del tipo de alimentación que sigo. Probablemente se trate de un anglicismo innecesario, pero creo que describe con precisión el plan nutricional que abarca. Independientemente de que nos guste más la Isodieta, la dieta Paleo, la de la Zona, la dieta Dukan, el Método Montignac o incluso a la Nueva Dieta Atkins, por mencionar sólo algunas de las dietas lowcarb más populares, todas ellas comparten el común denominador de la drástica reducción de carbohidratos de la dieta, y no es por gusto ni por casualidad, sino porque los beneficios de seguir una dieta lowcarb son múltiples. Hoy quiero recordar estos 10 beneficios de seguir una dieta lowcarb para que todo el mundo sepa lo que puede lograr si cambia de este modo su alimentación.

Beneficio de seguir una dieta lowcarb 1: Estabiliza la glucosa en sangre

No existe ningún tipo de dieta que tenga un efecto tan rápido, claro y directo sobre el nivel de glucosa en sangre que las dietas lowcarb. Es puro sentido común: si dejamos de ingerir los nutrientes que más rápidamente se convierten en glucosa el nivel de glucosa en la sangre se estabiliza volviendo a los niveles aceptables. Por este motivo, seguir una dieta lowcarb está directamente indicado si se padece síndrome metabólico o diabetes tipo II.

Beneficio de seguir una dieta lowcarb 2: Mejora la composición corporal

Mejorar la composición corporal siguiendo una dieta lowcarbComo el exceso de glucosa en sangre se convierte en grasa, al seguir una dieta lowcarb obtenemos un beneficio inmediato: la producción de grasa corporal disminuye drásticamente y se promueve activamente el metabolismo de las grasas, lo que en definitiva contribuye a la mejora de la composición corporal. Pero no sólo por comer menos carbohidratos mejoraremos la composición corporal, sino que al seguir una dieta lowcarb ingeriremos más proteínas y más grasas, que son los nutrientes plásticos que forman nuestros músculos y huesos, por lo que de manera indirecta estaremos favoreciendo el fortalecimiento de nuestros tejidos nobles al tiempo que destruimos la grasa acumulada.

Beneficio de seguir una dieta lowcarb 3: Se reduce el apetito

Al reducir drásticamente los carbohidratos de la dieta evitamos los picos de glucosa e insulina en la sangre. Esto produce una mejora de los sistemas que regulan el apetito a través de las distintas hormonas involucradas en ello. Al mantener la glucosa estable en sangre, sin grandes picos, evitamos las hipoglucemias que siguen a las hiperglucemias, y de este modo reducimos la sensación que apetito que suele aparecer después de comer, por ejemplo, alimentos ricos en azúcares.

Beneficio de seguir una dieta lowcarb 4: Mejora la función hepática

La fructosa, uno de los carbohidratos simples (azúcares) más habituales en la alimentación tradicional solo puede metabolizarse en el hígado. Eliminando la fructosa de nuestra dieta permitimos que el hígado esté centrado en procesos mucho más productivos para nuestro organismo que el metabolismo de la fructosa. Aunque muchas personas piensan que no consumen fructosa de manera habitual, casi todo el mundo lo hace, ya sea a través de las frutas o, de manera mucho más importante y habitual, cuando consumen azúcar. Cabe recordar que el azúcar blanco, la sacarosa, es un alimento vacío de nutrientes que se compone de una molécula de glucosa y otra de fructosa. En mi libro Adelgazar sin Milagros relato entre otras cosas como pasé en menos de un año de tener un hígado graso desproporcionadamente grande a tener un hígado absolutamente normal.

Beneficio de seguir una dieta lowcarb 5: Mejora la función cerebral

Beneficios para el cerebro al seguir una dieta lowcarbAunque muchas personas piensan erróneamente que es necesario consumir azúcares (carbohidratos simples) para que el cerebro funcione, esto es un abslutamente incierto. Si bien el cerebro puede alimentarse de glucosa, tan sólo necesita una pequeña cantidad al día, y esa cantidad podemos producirla directamente en nuestro organismo, sin necesidad de ingerirla. Ahora bien, si eliminamos los carbohidratos de nuestra dieta siguiendo una dieta lowcarb lo que ocurre es que el cerebro obtiene la mayor parte de su energía de un combustible alternativo, los cuerpos cetónicos, reduciendo a 80 gramos aproximadamente la necesidad de glucosa. Precisamente, el metabolismo de la energía contenida en los cuerpos cetónicos hace trabajar al cerebro a menor temperatura y, ¡oh sorpresa! todo apunta a que trabajando de este modo la lucidez es mayor y la sensación de bienestar a largo plazo es más notoria.

Beneficio de seguir una dieta lowcarb 6: Se reduce la inflamación de los tejidos

La inflamación crónica de los tejidos es uno de los males más importantes de nuestra sociedad, y es responsable de una gran cantidad de patologías, muchas de ellas de extrema gravedad como ciertas afecciones coronarias. Todo apunta a que el consumo indiscriminado de azúcar está detrás de esta inflamación crónica y por lo tanto, cuando seguimos una dieta lowcarb, en la que no caben los azúcares, la inflamación se reduce o incluso desaparece. Esto es especialmente importante para las personas que sufren problemas circulatorios, pues seguir una dieta muy baja en carbohidratos podría incluso contribuir a salvar su vida.

Beneficio de seguir una dieta lowcarb 7: Se eliminan muchos problemas gástricos

Es curioso que muchas personas crean que reduciendo las grasas de su dieta mejorarán -como por arte de magia- sus problemas gástricos. Yo mismo sufría de acidez, reflujos, gases y unas digestiones interminables cuando seguía una dieta parecida a la de la pirámide nutricional. Tomaba protectores gástricos, antiácidos, antigases, y toda una suerte de medicamentos que si bien contribuían a tapar los síntomas de mi inflamación gástrica crónica, no me curaban en absoluto de ella. A las pocas semanas de seguir mi dieta lowcarb todos los problemas gástricos habían desaparecido por completo y dejé de tomar todas las medicinas que tomaba para controlarlos, lo que sin duda dio un respiro a mi hígado, contribuyendo a que volviese a su tamaño normal y se eliminase el exceso de grasa que tenía.

Beneficio de seguir una dieta lowcarb 8: Se reduce la ansiedad por la comida

Siguiendo una dieta lowcarb se reduce la ansiedad por la comidaCuando acostumbramos al organismo a no depender de la energía inmediata que proporcionan los carbohidratos, la ansiedad por la comida desaparece a medio plazo. Esto nos ayuda a evitar los atracones inmisericordes de comida que a veces cometemos cuando los alimentos que ingerimos están cargados de carbohidratos, especialmente de carbohidratos simples como los procedentes de harinas, azúcares y en general de alimentos altamente procesados. El beneficio de evitar la ansiedad al seguir una dieta lowcarb contribuye al mantenimiento del peso corporal al evitar que suframos de ansiedad por la comida.

Beneficio de seguir una dieta lowcarb 9: Mejora el sabor de los alimentos

Un beneficio accesorio de seguir una dieta lowcarb es que al eliminar el azúcar de nuestra dieta recuperamos una gran parte del gusto que habíamos perdido. En general, cuando se ingiere mucho azúcar, todas las comidas comienzan a saber igual: muy dulces, y para colmo cada vez necesitamos más azúcar para notar dulzor, pues el cerebro se acostumbra a sabores dulces con extrema facilidad. Por ello, aunque los primeros días cuesta algo de trabajo, pasada esa fase inicial volvemos a recuperar sabores que habían permanecidos ocultos a nuestro paladar durante años, incluso décadas. Algo similar ocurre cuando nos acostumbramos a comer con mucha sal, que cada vez necesitamos más para notar que algo está salado, por lo que reducir paulatinamente la sal que usamos al cocinar también nos beneficia en cuanto al sabor de los alimentos.

Beneficio de seguir una dieta lowcarb 10: Incrementa la energía

Aunque a corto plazo pueda parecer que al eliminar los carbohidratos se reduce nuestra energía, a medio plazo, pasados unos pocos días, la energía que sentimos aumenta de manera notable en cuanto acostumbramos al organismo a utilizar el metabolismo de las grasas en lugar del metabolismo de la glucosa. Pasados 15 días desde que comenzamos a alimentarnos con una dieta restrictiva en carbohidratos, la sensación de energía aumenta de manera tan considerable que muchas personas experimentan niveles de energía que hacía años que no sentían.

Si estos 10 beneficios de seguir una dieta lowcarb no te han convencido quizás quieras echar un vistazo a este artículo que escribí acerca de los beneficios de seguir una dieta cetogénica, que lógicamente está intrínsecamente relacionado con lo que acabas de leer. Si por el contrario esto te ha parecido interesante, suscríbete al blog siguiendo el enlace que encontrarás justo debajo de estas líneas.

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Beneficios de una dieta cetogénica

Beneficios de una dieta cetogénica

Beneficios de una dieta cetogénica

Hace poco decía en la presentación del libro Cocinar sin Carbohidratos que uno de los problemas más importantes que afronta la sociedad es la desinformación y citaba como ejemplo al presidente de los dietistas y nutricionistas que escribía un artículo en el que claramente confundía la cetosis con la cetoacidosis y en el camino arremetía contra las dietas cetogénicas porque confundía un estado metabólico con el otro, confundiendo de este modo a los millones de lectores que leerán su artículo. No se trata de que haya poca información, sino de que existe mucha información errónea.

El tema de las dietas cetogénicas es especialmente sangrante porque una cantidad impresionante de personas hablan y opinan sobre ellas sin tener la menor idea de lo que están diciendo. Las dietas cetogénicas son aquellas que inducen a la cetosis. La cetosis no es lo mismo que la cetoacidosis. Sin embargo, casi todo el mundo asocia los problemas de la cetoacidosis con las dietas cetogénicas, y en este artículo quiero aclarar esto para que todo el mundo pueda comprender qué es una cosa y qué es la otra.

La cetosis es un estado metabólico en el que el organismo obtiene la energía mediante el catabolismo de las grasas. Esto quiere decir que para generar energía, el organismo utiliza grasa en lugar en glucosa. Para entrar en estado de cetosis basta con limitar la ingesta de carbohidratos durante un período de tiempo que puede llegar hasta los tres días, dependiendo del sujeto y de sus reservas de glucógeno y su actividad física. Estando en cetosis el cuerpo humano puede utilizar tanto las grasas que ingerimos como las que tenemos almacenadas en el tejido adiposo para generar energía. En el metabolismo de las grasas se generan unos productos llamados cuerpos cetónicos. Estos cuerpos cetónicos sirven como combustible alternativo a ciertos órganos y tejidos que no pueden utilizar la grasa directamente como combustible.

Es importante recalcar que el organismo genera cuerpos cetónicos continuamente, estemos o no en cetosis. La diferencia es que cuando estamos en cetosis se crea un exceso de cuerpos cetónicos para suplir la carencia de glúcidos. Los cuerpos cetónicos son ácidos y su exceso es eliminado mediante la orina, el aliento y el sudor corporal. Para detectar su presencia, existen unas tiras que miden la presencia de cuerpos cetónicos en la orina. En las primeras dos o tres semanas en cetosis, el organismo genera muchos más cuerpos cetónicos de los que necesita porque, en realidad, no sabe cuantos va a necesitar, y se esfuerza por tener suficientes para alimentar órganos vitales como el cerebro y el corazón. Este es el motivo por el que las primeras semanas en cetosis los sujetos tienen un aliento metálico, y un olor corporal característico derivado de la expulsión de cuerpos cetónicos mediante sus fluidos corporales. Pasado este tiempo, el organismo regula automáticamente la producción de cuerpos cetónicos a los estrictamente necesarios y se reduce paulatinamente su expulsión hasta que llega un momento en que no es necesario expulsar ninguno y estos olores desaparecen.

Como he dicho, los cuerpos cetónicos son ácidos. Esto hace que su presencia en exceso en el torrente sanguíneo pueda acidificar la sangre. Este es precisamente el motivo por el que el organismo expulsa estos cuerpos cetónicos sobrantes durante las primeras semanas en cetosis y su expulsión, lejos de ser un síntoma negativo de cualquier patología, lo que muestra es que el organismo funciona correctamente eliminando los productos que no necesita. Esta expulsión de cuerpos cetónicos no perjudica a los riñones ni a ningún otro órgano; esto es un mito sin prueba científica alguna. Ahora bien, si un sujeto tiene algún problema metabólico que le impide filtrar la sangre y expulsar estos cuerpos cetónicos, entraría en otro estado metabólico llamado cetoacidosis, o sea, acidosis por cuerpos cetónicos, que como he comenzado diciendo, no es cetosis, sino acidosis, incluso si afamados nutricionistas son incapaces de comprender la diferencia.

La cetoacidosis es un estado metabólico peligroso que puede desencadenar una larga lista de problemas de salud y, en ultima instancia, incluso causar fallos serios en el organismo. Algunos enfermos, como los enfermos de diabetes tipo I, deben tener especial cuidado con evitar la cetoacidosis, pero para la mayoría de las personas sanas, la acidificación de la sangre por cuerpos cetónicos no es posible, precisamente porque nuestro organismo se encarga de regular el pH de la sangre de manera eficaz, en una estrecha horquilla, estemos o no en cetosis.

La cetosis y la pérdida de peso

La cetosis y la pérdida de peso

Una vez que hemos visto la diferencia entre cetosis y cetoacidosis, y despejado los miedos habituales acerca de fallos orgánicos (riñón, hígado…) que son propios de la cetoacidosis y nada tienen que ver con la cetosis, quiero dedicar la segunda parte del artículo a explicar algunos de los beneficios de una dieta cetogénica, o sea, limitada en carbohidratos. El primer beneficio de seguir una dieta baja en carbohidratos que induce a la cetosis es lógicamente el autoconsumo de la grasa almacenada, lo que nos hace adelgazar y mejorar nuestra salud. Sin embargo, como dije anteriormente, el organismo utiliza tanto la grasa que ingerimos como la que almacenamos, de modo que el ritmo al que podemos adelgazar viene marcado por la cantidad de grasa que ingerimos y su tipo. Esto lo analizaré  en detalle en un próximo artículo para no extenderme demasiado aquí. Se calcula que en Suecia aproximadamente un tercio de la población sigue una dieta cetogénica, lo que explica la baja tasa de obesidad en este país y, para acabar definitivamente con el mito del supuesto peligro de las dietas cetogénicas, basta decir que Suecia no muestra una mayor concentración de problemas de salud que cualquier otro país de su entorno, sino más bien al contrario.

Antes he mencionado que el cerebro y el corazón se pueden alimentar de cuerpos cetónicos. Pues bien, centrémonos un momento en el cerebro. Seguramente habréis oído decir que el cerebro necesita azúcar para funcionar. Esto es falso. Lo que el cerebro necesita para funcionar es una cantidad concreta de glucosa al día, que son unos 100 gramos cuando estamos en el metabolismo de la glucosa y unos 40 gramos cuando estamos en el metabolismo de la grasa, la cetosis. Para generar estos 40 a 100 gramos de glucosa no es necesario ingerir azúcar. De hecho, ni siquiera es necesario ingerir carbohidratos dado que nuestro organismo puede generar esa glucosa en el hígado en un proceso llamado gluconeogénesis. Más concretamente, cuando el cerebro utiliza cuerpos cetónicos como combustible principal, la temperatura de trabajo baja, la eficiencia energética es mayor y se produce una mayor lucidez en el pensamiento.

Enfermedad de Alzheimer - ¿Y si hubiese una cura? La historia de los cuerpos cetónicos

Enfermedad de Alzheimer – ¿Y si hubiese una cura? La historia de los cuerpos cetónicos

Pero más allá de estos beneficios -que podrían considerarse subjetivos- los beneficios clínicos están demostrados y siendo investigados activamente. Por ejemplo, las dietas cetogénicas han probado ser una inmejorable terapia en la epilepsia infantil, limitando o incluso eliminando por completo los brotes epilépticos en los pacientes que siguen esta dieta. Del mismo modo, se han producido muchos avances en el control y tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, siendo el más notorio el caso de la doctora Mary Newport, que ha conseguido revertir el Alzheimer en su propio marido a un estado anterior, menos agresivo, que le posibilita llevar una vida con cierta normalidad de nuevo. La doctora Newport explica en su libro Enfermedad de Alzheimer ¿Y si hubiese una cura? La historia de los cuerpos cetónicos como logró mejorar la salud de su marido, paciente de Alzheimer, con una dieta cetogénica que permitió que su cerebro pudiese volver a alimentarse con normalidad eliminando los carbohidratos de su dieta.

Otro beneficio de la dieta cetogénica es la ausencia de picos y fluctuaciones en la glucosa circulante en sangre. Al limitar severamente la ingesta de carbohidratos, la dietas cetogénicas impiden que se generen picos de glucosa en sangre, y por lo tanto regulan inmediatamente la secreción de insulina y por ende la resistencia a esta hormona. Esto se traduce en que enfermos de síndrome metabólico o incluso de diabetes tipo II se curan de su enfermedad en muy poco tiempo y sin utilizar fármacos. Hace poco una lectora relataba en un comentario que puede leerse al final del artículo Cocinar sin azúcar para adelgazar, como había dejado la metformina a las pocas semanas de seguir la Isodieta, una dieta eminentemente cetogénica. La metformina es un fármaco indicado en las personas que sufren de resistencia a la insulina, el inicio de la diabetes tipo II, y que habitualmente toman durante años antes de acabar siendo insulinodependientes.

Pero la lista de beneficios no acaba aquí. Las dietas cetogénicas se han mostrado eficaces para controlar la expansión de ciertas células cancerígenas que sólo pueden utilizar la glucosa para crecer y reproducirse. Limitando la cantidad de glucosa disponible para estas células es factible detener el crecimiento del cáncer o incluso reducir su tamaño. En la infección por ciertos hongos, como la cándida, las dietas cetogénicas se han mostrado igualmente efectivas por similares motivos.

Cerebro de Pan, del Dr. David Perlmutter

Cerebro de Pan, del Dr. David Perlmutter

Abordando de lleno el proceso digestivo, las dietas cetogénicas tienen dos efectos secundarios positivos en la salud gastrointestinal: Para empezar, al limitar el consumo de carbohidratos limitamos o incluso eliminamos el consumo de gluten. Como explica el Dr. David Perlmutter en su libro Cerebro de Pan, el 65% de  la población mundial es sensible al gluten con manifestaciones tales como ardores, gases o digestiones pesadas. La mayoría de las personas que sufrían estos síntomas -yo incluído- comprueban que desaparecen a los pocos días de seguir una dieta cetogénica. Lógicamente, los celíacos se benefician incluso en mayor medida de seguir una dieta que excluya por completo los cereales y sus derivados, especialmente los del trigo. En segundo lugar, incluso las personas que no tienen sensibilidad al gluten pero sufren de ardores y reflujo gastroesofágico pueden beneficiarse de una dieta cetogénica dado que la digestión de las grasas y las proteínas -contrariamente a lo que muchas personas creen- es mucho más liviana para las personas pese a ser más lentas para su organismo que la digestión de los carbohidratos.

En el aspecto psicológico, la dieta cetogénica, por su efecto positivo en el cerebro, está directamente asociada con la reducción del estrés y la mejoría en la memoria, tanto de las personas sanas como de los pacientes de Alzheimer. En otras enfermedades neuronales degenerativas, las dietas cetogénicas han demostrado utilidad en el control de los síntomas y como apoyo de otras terapias.

En definitiva, los beneficios de las dietas cetogénicas, las que limitan o eliminan el consumo de carbohidratos, son múltiples pese a que la información que circula nos puede equivocar afirmando precisamente lo contrario, algo que como hemos visto al principio viene derivado del error de confundir la cetosis con la cetoacidosis. La cetosis, si lo pensamos unos segundos, es un estado mucho más natural en el ser humano que la glucólisis dado que durante la mayor parte de nuestros dos millones y medio de años como homínidos, los alimentos que componían nuestra dieta eran las proteínas y las grasas y no ha sido hasta hace unos pocos miles de años que hemos introducido los cereales ricos en carbohidratos de manera inicial y unos pocos cientos de años que hemos introducido los carbohidratos refinados como el azúcar o la harina. Como es lógico, los problemas del hombre actual vienen derivados de los alimentos actuales y no de los alimentos milenarios.

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Denunciable: Zumo de Naranja Embotellado

Durante años me tomé un gran zumo de naranja por las mañanas cuando desayunaba. Jamás se me ocurrió pensar que era una de las alternativas menos indicadas para adelgazar. Al contrario, me tomaba el zumo pensando que era una de las cosas más sanas y nutritivas que iba a tomarme en todo el día. Así estaba. Si todavía no has leído nada al respecto del zumo de naranja, lo que voy a contar aquí puede que te suene un poco raro, pero en una reciente visita al supermercado me he traído unas fotos para convencerte de que lo que te voy a contar no es producto de mi imaginación ni ciencia ficción.

A todos los efectos, no hay demasiada diferencia entre tomar un gran vaso de zumo de naranja y tomar un gran vaso de agua con azúcar. De hecho, como vamos a ver en breve, un vaso de zumo de naranja embotellado es nutricionalmente similar a un vaso de refresco de cola habitual, que a su vez es simplemente un vaso de agua con azúcar, colorantes, saborizantes y demás polvos mágicos.

Para este artículo he seleccionado una de las marcas de zumo más vendidas en España y me he fijado especialmente en su marketing y sus valores nutricionales. Mi conclusión es que además de ser un producto poco saludable, el marketing que utiliza el fabricante para poner esto en el mercado es, cuando menos, poco ético. En el libro explico claramente que si quieres adelgazar la idea de tomar zumos de fruta no es lo más acertado que puedes hacer. Si ya de por sí muchas frutas tienen un índice glucémico alto y un contenido significativo de hidratos de carbono, que nos sacarán de la cetosis, cuando las convertimos en zumo y eliminamos la fibra, el resultado es, nutricionalmente hablando, bastante lamentable.

Valores Nutricionales del Zumo Don Simón

Valores Nutricionales del Zumo Don Simón

Como puede verse en la tabla de valores nutricionales de este zumo de naranja, insisto, uno de los más vendidos en España, en cada 100ml de producto hay, básicamente, 10,4 gramos de carbohidratos de los cuales TODOS son los procedentes del azúcar. Esto es prácticamente la misma cantidad de azúcar que hay en una lata de tu refresco de cola favorito. Como ves en la etiqueta de valores nutricionales, la cantidad de proteínas, grasas y fibra son básicamente despreciables. Sin embargo, resulta curioso que haya 32 mg de vitamina C en 100 ml de producto porque la naranja tiene unos 50 mg por cada 100 gr de producto, así que si nos vamos a la lista de ingredientes encontramos que, además de zumo de naranja (55%), esta bebida tiene agua, pulpa de naranja (5%), azúcar y vitamina C. Ni siquiera añadiendo más vitamina C consiguen que esta bebida tenga la cantidad de vitamina C que se espera de una naranja.

La Cantidad Diaria Recomendada (CDR) de vitamina C va de 90 a 125mg para adultos, aunque muchos expertos recomiendan llegar hasta 1000mg (1g). Por ello, los 32mg que aporta este producto por cada 100 ml, en el mejor de los casos supone un 35% de la CDR, bastante pobre. Para tomar la cantidad de vitamina C que yo tomo con mi multivitamínico, unos 170mg, habría que tomar más de medio litro de este «zumo», lo que supondría ingerir, de golpe, casi 60 gramos de azúcar. ¿De verdad alguien piensa que tomar este producto por la mañana es saludable?

Botella de Don Simón Naranja

Botella de Don Simón Naranja

Mirando la parte delantera del envase nos damos cuenta de como juegan con los consumidores. Para empezar, no pone la palabra «zumo» por ningún lado, y esto es porque en realidad no puede considerarse zumo, sino néctar (por la cantidad de agua y azúcar que le añaden). Sin embargo, para engañar al consumidor ponen un dibujo de un exprimidor y escriben frases como «con naranjas exprimidas» o «contiene 12 naranjas». Aunque parecen buenas noticias, en realidad no lo son tanto. El envase es de 1,5 litros y si realmente contiene 12 naranjas, ya resulta bastante obvio que la cantidad de agua que contiene es realmente alta.

Uno de los mitos más extendidos con respecto a los zumos -y con respecto a la fruta en general- es que la cantidad de azúcar que contienen no es «dañina» porque es fructosa, un azúcar natural. Voy a aprovechar para dar unas pinceladas al respecto de este mito. Para empezar, el azúcar blanca común que se consume, llamada sacarosa, es un disacárido que contiene 2 moléculas, una de glucosa y otra de fructosa. Cuando ingerimos azúcar refinada también ingerimos fructosa. Por otro lado, aunque la mayoría de las frutas son ricas en fructosa, también contienen glucosa. Aunque hay ciertas diferencias entre la glucosa y la fructosa, su fórmula empírica es la misma (C6H12O6), con lo cual deberíamos sospechar que si una no es muy buena para el organismo, la otra tampoco. Además, cuando ingerimos azúcar lo primero que ocurre en nuestro organismo, y a toda velocidad, es que la sacarosa se descompone en glucosa y fructosa, tanto en el estómago como en el intestino, por lo que ingerir fruta e ingerir azúcar, en este sentido, es similar, si bien es cierto que hay ciertas frutas con contenidos bajos de azúcar en general, como las fresas, moras, frambuesas, y los frutos del bosque en general.

La principal diferencia entre ambas moléculas es la forma en que el organismo las procesa, ambas con efectos nocivos cuando se reitera su consumo. La glucosa porque aumenta de golpe la glucemia y produce picos de insulina y la fructosa porque paraliza la actividad normal del hígado -que la convierte en glucosa- y por tanto acaba contribuyendo igualmente a la glucemia, al tiempo que produce subida de colesterol y triglicéridos y provoca acumulación de grasa en el hígado. Por lo tanto, el zumo de naranja y la fructosa en general no son alimentos apropiados para adelgazar. Este es un tema que trataré con más profundidad en breve en el libro que estoy preparando, La Gran Mentira de la Nutrición.

Beneficios de la Pérdida de Peso

Beneficios de la Pérdida de Peso

Beneficios de la Pérdida de Peso

En el capítulo dedicado a la creación de un plan nutricional a medida para cada persona de mi libro Adelgazar sin Milagros dedico las primeras páginas a repasar algunos de los beneficios que obtenemos al adelgazar. Hoy quiero recordar en el blog algunos de estos beneficios dado que muchas personas están contactando conmigo para dar fe que ellos han notado estos mismos beneficios tras leer mi libro y perder una cantidad sustancial de grasa.

Como es lógico, esta lista no es exhaustiva ni exacta. Cada persona notará de manera distinta estos beneficios en cuanto pierda el suficiente peso, pero lo que es innegable es que está científicamente y empíricamente comprobado que al eliminar la grasa que tenemos acumulada el organismo se beneficia en varios frentes de manera simultánea.

Si se está planteando perder peso y está estudiando la idea de adelgazar siguiendo las recomendaciones de mi libro, del mismo modo que yo lo hice cuando perdí 35Kg en sólo 4 meses, aquí le dejo la lista de los beneficios asociados a la pérdida de peso para darle ese empujoncito que probablemente necesita para dar uno de los pasos más importantes que puede dar para mejorar su salud y retrasar su envejecimiento.

Veamos en esta lista los beneficios de que obtenemos al perder peso con cierto detalle:

  • Movilidad: El primer beneficio que obtenemos en la pérdida de peso es el aumento de la movilidad. Cuando perdemos grasa ganamos movilidad. Podemos hacer cosas que no se pueden hacer cuando se sufre obesidad o se hacen de manera más limitada. En mi caso, utilizo esta movilidad para practicar los deportes que más me gustan, el esquí y el motociclismo.
  • Vitalidad: Como explico en el libro, reducir los hidratos de carbono y aumentar las proteínas y las grasas en la dieta ofrece como beneficio inmediato el aumento de la vitalidad. Esa modorra que sigue a la ingesta masiva de carbohidratos, provocada por los picos de insulina que generamos en el cuerpo, desaparece de inmediato al cambiar la dieta y perder peso.
  • Sexualidad: En numerosos estudios, las personas que sufren obesidad reportan tener una vida sexual de menor calidad que la que disfrutan aquellas personas que mantienen un peso cercano al ideal.
  • Envejecimiento: La regeneración celular es la clave oculta del proceso de envejecimiento. Como explica Jaime Brugos en su libro La Isodieta, si mantenemos en sangre los nutrientes esenciales (aminoácidos esenciales y ácidos grasos esenciales) a través de la ingesta de alimentos nutricionalmente ricos, la regeneración celular ocurre con más fluidez y retrasamos el envejecimiento. Esto es un beneficio añadido que se obtiene por seguir un plan nutricional como el que yo promuevo en el libro, que además de hacernos adelgazar nos ayuda a retrasar el envejecimiento.
  • Migrañas: Muchas personas, yo entre ellas, han reportado que al adelgazar se han reducido o eliminado por completo las crisis de migrañas que sufrían. Esto puede ser debido a la bajada de la presión arterial que normalmente se asocia con la pérdida de peso.
  • Hipercolesterolemia: Al eliminar grasa nuestros niveles de colesterol tienden a estabilizarse. Aunque considero que los niveles de colesterol en sangre, por lo general, no son buenos indicadores de nuestra salud por motivos que he explicado en anteriores artículos, no deja de ser cierto que el colesterol malo baja y el bueno sube cuando perdemos peso de manera sana.
  • Función Hepática: Cuando adelgazamos se reduce el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la grasa en el hígado tanto en esteatosis como en fibrosis.
  • Síndrome Metabólico: Cuando seguimos una dieta baja en hidratos de carbono que nos permite eliminar la grasa que tenemos acumulada el síndrome metabólico desaparece por completo.
  • Diabetes Tipo II: Muchas personas han reportado que la diabetes tipo II que padecían ha desaparecido al adelgazar. Cuando perdemos peso y el síndrome metabólico desaparece, el riesgo de padecer diabetes tipo II queda reducido virtualmente a cero. Sirva como ejemplo que el 80% de las personas que padecen diabetes tipo II sufren obesidad. Yo conozco personalmente a unas cuantas personas cuya diabetes tipo II desapareció al perder peso.
  • Síndrome de Ovario Poliquístico: En las mujeres, este síndrome está asociado directamente con la obesidad. De manera que si pierden peso y eliminan la grasa que tienen acumulada, las posibilidades de sufrir esta enfermedad prácticamente desaparecen.
  • Enfermedades Cardiovasculares: Cuando adelgazamos por medio de una dieta sana uno de los primeros beneficiados es la mejora del sistema cardiovascular. Como he defendido en artículos anteriores y explico con detalle en el libro, una dieta en la que se eliminan los carbohidratos refinados tiene consecuencias positivas inmediatas en nuestro sistema cardiovascular.
  • Depresión: Según parece, las personas que adelgazan tienen muchas menos posibilidades de sufrir depresión que aquellas que mantienen su sobrepeso u obesidad.
  • Apnea del Sueño: Una de las primeras cosas que yo mismo noté y que la mayoría de los hombres me dicen es que dejan de roncar y duermen mejor desde que adelgazaron. Los que sufren apnea del sueño severa pueden mejorar ostensiblemente su descanso al perder peso.
  • Asma: Al parecer, también se asocia la frecuencia de los ataques de asma con la obesidad. Según he leído, los ataques de asma se reducen considerablemente cuando perdemos peso.
  • Corazón: Uno de los beneficios más importantes de perder peso es la salud del corazón. Como explico en el libro, el corazón está formado por tejido muscular. Al recibir una correcta nutrición, la regeneración celular de este órgano se produce en condiciones óptimas y las posibilidades de sufrir cardiopatías bajan considerablemente.
  • Hipertensión: Cuando perdí los primeros 15 o 20 kilos que me sobraban, una de las cosas que noté fue la estabilización de mi presión arterial. Esto es algo que también me reportan muchas personas que me escriben para contarme su experiencia.
  • Ansiedad: Antes de adelgazar, yo sufría ataques de ansiedad que incluso me obligaban a medicarme a diario. En cuanto comencé a perder peso, la ansiedad desapareció y, años después, nunca ha vuelto. Lógicamente, al sentirme mejor, los factores que desencadenaban las crisis de ansiedad desaparecieron y con ellos la enfermedad.
  • Reflujo Gastroesofágico: Cuando pesaba 113 kg uno de los problemas de salud que tenía eran los reflujos gastroesofágicos, los ardores. Era algo que me impedía llevar una vida normal. Después de literalmente cada comida del día, incluida la cena, sufría de unos terribles ardores que en muchas ocasiones me impedían dormir. Para mí, el principal beneficio en cuanto a calidad de vida que obtuve cuando perdí los 35Kg fue sin duda la desaparición de los reflujos.
  • Incontinencia Urinaria: Conforme adelgazamos, nuestra capacidad para aguantar más tiempo sin orinar aumenta. Al igual que en las mujeres embarazadas, cuando tenemos sobrepeso ciertas partes de nuestro cuerpo ejercen presión constante sobre la vejiga y necesitamos orinar con mayor frecuencia. Esto es algo que desaparece al adelgazar.
  • Articulaciones: Las enfermedades degenerativas de las articulaciones están íntimamente relacionadas con el sobrepeso y la obesidad. Al adelgazar, quitamos peso y tensión de nuestras articulaciones y si además tomamos un suplemento adecuado podemos arreglar parte del estropicio causado en las articulaciones por los años de sobrepeso. Esto es algo que yo he podido comprobar de manera dramática al adelgazar y suplementar mi dieta con el jarabe de colágeno y ácido hialurónico CYNERGY MED, que me ha devuelto la salud articular que había perdido. Me ha desaparecido una buena parte del ruido, chasquido y dolor articular tanto en las rodillas como en los pies, los brazos y las manaos. Tengo la espalda más relajada y prácticamente no sufro los dolores constantes que sufría con el sobrepeso.
  • Gota: Al contrario de lo que muchas personas creen, la gota está más relacionada con la obesidad que con la ingesta de ciertos alimentos. Si bien es cierto que algunos alimentos tienen tendencia a elevar el ácido úrico, no es menos cierto que esto depende fundamentalmente del tipo de alimentación conjunta que se lleve y no de la ingesta de ese alimento de manera aislada. Al perder peso, mi ácido úrico bajó considerablemente, pese a que sigo comiendo carnes rojas, mariscos, foie y otros alimentos considerados prohibitivos para los que tenemos antecedentes familiares de gota.
  • Autoestima: Al adelgazar mejoramos nuestro aspecto y esto tiene como consecuencia directa el aumento de nuestra autoestima. Si uno se ve bien en el espejo, automáticamente se siente bien. Desafortunadamente, ocurre también lo contrario. Cuando nos vemos mal en un espejo o en una foto, automáticamente nos sentimos mal.
  • Actividad Física: Otro beneficio significativo que obtenemos al adelgazar es nuestra capacidad para desarrollar actividades físicas. Cuando adelgazamos no obtenemos milagrosamente un buen estado físico, pero es precisamente la disminución drástica de la grasa acumulada la que nos permite adquirir una buena forma física en muy poco tiempo y con un relativamente bajo esfuerzo. Ponerse en forma haciendo ejercicio es algo muy sencillo si no se tiene sobrepeso.
  • Descanso: Cuando perdemos peso, nuestro descanso se hace más placentero y necesitamos menos horas de sueño para cargar nuestras pilas. Esto es debido principalmente a que desaparecen los síntomas de todas las enfermedades asociadas a la obesidad, por lo que podemos descansar con más facilidad que si tenemos apnea, roncamos, tenemos acidez de estómago y demás.
  • Actividad Cerebral: Una gran mayoría de nuevos estudios apuntan a que la actividad cerebral se ve mejorada cuando se siguen dietas bajas en hidratos de carbono que además de hacernos adelgazar consiguen que nuestro organismo cree cuerpos cetónicos en el metabolismo de las grasas que algunos órganos como el cerebro o el corazón usan con bastante eficacia.

Si esta lista no le ha convencido y todavía está pensando si ponerse a adelgazar, no dude en contactar conmigo con sus preguntas. Trataré de solventarlas explicándole mi experiencia perdiendo peso para que sepa, de primera mano, como cambió mi vida cuando perdí 35 kilos en sólo 4 meses.