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El riesgo de consumir edulcorantes

La Coca Cola Light contiene aspartamoLlevo toda la semana leyendo por todas partes artículos que alertan sobre el peligro de consumir edulcorantes, bebidas light, y en general sustitutos del azúcar. Muchos de vosotros me habéis mandado enlaces y os lo agradezco. Parece que de repente, aparecen «estudios» y artículos que nos revelan los supuestos peligros para nuestra salud de consumir edulcorantes «artificiales», en clara alusión a que volvamos al consumo de azúcar. No se puede negar que consumir edulcorantes entraña un riesgo altísimo, lo que debemos preguntarnos es para quién entraña riesgo, porque obviamente no es para nuestra salud sino para la economía de ciertas multinacionales. Analicemos un poco todo este maremágnum de información de las últimas semanas a ver que sacamos en claro.

Curación HolísticaCasi al unísono, como por arte de magia, apareció en diversos periódicos un artículo titulado «¿Qué pasa una hora después de beber una lata de Coca-Cola Light?». Algunos periódicos como el DIARIO SUR eliminaron el artículo de su web a las pocas horas, pero otros del mismo grupo como El CORREO lo han mantenido. La verdad es que la postura del Diario Sur parece más lógica una vez analizado el contenido. Tenemos un artículo con un titular muy serio bajo el título: «El consumo excesivo de bebidas carbonatadas, con endulzantes artificiales, puede llevar a padecimientos como diabetes tipo 2, presión arterial elevada y enfermedad del corazón«. ¡Como el azúcar! Madre mía, y yo sin saberlo… Es tan impactante que me ha hecho tirar un poquito de la manta para encontrar las fuentes de dicha información. El artículo original, en inglés, es de la web holística «The renegade pharmacist» y puede encontrarse pinchando aquí (no es fácil llegar a él, algunos enlaces fallan). Después de leer el artículo original, las fuentes y los estudios que mencionan, solo puedo decir que en mi opinión es decepcionante y manipulador. Por ejemplo, dice cosas como que el Aspartamo «podría» ser muy perjudicial, algo que no ha podido demostrarse en ningún estudio jamás. Para ello, ataca a los dos componentes principales del Aspartamo, que son dos aminoácidos, el ácido aspártico (de ahí el nombre) y la fenilalanina.

¿Es realmente malo es Aspartamo?
La FDA Norteamericana y la ESA Europea han investigado a fondo el Aspartamo. De hecho, es uno de los aditivos más estudiados en la historia de la alimentación. Aún así, establecen entre 40mg y 50mg por Kg de peso corporal al día como ingesta diaria segura admisible. O sea, para una persona de 75Kg, tomar unos 4 gramos al día. Quedaros con ese dato.

¿Es malo para la salud el edulcorante Aspartamo?Bien, por otro lado, sabemos que el Aspartamo es 200 veces más edulcorante que el azúcar, de modo que ¿Cuánto aspartamo hay en una lata de Coca-Cola light? Lo cierto es que no viene expresado en la etiqueta, pero podemos hacernos una idea. Si una Coca-Cola normal de lata contiene unos 40g de azúcar y el aspartamo endulza 200 veces más que el azúcar, dividimos 40 entre 200 y sacamos que si el único edulcorante que llevase una lata de Coca-Cola light fuese el Aspartamo (que no lo es), harían falta 0,2g para que estuviese igual de dulce que una Coca-Cola normal. Hasta llegar a los 4 gramos de ingesta máxima que recomiendan las agencias deberíamos tomarnos 20 latas de Coca-Cola light. Esto me va chirriando un poco…

Tiremos un poco más del hilo. En los 0,2g de Aspartamo posibles en una lata de Coca-Cola light hay aproximadamente 0,1g de Fenilalanina y 0,1g de Ácido Aspártico, el primero un aminoácido esencial (tenemos que ingerirlo) y el segundo un aminoácido que nuestro organismo puede generar. En un huevo hay 1,24g de Ácido Aspártico y 0,68g de Fenilalanina. Ejem…. ¿también nos producen diabetes, hipertensión y enfermedad cardiaca los huevos? Sí, ya se que algunos piensan que sí, pero los estudios dicen que no.

Por otro lado, en el artículo nos presentan un estudio publicado en PubMed que asocia el consumo de al menos una bebida light al día con mayor riesgo de síndrome metabólico y mayor riesgo de sufrir diabetes tipo 2. ¡Cielos! ¿Qué leen mis ojos? Tengo que leer esto en su formato original…. y así hice. Para empezar, el riesgo que crece según el estudio es «riesgo relativo», o sea, cuando el artículo en Español habla de un 36% más de riesgo de sufrir síndrome metabólico y un 67% más de riesgo de sufrir diabetes tipo 2, lo que quiere decir no es que tenga un 36% o un 67% de riesgo, sino que la diferencia en riesgo es del 36% o el 67%. Por ejemplo, si el riesgo normal fuese del 1%, al tomar una lata al día, todos los días, tendríamos supuestamente un riesgo del 1,36%. ¿Alarmante? No, claro que no. Pues en realidad hablamos de riesgos que rondan el 1%. Ahora bien, lo interesante de leer el artículo con el estudio completo es que cuando se tuvieron en cuenta otros factores como la grasa corporal o la circunferencia de la cintura, las ingestas de bebidas light dejaron de ser significativas, ni siquiera en esos niveles. O sea, hablando claro, donde está la madre del cordero no es en si tomamos una, dos o nueve latas de refresco light, sino en la grasa que llevamos acumulada en nuestro cuerpo, en especial en la barriga, porque al tenerla en cuenta es cuando los datos son significativos, se beban refescos light o no. Lógicamente, eran las personas obesas las que trataban de perder peso bebiendo refrescos light. Existe correlación, pero no causalidad.

Edulcorantes artificialesIncluso si los periodistas españoles no estaban por la labor de leerse el artículo completo antes de publicar sandeces, las conclusiones del resumen citado por ellos mismos comienzan diciendo que los datos son observacionales y no se puede establecer causalidad, o sea, no se puede establecer que la causa de la diabetes o el síndrome metabólico sea la ingesta de las bebidas mencionadas. Y siendo un poco más cruel con los periodistas, si no querían llegar al final del resumen teniendo que hacer el tremendo esfuerzo de leerse las 20 líneas de texto que forman el resumen, podían al menos haber leído las 4 primeras palabras de la página, que son «Diabetes Care, 2009 Apr», o sea, se trata de un artículo publicado en Abril de 2009 y no de algo nuevo como han anunciado a bombo y platillo.

Siguiendo con el artículo holísitico del farmacéutico renegado -que por cierto acaba de algún modo bendiciendo el azúcar por arte de magia- encontramos perlas como que la Coca-Cola Light deshidrata porque no contiene agua «vital», algo que produce «niebla cerebral», fatiga e irritabilidad. Ummmm, agua vital… y yo tomando agua del grifo.. ¡qué anticuado estoy! Pero esperen, no se vayan todavía, que aún hay más: resulta que nos menciona que según la prestigiosa Universidad Tufts de Boston (no hay link al estudio, ¡qué mala suerte!), los estudios muestran que tomar tres o más «latas» puede resultar en un 4% menos de densidad osea en la cadera, aparentemente debido al ácido fosfórico. ¿Será esto cierto? ¿Es un 4% de densidad ósea en la cadera importante? Pues como no tenía ni idea, me puse a buscar, y lo que encontré fue lo siguiente. Todo viene de un importante estudio de 2001 de Heaney and Rafferty, que concluye lo siguiente (traduzco literalmente): El exceso de calciuria (eliminación del calcio en la orina) asociado a las bebidas carbonatadas se ciñe solo a las bebidas con cafeína. Dado que sabemos que el efecto de la cafeína se compensa con una menor calciuria durante el resto del día, concluimos que el efecto neto en la cantidad de calcio corporal de las bebidas carbonatadas es despreciable. Los efectos que producen las bebidas carbonatadas sobre el esqueleto son probablemente debidos al desplazamiento de la leche en la dieta. O sea, que resulta que después de todo, ni el aspartamo, ni la cafeína, ni las bebidas carbonatadas son responsables de ese 4% de pérdida de masa ósea, sino que parece a que todo apunta a que la causa es tomar menos leche porque la sustituimos por refrescos en nuestra dieta. Además, se trata de bebidas gaseosas en general, no bebidas light, como intenta manipular el autoproclamado renegado.

Voy a acabar este artículo manifestando lo que muchos ya han leído en mis libros. No estoy a favor de los edulcorantes artificiales. De hecho, opino que debemos tomar los alimentos sin hacerlos más dulces y tomo cada mañana té verde y algún café espontáneo durante el día, normalmente sin ningún tipo de edulcorante. Además, he comprobado algo que había leído con anterioridad y es que en ciertas personas, la ingesta de edulcorantes puede producir que el cerebro interprete que estamos comiendo azúcares y segregue insulina, lo que potencialmente evitaría que pudiésemos adelgazar, incluso siguiendo la más estricta de las dietas. Algunas personas que he conocido tenían ese problema del que hablo en este artículo de Mayo de 2014. Pero, de ahí a decir lo que leo en el artículo de El Correo, que es que esa insulina se transforma en azúcar y se almacena como grasa, hay trecho. Esto es además de una sandez, metabólicamente imposible hasta donde yo se. Puedo defender que ciertas personas no puedan adelgazar al tomar edulcorantes, pero desde luego no puedo defender que los edulcorantes acalóricos por sí solos engorden, porque esto es algo que no tiene sentido. Donde no hay energía, no la hay. Ya sabe, se puede transformar, pero no crear ni destruir…

En general, creo que debemos tratar de usar menos sal y menos edulcorantes para reeducar al cerebro y apreciar el sabor real de los alimentos, pero no creo, como llevo toda la semana leyendo, que haya que volver bajo ningún concepto al consumo disparatado de azúcar para abandonar unos edulcorantes que, hasta donde yo se, no han producido ningún efecto secundario serio a nadie jamás. En conclusión, si te apetece tomarte una Coca-Cola light -o cualquier otro producto edulcorado que no lleve azúcar-, puedes tomártelo sin miedo. Existe la posibilidad, si es que quieres adelgazar, que te dificulte la tarea, pero poco más.

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Visita a Ciao Carb

Carlos Abehsera y Primo Iezzi, de Ciao Carb, en la tienda Nutriwell Shop

Carlos Abehsera y Primo Iezzi, de Ciao Carb, en la tienda Nutriwell Shop

Muy de vez en cuando tengo el placer de conocer a personas que sienten la misma pasión por su trabajo que yo. Esta semana ha sido una de esas veces en las que he ido a conocer una empresa y sus productos y he salido habiendo hecho unos amigos con los que he conectado desde el primer minuto y con quienes estoy seguro volveré a coincidir pronto en cualquier aventura.

Esta semana he ido de visita invitado a la fábrica de la empresa Ciao Carb en Manoppello Scalo, cerca de Pescara, en Italia, y mis anfitriones han sido los dueños de la empresa Primo Iezzi, director general de Ciao Carb  y Osvaldo Legnini, director técnico. También he tenido la oportunidad de conocer a Lorenzo, el hijo de Osvaldo, que trabaja en la planta de producción al cargo de un magnífico equipo humano.

Carlos Abehsera con Osvaldo Legnini de CiaoCarb en la línea de producción de Ciao Carb

Carlos Abehsera con Osvaldo Legnini de CiaoCarb en la línea de producción de Ciao Carb

Ciao Carb es más que un fabricante de alimentos bajos en carbohidratos. Es una filosofía de alimentación que comparte una gran cantidad de principios con los ideales que yo mismo postulo y defiendo. Pese a ser una empresa absolutamente dotada de la más moderna maquinaria, los procesos siguen siendo completamente tradicionales, y por eso su producto, además de gustarme al paladar, me gusta en el corazón. He podido conocer a las personas que realizan todas las labores manuales que este tipo de productos demanda, desde la mezcla de los ingredientes al amasado de las mezclas o el cocido, secado, cortado y empaquetado del producto. Me ha impresionado especialmente ver como elaboran pasta al estilo tradicional italiano, pero con un 60% menos de carbohidratos. Digno de ver!

Visitando la línea de producción de Ciao Carb

Visitando la línea de producción de Ciao Carb

Vengo encantado, tengo que decirlo. Me he quedado tremendamente sorprendido de la capacidad de esta empresa para desarrollar productos de alto nivel nutritivo y bajo contenido en carbohidratos. Casi todos los productos de Ciao Carb se mueven entre los 2 y los 10 gramos de carbohidratos por cada 100 gramos de producto. Ojo, no estamos hablando de un filete de ternera ni de un lomo de salmón, sino de croissants, galletas, pasta, chocolates, piquitos y toda una gama de productos que se acerca a las cien referencias diferentes.

Producción de Croissants bajos en carbohidratos

Producción de Croissants bajos en carbohidratos

Y lo que realmente me ha sorprendido es la palatabilidad de los productos. Reconozco que los he probado casi todos en un maratón de un par de días, y que me he vuelto un fan de muchos de ellos. El pan de molde, la crema de avellanas tipo Nutella, los croisants y los panecillos para sándwich me los he traído directamente en la maleta, junto con unas galletas súper equilibradas y naturales, elaboradas con aceite de oliva virgen extra, que pienso darle a mis hijos mañana en el desayuno -así de buenas son!

Detalle de bizcochos con chocolate bajos en carbohidratos

Detalle de bizcochos con chocolate bajos en carbohidratos

Ciao Carb tenía interés en entrar en el mercado Español y querían mi opinión y consejo al respecto. Como dije al principio, la conexión con ellos ha sido automática y ya he propiciado que los productos lleguen a las plataformas habituales con las que colaboro, que espero los incorporen en sus catálogos en los próximos días. Un trabajo duro (excepto el de probarlo todo 🙂 ) pero ha merecido la pena el resultado. Ciao Carb ya está virtualmente presente en España y lo estará físicamente en los próximos días. Los productos son muy buenos, y el catálogo es espectacularmente grande. No sé todavía los productos que acabarán llegando a España en esta primera fase de implantación, pero he insistido mucho en que traigan la mayor parte del catálogo, aunque entiendo que supone un esfuerzo económico y logístico importante para los implicados.

Exposición de productos Ciao Carb

Exposición de productos Ciao Carb

La filosofía de Ciao Carb es sencilla: todos los productos son bajos en carbohidratos y se dividen en tres «fases» o “etapas”. La etapa 1, la componen productos de muy bajo contenido en carbohidratos y gran contenido en proteína. El tipo de proteína depende de un producto a otro. Hay productos con mucho gluten (proteína del trigo), y hay otros con un buen contenido de proteína láctea e incluso colágeno. La mayoría de los productos lleva un mix de diversos tipos de proteína para tratar de incluir la mayor parte de aminoácidos posible, algo muy inteligente por su parte.

Detalle del empaquetado del pan tostado Ciao Carb

Detalle del empaquetado del pan tostado Ciao Carb

El mago de estas mezclas es Osvaldo, que como buen alquimista que es primero define los objetivos nutricionales y luego, como buen obrador que también es, estudia la manera de conseguir la palatabilidad adecuada de cada producto. Estuve en su laboratorio e incluso probé productos absolutamente exquisitos que están ahora en fase de desarrollo, entre ellos un brioche con crema y menos de 5 gramos de carbohidratos que está increíblemente delicioso. Los productos de esta primera etapa que os comento están diseñados para sustituir una comida completa, de modo que aportan proteína, grasa y casi nada de carbohidratos. La fase 1 se reconoce fácilmente por el color rojo del empaquetado de los productos.

Productos de la fase 1 de Ciao Carb

Productos de la fase 1 de Ciao Carb

En segundo lugar tenemos los productos de la etapa o fase 2, con empaquetado amarillo, que también son muy reducidos en carbohidratos, pero que tienen menos proteína que los de la fase 1. Esto se debe a que están diseñados para acompañar otras comidas. Por ejemplo, unos piquitos sin carbohidratos para acompañar el jamón o un pan tostado diseñado para acompañar carnes, pescados o mariscos, o incluso para untarlo con mantequilla o la propia crema de cacao con avellanas que propone Ciao Carb dentro de su extenso catálogo.

Tanto en los productos de la fase 1 como en los productos de la fase 2 tenemos productos de tipo pan y bollería así como de tipo pasta. Y no me estoy refiriendo a “falsa” pasta, sino a pasta de verdad, elaborada fresca y desecada a la vieja usanza hasta conseguir una pasta tradicional que, afortunadamente, es muy reducida en carbohidratos. Por mucho que os quiera contar, creo que cuando veáis las fotos y los valores nutricionales lo entenderéis mucho mejor.

Muestras de productos Ciao Carb que he traído del viaje

Muestras de productos Ciao Carb que he traído del viaje

Por último, los productos de la tercera fase de Ciao Carb, con empaquetado verde y bajo la enseña «Nutriwell» tienen algo más de carbohidratos –sin acercarse a los valores de los productos tradicionales- pero para compensarlo, son más ricos en fibra. De este modo reducen la asimilación de una parte de los carbohidratos que aportan. Estos productos son además adecuados para niños porque aportan un punto más de energía, para deportistas o para tomar antes de cualquier entrenamiento. Ciao Carb ofrece también en este apartado panadería, bollería y pastas. Las galletas de la gama Nutriwell merecen mención aparte porque estan, sencillamente, espectaculares.

Espero que en los próximos días pueda anunciaros que los productos ya están disponibles en España porque realmente merecen la pena y estoy convencido que pueden ayudar a muchas personas, especialmente en el desayuno, que es dónde la mayoría de vosotros me contáis que tenéis los problemas de adaptación más grandes.

Atendiendo a las explicaciones sobre la composición de los productos de Primo Iezzi en su despacho de Ciao Carb

Atendiendo a las explicaciones sobre la composición de los productos de Primo Iezzi en su despacho de Ciao Carb

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Denunciable: Etiquetado de Mercadona

Natillas sin azúcares Hacendado de Mercadona

Una cosa es que un producto tenga mejores o peores valores nutricionales y otra muy distinta que el fabricante del producto mienta descaradamente en el etiquetado del producto. Es cierto que los que trabajamos en marketing tenemos tendencia natural a vivir cerca de la línea que separa lo estrictamente legal de lo ilegal a la hora de comunicar, tratando de aprovechar al máximo cualquier resquicio que dejen las leyes para mejorar la imagen de los productos con los que trabajamos, pero creo honestamente que eso es parte del juego y dominar el arte de la comunicación produce efectos sorprendentes sobre las ventas de los productos y es razonable querer vender un producto mostrándolo mejor al de la competencia.

Sin embargo, vivir cerca de la línea es una cosa, y pasar la línea es otra bien distinta. Empresas como Danone suelen pasar la línea con relativa frecuencia, pero gozan en Europa del proteccionado de la Unión Europea. En Estados Unidos no son tan permisivos con esta multinacional y las multas y los problemas se le suelen multiplicar al gigante de los lácteos al otro lado del Atlántico. Ese proteccionado del que hablo -que protege a la empresa cuando comete tropelías evidentes- es el mismo que nos perjudica a los consumidores, que quedamos indefensos ante estas prácticas.

Pues bien, si empresas como Danone pasan la línea con frecuencia, otras empresas viven en un universo paralelo, sin lineas, y hacen prácticamente lo que les da la gana. Hoy traigo el caso de Mercadona, porque lo que he visto -avisado por un lector habitual del blog- me parece tan vergonzoso como peligroso. Antes de que me lluevan los insultos por decir verdades acerca de Mercadona, insisto en que no tengo nada contra esta empresa, y mucho menos como ya me han sugerido alguna vez, por ser una empresa Española; pero en materia de alimentación y en especial con productos orientados a los niños, no entiendo de banderas, marcas ni nacionalidades. Lo que está mal, está mal lo haga quien lo haga. A quien no le guste conocer la verdad, le invito amablemente a dejar de leer este artículo ahora pinchando aquí. A los demás, aquí os presento la realidad de como se las gasta Mercadona con su etiquetado.

¿Qué ocurre cuando un diabético toma más azúcar de la que debe? Pues que genera un pico de glucosa en sangre que su organismo no puede controlar. Esto provoca un estado llamado hiperglucemia. Como explico en mi libro Adelgazar sin Milagros, el exceso de glucosa en sangre es tóxico para todo el mundo, pero la diferencia entre los diabéticos y el resto de las personas es que los primeros tienen problemas para regular de manera automática su nivel de glucosa en sangre. Precisamente por ese motivo, deben tener precaución a la hora de comer, en especial cuando comen productos dulces que potencialmente están edulcorados con azúcar, un alimento que tiene la capacidad de elevar muy rápido el nivel de glucosa por ser una fuente de carbohidratos de asimilación rápida -de los llamados «de alto índice glucémico».

Las natillas Hacendado sin Azúcares Añadidos tienen azúcar añadido. Así de claro, así de simple. Y no me refiero a «azúcares naturalmente presente en los alimentos», me refiero a azúcar blanca refinada, sacarosa, un alimento que los diabéticos deben vigilar muy de cerca. Hay que ser un verdadero cafre y sinvergüenza para etiquetar un producto como libre de azúcar cuando en realidad tiene azúcar, porque tal villanía puede ser potencialmente peligrosa para algunas personas. ¿Soy el único que se imagina a una madre de un niño diabético decirle que tome las natillas y repita si le apetece porque no tienen azúcar y son seguras para su consumo? No se trata de adelgazar o de engordar, se trata de un atentado serio contra salud del consumidor, que no puede fiarse de lo que lee en el etiquetado del producto sin pararse a analizar en detalle su composición.

¿Cómo se salta la regulación Mercadona en este producto? Muy sencillo: hace una interpretación absolutamente errónea del concepto de «azúcares naturales» para mentir en el etiquetado. Esta es la explicación: ciertos alimentos contienen «azúcares», carbohidratos simples, de manera natural en su composición. Por ejemplo, ciertas frutas contienen fructosa y glucosa, dos azúcares «naturalmente presentes» en su composición. El azúcar refinado es precisamente un disacárido compuesto por una molécula de glucosa y otra de fructosa, de ahí su elevado índice glucémico. En el etiquetado de las natillas, Mercadona insinúa que su producto tienen «azúcares naturalmente presentes» en el chocolate, pero es que resulta que el chocolate no es un alimento natural, sino un alimento procesado derivado del cacao, y el cacao no tiene azúcar mientras que el chocolate es básicamente una mezcla de cacao con azúcar refinado. El cacao es un fruto cuya semilla -tremendamente amarga- se utiliza para fabricar chocolate, y no contiene azúcar de manera natural. De hecho, las semillas de cacao son eminentemente grasas y contienen muy pocos carbohidratos en general con una insignificante cantidad de azúcares presentes en su composición.

Natillas de Mercadona sin Azúcares Añadidos

La composición de estas natillas es clara al respecto puesto que la palabra «azúcar» aparece claramente en la lista de ingredientes como parte del chocolate que contienen. Podrían haber optado por usar un chocolate sin azúcar de todos los que hay disponibles en el mercado, que no son pocos, pero han preferido lanzar una mentira al consumidor instándole a que consuma un producto que no cumple lo que su etiquetado promete. Además del azúcar industrial presente en este producto, también encontramos «azúcares naturales», esta vez sí, presentes en la leche. La leche contiene un azúcar natural, la lactosa, y aunque no está especificado, debemos suponer que la leche desnatada que lleva este producto contiene algo de lactosa.

Es cierto que la cantidad de carbohidratos que lleva el producto es baja para ser un postre dulce y que la cantidad de azúcar será lógicamente baja también, pero no me sirve como excusa. Si todos los fabricantes hiciesen lo mismo, un diabético -especialmente un niño- no duraba dos telediarios. Los consumidores tienen derecho a saber con exactitud lo que están comprando, y esa es precisamente la función del etiquetado. Si todos los fabricantes mintiesen con respecto al azúcar del mismo modo que lo ha hecho Mercadona en este producto, sería absolutamente imposible para un diabético comprar productos basándose en que estén supuestamente «libres de azúcar». Se pasaría el día comiendo azúcar sin saberlo.

Señores de Mercadona, si me están leyendo, su producto no es malo. No es necesario que mientan para venderlo. Mintiendo así sólo consiguen publicidad negativa y ponen potencialmente en riesgo la salud de algunos consumidores. Francamente, no me lo explico.

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Cerebro de Pan

Cerebro de Pan, del Dr. David Perlmutter

Cerebro de Pan, del Dr. David Perlmutter

Uno de los libros que tengo en la lista de leer urgentemente es «Cerebro de Pan«, la devastadora verdad sobre los efectos del trigo, el azúcar y los carbohidratos, del Dr. David Perlmutter. Lo cierto es que voy a leer este libro con los deberes bien hechos: ya me he leído todas las crónicas negativas acerca del libro que he encontrado, que son sólo dos. El libro lleva en la lista de de Bestsellers del New York Times desde que se publicó en Septiembre del año pasado, más o menos a la vez que mi libro, habiendo alcanzado el número uno en repetidas ocasiones. Actualización: El libro me lo leí días después de publicar este artículo, y en este otro artículo titulado Más Cerebro de Pan puedes encontrar una crónica detallada del mismo y la reseña de mi lectura: Más cerebro de pan.

El Dr. Perlmutter es un renombrado neurólogo norteamericano que, además, es nutricionista. Su enfoque en el tratamiento de enfermedades neurológicas está basado en la nutrición. Además de médico y escritor, Perlmutter da conferencias en universidades como Harvard, Columbia o la Universidad de Nueva York. Escribe en el Huffington Post y es consejero médico del famoso programa televisivo «El show del Dr. Oz». También ha publicado artículos en el Journal of Neurosurgery, el Southern Medical Journal, el Journal of Applied Nutrition y en Archives of Neurology. Por si fuera poco, ha recibido premios por su enfoque en el tratamiento de enfermedades neurológicas como el Linus Pauling Award en 2002, el premio Nacional al Nutricionista del año de la Asociación de Nutricionistas Norteamericana en 2006 o incluso el premio al Medico Humanista del año del American College of Nutrition en 2010. Sus apariciones en radio y televisión son numerosísimas, destacando Larry King Live, Oprah, The Today Show, CNN, 20/20, Fox News, CBS y por supuesto Dr. Oz, donde colabora desde 2002.

Os cuento todo esto para poneros en antecedentes y para que entendáis que lo que voy a contaros no son teorías de algún iluminado, sino conclusiones de un renombrado médico norteamericano de 60 años de edad que acumula 33 años de práctica neurológica ininterrumpida.

Pues bien, a grandes rasgos, lo que Perlmutter concluye en su libro es que la ingesta de carbohidratos, tanto refinados como no refinados, está directamente asociada con la diabetes, el Alzheimer, las enfermedades cardiovasculares y, en general, gran parte de las enfermedades neurológicas. De ese modo, Perlmutter defiende que enfermedades como el Alzheimer son reversibles a través de la nutrición, algo que ya postuló (y probó con su marido) la Dra. Mary Newport y que está relatado en este artículo.

Basándose en datos y estudios, Perlmutter relata como en 1992 el gobierno norteamericano redobló sus esfuerzos por eliminar las grasas de la dieta lo que produjo un aumento espectacular del consumo de carbohidratos. Al tiempo que se ponían de moda los productos light (bajos en grasa), aumentaba el consumo de granos, frutas y verduras. ¿Qué cifras arroja este cambio nutricional a gran escala que tuvo su punto álgido a partir de 1992? Pues según el CDC (Center for Disease Control), los casos de diabéticos en Estados Unidos se triplicaron, pasando de 7.5 millones en 1992 a 13.6 millones en 2002 y 20.9 millones en 2011. Si ya has leído mi libro La gran mentira de la nutrición, esta información no te sorprenderá, pero si todavía no lo has hecho, te puedo asegurar que hay muchas más cosas que ni te imaginas que te darían mucho que pensar en el ámbito de la nutrición.

El riesgo de padecer Alzheimer se dobla en las personas que sufren cualquier tipo de diabetes, por eso, es fundamental tratar de evitar o revertir la diabetes a través de la nutrición. Según Perlmutter, mientras el gobierno norteamericano, a través de su departamento de agricultura, nos dice que comamos lo que ellos producen, promulgándolo como el alimento más sano, nada podría estar más alejado de la realidad. Las dietas ricas en grasa -elabora Perlmutter- reducen considerablemente el riesgo cardiovascular y están directamente asociadas con la reducción del riesgo de padecer demencia. Esto se publicó en el Journal of Alzheimer’s Disease en Enero de 2012 en un estudio de la prestigiosa Clinica Mayo. Según este estudio, las personas en una dieta rica en grasas tuvieron un 44 por ciento de reducción del riesgo de padecer demencia. Aquellos sujetos en una dieta alta en carbohidratos -que los gobiernos siguen recomendando- tuvieron un incremento del 89% del riesgo de padecer dicha enfermedad. En otro artículo del New England Journal of Medicine de 2013, los investigadores concluyen que unos niveles altos de glucosa son un factor de riesgo para sufrir demencia. En el mismo artículo se asocian enfermedades degenerativas como el Alzheimer, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares con el consumo de carbohidratos, diciendo que incluso pequeños aumentos del nivel de glucosa dañan la estructura del cerebro y conllevan la reducción del mismo. Como verás, son datos absolutamente alineados con los que yo publiqué en mi libro Adelgazar sin Milagros en 2013 y que están soportados por los testimonios de los lectores del mismo.

Perlmutter relata que de acuerdo con un artículo publicado por la doctora Deborah Barnes, de la UCSF (University of California in San Francisco) más del 50% de los casos de Alzheimer no tienen porqué ocurrir y lamentablemente ocurren y no existe tratamiento eficaz contra la enfermedad. Esto es, el 50% de los casos de Alzheimer son evitables con una correcta alimentación.

Uno de los temas más prometedores de este libro y motivo por el cual lo tengo en la cima de lista de cosas que tengo que leer es que, al igual que ya propuso Jaime Brugos en su libro La Isodieta, Perlmutter no cree en la teoría de los carbohidratos malos (refinados) y buenos (integrales). A Perlmutter no le tiembla el pulso al decir que cereales de moda como la Quinoa o el Amaranto, pese a aportar una buena cantidad de proteínas, no son recomendables por su enorme aporte de carbohidratos con un razonablemente alto índice glucémico. Además, no duda en incluir las frutas dentro del grupo de alimentos que debemos vigilar severamente en nuestra dieta. De acuerdo con Perlmutter, no debemos de ingerir más de 50 u 80 gramos de carbohidratos al día, y esto incluye indudablemente las frutas y las verduras que vayamos a tomar. De hecho, casi cualquier pieza de fruta contiene esa cantidad de carbohidratos. Para Perlmutter, en el corazón de la dieta tienen que estar las grasas, porque son beneficiosas para el corazón y el cerebro, y por eso recomienda aceite de oliva, aguacates, pescados salvajes, frutos secos ecológicos o verduras de alto aporte nutritivo. ¿Te suena? Así llevamos muchas personas comiendo muchos años con resultados espectaculares.

Sin embargo, donde Perlmutter echa el resto es en su defensa de una dieta alejada del trigo y del gluten. Basándose en estudios llevados a cabo en Inglaterra y en la Universidad de Harvard de manera simultánea, el consumo de gluten está en el centro de la degeneración cerebral. Soporta esta afirmación, entre otros, con un estudio de pacientes de la Clínica Mayo de 2006, en el que se analizaban 17 casos entre 1970 y 2005, y es precisamente por ahí por el único sitio por el que le buscan las cosquillas las dos críticas negativas que he podido encontrar, pues no se trata de un estudio muy extenso.

En cualquier caso, su aporte de documentación científica es inmenso. Así, cita estudios que relatan todo tipo de bondades de las dietas bajas en carbohidratos, desde reducción y control de la epilepsia a efectos positivos sobre el Parkinson, pasando, claro está, por mejoras en pacientes de demencia. Y, como conclusión final del libro -y una de las partes que más me llama la atención- está la aplicación práctica de lo aprendido: como nutrirnos para regenerar nuestro cerebro, para producir nuevas células cerebrales y, en el caso de pacientes de Alzheimer, para recuperar su centro de la memoria. Perlmutter además promete que esto no es sólo una receta para personas mayores. Al contrario, nos recuerda que sólo en Estados Unidos, hay cerca de 7 millones de niños afectados por el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (ADHD) y que, neurológicamente hablando, la solución es similar a la del Alzheimer: la vía de la nutrición. Concluye que una correcta alimentación de estos niños (reduciendo drásticamente el aporte de carbohidratos y potenciando las grasas) puede reducir considerablemente o incluso erradicar este problema. Llama la atención sobre el hecho de que dos tercios de estos casi siete millones de niños reciben medicinas que alteran su estado mental y que no comprendemos todavía las consecuencias a largo plazo del uso de estos fármacos, por lo que debemos mirar a la nutrición y no a la química para encontrar una solución al problema de estos niños.

Cada vez que leo cosas así no dejo de recordar aquellas palabras que me dijo Jaime Brugos cuando nos conocimos: «Las tres cosas más importantes para conservar la salud son Nutrición, Nutrición y Nutrición».

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El Lobby del Azúcar

En el libro Adelgazar sin Milagros hablo en repetidas ocasiones del azúcar. No voy a repetirme en este blog acerca de los devastadores efectos que el azúcar produce en nuestro organismo, pero si quiero comentar hoy brevemente el video que os dejo a continuación. En nuestra querida Europa no mandan los ciudadanos, ni siquiera mandan los políticos. Desgraciadamente, quien dirige lo que ocurre con nuestra salud de manera absolutamente inconsciente son las grandes multinacionales del sector agroalimentario. Quien no me crea, que vea el reportaje y compruebe en manos de quienes estamos. El final, en el parlamento europeo, pone los pelos de punta.

El documental demuestra de manera clara cómo las recomendaciones que realizan los políticos referentes a nuestra salud se basan en estudios que financian interesadamente las empresas del sector agroalimentario y puede observarse como los «expertos nutricionistas» que dan su opinión día si día también en televisión, están a nómina de estas mismas empresas.

Un plan nutricional eficaz para adelgazar perdiendo la grasa que tenemos acumulada debe ser muy bajo en hidratos de carbono y absolutamente libre de azúcar refinada, algo que, a tenor de lo que vemos en este video, cada vez va a ser más difícil de conseguir. Recuerde, el azúcar es una droga, y la droga mata.