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Cómo adelgazar después de las vacaciones

A la vuelta del gimnasio, una comida saludable para adelgazarAgosto se nos acaba y Septiembre está a la vuelta de la esquina, y con él la vuelta al colegio, la vuelta al trabajo, y los propósitos para adelgazar después de las vacaciones. Este es el momento adecuado en mi opinión de asegurarnos el éxito en los nuevos propósitos para el curso que comienza. Si has puesto algunos kilos este verano no debes preocuparte demasiado. Un buen plan de acción, ser consciente de que ha llegado el momento de hacer un pequeño esfuerzo y las ganas de recuperar el peso adecuado y mejorar la salud es todo lo que necesitas para adelgazar después de las vacaciones.

Yo he terminado este verano pesando menos, con menos grasa y con más masa muscular que como comencé. A ello ha contribuido enormemente el retorno a mi rutina nutricional y desde luego la vuelta al gimnasio, que he ido intercalando con la piscina. Si quieres saber como he logrado perder grasa, ganar músculo y mejorar sustancialmente mi forma física con un plan de choque de sólo 21 días, que supone el inicio de la vuelta a la normalidad para mí, echa un vistazo a la serie de artículos que comienza con este (al final de ese artículo tienes los enlaces al resto de artículos).

En esos artículos explico como siguiendo un plan de choque de alimentación y ejercicio de tres semanas durante el verano pude pasar, por ejemplo, de nadar 600 metros en 40 minutos a los 2.000 metros que nado ahora en sólo 50 minutos. O cómo perdiendo 3 kilos de masa corporal total pude variar sustancialmente al alza (+16%) mi masa muscular y reducir mi grasa corporal (-12%). Pero lo importante para mí no son las cifras, sino las sensaciones, y en eso el Come sano para adelgazar después de las vacacionesbeneficio ha sido, como siempre, mayúsculo. Me encuentro con mucha más vitalidad y en general me siento más fuerte y con más ganas de hacer cosas nuevas, y eso es precisamente lo que te propongo que hagas aprovechando que empieza un nuevo curso: proponte como meta adelgazar después de las vacaciones y crea un plan al que aferrarte durante una única semana. Estoy absolutamente convencido de que si puedes mantenerte en el plan durante una semana, sin saltártelo por ningún motivo, el resto vendrá solo, porque en cuanto compruebes los beneficios que se obtienen durante la primera semana, no querrás parar y necesitarás alcanzar metas mucho más ambiciosas.

Puedes seguir un plan similar al que seguí yo hace unas semanas -aunque es bastante durillo al principio si no tienes costumbre- o crearte tu propio plan, pero hay una serie de conceptos que no debes saltarte, y ahora voy a resumirte algunos:

 

Consejos para adelgazar después de las vacaciones

 

  • Aléjate por completo de los azúcares, los carbohidratos simples y en general cualquier fuente de carbohidratos que no sean las verduras de hoja verde o las fibrosas, como por ejemplo la lechuga, la acelga, las espinacas, los espárragos, los champiñones, etc. Es imposible adelgazar si realizas comidas a base de purés de verduras o con una alta carga glucémica. Esto viene a ser lo que explico con mucho más detalle en el libro que da nombre a este blog: Adelgazar sin Milagros.
  • Acompaña tus carnes, pescados, huevos y lácteos con vegetales, pero siempre en pequeñas dosis y evitando los que más concentración de carbohidratos tienen. Olvida los purés y apuesta siempre que te sea posible por la verdura cruda o ligeramente salteada a la plancha.
  • Utiliza la grasa con normalidad: ni mucha ni poca, sino la cantidad adecuada para tu cuerpo. Si no sabes cual es la cantidad apropiada, puedes usar la calculadora de nutrientes que tienes aquí mismo en el blog. En ella obtendrás las medidas razonables de nutrientes que tu cuerpo necesita al día.
  • Usar la poteina Casein Pro para adelgazar después de las vacacionesSi tienes poco tiempo para cocinar usa batidos para comer entre horas. Son sencillos de hacer, baratos y altamente nutritivos. Si todavía no has probado la nueva proteína Casein Pro, te animo a que le eches un vistazo, o si prefieres una con sabor, mira los caseinatos de Scitec Nutrition, que no están nada mal tampoco. Si no quieres tomar batidos, también puedes usar la proteína para cocinar o para añadir a lácteos de casi cualquier tipo.
  • Vigila tu cuerpo! Adelgazar no es sólo pesar menos. El volumen y la composición corporal es mucho más importante. Si quieres obsesionarte con algo, que no sea con el peso total de tu cuerpo, sino con su composición y volumen. No es lo mismo 80Kg con mucha grasa que 80Kg con mucho músculo!
  • No te obligues a comer cosas que no te gustan. Es materialmente imposible que no existan comidas que te gusten y sean apropiadas para seguir una dieta cetogénica que te ayude a adelgazar después de las vacaciones.
  • Bebe todo lo que necesites y cuando lo necesites. No pases sed, pero tampoco te empaches inútilmente. Es importante beber agua para mantener la hidratación y además al orinar puedes favorecer la expulsión de desechos del cuerpo que de otro modo expulsarías por el sudor o el aliento, reduciendo ciertos olores corporales.
  • Ten claro lo que vas a comer, tanto por cantidad como por composición. No es lo mismo medio kilo de lechuga, que es prácticamente agua por completo, que medio kilo de carne o medio kilo de patatas. La cantidad importa, pero para adelgazar, la composición del alimento es mucho más importante.
  • Busca la forma de moverte un poco. Lo idóneo si quieres adelgazar rápido es que introduzcas ejercicio de alta intensidad a intervalos, pero si no puedes, al menos trata de moverte de algún modo: camina, nada, corre, sube y baja escaleras… haz lo que quieras, pero no dejes de moverte. Como último recurso, trata de hacer 4 minutos de ejercicio en rutina Tabata al día. Si me estás diciendo que no dispones de 4 minutos al día me estás mintiendo y te estás mintiendo a ti mismo. Todo el mundo puede hacer 4 minutos de Tabata al día, incluso sin cambiarte de ropa. Si no lo haces es porque no quieres. De todos modos, en breve escribiré más sobre esto, así que si tienes un poco de paciencia, igual puedes comenzar con la parte de la alimentación y engancharte al deporte en cuanto publique el artículo.
  • Pasta proteica válida para adelgazarUsa todas las ayudas a tu alcance para adelgazar rápido. Toma infusiones con cafeína y elige cualquier suplemento que sea sospechoso de ayudarte a adelgazar. No estoy diciendo que te los compres y tomes todos ni mucho menos que todo funcione (más bien creo que es al contrario), pero que si tienes uno a mano, seguro que daño no te hace e incluso el efecto placebo puede ser interesante como ayuda.
  • Si no puedes olvidarte del pan, de la pasta, y de otros productos que sabes que son incompatibles con las dietas cetogénicas, busca productos alternativos que te proporcionen una similar experiencia de consumo aportando unos valores nutricionales absolutamente distintos. Aquí tienes algunos ejemplos que te pueden parecer interesantes ordenados por tipo y categoría.

En definitiva, debes saber que la única persona que puede ayudarte a perder peso y mejorar tu salud y forma física eres tú. Si quieres buscar excusas para no adelgazar después de las vacaciones es obvio que las vas a encontrar, pero si yo fuese tú en lugar de buscar excusas buscaría motivación, y en mi experiencia no hay mayor motivación que ver los resultados que se obtienen a corto plazo cuando seguimos una rutina a rajatabla. Por eso te animo a que hagas una semana de prueba. Después de todo, si llevas todo el verano haciendo más o menos lo que te apetece, ¿Qué trabajo te cuesta seguir una rutina nutricional durante una semana? Seguro que si comparas como empiezas la semana y como la acabas, los resultados te animarán a mantenerte en ella y llegar a Navidad luciendo tipo 🙂 Y recuerda que no debes mirar sólo el peso, sino que el volumen corporal es igual o más importante, como explico en este otro artículo que escribí hace tiempo.

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Beneficios de una dieta cetogénica

Beneficios de una dieta cetogénica

Beneficios de una dieta cetogénica

Hace poco decía en la presentación del libro Cocinar sin Carbohidratos que uno de los problemas más importantes que afronta la sociedad es la desinformación y citaba como ejemplo al presidente de los dietistas y nutricionistas que escribía un artículo en el que claramente confundía la cetosis con la cetoacidosis y en el camino arremetía contra las dietas cetogénicas porque confundía un estado metabólico con el otro, confundiendo de este modo a los millones de lectores que leerán su artículo. No se trata de que haya poca información, sino de que existe mucha información errónea.

El tema de las dietas cetogénicas es especialmente sangrante porque una cantidad impresionante de personas hablan y opinan sobre ellas sin tener la menor idea de lo que están diciendo. Las dietas cetogénicas son aquellas que inducen a la cetosis. La cetosis no es lo mismo que la cetoacidosis. Sin embargo, casi todo el mundo asocia los problemas de la cetoacidosis con las dietas cetogénicas, y en este artículo quiero aclarar esto para que todo el mundo pueda comprender qué es una cosa y qué es la otra.

La cetosis es un estado metabólico en el que el organismo obtiene la energía mediante el catabolismo de las grasas. Esto quiere decir que para generar energía, el organismo utiliza grasa en lugar en glucosa. Para entrar en estado de cetosis basta con limitar la ingesta de carbohidratos durante un período de tiempo que puede llegar hasta los tres días, dependiendo del sujeto y de sus reservas de glucógeno y su actividad física. Estando en cetosis el cuerpo humano puede utilizar tanto las grasas que ingerimos como las que tenemos almacenadas en el tejido adiposo para generar energía. En el metabolismo de las grasas se generan unos productos llamados cuerpos cetónicos. Estos cuerpos cetónicos sirven como combustible alternativo a ciertos órganos y tejidos que no pueden utilizar la grasa directamente como combustible.

Es importante recalcar que el organismo genera cuerpos cetónicos continuamente, estemos o no en cetosis. La diferencia es que cuando estamos en cetosis se crea un exceso de cuerpos cetónicos para suplir la carencia de glúcidos. Los cuerpos cetónicos son ácidos y su exceso es eliminado mediante la orina, el aliento y el sudor corporal. Para detectar su presencia, existen unas tiras que miden la presencia de cuerpos cetónicos en la orina. En las primeras dos o tres semanas en cetosis, el organismo genera muchos más cuerpos cetónicos de los que necesita porque, en realidad, no sabe cuantos va a necesitar, y se esfuerza por tener suficientes para alimentar órganos vitales como el cerebro y el corazón. Este es el motivo por el que las primeras semanas en cetosis los sujetos tienen un aliento metálico, y un olor corporal característico derivado de la expulsión de cuerpos cetónicos mediante sus fluidos corporales. Pasado este tiempo, el organismo regula automáticamente la producción de cuerpos cetónicos a los estrictamente necesarios y se reduce paulatinamente su expulsión hasta que llega un momento en que no es necesario expulsar ninguno y estos olores desaparecen.

Como he dicho, los cuerpos cetónicos son ácidos. Esto hace que su presencia en exceso en el torrente sanguíneo pueda acidificar la sangre. Este es precisamente el motivo por el que el organismo expulsa estos cuerpos cetónicos sobrantes durante las primeras semanas en cetosis y su expulsión, lejos de ser un síntoma negativo de cualquier patología, lo que muestra es que el organismo funciona correctamente eliminando los productos que no necesita. Esta expulsión de cuerpos cetónicos no perjudica a los riñones ni a ningún otro órgano; esto es un mito sin prueba científica alguna. Ahora bien, si un sujeto tiene algún problema metabólico que le impide filtrar la sangre y expulsar estos cuerpos cetónicos, entraría en otro estado metabólico llamado cetoacidosis, o sea, acidosis por cuerpos cetónicos, que como he comenzado diciendo, no es cetosis, sino acidosis, incluso si afamados nutricionistas son incapaces de comprender la diferencia.

La cetoacidosis es un estado metabólico peligroso que puede desencadenar una larga lista de problemas de salud y, en ultima instancia, incluso causar fallos serios en el organismo. Algunos enfermos, como los enfermos de diabetes tipo I, deben tener especial cuidado con evitar la cetoacidosis, pero para la mayoría de las personas sanas, la acidificación de la sangre por cuerpos cetónicos no es posible, precisamente porque nuestro organismo se encarga de regular el pH de la sangre de manera eficaz, en una estrecha horquilla, estemos o no en cetosis.

La cetosis y la pérdida de peso

La cetosis y la pérdida de peso

Una vez que hemos visto la diferencia entre cetosis y cetoacidosis, y despejado los miedos habituales acerca de fallos orgánicos (riñón, hígado…) que son propios de la cetoacidosis y nada tienen que ver con la cetosis, quiero dedicar la segunda parte del artículo a explicar algunos de los beneficios de una dieta cetogénica, o sea, limitada en carbohidratos. El primer beneficio de seguir una dieta baja en carbohidratos que induce a la cetosis es lógicamente el autoconsumo de la grasa almacenada, lo que nos hace adelgazar y mejorar nuestra salud. Sin embargo, como dije anteriormente, el organismo utiliza tanto la grasa que ingerimos como la que almacenamos, de modo que el ritmo al que podemos adelgazar viene marcado por la cantidad de grasa que ingerimos y su tipo. Esto lo analizaré  en detalle en un próximo artículo para no extenderme demasiado aquí. Se calcula que en Suecia aproximadamente un tercio de la población sigue una dieta cetogénica, lo que explica la baja tasa de obesidad en este país y, para acabar definitivamente con el mito del supuesto peligro de las dietas cetogénicas, basta decir que Suecia no muestra una mayor concentración de problemas de salud que cualquier otro país de su entorno, sino más bien al contrario.

Antes he mencionado que el cerebro y el corazón se pueden alimentar de cuerpos cetónicos. Pues bien, centrémonos un momento en el cerebro. Seguramente habréis oído decir que el cerebro necesita azúcar para funcionar. Esto es falso. Lo que el cerebro necesita para funcionar es una cantidad concreta de glucosa al día, que son unos 100 gramos cuando estamos en el metabolismo de la glucosa y unos 40 gramos cuando estamos en el metabolismo de la grasa, la cetosis. Para generar estos 40 a 100 gramos de glucosa no es necesario ingerir azúcar. De hecho, ni siquiera es necesario ingerir carbohidratos dado que nuestro organismo puede generar esa glucosa en el hígado en un proceso llamado gluconeogénesis. Más concretamente, cuando el cerebro utiliza cuerpos cetónicos como combustible principal, la temperatura de trabajo baja, la eficiencia energética es mayor y se produce una mayor lucidez en el pensamiento.

Enfermedad de Alzheimer - ¿Y si hubiese una cura? La historia de los cuerpos cetónicos

Enfermedad de Alzheimer – ¿Y si hubiese una cura? La historia de los cuerpos cetónicos

Pero más allá de estos beneficios -que podrían considerarse subjetivos- los beneficios clínicos están demostrados y siendo investigados activamente. Por ejemplo, las dietas cetogénicas han probado ser una inmejorable terapia en la epilepsia infantil, limitando o incluso eliminando por completo los brotes epilépticos en los pacientes que siguen esta dieta. Del mismo modo, se han producido muchos avances en el control y tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, siendo el más notorio el caso de la doctora Mary Newport, que ha conseguido revertir el Alzheimer en su propio marido a un estado anterior, menos agresivo, que le posibilita llevar una vida con cierta normalidad de nuevo. La doctora Newport explica en su libro Enfermedad de Alzheimer ¿Y si hubiese una cura? La historia de los cuerpos cetónicos como logró mejorar la salud de su marido, paciente de Alzheimer, con una dieta cetogénica que permitió que su cerebro pudiese volver a alimentarse con normalidad eliminando los carbohidratos de su dieta.

Otro beneficio de la dieta cetogénica es la ausencia de picos y fluctuaciones en la glucosa circulante en sangre. Al limitar severamente la ingesta de carbohidratos, la dietas cetogénicas impiden que se generen picos de glucosa en sangre, y por lo tanto regulan inmediatamente la secreción de insulina y por ende la resistencia a esta hormona. Esto se traduce en que enfermos de síndrome metabólico o incluso de diabetes tipo II se curan de su enfermedad en muy poco tiempo y sin utilizar fármacos. Hace poco una lectora relataba en un comentario que puede leerse al final del artículo Cocinar sin azúcar para adelgazar, como había dejado la metformina a las pocas semanas de seguir la Isodieta, una dieta eminentemente cetogénica. La metformina es un fármaco indicado en las personas que sufren de resistencia a la insulina, el inicio de la diabetes tipo II, y que habitualmente toman durante años antes de acabar siendo insulinodependientes.

Pero la lista de beneficios no acaba aquí. Las dietas cetogénicas se han mostrado eficaces para controlar la expansión de ciertas células cancerígenas que sólo pueden utilizar la glucosa para crecer y reproducirse. Limitando la cantidad de glucosa disponible para estas células es factible detener el crecimiento del cáncer o incluso reducir su tamaño. En la infección por ciertos hongos, como la cándida, las dietas cetogénicas se han mostrado igualmente efectivas por similares motivos.

Cerebro de Pan, del Dr. David Perlmutter

Cerebro de Pan, del Dr. David Perlmutter

Abordando de lleno el proceso digestivo, las dietas cetogénicas tienen dos efectos secundarios positivos en la salud gastrointestinal: Para empezar, al limitar el consumo de carbohidratos limitamos o incluso eliminamos el consumo de gluten. Como explica el Dr. David Perlmutter en su libro Cerebro de Pan, el 65% de  la población mundial es sensible al gluten con manifestaciones tales como ardores, gases o digestiones pesadas. La mayoría de las personas que sufrían estos síntomas -yo incluído- comprueban que desaparecen a los pocos días de seguir una dieta cetogénica. Lógicamente, los celíacos se benefician incluso en mayor medida de seguir una dieta que excluya por completo los cereales y sus derivados, especialmente los del trigo. En segundo lugar, incluso las personas que no tienen sensibilidad al gluten pero sufren de ardores y reflujo gastroesofágico pueden beneficiarse de una dieta cetogénica dado que la digestión de las grasas y las proteínas -contrariamente a lo que muchas personas creen- es mucho más liviana para las personas pese a ser más lentas para su organismo que la digestión de los carbohidratos.

En el aspecto psicológico, la dieta cetogénica, por su efecto positivo en el cerebro, está directamente asociada con la reducción del estrés y la mejoría en la memoria, tanto de las personas sanas como de los pacientes de Alzheimer. En otras enfermedades neuronales degenerativas, las dietas cetogénicas han demostrado utilidad en el control de los síntomas y como apoyo de otras terapias.

En definitiva, los beneficios de las dietas cetogénicas, las que limitan o eliminan el consumo de carbohidratos, son múltiples pese a que la información que circula nos puede equivocar afirmando precisamente lo contrario, algo que como hemos visto al principio viene derivado del error de confundir la cetosis con la cetoacidosis. La cetosis, si lo pensamos unos segundos, es un estado mucho más natural en el ser humano que la glucólisis dado que durante la mayor parte de nuestros dos millones y medio de años como homínidos, los alimentos que componían nuestra dieta eran las proteínas y las grasas y no ha sido hasta hace unos pocos miles de años que hemos introducido los cereales ricos en carbohidratos de manera inicial y unos pocos cientos de años que hemos introducido los carbohidratos refinados como el azúcar o la harina. Como es lógico, los problemas del hombre actual vienen derivados de los alimentos actuales y no de los alimentos milenarios.

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