Mes: marzo 2016

Vivir de la luz I: El respiracionismo expuesto

Ponencia en el congreso de Alimentación Viva y Consciente

Hablando de los alimentos durante mi ponencia en el congreso de Alimentación Viva y Consciente

Hace unas semanas, en el 6º Congreso de Alimentación Viva y Consciente de Barcelona, en la mesa redonda que se formó para atender las preguntas de los asistentes, una persona preguntó si era realmente necesario ingerir los aminoácidos esenciales en la dieta. Un ponente que estaba sentado a mi lado le contestó -equivocadamente a mi juicio- que no es necesario porque nuestro organismo puede generar todos los aminoácidos, incluso los esenciales, y como ejemplo de lo que el cuerpo humano es capaz de hacer le dijo que había gente que incluso se alimentaba exclusivamente de luz. Sí, yo también me quedé perplejo, pero traté de excusarle mentalmente imaginándome que «luz» sería el nombre de algún nuevo super-alimento exótico que yo desconocía, así que en lugar de comenzar una discusión acalorada allí mismo esperé pacientemente al final de la mesa redonda para ir a preguntarle en privado a este señor acerca de la «luz». Lo que vino después me dejó petrificado. Me explicó que es posible alimentarse únicamente de la luz del sol, pero que para ello hay que tener un estado superior de conciencia porque el alimento -el prana- entra por los ojos y se procesa directamente en el cerebro. ¡Y yo gastándome cientos de euros en comida para mi familia en el mercado cada mes! Mira que soy despilfarrador…

Vivir de la luz, la película

Portada de la película Vivir de la luz

Lógicamente, le comencé a enumerar una serie de razones por las que vivir de la luz era una teoría con poco sentido científico, pero me instó a que investigase más, viese la película «Vivir de la luz» y me documentara correctamente; y eso es precisamente lo que he hecho y hoy os traigo la primera parte de mis conclusiones. La pregunta obvia que te rondará la cabeza también se la hice: «¿y tú, lo has probado?», pero me dijo que él aún no había podido comenzar el proceso de adaptación al cambio de alimentación por problemas personales, así que le insté a avisarme tan pronto estuviese listo para acometer este proceso. Ya en el camino de vuelta de Barcelona a Málaga entré en Amazon y me compré la película Vivir de la Luz, que me llegó a mi oficina al día siguiente. Algún día desvelaré el misterio de cómo hacer un pedido en Amazon un domingo y que te llegue un lunes por la mañana, porque eso sí que me parece casi sobrenatural. 🙂

La película Vivir de la Luz es una especie de documental de larga duración en el que su director, Peter Arthur Straubinger, aborda la temática del respiracionismo y la inedia. Ambas -llamémosles habilidades- permiten teóricamente a los humanos vivir del aire y/o la luz, sin ingerir alimentos ni bebidas. El propio director de la película dice que estuvo diez años practicando la inedia y cinco años haciendo el documental. Antes de continuar, tengo que recordar que en mi libro Adelgazar sin Milagros hablo claramente en contra de dejar de comer como solución al problema de la obesidad. Es más, a las personas que quieren perder peso, lo que les cuento es que yo pesaba 113 kilos cuando comía una vez al día y cuando comencé a comer seis o siete veces al día bajé a 78 kilos. Si estás pensando en perder peso y te has planteado vivir de la luz como solución, no hace falta que sigas leyendo, la solución para adelgazar NO es dejar de comer.

Jasmuheen y su vaso de agua

Jasmuheen y su vaso de agua durante un fotograma de la película Vivir de la Luz

No quiero contar aquí la película por si alguien tiene interés en verla, pero me llama la atención que durante cada entrevista hay un vaso de agua presente, incluso cuando los entrevistados son personas que supuestamente ni comen ni beben. Luego veremos porqué. La película comete un error de enfoque desde el principio que es tratar la comida como fuente de energía. Lo que el documental proclama en boca de los entrevistados es que mirando al sol podemos obtener una energía (prana) que usada con el oxígeno que adquirimos de la respiración, es suficiente para dar energía a nuestro cuerpo. La gurú australiana de este tema, Ellen Greve, que se hace llamar Jasmuheen va más allá e incluso afirma que la alimentación «pránica» nos otorga la inmortalidad al desintoxicar nuestro cuerpo de la comida tradicional.

Vamos a suponer -que ya se que es mucho suponer- que el organismo tiene una función oculta desconocida por la ciencia mediante la cual podemos captar la energía de la radiación solar a través de los ojos y convertirla adecuadamente para que nuestro cuerpo funcione. ¿Cuál es el problema? El mismo que impide a muchas personas adelgazar: suponer erróneamente que la ingesta de alimentos persigue únicamente la generación de energía. En realidad, el error es el mismo que el de las dietas hipocalóricas que no tienen en cuenta los nutrientes. No es suficiente con comer (o dejar de comer para adelgazar) una cantidad concreta de calorías, sino que hay que entender cuales son las necesidades nutricionales del organismo para adaptar nuestra alimentación adecuadamente en cuanto al aporte de los nutrientes esenciales, las proteínas y las grasas. Si una persona ingiriese al día 1.800 o 2.000 calorías procedentes únicamente del azúcar -por poner un ejemplo sencillo- acabaría muriendo en bastante poco tiempo. Aunque sus necesidades energéticas estarían cubiertas, el azúcar es energía vacía, ni aporta proteína, ni aporta grasa, ni aporta vitaminas ni minerales; es únicamente glucosa y fructosa, o sea, energía de fácil asimilación pero nada nutritiva.

Los médicos examinan a Prahlad Jani

Los médicos examinan a Prahlad Jani como parte del fraude

Pues bien, la explicación promedio del respiracionismo y la inedia que ofrece la película y se puede leer en Internet es que el organismo puede obtener la energía que necesita del «prana» que nos entra por los ojos en forma de radiación solar. Pero, ¿Y los nutrientes? ¿Y el agua? Nuestro cuerpo es al 60%-65% agua y el resto básicamente proteína y grasa. Cada día perdemos litros de agua mediante la orina, el sudor y la respiración. Si no bebemos, ¿de dónde sale el agua que necesitamos para reponerlo? Según el indio Prahlad Jani, que dice que lleva sin comer ni beber 74 años, en su paladar hay un agujero por el que se filtran gotas de agua de manera constante. O sea, que además de generar energía a partir de la radiación solar, los humanos tenemos -según parece- un generador de agua en el paladar que también desconocemos de manera científica. Pero es que resulta que el agua no es lo único que nuestro cuerpo pierde. Millones de células de nuestro cuerpo se regeneran a diario en procesos que son posibles gracias a los nutrientes que existen en los alimentos que ingerimos. Sin esos nutrientes, no sería posible generar células nuevas, así que ¿Cómo lo hacen estos gurús que dicen vivir de la luz?

Gráfico ilustrativo de la teoría de cuerdas

Gráfico ilustrativo de la teoría de cuerdas

Aunque la explicación varía de uno a otro, lo que ellos defienden en general es que nuestras células no se enfermarían ni morirían si no estuviesen expuestas a los venenos de los alimentos, a la polución y a la radiación de teléfonos móviles y demás aparatos, de modo que tampoco sería muy necesario generar nuevo tejido en el organismo. Sin embargo, esto tampoco explica el hecho de que al nacer pesemos 3, 4 o 5 kilos y 20 años después podamos pesar más de 100. ¿Qué era lo que no se creaba ni destruía, la energía o la materia? Pues estos tipos, ni cortos ni perezosos, echan mano de la física cuántica y la teoría de cuerdas para explicar que sea posible Vivir de la Luz. Para la mayoría de los humanos -y me incluyo- la física cuántica y la teoría de cuerdas son materias difícilmente comprensibles, pero el tal Prahlad Jani, que es meditador de profesión o la tal Jasmuheen, que antes de ser gurú del respiracionismo era asesora fiscal (cuyo marido curiosamente fue a la cárcel por apropiación indebida de capitales), se atreven aparentemente a basarse en esas complejas leyes científicas para sustentar sus teorías.

Como es natural, las teorías acerca de la posibilidad de vivir de la luz se han intentado demostrar de manera pseudocientífica en alguna ocasión con resultados bastante decepcionantes en cada caso como cabía esperar. En el próximo artículo voy a contar los experimentos reales que se han realizado con estas personas y los resultados que han ofrecido estos experimentos -y las pilladas, que también las ha habido-, pero por si no lees el próximo artículo, no quiero acabar este sin darte la conclusión obvia que probablemente ya sospeches: Vivir de la luz es un fraude que sólo persigue el enriquecimiento de las personas que lo promulgan. Hay bastantes personas que han muerto tratando de poner en práctica estas enseñanzas y repasaré sus fatídicos casos en el próximo artículo, así que si compras la película, lees algún libro o te metes en alguna web que trata de convencerte de que es posible vivir de la luz, recuerda que se trata sólo de un negocio, y tanto es así que en la propia película, como comentaba al principio, siempre aparece un vaso de agua o de líquido en cada entrevista y no hace falta ser muy listo para saber que este objeto en el plano mientras se entrevista a alguien que dice no comer ni beber durante años es cosa de abogados, una especie de «ya te lo dije» subliminal, incluso «te lo mostré continuamente en la película», y donde hay abogados regulando contenidos, hay negocio. Y no te dejes engañar, los contenidos se regulan porque la práctica es mortalmente peligrosa como veremos a continuación. Dejar de comer es peligroso, sin duda, pero tenemos prácticamente un mes de margen de maniobra. Si dejas de beber, tus horas están literalmente contadas y superar los tres o cuatros días sin ingerir líquidos es un camino directo a la muerte, así que mejor ni lo intentes.

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Receta de Torrijas sin Carbohidratos

Receta de Torrijas sin Carbohidratos (Low-Carb)

Por mucho que uno quiera inhibirse, estamos en Semana Santa y los dulces típicos de estas fiestas van a comenzar a aparecer por todos lados. Da igual que no los compres, alguien te los traerá 😛 . Este año he decidido adelantarme a los acontecimientos y en lugar de cruzar los dedos para que nadie los traiga a casa, me he decidido a hacerlos yo mismo, inventándome esta receta de Torrijas sin Carbohidratos. La verdad es que ha sido más sencillo de lo que pensaba y el resultado infinitamente superior. Me temo que mis dotes de fotógrafo armado con un móvil no son suficientes para transmitir el resultado final de esta preparación, que ha sido asombrosamente sabroso.

Para hacer torrijas siguiendo la receta tradicional hay que usar una gran cantidad de azúcar, carbohidratos de asimilación rápida y vacíos de nutrientes de interés para nuestro organismo. A esos carbohidratos tenemos que sumarles los del plan banco, la miel, etc. De modo que cuando comencé a pensar en esto, preparar una receta de torrijas sin carbohidratos se antojaba un poco complicado pues tres de los cinco ingredientes básicos de las torrijas digamos que están vetados en mi biblia de la alimentación.

Pan sin Carbohidratos Protobread de CiaoCarbPara sustituir el pan blanco habitual de las torrijas he utilizado el pan bajo en carbohidratos Protobread de CiaoCarb. Podría haber utilizado la receta de pan básico que Ana Román incluyó en nuestro libro Cocinar sin Carbohidratos, pero se me antojaba una dificultad adicional para hacer esta prueba. Ahora que se que la receta funciona, probablemente la próxima vez pruebe a hacerla con el pan básico del libro. En la receta de torrijas tradicional, la leche se infusiona con azúcar, canela, cáscara de limón y vainilla. Lógicamente, yo he eliminado el azúcar y el proceso de infusionado, pues la preparación de la lecha la he realizado en frío. Para darle un poco de consistencia a la leche y además aportarle un toque de sabor a vainilla he utilizado las proteínas Casein Pro sabor Galleta Tostada, creando una ligera emulsión, a la que le he añadido un poco de ralladura de limón y un toque de canela, además del edulcorante Sweet Sensation, también de CiaoCarb, que funciona de maravilla para repostería y bebidas. Si no la conoces, te recomiendo que le eches un vistazo a la gama de productos bajos en carbohidratos del fabricante CiaoCarb pinchando aquí; te sorprenderá.

Aunque en la receta de torrijas de toda la vida estas se fríen en aceite de oliva, yo lo he sustituido por aceite de coco, que resiste mejor la temperatura y usado correctamente no se queda adherido a los alimentos, reduciendo por tanto el aporte de grasa de la receta de manera sustancial. Por último, para acabar las torrijas, la mitad las he cubierto en una mezcla de Sukrin Melis, que es un sustituto acalórico del azúcar glass, y canela y la otra mitad las he untado con Sukrin FiberSirup Gold, que es un sustituto de la miel de caña, prácticamente libre de azúcar (sólo un 5%). Al igual que con CiaoCarb, si no conoces la gama de productos bajos en carbohidratos de Sukrin, puedes verla aquí. En total y de principio a fin, yo diría que me ha llevado una hora terminar esta receta de torrijas sin carbohidratos, pero ha merecido la pena 🙂

Receta de Torrijas sin Carbohidratos

  • Dificultad: Fácil
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Disfruta de estas deliciosas torrijas caseras bajas en carbohidratos.

Ingredientes para la receta de Torrijas sin Carbohidratos:

Preparación de la receta de Torrijas sin Carbohidratos

Preparación de la leche en el shaker de OutletSaludLo primero que hay que hacer es poner la leche en un bowl suficientemente grande y añadirle 30 gotas de edulcorante líquido Sweet Sensation de Ciao Carb o similar. Añadimos también la ralladura de medio limón y un poquito de canela molida, así como los 20 gramos de Casein Pro sabor Galleta Tostada. Para mezclarlo todo, yo he usado un shaker de OutletSalud que tenía a mano. No he querido meterlo en una batidora porque aunque quería que la leche cogiese un poco de consistencia no quería hacer una emulsión muy firme, de modo que el shaker me ha servido para darle algo de volumen a la leche, eliminar todos los grumos y mezclar bien todos los ingredientes.

Torrijas bañadas en leche antes de freirlasA continuación cortamos la barra de pan Protobread de CiaoCarb en unas 12-14 rebanadas homogéneas. Ahora vamos a empapar todas las rebanadas en la leche, dejándolas sumergidas unos segundos para que el líquido penetre en el interior del pan y cuando las friamos estén esponjosas. Las rebanadas bien humedecidas las vamos poniendo en una bandeja y las dejamos reposar. Si ha sobrado mucha leche, podemos repetir el proceso porque significará que el pan no se ha empapado del todo. En cualquier caso, tiene que sobrar un poco de leche que vamos a utilizar más adelante. Lo interesante del pan CiaoCarb es que al tener la corteza blanda es un pan perfecto para preparar torrijas.

En un bowl batimos los huevos y añadimos dos o tres cucharadas de la leche mezclada que nos ha sobrado. Lo que queremos es trasladar un poco del sabor de la mezcla al huevo batido, pero sin excedernos. El huevo batido debe seguir siendo predominantemente amarillo. Si se nos pone muy blanco es que nos hemos pasado y lo que yo haría en ese caso sería añadir un huevo más. El huevo, al freírse se va a tostar y se pondrá oscuro dándole a las torrijas su habitual color marrón.

En una sartén ponemos aceite de coco virgen a calentar. Yo utilizo Coconoil desde 2011 y el resultado siempre es excelente, aunque estoy seguro que hay otras marcas que también ofrecen buenos resultados. En esta ocasión he utilizado aceite de coco ecológico desodorizado para cocinar, que es el que tenía en casa. Recuerdo que para usar adecuadamente el aceite de coco virgen para freir, este tiene que estar humeando. El aceite de coco tiene un punto de humo bajo, pero el hecho de que aparezca humo con la temperatura no nos indica que se esté quemando y sus propiedades se mantienen prácticamente inalteradas, pues la grasa saturada que predomina en el aceite de coco soporta muy bien la temperatura. Al freir con el aceite muy caliente sellamos rápidamente los alimentos que sumergimos en la fritura y el aceite no penetra al interior, reduciéndose considerablemente la cantidad de grasa que acaba en nuestro estómago. Además, si el sellado se ha producido con un ligero dorado, este tampoco absorberá mucho aceite, por lo que las torrijas no tendrán sabor a coco en absoluto.

Las torrijas se fríen en Aceite de Coco

Aunque tengo sartenes bastante grandes no quería que se me acumulase el trabajo y he optado por una sartén de dimensiones reducidas para freír las torrijas, de dos en dos o de tres en tres. Cuando el aceite esté muy caliente, cogemos una rebanada de la fuente, la pasamos bien por el huevo batido con las dos cucharadas de leche y la sumergimos de inmediato en el aceite. Repetimos el mismo proceso con una o dos rebanadas más y las dejamos dorar por ambos lados. Si no se doran rápidamente, el aceite no está lo suficientemente caliente y yo subiría el fuego un poco. Conforme las vayamos sacando de la sartén con una espumadera las dejamos sobre un papel absorbente para que suelten cualquier exceso de aceite que pudiesen traer de la sartén y las dejamos enfriar ahí unos minutos.

Como veréis en la foto, he acabado esta receta de torrijas sin carbohidratos de dos maneras distintas. La mitad las he cubierto con Sukrin FiberSirup Gold, que es un sirope a base de fibra muy parecido en textura y sabor a la miel de caña, pero que solo aporta 5 gramos de azúcar por cada 100ml, así que yo diría que en la foto he debido usar unos 30-40ml, correspondientes en total a unos 2 g de carbohidratos, a los que lógicamente hay que añadirles los de la leche (5%) y los del pan (11%). A grosso modo, yo diría que cada una de estas torrijas low-carb debe rondar los 4 gramos de carbohidratos, por lo que ese debe ser el tamaño de la ración. Por otro lado, como la cantidad de fibra es muy elevada (70% en el sirope, 36% en el pan), si la compañamos de café, té o cualquier otra bebida, la sensación de saciedad será muy alta, potenciada además por la proteína y las grasas de la leche y del huevo.

Receta de Torrijas sin Carbohidratos Terminadas de dos formas

La otra mitad de las torrijas las he terminado con una mezcla que he preparado en un plato con Sukrin Melis y canela molida. Sukrin Melis es un edulcorante acalórico (0 calorías) preparado a base de Eritritol natural procedente de la fermentación de la fruta molido muy finamente. Como expliqué en este artículo, el Eritritol es uno de los polialcoholes que no se absorben en absoluto en el organismo, y aunque resulta ligeramente más caro que otros polialcoholes, sus características y procedencia natural justifican el precio. Como otros polialcoholes, el Eritritol deja cierta sensación de frescor en la lengua al evaporarse, por lo que estas torrijas no solo son un pelín más ligeras, sino que al paladar también lo parecen. Por lo tanto, tenemos una versión más contundente y dulce preparada con el Fiber Syrup Gold y una más ligera y menos dulce preparada con el Sukrin Melis, para que nadie pueda decir que no le gustan 🙂

Mezcla de Sukrin Melis y Canela para las torrijas

La repostería no es mi especialidad, así que cualquier sugerencia para mejorar la receta es más que bienvenida en los comentarios!

¿Qué te ha parecido esta receta?

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Denunciable: Barritas de cereales cargadas de azúcar de Mercadona

Denunciar las barritas de cereales Hacendado de Mercadona

Aprovechando que el sábado estuve hablando sobre el azúcar en Barcelona, he ido a un supermercado a comprar algún producto para ilustrar exactamente lo que expuse en la conferencia. Como hay un Mercadona al lado de la oficina, he entrado y me he parado en el primer pasillo que hay en la entrada, que es el de las galletas y las barritas energéticas. Si bien ya era consciente de que la cantidad de productos «denunciables» de esta sección iba a ser alta, ni siquiera yo estaba preparado para leer algunas composiciones y valores nutricionales sin llevarme las manos a la cabeza.

Me he ido a la línea aparentemente saludable de productos Hacendado de Mercadona, llamada Linnea V, y he cogido una caja aparénteme y visualmente equilibrada, sin chocolate, miel ni nada que pueda alterar los valores nutricionales del producto, que incluso un dietista se podría plantear incorporar a su dieta en vista de la apariencia del envase. Como muchas otras veces en Mercadona, el envase guarda poca o ninguna relación con la realidad del producto.

En concreto, me he decantado por las Barritas de Trigo Integral y Arroz con Árándanos Linnea V de Hacendado, que se comercializan con sugerentes curvas invertidas que emulan la pérdida de peso y con signos distintivos tan atrayentes como «fuente de fibra». Lo primero que he mirado ha sido la lista de ingredientes y la sorpresa ha sido mayúscula. La palabra azúcar aparece hasta en cuatro ocasiones por lo que no debe sorprendernos que un alarmante 36% de este producto sea puro azúcar como indican los valores nutricionales.

Como expliqué en Barcelona, el azúcar es responsable de enfermedades degenerativas, inflamación crónica y una larga lista de problemas de salud que comienzan a pasar factura ahora en la sociedad y que si no hacemos nada para evitarlo acabará colapsando por completo el sistema sanitario de este país a la vuelta de unos años, cuando los casos de diabetes, obesidad y enfermos crónicos llenen los hospitales. Resulta paradójico que un producto con un aspecto saludable que debería servir para cuidar nuestra salud e incluso nuestra linnea sea en realidad un producto nocivo a medio y largo plazo. Lógicamente nadie se va a morir por consumir estas barritas de manera ocasional, pero estoy cansado de ver personas que devoran cajas a la semana porque son «sanas» para comer entre horas. Nada más cercano a la realidad. Para esas personas, estas barritas bien podrían resultar a medio y largo plazo en un problema de salud. Analicemos con detalle este producto…

Ingredientes de las barritas de cereales Hacendado de Mercadona

Ingredientes: Copos de trigo integral y arroz 47% ((arroz(60%), trigo integral(15%)), azúcar, gluten de trigo, malta de cebada, harina de trigo, leche desnatada en polvo, sal, germen de trigo, emulgente (mono y diglicéridos de ácidos grasos), jarabe de glucosa, arándanos desecados 9% (azúcar, arándanos (36%), aceite de girasol)), humectantes (glicerina, sorbitol), azúcar, grasa vegetal de palma y palmiste, dextrosa, maltodextrina, jarabe de azúcar invertido, sal, corrector de la acidez (ácido cítrico), aroma, emulgente (lecitina de soja), antioxidantes (tocoferoles, gelato de propilo, palmitato de ascorbito).

Resulta interesante que además del azúcar (sacarosa) propiamente dicho, Mercadona utiliza además en la fabricación otros azúcares, como son la malta de cebada, el jarabe de glucosa, la dextrosa (otro nombre para llamara a la glucosa) y la maltodextrina (polímeros de glucosa). ¿De verdad es necesario poner todo este azúcar para hacer una barrita de cereales? No, claro que no. Pero es barato y, después de todo, ¿a quién le importa si los consumidores acaban siendo dependientes del azúcar, desarrollan un síndrome metabólico con resistencia a la insulina, diabetes y en última instancia enfermedad de Alzheimer? Obviamente a Mercadona y a Grupo Siro, fabricante de estas barritas, no les importa lo más mínimo.

Resulta ridículo que un producto como este se vista de saludable y aporte más de un 80% de carbohidratos, de los cuales un 36% corresponden directamente a azúcares. De cada 100 gramos ingeridos estaremos tomando 36 gramos de azúcar. Comparativamente, la Coca-Cola «sólo» aporta 10-11g de azúcar por cada 100ml de producto. Si tienes hijos y tienes la mala idea de comprarles barritas para usarlas como snacks para el colegio, espero sinceramente que no se te ocurra usar estas porque no veo beneficio alguno en su consumo y sí un problema de salud a largo plazo por su uso continuado. Tan sólo aportan un miserable 4% de proteína incompleta, de origen vegetal, que para colmo tiene pinta de proceder directamente del gluten de trigo, por lo que además estas barritas serán bastante indigestas para un gran número de personas con sensibilidad al gluten, amén de directamente tóxicas para los celíacos.

Valores nutricionales de las barrtias Linnea V de Hacendado de MercadonaAlgún apunte más acerca de la mala fe que utiliza el fabricante en el etiquetado. Mercadona quiere hacerte pensar que este producto está hecho predominantemente con cereales integrales y por ello pone «Trigo Integral» delante de «Arroz». Sin embargo, leyendo la lista de ingredientes vemos que los «cereales», que solo son dos, corresponden al 47% en peso del producto y que de ese 47%, sólo el 15% es trigo integral, por lo que si las cuentas no me fallan, la cantidad de trigo integral en este producto es del 7%. El resto, como se ve en la composición, principalmente arroz (no integral) y mucho azúcar. Definitivamente, se trata de otro producto diseñado para engañar al consumidor y venderle una expectativa saludable envolviendo a un producto que dista mucho de serlo. Desde luego, si te has propuesto adelgazar, este es un alimento al que no debes acercarte.

Si quieres una barrita de snack es mejor pagar algo más y comprar una que de verdad aporte nutrientes de calidad, con una baja cantidad de azúcar, un contenido realmente rico en fibra, y proteínas y grasas de calidad. Comparativamente, las barritas Quest Bar, por ejemplo aportan un 23% de fibra en lugar del 4,5% de estas de Hacendado y tan sólo un par de gramos de azúcar, con casi un 30% de proteínas en lugar de un 4% de la marca de Hacendado. Pero no son las únicas. Las barritas Oh Yeah! Low Carb también aportan cantidades similares de nutrientes a las Quest Bar y los sabores están increíblemente conseguidos.

¿Crees que es el único producto denunciable?

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Mentiras de la nutrición en Barcelona

Mentiras de la nutrición en BarcelonaAcabo de terminar hace un rato mi ponencia sobre La gran mentira de la nutrición en el 6º Congreso de Alimentación Viva y Consciente y creo que en general el público se ha ido a casa con un buen sabor de boca. En estas 24 horas que llevo en Barcelona he hablado con muchas personas y la gran mayoría no necesitan adelgazar. Sin embargo, quieren aprender a seguir algunas de las pautas que yo sigo y que explico en los libros que he escrito. Como me enseñó Jaime Brugos, las tres cosas más importantes para mantener una buena salud son Nutrición, Nutrición y Nutrición. Y precisamente de eso es de lo que estamos hablando aquí.

Hoy no he venido a Barcelona a hablar de como adelgazar, aunque lógicamente he resuelto algunas dudas al respecto, sino a dar una charla más centrada en la divulgación del conocimiento y la educación, sobre todo, de los niños. Mi objetivo a largo plazo, más allá de ayudar a las personas a adelgazar, es enseñar a todo el mundo la verdad sobre la industria alimenticia y la industria farmacéutica, que en ocasiones se comportan de manera poco razonable para el consumidor.

La charla de hoy la he dedicado a explicar algunas de las mentiras sobre la nutrición que revelo en mi libro La gran mentira de la nutrición. Este es un foro un poco peculiar en el que es fácil herir sensibilidades al hablar inocentemente, puesto que una gran parte del público asistente al congreso concibe la alimentación sana únicamente a partir del vegetarianismo, veganismo e incluso el crudiveganismo. Un ponente que goza de una increíblemente buena reputación en en mundo vegetariano ha estado incluso comentándome que hay personas que se alimentan únicamente de «luz», sin agua ni alimento alguno. Cuando le he preguntado porqué no lo hace él también me ha dicho que hace unos meses iba a comenzar pero que por circunstancias personales no ha podido embarcarse en el proceso de «cambio y transición» todavía, así que le he dejado mi tarjeta para que me llame en cuanto esté listo para comenzar. Por nada del mundo me lo querría perder, aunque sospecho que esta es una llamada que nunca voy a recibir.

Sin embargo, otras personas con las que he hablado son mucho más razonables, incluso desde el vegetarianismo, admitiendo directamente las dificultades y retos a los que se enfrentan por llevar una vida vegetariana e incluso revelándome los problemas de salud a los que se enfrentan. Son conscientes de las limitaciones de su dieta y vienen a los congresos como este a entender mejor los nutrientes y buscar alimentos vegetales alternativos que les proporcionen los aminoácidos y grasas adecuados, así como los micronutrientes que son difíciles de conseguir siguiendo una dieta estrictamente vegetariana. Debo admitir mi profundo respeto por sus ideas, que por lo que he podido ver tienen mucho más que ver con la ética respecto al trato que se le da a los animales y la preocupación con el medio ambiente que con el consumo de carne o pescado en sí. Desafortunadamente, lo que encuentran en algunas ocasiones en estos congresos, son personas que les dicen que se puede vivir alimentándose únicamente de luz o que la cantidad y variedad de aminoácidos en su dieta no tiene importancia porque el verdadero nutriente del ser humano es el carbohidrato. Estas serán las próximas grandes mentiras de la nutrición que revelaré, pero antes voy a estudiarlas bien y a entender el asunto para poder desmontarlo con propiedad, porque evidentemente no me queda duda alguna de que se trata de grandes fraudes.

Ahondando más en el tema de la alimentación «lumínica», como esta persona tenía bastantes títulos de todo tipo de ciencias naturalistas, le pregunté por las bases físicas y químicas de la «alimentación con luz» a lo que me replicó que esto solo lo podré entender cuando asimile que somos el producto de la creación de unos seres superiores y que para llegar a ese nivel hay que elevar el estado de conciencia varios grados en un proceso que dura 21 días, mediante el que sometemos al cuerpo a una desintoxicación física y mental de los años de alimentación a base de nutrientes terrestres, pero que para darme una idea, todo estaba muy relacionado con la teoría de cuerdas de Einstein. Como me dijo una persona que escuchaba atentamente esta disertación a mi lado, teníamos que haberle preguntado que se había fumado para probarlo… Ahora bien, admito que si lo que se pretende es adelgazar perdiendo la salud en el camino, es probable que alimentarse de luz sea el camino más directo a la pérdida de peso ineficaz y peligrosa.

El mensaje que he querido transmitir en este foro, y que hago extensiva en el blog, es el de la educación como herramienta para combatir los engaños. Salvo a temas como el de alimentarse de la luz por motivos obvios, por norma general ni me creo ni me dejo de creer ningún titular que leo relacionado con la nutrición. Al contrario, lo que busco es más información, estudios y documentación para entender lo que hay de verdad (o de mentira) en lo que estoy leyendo. Y eso es lo que trato de enseñar a otras personas: a diferenciar entre el marketing y la realidad. En nutrición, desafortunadamente, el marketing y la realidad no suelen ir de la mano, muy especialmente cuando hablamos de mega corporaciones con cientos o miles de productos en el mercado. Y esta educación nutricional comienza con los más pequeños, a los que tenemos que enseñar en casa a diferenciar entre alimentos ricos en nutrientes e interesantes para nuestra salud, como por ejemplo un huevo, y estrategias complejas de mercado para hacernos creer, por ejemplo, que un Actimel es un alimento imprescindible en nuestra dieta por sus beneficios para la salud, cuando en realidad y simplificando mucho se trata de un simple yoghurt aguado.