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Denunciable: Barritas de cereales cargadas de azúcar de Mercadona

Denunciar las barritas de cereales Hacendado de Mercadona

Aprovechando que el sábado estuve hablando sobre el azúcar en Barcelona, he ido a un supermercado a comprar algún producto para ilustrar exactamente lo que expuse en la conferencia. Como hay un Mercadona al lado de la oficina, he entrado y me he parado en el primer pasillo que hay en la entrada, que es el de las galletas y las barritas energéticas. Si bien ya era consciente de que la cantidad de productos «denunciables» de esta sección iba a ser alta, ni siquiera yo estaba preparado para leer algunas composiciones y valores nutricionales sin llevarme las manos a la cabeza.

Me he ido a la línea aparentemente saludable de productos Hacendado de Mercadona, llamada Linnea V, y he cogido una caja aparénteme y visualmente equilibrada, sin chocolate, miel ni nada que pueda alterar los valores nutricionales del producto, que incluso un dietista se podría plantear incorporar a su dieta en vista de la apariencia del envase. Como muchas otras veces en Mercadona, el envase guarda poca o ninguna relación con la realidad del producto.

En concreto, me he decantado por las Barritas de Trigo Integral y Arroz con Árándanos Linnea V de Hacendado, que se comercializan con sugerentes curvas invertidas que emulan la pérdida de peso y con signos distintivos tan atrayentes como «fuente de fibra». Lo primero que he mirado ha sido la lista de ingredientes y la sorpresa ha sido mayúscula. La palabra azúcar aparece hasta en cuatro ocasiones por lo que no debe sorprendernos que un alarmante 36% de este producto sea puro azúcar como indican los valores nutricionales.

Como expliqué en Barcelona, el azúcar es responsable de enfermedades degenerativas, inflamación crónica y una larga lista de problemas de salud que comienzan a pasar factura ahora en la sociedad y que si no hacemos nada para evitarlo acabará colapsando por completo el sistema sanitario de este país a la vuelta de unos años, cuando los casos de diabetes, obesidad y enfermos crónicos llenen los hospitales. Resulta paradójico que un producto con un aspecto saludable que debería servir para cuidar nuestra salud e incluso nuestra linnea sea en realidad un producto nocivo a medio y largo plazo. Lógicamente nadie se va a morir por consumir estas barritas de manera ocasional, pero estoy cansado de ver personas que devoran cajas a la semana porque son «sanas» para comer entre horas. Nada más cercano a la realidad. Para esas personas, estas barritas bien podrían resultar a medio y largo plazo en un problema de salud. Analicemos con detalle este producto…

Ingredientes de las barritas de cereales Hacendado de Mercadona

Ingredientes: Copos de trigo integral y arroz 47% ((arroz(60%), trigo integral(15%)), azúcar, gluten de trigo, malta de cebada, harina de trigo, leche desnatada en polvo, sal, germen de trigo, emulgente (mono y diglicéridos de ácidos grasos), jarabe de glucosa, arándanos desecados 9% (azúcar, arándanos (36%), aceite de girasol)), humectantes (glicerina, sorbitol), azúcar, grasa vegetal de palma y palmiste, dextrosa, maltodextrina, jarabe de azúcar invertido, sal, corrector de la acidez (ácido cítrico), aroma, emulgente (lecitina de soja), antioxidantes (tocoferoles, gelato de propilo, palmitato de ascorbito).

Resulta interesante que además del azúcar (sacarosa) propiamente dicho, Mercadona utiliza además en la fabricación otros azúcares, como son la malta de cebada, el jarabe de glucosa, la dextrosa (otro nombre para llamara a la glucosa) y la maltodextrina (polímeros de glucosa). ¿De verdad es necesario poner todo este azúcar para hacer una barrita de cereales? No, claro que no. Pero es barato y, después de todo, ¿a quién le importa si los consumidores acaban siendo dependientes del azúcar, desarrollan un síndrome metabólico con resistencia a la insulina, diabetes y en última instancia enfermedad de Alzheimer? Obviamente a Mercadona y a Grupo Siro, fabricante de estas barritas, no les importa lo más mínimo.

Resulta ridículo que un producto como este se vista de saludable y aporte más de un 80% de carbohidratos, de los cuales un 36% corresponden directamente a azúcares. De cada 100 gramos ingeridos estaremos tomando 36 gramos de azúcar. Comparativamente, la Coca-Cola «sólo» aporta 10-11g de azúcar por cada 100ml de producto. Si tienes hijos y tienes la mala idea de comprarles barritas para usarlas como snacks para el colegio, espero sinceramente que no se te ocurra usar estas porque no veo beneficio alguno en su consumo y sí un problema de salud a largo plazo por su uso continuado. Tan sólo aportan un miserable 4% de proteína incompleta, de origen vegetal, que para colmo tiene pinta de proceder directamente del gluten de trigo, por lo que además estas barritas serán bastante indigestas para un gran número de personas con sensibilidad al gluten, amén de directamente tóxicas para los celíacos.

Valores nutricionales de las barrtias Linnea V de Hacendado de MercadonaAlgún apunte más acerca de la mala fe que utiliza el fabricante en el etiquetado. Mercadona quiere hacerte pensar que este producto está hecho predominantemente con cereales integrales y por ello pone «Trigo Integral» delante de «Arroz». Sin embargo, leyendo la lista de ingredientes vemos que los «cereales», que solo son dos, corresponden al 47% en peso del producto y que de ese 47%, sólo el 15% es trigo integral, por lo que si las cuentas no me fallan, la cantidad de trigo integral en este producto es del 7%. El resto, como se ve en la composición, principalmente arroz (no integral) y mucho azúcar. Definitivamente, se trata de otro producto diseñado para engañar al consumidor y venderle una expectativa saludable envolviendo a un producto que dista mucho de serlo. Desde luego, si te has propuesto adelgazar, este es un alimento al que no debes acercarte.

Si quieres una barrita de snack es mejor pagar algo más y comprar una que de verdad aporte nutrientes de calidad, con una baja cantidad de azúcar, un contenido realmente rico en fibra, y proteínas y grasas de calidad. Comparativamente, las barritas Quest Bar, por ejemplo aportan un 23% de fibra en lugar del 4,5% de estas de Hacendado y tan sólo un par de gramos de azúcar, con casi un 30% de proteínas en lugar de un 4% de la marca de Hacendado. Pero no son las únicas. Las barritas Oh Yeah! Low Carb también aportan cantidades similares de nutrientes a las Quest Bar y los sabores están increíblemente conseguidos.

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Denunciable: Etiquetado de Mercadona

Natillas sin azúcares Hacendado de Mercadona

Una cosa es que un producto tenga mejores o peores valores nutricionales y otra muy distinta que el fabricante del producto mienta descaradamente en el etiquetado del producto. Es cierto que los que trabajamos en marketing tenemos tendencia natural a vivir cerca de la línea que separa lo estrictamente legal de lo ilegal a la hora de comunicar, tratando de aprovechar al máximo cualquier resquicio que dejen las leyes para mejorar la imagen de los productos con los que trabajamos, pero creo honestamente que eso es parte del juego y dominar el arte de la comunicación produce efectos sorprendentes sobre las ventas de los productos y es razonable querer vender un producto mostrándolo mejor al de la competencia.

Sin embargo, vivir cerca de la línea es una cosa, y pasar la línea es otra bien distinta. Empresas como Danone suelen pasar la línea con relativa frecuencia, pero gozan en Europa del proteccionado de la Unión Europea. En Estados Unidos no son tan permisivos con esta multinacional y las multas y los problemas se le suelen multiplicar al gigante de los lácteos al otro lado del Atlántico. Ese proteccionado del que hablo -que protege a la empresa cuando comete tropelías evidentes- es el mismo que nos perjudica a los consumidores, que quedamos indefensos ante estas prácticas.

Pues bien, si empresas como Danone pasan la línea con frecuencia, otras empresas viven en un universo paralelo, sin lineas, y hacen prácticamente lo que les da la gana. Hoy traigo el caso de Mercadona, porque lo que he visto -avisado por un lector habitual del blog- me parece tan vergonzoso como peligroso. Antes de que me lluevan los insultos por decir verdades acerca de Mercadona, insisto en que no tengo nada contra esta empresa, y mucho menos como ya me han sugerido alguna vez, por ser una empresa Española; pero en materia de alimentación y en especial con productos orientados a los niños, no entiendo de banderas, marcas ni nacionalidades. Lo que está mal, está mal lo haga quien lo haga. A quien no le guste conocer la verdad, le invito amablemente a dejar de leer este artículo ahora pinchando aquí. A los demás, aquí os presento la realidad de como se las gasta Mercadona con su etiquetado.

¿Qué ocurre cuando un diabético toma más azúcar de la que debe? Pues que genera un pico de glucosa en sangre que su organismo no puede controlar. Esto provoca un estado llamado hiperglucemia. Como explico en mi libro Adelgazar sin Milagros, el exceso de glucosa en sangre es tóxico para todo el mundo, pero la diferencia entre los diabéticos y el resto de las personas es que los primeros tienen problemas para regular de manera automática su nivel de glucosa en sangre. Precisamente por ese motivo, deben tener precaución a la hora de comer, en especial cuando comen productos dulces que potencialmente están edulcorados con azúcar, un alimento que tiene la capacidad de elevar muy rápido el nivel de glucosa por ser una fuente de carbohidratos de asimilación rápida -de los llamados «de alto índice glucémico».

Las natillas Hacendado sin Azúcares Añadidos tienen azúcar añadido. Así de claro, así de simple. Y no me refiero a «azúcares naturalmente presente en los alimentos», me refiero a azúcar blanca refinada, sacarosa, un alimento que los diabéticos deben vigilar muy de cerca. Hay que ser un verdadero cafre y sinvergüenza para etiquetar un producto como libre de azúcar cuando en realidad tiene azúcar, porque tal villanía puede ser potencialmente peligrosa para algunas personas. ¿Soy el único que se imagina a una madre de un niño diabético decirle que tome las natillas y repita si le apetece porque no tienen azúcar y son seguras para su consumo? No se trata de adelgazar o de engordar, se trata de un atentado serio contra salud del consumidor, que no puede fiarse de lo que lee en el etiquetado del producto sin pararse a analizar en detalle su composición.

¿Cómo se salta la regulación Mercadona en este producto? Muy sencillo: hace una interpretación absolutamente errónea del concepto de «azúcares naturales» para mentir en el etiquetado. Esta es la explicación: ciertos alimentos contienen «azúcares», carbohidratos simples, de manera natural en su composición. Por ejemplo, ciertas frutas contienen fructosa y glucosa, dos azúcares «naturalmente presentes» en su composición. El azúcar refinado es precisamente un disacárido compuesto por una molécula de glucosa y otra de fructosa, de ahí su elevado índice glucémico. En el etiquetado de las natillas, Mercadona insinúa que su producto tienen «azúcares naturalmente presentes» en el chocolate, pero es que resulta que el chocolate no es un alimento natural, sino un alimento procesado derivado del cacao, y el cacao no tiene azúcar mientras que el chocolate es básicamente una mezcla de cacao con azúcar refinado. El cacao es un fruto cuya semilla -tremendamente amarga- se utiliza para fabricar chocolate, y no contiene azúcar de manera natural. De hecho, las semillas de cacao son eminentemente grasas y contienen muy pocos carbohidratos en general con una insignificante cantidad de azúcares presentes en su composición.

Natillas de Mercadona sin Azúcares Añadidos

La composición de estas natillas es clara al respecto puesto que la palabra «azúcar» aparece claramente en la lista de ingredientes como parte del chocolate que contienen. Podrían haber optado por usar un chocolate sin azúcar de todos los que hay disponibles en el mercado, que no son pocos, pero han preferido lanzar una mentira al consumidor instándole a que consuma un producto que no cumple lo que su etiquetado promete. Además del azúcar industrial presente en este producto, también encontramos «azúcares naturales», esta vez sí, presentes en la leche. La leche contiene un azúcar natural, la lactosa, y aunque no está especificado, debemos suponer que la leche desnatada que lleva este producto contiene algo de lactosa.

Es cierto que la cantidad de carbohidratos que lleva el producto es baja para ser un postre dulce y que la cantidad de azúcar será lógicamente baja también, pero no me sirve como excusa. Si todos los fabricantes hiciesen lo mismo, un diabético -especialmente un niño- no duraba dos telediarios. Los consumidores tienen derecho a saber con exactitud lo que están comprando, y esa es precisamente la función del etiquetado. Si todos los fabricantes mintiesen con respecto al azúcar del mismo modo que lo ha hecho Mercadona en este producto, sería absolutamente imposible para un diabético comprar productos basándose en que estén supuestamente «libres de azúcar». Se pasaría el día comiendo azúcar sin saberlo.

Señores de Mercadona, si me están leyendo, su producto no es malo. No es necesario que mientan para venderlo. Mintiendo así sólo consiguen publicidad negativa y ponen potencialmente en riesgo la salud de algunos consumidores. Francamente, no me lo explico.

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