Mes: noviembre 2017

Reseteo – Primer Capítulo del libro «¿Y ahora qué?»

Carlos Abehsera

Tal y como os prometí en el último artículo, hoy os traigo el primer capítulo del libro «¿Y ahora qué? – Manual para la vida después de adelgazar». Ni el título ni el contenido es 100% definitivo porque estoy trabajando todavía en ello, pero creo que os dará una buena idea de por dónde van los tiros. ¡Espero que os guste!

 

¿Y ahora qué?

Manual para la vida después de adelgazar

Capítulo 1: Reseteo  

Probablemente han pasado unos meses o incluso años desde que decidió dar un giro a su vida cambiando radicalmente la forma en que se alimentaba y estoy seguro de que los consejos que siguió hasta llegar a este punto le han producido una cascada de beneficios, tanto a nivel físico como emocional. Sin embargo, una pregunta ronda probablemente su cabeza en estos momentos: ¿Tengo que mantener este tipo de dieta restrictiva y estas costumbres durante el resto de mi vida para mantenerme en este estado de forma? La respuesta, afortunadamente, es un rotundo no.

Sin embargo, no lancemos las campanas al vuelo ni nos apresuremos a comprar un kilo de azúcar de camino a casa para nuestro próximo café. Que podamos adaptar nuestra dieta y nuestras costumbres a nuestro nuevo estado físico no quiere decir que tiremos por tierra todo lo que hemos aprendido hasta ahora. Probablemente recuerde de mi libro Adelgazar sin Milagros que le expliqué que es imposible -genéricamente hablando- perder más de 250 gramos de grasa en un día y del mismo modo es imposible ganarlo. Pues bien, menospreciar esta cantidad de grasa es el mayor error que una persona puede cometer llegado a este estado. En efecto, 250 gramos de grasa no parecen una cantidad significativa que deba preocuparnos, pero si en lugar de hablar de la cantidad que se puede perder o ganar en un día hablamos de meses, fácilmente podemos encontrarnos con pérdidas de hasta 8kg de grasa y, por supuesto, ganancias similares en el transcurso de los 30 días que tiene un mes.

Digo que esto es un problema porque podemos caer en la tentación del exceso un día y, si ese exceso además ha estado acompañado de alcohol, es probable incluso que nuestro peso no varíe, dándonos la falsa apariencia de que después de haber perdido el peso que nos sobraba podemos volver a comer y beber como queramos, craso error. Permítame que le explique cómo es posible que un exceso alimenticio vaya acompañado de una pérdida de peso momentánea y nos induzca al error de apreciación.

Como sabe, al ingerir alcohol nos deshidratamos, perdemos líquido en exceso y por consiguiente nuestro peso baja… pero sólo de manera momentánea hasta que al día siguiente recuperamos el líquido a través de los alimentos y las bebidas que ingerimos. Muchas personas me han dicho que no entienden cómo es posible que la noche anterior se hayan hinchado de comer y de beber y a la mañana siguiente pesen menos. El motivo no es otro que la deshidratación. Recuerde que el agua es responsable de al menos el 60% de la masa de su cuerpo y por lo tanto es el factor que más contribuye al cambio de peso corporal.

Pues bien, estas mismas personas que han bebido y comido en exceso y no aprecian ganancia de peso en la báscula al día siguiente caen a menudo en el error de pensar que como ese exceso puntual no les produjo un cambio significativo de peso al medirlo por la mañana, pueden cometerlo cada vez que quieran sin riesgo alguno de volver a engordar, ¡y nada más lejos de la realidad! Al igual que es posible perder grasa y ganar masa muscular sin que el peso corporal varíe significativamente, es igual de posible ganar grasa sin subir o incluso bajando de peso -hablando siempre de manera puntual y a corto plazo- si consumimos alcohol u otras sustancias que nos deshidraten momentáneamente.

Lo que no debemos perder de vista jamás es que los excesos se pagan siempre, y que el peaje a pagar consiste en esos 250 gramos de grasa diaria que podemos acumular. Pero no caigamos en la tentación de pensar que como se trata sólo de 250 gramos, estos no tienen importancia. Muy al contrario, se da la circunstancia de que para ganar grasa solo hay que excederse comiendo alimentos que tienden a generar grasa mientras que para perderla, la cosa es algo más compleja dado que antes se deben agotar las reservas de glucógeno que, como recordará, pueden durar hasta dos o tres días. Dicho de otro modo, el exceso siempre provoca acumulación de grasa desde el primer minuto y la dieta sólo es efectiva para reducir grasa a partir del segundo o tercer día después del exceso. O sea, un exceso se puede recuperar en unos 3 o 4 días. Dos excesos no son, normalmente, recuperables en una semana. Imagine lo que ocurre en realidad con la acumulación de grasa cuando extrapolamos a meses repletos de excesos las cantidades que hemos venido manejando de manera diaria.

A nivel psicológico el tema es aún más complicado. Las personas tenemos una tendencia natural a posponer aquellas acciones que no nos agradan. Unas de las cosas que aprendí cuando leí El Ciclo de la Duplicación, de Todd Smith, es que para ser efectivos en la vida siempre tenemos que hacer primero aquellas cosas que nos desagradan y, si es posible, comenzar a hacerlas de inmediato en cuanto sintamos que no tenemos ganas de hacerlas. Si hacemos primero lo que nos gusta siempre acabaremos pensando que lo que no nos gusta lo haremos mañana, el próximo lunes, la semana que viene, el día uno del mes próximo o quizás el día de año nuevo como parte de nuestros nuevos propósitos. ¿Pero cual es la realidad? Que cuanto más lo posponemos menos probable es que lo hagamos.

Sin embargo, si vencemos esa tendencia y logramos anteponer aquello que nos desagrada y hacerlo cuanto antes, las ventajas son inmensas a nivel de crecimiento personal. No hay duda de que nos sentiremos mejor al terminar una tarea que no nos apetecía hacer y por ello, cuando abordemos otras situaciones que nos agraden más, lo haremos con la conciencia de haber solucionado antes aquello que no nos apetecía hacer, lo que nos produce un doble placer.

Le explico esto para ponerle en antecedentes de que nuestra tendencia natural, después de un exceso, es cometer otro, porque a fin de cuentas nos parece mucho más agradable salir a comer y beber con nuestros amigos que quedarnos en casa tomándonos un batido de proteínas para cuidar la línea después de ir al gimnasio. Y una vez cometido un exceso y pospuesta la vía sana, tendemos a empezar la dieta de nuevo el lunes que viene, la próxima semana, el día uno del mes siguiente o el día de año nuevo, como le dije antes. Ante todo, debemos evitar poner fecha a la solución de lo que acaba de ocurrir. Si acaba de ocurrir y nos acabamos de exceder, es preciso arreglarlo en el momento y no posponerlo.

Piense por un momento en su edad. Si se parece en algo a mí, rondará o habrá pasado ya, incluso con holgura, los 40 años de edad. En mi caso, cuando decidí cambiar mi alimentación de manera radical en 2011 tenía 38 años. Llevaba entonces 38 años comiendo de un modo, haciendo dietas inútiles y acumulando grasa y problemas de salud. Sin embargo, tras perder más de un kilo el primer día de cambio de alimentación y otro tanto el siguiente, mi cabeza se reseteo por completo. Entonces no sabía que esos dos kilos eran, casi al completo, líquido retenido en exceso, pero me sentó bien ver que la báscula pasaba de 113 a 111 en un par de días y que al cabo de sólo 30 días había perdido 10 kilos de peso, la mitad de ellos de grasa.

¿Cómo pude mantenerme entonces firme en el plan durante los meses siguientes hasta perder 35 kilos? Porque estaba haciendo algo que, aunque no me agradaba en exceso, me ofrecía resultados desde el primer día y me hacía sentirme mejor cada minuto que pasaba. Además, un pensamiento rondaba siempre mi cabeza: si he sido capaz de comer mal durante 38 años, ¿cómo no voy a ser capaz de comer bien durante 4 o 5 meses? Siempre lo vi, y lo sigo viendo, como un esfuerzo ridículamente pequeño en tiempo y forma al compararlo con el resto de mi vida. Cuatro o cinco meses contra 38 años de entonces.

Sin embargo, en mi caso han pasado ya más de 6 años desde que perdí la mayoría de la grasa que me sobraba y lógicamente mis costumbres han cambiado en este tiempo y mi alimentación ha mejorado mucho, tanto en calidad como en variedad, evolucionando hacia una dieta socialmente más sencilla de seguir. Creo que la Isodieta es una magnífica herramienta para perder peso de manera sana, rápida y permanente, como explico en el libro Adelgazar sin Milagros, pero también creo que la vida es algo más que pequeñas comidas muchas veces al día y batidos de proteína.

Ese mismo reseteo que experimenté en aquel momento -y que probablemente usted también haya experimentado ya- es el que me gustaría que volviese a experimentar ahora conforme nos adentremos en una nueva visión de la alimentación y como adecuar la nutrición de nuestro cuerpo durante el resto de nuestra vida sin tener que repetir constantemente la palabra “no” cada vez que nos pongan algo por delante. Como le dije en la introducción, y le repetí al principio de este capítulo, no lance las campanas al vuelo y no se crea que le voy a explicar cómo comer de todo en las cantidades que usted quiera sin ganar peso, dado que eso es imposible, sino que le voy a explicar como flexibilizar su dieta sin que ello suponga un retroceso en su estado físico ni en su salud.

Con este libro pretendo ayudarle a tomar las decisiones adecuadas no sólo a la hora de elegir sus alimentos y su rutina alimenticia, sino además a la hora de abordar el resto de su vida desde un punto de vista nutricional y también social. Personalmente, trabajo muchas horas todas las semanas y no siempre haciendo cosas que me agradan. Tengo alergia a la contabilidad y me salen sarpullidos con la burocracia. Cuando acaba mi semana laboral el viernes, lo que me apetece no es precisamente llegar a casa y tomarme un batido de proteína. Pero, por otro lado, soy consciente de que, si me dejo llevar, en unos meses recuperaré los más de 30 kilos, principalmente de grasa, que logré quitarme de encima en 2011.

Como en tantas otras cosas en la vida, en la justa medida radica la virtud del método y por lo tanto, en nuestras vidas tiene que haber un poco de todo y por supuesto lugar para el disfrute y esparcimiento. En estos años he seguido leyendo, investigando y probando en primera persona muchas de las cosas que he leído y que ahora me dispongo a compartir con usted. Puede que incluso vea algunas de estas cosas como una traición a mis propias ideas, pero le pido un poco de paciencia y razonamiento antes de juzgar. En este caso, los jugadores somos los mismos, pero el juego ha cambiado.

Si está leyendo estas líneas es porque ya experimentado el primer reseteo y se dispone a efectuar el siguiente. Una vez que se sirvió del libro Adelgazar sin Milagros para perder el exceso de grasa que acumulaba y recuperar su salud, es el momento de adecuar su plan nutricional y costumbres con el siguiente objetivo en mente, que debe ser continuar mejorando la salud, afianzar o mejorar su masa muscular y mantener la grasa a raya en parámetros razonables.

Acompáñeme y veamos cómo podemos conjugar una dieta sana y unas costumbres saludables con una forma de vida alegre, moderna y distendida en la que no seamos esclavos de nuestros relojes ni de unas cantidades específicas de nutrientes, sino que, por el contrario, podamos disfrutar de más alimentos y de un mayor abanico de posibilidades.

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Receta de Wok de Pollo con Noodles Slim Pasta

Hoy os traigo la primera receta realizada con la pasta libre de hidratos de carbono Slim Pasta. Se trata de un wok de pollo y huevo al estilo oriental, aderezado con sésamo, soja y aceite de coco. ¡Espero que os guste!

Esta receta usa como base los noodles de Slim Pasta. Como os dije en el artículo que escribí sobre este alimento, esta pasta proveniente de la raíz de konjac no aporta carbohidratos, proteínas ni grasas al organismo, tan solo agua y fibra, por lo que hay que asegurarse de utilizar otros ingredientes en la receta que aporten los nutrientes que necesitamos en nuestro plan nutricional, y ajustar las cantidades en función si estamos en fase de adelgazar o de mantenimiento.

Información nutricional
Receta de Wok de Pollo con Noodles Slim Pasta
Cantidad por ración
Calorías 284 Calorías de la grasa 135
% valor diario*
Grasa total 15g 23%
Grasas saturadas 9g 45%
Grasas saturadas 0.03g
Grasas poliinsaturadas 2g
Grasas monoinsaturadas 3g
Colesterol 141mg 47%
Sodio 243mg 10%
Potasio 364mg 10%
Carbohidratos totales 2g 1%
Fibra dietética 3g 12%
Azúcares 1g
Proteínas 32g 64%
Vitamina A 4%
Vitamina C 17%
Calcio 2%
Hierro 7%
* Porcentajes diarios basados en una dieta de 2000 calorías.

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Receta de Wok de Pollo con Noodles Slim Pasta
Receta indicada para dietas de adelgazamiento de Wok de Pollo y Noodles con huevo, realizada con Slim Pasta y libre de carbohidratos, indicada para dietas proteicas.
Wok de Pollo y Noodles
Votos: 1
Valoración: 1
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Tiempo de preparación 30 Minutos
Raciones
Raciones
Ingredientes
Tiempo de preparación 30 Minutos
Raciones
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Ingredientes
Wok de Pollo y Noodles
Votos: 1
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Instrucciones
  1. Para empezar hacemos una tortilla francesa en una sartén grande para que salga fina y la reservamos aparte.
    Tortilla Francesa
  2. En la misma sartén grande o en un wok ponemos tres cucharadas de Aceite de Coco virgen a fuego intenso y cuando esté muy caliente sofreímos ligeramente la cebolla y el pimiento, ambos cortados en juliana. Al cabo de un minuto aproximadamente, añadimos el pollo y bajamos el fuego ligeramente, manteniéndolo alto pero no al máximo. Removemos bien mientras salteamos los ingredientes. Añadimos los noodles de Slim Pasta que previamente habremos enjuagado muy bien para eliminar todo el sabor de haber estado envasados al vacío.
    Preparación Wok de Pollo
  3. Seguimos rehogando todos los ingredientes y añadimos la tortilla cortada en tiras. Con el fuego bien caliente, añadimos un chorrito de aceite de sésamo y luego uno de salsa de soja y, mezclamos todo rápidamente. Retiramos del fuego y, ya en el plato, añadimos unos granitos de sésamo para decorar.
    Wok de Pollo y Noodles
Notas de la receta

Como la soja está bastante salada, no le he añadido sal a la hora de cocinarlo. Si es necesario, se puede añadir una vez servido.

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Receta de Falsa Pizza de Atún sin Hidratos

Falsa Pizza de Atún

Esta receta la ideó mi mujer ante la insistencia de mis hijos de cenar pizza cada dos por tres, así que si la haces y te gusta, el mérito es suyo y no mío. El objetivo era crear una pizza baja en hidratos de carbono y consiguió crear una falsa pizza con 0% carbohidratos que los niños devoran con entusiasmo, suyo y nuestro, porque comen bien.

No hay que perder de vista la idea de que es una «falsa» pizza, pues no lleva una base hecha con harina sino con huevo, por lo que aunque de sabor es muy similar, de textura es más blanda. Dicho esto, se prepara mucho más rápido que una pizza tradicional, no requiere horneado y es tremendamente más sana.

Información nutricional
Receta de Falsa Pizza de Atún sin Hidratos
Cantidad por ración
Calorías 178 Calorías de la grasa 108
% valor diario*
Grasa total 12g 18%
Grasas saturadas 6g 30%
Grasas poliinsaturadas 1g
Grasas monoinsaturadas 2g
Colesterol 152mg 51%
Sodio 249mg 10%
Potasio 106mg 3%
Carbohidratos totales 2g 1%
Fibra dietética 0.2g 1%
Azúcares 1g
Proteínas 16g 32%
Vitamina A 9%
Vitamina C 1%
Calcio 14%
Hierro 7%
* Porcentajes diarios basados en una dieta de 2000 calorías.
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Receta de Falsa Pizza de Atún sin Hidratos
Receta de una pizza de atún sin hidratos de carbono, muy adecuada para dietas de adelgazamiento en las que se quiera salir de la rutina y comer platos variados.
Falsa Pizza de Atún
Votos: 3
Valoración: 4.33
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Tiempo de preparación 5 Minutos
Raciones
Porciones
Ingredientes
Tiempo de preparación 5 Minutos
Raciones
Porciones
Ingredientes
Falsa Pizza de Atún
Votos: 3
Valoración: 4.33
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Instrucciones
  1. Preparamos la sartén a fuego intenso con unas gotas de aceite de coco para que no se pegue el huevo.
  2. Batimos el huevo y lo vertemos en la sartén, moviendo la misma hasta conseguir que el huevo ocupe toda la base de la misma. Bajamos el fuego al mínimo y dejamos que la tortilla se vaya haciendo.
  3. Ponemos una cucharada de tomate frito sobre la tortilla, incluso si el huevo no ha acabado de cuajarse por la cara superior y esparcimos el tomate por toda la superficie. De inmediato añadimos un poco de mozzarella rallada y el atún y dejamos la sartén en el fuego flojo unos minutos hasta que el queso se derrita y el atún se caliente. Sazonamos con un poco de orégano y ya está lista para servir.
Notas de la receta

Se hace en unos minutos y como veis en la foto, no desmerece para nada.

Un par de aclaraciones: si la mozzarella rallada es de verdad mozzarella, y no una pasta de imitación, no tendrá carbohidratos. En cuanto al tomate frito, lo idóneo es buscar uno que no tenga azúcar añadido (buena suerte), pero a unas malas, podéis usar tomate triturado (aseguraros que no tiene azúcar) que podéis freír unos segundos para evitar que tenga más hidratos de carbono que los que proceden del tomate, que no son demasiados. Alternativamente, venden una salsa de tomate con 0 hidratos y 0 calorías, pero aún no la he probado así que todavía no la puedo recomendar...

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Cómo mantenerse después de adelgazar rápido

Adelgazar sin MilagrosExiste una leyenda urbana que dice que adelgazar rápido es malo para la salud. Sus creadores también pusieron de moda que si adelgazas rápido tendrás efecto rebote. Y de las mismas personas que pusieron de moda estos dos absurdos mitos, nos llega con frecuencia la cantinela de que es imposible mantenerse después de adelgazar rápido. Como muchos sabéis, mi experiencia se remonta a 2011, cuando adelgacé 35 kilos en cuatro meses cambiando drásticamente mi forma de alimentarme. Si alguien quiere hablar de perder peso rápido, creo que este caso merece ser mencionado. Desde 2011 hasta ahora me he mantenido estable entre 80 y 85 kilos de peso con una masa muscular muchísimo más grande que la que tenía hace 7 años. Lo normal es que a partir de los 40 años la masa muscular decaiga y la grasa se acumule con más facilidad, sin embargo, en mi caso -cercano a cumplir 45 años- y en el de muchas otras personas que siguen los mismos principios de alimentación, ocurre exactamente lo contrario. ¿Suerte? ¿Genética? ¿Casualidad? No, simplemente nutrición y sentido común, dos cosas que faltan en la mayoría de las dietas que pasan por mis manos.

¿Qué hacer para mantenerse después de adelgazar rápido?

Sois ya decenas de miles los que habéis leído el libro Adelgazar sin Milagros y los que habéis obtenido resultados similares o incluso mejores que los míos y vuestros testimonios me llegan a diario por todo tipo de medios, cosa que aprovecho para agradecer enormemente, pues me animan a seguir trabajando e investigando en este mundo. Trato de contestar todos los correos electrónicos que recibo a diario pero a veces me resulta imposible por falta de tiempo. Sin embargo, he visto que una de las mayores cuestiones que me planteáis, tanto antes de empezar como cuando ya habéis acabado vuestro cambio de alimentación, se refiere a cómo mantener el peso después de adelgazar y evitar ganar los kilos perdidos con el temido [y absurdo] efecto rebote.

¿Existe el efecto rebote?

La gran mentira de la nutrición

Una parte de esta inquietud traté de resolverla en el propio libro Adelgazar sin Milagros, al explicar de manera sencilla porqué es imposible que se produzca un efecto rebote al adelgazar perdiendo grasa y generando masa muscular, que es lo que siempre he propuesto a todo el mundo desde el primer día. El propio sentido común que mencioné antes es el que nos hace comprender que si seguimos dietas hipocalóricas a base de ensaladas y verduras perderemos peso destruyendo nuestra masa muscular y por lo tanto estaremos expuestos no sólo al temido efecto rebote, sino al mucho más importante problema de la desnutrición. En efecto, es relativamente sencillo desnutrirse al perder peso si no se hace de la manera adecuada. Y aquí es precisamente donde está el problema. Algunas personas creen -erróneamente- que para evitar desnutrirse lo importante es que la pérdida de peso sea lenta, y en mi opinión ocurre precisamente lo contrario: cuanto más tiempo obligues al cuerpo a seguir una dieta poco nutritiva que lo priva de los nutrientes verdaderos, la proteína y la grasa, y lo mantiene en marcha a base de energía vacía, sin nutrientes plásticos, peor será el caso de desnutrición que se produzca.

Por este motivo siempre he defendido que se debe adelgazar rápido y de manera sana, sin privar al cuerpo de los macronutrientes que son necesarios para la regeneración celular y el correcto funcionamiento de nuestros órganos, y lamentablemente para algunos, estos nutrientes no se encuentran en la lechuga sino en los huevos, las carnes, los pescados y los lácteos principalmente. Esto que digo no me lo he inventado yo, está en cualquier libro de bioquímica editado en los últimos 100 años, sólo que ciertas personas tienen una frágil memoria y prefieren repetir lo que diga Bimbo, Nestlé, Danone o Kellogg’s en lugar de usar el sentido común y aplicar lo que han aprendido en el colegio y en la universidad. Este pensamiento me llevó a escribir mi libro La Gran Mentira de la Nutrición, en el que derribo muchos de los mitos sobre la alimentación y la vida sana que oímos a diario, similares a los que usé para empezar este artículo.

¿Cómo nos debemos alimentar después de adelgazar para mantenernos?

Sin embargo, me da la impresión de que existe una inquietud entre los lectores que no he atacado con la suficiente fuerza y ésta radica precisamente en qué hacer y cómo alimentarnos una vez que hayamos perdido la grasa y estemos en un peso razonable. ¿Debemos obsesionarnos con el gimnasio? ¿Tenemos que seguir tomando batidos de proteínas? ¿Seguimos aplicando la regla de comer muchas veces al día en pequeñas cantidades? ¿Seguimos midiendo la cantidad de proteínas y grasas que ingerimos en cada comida? ¿Tenemos que seguir evitando todas las frutas? ¿Se puede seguir la dieta durante la semana y saltársela el fin de semana? ¿Seguimos comiendo el doble de proteína que de grasa? ¿Ofrece algún beneficio el ayuno intermitente? ¿Tenemos que seguir en cetosis el resto de nuestra vida? ¿Nos podemos beber un par de cervezas cuando salimos? ¿Deberíamos abandonar definitivamente los edulcorantes? ¿Podemos seguir una dieta cetogénica o una dieta Paleo? ¿Son adecuadas ahora las legumbres?

Estas son algunas de las preguntas que me habéis ido haciendo de manera recurrente los que habéis pasado por la primera fase, la pérdida rápida de peso y mejora de la salud y he tratado de iros respondiendo de manera individualizada lo mejor que he podido cuando el tiempo me lo ha permitido. Usando todas esas preguntas y respuestas, comencé hace unos meses a darle forma a un nuevo libro que espero que vea la luz a principios del próximo año en el que me adentro en un nuevo aspecto de la nutrición en el que el objetivo no es adelgazar ni perder grasa, sino conjugar un estilo de vida realmente sano con unos hábitos alimenticios naturales, flexibles y orientados a mejorar la salud a través de la nutrición. Os voy adelantado que lo que yo considero hábitos saludables y lo que la industria alimenticia industrial considera hábitos saludables se parecen lo mismo que un huevo duro a una caja de cartón, por eso creo que el libro será revelador para muchos en algunos sentidos.

Todavía tengo el trabajo muy esquematizado y poco presentable, pero espero que en poco tiempo pueda subir al blog el primer capítulo y avanzar la fecha de publicación, quizás como regalo de navidad para mis lectores y seguidores. Voy lento, porque trato de simultanear este libro con la novela en la que trabajo desde hace tiempo y lógicamente con mi trabajo, pero creo que aprovecharé los próximos puentes y festivos para darle un buen empujón. Si quieres asegurarte de leerlo antes que nadie, ¡suscríbete al blog ahora mismo para recibir un aviso cuando esté disponible! Si te interesa saber cómo mantenerse después de adelgazar rápido, este libro es para ti.

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Cocinar sin Carbohidratos, ahora también digital

Portada del libro Cocinar sin Carbohidratos

Portada del libro Cocinar sin Carbohidratos

Después de más de un año de trabajo y una considerable inversión material, en Enero de 2015 publiqué junto con Ana Román el libro de recetas Cocinar sin Carbohidratos. A diferencia de mis otros libros, se trataba de una obra gráficamente muy compleja por la cantidad de fotografías -cerca de 400- y la complicada maquetación de libro. En el libro Cocinar sin Carbohidratos quisimos demostrar que seguir una dieta baja en hidratos de carbono no tenía porqué significar aburrirse comiendo. Al contrario, lo que proponíamos a la luz de las fotografías que hicimos de nuestras propias recetas, era lograr versiones alternativas de todo tipo de comidas, desde panes hasta postres, sin usar ni un sólo gramo de azúcar o de harinas refinadas de cereal en el proceso, logrando recetas bajas en carbohidratos y ricas en nutrientes de calidad -las proteínas y las grasas-, así como en micronutrientes y fibra.

Sin embargo, y pese a la calidad del trabajo que hicimos con mucho esfuerzo, la complejidad del libro con sus 120 recetas totalmente ilustradas, cada una con varias fotografías en alta resolución, se convirtió en un problema a la hora de comercializarlo. La versión impresa fue realmente cara de producir y tuvimos que usar diferentes tecnologías de barnizado y plastificado del papel para que al manejar el libro en una cocina este no se deteriorase fácilmente, todo ello sin influir en la calidad que el fotógrafo profesional Jorge López González aportó a la obra capturando los emplatados que el renombrado chef malagueño David García realizó sobre los platos que cocinamos.

Interior del libro Cocinar sin CarbohidratosSi la versión impresa fue muy cara de producir, peor nos fue con la versión digital. Con las tecnologías que teníamos a finales de 2014, llevar esta obra de manera adecuada a formato libro electrónico era prácticamente imposible. La única alternativa que teníamos era hacer réplicas digitales de la versión impresa, pero la calidad técnica del trabajo era deficiente, pues no se podrían aplicar propiedades comunes a los libros electrónicos como el cambio del tamaño de fuente, adaptación automática a la pantalla de cada dispositivo, búsquedas rápidas, adaptación a personas con discapacidad, etc. Por todo ello, decidimos no publicar la versión digital del libro en su momento a la espera de que la tecnología evolucionase. Ahora, casi tres años después, hemos logrado superar todos estos problemas y puedo decir con orgullo que desde ayer está disponible la versión electrónica del libro en todos los países a través de las diferentes tiendas de Amazon. Además, gracias a un acuerdo que hemos sellado con Amazon, los lectores que hayan comprado el libro en papel a través de Amazon podrán adquirir también la versión digital por sólo 2,99€.

Al igual que el resto de mis libros, la versión electrónica del libro Cocinar sin Carbohidratos está inscrita también en el programa Kindle Unlimited y los suscriptores del servicio pueden leerlo gratuitamente. Si no conoces los servicios Kindle Unlimited (para leer más de 1 millón de libros gratis con una pequeña cuota mensual) y Amazon Music Unlimited (para escuchar gratis más de 50 millones de canciones por una pequeña cuota mensual) te recomiendo que los pruebes. En concreto, ahora mismo puedes realizar una prueba de 30 días gratis de Amazon Music Unlimited para ver si te gusta la calidad del servicio, que ya te anticipo que te gustará 🙂

Cocinar sin Carbohidratos en KindleVolviendo al libro Cocinar sin Carbohidratos, sólo quiero aclarar que la versión digital se corresponde con la copia corregida de papel que se vende actualmente. En la primera impresión se nos colaron algunos fallos de edición que están descritos en la sección fe de errores de la propia página web del libro (www.cocinarsincarbohidratos.com). O sea, en esta versión digital y en la versión impresa que se vende en estos momentos, estos errores ya fueron subsanados. La adaptación digital del libro ha corrido a cargo de la empresa Create Space, con base en Estados Unidos y en mi opinión el trabajo que han hecho -que no ha sido tampoco barato- ha estado por encima de mis expectativas. Se han conservado todas las fotos, todas las tablas de valores nutricionales, las distintas secciones y la navegabilidad desde el índice es sencilla y rápida. Esta versión puede leerse a todo color en PCs, Macs, todos los smartphones, tablets, dispositivos Fire y además, en blanco y negro con tinta electrónica en los dispositivos Kindle o los ebooks que dispongan de aplicación Kindle.

A todos los que nos habéis pedido durante estos años que lanzásemos una versión digital y a los que todavía no os habéis animado a probar las recetas que creamos para el libro, os animamos a echarle un vistazo y decidir si merece la pena o no. Un pequeño secreto: En la web de Amazon en Estados Unidos, accesible pinchando aquí y haciendo click donde dice «look inside», podéis previsualizar en pantalla de manera gratuita los primeros capítulos del libro, incluyendo alguna receta de pan bajo en carbohidratos. ¡Estoy seguro que os va a gustar! Si queréis más información acerca de las distintas versiones del libro y dónde conseguirlo en cada país, podéis visitar esta página.

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