Adelgazar sin Ansiedad

Ansiedad y Desesperación

Ansiedad y Desesperación

Hace unos días intercambiaba unos interesantes comentarios con el bloguero Andrés que me han dado que pensar y me han hecho centrar el post de hoy en el tema de la ansiedad en la pérdida de peso. En mi libro Adelgazar sin Milagros he intentado, creo que con cierto éxito, convertir a lenguaje natural muchos de los temas que rodean a la pérdida de peso. De hecho, he tratado dentro de mis posibilidades de evitar la mayoría de los aspectos técnicos sobre la pérdida de peso y ceñirme precisamente al lenguaje coloquial y a los ejemplos que ilustren la forma de alimentarnos que promuevo y que a mi me ha resultado altamente beneficiosa para adelgazar.

Andrés traía a los comentarios del post una serie de consideraciones interesantes aunque ligeramente técnicas en el marco de este libro. Como ya he repetido, no pretendo que las personas que se lean el libro se vuelvan expertos en nutrición, sino más bien que aprendan a diferenciar la realidad de lo que comen y cómo esto afecta a su cuerpo. Por eso, aunque entiendo que es técnicamente diferenciable, no hago diferencia en el libro entre carbohidratos refinados, carbohidratos completos, alcoholes, azúcar, glucosa y otras fuentes de energía.

Creo que es importante explicarle a las personas que este combustible no aporta nutrientes y que su exceso produce la acumulación de grasa. Decía Andrés en su comentario que el podía incluir en su cena una patata hervida mediana con aceite de oliva. Lógicamente, el problema no está en esa patatita, sino en que es más que probable que el resto de alimentos que ingerimos junto con la patata de manera habitual también lleva patata y/o azúcar, maíz y soja.

También comentábamos sobre la necesidad de comer cinco, seis o incluso siete veces al día. En el proceso de pérdida de peso, efectuar muchas comidas es altamente beneficioso y, aunque también, no me estoy refiriendo ahora a los beneficios metabólicos, sino a los beneficios psicológicos que aporta para adelgazar. Comer cada dos o tres horas elimina la ansiedad por los alimentos, contribuyendo a que comamos sólo lo que realmente necesitamos y no necesitemos grandes raciones, lo que nos ayuda enormemente a perder peso. Estoy de acuerdo con Andrés en que una vez alcanzado un peso objetivo, y sobre todo cuando hemos aumentado considerablemente el ratio músculo/grasa, es posible incrementar el tamaño de las raciones y por tanto reducir el número de ingestas. Sin embargo, incluso en ese caso, a nivel psicológico, la ayuda que representa comer muchas veces al día para controlar la ansiedad es difícilmente sustituible por otra costumbre. Eliminar la ansiedad a la hora de ingerir alimentos, como recalco en el libro, es una de las claves para adelgazar y mantener un peso objetivo.

Desde aquí os animo, si sentís ansiedad por la comida, aumentar la cantidad de ingestas y reducir el tamaño de las mismas. En lugar de comerse un chuletón de buey de una sentada, partirlo en dos o tres trozos y tomárselo en varias tomas.

Carlos Abehsera

Carlos Abehsera es un empresario español nacido en Madrid en 1973. Tras muchos años de estudio y trabajo en los Estados Unidos, a finales de 1998 vuelve a España donde comienza varias aventuras empresariales que simultanea con la escritura. En estos años es cuando empieza a resentirse de su estado de salud aquejado de un fuerte sobrepeso y un tremendo estrés. Tras dejar el tabaco en las navidades de 2010, gana 10 kilos adicionales en sólo dos meses y sitúa el visor de su peso en más de 113 kilos a principios de 2011. Por aquel entonces, con unos problemas tremendos de salud, tomaba 6 pastillas distintas cada día para mitigar los síntomas de distintas dolencias, desde crisis de ansiedad hasta dolores musculares y articulares, pasando por taquicardias, problemas gastrointestinales y distintos trastornos del sueño. En sólo 4 meses, logró perder 35 kg de peso, aumentando su masa muscular y recuperando totalmente su salud, lo que le permitió abandonar toda la medicación que tomaba. Ahora comparte públicamente su experiencia en el libro Adelgazar sin Milagros para que otras personas puedan beneficiarse del mismo cambio en sus vidas. 

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